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TEMA 6: ARTE MOZÁRABE Y DE REPOBLACIÓN

ARQUITECTURA
Se refiere al arte desarrollado por los cristianos hispánicos que vivieron en territorio
musulmán en el período que abarca desde la invasión musulmana (711) hasta finales del
siglo XI conservando su religión y una cierta autonomía eclesiástica y judicial.
Periodo marcado desde el río Duero hasta Galicia y Francia, pasando por Portugal,
Castilla y León, Aragón y Cataluña.
Se trata de un periodo de influjo musulmán en las artes, de repoblación en la zona del
Duero. Es un momento de confluencia de lo musulmán y la permanencia del visigodo.
Reivindica el origen visigodo, con elementos carolingios y finalmente componentes
musulmanes.
-En cuanto a las características de la arquitectura mozárabe destacan:
1. El arco de herradura, con alfiz y gemelos elevado a su máxima prolongación.
2. En esta arquitectura se emplea piedra (mampostería y sillares) y ladrillo.
3. Las columnas serán monolíticas con capiteles corintios y un collarino
doblemente sogueado o en forma de espiga.
4. Cierres con bóveda de cañón, y cúpulas de gallones, cascos, nervios, capialzadas
y baídas.
5. Pilares, contrafuertes y espacios compartimentados.
6. Exteriores con aleros y cornisas con canes perfilados y conjuntos cerrados sin
torres.
7. Ventanas geminadas con arcos de herradura.
8. Espacios compartimentados interiores.
9. Cuadrangulares y rectangulares con abovedamientos propios, formando
baldaquinos.
10. Combinación de trazos rectos y curvos.
11. Huecos escasos y en la parte superior, lo que hace que queden zonas oscuras.
12. Elemento básico: cimborrio.
13. Exteriores rotundos constructivamente.
14. Torres separadas del conjunto, muy a lo románico italiano, como en Pisa o
Florencia, donde aparecen campaniles aislados.
15. Ausencia de fachada principal.

Modillones en la cornisa

Iglesia de Bobastro, Ardales (Málaga). 899-917.


Es una iglesia excavada en roca, muy particular,
pues presenta el concepto basilical del espacio con
tres naves y una separación a través de arcos de
herradura. Presenta también un transepto
fragmentado en tres ámbitos, con una capilla central
mayor.
Santa María de Melque, s. X, Toledo.
Su técnica constructiva es herencia directa de la
arquitectura tardorromana.
Sin embargo, los escasos elementos decorativos que se
conservan (filigranas de estuco en los arcos torales del
crucero) la ponen en relación con influencias cristianas
orientales. Mezcla los elementos característicos del arte
mozárabe, con la utilización de la piedra en los sillares,
cuadrada y creada para el edificio. La iglesia presenta
una planta centralizada de cruz griega con un ábside
que conjuga el espacio circular interno con el exterior,
mientras que los dos ábsides de los laterales fueron
añadidos posteriormente.
Las impostas del visigodo casi han desaparecido en los
arcos de la cabecera, el cual es un arco de herradura que
refleja la incidencia de Córdoba. Utilización también en
el interior de medias columnas robustas que soportan la
cubierta. La nave central se remata en un ábside circular con ventana.
En el crucero empieza a haber signos de los cimborrios.
Esta iglesia tiene aportaciones de estilo claramente visigodo y soluciones nuevas que
aportan los mozárabes, y además recuerdos del estilo romano:
 Aportaciones visigodas: el arco de herradura que sostiene la bóveda del ábside,
que sobrepasa en ⅓ del radio. El conjunto desprovisto de restos esculpidos, de
tradición visigoda. El arcosolio.
 Aportaciones mozárabes: arcos centrales de herradura sobrepasados en ½ del
radio. Arcos de las ventanas en ⅔. Las extrañas pilastras semicirculares del
interior que tampoco pueden considerarse adosadas.
 Innovaciones: el rebaje circular de las esquinas en sus cuatro fachadas más la
hendidura vertical a ambos lados, dando el aspecto de pseudocolumnas. Se
parecen a las columnas situadas en las esquinas de las torres linternas de estilo
románico normando. Es una solución sin precedentes.
 Estilo romano: los enormes bloques de granito, la molduración en codos
romanos, su planta que puede compararse con el mausoleo de Gala Placidia en
Rávena (Italia).
Es un edificio visigodo desde el punto de vista cronológico, pero con soluciones
protomozárabes.

