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esclavizante y demasiado exigente a la hora de redactar. Siempre me 20 días de duración. Me batí como un león, pero terminé diciendo que
gustó trabajar bien y a fondo la palabra y un periódico no te permite ese sí, con la condición de que fueran solo 20 días. No sabía en lo que me
lujo. Pero de nuevo mi gran amigo, Pablo Antillano, que ya estaba en estaba metiendo porque después no pude salir nunca más hasta hoy.
ALFREDO ÁLVAREZ
MEMORIA >> ARGENIS MARTÍNEZ (1943-2022) ca cita, para dar cuenta de los detalles
del diálogo, erró su camino y alguna
E
n 1989 el candidato del Nuevo
Argenis y Galán
complicación con su pauta diaria lo
Liberalismo colombiano, Luis alejó del diario. Yo, por mi parte, había
Carlos Galán, visitó Caracas, concluido mi jornada por ese día y dis-
como parte de su intensa cam- puse marcharme a mi casa. En mi ru-
paña electoral. Corrían sin prisa los ta de salida fui conminado a regresar
primeros días de agosto. Atrás, aparen- a la oficina de Argenis Martínez, para
temente inerme y para nada peligrosa, ese momento jefe del célebre Cuerpo
había quedado la convulsa resaca del D de política del diario. Un fascinante
Caracazo, mientras tanto, el país em- equipo de periodistas que constituían
prendía su hoja de ruta a la muy an- Desde su incorporación a El Nacional en 1980, el periodista Argenis una especie de Olimpo del reporteris-
siada normalidad. En Colombia, el país
de origen de nuestro visitante, quedaba
Martínez se convirtió, primero, en una de las fortalezas de la sección mo nacional.
Como era habitual en él, Martínez re-
oculta –pero muy activa y pugnaz– una
artera y oscura red de complicidades.
de Cultura, y más adelante, en uno de los editorialistas fundamentales sumía en sí mismo toda esa excelencia.
Gracias a su compleja, inexpugnable y
Una letal asociación entre los más ab- del diario, y en una guía para varias generaciones de reporteros, rica gestualidad, mostraba siempre
yectos intereses, que tramaban su im- un gran garbo y un mejor estilo. Algo
postergable asesinato. Un decreto que coordinadores y editores. Por encima de cargos y funciones, de muy parecido a una extraña y apaci-
las fuerzas del mal había formalizado
sin ningún tipo de rubor.
Martínez puede decirse: fue una referencia, un sonriente inspirador, el ble mezcla de deleite-expectación por
todo lo que sucedía en su entorno. Eso
En un subrepticio gesto, coincidía
una sustantiva porción del estamento
caballero siempre dispuesto a sugerir el próximo paso editorial lo mostraba sin dificultad, sus gestos,
por lo general apacibles y casi desaper-
político colombiano, la cúspide de la cibidos. Como su mejor recurso mos-
pirámide militar-policial, así como el traba una sonrisa inefable, oculta en
poderoso mundo del narcotráfico. Se una barba hirsuta y elegantemente re-
habían confabulado para impedir que cortada. Su cuerpo danzaba alegre y el
Galán llegara triunfante al Palacio de ardor de su mirada advertía el curso de
Nariño, la vetusta sede del gobierno en un evento trascendente. Con solidaria
Bogotá. No hay duda que se trató de un elegancia, le restó importancia a la ac-
triste y muy lamentable evento, una cidentada deserción de HL y me urgió
tragedia considerada posteriormente para que ocupará su lugar. A partir de
un crimen de lesa humanidad. Un ver- allí todo cambió para mí. Como un má-
dadero despropósito, un evento que nager de esquina, me dio las instruc-
torció de nuevo el rumbo político del ciones necesarias para hacer una nota
vecino y estimado país. Gaitán y Galán para primera página. Corta y elegante;
desde entonces, nos suenan como no- un privilegio de pocos, según estable-
tas similares y recurrentes en la triste cían las propias normas del diario.
música de una fúnebre cacofonía. ―Guárdate el resto para una nota de
Ese año de 1989, Venezuela estuvo color, más amplia para un segundo día
marcada a fuego por los efectos de una ― y sonrió de nuevo, como lo haría un
profunda crisis económica, consecuen- felino satisfecho.
cia del agotamiento del modelo distri- La última instrucción, la referida a
butivo de la renta, un sordo conflicto la nota de color, despertó nuevamente
que entró a su vez en una crisis más ese hábito que se expresaban con una
compleja y generalizada gracias a la picardía demencial, pero muy bien ad-
miopía política de la élite dirigente. Las ministrada por el sujeto. En Martínez
medidas mal llamadas neoliberales, no había nada fuera de lugar y ese era
que tenían como premisa iniciar un un hábil recurso con el cual seducía a
proceso de cultura impositiva no ob- sus reporteros. Con las manos al aire,
tuvo el suficiente apoyo del estamento simulaba escribir en un teclado imagi-
político local, incluyendo al partido de nario. Y desde allí repetía “nota de co-
gobierno del presidente Carlos Andrés lor”, para sonreír alucinado, como si
Pérez. Hasta ese momento no existían hubiese consumado la peor de las tra-
los impuestos a los productos alimen- vesuras posibles. En menos de cinco
ticios o bancarios, factores ineludibles minutos yo tenía asignadas dos tareas
que contribuyeron a que colapsara el reporteriles importantes. Todas ellas,
modelo de Estado paternalista. Eso fue sin aviso ni protesta de mi parte. Dio
un gesto político muy difícil de digerir un par de palmadas en mi hombro y
para una sociedad que había vivido sin susurró: “Lúcete, Papín”, y nos dirigi-
mayores preocupaciones, gracias a las mos al salón de la cita.
bondades de una aparentemente inex- Galán nos sedujo a todos con su en-
tinguible renta petrolera y un populis- canto. Le impresionaron mis pregun-
mo a prueba de reformas. La tormenta tas, así como mi interés por la políti-
perfecta. ca colombiana. En un diálogo abierto
Como salida al caos, en el segundo go- y franco nos sugirió salidas comunes
bierno de Carlos Andrés Pérez se había a los dos países, con un marcado hin-
propuesto un aumento del precio de la capié en las coincidencias más que en
gasolina y de todos los servicios públi- las diferencias que podrían alejarnos.
cos. Su plan de ajustes incluía una de- Presenciamos a un hombre de Esta-
valuación progresiva del bolívar, la li- do, respetuoso del Estado de derecho.
beración del control de cambio a través Un periodista curtido y formado en
de la unificación cambiaria, para que los ambientes de El Tiempo de Bogo-
el dólar vaya flotando según los pará- tá, editorialista de fuste en su época de
metros del mercado de divisas. Otras estudiante de derecho en la Universi-
medidas incluían la liberación de las dad Javeriana. Al término de su visita
tasas de interés, liberación de los pre- se acercó hasta donde yo estaba y me
cios, restricción del crédito, fortaleci- ARGENIS MARTÍNEZ / ©VASCO SZINETAR pregunto:
miento de la balanza de pagos, reduc- ―¿Qué hace esta noche? Pásese por
ción del gasto fiscal y el aumento del ver a una Colombia libre de este tipo de signios de una política mezquina y mi- toral, en el cual fue electo como nuevo la embajada y allí hablamos de cosas
salario base mensual a 4.500 bolívares acechanzas. Nos advertía, como si re- serable harían el resto. Galán moriría jefe de gobierno Gustavo Petro. Hago la de periodistas. Hay un cóctel que ofre-
equivalentes a 310 dólares de la época. zara un mantra inspirador la siguiente dos semanas más tarde en el poblado cita solo para corroborar esa hipótesis, ce por mi visita el embajador.
En Colombia la barbarie imponía el sentencia. de Soacha, cercano a Bogotá. La barba- posiblemente algo muy empírica, pero Yo acepté sorprendido la invitación.
magnicidio como una salida política y A los hombres se les puede eliminar, rie cumplió con su amenaza. Un mag- políticamente muy práctica. La muer- Mientras Galán se despedía de todos,
en Venezuela un populismo exacerba- pero a las ideas no. Y, al contrario, cuan- nicidio feroz y corrosivo, aunado a un te de Galán aún nos muerde y nos re- Martínez simulaba escribir en su tecla-
do nos obligaba a rendir culto a la vi- do se elimina a veces a los hombres, se populismo primitivo, signaron el desti- prende, pues de haber sido electo pre- do imaginario. Con la cómplice picar-
gencia de un estado paternalista. robustecen las ideas. no de Colombia y Venezuela. sidente otro hubiese sido el destino de día de siempre me repetía su ritornelo,
Para calmar el acoso de los reporte- Como un signo emblemático de la na- Es justo reconocer que ambos países Colombia. El destino de CAP también nota de color, nota de color.
ros locales –entre los cuales me inclu- rrativa de su campaña, el carismático poseen una historia común e indisolu- sugiere para este momento su obligan- ―Hoy te tocan unos tragachos por
yo– le preguntamos con insistencia líder del Nuevo Liberalismo había apo- ble. Un extraño vínculo que los hace te reivindicación política. cuenta de la embajada de Colombia
acerca de las amenazas a su integridad yado sin reservas la extradición a los practicar sin mesura –y al unísono– Galán para ese momento tenía la mis- ―me deslizó por lo bajo, con esa inefa-
física, un secreto a voces que le prece- Estados Unidos de los responsables de un odio mellizal de dimensiones cósmi- ma edad que Simón Bolívar al morir, ble cara de tahúr florentino, algo que
día en su exitosa ruta. Galán nos dijo haber hecho de Colombia el paraíso de cas, el cual, en su desempeño, no puede un hombre por el cual rindió su ad- seguramente debió adoptar durante
–para disipar dudas y los miedos– que los productores de cocaína. Las conse- ocultar los atisbos de ser también, un miración pública. Visitó el periódico, sus estudios en Italia―. No desperdi-
ante las amenazas de muerte vertidas cuencias de esa tragedia aún persisten clamoroso convenio de amor filial. Las y allí fue recibido por su plana mayor cies la oportunidad y tráeme algo para
por el narcotráfico en su contra, él te- y nos afectan a todos los latinoameri- historias nuestras corren paralelas con los honores que corresponden a un la primera página de pasado mañana.
mía la certeza de esos hechos, pero que canos sin discriminación alguna. Los y solo basta calibrar el interés con el político de su raza. El reportero –HL–
eso no lo detendría en su propósito de carteles de la droga y los oscuros de- cual asistimos a su último proceso elec- que debía estar presente en esa históri- (Continúa en la página 2)
Esta edición PDF del Papel Literario se produce con el apoyo de Banesco
2 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 11 DE DICIEMBRE DE 2022
MANUEL MALAVER
MEMORIA >> ARGENIS MARTÍNEZ (1943-2022) nis”, para que nos diera noticias, si nos
consiguió el “dato perdido” o si había
L
El periodista
a verdad escrita, pero bien que establecer algún “otro detalle” a
escrita, sin duda que esta fue la pauta.
siempre la idea esencial del Aunque literalmente nunca tenía
periodismo que palpitó en los tiempo para perderse en conversa-
quehaceres del redactor, editor y di- ciones, tuve la suerte de animarlo
rector, Argenis Martínez. a conversar conmigo sobre temas
Un cincelador del oficio que nos dejó que no eran del interés de nadie pe-
el pasado 14 de junio y cuya impronta ro que se volvían deliciosos e in-
en todas las ediciones, cuerpos y pági- teresantísimos cuando Argenis se
nas que le tocó cerrar en El Nacional animaba a contarnos su historia,
quedarán como prueba que de los me- “Era un periodista de recuerdos y hacía parte de la tercera generación su origen y cómo se habían conver-
dios impresos pueden acosarse pero no
extinguirse. de comunicadores que ingresó a El Nacional, creo que a comienzos tido en íconos de la cultura o del
consumismo contemporáneo.
