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Año XVII No.

83 s Bogotá, Colombia s Julio - Septiembre 2022

Ramón Illán Bacca


(1938 - 2021)
Editorial

C
uando lo conocimos en los najes, contrarios y equívocos y has-
años setenta (había participa- ta paradógicos, siempre sacan una Magazín del Caribe
do en el concurso nacional de sonrisa o algo más extravagante sin Periódico cultural No. 83
cuentos 90 años de El Espectador) que el texto se resienta, más bien lo Julio - Septiembre 2022
era Ramón Virgilio Bacca Linares, fortalece. En la dura y áspera coti-
abogado que prestaba sus servicios dianidad, la vida del escritor se ave- Director: Álvaro Morales Aguilar
a Incora, después era juez en Fon- nía con algunos de sus personajes, tigremorales@gmail.com
seca, La Guajira, en plena bonanza haciendo amena con su presencia Editor: Roberto Montes Mathieu
marimbera, para replegarse luego a cualquiera reunión, aun cuando se romonthieu@hotmail.com
Barranquilla, siempre en la burocra- quejaba -era frecuente que lo hicie-
cia oficial. Cambió todo su mundo ju- ra- porque la plata no alcanzaba (ver Dirección: Cra. 85 No. 88 - 05
rídico y burocrático por la docencia, el cuento de David Sánchez Acab Bloque 3. Apto. 301
el periodismo y la literatura, o podría Monar y las serpiertes y algunas de Tel: (601) 388 2555
ser la literatura, la docencia y el pe- sus columnas) o no era reconocido Cels: 314 228 0644 - 316 753 4875
riodismo, aunque lo que daba para como escritor, aunque sí lo era, no Bogotá, Colombia, S.A.
vivir, en su caso, era la docencia, las con la extravagancia de un cantante
otras dos actividades complemen- vallenato, pero si en el ponderado Las opiniones y juicicios
taban la primera, una vocación no medio cultural y académico y entre expresados son responsabiblidad de
mercenaria que no requiere expli- sus amigos y seguidores, que los te- sus autores
cación. Con la docencia, resulta im- nía,lo celebraban.
prescindible decirlo, la Universidad El material de este periódico
Además de novelas y cuentos -con puede ser reproducido citando
del Norte le dio todo el apoyo hasta
obras que dejan huellas- mantuvo la fuente y el autor.
sus últimos días.
una gran actividad periodística como
Cuando empezó su protagonismo gran cronista, y tuvo destacada par- Colaboración Solicitada
en las letras ya se empezó a llamar ticipación en el desaparecido Diario
Ramón Illán, por El Conde Lucanor del Caribe y en El Heraldo, y fue ASECARIBE
(1335), libro de Don Juan Manuel, figura destacada dentro del Grupo NIT. 830130014-1
escritor en lengua castellana de la Caribe que publicó el mejor suple-
Edad Media, no porque significara mento literario que marcó un hito Nos Apoyan
algo especial, simplemente le gustó, en las letras barranquilleras y de
como sucedió con el rumano-fran- toda la Costa descubriendo nuevos
Martiniano Acosta Acosta
cés Emile N Ciorán, quien dijo que escritores y organizando concursos
se puso la N como una letra que no nacionales de cuentos. Fue además Oswaldo Karo Amaya
significa nada, buscando musicali- un gran investigador, recuperando Eunaldo Amaya Loiza
dad. Y así como Illán empezó a ser autores barranquilleros que se con- Francisco Atencia Gómez
conocido Ramón, desechando el sideraban perdidos, publicaciones Miriam Castillo Mendoza
Virgilio, qué ironía, que lo mostraba -entre ellas la revista Crónica-, anec- Ariel Castillo Mier
proclive a las letras. dotarios y un sin número de perso- Álvaro Del Valle Oviedo
najes olvidados. Ese era el maestro José Luis Díaz-Granados
Dotado de un gran sentido del hu- Ramón Illán Bacca, a quien el mejor Rafael Hernández Urueta
mor que trasciende en su obra a homenaje que se le puede hacer es
partir de los nombres de sus perso- Santiago Jiménez Trespalacios
leer y disfrutar sus libros. Manuel Guillermo Ortega
Pedro Olivella Solano
Clímaco Pérez Camargo
Contenido Ignacio Verbel Vergara
En busca de Ramón Illán Bacca........................................................... 3 Oscar Vega
Entrevista con Ramón Illán Bacca........................................................ 7
Ramón Illán Bacca.............................................................................. 11
El centenario de Gustavo Ibarra Merlano............................................ 11
Las letras en Colombia........................................................................ 13 Diseño e Impresión:
Una indagatoria metafísica de Miriam Castillo Mendoza.................... 17 Kualis Servicios Gráficos
La fortuna de los bendecidos.............................................................. 18 www.kualis.com.co
Bogotá, D.C.

2
Homenaje

En Busca de
Ramón Illán Bacca
Roberto Montes Mathieu
una pasión mutua: el cine mexicano
que coincidíamos era antecedente
de los culebrones con toda su car-
ga de frivolidad y desastre, y la afir-
mación impúdica de que Joaquín
Pardavé era el mejor “actor” de la
época, de la talla de Clark Gable y
Charles Laughton. Así empezaron
a matizarse nuestros encuentros.
Pero esa noche los amigos me
llevaron a recorrer la ciudad en la
que había estado por primera vez
en 1957 de la mano de mi padre, y
había conocido la escalera eléctrica
de Almacenes Sears.

Julio de 1985 (próximo a. la apari-


ción de El amor en los tiempos del
cólera) fue “el mes más cruel” (no
Roberto Montes Mathieu abril como en el poema de Eliot),

D
a eso de las 12 y algo del día 12
espués de haber quedado en el puente Pumarejo tuve el ac- que dijo que lo molestó (cosa que
finalista en el primer con- cidente automovilístico que cambió dudé desde un principio), reconoció
curso nacional de cuentos mi vida. Solo tuvo dos cosas bue- después en varias declaraciones
organizado por el Suple- nas: aparecer en la primera página que fue un acicate para dedicarse a
mento del Caribe, dominical del de El Heraldo y las permanentes su escritura. La mandó al concurso
Diario del Caribe de Barranquilla, visitas a mi lecho de convalecien- de Plaza y Janés y no ganó. Me dio
me convertí en colaborador, y creo te de amigos inolvidables: Diome- una copia que leí con rigor y le hice
que por medio del crítico de arte y des Daza, Alfredo Gómez, Carlos unas recomendaciones, especial-
narrador Alvaro Medina —mi vecino J., Ramón Bacca, Guillermo Tedio, mente relacionadas con Ciénaga y
entonces en Bogotá—, me relacio- José Luis Hereyra, Rafael Darío Ji- los sucesos de las bananeras que le
né con los integrantes de la Comi- ménez y otros que se me escapan. parecieron acertadas. Sigo creyen-
sión Coordinadora del suplemen- Hereyra todavía recuerda aquello do, y se lo dije en reiteradas ocasio-
to. Viajé a Barranquilla y la noche cuando oye a Víctor Piñeres can- nes, que era la mejor de sus nove-
de mi llegada nos reunimos en el tando Puente Pumarejo. Ramón y las, en lo que estuvo de acuerdo.
apartamento de Antonio Caballero Alfredo siempre llevaban material
Villa con Carlos J. María y Alfredo y leían algo. Alfredo, una extraña Siempre que venía a Bogotá nos re-
Gómez Zurek. Al salir de la reunión entrevista de Robert Oppenheimer uníamos. Unas de esas en el apar-
encontramos a Ramón (todavía no y la supuesta belleza del hongo ató- tamento de David Sánchez Juliao
era Illán) Bacca Linares que cruza- mico. Y Ramón, que pasaba todas en la calle 19. Un espectáculo ver-
ba una avenida jugueteando con un las noches porque vivía cerca de los una noche, con el fondo musical
bastón de entretención ajeno a los la clínica, leía apartes de Deborah de Carmen de George Bizet, can-
movimientos de la noche. Carlos Kruel, del manuscrito de su novela
lo llamó y entonces desvió su ruta en preparación, la samaria “oscuro
1. Una historia de la novela puede leerse en Sal-
y se acercó sorprendiéndome con objeto del deseo”. Como repetía lo tos y sobresaltos de Deborah Kruel, en Cró-
su parecido con Jean Paul Sartre leído en los días anteriores le dije nicas casi históricas, Universidad del Norte,
(y algo en la mirada que me hizo la frase que ha hecho carrera, para Barranquilla, 1990, del mismo Ramón. Ver tam-
bién la entrevista que le hizo Edmundo Ramos
recordar a James Dean). Nos pre- estimularlo a seguir trabajando: “la Vives, Revista Dominical No.443, El Heraldo,
sentaron y empezamos a hablar de improbable Deborah” (1) que aun- junio 17 de 1990.

3
Homenaje
una vez que si él hubiera tenido
una hija con una hija del novelista
Carlos Emidio Gadda, los apellidos
serían Bacca Gadda. En fin tantas
cosas y más en la vida de este ami-
go que recordamos con cariño.

SUS LIBROS
Ocasionalmente ejerció su profe-
sión de abogado como juez y ase-
sor jurídico en entidades estatales,
y el periodismo en diarios barran-
quilleros donde mantuvo columnas
como Toque de conticinio y Puntos
de Bizca. Su destino de escritor lo
sostuvo como profesor de literatura
en la universidad del Norte de Ba-
rranquilla, que lo apoyó plenamen-
te y para la que realizó trabajos de
compilador y difusor cultural.