Monasterio de San Miguel de la Escalada, 913, León.


Está ubicado en el Camino de Santiago. Del monasterio se conserva actualmente
solamente el templo. El monasterio fue consagrado en el año 913 por el abad Alfonso,
que había llegado a León junto a otros monjes desde Córdoba.
Obra mozárabe para algunos autores, estaría incluida dentro del denominado arte de
repoblación. El templo mozárabe fue construido reaprovechando materiales de épocas
anteriores, visigótica y romana.
El templo se levantó con materiales reaprovechados de edificios de época romana y
visigoda, observando aún hoy en el muro el reaprovechamiento de lápidas, entre ellas,
una inscripción visigótica. Las columnas que soportan el pórtico son anteriores a la
época musulmana y de época romana los fustes en sus extremos superiores. En esto está
la clave de que el edificio tardase tan solo doce meses en finalizarse, pues los materiales
de construcción se encontraban en las inmediaciones y no tuvieron coste alguno.
Buena muestra de este reaprovechamiento es el pórtico meridional, realizado en dos
fases constructivas distintas: los
siete arcos occidentales, con sus
columnas y capiteles, de estilo
califal, obra "mozárabe" del siglo
X, conservando aún parte del alfiz,
y los restantes, a oriente, claramente
reaprovechados, pues a los capiteles
les falta una de las caras, como para
ser adosados a pilares o paredes.
Presenta una cabecera con
contrafuertes, nártex perfectamente
definido. La planta del templo es
basilical de tres naves, separadas por arquerías sobre columnas con capitel compuesto,
algunas reaprovechadas, sobre las que descansan arcos de herradura. La cabecera, recta
al exterior, alberga tres ábsides de planta ultrasemicircular. Entre las naves y las capillas
se encuentra un lugar delimitado por canceles y un airoso iconostasio. Su iluminación
sigue la tradición de las iglesias paleocristianas, con ventanas practicadas en el muro
volado de la nave central y en los ábsides. Cada capilla se cubre, interiormente, con
bóvedas ultrasemicirculares y gallonada, a la manera de los viejos modelos orientales e
islámicos. El resto, se cubriría con armadura de madera vista, sustituida, por otra más
compleja y moderna. Al exterior, se corona con un tejado a dos y una vertiente, con
amplios aleros soportados por modillones de rollos.
La torre es ya del siglo XI, con estribos muy gruesos. Originalmente tenía tres plantas.

Santiago de Peñalba, 937, León.


Se trata de una iglesia con planta en cruz latina, con dos capillas en los brazos de la
cruz, y dos ábsides, en la cabecera y en el pie de la cruz. El techo del cuerpo central o
cimborrio y los ábsides tienen forma de cúpula. Es una iglesia de ábsides contrapuestos,
algo muy raro.
La decoración y la estructura confieren a la iglesia una mezcla de elementos celtas
(símbolos lunares y astrales), la planta de cruz latina, árabes (una pequeña cúpula
gallonada cubre el altar principal) y visigóticos (los arcos de herradura).
En el interior podemos observar distintos restos de decoración pintada sobre cúpulas y
paredes.
Otra característica de esta iglesia actualmente, es que la torre con las campanas, la
espadaña, que se encuentra separada de la nave de la iglesia. La espadaña está al pie de
la planta en cruz, en la cara oeste del edificio. Esta separación entre nave y espadaña es
común en iglesias de la zona o de este estilo.
En el exterior destaca la ausencia de sillares, cuyos tejados son de pizarra.
Puerta característica de tipo cordobés con una doble arcada de herradura sostenida por
columnas compuestas. En el interior presenta una bóveda con ladrillos pintados que
imita a dicho material.