Nos conocimos una noche de finales
de los 80, en su oficina de la sede del
de los 80, y por eso había conocido al fundador y director, Miguel Una vez se largó a contarme la histo-
ria del ron, cómo lo habían descubier-
ya imprescindible diario, en Puerto Es- Otero Silva, con quien había gastado mañanas, tardes y noches to en el siglo XVII los esclavos negros
condido, y, acompañado de otro mago que trabajaban en los centrales azu-
de esos trajines, Alfredo Álvarez, me oyendo la historia del periódico, de su nacimiento y crecimiento, careros de Jamaica, y percibieron que
propuso que asumiera la dirección de
Feriado, la revista dominical que era de su enfrentamiento con la dictadura del general Pérez Jiménez y en el bagazo de la caña refinada ha-
bía un residuo que se podía destilar y
la mejor del país en aquellos días. No
dudé un solo instante, primero por el
después de su hechura, formación y cristalización como el mejor salía una bebida deliciosa. Así llegó,
primero que a Cuba, a la Marina Bri-
reto que de repente, y sin esperarlo, periódico de la historia venezolana” tánica, y después a los degustadores
Argenis me ponía en las manos y, se- del mundo hispánico que la conside-
gundo, porque escapar al embrujo de raron como suya, y crearon marcas
sentirme bajo el cobijo del ya difunto en Cuba, Haití, Venezuela, Colombia
pero inmortal, Miguel Otero Silva, me que hacen las delicias del mundo. “Yo
resultaba imposible. sé que vivimos en un país whiskero,
Y así empecé mi historia al lado de pero yo me defino como ronero”.
Argenis Martínez, un editor para el Por esos “descuidos” en la redac-
cual no existían noches ni días para ción también podíamos enterarnos
no estar pendiente de lo que se pau- de “lo último” en la literatura co-
taba, cómo corrían los datos, las sos- lombiana, peruana, chilena, mexica-
pechas, los rumores, lo que se confir- na, argentina y venezolana. Un lector
maba o no se confirmaba, y después, empedernido, en definitiva, que, ade-
la primera versión de la escritura, y la más, participaba en la primera línea
segunda y la última, que era ya el par- de la redacción e impresión del pe-
to o final feliz de una aventura tradu- riódico más leído del país, de esa pro-
cida en reportaje, reseña o entrevista. ducción entre coloquial, literaria y
Creo que este era el momento primor- documental que ya se guarda entre bi-
dial, el vital, el raigal, en el viaje que bliotecas y archivos como la prueba de
día a día realizaba Argenis Martínez un país que mientras El Nacional se
por la sala de redacción de El Nacio- recuerde y extrañe, regresará un día
nal y en el que podíamos aprovechar a buscar y celebrar a sus creadores.
mejor “esas correcciones”, o “suge- En Venezuela, el régimen o la dic-
rencias”, o “tanteos” que siempre tadura, o el totalitarismo, insiste en
fluían suaves, amables, tranquilos y borrar el pasado, en desaparecer el
persuasivos. pensamiento y su realización que
Era un periodista de recuerdos y ha- es la razón de ser de los medios impre-
cía parte de la tercera generación de sos. Primero en la lista, El Nacional
comunicadores que ingresó a El Na- y su director, Miguel Henrique Otero
cional, creo que a comienzos de los y, con ellos, toda la historia y los nom-
80, y por eso había conocido al funda- bres de quienes alguna vez o perma-
dor y director, Miguel Otero Silva, con nentemente se mantuvieron en los ta-
quien había gastado mañanas, tardes lleres, en la redacción, en la imprenta,
y noches oyendo la historia del perió- para que no faltara en las manos de
dico, de su nacimiento y crecimiento, los lectores el diario que, desde su na-
de su enfrentamiento con la dictadura cimiento, se acostumbraron a no des-
del general Pérez Jiménez y después prenderse de él.
de su hechura, formación y cristaliza- Pero afán inútil, orwelliano y con-
ción como el mejor periódico de la his- trario a la decisión de periodistas co-
toria venezolana. mo Argenis Martínez que, a pesar de
Otero Silva era también la historia de que ya no se encuentra entre noso-
la Venezuela del siglo XX (había nacido tros, será recordado como cronistas
en 1908), contada por su mejor narra- de la talla de Juan de Castellanos, Jo-
ARGENIS MARTÍNEZ / ©VASCO SZINETAR
dor y uno de sus mejores novelistas, sé Oviedo y Baños, Francisco Herrera
poetas y periodistas, y aquí estaba es- nes tuvimos la suerte de compartir con y trabajos con Pablo Antilllano, Miyó Soledad Mendoza, Eduardo Delpretti, Luque, Miguel Otero Silva y Enrique
te aprendiz del periodismo trascedente Argenis el afán de agregar continuidad Vestrini, Rómulo Rodríguez, Elizabeth Alfredo Sánchez (solo nombro a unos Bernardo Núñez, que escribieron pa-
oyendo y anotando, grabando y recor- a lo que ya era cultura y tradición. Araujo, Aquilino José Mata, Alba Sán- pocos), y tantos otros que andábamos ra que el país que se llama Venezuela
dando, para transmitir después a quie- En ese culto compartió obligaciones chez, Sergio Dahbar, Roland Carreño, por la redacción “esperando a Arge- sea eterno.
D
esde aquella esquina de la re- Era poeta, era sensible, era vulnera-
dacción de Puente Nuevo a ble con el sufrimiento ajeno, y quizás
ARGENIS MARTÍNEZ, FESTIVAL DE CINE DE MERIDA, 1980 / ©VASCO SZINETAR
Puerto Escondido se podían por eso buscaba la sonrisa, el chiste,
ver los cubículos de las sec- se presentó. Se acercó a los cubículos de algún narcotraficante era toda una No había nada que lo llenara más para olvidarse del dolor propio y el de
ciones de Ciudad, Deportes, y más le- de los editores de Ciudad porque él era experiencia. Quizás era su amor a la de orgullo que ser el encargado de las los otros.
jos, Política. Alrededor de las cinco de así. La presencia de Argenis era como novela negra lo que le hacía a veces páginas de Opinión del periódico. De- “¿Existe este abandono /que descu-
la tarde aquello era un hervidero. Los la de un pavorreal en un jardín inglés; seguirles la pista a los casos famosos, cía que era la mejor sección. Y todo lo bro en tu mirada? /¿Existe acaso/ por-
periodistas estaban enfrascados entre sabía que estaba rodeado de “belleza”, tanto que guardaba relaciones con las que él había aprendido de Miguel Ote- que no soy/ ese extraño que amanece/
las pantallas y el teclado, era la hora pero él era el dueño y señor de todo. fuentes policiales incluso después de ro Silva lo ponía en práctica al escribir entre tus miedos y soledades?”. Aún
del “cochino”, que afanaba a redacto- Sin embargo, la razón por la que pe- la llegada del chavismo que cerró to- el editorial, pero sobre todo al hacer la quedan sus versos colgados en las re-
res, editores y jefes en el cierre de las riodistas y jefes dejaban todo para es- das las puertas. mancheta. Me decía siempre que nin- des sociales.
páginas. cucharlo era una que no se veía a sim- Argenis era curioso por naturaleza. guna de las dos cosas podía desapare- Nunca fue extraño a los problemas
Invariablemente a esa hora en aque- ple vista; era la observación acuciosa, De esos periodistas que quedan pocos, cer, eran la esencia, el corazón de El de los amigos, nunca cerró la puerta
lla primera semana de ocupar el car- el último dato, la pregunta que te faltó que prefieren averiguar, escuchar, Nacional, no hay en Venezuela otro a los cuentos de los colegas. Fue de-
go de editora algo me hacía levantar hacer, lo que pasaste por alto, la lla- preguntar solo con el deseo de saber medio impreso que las haya publicado fensor del gremio, decía que había
la mirada por encima de la barrera de mada de la fuente más difícil y alguno las diferentes versiones de la verdad. diariamente por más de 70 años, y eso aprendido de Otero Silva que lo más
separación de mi escritorio. Escucha- que otro chiste, claro. Y para eso hay que ser sensible, tener no puede pasar inadvertido. importante de El Nacional eran sus
ba risas y voces y veía a un hombre de Lo mismo hacía en Economía que los sentidos abiertos las 24 horas. Poco De todo lo que leía, de todo lo que periodistas.
pelo blanco trajeado con una chaque- en Deportes; ni hablar de Cultura o dormía, nunca descansaba. Para él un escuchaba, de todo lo que veía, salía Encontrarse sin el quehacer diario
ta deportiva estilo safari; alto, siempre Internacionales. Argenis nunca dejó domingo era, sí, levantarse tarde, pero un editorial. No era un ejercicio sen- del periódico, sin tener que escribir el
risueño, narizón con lentes casi invi- de ser reportero, aunque no saliera porque había estado leyendo hasta la cillo, yo lo observé muchas veces, en editorial, sin tener que garabatear la
sibles que se apoyaba en las paredes diariamente a entrevistar o a cubrir madrugada; a eso de las 4:00 pm se iba silencio. Lo que sí era espontáneo y mancheta debió ser un golpe inmen-
de los cubículos de las reporteras de alguna pauta. Hace más de un mes a su oficina a revisar agencias de no- natural era el estilo, irreverente, con- so para Argenis, pero más hallarse sin
política y se veía que echaba cuentos. que nos dejó y que todos lo que lo co- ticias incluyendo las fotos, periódicos testatario, contracorriente, sin mesu- su familia, sin sus amigos. No sé cómo
A pesar de la premura de la hora, to- nocían han escrito de sus vínculos extranjeros, hablar con los fotógrafos ra a veces, sin bozal, hiriente, certero. despedirme, no quiero despedirme. Es
dos dejaban de escribir para compar- innegables con la cultura; pero escu- y los reporteros, llamar por teléfono, Aquel periodista que gustaba de las mejor de vez en cuando cerrar los ojos
tir con aquella persona. char a Martínez narrar detalles de un escuchar cuentos, leer artículos de bromas pesadas, de risa fácil, era solo y recordarlo entrar a la redacción y
Nunca pregunté quién era. Tampoco suceso o de las andanzas y relaciones opinión, editoriales de otros países. una faceta. En el fondo, Argenis era gritar “¡Matute!”.
HERNÁN LUGO-GALICIA
MEMORIA >> ARGENIS MARTÍNEZ (1943-2022)
E El alma de El Nacional
l periodista suele estar prepa-
rado para ir tras las noticias
que, en la mayoría, no son
buenas y, por lo tanto, se de-
duce que es alguien muy fuerte.
Aquel 14 de junio de 2022, 166 repor-
teros no sabían que sufrirían la pérdi-
da de uno de sus fieles amigos, com-
pañero, jefe y buen venezolano. Reportero nato, alguien que ejerció el periodismo de opinión como letra, felicitándome por la cobertura
que hice en Roma de la beatificación
Esa madrugada sintieron que son
seres humanos a quienes el dolor les
un maestro y creó cátedra con las manchetas que describen lo de la Madre María de San José. Que
descanse pero siga riendo”, señaló
aflige; viene así, de repente, y que la
coraza, forjada en las calles, es débil.
ocurrido en Venezuela en cuatro décadas. Argenis Martínez dejó Yelitza Linares, ex jefe de Ciudad.
El último soldado del escritor Mi- huellas entre sus colegas que lo apreciaron y admiraban, así como No un jefe, un líder
guel Otero Silva (MOS) había optado
por irse, luego de haber luchado por en su familia a quien orientó y mantuvo como norte Martínez era un ser desprendido, sin
amor a lo material.
meses contra un cáncer fuera de su Su pasión, el periodismo.
natal Venezuela. Su amor, la familia.
