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TEMA 13.- ARQUEOLOGÍA PALEOCRISTIANA Y VISIGODA I

INTRODUCCIÓN
La inclusión del cristianismo en el mundo romano, tras su aceptación oficial
con Constantino produce un cambio en el esquema social y en las tendencias
artístico-culturales. Esto, unido a una crisis socioeconómica, divide al mundo
clásico en dos etapas:
« Hasta el siglo III.
« Siglos IV a VI, que se prolongan en la Península Ibérica con el
asentamiento visigodo (reino hispano-visigodo) hasta la invasión musulmana.
El pueblo visigodo se instala sobre la Hispania Romana como resultado de una
larga peregrinatio, que se inicia en los países escandinavos para recorrer el este
europeo y prácticamente todas las regiones de la cuenca mediterránea. El punto
final de la peregrinatio es, sin lugar a dudas, la creación (muy a principios del
s. VI) de un reino independiente y estable en los territorios de la Península
Ibérica. Territorios que, no se debe olvidar, están profundamente romanizados y
que, por tanto, ven en la llegada de los ejércitos visigodos a un usurpador de sus
tierras y, evidentemente, a un bárbaro, en el sentido etimológico de la palabra.
Tanto los restos arqueológicos como las fuentes escritas nos hablan de una
intensa actividad edilicia-religiosa y civil.
La arquitectura religiosa de época visigoda corresponde a dos tradiciones
diferentes. Por un lado, la de tipo paleocristiano que, fruto de la continuidad,
perdurará hasta el s. VII. Por otro, la arquitectura de tradición hispano-
visigoda, que a partir del s. VII aportará una serie de innovaciones a los
edificios de culto.

1.- ARQUITECTURA RELIGIOSA: BASÍLICAS, IGLESIAS, MONASTERIOS.


No poseemos prácticamente ningún monumento en pie anterior al s. VII. Los
datos de los anteriores proceden de excavaciones.

Dispersión geográfica:
A. Islas Baleares
B. Tarraconense. Barcelona y Tarragona.
C. Grupo meridional. Basílicas de ábside contrapuesto.
D. Gallaecia. Marialba.
E. Iglesias de transición a las de cronología visigoda.
F. Plantas cruciformes incluidas en un rectángulo.
G. Siglo VII. Iglesias puramente cruciformes.
H. Iglesias rupestres.
I. Iglesias de Tarrasa.
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A. ISLAS BALEARES
Iglesias de planta rectangular, basilicales con tres naves con columnas y
arcos que soportan cubiertas de madera y rematada la central con ábside
semicircular que determina a sus lados dos habitaciones laterales: diaconicon en
el lado del Evangelio y prothesis en el de la Epístola.
El ábside es en realidad un presbyterium para el banco corrido de los
presbíteros. Remata la Basílica un nartex, gran sala cubierta a modo de vestíbulo.
Basílicas: Sa Carrotxa y Santa María de Mallorca.
Es Fornás de Torelló y la Illeta del Rey, en Menorca.
Estas basílicas de Baleares ofrecen en sus suelos rica decoración de
mosaicos como la de Son Peretó de Mallorca.

B. TARRACONENSE. BARCELONA Y TARRAGONA


Citaremos primeramente la Iglesia del antiguo lugar de Ampurias, la cual, al
reutilizar unas termas anteriores, hubo de acomodarse a sus restos.
Basílica de Barcelona: excavada bajo la actual catedral gótica, sólo se
conoce el extremo final de una basílica de tres naves. Siguiendo un esquema
romano, su baptisterio se colocó fuera de la basílica, en edificio aparte a los
pies de la iglesia.
Basílica de la Necrópolis de San Fructuoso del Francolí en Tarragona: s. V.
Longitud cerca de 40 m. Planta basilical de tres naves, con amplia nave central y
ábside semicircular con dos habitaciones laterales.