Marihuana para Goering (1979).


tando apartes de la ópera. En uno Cuando desempeñaba el cargo
de los libros de David hay un cuento de juez municipal en Fonseca (La
casada con el alemán Kroll vincu-
homenaje a Ramón: Acab Nomar y Guajira) vio en el cine del pueblo
lado a la “operación pelícano”, que
las serpientes, el nombre arrevés más de quinientas películas mexi-
pretendía instalar un enclave nazi
(arrevecino), algo así como Ramón canas de los años cincuenta que lo
en La Guajira. La novela se desa-
(Nomar) Bacca (Acab) y sus “cule- llevó a la convicción de que una de
rrolla en dos planos, uno la investi-
bras”, con el proverbial humor de las mejores de todos los tiempos es
gación del periodista Gunter Epiayú
ambos. En otra ocasión quejándo- Del can can al mambo, con Joaquín
al descubrir un avión alemán de la
se porque salía a la calle y nadie lo Pardavé. Se iniciaba la bonanza
segunda guerra mundial en La Gua-
reconocía (en Bogotá el único que marimbera y esa experiencia le sir-
jira. El segundo a base de recuer-
paraba la circulación pues todos lo vió para escribir su famoso cuento
dos que muestran la personalidad
saludaban, era David), un día se Marihuana para Goering, sobre las
de Deborah. Bacca utiliza técnicas
llevó una gran sorpresa, en la mis- tribulaciones del juez samario Gue-
novedosas que van de la transcrip-
ma 19 tropezamos con el narrador ring Bermudez Díaz-Granados. En
ción de grabaciones, expedientes,
y dibujante cartagenero Indalecio 1979 reunió en un volumen con el
diarios, crónicas de periódicos,
Camacho y apenas se lo presenté, título del citado cuento, una obra de
cartas, entrevistas, etc. No podían
Indalecio gritó como si estuviera en teatro, un ensayo sobre Tongolele y
faltar los sucesos de las bananeras
el mercado de Bazurto, ¡Bárbaro, tú siete relatos prometedores (2), en
y la historia de Mamatoco, en una
eres Ramón Illán Bacca! ¡Qué gus- una edición que fue embargada por
perfecta unidad de circunstancias.
to, quería conocerte! un acreedor de la editorial, sin que
las martingalas jurídicas del autor ¿Es una novela de espionaje? ¿de
Eso lo elevó al cielo y módulo su hubieran podido evitarlo. En 1984 historia? ¿policiaca? Posiblemente
pesimismo. En el apartamento de fue incluido en Cuatro narradores las tres cosas, pero cargada de hu-
Eduardo Marceles, Torres Jiménez colombianos (3) y en 1997 en Tres mor, necesario y espontáneo como
de Quesada, tuvimos una larga para una mesa (4). esencia de la idiosincrasia costeña.
conversación donde habló de sus
Bacca es uno de los escasos escri-
estudios y cómo desertó o fue ex- Su primera novela Deborah Kruel
tores de nuestro país que utiliza el
pulsado del seminario cuando su (1990) es la historia de la samaria
humor como elemento primordial
acudiente Monseñor Joaquín Gar-
de sus obras.
cía Benítez lo sorprendió leyendo 2. Carlos J.María,Los cuentos de Ramón Illán,
un libro de Aldous Huxley, Los de- Intermedio, Suplemento del Diario del Caribe, La segunda novela es Maracas en
monios de Loudun, sobre la pose- Barranquilla, mayo 17 de 1987 p.4
la ópera (1996), ganadora del Ter-
sión diabólica y orgías sexuales en 3. Los escritores son Ramón Illán Bacca, Roberto
cer Concurso Literario Cámara de
Burgos, Julio Olaciregui y Carlos Gustavo Álva-
un convento de esa ciudad france- rez.Colección Literaria Simón y Lola Guberek Comercio de Medellín, historia de
sa. Le dijo Monseñor: “Creo Ramón 4, Bogotá 1984. una casa de citas de principios del
que vas camino a la perdición”. Ha- 4. Además de Bacca aparecen Guillermo Henrí- siglo XX, Villa Bratislava, cuyo ori-
blando de literatura italiana le dije quez y Clínton Ramírez.

4
Homenaje
como el testigo que cuenta la histo- Escribir en Barranquilla (1998), cró-
ria. Un argumento y técnica que lo nicas literarias sobre el Modernismo
aproximan a Agatha Christie. en la ciudad, una novela de José
Félix Fuenmayor, revista Voces y
La mujer barbuda (2011). Perpetuo otras publicaciones, el carnaval,
Socorro y María Perfecta son dos grupos literarios y algunos periodis-
hermanas gemelas que se diferen- tas y escritores.
cian por un detalle protuberante
que amarga la vida de la primera, Veinticinco escritores barranquille-
su abundante barba de varón que ros (2000), antología que rescata
sólo le sirve para exhibirse en un nombres como Olga Salcedo de
circo como raro espécimen o fenó- Medina y Lydia Bolena (Julia Jime-
meno. Al trasladarse el circo a Ve- no de Pertuz).
nezuela el barco naufraga frente a
la costa de La Guajira, dando lugar Voces 1917-1920 (2013), edición
a una serie de revelaciones o supo- íntegra, compilación de la famosa
siciones, como un complot contra el publicación barranquillera inspirada
general Rafael Reyes (quien renun- por Ramón Vinyes y dirigida por Hé-
ció a la presidencia desde Santa ctor Parias Oliver.
Marta). La novela, como es habitual
Crónica (2010) —Su mejor week-
en él, se estructura con diarios, car-
end— Semanario literario deportivo
tas, documentos…
de Barranquilla (1950-1951) contie-
Sus otros libros de cuentos indi- ne algunos de los ejemplares que
viduales son Señora Tentación se recuperaron de la publicación
gen, ascenso y caída sería el pre- (I994), que contiene los cuentos que dirigía Alfonso Fuenmayor y
texto para retratar la vida de tres de Marihuana para Goering y de cuyo jefe de redacción era GGM.
generaciones de la familia Anto- Cuatro narradores. El espía inglés
Había una vez en Barranquilla
nelli-Colonna, contrastándola con (2001), dieciséis cuentos. Cómo lle-
(2013) compilación de crónicas de
hechos históricos destacados del gar a ser japonés (2010), selección
periodistas y escritores de la ciudad
país, como la separación de Pana- de sus cuentos, y Gato suelto y feliz
má, la batalla de Ciénaga durante la y otros cuentos (2012). El arpa del paraíso y otros textos
Guerra de Los Mil Días, la matanza (2016) selección de sus columnas
de las bananeras y otros. La narrativa de Ramón Illán Bacca
periodísticas.
se identifica con el humor y la sátira,
Disfrázate como quieras (2002). Un en frases, giros, situaciones, donde
doble asesinato en pleno carnaval los personajes tienen nombres que
de Barranquilla —donde todo el son parodias que buscan impactar
mundo se disfraza— lo investiga un de entrada al lector; y combinación
juez incompetente, Sócrates Bruno de elementos históricos en un mar-
Manos Albas, quien se pierde en su co de versosimilitud con marcada
pasado de estudiante, aventuras influencia de novela negra y de es-
amorosas, escenas de la vida pro- pionaje, crítica social, frivolidades y
fesional y familiar y aunque surgen sesgos políticos.
indicios para aclarar el crimen, el
juez no hace nada, sin embargo, el OTROS LIBROS
impulso procesal es posible por las
cartas e información que llegan al Gran cronista como investigador y
despacho, entre ellas la de Goering compilador, sus conocimientos los
Bermúdez Díaz Granados, perso- plasmó en libros que enriquecen
naje de uno de sus cuentos más la bibliografía costeña y recuperan
conocidos. información que hubiera podría per-
derse. Son ellos:
La mujer defenestrada (2008), no-
vela corta sobre una mujer culpable Crónicas casi históricas (1990) que
de un asesinato que solo puede ser reúne crónicas y ensayos literarios
defendida por su amante, un abo- entre los que se destacan El na-
gado que resulta ser quien lo de- daísmo en Barranquilla, Saltos y
nuncia o delata ante sus lectores sobresaltos de Deborah Kruel.

5
Homenaje

Entrevista Inédita a
Ramón Illán Bacca
Amaury Díaz Romero*

por qué entré a estudiar al semina-


rio; tal vez porque era un internado.
Lo cierto es que tengo sentimientos
muy contradictorios cuando recuer-
do los cuatro años pasados allí.
Agradezco la formación humanísti-
ca adquirida, a pesar de que olvidé
el latín y el griego clásicos.

En el Liceo Celedón aprendí a go-


zar del mambo, en el seminario nos
decían que eso era pecado mortal,
y empecé a disfrutar intensamente
del cine. Las películas rumberas en
“La Morita” eran mis preferidas y
las figuras de Ninón Sevilla y Rosa Ramón Illán y Álvaro Morales A.
Carmina fatigaron mis sueños. El
país ardía en la violencia, pero mi A la segunda clase me di cuenta
Amaury Díaz Romero
contacto con la política era la lec- que yo no tenía vocación para el
tura del periódico. Un primo liberal derecho y comencé a encontrar-
¿Podrías, Ramón, hablar de tu me hizo aprender el discurso de me como en un callejón sin salida,
adolescencia? Vargas Vila ante la tumba de Dióge- porque en Medellín no había facul-
nes Arrieta y eso me trajo una pro- tades de filosofía y letras. Además
Como quedé huérfano recién naci- mis tías decían que esa carrera
hibición para ir a cine casi un mes.
do entonces mi educación corrió a no daba status. Por esa época yo
Mis tías habían abandonado la idea
cargo de unas tías y abuelas. Unas atravesaba una crisis religiosa y de-
de que llegara a ser obispo pero no
señoras ricas, victorianas y rígidas. voré los novelistas católicos como
perdían la esperanza de que fuera
El escenario de mi adolescencia era Francois Mauriac, George Berna-
un médico o al menos un abogado
una Santa Marta somnolienta, don- nos, Graham Greene, Chersterton,
prestigioso que llevara el estandar-
de todos nos conocíamos y todos Hilaire Belloc, y otros como Daniel
te de los hijos de María en la pro-
teníamos un apodo. Mi calle estaba Rops y Jacques Maritain que eran
cesión del Corpus Christi. Ya para
llena de señoritas quedadas que to- ensayistas. Yo tenía 18 años y el
esa época estaba entusiasmado
caban en el piano boleros y eternos mundo lo veía a través de la gracia
con Voltaire y con las novelitas de la
ejercicios de Serrín. También esta- y la condenación.
colección galante. Entré a estudiar
ba el mar, pero no como destino.
derecho en la Universidad Pontificia
Que yo sepa ninguno de mis ami- Pero llegaron otros autores como
Católica Bolivariana en plena dicta-
gos fue marinero. Se me inducía el Huxley que me hizo trepitar. De
dura de Rojas Pinilla. Mi acudiente
respeto a la riqueza y a los valores pronto conocí también el sicoaná-
era el arzobispo de Medellín Joa-
tradicionales. En la última pieza de lisis a través de La Madonna de
quín García Benítez. Me alojé du-
la casa leía “Los Miserables” y es- las Siete Lunas. Recuerdo que un
rante un mes en el palacio arzobis-
cuchaba a una costurera de nom- poeta militante del Opus Dei me dijo
pal, llamado “El Palacio Amador”,
bre Espíritu Santo, unas de las ver- asombrado en un pasillo: “veo con
pues su dueño, Coroliano Amador,
siones enriquecidas de las novelas horror que vas a grandes pasos ha-
el hombre más rico de Antioquia en
de Alejandro Dumas. Luego no sé cia el ateísmo” (1).
el siglo pasado, lo había legado a la
diócesis. Fue para esos años que conocí a
los nadaístas. Yo estaba presen-
* Texto cedido al Magazín del Caribe por Ivanov
Díaz, hijo del autor, a quien se le dedicó el Ma- 1 En otra conversación atribuye esta frase a Mon-
gazín anterior. señor García Benitez.