Ese día, Argenis Martínez dio su úl- Su querencia, Venezuela.
timo aliento en Francia, a donde tuvo A pesar de su puesto gerencial,
que irse, como resultado del destierro siempre oyó y hasta apoyó al gre-
que ha causado la tiranía del chavis- mio de periodistas o de trabajado-
mo en su nación, y que se expresaba res cuando reclamaban la firma de
en 17 demandas contra El Nacio- sus contratos colectivos. El Colegio
nal, último reducto de libertad que, Nacional de Periodistas y el Sindica-
al igual que Tal Cual y otras doce- to Nacional de la Prensa siempre lo
nas de medios regionales, se niegan consideraron un aliado.
a ceder ante la barbarie de un siste- VH lo describe como una persona
ma comunista represivo, burlesco y de carácter fuerte, pero no impositi-
antihumano. vo o mandamás: “Era fuerte, pero con
Desde 2014, se le obligó a tener el una inteligencia muy especial. No era
“país por cárcel”, pues debía presen- autoritario. Era disciplinado y acon-
tarse ante los tribunales que le ha- sejaba a sus amigos, a los reporteros,
bían prohibido salir de Venezuela y, sobre cómo hacer el trabajo y hasta
de alguna manera, condenarlo a no pedía ideas. Fue un ser humano ex-
ver a su esposa, Mariana Otero, que cepcional; siempre estaba dispuesto
estaba en Europa, y con quien tenía a ayudar”. “En una oportunidad, tuve
que comunicarse por teléfono. un accidente cerca de Palo Negro, y él
Este pesar afectó su salud y poco ubicó a su hermano y le pidió que me
pudo hacerse luego que lograra sa- acompañara. Estando en shock, su
lir al reencuentro de los suyos en hermano se presentó. Me preguntó
Francia. si era VH y me dijo que Argenis le pi-
La noticia del deceso fue anunciada dió que se pusiera a la orden”, relató.
en el grupo de periodistas que trabajó Los periodistas que pasaron por di-
en El Nacional en diversas épocas, versas épocas por El Nacional dan
y, no solo rompió el silencio. Brotó el fe de lo buena gente que era Argenis
llanto. y el por qué nunca lo olvidarán. “Era
“Que noticia tan fuerte”, escribió la muy colaborador, servicial y muy so-
periodista Elizabeth Araujo, quien – lidario”, recuerda la periodista Yanit-
junto a Omar Pineda, su esposo– lo za Peñaranda.
habían visto en Barcelona, España, y La reportera de Política, Ascen-
rogaban por su recuperación. sión Reyes, indicó que su don de gen-
“!Qué triste noticia! Paz a su alma. te buena quedó demostrada con he-
¡Un tipazo, un tremendo periodista y chos: “Allá en El Silencio, le daba real
un jodedor en todo momento!”, mani- a los recogelatas para que en la no-
festó Norberto Méndez. che cuando salíamos tarde no se me-
Era, a su vez, la impotencia de no tieran con las mujeres. La campaña
poder despedir al compañero de re- a favor de Roland Carreño, que hi-
dacción, al amigo y al maestro del cimos unos meses atrás, fue motori-
periodismo de opinión en Venezuela. zada por él. Estaba muy preocupado
por Roland”.
Un don de gente Carreño es un preso político del
Aún estaba fresca en la memoria to- chavismo; acusado sin pruebas de
dos los momentos en los cuales Mar- desestabilización y objeto de torturas
tínez escribió en ese chat y prometía sicológicas en la cárcel de la policía
salir ileso para organizar una gran política en Venezuela.
fiesta o un brindis, como siempre lo
hizo en la redacción de la antigua se- El genio de la mancheta
de del diario en el centro de Caracas, Las experticias de Martínez estaban
y en la nueva, en Boleíta, en el muni- en la elaboración de las manchetas y
cipio Sucre, estado Miranda. editoriales de El Nacional, caracte-
“Argenis era el alma de El Nacio- rizados por ilustrar cuáles eran los
nal”, coinciden en describirlo Ana errores que se estaban cometiendo
María Matute y Víctor Hugo Rodrí- en Venezuela y cuál era la salida pa-
guez, VH, quien tenía en común con ra lograr el bienestar.
él, el haber iniciado sus carreras pe- Cenovia Casas, ex jefe de la redac-
ARGENIS MARTÍNEZ / ©VASCO SZINETAR
riodísticas en El Nacional, en 1980, y ción, tuvo la dicha de compartir en lo
convertido en su amigo, en su herma- y 80 fue narrada por él, con tino, con trabajo de todos. Era muy feliz cuando profesional largas y productivas jor-
no, junto a otros como Jhonny Villa- una redacción impecable, al punto escribía la lista con los ganadores de nadas; y, en lo personal, contar con
roel, quienes se identificaban entre sí que señalado por el escritor Ramón los premios que creó para la redacción: su amistad y buena vibra:
como “socio”, debido a las aventuras J. Velásquez, en ese entonces director en Semana Santa, la Lista de Judas; en “Siento mucha tristeza. Con Arge-
vividas como reporteros y trabajado- del medio, como “reportero especial”. Navidad, de Los Reyes Magos. Todos nis se fue, no solo un gran profesio-
res del diario creado por MOS. A las Luego fue jefe del Cuerpo B, que con una sana diversión y el propósito nal y colega, sino también una parte
mujeres las llamaba “viejas”, por cari-
ño, y ellas les respondió: “Epa, Viejo”.
contenía las secciones de Política y
Economía, y pudo detectar cómo se
de integrarnos como familia en El Na-
cional, que compartiéramos, que olvi-
Desde una silla importante de El Nacional que vi-
ve y siempre vivirá en cada uno de
Y esa “alma” se construyó por años. movían las estructuras de un país
que, con el pasar de los años, cayó en
dáramos los momentos dramáticos del
país. Todo estaba bien pensado, porque
de redactor, jefe nosotros”.
Desde una silla de redactor, jefe de Casas destaca el aporte de Martí-
sección, jefe de redacción hasta en la manos de un militar barinés, que ter- él estudiaba quiénes debían ser reco- de sección, jefe nez al periodismo de opinión de Ve-
vicepresidencia editorial de la empre- minó por destruirlo. nocidos de manera jocosa y sin que nezuela al escribir con precisión los
sa, por 4 décadas, por lo que en 2018 se sintieran agredidos”, expresó Ana de redacción editoriales y las manchetas. “Nadie
recibió el Premio Henrique Otero “El soldado de MOS” María Matute, editora de la sección de
Vizcarrondo al periodista de mayor Las enseñanzas adquiridas les permi- Opinión. hasta en la como él hizo periodismo de opinión
con certeza, rapidez e inteligencia.
trayectoria en El Nacional.
Martínez nació en Maracay, Ara-
tieron ser jefe de redacción, conocer a
Venezuela en todas sus expresiones e
La secretaria del SNTP, Ana Díaz,
se une a lo expresado por Matute, y
vicepresidencia Incluso cuando viajaba por las va-
caciones bastaba leerle los títulos de
gua, el 2 de noviembre de 1943, pero
se trasladó a Caracas porque quería
introducir la automatización del im-
preso, junto a Víctor Suárez.
agrega: “Gracias por todas esas ocu-
rrencias que nos alegraban en la re-
editorial de la apertura, de primera y resumía aque-
llos hechos en tres o cuatro palabras.
ser periodista. Allí, se graduó en la Y, en los últimos años, se encargó de
dar la cara por El Nacional ante las
dacción. Todavía guardo los escritos
sobre lo mejor que nos dejó el año an-
empresa, por Se fue una cátedra de periodismo de
UCV en medio de la turbulencia polí- opinión. Sus editoriales y manchetas
tica. Fue artífice de la resistencia ur- demandas hechas por dirigentes del terior, los propósitos del nuevo año, el 4 décadas, por (nadie como él para escribirlas) están
bana, y hasta tuvo en la clandestini- chavismo y las amenazas del gobier- referéndum bolivariano y los premios,
dad por sus posiciones políticas. no que buscaba callar al periódico. Al etc. Perdemos una excelente pluma y lo que en 2018 allí para leerlos y pasar revista con
ellos a la historia contemporánea de
final, el chavismo logró quedarse con un buen colega”.
En ese tiempo, formó parte de la re-
vista Vea y Lea, la cual se auto-califi- la sede de El Nacional, más no do- En 2018, Villaroel, ex jefe de Depor- recibió el Premio nuestro país, al menos de los últimos
25 años. Quienes vivimos con Arge-
caba como “el equipo de las grandes
verdades”.
blegó el alma de Martínez, ni de los
periodistas, que desde cualquier trin-
tes, lo entrevistó y lo bautizó como “El
soldado más disciplinado de MOS”,
Henrique Otero nis el cierre del periódico, y fuimos
testigos de cómo escribía en la hoja
Posteriormente, inició una vida pro-
fesional como reportero de El Nacio-
chera hacen honor al compromiso de
defender la libertad y la democracia
porque Martínez se refería al escritor
de Casas muertas como “El Capitán”, a
Vizcarrondo" impresa de portada su mancheta dia-
ria, jamás podrá olvidarlo como pe-
nal en el semanario Buen Vivir, la re- ante cualquier arrebato del poder. modo de respeto y admiración. riodista. Descansa en Paz Martínez.
vista Escena, y en el Cuerpo C, junto “Argenis era el alma de El Nacio- “Cuántas historias bonitas y diverti- Llena la eternidad de tu humor, sar-
a Pablo Antillano (que fue su jefe) y nal. Conocía su funcionamiento, al das con Argenis. Su lista de fin de año. casmo inteligente e intelectualidad”.
Rómulo Rodríguez. personal, al obrero, y a los periodis- Yo tengo guardada aún la carta física
La cultura de la Venezuela de los 70 tas y nunca dejaba de reconocer el que me escribió, firmada de su puño y (Continúa en la página 5)
EL NACIONAL DOMINGO 11 DE DICIEMBRE DE 2022
Papel Literario 5
2
Ahora, nuevamente, tengo a MOS muy cerca, cara a cara, de mano del pe-
riodista y escritor Argenis Martínez, quien ha escrito la vida del también
periodista, novelista, poeta, humorista y político para la Biblioteca Bio-
gráfica Venezolana del diario El Nacional (Editorial Arte, Caracas, 2006).
Se trata de un libro en el que MOS viaja por estas páginas desde el lunes
26 de octubre de 1908, en la Barcelona venezolana, en el estado Anzoátegui,
donde nació, hasta su muerte en Caracas el 28 de agosto de 1985. Desde ese
mismo instante Argenis Martínez inicia su estudio sobre la existencia de es-
te hombre que ha dejado una marca imborrable en el mundo cultural nacio-
nal, un legado que continúa siendo parte de la memoria, de las referencias
de quienes tienen en la literatura, el periodismo, la poesía, el humorismo y
la conciencia de país puestas en el rostro y espíritu de Miguel Otero Silva.
3
Por este libro pasa parte de la historia contemporánea de Venezuela, por-
que MOS fue uno de sus protagonistas al enfrentarse a dictaduras como
las de Gómez y Pérez Jiménez y denunciar los atropellos de quienes en
democracia se creyeron superiores al resto de los venezolanos. Toda una
existencia dedicada a escribir, a vivir plenamente las letras y la existencia
de la gente que siempre quiso elevar los valores humanos del país.
Por este libro pasan muchos personajes, muchos lugares, muchas aven-
turas que Argenis Martínez supo investigar para armar un volumen don-
de el lector se regocijará de saber que muchos fueron los legados de este
hombre cuyo nombre seguirá sonando en el espíritu de Venezuela.
ARGENIS MARTÍNEZ / ©VASCO SZINETAR Por este libro pasamos todos porque los libros de MOS se siguen leyendo.
Porque la presencia del diario El Nacional, perseguida, acosada y con-
HILDA LUGO Aquella tarde de julio en su oficina, bre esa relación que cultivó con Ma- fiscada por la actual dictadura, no dejará de ser una propiedad de todos
mientras le llevaba una página que ría Teresa Castillo y con su admira- los venezolanos.
