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INTRODUCCIÓN
La inclusión del cristianismo en el mundo romano, tras su aceptación oficial
con Constantino produce un cambio en el esquema social y en las tendencias
artístico-culturales. Esto, unido a una crisis socioeconómica, divide al mundo
clásico en dos etapas:
« Hasta el siglo III.
« Siglos IV a VI, que se prolongan en la Península Ibérica con el
asentamiento visigodo (reino hispano-visigodo) hasta la invasión musulmana.
El pueblo visigodo se instala sobre la Hispania Romana como resultado de una
larga peregrinatio, que se inicia en los países escandinavos para recorrer el este
europeo y prácticamente todas las regiones de la cuenca mediterránea. El punto
final de la peregrinatio es, sin lugar a dudas, la creación (muy a principios del
s. VI) de un reino independiente y estable en los territorios de la Península
Ibérica. Territorios que, no se debe olvidar, están profundamente romanizados y
que, por tanto, ven en la llegada de los ejércitos visigodos a un usurpador de sus
tierras y, evidentemente, a un bárbaro, en el sentido etimológico de la palabra.
Tanto los restos arqueológicos como las fuentes escritas nos hablan de una
intensa actividad edilicia-religiosa y civil.
La arquitectura religiosa de época visigoda corresponde a dos tradiciones
diferentes. Por un lado, la de tipo paleocristiano que, fruto de la continuidad,
perdurará hasta el s. VII. Por otro, la arquitectura de tradición hispano-
visigoda, que a partir del s. VII aportará una serie de innovaciones a los
edificios de culto.
Dispersión geográfica:
A. Islas Baleares
B. Tarraconense. Barcelona y Tarragona.
C. Grupo meridional. Basílicas de ábside contrapuesto.
D. Gallaecia. Marialba.
E. Iglesias de transición a las de cronología visigoda.
F. Plantas cruciformes incluidas en un rectángulo.
G. Siglo VII. Iglesias puramente cruciformes.
H. Iglesias rupestres.
I. Iglesias de Tarrasa.
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A. ISLAS BALEARES
Iglesias de planta rectangular, basilicales con tres naves con columnas y
arcos que soportan cubiertas de madera y rematada la central con ábside
semicircular que determina a sus lados dos habitaciones laterales: diaconicon en
el lado del Evangelio y prothesis en el de la Epístola.
El ábside es en realidad un presbyterium para el banco corrido de los
presbíteros. Remata la Basílica un nartex, gran sala cubierta a modo de vestíbulo.
Basílicas: Sa Carrotxa y Santa María de Mallorca.
Es Fornás de Torelló y la Illeta del Rey, en Menorca.
Estas basílicas de Baleares ofrecen en sus suelos rica decoración de
mosaicos como la de Son Peretó de Mallorca.
D. GALLAECIA. MARIALBA
En la provincia de la Gallaecia citaremos el edificio de Marialba (León)
construido a finales del s. IV como una simple aula rectangular rematada en uno de
sus extremos en un ábside con planta de arco de herradura. A comienzos del s. V se
cubrió la nave con una bóveda, se añadió un nártex a los pies y un pequeño
complejo bautismal adosado. El nuevo edificio tuvo carácter funerario.
E. IGLESIAS DE TRANSICIÓN A LAS DE CRONOLOGÍA VISIGODA
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Otros edificios, ya cercanos al s. VII de algún modo de planta cruciforme,
se integran en un grupo más o menos homogéneo. Basílicas de: Segóbriga (Cuenca),
Zorita de los Canes (Guadalajara), Fraga (Zaragoza) y Valdecebadar (Badajoz).
La basílica de Segóbriga (o cabeza de Griego) es una de las mejores, formada
por una amplia basílica de tres naves limitada en su cabecera por un estrecho y
largo transepto del que surgía en su centro un desproporcionadamente pequeño
ábside de planta de herradura.
En la iglesia de Zorita de los Canes se encontró un tesorillo de monedas
visigodas fechadas en 580, que fecharía el conjunto en ese monumento.
La iglesia construida sobre la villa de Fortunatus en Fraga (Zaragoza) es
quizá del s. VII y ya ofrece una planta cruciforme inscrita en un cuadrado que
determina cinco habitaciones independientes en las esquinas y a los pies.
H. IGLESIAS RUPESTRES
En España son corrientes las construcciones rupestres. Toda un amplia zona
desde Soria hasta Galicia presenta múltiples ejemplos. Excepciones meridionales
son la de Valdecanales (Jaén), tallada en roca, con tres naves separadas por
pilares y fachada adornada con arcos de herradura decorados, y la de Mesas de
Villaverde.
I. IGLESIAS DE TARRASA
Las iglesias actualmente en pie se consideran construidas ya en el s. VII.
Se trata de las de San Pedro, San Miguel y la de Santa María, construida sobre un
edificio de cronología paleocristiana, de forma rectangular y quizá con ábside
semicircular, que tal vez se tratara de un edificio de carácter funerario.
Estas iglesias, debido a sus constantes y repetidas reconstrucciones son de
difícil concreción cronológica.
B. CANCELES:
Los canceles son necesarios en la liturgia paleocristiana primitiva. Sus
formas y colocaciones son muy variadas. En principio, los canceles se forman por
piezas prismáticas verticales y horizontales que forman las barroteras.
Cuando el altar se situaba delante de un presbyterium el cancel suele tener
una planta en forma de U que encierra al propio altar. Ejemplos: San Peretó y Sa
Carrotxa en Mallorca y Menorca.
Las iglesias de ábside contrapuesto debieron desarrollar un complicado
sistema de canceles para cerrar el santuario y unir un ábside con el otro
separándolo del pueblo a la vez. Ejemplo: la iglesia de Casa Herrera.
A las iglesias de planta cruciforme con anteábside corresponde el tipo de
canceles dobles, uno en el ábside y otro en el anteábside, documentados en las
tres iglesias de Melque, La Mata y Bande, las tres de cronología en la segunda
mitad del s. VII y luego repetido en las asturianas y mozárabes.
Probablemente este tipo de cancel doble existía ya con anterioridad pues el
tipo de cancel o cierre constructivo en ocasiones con forma de arco de triunfo,
determinaba ya coros en cruceros.