C. GRUPO MERIDIONAL. BASÍLICAS DE ÁBSIDE CONTRAPUESTO


Corresponden a las antiguas provincias Cartaginenses y Lusitania. Aparece un
nuevo tipo de Basílica: la basílica de ábside contrapuesto. El ejemplar tipo es el
de la basílica de Casa Herrera, cerca de Mérida (Badajoz). Con fecha hacia el año
500 d.C., se trata de un edificio rectangular de tres naves, la central rematada
en sendos ábsides semicirculares. Las naves se separaban por columnas mientras que
el ingreso en la basílica se efectuaba lateralmente, lo que origina dos ejes para
el edificio.
Otra posible basílica de este tipo, con tres naves y muy restaurada, aparece
en Alconétar, junto al puente romano de la ría de la Plata sobre el río Tajo
(Cáceres).
Otras basílicas: Torre de Palma (Alto Alentejo, Portugal), San Pedro de
Alcántara en Vega del Mar (Málaga), Aljezares (Murcia).

D. GALLAECIA. MARIALBA
En la provincia de la Gallaecia citaremos el edificio de Marialba (León)
construido a finales del s. IV como una simple aula rectangular rematada en uno de
sus extremos en un ábside con planta de arco de herradura. A comienzos del s. V se
cubrió la nave con una bóveda, se añadió un nártex a los pies y un pequeño
complejo bautismal adosado. El nuevo edificio tuvo carácter funerario.
E. IGLESIAS DE TRANSICIÓN A LAS DE CRONOLOGÍA VISIGODA
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Otros edificios, ya cercanos al s. VII de algún modo de planta cruciforme,
se integran en un grupo más o menos homogéneo. Basílicas de: Segóbriga (Cuenca),
Zorita de los Canes (Guadalajara), Fraga (Zaragoza) y Valdecebadar (Badajoz).
La basílica de Segóbriga (o cabeza de Griego) es una de las mejores, formada
por una amplia basílica de tres naves limitada en su cabecera por un estrecho y
largo transepto del que surgía en su centro un desproporcionadamente pequeño
ábside de planta de herradura.
En la iglesia de Zorita de los Canes se encontró un tesorillo de monedas
visigodas fechadas en 580, que fecharía el conjunto en ese monumento.
La iglesia construida sobre la villa de Fortunatus en Fraga (Zaragoza) es
quizá del s. VII y ya ofrece una planta cruciforme inscrita en un cuadrado que
determina cinco habitaciones independientes en las esquinas y a los pies.

F. PLANTAS CRUCIFORMES INCLUIDAS EN UN RECTÁNGULO


Este grupo prácticamente nos introduce en una cronología visigoda. La
iglesia de Sao Giao de Nazaré (Portugal), ya de pleno siglo VII, posee parecidos
con la de Fraga pero, en vez de ser una planta de cruz griega, pasa a ser planta
de cruz latina incluida en un rectángulo con verdadero crucero.
En la iglesia de San Pedro de la Nave (Zamora), su planta de cruz tendente a
griega se incluye en un rectángulo, del que sobresale el ábside rectangular. Esta
iglesia posee gran interés por su decoración esculpida.
Quintanilla de las Viñas (Burgos) sólo conserva en pie su zona de crucero y
el ábside de la planta rectangular, conociendo el resto de su planta por
excavación. Como todos los edificios “visigodos” en pie, ofrece una magnífica
talla de sillares.
San Juan de Baños (Palencia), fundada en 661 por Recesvinto, se ha llegado a
considerar la iglesia más típicamente española, aunque se trata de una excepción
dentro de los tipos cruciformes encerrados en un rectángulo. Se trata de una
planta basilical compuesta de tres naves separadas por columnas.