6
Homenaje
celestial se acaba Nikita”, un ami-
go, mi compañero de farra, que era
laureanista, gritó por mamar gallo:
“¡Aquí hay un pollo marxista!”. Y se
volvieron contra mí. Si no me es-
condo en la sala de la gobernación
de Antioquia me hubieran linchado.
El rector de la universidad, monse-
ñor Félix Henao al saberlo, me gri-
tó delante de todos que él tenía la
responsabilidad por el alma de los
demás muchachos y que yo como
la manzana podrida que era los iba
a dañar, así que “¡fuera de aquí!”.

En el bus de regreso a la Costa boté


por la ventana los libros de Derecho
y parte de la ropa. Cuando llegué a
Santa Marta me zambullí con todo
y vestido en el mar. Tenía 21 años,
se había terminado mi edad de la
inocencia y había entrado al reino
te cuando Gonzalo Arango y un de las necesidades. del Mecenas o cosa parecida no la
grupo de muchachos menores de hubo.
20 años como Amilkar U, Albertico MI PRIMER CUENTO FUE A
Escobar, tal vez Eduardito Esco- ¿Cuál fue su primer cuento?
bar, Guillermo Trujillo, no recuerdo LOS 14 AÑOS
El primer cuento que escribí fue a
bien, desfilaron por la calle Junín A los escritores suelen descu- los catorce años. Me acuerdo del
con el pelo largo, nada comparado brirlos, ¿a usted quién lo descu- argumento pero no del título. Era
a los de ahora, y con una flor en brió? una vieja que se hacía pasar por
el ojal. Creo que leyeron el terrible
enfermera de un acaudalado ancia-
Manifiesto. En una esquina, Jorge Digamos que el público. Cuando no a quien envenenaba, pero en la
Orlando Melo, Álvaro Tirado Me- empecé a publicar mis cuentos en agonía de la víctima ella le revelaba
jía, Luis Antonio Restrepo y otros, el suplemento del Diario del Caribe, que era la misma muchacha que el
entre ellos yo, mirábamos diverti- gustaron. Después me gané algu- había seducido y abandonado en
dos y asombrados el espectáculo. nos premios como el tercer concur- su juventud. Creo que era malísi-
Por culpa de los nadaístas leí por so de cuentos del Magdalena en mo. Pero mi primer cuento publica-
primera vez a Henry Millar, Sartre, 1979. También me publicaron en El do fue “Faltan dos patas para el trí-
Camus y también a los “beatnicks” Espectador y obtuve una mención pode” que publicó El Espectador en
norteamericanos con Jack Kerouac en un concurso de la Universidad una muestra o selección, por allá en
y Allen Ginsberg. En la universidad de Medellín. A comienzo de la dé- los años 70. Posiblemente algunas
ya me consideraban una manzana cada del ochenta y a insinuación de las alusiones que hago en ese
podrida. Para empeorar la situación de Otto Lallemand publiqué “Mari- cuento eran muy coyunturales y no
empecé a leer marxismo y con el huana para Goering”. Uno de estos se entiende por la gente de ahora,
triunfo de la revolución cubana me cuentos “Si no fuera por la zona, pero en esencia, creo, que no ha
emocioné grandemente. Militaba en caramba”, fue escogido por Eduar- envejecido.
el MRL, defendía el socialismo cu- do Pachón Padilla para estar en
bano y era pro-nadaista, un cóctel el tercer tomo de la antología del ¿Le fascina el periodismo?
explosivo y mucho más de lo que la cuento colombiano. He tenido ayu-
Universidad Bolivariana estaba dis- das en algún momento, por ejemplo Me gusta. Pero tal vez no era mi vo-
puesta a aceptar. Germán Vargas le insistió a Plaza & cación mayor porque de lo contrario
Janés que cumpliera con las bases estuviera en ese oficio. Intenté ser
Claro, lo más simpático fue lo que del concurso en publicarme Debo- reportero en El Nacional por allá en
me sucedió en una manifestación. rah Kruel pues por haber sido se- el año 61, pero no sabía escribir.
Sí, en una manifestación católica gunda mención tenía ese derecho. Me pifié en los encargos que me
que llevaba unos letreros inolvida- También te agradezco a ti que en- hicieron y desistí. Si hubiera dado
bles que decían: “Si Nikita Krus- viaste un fuerte artículo al Magazín en el clavo seguramente mi historia
chov aprieta un botón se acaba el Dominical de El Espectador. Fueron hubiera sido distinta, pienso. De to-
mundo, si Dios aprieta un botoncito varias cartas y así… pero la ayuda das maneras ya no como reportero

7
Homenaje
MIS LIBROS SON UNOS
FRACASOS EDITORIALES
¿Qué proceso tiene para escri-
bir?

Generalmente tomo muchas notas


para el tema que me sirve de fon-
do. O de lo que quiero escribir. Así
para “Deborah Kruel” leí muchísimo
sobre la segunda guerra mundial.
Casi me vuelvo un experto. Leí,
por ejemplo, todo lo referente a las
tácticas empleadas en cada una
de las batallas. Investigué las cos-
tumbres, modas, dichos, canciones
de los años 40. Incluso les pedí a
unos amigos en Inglaterra que me
consiguieran todo lo que pudieran
sobre la guerra submarina en el
Caribe. Se demoraron tanto que
cuando me llegó el informe de un
agente británico en la Guajira, que
pero si como columnista he trabaja- mico que está surgiendo como es
los hubo, ya había escrito la “ope-
do durante 26 años en los periódi- una nueva novela.
ración pelícano” el capítulo sobre
cos. Escribí en el suplemento litera-
esa guerra secreta y encontré que Algunos creen que su mejor
rio del Caribe cuando lo integraban
estaba mejor que lo enviado. Pero cuento es “Marihuana para Goe-
Carlos J. María, Alfredo Gómez
en esa ocasión tuve que preguntar- ring”, ¿está de acuerdo?
Zurek, Margarita Abello, Álvaro Me-
me “¿voy a escribir una novela de
dina y Antonio Caballero Villa, la fa-
espionaje tradicional o un chisme Es un gran título. Álvaro Mutis me
mosa Comisión Coordinadora. Pero
samario con fondo de la segunda dijo alguna vez “ese título debió ser
fueron pocos artículos. Era quizás
guerra?”. La respuesta era obvia. mío”. El cuento tiene dos versiones:
algo extraño, los directores del su-
Para “Maracas en la ópera” leí can- la primera en el libro del mismo tí-
plemento fuimos muy parcos al es-
tidades industriales sobre música. tulo publicado en 1980, y la segun-
cribir allí. Después cuando empecé
En este momento estoy leyendo da fue publicado en francés en el
a publicar en la página editorial mi
mucho sobre detectivismo y religión libro “La Colombia a choeur ouvert”
columna “Toque de Conticinio” (que
para ver si empollo ese huevo cós- y después en español en mi libro
qué me preguntó una vez Héctor
“Señora Tentación”. Pero mi cuento
Rojas Herazo, al escuchar el nom-
más famoso es “Si no fuera por la
bre) estuve muy prolífico, llegué a
zona caramba” que apareció en la
escribir tres columnas a la semana.
“Antología del cuento colombiano”
Después estuve un año en El He-
publicada en Checoslovaquia y por
raldo con la columna “Notas suel-
último en una selección del nuevo
tas”. Luego regresé al Caribe hasta
cuento colombiano hecha por la
cuando lamentablemente desapa-
Universidad Nacional de México en
reció. Escribí después en El Tiem-
un libro titulado “Veinte frente al mi-
po, sección de la Costa, mi colum-
lenio”. Al final de cuentas, yo no he
na “Cuaderno de Bitácora” y ahora
escrito muchos cuentos pero a ellos
otra vez en El Heraldo dominical.
no les ha ido mal.
Muchas de mis columnas están re-
copiladas en mi libro “Crónicas casi Sus libros “Déborah Kruel, “Se-
literarias”. ñora Tentación”, “Bratislava o
Maracas en la ópera” tienen nom-
Si lo contratan para trabajar
bre de mujer. ¿Es esto coinciden-
como periodista, ¿usted acepta?
cia o una obsesión?
Al borde de mi jubilación tal vez,
“Bratislava” fue el título que le puse
pero mi tiempo no está como para
a mi novela “Maracas en la ópera”
comenzar aventuras o hacer co-
porque quería participar en un con-
sas…
curso como el de la Cámara de Co-

8
Homenaje
No sabía que tenía humor negro.
Creo que es más bien humor blan-
co, pues nunca quiero herir. En rea-
lidad a Saki, el padre del humor ne-
gro no lo vine a leer sino ahora. Leí,
sí, a Chersterton, Bernard Shaw,
Oscar Wide en mi adolescencia,
pero no puedo decir que fueran los
autores que más me marcaron. El
hecho es que en nuestro país se
ríe poco en la literatura, algunos
episodios en García Márquez, al-
gunos excesos en Rojas Herazo,
un olvidado García Herreros. No
es mucho, la lista es corta, Daniel
Samper, Nachum Shwartz, Carlos
Ossio Noguera. Frente a esa lite-
ratura solemne y un poco trágica,
creo que es refrescante la risa, pero
la verdad es que no soy un teórico
del humor en la literatura.