L
a primera vez que entré a su necesitaba su firma para irse a la ro- do Miguel Otero Silva. Las contaba 4
oficina fue en julio de 1996. tativa, me dijo: “Eres bailarina, me como si las volviera a vivir en ese El índice del libro nos entrega los siguientes capítulos: “Del mar y del
Argenis Martínez era el jefe comentó Reynaldo”. “Sí”, le contesté instante. río”, “Pasos previos”, “La universidad y la política”, “Los caminos exter-
de redacción de El Nacional. tímidamente. Salía yo de aquella oficina del vi- nos”, “Fracaso y exilio”, “De París a Trinidad”, “Días de regreso y lucha”,
Yo, una pasante veinteañera con ape- Una “conversación” que fue el co- cepresidente editorial de El Nacio- “Entre el despertar y la clausura”, “De la tierra y la poesía”, “Días de
nas unas semanas en aquel históri- mienzo de una honesta y bonita rela- nal, ahora en el piso 1 del edificio de mar”, “Periodista en Nueva York”, “México, La Habana y Bogotá”, “El
co edificio de Puente Nuevo a Puerto ción en la que “Arge”, como luego le Los Cortijos, poniéndole imágenes columnista de El Universal”, “De Bogotá a Caracas”, “La fundación de El
Escondido. llamé, se convirtió en jefe, gran maes- a aquellas historias y, por otro lado, Nacional”, “De un golpe al otro”, “Se hace camino al andar”, “El hombre
A El Nacional llegué gracias a tro, confidente; en esa persona que volteando a ver a Argenis, que siem- solitario”, “Semana Santa en Macuto” (tomado de Sinfonías tontas, 1942).
Reynaldo Trombetta, compañero en cuando ibas a explotar a su oficina pre con sus manos en el bolsillo me Contiene igualmente el libro la cronología de Miguel Otero Silva y la
la Escuela de Comunicación Social por desacuerdos con jefes, gerentes volvía a repetir: “Recuerda, pacien- bibliografía esencial.
de la UCAB. Éramos pasantes en la editoriales, gerentes generales, hasta cia. No es fácil”. El índice mismo sigue el curso de la vida y aventuras de Miguel Otero
sección de Espectáculos. De vez en con Miguel Henrique Otero, te ofre- Fue lo último que me escribió en fe- Silva en procura de lograr el triunfo de la democracia. El alcance de esta
cuando, “el señor Argenis”, como le cía un caramelo y te decía: “Pacien- brero de este año para hablar de có- como bandera de libertad y progreso.
llamé por un tiempo, se asomaba por cia. Hay que tener mucha paciencia”. mo estaba viviendo ese cáncer que Su existencia estuvo dedicada a ilustrar desde las páginas de sus libros
la oficina del piso tres, donde estába- Pasábamos, entonces, al tema que apareció de repente cuando, después y desde el periódico que fundó con su padre y Antonio Arráiz.
mos. Conversaba con Reynaldo sobre nos apasionaba: el arte, la cultura. de unos años muy duros en lo perso- Un libro necesario en estos días de tragedia nacional. Un libro que nos
literatura, cine, música, artes plásti- Y comenzaba Martínez, como lo lla- nal y en lo profesional en Venezuela, busca como ciudadanos nacidos para continuar la lucha en procura de la
cas, política, viajes... Yo escuchaba. maban en la redacción, a contar esas quería descansar y disfrutar de esa reconstrucción de un país humillado por tantas tropelías de algunos de
Aprendía. Y disfrutaba, sobre todo, miles de historias que tenía de sus París que tan bien conocía, que tanto sus hijos y de los tantos delincuentes extranjeros que han sido marcados
del sarcasmo de aquel señor elegan- días como reportero y jefe de las pá- extrañaba. por la justicia internacional. Un libro escuela donde la Venezuela del pasa-
temente trajeado. Unas pocas veces ginas culturales de El Nacional. Lo “No está fácil, negrita. Hay que te- do y la del presente se une para decirnos que es preciso seguir el ejemplo
intervenía. que más disfrutaba era escuchar so- ner paciencia”. de sus mejores hombres.
El alma de El Nacional
manejando. Fuimos al centro de Ca- los deportistas a los que admiraba. bía que compartimos con Argenis.
racas, caminamos por aquí y por allá, “Mi maestro. Mi amigo”, lo detalló Maestro y compañero. Sin duda
fuimos a la Casa Bolívar, a la plaza Matute, quien pudo darse cuenta de nos deja un gran legado y muchos
Bolívar y hasta pasamos a recoger a que era un gran compañero, un pe- recuerdos. Su pluma crítica y suspi-
reporteros que se habían quedado va- riodista de calidad. “Tenía una chispa caz. Su tenacidad al escribir. Igual-
(Viene de la página 4) diera dar luces sobre la Venezuela de rados para llevarlos a sus casas. Una muy especial. Un humor muy fino y, mente cómplice de los periodistas
las décadas pasadas. Incluso, contó experiencia que me habló de su voca- quizás se deba a su cercanía con Mi- en el buen sentido con consejos,
VH señala que las manchetas de un hecho que evidencia cómo actua- ción y humanidad”. guel Otero Silva”, dijo. recomendaciones para poder abor-
Martínez –que eran espacios edito- ba Martínez: “El día que anunciaron Miriam Cañas destacó cómo Argenis dar temas. Sus anécdotas. Muchos
riales que, con humor, sarcasmo o la muerte de Hugo Chávez hubo una Los brindis de La Vieja dedicó su vida a El Nacional: “Llena- recuerdos. Una gran pérdida. Pero
dura verdad– le explicaban al país lo crisis con los carros del periódico y se Martínez era parte de esa Venezuela ba la redacción de risas y sabiduría”. sigue vivo para nosotros”.
que pasaba. “Tenía una capacidad de generó un cuello de botella para salir que se formó entre los últimos años Edgar López confesó contarse entre Y es que la sabiduría tiene sus
interpretar las noticias y resumirlas a hacer recorridos en la ciudad. Arge- de la dictadura de Marcos Pérez Ji- los admiradores de Argenis: “Un tipa- cualidades, como la paciencia, ense-
en una o dos palabras”, resaltó. nis puso su carro a la orden. Quería ménez y la democracia, construida a zo y un gran maestro”. ñanza, honor y humor, lo que queda
David González Travieso se imagi- salir a ver qué pasaba en las calles. partir de 1958. La periodista de economía, Katius- impreso en cada ser que tocó el ara-
na todas las historias que cada quien Me convenció. Era un reportero nato. Como aragüeño iba a Los Tigres en ka Hernández, recordó los bailes en la güeño por su paso por estas tierras.
atesora sobre el aragüeño, al extremo Quería salir. Esa noche fui a repor- el béisbol criollo, aunque tenía una zona de diseño del antiguo edificio de Martínez, soldado, socio y maes-
que se podía escribir un libro que pu- tear haciendo equipo con él, que iba pasión por conocer los “averages” de El Nacional: “Mucha alegría y algara- tro, gracias por tanto.
6 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 11 DE DICIEMBRE DE 2022
libro es Arqueología
sonámbula (Editorial
Anfibia, Colombia, Juan Cristóbal Castro y las ruinas
2020)
sonámbulas de Caracas
CAMILA PULGAR MACHADO traña una duplicidad lacerante. Juan este libro se hace la historia. Es decir, desvencijadas y vaciadas del princi- se despliega artísticamente en el li-
Cristóbal se fue del país, pero el hecho Arqueología… es una novela abierta pio paternal y simbólico que alguna bro con sus viñetas (los apartados
—But you had fun, didn’t you? de narrar su sombra, de revivirla en al ensayo de escribir sobre la histo- vez las edificó. de cada una de las 16 partes del vo-
Cuando leía el libro de Juan Cris- múltiples escenas, es un zurcido pa- ria del país a partir de algunos “ar- Pero si bien el arqueólogo del fra- lumen) y que llamo así pues muchas
tóbal Castro Arqueología sonámbula sional de un pathos bien tensado, mu- chivos criollos” que han sufrido el caso, protagonista de esta aventu- comprenden la referencia a una ima-
(Editorial Anfibia 2020) y llegué a esta chas veces sensual y profundamente deterioro de la depresión institucio- ra, se desenvuelve en un relato cuyo gen, a una foto de estos despeñaderos,
frase, supe que era crucial. Este es un ético, directo al grano, que colma y nal y ahora yacen perdidos en casas suspenso capital es seguirle la pista ironías que proliferan en las demoli-
relato donde el autor goza. Y quiero gratifica al lector. Es un libro que se a “Juan Cristóbal”, quien se ha con- ciones (son 23 imágenes). Y por la
indicarlo como punto de partida de mi lee con gusto y hasta el final. Lo que vertido en un espejismo intranquilo otra, surge con fuerza una reflexión
lectura. Pues el otro lado, me refiero a no es fácil, repito, pues hubiera po- de Caracas, en estos cuadernos hay sobre Benjamin y su proyecto de las
la desdicha –a la tragedia de la histo- dido naufragar en los traslados que otro territorio que es el de la explo- iluminaciones profanas con la inten-
ria reciente venezolana–, podría opa- componen su extrañeza. ración de un marco teórico sobre el ción de amasar la historia para mez-
car con su letanía adolorida este even- Hay un suspenso narrativo y un su- asunto de las ruinas y la memoria de clarla con una lucidez fragmentaria o
to principal de la experiencia que fue jeto narrado quien busca algo que se la nación. Así esta disertación sobre fractal que despierte de la alienación
el placer de escribir esta obra. le ha perdido a su llegada a Caracas el Estado mágico, Cabrujas, Freud, y el trauma de la Historia.
Pero, además, la pregunta, que en es- luego de un cierto exilio en Bogotá. Lezama Lima, etc., se fuga del forma- Castro cava pasajes en medio de la
pañol sería “pero se divirtió, ¿cierto?”, El protagonista del relato emprende to academizante hacia una suerte de contingencia del arqueólogo y produ-
se la hace un viejo jardinero de un es- las peripecias para cerrar su vida en soliloquio ficcionalizado que va sol- ce un repertorio que se mueve a brin-
tadio de rugby a Luis Castro Leiva. El Caracas. Y en casa de unos parientes tando amarras para navegar en una cos, como rustiqueando, en el intrin-
padre de Juan Cristóbal Castro tenía en Los Chorros ve “montada como prosa brillante que Castro concen- cado ritornelo geológico del valle de
entonces 37 años y estaba al mando de en descanso, sobre una de las sillas tra muy bien en su lectura de Walter Caracas. Va de la situación política
una aventura única, cuando logró con de metal, una pequeña y algo curti- Benjamin. que llega hasta años de protestas y
un equipo de rugby, que armó y lide- da maleta de piel marrón… En el mo- Por una parte, el autor a través de tortura: “Presos por protestar siguen
ró en la Universidad Simón Bolívar, mento no le prestó mayor atención, las cavilaciones del “ruinólogo” erige sometidos a tratos crueles” dice un
viajar a Inglaterra y participar en un concentrado en conocer el estado del un imaginario alegórico de un (neo) recorte de prensa (imagen 7). Conti-
campeonato de ligas universitarias. archivo familiar, pero en el instante barroco, de un existencialismo en núa con “un breve itinerario de los
Estas páginas sobre la zaga deportiva que lo recordó la terminó asociando torno al sentimiento del horror va- lugares que se han destruido”. Hace
de Castro Leiva son espléndidas; co- con otra valija similar que nunca pu- cui en tiempos de perdición. Lo que una disertación lúcida sobre Miran-
mo de seguro lo fue la experiencia, a do revisar. Quizás en ella estaban pa- da en La Carraca y “el fatídico des-
pesar de los continuos fracasos en el peles y pertenencias importantes que tino del archivo criollo” que entien-
campo deportivo. Y, sobre todo, son la le permitirían entender el pasado de de como una constante en la historia
contrapartida de las páginas iniciales
del libro del hijo pródigo, que nos dan
varios de los protagonistas de su ‘ge-
nealogía’, palabra que le suena muy
El ruinólogo Ponte nacional. Y se detiene a fondo en el
sentido de las ruinas al excavar en
noticia del fallecimiento del historia- aristocrática y por eso la pronuncia dos paradigmas: 1) el deslave de La
dor y filósofo: “su papá murió el 8 de con dificultad”. JUAN CRISTÓBAL CASTRO rescatada y los sitios que retrata Pon- Guaira (lee a Paula Vásquez: Poder
abril de 1999, poco después de las elec- Entramos de lleno en el examen de te eran más bien los de las barriadas y catástrofe: Venezuela bajo la tra-
ciones en las que el líder revoluciona- la otra maleta, no la que puede llevar- Sin duda Antonio José Ponte es quien del centro del siglo XIX y los de las gedia), 2) la Torre Confinanzas (de
rio obtuvo una amplia mayoría” (to- se de vuelta a Bogotá, sino la maleta más provecho le ha sacado a esta ima- mansiones del XX de El Vedado, que David o de Babel de donde extrae la
da palabra entre comillas pertenece que acumula “los resabios de una his- gen de la ruina en la Cuba postsoviéti- lucían devastados. portada del libro gracias a la colabo-
al libro). Este es el inicio de la segun- toria olvidada que no nos pertenece ca, a juzgar por lo que informa Fran- Un tugurio es un lugar barato y pe- ración de Ángela Bonadies y Juan Jo-
da viñeta, casi que podemos llamarla del todo y que por ello nos reclama cisco Morán quien la encuentra en su queño, recuerda que le advirtió Juan sé Olavarría).