G. SIGLO VII. IGLESIAS PURAMENTE CRUCIFORMES


Todo este grupo de iglesias presuponen la unión de una tradición
constructiva paleocristiana con un intento centralizador de la monarquía visigoda
que han de determinar unos esquemas constructivos fijos de carácter escolástico.
Existen tres iglesias que forman un grupo de cruciformes puras y que poseen
un esquema constructivo o plano tan semejante que obliga a pensar en una verdadera
escuela de arquitectura, quizá situada en el Aula Regia de Toledo. Son las
iglesias de Santa María de Melque, San Pedro de la Mata (Toledo) y Santa Comba de
Bande (Orense).
Tanto en alzado como en planta, todas las dimensiones de los edificios se
trazan a partir de una retícula sencilla semejante para los tres edificios.
Corresponden a un sistema proporcional y de acuerdo con razones fijas para el
trazado de las bóvedas de medio punto y los arcos de herradura. Este sistema
permite la ampliación o reducción de un plano-tipo al tamaño requerido,
manteniendo lo fundamental del modelo.
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Este tipo de iglesias es de forma cruciforme puro, sin incluir en
rectángulo, con anteábside, crucero con cimborrio y ábside interior en arco de
herradura.
Estas iglesias pertenecían a monasterios, situándose en el centro de los
patios. De los monasterios, sólo conocemos parcialmente el de Melque.
En estas iglesias cruciformes también incluimos San Fructuoso de Montelios
(Portugal), construida por el propio santo para su enterramiento antes de 665.
Posee planta de cruz griega perfecta; los cuatro ábsides son rectos exteriormente,
tres de ellos semicirculares y otro recto que sirve de acceso. El edificio
conserva su total elevación. Las partes altas de la construcción están
ornamentadas con frisos corridos de tipo clásico romano, al igual que los
capiteles que se apoyan sobre las columnas que marcan la obertura de cada ábside.
En un arcosolio del exterior se halla la sepultura de Fructuoso, obispo de Braga.

H. IGLESIAS RUPESTRES
En España son corrientes las construcciones rupestres. Toda un amplia zona
desde Soria hasta Galicia presenta múltiples ejemplos. Excepciones meridionales
son la de Valdecanales (Jaén), tallada en roca, con tres naves separadas por
pilares y fachada adornada con arcos de herradura decorados, y la de Mesas de
Villaverde.

I. IGLESIAS DE TARRASA
Las iglesias actualmente en pie se consideran construidas ya en el s. VII.
Se trata de las de San Pedro, San Miguel y la de Santa María, construida sobre un
edificio de cronología paleocristiana, de forma rectangular y quizá con ábside
semicircular, que tal vez se tratara de un edificio de carácter funerario.
Estas iglesias, debido a sus constantes y repetidas reconstrucciones son de
difícil concreción cronológica.

2.- COMPLEMENTOS LITÚRGICOS DE LAS BASÍLICAS. ALTARES, CANCELES, BAPTISTERIOS Y


PILAS BAUTISMALES.
Toda iglesia ha de tener un altar para oficiar la liturgia sagrada; el
ritual mozárabe-visigótico necesita canceles; las iglesias episcopales, además, un
baptisterio donde bautizaban los obispos hasta el s. V cuando aparecen las pilas
bautismales en todas las iglesias.
A. ALTARES
± En sigma
± De columnas
± Prismático
± Cipo
Es obligada la presencia de, al menos, un altar en el ábside principal. Las
iglesias de ábside contrapuesto poseían dos altares, uno principal en el ábside
oriental y otro secundario en el occidental.
Las mesas de altar en sigma parecen adscribirse a estos ábsides secundarios.
Se llaman así por su forma semicircular en uno de sus extremos y recto en el
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contrario. Su uso y el porqué de su forma no está aclarado. Podemos citar los
procedentes de la basílica de Casa Herrera y la de San Feli en Rubí (Barcelona).
Los altares de columnas se forman por cuatro o cinco columnillas que
sostienen un tablero rectangular casi siempre con moldura a su alrededor. La
columna central suele poseer su loculus para colocar las reliquias que quedaban
selladas por el propio tablero de la mesa. Ejemplos: Es Fornás de Torelló
(Mallorca) y Casa Herrera (Badajoz).
Otro tipo de altar es el prismático. En realidad deriva del cipo, o ara
romana, muchas veces reutilizada para soportar el altar cristiano. En ocasiones
las caras del cipo se decoran o inscriben con las dedicaciones o la lista de las
reliquias. Citamos como modelo el cipo de Medina Sidonia en 630 y el de la segunda
mitad del s. VII de Santa María de Melque.