Sin duda, usted es un escritor re-


mercio de Medellín que afortunada- novelas y cuentos, también porque
presentativo del caribe, premia-
mente gané. Pero al final se publicó muchas veces el ambiente afrance-
do, traducido, jurado, profesor,
con el segundo nombre porque te- sado en que se desarrollan lo exige,
columnista, conferenciante, no-
nía más gancho. Con “Señora Ten- pues bueno hago catarsis cuando
velista, ¿se siente satisfecho?
tación” le puse ese título para apro- coloco una traducción de mi cose-
vechar que estaba fresco un tercer A veces cuando dicto mis clases cha del “Nocturno” de Silva al fran-
puesto en el concurso Carlos Cas- a unos muchachos que están con cés en Déborah Kruel, y al italiano
tro Saavedra de Medellín y ganar la una cara de intenso aburrimien- en Maracas en la ópera.
propaganda previa. Como pueden to me quedo con la tiza en alto y
ver, los motivos han sido más de Pero mis libros son unos fracasos
pienso, “¿qué hago aquí? Yo debie-
utilidad que de obsesión. editoriales. “Marihuana para Goe-
ra estar en un bar de Nueva York
ring” fue secuestrado en un allana-
tocando el piano mientras mujeres
¿Su humor negro es una con- miento. Casi la totalidad de la edi-
bellas me aplaudirían al terminar
dición innata o lo aprendió de ción durmió durante muchos meses
haciendo sonar sus joyas”. Pero
otros? mientras se resolvía el pleito civil en
¿puff! De pronto se desvanece la
las oficinas de un juzgado. Parece
imagen y me encuentro de nuevo
que algún empleado encontró “una
en clases. Y maldigo a la vecina im-
guaca” pues muchos de esos libros
prudente que le dijo a mis tías que
fueron a parar en “los agáchates”
no me siguieran pagando las clases
del Paseo Bolívar. Cuando yo veía
de piano porque con mis manos tan
un libro de “Marihuana para Goe-
pequeñas yo nunca llegaría a ser
ring” no lo compraba de inmediato
un gran concertista. Total tuve que
sino que me embolaba con el ojo
remplazar el piano por la máquina
puesto en un posible comprador o
de escribir. Sin embargo, no tuve la
lector. Vana espera, por lo general,
educación que aspiraba para llegar
yo terminaba comprándolos. Las
a ser un “hombre de letras”, o sea
publicaciones de “Cuatro Narrado-
estudiar humanidades en univer-
res Colombianos” donde aparezco
sidades del exterior, saber otros
con otros narradores como Julio
idiomas, tener en pocas palabras
Olaciregui, Roberto Burgos y Carlos
“mundo”. Creo que hubiera podido
Gustavo Álvarez y “Tres para una
escribir algunos buenos ensayos
mesa” en que estoy con Guillermo
que tengo en mente pero que sé
Henríquez y Clinton Ramírez, fue-
que tengo insuficiencia de instru-
ron de una circulación muy pobre.
mentos para elaborarlos. Tal vez
por eso es que hay tantas palabras “Deborah Kruel” fue un éxito con la
y frases en otros idiomas en mis crítica, pero no en las ventas. Sufrí

9
Homenaje
cado estoy en conversacio-
nes con una editorial, pero
todas tienen temor a una
edición de un autor relativa-
mente desconocido como
yo. Parece que mil ejempla-
res es excesivo en un país
de 35 millones de no-lecto-
res. Precisamente, en uno
de mis cuentos alguien le
grita al protagonista: “¡Eres
el éxito de todos los fraca-
sos!”, sin duda parece un
tanto autobiográfico.

¿Cómo cualquier depor-


tista, así se prepara para
Diomedez Daza un concurso de cuento?
y Ramón Illán Bacca
Ya es común decir que los
concursos son un mal ne-
cesario. Y como toda cosa común
mucho con este libro. Plaza & Janés
encierra una gran verdad. Lo mejor
tomó una decisión que me partió el hablar de “Cien años de soledad”
de los concursos es ganar. Da pla-
alma. A los tres años de haber sido y eso que un funcionario le había
tica y propaganda. Después viene
publicada “Deborah Kruel”, la edito- dicho: “¡Cómo! ¿Y usted viene de
la discusión si la obra tiene méritos
rial decidió unilateralmente recoger afuera a explicarnos a los de casa a
o es muy amigo del jurado. Ambas
los 800 ejemplares, de la edición de nuestro autor?” Rama contestó con
cosas se dan. Yo jamás me he pre-
dos mil, y “picarlos” para reciclar el modestia: “Alguito lo he estudiado”.
parado para concursos, pero si al
papel en otros libros. Por fortuna un La anécdota es reveladora. Se puso
terminar una obra hay uno por ahí
amigo librero de la ciudad compró de moda entre nosotros hablar mal
lo envío. He obtenido algunas men-
algunos ejemplares a precio de sal- de los críticos y compararlos con
ciones y tres premios, dos regiona-
do y son los que por ahí sobreviven. los árbitros y sandeces por el estilo.
les y uno nacional. En cierta forma
es la única posibilidad de pasar de En la costa, salvo Carlos J. María,
Ahora con “Maracas en la ópera”
la figuración local a la nacional. no hemos dado buenos críticos li-
sucede que la circulación es muy
terarios y nos hemos tenido que
restringida, solo para afiliados a la
García Márquez dice que “la críti- supeditar a la crítica del interior. El
Cámara de Comercio de Medellín y
ca es una actividad parasitaria”, tema pues es largo.
a ciertos amigos. Para salir al mer-
¿está de acuerdo?

No sabía esa opinión de García


Márquez. Disiento totalmente. Si no
fuera por la labor de los críticos las
obras no caminarían. La verdad es
que me parece tan obvio la necesi-
dad de la crítica que estoy atorado
con la respuesta. Recuerdo que en
mi adolescencia me leí un ensayo
de Oscar Wide que se llamaba “El
crítico artista”, ya no recuerdo la te-
sis central pero desde esa lectura
sé que “las puertas del paraíso” en
el baptisterio de Florencia no hubie-
ran sido percibidas en su plenitud si
Walter Pater o Ruskin no hubieran
escrito sobre ella. La misma obra de
García Márquez se me enriqueció
cuando oí a Ángel Rama en el audi-
torio de la Universidad del Atlántico

10
Homenaje

Ramón Illán Bacca


Eduardo Posada Carbó*

Aunque le era natural, es posible que publicó en su libro Escribir en


que también lo cultivara como arte Barranquilla (Uninorte, 1998). Qui-
para enfrentarse a una literatura so indagar allí sobre el carnaval
nacional “enferma de solemnidad”. como escenario de nuestra literatu-
De allí sus elogios a un texto bas- ra, o más bien su ausencia: “¿Por
tante desconocido, Asaltos (1929), qué no se ha escrito la gran novela
de Víctor García Herreros: “Una de del carnaval entre nosotros?”.
las propuestas más interesantes en
la novela colombiana, porque por Años después publicó Disfrázate
primera vez se da paso al humor como quieras (2002), novela poli-
como propósito literario”. cíaca que transcurre en tiempos de
“Era Marta la reina”. Escenario de la
Ramón Illán fue un sociólogo de la novela, el carnaval es allí también
cultura barranquillera que estudió objeto de análisis, por ejemplo, en
con el rigor de los historiadores, y las relaciones de la fiesta con la
con derroches de imaginación y sa- muerte. “La verdad –dice uno de
biduría. los narradores– es que en nuestros
Eduardo Posada Carbó carnavales los muertos son raros”.
Germán Vargas destacó muy bien

L
Y, más adelante, alguien aclara:
a diversidad de su obra im- el humor de Ramón Illán en el pró- “No es una cultura de muerte sino
presiona, así como su pro- logo de sus Crónicas casi históricas de vida la que nos rodea”.
ductividad. Su mundo era el (1990): “Por su gracia singular, por
de la literatura. su cabal eficacia, mediante la cual Ramón Illán fue un sociólogo de la
logra que en el lector se dibuje una cultura barranquillera que estudió
Lo vi por última vez en una feria del sonrisa que le invade toda la cara”. con el rigor de los historiadores, y
libro en Barranquilla, hace un par de con derroches de imaginación y
años. Estaba en su medio. Al cos- Una segunda edición de Crónicas sabiduría. Erudito como pocos, su
tado de los pabellones, lo rodeaba (2007), “revisada y aumentada”, mundo era el de la literatura: “A
un grupo de contertulios en la mesa dejó por fuera un cuento breve en el Bacca lo dejan las busetas de Ba-
donde tomaban café mientras le es- cual se explica el misterioso desplo- rranquila porque se pone a pensar
cuchaban, fascinados. me del balcón del Museo Román- en Proust mientras el vehículo lle-
tico, sitio que conserva nostalgias ga al paradero”, escribió Juan Gos-
“El juglar antiheroico”, llamó en una barranquilleras. sain al presentar su libro Marihuana
entrevista Marco Fabián Herrera para Göering, cuya primera edición
Muñoz a Ramón Illán Bacca (1938- Ramón Illán resolvió el misterio gra-
se vio frustrada por la quiebra de su
2021), quien murió en días pasa- cias a un cuento de Hans Christian
editor.
dos. Andersen en el que, al anochecer,
los juguetes salen a bailar. Y eso fue La diversidad de su obra impresio-
Sus anécdotas eran geniales. lo que sucedió: el piano de Amira na, así como su productividad. Ade-
Siempre llenas de humor, un humor de la Rosa comenzó a “complacer a más de sus novelas, cuentos, co-
que comenzaba por la burla de sí los espíritus del carnaval”, mientras lumnas de prensa y ensayos, editó
mismo. No me canso de repetir su la pipa de José Félix Fuenmayor tres volúmenes de Voces, la revista
respuesta cuando le pregunté por lanzaba “bocanadas dubitativas”. que estableciera Ramón Vinyes, el
su perfil para su columna en Diario Pero el “crac” ocurrió cuando los sabio catalán, en 1920. Sus más
del Caribe, ‘Toque de conticinio’: maniquíes de las reinas del carna- recientes artículos aparecieron en
“Abogado sin clientela, autor de va- val decidieron salir “al balcón a dar- Contexto (contextomedia.com). Y
rios cuentos inéditos y sin viajes al le un vistazo a la ciudad dormida”, dejó una novela y unas memorias
exterior”. al son de “Tú lo que quieres es que sin publicar. Sus lectores esperan,
me coma el tigre”. mientras celebran su extraordinario
legado.
El carnaval fue tema de reflexiones
en uno de los excelentes ensayos
* Historiador y periodista barranquillero.