así, de este libro híbrido y estético que descifrarla, entenderla, asomarla, así escritura como una especie de “nú- Cristóbal cuando hablaron alguna El libro es profuso y se advierte ade-
mezcla una ficción de desdoblamien- sea con los dudosos instrumentos de cleo coagulador”. Recuerda que, revi- vez sobre el tema, pero también en más una persistente invención de vo-
to, argumento prácticamente detecti- la imaginación”. sando el tema, dio con un documental urbanismo se habla de la “tuguriza- ces y episodios iridiscentes de una
vesco, con un prolongado ensayo que Particularmente esta valija desca- en el que su director, el alemán Flo- ción” para aludir a una ciudad sobre- luz insomne que añade a los relieves
discierne sobre más de un asunto del labrada de la familia Castro, esconde rian Borchmeyer, amigo de Ponte, se poblada que ocupa nuevos espacios de la anécdota un manto mágico, ca-
universo intelectual y vivencial de es- ciertos misterios de Carlos Delgado sirvió del título de un cuento de este, dentro de los ya establecidos. En el si cerca de lo fantástico. Como el fi-
te escritor caraqueño nacido en 1971 y Chalbaud. Entonces abordamos una “El nuevo arte de hacer ruinas”. Allí cuento de Ponte la ironía va alimen- lósofo médico cubano que discursea
sufriente del deslave monumental de cotidianidad y más de una intriga al- el escritor confesó que su fascinación tando ese proceso de pauperización (“soliloquio inverosímil”) con ideas
Venezuela. rededor de este personaje. “C.D.C” por esos artefactos en descomposi- durante el período especial bajo la de Castro sobre el país y su “singular
Diría que las “genealogías” de Juan (así aparece mencionado) fue primo ción, por estas imágenes del desgaste, modalidad de una utopía-distópica, vocación antintelectual”. Este filóso-
Cristóbal Castro y, las de su doble, el hermano del abuelo de Castro, quien tiene que ver en el fondo con un pla- de un no-lugar residual, que se acu- fo del “vaya, vaya” ha viajado por zo-
arqueólogo sonámbulo quien cavila tuvo un lugar estelar en la operación cer perverso, singular, que asalta al mula en la ciudad para irse perdien- nas como Apure y se encuentra con
sangrando sobre las ruinas de Cara- del Falke y una vida heroica aunque ser humano casi de forma masoquis- do en el abandono y la desidia, en el el ruinólogo, gracias al azar objetivo,
cas y sus temibles y hechizantes “so- de final modesto: “Su abuelo, dolido ta, que es el goce que provoca lo que olvido y la negación. Acaso por eso en un club privado de La Guaira, po-
brenaturalezas”, son el motivo del como nunca, acepta sin chistar el car- está decayendo, algo que ya había en- al final se menciona a Bethmoora, co antes de que se cierre el libro.
drama (neo) barroco existencial que go de agregado militar en Chile que le contrado en el clásico ensayo sobre la la metrópoli fantástica del cuento de Nuestro protagonista llega al pa-
se narra en este “cuaderno de notas”. ofrece Pérez Jiménez. Tiene familia, ruina de Simmel. En el relato que da Lord Dunsany, que al protagonista roxismo de preguntarse: “¿quién ha-
Así, lo genealógico, esos principios está viejo… En ese tranquilo destie- título a la cinta de ficción el autor se se le revela en plena noche londinen- brá escrito estas páginas?”, un grito
de proveniencia que el “ruinólogo” rro se da a conocer, ya no como el vi- decanta por el vestigio; su protagonis- se mientras todos dormían, aunque que suelta en el valle de vicisitudes,
persigue, llevan básicamente a un goroso guerrero que participó en el ta descubre otra ciudad, una escondi- él piensa que más bien se parece a donde el insomnio se ha esparcido, y
poema de Elizabeth Bishop que forma Falke, en la revolución mexicana, en da y hundida que se llama Tuguna aquella Clarice hallada por Calvino él se siente en el vértigo de una iden-
parte de los materiales consignados los combates de la Legión Francesa, donde “todo se conservaba como en donde los desechos se amontonan en tidad limítrofe a los despeñaderos de
en los apéndices y titulado “Un arte”; sino como un simple diplomático de la memoria”, que crece a la sombra otra ciudad que está dentro de la mis- “desechos”. “Vestigios” que valen la
y donde leemos: “Por supuesto, no es formas corteses”. de las ruinas de La Habana. Es verdad ma capital. pena traer a escena. Y aún más en
difícil dominar el arte de perder, por La crónica testimonial que Castro que para ese tiempo la capital cubana una apuesta como esta, envuelta en
más que a veces pueda parecernos teje de Carlos Delgado Chalbaud, al- conservaba todavía edificios del siglo *Antonio José Ponte (1964) es narrador, un materialismo, en un mundo de re-
(¡escríbelo!) un desastre”. No es fácil rededor de su valor quijotesco y del XVI, muchos de los cuales habían si- ensayista y poeta cubano. Desde 2007 ferencias, en un cultismo, diría, y en
tampoco y a esa dificultad que Cas- sufrimiento de su familia, por ejem- do restaurados gracias a un proyec- reside en España. un peculiar sentido del humor cuya
tro, de alguna manera, resuelve en plo, una hija llamada Lucky con una to de la Unesco iniciado en 1982; sin *Fragmento de Arqueología sonámbula. penetrante claridad ética conmueve
este libro, quiero llegar. Este arte en- pésima suerte, es la forma en que en embargo, no toda la urbe había sido Editorial Anfibia, Colombia 2020. al lector.
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Papel Literario 7
quien vive en Colombia desde febrero de 2018, en condición de refugiado y de justicia. Acaso, a lo más, exista
una relativa independencia económi-
ca de la ciudadanía frente al Estado,
GUILLERMO TELL AVELEDO pero más por abandono táctico que
por convicción.
La vida de un grande hombre político La causa de este estado de cosas
cambia de aspecto en el momento en descansa fundamentalmente en la ac-
que empieza a actuar como hombre ción oficial. Ha sido consecuencia de
público. En el cauce de la publicidad, una serie de decisiones y reacciones
de dilatadas riberas, parece aquel desde el poder, en atención a un pro-
torrente vital ganar sus propias yecto político, pero también a la prag-
dimensiones y con ello un curso de mática protección de los distintos
ritmo magnífico, fértil y majestuoso. grupos que se benefician de su exis-
Entonces el contemporáneo o el tencia: no solo la dirigencia del Par-
lector de la biografía comienza a tido Socialista, sino también sectores
aplaudir; le entusiasma la audacia, de la Fuerza Armada, los poderes Ju-
la infatigabilidad, eficiencia de dicial y Ciudadano, dirigentes políti-
todos sus actos y gestos, la entereza cos cooptados y sectores económicos
inmutable con que aguanta el insulto emergentes. Desde la opacidad de ese
y resiste el ataque, la presencia de poder tratamos de adivinar destellos
espíritu con que gobierna su persona de visiones alternativas entre orto-
medio de la tempestad política. Pero doxos y renovadores. Nos encontra-
este entusiasmo tardío es un poco vil: mos ante la tímida expectativa en la
se alaba el fruto después de haber aparición de un liderazgo que asuma
denigrado la semilla. explícitamente el agotamiento del
José Ortega y Gasset, modelo político y excluyente que ha
“Mirabeau, o el político” dominado estas décadas, convocando
(1927, Revista de Occidente). en apertura a las mejores voluntades
del país para su reconstrucción. Ese
I PAOLA BAUTISTA DE ALEMÁN / CORTESÍA JULIO ANDRÉS BORGES / ARCHIVO clamor, que expresan con expectati-
Escribo estas líneas no como acadé- va muchas voces preclaras dentro de
mico, ni como politólogo, sino como guel Rondón. El chavismo hizo desde lidad de esas normas, pero sí atados piedad ante el Estado monopolizador, nuestra limitada esfera pública, aún
ciudadano. Aquellos son roles impor- el poder, también, uso de este forma- a una cultura política común y unas la mejora de la condición económica no se ha materializado. La asimetría
tantes para cualquier sociedad abier- to, especialmente con su líder máxi- mínimas aspiraciones colectivas com- de los venezolanos más vulnerables, y del poder oficial frente al social sigue
ta, distintos en su naturaleza con el mo, en trabajos de Eleazar Díaz Ran- partidas. Esto suele coexistir con la el estímulo a la producción nacional. vigente.