Santo Tomás de las Ollas, s.X, León.


Arcos de herradura ciegos decoran el interior de la cabecera, realizado en mampostería.
La ermita consta de una nave
rectangular con sólo un ábside que, a
pesar de tener una planta ovalada,
continúa la línea rectangular de la
nave en sus muros exteriores. La
techumbre es a dos aguas, de pizarra
y se asienta sobre una armadura de
madera.
Se accede al ábside desde la nave a
través de un doble arco de herradura
(arco triunfal) sostenido por pilastras.
El ábside, que aloja la Capilla Real,
es de construcción anterior a la nave
principal y su planta es más estrecha que la de la nave.
En el siglo XII se sustituyó la portada por la que existe actualmente, de estilo románico
y de medio punto. Se hicieron otras modificaciones en el siglo XVII, como rebajar la
altura de la nave (que anteriormente igualaba a la del ábside), y el añadido de acabados
moriscos y revoque de cal en el interior. Se añadió también una capilla al muro norte de
la nave con dos contrafuertes diagonales en los vértices que comunican con una puerta
de medio punto.

San Miguel de Celanova, 940, Orense.


Iglesia en miniatura, una especie de capilla. En el interior encontramos un espacio
centralizado
Elementos califales con la utilización del arco de herradura, espacio cuadrado cubierto
de una qubba, elemento orientalizante. Detalles visigodos
Modillones de rollo que se convierten indispensables en el siglo XVIII, con decoración
a bisel.
Cúpula parecida a la nervada que posteriormente aparece en el gótico.

San Cebrián de Mazote, siglo X, Valladolid.


Doble altura en la nave central. En el alzado presenta un cimborrio, arcos de herradura,
Transepto y capilla mayor mozárabe. Típico pilar románico.

Santa María de Lebeña, 924, Santander.


Arcos de herradura de efectos califales, mampostería, esquinas con sillares. En el
interior nos recuerda a una mezquita, utilización de pilar y columna. Modillos
exteriores característicos de este arte.

San Millán de la Cogolla, 924-284, La Rioja.


Es también mozárabe,

San Baudelio de Berlanga, siglo XI, Soria.


Edificio de planta centralizada con un soporte central que se abre como una palmera,
elemento orientalizante, con 8 nervios. Arcos de herradura. Arquivolta en la puerta. En
el interior presenta un juego de pintura, con temática del antiguo testamento, elefantes
(oriental), escenas de caza…

ESCULTURA

Capitel de San Cebrián de Mazote.


Sogueado que forman un collarino

Capitel mozárabe.
Cierto concepto del ataurique islámico con el detalle de la hojarasca. Corte visigodo.

Capitel de Santa María de Lebeña.


Voluta con espacio,
PINTURA
La pintura se inicia en el siglo IX, y presenta rasgos musulmanes evidentes, como la
indumentaria, arcos y motivos ornamentales. Otros elementos son los entrelazados y
terminaciones zoomórficas de carácter carolingio o irlandés.
Empieza a haber una cierta pérdida de perspectiva, pues interesa más el qué se cuenta
que el cómo se cuenta, con la distribución en ocasiones en fajas. Nos vamos a encontrar
con tonos brillantes, planos, dibujos firmes y redondeado.
Miniaturas que se intercalan en los textos, ocupando páginas enteras.
Aparecen arquitecturas y retratos de reyes.
Dos tipologías: la zona musulmana y la zona cristiana.

Biblia Hispalense, siglo X.


Aparición de un tetramorfos.

Beato de Valcavado, 970.


Pérdida de la identidad de la figura.

Biblia de San Isidoro de León, 960.

Bibliografía:
-Bango, El arte mozárabe
-Ballesteros, arte prerrománico y mozárabe.
(pwp)**interesan –bango el arte mozarabe, iglesias rupestres de mañaga, la arquitectura
mozárabe en león y castilla

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