11
Homenaje

El Centenario de
Gustavo Ibarra Merlano
Redacción Magazín del Caribe

donde hizo amistad con el profesor


español José Vicente Cire, cercano
a la Generación del 27, y Paul Rivet,
de grata recordación en Colombia.
Abogado de la Universidad La Gran
Colombia ejerció su profesión en
derecho de aduanas con gran éxi-
to, decía que se lo debía a Gabriel
García Márquez que publicamente
en sus entrevistas lo recomendaba.
Fervoroso católico (no fanático) co-
noció bien la obra de Paul Claudel
y Soren Kierkegaard y fue cercano
amigo de Lanza del Vasto.
Gustavo Ibarra Merlano
GRECIA

E
l 30 de septiembre de 2019
se cumplió el centenario del Nadie como él con marcada voca-
nacimiento del poeta car- ción por el mundo helénico, lo que
tagenero Gustavo Ibarra desde la adolescencia lo motivó a
Merlano sin actividades conmemo- estudiar griego para leer en su idio- De la Espriella y Carlos Alemán) se
rativas por razones ampliamente ma a sus poetas y filósofos, trági- reunían los mediodías en el hotel
conocidas, además de que en este cos y pensadores, y poder dictar Virrey, por las tardes en las oficinas
país centralista y excluyente poco la materia en reemplazo del padre de El Universal (calle San Jua de
interés se le concede a fechas que García Herreros en el colegio San Dios, a un lado de la iglesia de San
tenga que ver con los autores regio- Pedro Claver.Tanbién era gran co- Pedro Claver) y en el Camellón de
nales. nocedor de los clásicos castellanos, los Martires, a un paso de la famo-
especiamente del Siglo de Oro, de sa venta nocturna de comida en el
La importancia de nuestrro poeta los que llevaba un fichero en el que desaparecido mercado público co-
para las letras colombianas y en anotaba comentarios sobre el poeta nocida como La Cueva. Uno de los
especial de la Costa, empieza con y los versos más sobresalientes. amigos, Carlos Alemán, recuerda
su vinculación a Lunes Literario, que el centro de todos era Zabala,
página coordinada por José Nieto y TERTULIA 1948 hombre de gran cultura, melómano,
Francisco Fernández, ilustrada por conocedor de arte y gran escritor.
Enrique Grau y Cecilia Porras, del Es a partir de marzo de 1948 que De Gustavo Ibarra dice que “..era
diario El Fígaro que dirigía Eduardo empieza a atraer la atención como parco , callado como todo sabio,
Lemaitre.Aquí publicó poesía (alen- reconocido intelectual, cuando Do- gran conocedor de la cultura grie-
tado por Jorge Artel) y comentarios mingo López Escauriaza funda El ga que inició a Gabito en el teatro
culturales.Participó en las famosas Universal y nombra a Clemente griego y le tomaba exámenes de lo
tertulias del Café Astor frecuenta- Manuel Zabala jefe de redacción, leído, de ahí su admiración por Só-
das por Lácides Moreno Blanco, quien vincula a Héctor Rojas He- focles.”
Donaldo Bossa y Héctor Rojas He- razo y a GGM, este inicia aquí su
razo, y empezó a colaborar en la vida de periodista.Fueron famosas SÓFOCLES
revista Muros de Moisés Pineaud las tertulias que iban a modernizar
y Anibal Esquivia Vásquez,AVE. e impulsar las letras del Caribe co- En Vivir para contarla (2002) GGM
Estudió en la Escuela Normal de lombiano y dar renombre a las le- registra esa gran amistad, las veces
Bogotá -dirigida por el médico y tras colombianas en el mundo. Es- que lo visitó en su casa de Marbella,
cuentista José Francisco Socarrás- tos amigos (junto con los hermanos la sorpresa y felicidad al encontrar-

12
Homenaje
Fue además el primer lector del
manuscrito de La hojarasca y quien
le encontró acercamiento con Antí-
gona de Sófocles. “Yo le dije a Ga-
briel, este es un tema de Sófocles.
Él abrió los ojos y exclamó: ¡Cómo!
Y se interesó de inmediato por su
lectura.A partir de entonces se con-
virtió en una de las lecturas más
constante de su vida. Yo le di los li-
bros y la metodología que había te-
nido para leerlos. Le dije, mira, pa-
seate este personaje en Esquilo, en
Sófocles, en Eurípides. Fíjate qué
hicieron, que desarrollo tienen tan
distinto y que interesante es, cómo
arroja de luces sobre el mismo per-
sonaje visto a través de los distin-
diciembre de ese mismo año. El
tos dramaturgos. La cita de Antígo-
Ministerio de Cultura como home-
na, en la novela, la puso después,
naje publica la Antología poética
cuando pudo leer íntegramente a
(1945-2001) en 2002 y la Universi-
se con doce metros de pared aba- Sófocles,”
dad Externado una selección de su
rrotada de libros bien organizados, poesía en la colección Un libro por
Y GGM: “Gustavo me aportó el rigor
y recuerda que “...Gustavo Ibarra centavos, Viento voluble en medio
sistemático que buena falta le hacía
Merlano, un ser adorable y hoy un del agua (2019) No.161. Poesía
a mis ideas improvisadas y disper-
gran abogado de aduanas, llegó un existencial que explora las inquietu-
sas, y a la ligereza de mi corazón.
día y me dijo Todas esas cosas que des del ser, la muerte, religiosidad,
Y todo eso entre una gran ternura y
lees, están muy bien, pero no tie- el perdón, la fe, la naturaleza, el
un carácter de hierro.”
nen piso. Te hace falta una base, y agua y el mar, la ciudad (Cartage-
durante dos años me dio una mano También leyó Ibarra los originales na) y el mundo caribe. Poesía de
de griego y de latines por los cuales de la primera novela de Hécto Ro- impecable factura y rigor formal que
le estaré agradeciendo toda la vida. jas Herazo, Entre los ojos de Filipo, refleja su gran formación.Se cono-
No es que me prestara a Sófocles, que sugirió cambiar el título por el ce poco por él mismo que concedía
es que me obligaba a estudiarlo, de Respirando el verano. poca importancia a la difusión y era
punto por punto y luego me hacía feliz manteniéndose alejado del bu-
exámen.Y como él era un filóso- llicio y la publicidad. Decía que “La
fo católico, me hizo leer a Kierke-
EL POETA
poesía-como la suversión-se ejerce
gaard, y el teatro de Paul Claudel. Intelectual integro, con una sólida clandestinamente”.
formación en los clásicos, fue uno
de los primeros críticos de cine del
país que, además, organizó y dictó
seminarios de orientación cinema-
tográfica en varias universidades y
durante veinte años dirigió la revis-
ta Criterios de Cine, registrada en
la Historia del cine colombiano de
Hernando Martínez Pardo, y del Bo-
letín de Cine Católico.

En 1983 su aplazado sueño de via-


jar a Grecia se cumple. Conoce al
librero Argeris Carobia y publica sus
dos primeros libros de poesía: Ho-
jas de tarja y Los días navegados,
y dos relatos sobre los recuerdos
de un muerto, en el libro Lápida.
En Colombia publicaría Ordalías
(1995) y Poemas para un libro sin
tiempo (2001) y muere el 26 de

13
Investigación

Las Letras en Colombia*


Revista Los Nuevos, 1925
Manuel García Herreros
RAFAEL MAYA mistas o a los que manejan temas he-
redados o imágenes marchitas.” Más
Tal vez la crítica no tiene el derecho adelante, “El ejercicio de amnesia,
de exigirle al escritor lo que no puede esto es, el acto heroico y superador
o no quiere dar. Quizás debe confor- de olvidar todo lo inútil, demasiado
marse con lo que cada poeta ofrece, pronto aprendido, queda realizado
ya que aun siendo grande, no calma- risueñamente (en la obra). Ahora fal-
rá la sed de ideal, que peregrinará, al ta la segunda parte: el adquirir esas
ritmo de nuestras mutaciones, nues- arduas nociones de las nuevas —y
tras horas, estados de espíritu, de la no oficializadas— estructuras líricas
poesía pura de Schelley, a las armo- para transformarse en algo más que
nías severas, melancólicas, de Vigny, un poeta infantilista, en un poeta de
al análisis torturante de Baudelaire, a amaneceres cósmicos”.
la risa ligera, aérea, de Ponchon.
No termina Rafael Maya de acodarse
A la vez, no le asisten razones al crí- en la ventana que da a la vida presen-
tico para pedirle a una clara inteligen- te, cuando resuelve darle la espalda.
cia —insatisfecho de lo que ésta se
conforma con crear— lo que puede y Dejad que me penetre
debe producir? la claridad remota
Manuel García Herreros
del cielo en donde está, para
(1894 - 1954)
Veamos a Rafael Maya. mis ojos,
IV la estrella silenciosa
Su actitud ante la naturaleza no es del recuerdo.
LA POESÍS Y LA VIDA nueva. Es una posición común. Lejos, Es la hora propicia
MODERNA muy lejos de la vida moderna con sus de los grandes recuerdos.
penetrantes inquietudes, se ha insta- La risueña colina del pasado
La vida moderna, el vivir presente, a lado. Siendo auténtico poeta, exquisi- se tiñe de una luz afable y
pesar de su rica variedad, no tiene ta sensibilidad, Maya se alimenta del triste.
interés para los poetas colombianos, recuerdo, vive del pasado. Eduardo Todo el libro se compone de
pendientes de la inspiración del pasa- Castillo lo llamó poeta de ensueño. cantos a la tarde, al pretérito.
do, como el niño de los labios parleros Chanter le souvenir, c’est s’adonner
de la abuela. No hallan poesía sino Cuando menos, de alusiones.
au reve, dice Sigur Höst en Henrik
en las cosas distantes, por el pres- Ibsen. Maya es ya un hombre. Se diría, sin
tigio romántico que las adorna. No embargo, que ha vivido poco. Que su
saben descubrir en el momento que De aquí esta monotonía que se des- existencia se ha deslizado en un am-
se desliza, lo que ven y aman en el prende del libro de Maya, lleno de biente igual, monótono, sin otro rego-
pretérito. Esta hora no será para ellos crepúsculos, palpitante de almas cijo que el espectáculo de las colinas,
motivo de preferencias, sino cuando de las tardes. El renombre de Maya las huertas, los jardines, polícramen-
se convierta en recuerdo lejano, bru- gana cuando sus poemas se leen ais- te empolvados de crepúsculo. Una
moso. Cuando se cubra del encanto ladamente, al azar de revistas y su- vida sin intensidad, que ha ofrecido
femenino que toma la palidez minera- plementos literarios. contadas incitaciones a sus sentidos,
lizada de los viejos retratos. vírgenes aún de otras impresiones,
A cada momento encontramos las
Busquemos la vida moderna, las in- todavía no tocadas por la variedad
huidas hacia el pasado, hacia el re-
novaciones artísticas, en algunos de múltiple de semanas, meses, años,
cuerdo, hacia la tarde. Guillermo de
nuestros poetas engloriados. distintos de aquella.
Torre, en nota crítica sobre Luces de
bengala, versos de Miguel Pérez Fe- El motivo adelanta lento, entregán-
rrero, dice, “La luz de ocaso que tiñe dose con orden y sencillez clásicas,
* La primera parte fue publicada en el Magazín las cosas de fulgores mortecinos, transparentes.
anterior, No. 82. sólo conviene a los elegíacos y pesi-