rol del líder político. Se distancian en gel, José Vicente Rangel y Vladimir formalidad de un Estado, pero este La historia fue otra, y la reacción Difícilmente podrían equiparar-
nuestro imaginario mutuo, que mu- Villegas. Esos textos corren siempre no es el caso de Venezuela. No solo desde el poder ha destruido muchas se las responsabilidades de quienes
chas veces es de incomprensión y el riesgo de quedar congelados en su por la fragilidad de nuestro Estado – de las viejas certezas que animaron detentan el poder de aquellas que
desconfianza. A quienes estudiamos contexto, como artefactos de la polé- más fuerte en sus exigencias que en la orientación estratégica dominante ofrecen una alternativa, que desean
la política se nos exige, no sin justi- mica inmediata que solo citarán dé- sus responsabilidades–, sino porque desde el campo democrático en la dé- convertirse, a su vez, en una élite go-
cia, que asumamos una posición más cadas más tarde científicos sociales e una de las consecuencias del intento cada precedente. El desconocimiento bernante. No existe hoy un acuerdo
directa, menos aséptica, ante momen- historiadores. revolucionario de rehacer la comu- de las consecuencias de la expresión claro sobre las oportunidades per-
tos angustiosos. No sin escepticismo, No podemos asegurar que el pre- nidad política venezolana dentro de libre de la pluralidad de electores, y didas y los errores cometidos. Este
quiero decir que temo al académico sente libro no tenga esa suerte, pero un modelo no pluralista ha sido su su contracara en la represión ante la libro busca hacer un balance, inevi-
militante, con aspiración de filóso- creemos que la importancia de sus fragmentación. protesta ciudadana que de aquel des- tablemente polémico, del tiempo re-
fo rey. Por eso, permítame el lector planteamientos, y de su propio emi- No podemos decir que tenemos una conocimiento se derivaron, fueron las ciente. El tono es severo con la élite
abandonar pretensiones de tarima sor, puede evitarlo. En primer lugar, comunidad política robusta, cuan- herramientas para descolocar al movi- alternativa, y da cuenta de los diver-
aleccionadora, y bajar hasta el ágo- porque dentro de un sistema autori- do desde el poder se considera a una miento opositor. Avivó, no sin razones, sos dilemas de las fuerzas democrá-
ra pública con los otros ciudadanos. tario, las entrevistas a profundidad pluralidad de venezolanos como ene- viejos escepticismos hacia las posibili- ticas venezolanas. Si bien la orien-
Invitado a esta tarea, me encuentro son cada vez más escasas, y las con- migos cuyos derechos son limitados dades de un cambio pacífico, democrá- tación estratégica parece tener un
ante un testimonio que reta muchas tadas excepciones que aún persisten o conculcados, y cuya entidad políti- tico y constitucional, que impusieron consenso mínimo –aspiramos a una
de nuestras expectativas y prejuicios, tienen, además, la dificultad de apa- ca no es reconocida. No tenemos una a su vez una dinámica estratégica que, sociedad abierta dentro de un marco
por lo que solo desde la ciudadanía recer en medio de un clima general comunidad política cuando una emer- al anclar sus expectativas de legitimi- económico incluyente y una política
puedo permitirme comentarlo. Como de desconfianza, y con las carencias gencia humanitaria compleja ha lle- dad fuera la realidad de una asimetría pluralista–, las diferencias tácticas y
parte de la misma comunidad políti- y amenazas de los medios de comu- vado a millones de connacionales a la de poder efectivo desestimada, pro- su errática ejecución han sido apro-
ca de la cual este libro muestra en su nicación independientes: si se supe- ruta precaria de la emigración azaro- pulsó un círculo vicioso varias veces vechadas desde el poder. Cada ruta,
denuncia, pero también de la comuni- ra la censura, se apela a ese hablar sa, o condenado a miles al exilio polí- repetido de acción política insuficien- ya electoral, ya insurreccional, con
dad política que aspiramos, prospec- entre líneas, con indirectas y alusio- tico y a la inhabilitación. No tenemos te y posiciones de diálogo impotentes. sus costos y oportunidades, ha sido
tivamente, y cuya realización nos ha nes. En segundo lugar, porque es un comunidad política cuando entre los Luego de millones de emigrados, miles en ocasiones asumida de manera am-
sido esquiva. ejercicio inusual: pese a su constan- venezolanos que se encuentran en el de heridos, centenares de torturados y bivalente y fragmentada. Para algu-
Tenemos en nuestras manos un tes- te presencia en un sistema de medios país y los venezolanos que viven en exiliados, desaparecidos y fallecidos. A nos la ruta electoral era concesión a
timonio significativo de uno de los po- cada vez más reducido, con su propia la creciente diáspora se ensancha una estas muy reales y profundas heridas los moderados, solo necesaria para
líticos protagonistas del movimiento actividad como comunicador y radio- distancia de aspiraciones, experien- de los ciclos de protesta y represión, legitimar acciones posteriores. Para
político democrático venezolano de difusor e innumerables micros de de- cias e incomprensión. No tenemos co- se sumó eventualmente la cooptación otros la radicalización de la protes-
las últimas dos décadas: Julio Andrés nuncia, no siempre contamos con la munidad política, en suma, cuando la y la desesperanza sobre algunos de ta era un medio basado en premisas
Borges, fundador y –hasta este año– oportunidad de una exposición más ciudadanía vive una existencia limi- los sectores que conformaban la otro- erradas, cuya ejecución era tolerada
coordinador nacional del partido de prolongada como la que se nos ofre- tada, encerrada en el descreimiento ra compleja coalición social por la simplemente para evitar un embara-
centro humanista Primero Justicia. ce. Sus libros anteriores, que versan hacia lo público, entusiasmada ape- democracia. zoso deslinde dentro de la gran coali-
En diálogo con la también política y sobre los orígenes y perspectiva del nas por destellos precarios de mejora Justamente, este clima enrarecido ción opositora. Es decir: hemos asu-
académica Paola Bautista de Alemán, partido que fundó, Primero Justicia, privada, o aferrada a la melancolía de es el que caracteriza lo que he llama- mido algunos de los terribles costes
presenta a la opinión pública sus re- y sobre los resultados concretos de un futuro no realizado. do la “Pax Bodegónica”. Ante las di- de la ejecución de diversas tácticas
flexiones sobre la historia reciente. los gobiernos de Hugo Chávez, intu- II visiones del bloque histórico en favor políticas, sin haber podido sostener
Sin dejarse traicionar por el desáni- yen muchas de sus preocupaciones. En este escenario, la promesa de cam- de un restablecimiento democrático, algunos de sus logros.
mo y el pesimismo, actitud impropia La larga entrevista que dio al arriba bio democrático parece estar conde- se presenta un escenario de estabili- Se ha escrito con acuciosidad so-
para alguien que ha asumido esta fa- mencionado Roberto Giusti, en el con- nada ante distintas circunstancias en dad relativa –por cuanto correspon- bre los problemas de coordinación
ceta del ejercicio ciudadano, nos pre- texto de su precandidatura presiden- su contra. Esa promesa, cuya cúspide de solo al contraste frente al sacudi- estratégica de las oposiciones demo-
senta con crudeza lo que puede ser cial en el año 2006, incluye el testimo- fue la victoria electoral de las parla- miento y al colapso económico social cráticas en un contexto autoritario.
una crítica –y autocrítica– de los úl- nio sobre un partido entonces en su mentarias de 2015, en la ruta electo- de años anteriores– y paz negativa – Académicos e intelectuales han tra-
timos años: desde la victoria unita- infancia, y la difícil dinámica política ral, aparecía con un propósito claro. por cuanto está anclada sobre prácti- tado sobre los dilemas de las élites en
ria en las elecciones parlamentarias en los primeros años de la revolución Julio Borges, al asumir dentro de los cas represivas que limitan la deman- contextos nacionales y comparados.
de 2015 al auge y crisis del gobierno bolivariana, cuya dureza se ha olvida- acuerdos políticos de la hora la Jefa- da social de sus diversos derechos. Y Cabe sin embargo preguntarse si es
parlamentario, pasando por la dura do gracias a la terrible intensidad de tura de Fracción de la Mesa Unidad esta circunstancia ha impuesto la re- posible lograr una coordinación es-
represión de la protesta ciudadana tiempos que aún permanecen vívidos Democrática, expresó este cometido configuración de una oligarquía que tratégica, lo que comúnmente llama-
en el año 2017. Expone con eso no so- en la memoria. de esta manera: “El pueblo nos trajo logró una sustitución revolucionaria mos unidad, si las distintas fuerzas
lo creencias y convicciones sobre lo Entrando a la tercera década de esa (…) Es el inicio de un proceso de darle de las élites pasadas, pero que conti- que aspiran a un cambio nacional tie-
ocurrido, sino también una crónica revolución, los efectos de un extravío instituciones al país, pues este poder núa prácticas patrimonialistas y ex- nen visiones tan disímiles de la ruta
de este tiempo con una prospectiva de la política –como nos repetía siem- legislativo tiene frente a sí el desafío tractivistas para sí y sus asociados, a seguir. Incluso, cabe preguntarse
sobre su dirección actual. pre Andrés Stambouli– se hacen evi- y el compromiso de darle leyes y darle mientras renuncia a tareas econó- si esa unidad no se ha convertido en
Existe una tradición de la entrevis- dentes cuando hacemos un repaso de vida a nuestro pacto fundamental (…) micas y sociales del Estado a través el límite concreto de realización de
ta política que tiene un linaje entre la circunstancia de nuestra comuni- Que sirva nuestra Constitución para de una reducción de hecho del apa- cada visión: existen incentivos para
nosotros. Clásicos de la época de la dad política. ¿A qué nos referimos? legislar en favor de resolver la crisis rato administrativo, con acciones de que actores políticos asuman para sí
democracia civil, como los libros de Una comunidad política –la antigua que tiene nuestro país, que hoy sufre desregulación azarosa e informal. las ventajas de una unidad nominal,
Alicia Freilich, Ramón Hernández y Res publica, cuerpo dentro del cual los embates de la crisis más severa de Parece en la práctica un retorno de mientras retan los consensos coyun-
Alfredo Peña; cabalgando entre la vie- podemos llamarnos ciudadanos–, las que tengamos memoria”. La agen- aquellas funciones benéficas de la turales que parecían apuntalarla,
ja república y la revolución bolivaria- comprende a un conjunto de personas da legislativa desde el programa de- dinámica de mercado, pero sin la se- exacerbando los efectos del ventajis-
na, los testimonios sobre la violencia que asumen un sistema de normas y mocrático tenía como puntos inme- guridad jurídica y confianza econó- mo y la represión oficial.
de Agustín Blanco Muñoz, o los tra- valores colectivamente vinculantes, diatos la amnistía y reconciliación, la mica que la sacarían de sus precarios
bajos de Roberto Giusti y César Mi- independientemente de la territoria- redefinición de las relaciones de pro- límites materiales. Entretanto, y en (Continúa en la página 8)
8 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 11 DE DICIEMBRE DE 2022
L
tar listas en 2012; hoy en 2022 aún no
os foros realizados por la nezuela. En el caso venezolano hay se terminan. Queda la esperanza en
Academia de la Ingeniera obras inconclusas a lo largo de la el imaginario colectivo.
y Hábitat sobre las grandes historia. En países cercanos como ¿Hay una parte de la sociedad
obras públicas inconclusas o Colombia se ha trabajado en la im- que abandona, que no tiene la vo-
paralizadas en nuestro país, mues- plementación de políticas de Estado cación del largo aliento?
tran un panorama desolador: su- y legislación para intentar eficiencia Creo que se trata del desgaste de
man una cantidad desmedida de y transparencia en el tema. nadar permanentemente contraco-
CELIA HERRERA TORRES / ARCHIVO
obras cuyo destino es incierto. ¿Po- ¿Cuáles son las razones de fondo rriente. No es sencilla la situación de
dría ofrecer a nuestros lectores un que explican este panorama? ¿Por guimiento eventualmente a pro- La academia es un cuerpo asesor muchos.
panorama, aunque sea aproxima- qué pasa de manera tan reiterada? yectos de interés. Pero, ¿le impor- del Estado, así lo prevén las leyes. No ¿Qué hacer con esa cantidad de
do de cuántas obras paralizadas o Es un tema muy complejo y abor- ta a la mayoría de la sociedad? deja de ser su tarea, indicar lo que obras inconclusas o paralizadas?
inconclusas hay; de qué tipo; cuán- darlo supone un tratamiento holísti- Seguramente les afecta en mayor no está bien y además proponer las ¿Tienen salvación? ¿Hay que cul-
to se invirtió en ellas? co del asunto. El dinero público pa- medida a los sectores más desfavore- formas de atenderlo. El que gremios minarlas, derrumbarlas o dejar-
La lista es larga, por lo que en el fo- reciera no tener dolientes. Algunas cidos, pues la mayoría de las obras es- o partidos políticos asuman la tarea, las como recordatorio del fracaso?
ro reciente realizado por la ANIH, se razones que explican el fenómeno es tán asociados a mejoras en servicios creo que es complementario. Al final Como bien se documentó en el foro
hizo un esfuerzo por abordar las de la poca transparencia en el manejo como transporte, salud, educación es el interés de todos los ciudadanos de la ANIH, algunas deben recupe-
mayor significación, dado que supo- del dinero público, ausencia o poca entre otros. Sin embargo, el día a día en igual medida. rarse, otras abandonarse y otro tanto
nen afectaciones a temas sensibles actuación de la contraloría social, fal- y la sobrevivencia les agobia, por lo ¿Es muy difícil, en lo legal y ad- iniciarse. Para ello está la propuesta
de servicios. En la ocasión el acadé- ta de continuidad a las obras más allá que pareciera pasar desapercibido. ministrativo, en lo institucional de creación de las instancias y base
mico Páez Pumar hizo un resumen del gobernante de turno, adopción de En algunos casos, las personas no y técnico, concluir una obra en legal, que permitan llevar un inven-
general, partiendo de los ferrocarri- proyectos divorciados de las necesi- están claras de quién es la responsa- Venezuela? tario y evaluar su situación y la perti-
les que fueron la motivación inicial, dades de la población y las perspecti- bilidad, por lo que no atinan a quién Es engorroso efectivamente. Debía nencia de darle continuidad o no.
de 38 obras de interés nacional, en vas de desarrollo de la nación. orientar los reclamos. En otras oca- empezarse por identificar el estado ¿Hay paisajes del fracaso?
las áreas de educación, salud, elec- ¿Esta dilapidación de recursos siones el discurso político desvía la de la obra, efectuar el diagnóstico, ¿Inciden en el ánimo de los
tricidad, agua, transporte, industria, de toda índole que suponen estas responsabilidad. estimar costos de consecución y ges- ciudadanos?
petróleo y gas. De acuerdo con las obras paralizadas o inconclusas, ¿Hablan de ello los liderazgos de tionar los recursos. Algunas de estas Sin duda. Los llamados “elefantes
estimaciones, las obras fueron con- tiene dolientes activos? Sí, los di- la sociedad? Sí lo asumen, lo in- obras ni siquiera tienen proyecto. Es blancos”, nos recuerdan lo que pu-
tratadas a un costo de 122.610 MM ferentes usuarios, por ejemplo, dican, pero no es fácil ante tanta necesario generar cambios en la ins- do ser y no fue. Lo que pudo ser su-
USD y restan por ejecutar 67.873 MM los que padecen enfermedades y información disponible en redes titucionalidad, el marco legal y crear ponía mejoras en la calidad de vida;
USD. requieren tratamiento en centros y otros medios; se diluyen los es- las condiciones para hacer segui- la estructura a medio hacer solo re-
¿Esto de iniciar una obra y aban- de salud, los comités de usuarios, fuerzos. ¿Por qué es una academia miento y control de obras. cuerda mala gestión e indolencia. La
donarla antes de su conclusión como los del transporte, algunos y no un gremio o un partido polí- Cuando se viaja por Venezuela apariencia estética del entorno incide
tiene un carácter coyuntural o es comunicadores sociales y medios tico el que asume la tarea de ha- es frecuente ver casas a medio ha- en el estado de ánimo. De eso segura-
un signo histórico de la gestión de comunicación, que hacen se- blar de esta problemática? cer, galpones abandonados, ins- mente los especialistas en salud men-
tal tendrán mucho que decir.