B. CANCELES:
Los canceles son necesarios en la liturgia paleocristiana primitiva. Sus
formas y colocaciones son muy variadas. En principio, los canceles se forman por
piezas prismáticas verticales y horizontales que forman las barroteras.
Cuando el altar se situaba delante de un presbyterium el cancel suele tener
una planta en forma de U que encierra al propio altar. Ejemplos: San Peretó y Sa
Carrotxa en Mallorca y Menorca.
Las iglesias de ábside contrapuesto debieron desarrollar un complicado
sistema de canceles para cerrar el santuario y unir un ábside con el otro
separándolo del pueblo a la vez. Ejemplo: la iglesia de Casa Herrera.
A las iglesias de planta cruciforme con anteábside corresponde el tipo de
canceles dobles, uno en el ábside y otro en el anteábside, documentados en las
tres iglesias de Melque, La Mata y Bande, las tres de cronología en la segunda
mitad del s. VII y luego repetido en las asturianas y mozárabes.
Probablemente este tipo de cancel doble existía ya con anterioridad pues el
tipo de cancel o cierre constructivo en ocasiones con forma de arco de triunfo,
determinaba ya coros en cruceros.

C. BAPTISTERIO Y PILAS BAUTISMALES


Dentro de los baptisterios citaremos tres grupos bien definidos:
1. baptisterios anejos directamente a las basílicas.
2. baptisterios que ocupan una zona interior de la basílica.
3. baptisterios para los que se ha construido un edificio aislado y externo
a la basílica.
1. Los baptisterios anejos a la iglesia ofrecen un tipo definido en el grupo
de basílicas mallorquinas, con una habitación cuadrada a los pies de la basílica
en cuyo centro se halla la pila bautismal rodeada de canceles. Ejemplo: basílica
de Son Peretó.
Las basílicas de ábside contrapuesto no ofrecen un tipo fijo de
baptisterios, lo que parece evidenciar que, al menos en un primer momento, no los
poseían como ocurre en Casa Herrera, cuyo baptisterio fue construido cuando la
basílica tenía ya más de 50 años.
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Otro subtipo de baptisterios consiste simplemente en una habitación o
habitaciones anejas a todo lo largo de la basílica, como una nave más añadida
normalmente a su lado izquierdo. Ejemplos: Alconétar, El Germo y Valdecebadar.

2. En otras ocasiones se ocupa para baptisterio una habitación o una zona de


la propia basílica. Así se sitúa, en una de las habitaciones o sacristías
laterales al ábside, la pila de San Pedro de Alcántara en Vega del Mar.

3. Finalmente aparecen también los edificios externos a la basílica. Los de


mayor interés son los de la catedral de Barcelona y Santa María de Tarrasa, ambos
de influjo italiano.

Respecto a las pilas bautismales, pueden efectuarse varios grupos:


1. Forma de cruz
2. Cilíndricas
3. Cuadradas
4. Rectangulares
1. Las pilas en forma de cruz van unidas a las basílicas mallorquinas y
poseen escaleras por cada uno de sus brazos. Ejemplo: San Peretó y Santa Carrotxa.
2. En Son Bou, la pila es monolítica, cilíndrica, tallada en un bloque de
piedra, pero interiormente en cruz; y las de En Fornás de Torelló e Illeta del
Rey, cilíndricas tanto en su exterior como en su interior.
3. Quizá de influjo italiano o gálico sean las de planta cuadrada que
aparecen en la Tarraconense, la aparecida bajo Santa María de Tarrasa y la de
Santa Margarita de Ampurias (Gerona).
4. El grupo más corriente se centra en la Lusitania y la Cartaginense. Son
pilas rectangulares, más o menos alargadas o tendentes al cuadrado, con escaleras
contrapuestas y escalones en número variable. Ejemplo: Idanha Velha, Vega del Mar,
Algezares, El Germo y Santa María de las Vegas.
Otras presentan adición de pequeñas pilas, miniaturas de las mayores para
bautismo de niños: Casa Herrera, Torre de Palma, Vega del Mar y Pedraza.

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