14
Investigación
comprende uno claramente que si Como obra moderna, que dé parte
en la prosa cada frase se construye siquiera del espíritu nuevo, “La vida
su ritmo con entera libertad, se crea en la sombra” carece de importancia.
existencia individual, —haciéndose Somos los primeros en pregonar las
pintoresca, cómica, sutil, simbólica, bellezas que abundan en sus pá-
agria, sintética— en poesía, al con- ginas, explotadas ya o no. Pero, en
trario, no sólo las frases, también las justicia, reconocemos es un libro que
palabras, las sílabas, se enyugan ne- aún en Colombia pudo circular hace
cesariamente a leyes que las unen veinte años.
con las anteriores y a la vez con las
siguientes. RAFAEL VÁSQUEZ
Leyendo a Maya, nos encontramos A Rafael Vásquez debe exigirle la crí-
lejos de los poetas que insinúan, tica mucho más de lo que hasta ahora
sugieren. De los poetas que, como se ha contentado él con dar. Fuerte,
RASH ISLAS Pierre Drieu, La Rochelle, rozan y varonil, broncíneo, bien trajeado.
desaparecen. Nos toca el dedo de Poco le falta a Rafael para rimar con
una sensación, de una idea, y vienen el día. Tal vez no se da cuenta de la
No tarda uno en descubrir en Maya otras, otras. Del lector depende de- riqueza que confusa, subconsciente
una inteligencia mucho más espiritual sarrollar estas constantes insinuacio- aun, se forma en él. Puede llevarlo al
que profunda. nes. Lejos estamos de los motivos si- primer sitio, al pico más alto y ergui-
Cierto es que adivinamos al poeta, cológicos y unanimistas. Maya no es do. Para su fortuna, la vida se extien-
por su sensibilidad, más cerca del un renovador, no aspira a colocarse de, ancha, fecunda, ante sus años.
momento, que sus compañeros, can- entre las reivindicaciones y audacias
de los nuevos. Con calma, va tras de Hasta hoy, Rafael Vásquez se ha limi-
tores también de idénticos motivos,
los clásicos, adorando el orden, la tado a domar rimas difíciles, palabras
inclusive la casona paterna.
sencillez. vibrantes, como potros un gaucho.
Unos de los principales cuidados de No le censuramos de este esfuerzo
los nuevos poetas es el movimiento. Otro empeño de los nuevos, es la sino el que sea UN SOLO esfuerzo.
Maya no la sabe apreciar. Sólo hace imagen, imagen de tour novedoso, Las palabras valen para Rafael por su
cuadros, fija. Frecuentemente, el co- original, fuerte y sugeridora a un tiem- sonoridad, por su sentido y evocación
razón desaparece de sus poemas, po mismo, coloreada, movida, que es visual, quizás también por la arqui-
vencido por el ojo, por el negativo de para la comprensión un irrumpir de tectura de las letras. A este esfuerzo,
la retina. Su mayor dificultad principia luz en la oscuridad, ya sintéticas o debe unir otros esfuerzos, si quiere
cuando debe relacionar, unir, mover- visuales. Visuales, como las propias completarse. Si el deber de un poeta
se. Sus versos no producen emocio- del estilo de Maya, estilo no intelec- es únicamente ejercitar una actividad,
nes hondas, no sacuden. No nos des- tual sino sensible. cosa fácil resulta. Pero son muchos
lumbran con una nueva comprensión, los empeños que unidos hacen un
Las imágenes de Maya no revelan
no aclaran ninguna de nuestras con- gran poeta. Al rasgo gongorista que le
ninguna correspondencia, no unen
fusiones espirituales. Nos emperezan anotamos, debe Rafael Vásquez unir
objetos que hubiéramos creído dis-
en una emoción lenta, tranquila, arre- los necesarios para realizar la perfec-
tantes. Numerosos símiles tiene,
mansada. ción de su verso.
afortunados, justos, aunque a la ma-
Maya será poeta popular. Sus versos, nera antigua. Otros, no únicamente Hablamos arriba de la belleza incom-
al son de la guitarra y los tiples, se carecen de agilidad, belleza, equiva- pleta. Digamos ahora que entre nues-
cantarán en los solaces, aliviarán la lencia, sino se llenan de falsedad. tros escritores quedan incompletos
faena ingrata de las muchachas. Re- Te encontré, mi amada, inerte, los de la gran mayoría conformes con
voloteando como mariposas, llenarán tal como un vuelo taciturno cuidar una sola cualidad, con tañer
un hueco de la memoria, otro del co- una única cuerda de la lira. Uno, la
sobre el silencio de la muerte.
razón, cuando la mano que las trazó imaginación. Otro, la memoria visual.
—quizás olvidada— yazga inerte. Pero éstos detalles son los que no Aquel, el sentimiento. Los más, la
disminuyen el valor que ciertamente sensiblería.
Será popular, porque todos lo com- tiene el libro de Maya, si se le con-
prenden, porque no exige del lector Una breve meditación nos conven-
sidera incluido en nuestra producción
colaboración alguna. Todo lo dice. Su cerá, entre asombros, de la eterna
romántica, en la producción que tiene
imaginación no da saltos, no se lan- uniformidad de nuestros poetas. Si
por característica más general la utili-
za a los extremos. Sus exposiciones descriptivo, como Rivera, no hará
zación de los materiales poéticos del
toman un paso natural, no dejando nunca una excursión por el espíritu.
recuerdo, en la forma anotada.
subentendidos. Leyendo a Maya, En posición invariable reproduce la

15
Investigación
naturaleza. Llegados a la página 10 Son los autores de nuestra célebre
de Tierra de Promisión, conocemos poesía» sicológica. Tristeza, orfan-
ya al autor, adivinamos el contenido dad, parcas, abandono, olvido, ingra-
de las siguientes. La espera regocija- titud… Cuidadosa, esmeradamente,
da de sorpresas, de variedad, se mar- ante el público boquiabierto de estú-
chita. Adiós la novedad de corazón, la pida sorpresa, se han construido un
frescura de sensaciones, que según elevado monumento, con la publica-
Guyau debe siempre conservar un ción del clisé una vez por semana,
verdadero poeta. Rivera se entrega cuando más discretos. Con atinadas
íntegro desnudo, al primer instante. reproducciones de las gacetillas elo-
Ante sus nuevos libros —prosa, no- giosas. Interrumpen a los periodistas
vela, versos— sabemos lo que hay para mostrarles una carta zalamera,
dentro, sin necesidad de abrirlos. sin otro fin que el de obtener un suelto
que recuerde sus nombres gloriosos
Una poesía, como la nuestra fatal- a la admiración pública.
mente muere. Citemos, por significa-
tivos, para apoyar esta opinión, los Suprimidles la propaganda tan inte-
conceptos de un historiador. Habla de ligentemente manejada. ¿Queda? RAFAEL AMAYA
la literatura provenzal, eclipsada en la Romped de sus libros lo insignificante
segunda mitad del siglo XVIII, “por- —habrá trabajo largo—. ¿Qué resta? LA FALANGE DEL
que los trovadores sólo cantaban el PORVENIR
amor desgraciado o seductor, la pri- Juzgad por los poetas de hace 10 o
mavera siempre amable, la guerra y 15 años, algunos vivos aún, que entre No prolongamos las citas, la mención
el ardor de las batallas. La monotonía ruidos de notoriedad se harían pre- de las obras. Excesivamente largo va
de los objetos, la frecuente repetición sentes cada hora. Con la mano sobre este estudio. Nos proponemos com-
de las mismas ideas, de iguales giros, el corazón, decid. ¿Los recordáis? pletarlo próximamente, con algunos
de idénticas imágenes, condenaron ¿Quién los recuerda con la gratitud ensayos individuales de la generación
la poesía provenzal a perecer.” que por la belleza que crearon tenéis que hoy levanta la cerviz. Demostra-
para unos pocos, como Silva, diga- remos que por fortuna, diamantinos
Sólo podemos acudir a nuestros poe- mos? Pensad en lo que vivirá dentro talentos hay entre los nuevos, con ím-
tas cuando un deseo claro, fijo, limi- de una decena de nuestros Rash Isla, petus de reacción. Una falange que
tado, nos asalta. Lo mismo cuando Gómez Jaime, Nieto… aviva las esperanzas, cuando cerca
queremos sol de tierra caliente, nos estaban de perecer. Nombres evoca-
dirigimos a Girardot, cuando pique- Sed sinceros. No lo digáis en voz alta,
si contáis amigos entre ellos. Decidlo dores de perfiles enérgicos. Persona-
tear, a San Cristóbal, cuando rasurar- lidades que detienen la atención.
nos, a la barbería. para vosotros mismos, con voz tan
callada, que más que oír la respuesta, Si en el peligro inminente que escalo-
Lo anotado tiene como causa princi- la veáis. ¿Triste, muy triste, verdad? fría las letras, las artes, en Colombia,
palísima, la ignorancia. Lo auténtica- no encontráramos figuras capaces de
mente completo que encontramos en UN PARENTESIS definir el futuro, sería para arrancarse
tantos escritores nuestros. los cabellos y romperse las vestidu-
Al trazar aquellas líneas —que nos
ras, como los antiguos, en señal de
MIGUEL RASH ISLA, duelen— viene a consolarnos la grata
duelo.
memoria —ejemplo de aristocrática
OTROS
elegancia, de digna discreción— de
CUANDO EL SENTIMIENTO
un exquisito artista, Cirios Pérez
Veamos a Rash Isla. Y LA IMAGINACION HAN…
Amaya. La más visible oposición a los
Con varios libros a cuestas y no po- sistemas indicados. Sabe que el ver- –DICE MAURRAS
cas traducciones al y del portugués, dadero poeta no sólo aprisiona la be-
lleza en sus obras, sino embellece su Ahora, para concluir, breves observa-
con largos, invernales años, Rash
vida, hasta donde la dura presión de ciones.
Isla continúa siendo el poeta de igno-
rancia alarmante, insólita, agresiva. la realidad material lo permita. Nun- No se grite —como alguna vez se nos
Exponente de una pléyade que cree ca un acto feo, un gesto agrio, lasci- acusó— que nos proponemos insta-
saberlo todo, descubrirlo todo, en su nante. Jamás un conato de lanzar su lar aquí el futurismo, el dadaísmo, el
interior. Que conoció la fatiga del es- nombre a la multitud, jamás la tenta- verso sin rima, sin reglas.
tudio, hace lustros, en dos cursos de ción de la fama. Carlos Pérez Amaya,
colegio elemental. Que huye de las el más artista de los poetas. Goza de No. No somos partidarios de escue-
librerías como el pecador del confe- esencia obtenida de la maceración de la, ni nos proponemos iniciar ningu-
sionario. mil flores raras. na tendencia. Para los profesores
intransigentes del verso medido, esta