E
l día 11 de noviembre de 1922, dores de lotes cuya vastedad obliga a Unos 350 mil barriles, la totalidad de 1947, pág. 84) Entretanto, y como lo hizo el geológica derramada de las sabanas,
Henri Pittier llega a Valera, establecer unas mínimas referencias a lo recuperado, se cargaron en dos tan- embajador en 1914, el cónsul de Estados emergiendo o escapando de la selva
había estado en Mene Gran- la hora de emplazar el barreno. En to- queros de pequeño tonelaje rumbo a Unidos en Maracaibo se queja de que no de galería determina la estructu-
de entre el 26 de octubre y el 3 dos los campos descubiertos hasta 1933 Curazao, aunque ya desde mediados sea una empresa norteamericana la ges- ración de la flora en campo abier-
de noviembre. Es una estación en sus en Venezuela las referencias fueron los de 1917 otra filial de Shell inicia ope- tora del hallazgo, “reportó y envió foto- to, frena el crecimiento de árboles
exploraciones botánicas de la cuenca seepages (manaderos o filtraciones) y raciones de refinación en San Loren- grafías del reventón a Washington lamen- de sombra y estructura un subsue-
del lago de Maracaibo, cuyo informe geología de superficie. Retomado en ju- zo y para procesar la producción del tando que fueran otros…” (Miguel Tinker lo somero atravesado de fluidos su-
aparece en forma definitiva de libro en lio el sondaje, a los 337 metros los sínto- Campo Mene Grande. Aquí asoma en Salas, Una herencia que perdura, pág. 91). perficiales y subterráneos. “En las
1923 (Exploraciones, botánicas y otras, mas eran otros, a los 441 metros encon- proporciones el viejo déficit del cala- No será sino en junio de 1924 cuando una cabeceras del arroyo que se atravie-
en la cuenca de Maracaibo.) De Mene traron arenas petrolíferas y abundante do del canal de la Barra de Maracai- compañía norteamericana exporta petró- san yendo a Pueblo Nuevo, hay unas
Grande se dirige a Maracaibo con la gas. Hacia los primeros días de diciem- bo. Ya en 1863 hay una primera pro- leo venezolano por primera vez (Lago Pe- como ciénagas en las que se mezclan
intención de reposar, pues no se sien- bre “El Barroso” alcanza 1450 pies, po- puesta de ampliación, un ciudadano troleum Corporation.) la brea, el petróleo y el agua corrien-
te bien. Decide hacer la ruta del piede- co menos de 500 metros. Con la prime- alemán de apellido Bauder recibe un Dejamos a Pittier en Maracaibo y a co- do medio ocultos, debajo de un man-
monte buscando un clima temperado y ra claridad del amanecer del día 14 las contrato firmado del Ministerio de mienzos de diciembre, para el 14 con segu- to traidor de tupida vegetación” (Pit-
como ha elegido el caserío El Dividive, arenas ceden y un débil pero constante Fomento. En 1894 el ingeniero Jesús ridad se encontraba cerca del piedemonte tier, pág. 91).
especie de punto de irradiación, se es- flujo de petróleo liviano emociona a la Muñoz Tébar presenta al Ministe- de la Sierra de Perijá. Una anotación nos En más de una oportunidad se que-
taciona en Valera. Allí permanece “por cuadrilla. rio de Obras Públicas otro proyecto, deja su ubicación exacta del lado occiden- ja de sí mismo en cuanto a la defi-
unos doce días, durante los cuales me Se esperaba perforar hasta los 2.500 se publicará en El Cojo Ilustrado en tal del lago, quizás decidió retornar a Ma- ciente clasificación de aquella zona
recobré de un fuerte ataque de disen- pies antes de proceder a cementar y 1897. En 1910 el norteamericano Nor- racaibo por el recodo sur del lago a fin de y sus especies, cuando cree haber
tería contraído en Mene Grande” (Pi- emplazar una válvula, pero casi de in- man Clark hace una propuesta donde completar su perspectiva de los tipos de identificado alguna advierte ligeras
ttier, Henri, Trabajos Escogidos, pág. mediato, y tras un ruido “sordo, como agrega aspectos de economía y finan- vegetación cambiante, de selva húmeda a diferencias. Variaciones y aspecto lo
83). Por fortuna, el contagio no deja se- miles de trenes en marcha” el chorro ciamiento de la obra, exonera a los xerófita. “Yo vi el chorro el día 21 de di- obligan a contrastar y en constante
cuelas y decide regresar de inmediato se elevó a 60 metros y proyectó en el buques y mercancías de cabotaje y el ciembre, desde El Carmelo, en la margen referencias a otras plantas, anota la
a Maracaibo por la vía de La Ceiba, son aire barreno y aparejos. Durante los servicio revierte a los 25 años. En 1914 opuesta del lago, de donde simulaba una modelación ejercida por la estructu-
los años de mayor actividad del ferro- siguientes 9 días el petróleo llovió so- el periódico El Fonógrafo promueve pluma de avestruz puesta verticalmente” ra de las capas tectónicas, su efecto
carril La Ceiba-Motatán, alguna vez bre la floresta, y sin ninguna posibili- un concurso y son recibidos seis es- (Pittier, pág. 86) superficial. Fuentes de aguas terma-
proyectado para llegar hasta Trujillo. dad de taponear la tubería de 10 pulga- tudios. Se escoge un proyecto gana- Resultaba visible desde los techos altos les, azufre y el gas contenido en los
La contemplación del panorama a lo das, pronto saturó el terreno húmedo dor y el segundo lugar corresponde de la zona del puerto, en Maracaibo, a bolsones impregnan la capa vegetal
largo de la vía sustancia la documen- y pantanoso y llegó al lago. “Casi 100 al ingeniero Pedro José Rojas, este unos 35 kilómetros de distancia. La com- no solo de olores y texturas caracte-
tación y enriquece la que será una de mil barriles diarios salían de aquel po- había llegado a Maracaibo en 1910 y paración de la proyección del chorro en rísticas, también modelan el paisaje
las primeras relaciones forestales de la zo en la selva. El petróleo cubría los ár- se quedará por largos años. En 1947, el aire con una pluma de avestruz se avie- desde la modificación de nutrientes.
zona. “Pasé en seguida a la interesan- boles, las enredaderas, y en torrentes en el primer número de la Revista de ne con los referentes del naturalista. Pe- Le llama la atención la ausencia de
te estación de La Ceiba, con sus panta- cada vez más fuertes fluía a través de la Universidad del Zulia, se publica ro ya antes, el relator de Los antecesores cujíes y dividives en la costa oriental,
nos ricos en especies raras y su selva la maleza como una negra serpiente” – su estudio y lo acompaña de una si- ha dejado su comparación prometeica: tan común en los alrededores de Ma-
anegada” (Pittier, pág. 83). El 4 de di- según el anónimo testimonio del autor nopsis de las diligencias previas de “…el petróleo saltó del pozo en un chorro racaibo; vegetación irregular y cha-
ciembre ya está en Maracaibo, anota la de Los antecesores (pág. 32.) solución del somero calado. En 1938, de 60 metros que se abrió en el aire como parrales discontinuos los asocia a te-
placidez del viaje y no olvida consignar Las ferreterías de Maracaibo agota- la Caribbean Petroleum, ejecuta a su el paraguas de un titán”. Aves o gigantes rrenos de cascajos y arcillosos, como
su gratitud para campesinos y funcio- ron sus stocks de herramientas y ma- costa la primera profundización y mitológicos, aquellas huyendo de la deso- si el sustrato impusiera su morfolo-
narios, antes lo ha hecho con las aten- quinaria ligera, útil en la remoción el canal alcanza casi seis metros en lación, estos abriéndose paso entre la na- gía. “En los vallecitos de las lomas
ciones recibidas del administrador de de tierra para levantar montículos y marea alta, en 1945 se crea el Instituto turaleza colmada para reducirla y vaciar de Mene Grande, en terrenos casca-
la Caribbean Petroleum Company. Sal- cavar. Para el día 18, cuando el terra- Nacional de Canalizaciones. La pre- sus tesoros en el plan del progreso. josos que resultan de la descomposi-
vado de la disentería, de vuelta a la zo- plén había sido concluido, la mancha Es el inicio de un contraste, la compa- ción de los conglomerados, la flora es
na y en plan de continuar el prospecto se adentraba más de un kilómetro en el ración palmaria entre lo primordial y la mucho más variada. (Pittier, pág. 91)
de sus exploraciones en la cuenca, Pi- lago y desde el punto de erupción a po- civilización mecánica, la tierra dolida y la Tanto como identificación de espe-
ttier está listo para ser el excepcional co más de 1200 metros. Hacia la media- acción acometedora de un nuevo estilo de cies, la relación de Pittier va dejando
espectador del mayor acontecimiento noche del día 22 aparecen los hombres acopio de riqueza. Un paradigma de rela- una descripción del paisaje vegetal,
de nuestra saga del petróleo, después de San Benito, el santo negro venerado ción con el entorno y hábitat donde el pai- la topografía primitiva enlaza con las
del hito del “Zumaque”. en la zona, los chimbangueles desplie- saje se reconoce de una manera codiciosa. modificaciones de la actividad mine-
El “Barroso II” era en realidad un gan la monotonía de sus tambores co- Ese horizonte que siempre estuvo allí, en ra y así ya es preciso dar con la regu-
antiguo pozo abandonado en agosto de mo mantra apaciguador. “Mientras el ocasiones incinerado para hacer fecun- laridad del áspero hábitat, y a la espe-
1918. La Venezuelan Oil Concessions no pozo rugía y los bañaba, ellos golpea- das las cosechas (las rozas campesinas), ra de su caracterización definitiva. De
vivía todavía sus mejores tiempos y de- ban los tambores e imploraban al san- se torna impersonal y ya no es posible ver alguna manera, el Informe de Pittier
tuvieron el sondaje a una profundidad to para que detuviera el líquido”. (Los la misteriosa relación entre la población y se convierte en la única relación or-
de 103 metros sin encontrar señales de antecesores, pág. 33) ese locus redentor, ahora respirando des- denada de una zona poco estudiada
arenas bituminosas. En septiembre de Hacia las 8:30 am., el chorro cesó de las profundidades, pero es la misma tie- –la ilustración zuliana de la segunda
1914 la General Asphalt había abando- como taponeado por un sello hermé- rra cercana y abrasadora. En todo caso si- mitad del siglo XIX parece poco inte-
nado el pozo “Bacante 1” en la Cuenca tico, los tambores siguieron sonando gue siendo la misma tierra sustentadora resada en el hinterland–, y sobre to-
de Maturín, a una profundidad de 1.416 ahora solos, los ejecutantes, exhaus- de la búsqueda del bienestar, antes desde do ocurre en un momento oportuno y
metros, y esto era un esfuerzo devasta- tos, no percibieron la irrupción del la agricultura áspera y sus gamonales, casi límite: es una descripción previa
dor. Sin embargo, la VOC estaba des- silencio. La arena masiva hizo colap- ahora desde la implantación de un ritmo al desarrollo a gran escala de la ex-
tinada a ser el heraldo de los grandes sar las paredes y la tubería de 10 pul- donde ya no es posible reparar siquiera en tracción petrolera, cuyo impacto su-
hallazgos. El 13 de diciembre de 1917 gadas quedó obstruida. Un estimado la vegetación. pone modificaciones del paisaje.
había completado con éxito un pozo de entre 850 y 900 mil barriles (1 ba- Interesa detenerse en el relato de Pittier,
exploratorio (“Santa Bárbara-1”), y rril: 158 litros) fluyó durante los nueve HENRY PITTIER / ARCHIVO escrito como la consignación del duelo, su (Continúa en la página 10)
10 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 11 DE DICIEMBRE DE 2022
de que un agitador italiano, jefe de un curo. Una tercera zona, con muchas
posibilidades, se descubrió más tarde
grupo de camisas negras, había tomado en la llamada zona del Apure.