16
Investigación
afirmación desbarata sus argumen- Para el artista de genio las realiza- Y es que tenemos del cuento —y de
tos. Las innovaciones hechas hoy no ciones más difíciles encuentran am- tantas cosas— un concepto totalmen-
lo destruyen. Un soneto alejandrino plios principios. Baudelaire fue un te equivocado. Designamos así una
puede contener las inquietudes de la poeta de voluntad, de análisis. Hay narración cualquiera. Una historieta
época. Dentro de sus cánones caben modificaciones accesorias, débiles que luego de referir algunos detalles
las modalidades nuevas. en sí, faltas de valor intrínseco, que superficiales de nombre, físico, profe-
aprovechadas talentosamente por el sión, etc., de los personajes que con-
Si de alguna tendencia intentáramos poeta, “hacen revivir la reacción esté- tiene, nos proporciona con su final
hacernos voceros, sería precisa- tica muriente”. Muy explotada ha sido el placer de darles a los amigos una
mente del rotundo rechazo de toda la poesía galante, reidora, cortesana, sensación.
escuela. que recuerda de una época, de apo-
geo los nombres de Benserade y de Olvidamos las adustas dificultades
En arte —creemos— se debe profe- del verdadero cuento, sus exigencias
Voiture. Sin embargo, José Umaña
sar un sincero eclecticismo. Hemos insuplantables, quizás la lección sig-
Bernal, que suele cultivarla con buen
dicho que cada escuela posee sanas nificativa del fracaso sufrido en culti-
éxito, le sabe dar cierto color novedo-
simientes. El literato, el poeta, sin vio- varlo, por grandes escritores.
so, gracias a las modificaciones acce-
lentar su temperamento, puede ha-
sorias de que habla Bohn.
cer una selección. ¿No es, acaso, lo Es menester rechazar la anécdota,
acertado? ¿lo inteligente? El clasicis- Basta del imperio de la sensiblería, preferir lo difícil. Primero, por el goce
mo, las escuelas modernas —la tra- de sensibilité romanesque, de la im- profundo de realizarlo. Luego por la
dición, la evolución— entendiéndolos posición del objeto, de servirles imi- opinión que de nuestra; capacidad ha
bien, pueden completarse. taciones. La hora es propicia para de inspirar, si es que cuidamos nues-
volver a la inteligencia. Ideas, ideas, tro nombre.
Que el poeta no permanezca en el
ideas. Despreciemos lo fácil.
objeto, o sólo en su yo. Que realice Necesario es valorizar el cuento en
la armoniosa comunión. Asocie a los Colombia, con la creación de perso-
estímulos externos los movimientos REACCIÓN DE LOS najes que tengan alma, capaces de
del espíritu. Sensibilidad e inteligen- CUENTISTAS realidad, de vida. En vez del conflicto
cia.(1) de románticas imágenes, de interjec-
Entre los cultivadores de la prosa, los ciones sentimentales, las posturas
Escrito este estudio, agrego en las cuentistas —principalmente— deben del espíritu, en planos de síntesis,
pruebas una cita desprendida de la reaccionar. de sutil penetración. En vez de la
última obra de Paul Valery, Variété, referencia, presentación directa. Ac-
llegada a Bogotá hace 4 días, cuando En reducción inexplicable si no es
titudes humanas, exposición de sico-
hacía más de 5 que estas cuartillas consecuencia de incapacidad o de
logías. Si capaces somos, exploracio-
habían pasado a manos de nuestro ignorancia, los cuentistas, hasta aho-
nes por el subconsciente y Ah!… qué
Secretario de Redacción. ra, se han limitado a describir motivos
bien sería!…
anecdóticos y pedazos de la natura-
La veritable condition d’un véritable leza exterior. Se les anota también — Si hubo épocas de predominio abso-
poete est ce qu’il y a de plus distinet con pocas excepciones— un cuidado luto de la imaginación, las formas, los
de l’etat de reve. efectista, del desenlace. Para esta colores. Otras de predominio, tam-
escena, doblan la atención, emplean bién intransigente, del espíritu —con
Es decir, actividad distinta de la de estímulos patéticos, asumen actitu- altanero desprecio para el objeto—
los instintos, la sensibilidad, el in- des violentadas. iniciemos la época de la sensibilidad
consciente. Meditaciones, atención
controlada por el entendimiento. No
intensa, rebuscas, en fin, conciencia El lector de sentido crítico descubre
olvidar que la belleza nace de esta
despierta, colaboración del entendi- el artificio. Comprende que no lee
colaboración.
miento. una realidad, un episodio humano,
un cuadro desprendido de la vida. Ya que los sentimientos, la imagina-
Dice también Valery; Qui dit exacti- Encuentra el esfuerzo del artista — ción, han desorganizado las almas,
tude et style, invoque le contraire du intensificado— en las últimas líneas. entronado el desorden, arrepentidos
songe. Ce ne fut jamais un jeu d’oisif Ve que todo es como es, por exigen- del tiempo mal empleado, del pecar
que de soustraire un peu de grâce, un cias del desenlace. Frases premedi- de las obras publicadas, volvámonos
peu de clarté, un peu de durée, a la tadamente relacionadas —sin mayor como las hojas hacia el calor del sol,
mobilité des choses de l’esprit. expresión individual— con el único hacia el guía superior de la inteligen-
propósito de conducir al lector hacia cia, en el ejercicio de un arte noble,
Confirmación, con autoridad tan afir-
el efecto de la terminación, como los masculino, humano, completo.
mativa como la de Valery, de los con-
alambres llevan las palabras al auri-
ceptos que hemos expresado.
cular. Bogotá, julio de 1925.

17
Libro

Una Indagatoria Metafísica


de Miriam Castillo Mendoza
Álvaro Morales Aguilar

Pienso que este trabajo de


Miriam es un detenerse en los
caminos que ella ha recorrido,
al desgaire o con decidido in-
Miriam Castillo Mendoza
terés pesquisidor, por los múl-
Poetisa, cronista e investigadora social. Ha
tiples vestigiospublicado semióticos
los poemarios Me salva un que
poema, Bajo la piel de los deseos, Versos de
dejaronluz ypara
de bohemia, la La posteridad
vida es un instante, y
Summa poética; Miguel Rosendo Garcés
los
Cabrales,antepasados
la gesta de un visionario (crónica)de las
por la cual más
recibió Premio o
Nacional de Literatura 2014; Triquitraque aquilina ¿cómo hago el
poema?,menos 103
libro taller que recibió comunidades
mención de honor del Programa ze-
Nacional de Promoción de Lectura y Escritura; Las zafras de velorio
(crónica)nues,
y Sucre leeque poblaron
y escribe, cuadernillo guíalas tierras
por cuya
implementación la Diaconía de la Paz la nombró Ciudadana Emérita
que
de la Cultura vieron nacer y crecer a
de Sucre.

nuestra investigadora. Y que


Recibió en el año 2020 mención por tercer lugar en el Concurso
Internacional de Poesía Mujeres de Hoy, celebrado en Argentina y
es, además, un interesante
tercer lugar también en el concurso de poesía Mujer, literatura y
pandemia de Chile. En el presente año 2021 fue reconocida como
ejemplo y ojalá que una inci-
LOS RITOS CENU
gestora cultural y escritora por la Alcaldía de Chinú, Córdoba, la
Gobernación del Departamento de Córdoba y el Fondo Mixto para la
tación para quienes, varones
Promoción de la Cultura y las Artes de Sucre.

Álvaro Morales Aguilar Unión deo mujeres


Escritores

asombren
de de la
de Sucre, del Colectivo

con
región,
Miembro del Encuentro Nacional de Declamadores y Poetas, de la
promoción

seriedad
de lectura
y escritura Alas para leer y escribir, del colectivo Declamadores y del
DE VELORIO
se
ante

E
Taller nacional de poesía Raúl Gómez Jattin. Es Académica asociada
Crónica contra la desmemoria
losen tesoros
Coordinadora arqueoantropoló-
de la Academia latinoamericana de literatura moderna y
Colombia de la Federación mundial de mujeres
sta investigación que pode-Grandesgicos
Mujeres.
que resguarda en sus
mos llamar arqueo-antro- entrañas la hermosa región
pológica, Los ritos cenú de que ellos apenas si habitan Academía de Historia del Sinú
Miriam Castillo Mendoza
velorio, Crónica contra la indiferentes, Colección Summa Poética
y recurran a la
el San Jorge y las Sabanas

desmemoria, es un gran y decisi- academia en busca de res-


vo aporte a la bibliografía sobre las paldo científico en Medellín,
comunidades indígenas sentadas Bogotá o en otros jagüeyes del territorio que abarcaba las hoyas
en el departamento de Córdoba. los ríos San Jorge, donde estaba
saber relacionado con la arqueolo-
el Panzenú, Sinú, donde estaba
La investigación corrió a cargo gía y la antropología, que sean los el Finzenú; Cauca y Nechí donde
de Miriam Castillo Mendoza, una iniciadores de esas disciplinas en estaba el Zenúfana (Simón 1625-
distinguida sucreña que ya se ha Unicórdoba, diferentes a las que se 1981-,.98) (Citado por Miriam Cas-
tornado mujer emblemática en la interesan por las vacas y las pas- tillo, ob. cit.).
región, por la suma de cualidades turas.
que le son propias: poeta, óigase y Es notable, por tanto, que la tarea Y hablamos del asombro porque
dígase bien, poeta, no poetisa, que investigadora la haya asumido, también hay que asombrarse para
este término es rebajador, enani- entonces, una mujer asombrada hacer la ciencia, y no solo la filoso-
ficador, arquitecta con dulzura de por las condiciones de su entorno fía como pensaba Platón. En sínte-
jóvenes lectores que ojalá conti- en un intento de indagar sobre su sis, el libro de Miriam es un valioso
núen dando mejores y mayores pasado sociohistórico, y el de sus aporte para saber mucho más so-
pasos, a partir de los ya iniciados congéneres, obviando estudios bre el perfil metafísico de la muerte
de la mano de esa poeta-guía, en académicos, pero demostrando que acuitaba el alma y orientaba
un plausible intento de transitar un plausible entusiasmo indagador la vidade los legendarios zenues
con ellos un imaginativo sendero para beneficio del mejor conoci- de nuestro pasado sociohistórico
de letras. Y lo dicho no basta para miento de esta región del Caribe y para detectar en su vida, cos-
decir de ella, porque a su ropaje de colombiano, a fin de ofrecernos tumbres mitos y creencias tantas
muselina de méritos hay que zur- un atisbo acerca de las costumbres y tantas similitudes entre ellos y los
cirle su reconocida labor investiga- y mitos funerarios de los antiguos pueblos primigenios no primitivos,
dora, asunto que es el que ahora zenues, que “ ocupaban, al decir como no quería el maestro Zapata
distrae mi atención, como arriba lo de Fray Pedro Simón, un extenso Olivella que los llamáramos (chib-
enuncié. chas, sumerios, egipcios, etc).

18
Libro

La Fortuna de los Bendecidos


Entrevista con Karina Medina Pino
Redacción Magazín del Caribe

¿Y la trama de dónde surge? A partir de la construcción de este


personaje, esta fiesta narrativa flu-
Parto de una historia real. Hace yó sin trabas.
años varias comunidades religiosas
del país fueron estafadas por una Sí, hablemos de sus dichos.
mujer que decía ser la viuda de un ¿Para construir sus diálogos
mafioso a la que Dios le había en- con los otros protagonistas
comendado la misión de ayudar a tuviste que hacer alguna in-
su pueblo con los millonarios recur- vestigación?
sos que su marido había dejado en
bancos internacionales. Luego les Sí, por supuesto. Bueno, hay algu-
pedía a los incautos creyentes que nos refranes que yo uso a diario,
les ayudara a pagar los impuestos normalmente. Pero claro, muchos
que el Gobierno le exigía para re- de esos dichos los fui encontran-
patriar esos dineros. Prometía que do en libros y en algunas páginas
les devolvería 100 millones de ga- digitales que resaltan la identidad
nancia por cada millón que ofrenda- y habla del costeño, y otros fueron
ran a su causa. Este caso fue noti- aportes de algunos amigos. Mi in-
cia nacional, por lo menos unas 50 tención siempre fue que los lectores
iglesias cayeron en las artimañas de esta historia disfrutaran del ritmo
Karina Medina Pino de esta mujer. Así que decidí contar y musicalidad de nuestro acento.

L
esta historia de manera literaria.
a escritora barranquillera ¿La escribiste estando en Car-
Karina Medina Pino es pe- ¿Cómo fue el proceso creati- tagena o a la distancia?
riodista especializada en Co- vo de la novela?
municación organizacional La fortuna de los bendecidos la
y Magister en Escrituras Creativa Inicialmente tenía un narrador en escribí viviendo en Bogotá. Aho-
de la Universidad Nacional.Ha co- tercera persona pero no fluía con el
laborado en El Espectador y en El ritmo que yo quería. Cuando llegué
Universal de Cartagena. La fortuna al capítulo siete me di cuenta que
de los bendecidos (2021) en su pri- necesitaba una voz que hablara con
mera novela. ironía, alguien que “echara chispas
por la boca”. Así que pensé en una
¿Qué es La fortuna de los ben- mujer mal hablada y furibunda ante
decidos? el engaño de la viuda, que contara
esta historia a todo el que se le iba
Varios amigos periodistas me han cruzando en el camino. Así nace
dicho que mi novela es una fiesta Margoth. Entonces, reescribí la no-
del lenguaje caribeño y, la verdad, a vela desde el punto de vista de este
mí me gusta cuando me dicen eso, personaje “sin filtro”. Y sí que se de-
porque cuando la escribí me enfo- sató, ella cobró vida y a mí como
qué en celebrar nuestras ocurren- autora me dejó a un lado. Margoth
cias, refranes y expresiones popula- se expresó como ella quiso. Para
res. Creo que hay mucha gracia en lograr esa fluidez me tocó elaborar
las voces que se escuchan a diario un detallado perfil físico, social,
en nuestra realidad Caribe. En ese intelectual, familiar, laboral... datos
desparpajo de la gente de mi tierra que no aparecen en la novela pero
encontré el tono para narrarla. que yo necesitaba conocer de ella.

19
Libro
ra caigo en cuenta del porqué me rario. Yo no me considero novelista Totalmente. No me alcanzan las
enfoqué tanto en el lenguaje de los aunque quiera seguir explorando y palabras para expresar mi gratitud.
protagonistas. Creo que necesitaba buscando nuevos hechos y noticias No solo fue mi maestro, se convir-
escuchar esas voces tan divertidas para ficcionarlos. tió en mi amigo. Fue inmensamente
en medio del estrés capitalino. Me generoso en compartirme su cono-
acuerdo que cuando iba llegando ¿Cuáles son los escritores de cimiento, su sabiduría, sus secre-
al final de la novela la releía en voz los que has aprendido el ofi- tos literarios; incluso quería que yo
alta y así me animaba para termi- cio narrativo? también fuera amiga de sus ami-
narla. Por otro lado, estar lejos de gos. Me llevó a muchas tertulias, a
Cartagena también fue ideal para Aprendí mucho de John Cheveer. sus clases en la Universidad Cen-
poder escribirla. Bueno, más que Su novela Suburbio me ayudó mu- tral y en La Nacional, a su grupo de
ideal, diría que fue definitivo. No cho, me permitió encontrar una lectura Carpe Diem, y hasta me re-
solo encontré el cómo contarla sino manera clara para poder arrancar comendó en varias editoriales. Me
que pude desarrollarla bajo el mar- con mi historia. Cada uno de los dolió mucho su partida. Siempre
co de los recursos que encontré con personajes principales de Suburbio viviré agradecida con él.
la Maestría en Escrituras Creativas -Eliot Clavo y Paul Martillo- tiene su
de la Universidad Nacional. propio capítulo. En la tercera parte, ¿Cuáles crees que son los
estos protagonistas interactúan. problemas que debe enfrentar
La religión tiene una especial Yo adapté esta fórmula para em- el escritor del Caribe colom-
importancia en el libro pezar La fortuna de los bendecidos. biano?
De ahí viene la manera en que yo
Sí, las creencias de esta comuni- también presento a mis personajes. Ay, el mismo de muchos escritores,
dad marcan y se imponen en la Los introduzco paso a paso. Procu- el gran problemazo de la solvencia
historia. De hecho la estafadora se ro, como en este libro de Cheveer, económica. Ese problema es uni-
aprovecha de la ingenuidad y de la que el lector conozca bien a un versal. Cuando se tiene el tiempo y
fe de estas personas. Los protago- personaje antes de poner otro en la plata lo demás fluye (jajaja).
nistas estuvieron convencidos todo escena. También me gusta mucho
el tiempo de que esta mujer cum- la obra de Nicolái Gógol. Me emo- ¿Participas en encuentros de
pliría su palabra, tenían fe en sus cioné cuando leí su novela Almas escritores y en tertulias donde
promesas. Toda esa comunidad fue Muertas, porque este autor se vale vives?
seducida por Luzbella, fueron tenta- de refranes y dichos populares ru-
dos por el espejismo del dinero. De- sos, lo cual me inspiró para recrear Sí, ahorita estoy leyendo narrati-
jaron ver sus fragilidades y su sed mi relato con los adagios más repre- vas pacíficas con la Corporación
de codicia. Yo también soy creyente sentativos de la región Atlántica. No Literatura para todos y la organiza-
cristiana, pero como autora no hago solo encontré afinidad en el tema ción Manos visibles. Ha sido bello
juicios morales ni religiosos ante los sino en la manera como yo quería el descubrimiento de varios relatos
acontecimientos que suceden en contar también mi historia. que cuentan las debilidades, es-
esta historia. Dejo que los persona- peranzas de varias regiones como
jes expresen sus emociones ante La Costa ha tenido desde los Buenaventura, Tumaco y Quibdó.
las promesas y sueños que Luzbe- orígenes de nuestras letras, También ha sido muy fuerte cono-
lla les ofrece. aproximadamente quince mu- cer lo que viven los protagonistas
jeres novelistas, de las cuales de estas historias enfrentando el ra-
¿En cuánto tiempo escribiste siete son barranquilleras, tú cismo, el clasismo, la pobreza eco-
La fortuna de los bendecidos? incluida, ¿por qué crees que nómica …Uf, qué bueno que estos
textos estén tocando corazones y
Duré dos años escribiendo esta his-
sean tan pocas?
transformando vidas.
toria. Disciplinadamente, me senté No lo sé. Lo que sí sé es que este
todas las noches frente al computa- es el momento de las mujeres en la ¿Qué escribes actualmente?
dor hasta llegar al final. literatura, en la vida política, laboral Más bien, ahora, estoy dedicada a
y social. Cada vez conquistamos mi revista digital www.lachaza.com.
La periodista y la novelis- más espacios. Históricamente, las
ta ¿Quién le debe a quién y Ahí cuelgo mis reseñas y las en-
mujeres no podían superar intelec- trevistas que hago a escritores. En
cuánto? tualmente a un hombre. Ya esa his- esa página también tengo un cuen-
toria quedó atrás. to que se llama EL pañuelo, que
Soy periodista. Esta novela, de
hecho, parte de una noticia. Creo recién escribí. Me estoy tomando
Un amigo común lamentable-
que el periodismo señala el camino mi tiempo, voy a intentar con este
mente fallecido, el escritor género.
para contar bien una historia. To-
más Eloy Martínez siempre decía
Alonso Aristizabal, ¿incidió
que el periodismo es un género lite- en tu formación?

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