El aumento del volumen del petró-
el poder después de una simbólica marcha leo producido fue espectacular. En
1921 se había producido poco menos
sobre Roma. En los cinco días siguientes de 5.000 barriles por día. Diez años
más tarde, en 1931, la producción al-
no se dijo nada más” canzaba a 321.000 barriles diarios.
Veinte años más tarde, en 1941, lle-
gaba a 625.000. En 1951, o sea trein-
ARTURO USLAR PIETRI la riqueza petrolera. Más alto que las ta años después, la producción llegó
torres y por encima de los árboles, el a la cifra de 1.700.000 barriles por
L
a circunstancial y limitada poderoso chorro estaba de pie como día. O sea 340 veces la producción
explotación y refinación que un gigante, sacudido de acometedo- de 1921.
a partir de 1878 hizo, en tie- ra fuerza, dispuesto a comenzar su Dentro de ese desarrollo los exper-
rras de Rubio, la Compañía camino en la historia. La Venezuela tos distinguen varios períodos, a sa-
Petrolera del Táchira, es un valien- de 1922 no se dio cuenta de la comple- ber: el período inicial que llega has-
te y pintoresco episodio, pero que no ta significación de aquel suceso. Los ta 1922; el primer desarrollo en gran
puede citarse como un anteceden- periódicos del 22 de diciembre lo co- escala desde 1923 hasta 1929; de 1930
te válido del desarrollo del petróleo mentaron de una manera superficial. a 1932 la depresión mundial se refle-
venezolano. Más importancia parecía tener la no- ja en una actividad disminuida; de
Desde 1904, bajo las previsiones de ticia de que un agitador italiano, jefe 1933 a 1942 hay recuperación y nuevo
las antiguas leyes mineras, se había de un grupo de camisas negras, ha- progreso; en 1943 la Segunda Guerra
comenzado a otorgar concesiones pa- bía tomado el poder después de una Mundial ocasiona una nueva parali-
ra la extracción de aquella especie de simbólica marcha sobre Roma. En los zación. A partir de 1944, realizada la
brea. Los conocimientos geológicos, cinco días siguientes no se dijo nada reforma de la situación jurídica de la
y hasta los geográficos, eran escasos. más. Había muy pocos venezolanos industria, por la ley del año anterior,
No había siquiera un mapa fidedigno que tuvieran un verdadero conoci- comienza, con ligeras fluctuaciones,
de la región del Lago de Maracaibo. miento de lo que el petróleo signifi- el desarrollo culminante que llega
Eran soledades anegadizas, cubiertas caba en el mundo, y nada se sabía de hasta hoy.
de áspera vegetación, donde el palu- cierto sobre la naturaleza de nuestro Durante ese tiempo la industria
dismo endémico diezmaba a los con- subsuelo. petrolera de Venezuela se convierte
tados pobladores. Vale la pena lanzar una mirada al en una de las más grandes del mun-
El primer pozo exploratorio comen- país en que brota el famoso chorro BARROSO II / ARCHIVO do. Poderosas empresas dirigen su
zó a producir en 1914. En 1917 se hi- de La Rosa. Su población sobrepasa- desarrollo y crean grandes centros
zo la primera exportación. En 1922 ba escasamente las 2.800.000 almas. En la ciudad de Caracas solo había gración y colonización había cien mil de trabajo y costosas y complicadas
en el campo de La Rosa, en la parte Una sola ciudad, Caracas, tenía más un mediano hotel digno de ese nom- bolívares. El total del Situado Consti- instalaciones. En apartados lugares
oriental del lago, el pozo “Barroso de cien mil habitantes. Fuera de la bre y dos salas de cine. De Caracas a tucional apenas sobrepasaba los cin- se alzan las torres de perforación, se
N-° 2”, de la Venezuelan Oil Conces- navegación por costas y ríos, que era Barquisimeto, a Higuerote o a Mara- co millones. El valor de las importa- tienden los tubos de los oleoductos, se
sions Ltd. saltó violentamente en un ocasional y lenta, no existía, prácti- caibo se iba por mar. El presupues- ciones alcanzó a 125 millones. Por tejen los hilos de las centrales eléctri-
inmenso chorro de aceite negro que camente, comunicación entre las dis- to de gastos fue de 72 millones de bo- año y por habitante el presupuesto cas y surgen campamentos de calles
estuvo fluyendo incontrolado a razón tintas regiones. Había unos setecien- lívares. El total de lo asignado para representaba 26 bolívares y las im- asfaltadas y blancas casas.
de cien mil barriles diarios. tos kilómetros de ferrocarril, y un obras públicas de Bs. 8.290.000; y el portaciones 44.
Este espectacular suceso anunció a millar de kilómetros de carreteras total de lo previsto para instrucción A partir del año de 1922 el progreso *Fragmento del ensayo “El petróleo
Venezuela y al mundo la presencia de de tierra, estrechas y mal trazadas. primaria de Bs. 2.518.000. Para inmi- de la industria petrolera en Venezue- de Venezuela”, escrito en 1955.
El poder de reírse
o reírse del poder
Una muestra del trabajo de cinco caricaturistas venezolanos –
Rayma, Almarzaale, Edo, Pinilla y Weil–, reúne el libro El poder
de reírse (Editorial Frontera Viva, 2022), recién publicado en
Colombia. Su editor, Tulio Hernández, incluyó el prólogo que
sigue, en el que reflexiona sobre la publicación
TULIO HERNÁNDEZ que ha hecho desaparecer casi total- multiplicado en estas poco más de
mente la prensa libre, el humor se fue dos décadas de “hegemonía comu-
E
l humorismo en sus más di- haciendo cada vez menos soportable nicacional” chavista, comencé a
versas manifestaciones, que por parte del poder, y sistemática- buscar en las redes sociales carica-
van desde el artículo y la cró- mente, con notables excepciones, los turas contra el poder rojo, y me en-
nica hasta el stand up comedy humoristas, especialmente los carica- contré con una producción descomu-
y los portales digitales a la manera turistas, comenzaron a ser atacados, nal de piezas realizadas en los cinco rrollar una pesquisa nueva centran- persistiendo algunos de ellos en el
de El Chigüire Bipolar, ha sido una cuando no abiertamente censurados continentes. do ahora el foco solo en caricaturis- humorismo gráfico, incursionando
de las más sólidas y eficaces formas y expulsados de sus medios por parte Una producción directamente pro- tas venezolanos. otros en nuevos lenguajes plásticos
de resistencia a la inmensa patraña de la cúpula de militares golpistas y porcional al nivel de rechazo, cuestio- El resultado fue la selección de cin- o combinándolos con otros oficios
ideológica, manipulación de la histo- civiles de ultraizquierda que condu- namiento, desprecio, ira y conmoción co de ellos: Rayma, Weil, Edo, Almar- que nada o poco tienen que ver con
ria y asfixia de la libertad de expre- cen el país desde 1999. que suscita un régimen cuya legitimi- zaale y Pinilla, por sus nombres de la creación artística.
sión sobre la que se ha edificado el Durante estos veintidós años, jun- dad desconoce la mayoría de los go- batalla, cuya obra es notablemente El libro que ahora estamos presen-
régimen autoritario conocido como to al trabajo persistente de maestros biernos democráticos de Occidente y reconocida dentro y fuera del país, tando tiene un doble sentido. Por un
“Socialismo del siglo XXI”. como Zapata, quien nos dijo adiós en que ha llevado a las principales insti- cuya persistencia y valentía se ha lado, es una muestra, a la manera de
No podía ser de otra manera, por- el 2015, el país vio surgir una nueva tuciones de defensa de los derechos mantenido incólume durante esta un “Yo acuso”, del trabajo de denun-
que el humorismo como instrumen- generación de caricaturistas que in- humanos del planeta a condenar a la era oscurantista, y cuyo trabajo ha lo- cia sistemática hecha entre el año
to de lucha y crítica política tiene en corporaron nuevos lenguajes, recur- cúpula gobernante, no solo como vio- grado sobrevivir en medio de las pe- 1999 y el presente, 2022, por cinco de
Venezuela una muy larga tradición sos expresivos y tendencias, mante- ladores sistemáticos, sino como cri- nurias editoriales y las persecuciones nuestros grandes caricaturistas. Y,
que se remonta a los orígenes mis- niendo lo esencial de la caricatura minales de lesa humanidad. y ataques. por otra parte, es una forma de reco-
mos de la República independiente política, su capacidad para confron- Es entonces cuando entra en jue- No es casual, que como ocurre con nocimiento, de puesta en valor de su
que se forjó en las primeras décadas tar el poder, desnudarlo, desmontarlo go Yesenia Camacho, aliada en esta poco más de siete millones de vene- aporte creativo, que es a la vez artísti-
del siglo XIX. Nuestra historia está y señalarlo en sus abusos, perversio- iniciativa editorial, egresada de la zolanos, de los cinco autores, cuatro co y político, lúdico y comprometido,
cargada de figuras como Job Pim nes y distorsiones. maestría en Políticas Culturales de tomaron la decisión de irse de Vene- y que en su conjunto ilumina una era
(Francisco Pimentel), Miguel Otero Cuando un buen amigo me sugi- la Universidad Central de Venezue- zuela y buscar una segunda oportu- oscura y deja constancia de aquello
Silva, Aquiles Nazoa, Graterolacho rió la idea de hacer un libro sobre la, donde he sido profesor durante nidad refugiándose en los Estados que no debemos olvidar para que no
(Manuel Graterol Santander), José el humorismo gráfico que se había varios años, y comenzamos a desa- Unidos donde residen actualmente, vuelva a repetirse.
Ignacio Cabrujas, Jorge Blanco –
por solo nombrar unos pocos– que
recurrieron al humor como recurso
e instrumento expresivo y dejaron
huellas imborrables en nuestra me-
moria colectiva.
Un capítulo decisivo de esa tradi-
ción lo hallamos en el humorismo
gráfico que en la era democrática en-
contró su mejor expresión en la cari-
catura que se practicaba de manera
común, tanto en periódicos y revis-
tas “serios”, como en publicaciones
explícitamente humorísticas como
El Gallo Pelón (1953-1970), princi-
palmente en los años 1960, El Sádico
Ilustrado de los años 1978 a 1980 y El
Camaleón entre 1988 al 2003.
La caricatura, que algunos maes-
tros como Pedro León Zapata en El
Nacional llegaron a convertir en una
forma de editorial diario sobre lo más
trascendente o conflictivo que ocu-
rría en el país, se hizo una forma de
expresión casi cotidiana e indispen-
sable, componente fundamental de
nuestra prensa escrita y, en el pre-
sente, de las redes sociales. Una vez
que se impuso el régimen cuasi tota-
litario conducido por el militar gol-
pista Hugo Rafael Chávez y se produ-
jo el cerco a la libertad de expresión