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PRÁCTICA ARQUEOLOGÍA CLÁSICA: SAN JULIÁN DE LOS PRADOS (OVIEDO)

Los siguientes elementos, aparecen representados en la fachada oriental de la propia iglesia:

1. Mechinales
2. Placas calcáreas
3. Testero
4. Juntas
5. Contrafuertes
6. Celosías
7. Dinteles
8. Arco de celosías
9. Ventana trífora
10. Columnillas
11. Impostas
12. Arcos de medio punto
13. Ménsulas
14. Bóvedas de cañón
15. Cubierta
16. Aleros
17. Techumbre de ábsides
18. Cabecera
19. Techumbre de la nave central
20. Tejas

CONTEXTO HISTÓRICO DEL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO: SAN JULIÁN DE LOS


PRADOS

La Iglesia de San Julián de los Prados, es una obra arquitectónica dedicada a los santos
mártires egipcios Julián y Basilia, aunque el culto a la última ha sido olvidado en cierto modo
durante los años. Su construcción, se remonta al siglo IX, la fecha exacta se desconoce, pero
sabemos a ciencia cierta que es previa al año 812. Fue construida durante el reinado de Alfonso II,
el Casto, que se mantuvo en el gobierno durante 50 años. En cuanto a la autoría de este monumento,
es de carácter desconocido ya que su autor no ha llegado a nuestros días. La teoría más aceptada es
atribuirle este edificio a Tioda, arquitecto del rey Alfonso en esa época. Este monumento fue
donado a la Catedral de San Salvador por el rey Alfonso III, el Magno.

Es importante destacar también la labor de restauración que nos ha permitido mantener este
elemento principal de nuestro patrimonio. Por ello debemos dar las gracias, a que entre los años
1912 y 1915, el arqueólogo Fortunato Selgas se pusiera manos a la obra con el proceso de
restauración de la iglesia. En este proceso, se sustituyó la cubierta abovedada por unas de madera,
se repusieron las celosías, a excepción de la ubicada en el ábside norte, la cuál perdura desde su
construcción hasta el día de hoy. De la misma manera realiza una limpieza a las pinturas murales,
ayudando de gran manera a la conservación de las mismas.

En sus orígenes, la iglesia, se encontraba dentro de un conjunto suburbano que incluía un


palacio, termas y otras dependencias como es el caso de una antigua villa romana. Es una de
carácter único dentro del ámbito arqueológico, ya que, dentro del estilo; prerrománico asturiano, es
el yacimiento que presenta mayor tamaño, debido al buen estado de conversación que presenta.
Siendo más específicos, las medidas del templo son de 39 metros de largo por 29 metros de ancho.
Esto hace que exista gran importancia no solo por la iconografía y las pinturas del interior, sino que
también por la propia arquitectura de la iglesia.
A pesar del tamaño que posee la estructura, existe gran equilibrio en la composición de
volúmenes que componen el conjunto de las naves. La nave del crucero es de mayor tamaño que la
central y esta, a su vez, es más grande que las laterales. En el caso de los tres pórticos, dos de ellos
se encuentran tapiados. Esto genera unas diferencias de altura, que permiten abrir ventanas de
mayor tamaño que aquellas asociadas a iglesias de época visigoda. Estas, se encuentran decoradas
con celosías de cerámica y enmarcadas por cuatro monolitos, además de incluir un arco de descarga
de medio punto en ladrillo. Ya en la fachada oriental se puede apreciar un testero con contrafuertes,
los cuales también están ubicados en los muros laterales. También se destacan los vanos, que son
encontrados, uno en cada ábside y otro en la parte superior del central.

Desde el punto de vista arquitectónico, en el interior de esta, encontramos una planta


basilical latina de 3 naves, un crucero formado por una gran nave transversal y una cabecera
tripartita con tres ábsides cubiertas con bóvedas de cañón. Asimismo, existe un pórtico a los pies y
cuartos laterales. La separación de esas tres naves reside en la existencia de arcos de medio punto,
apoyados sobre pilares cuadrados. Sin embargo, como excepción, la nave central se encuentra
separada de la transversal por un arco toral, en cuyos lados existen dos huecos de arco de piedra. Un
elemento que destaca debido a la gran carga simbólica que carga, es el iconostasio, el cual era la
parte dedicada y separada para el clero, presenta semejanzas con un arco triunfal.

El impacto visual que se produce desde el exterior es bastante menor que el producido en su
interior. Esto, es debido al espacio que este ocupa y su simbolismo. El interior de la iglesia produce
una sensación de amplitud debido a la anchura de la nave central, la cual se resalta con la
luminosidad que tiene el edificio gracias a los vanos. Esto es importante de destacar, ya que es un
elemento poco habitual en modelos medievales. Por otro lado, existe una profundidad que
proporciona la vista del ancho crucero y arcos de los ábsides a través del arco triunfal.

Como ya se mencionó previamente, este templo cuenta con importancia pictórica. Esto, es
debido a que sus pinturas, creadas con la técnica del fresco, siguen la técnica bizantina unida a una
decoración arquitectónica de influencia romana. Esta técnica artística se crea sobre capas de
mortero de cal y arena, aplicando sobre ellas, pigmentos, creando así, nuevos motivos decorativos.
Las pinturas se sitúan principalmente en la nave central y en el transepto. Existen de la misma
manera motivos ornamentales romanos en el interior de los muros y de las bóvedas; como por
ejemplo la arquería ciega que recorre el ábside central o las celosías que cierran los huecos.

Por otra parte, también ha llegado hasta nuestros días, algunos elementos escultóricos que se
encontraban en el interior de la iglesia y de los que afortunadamente se han podido conservar varios.
Estos elementos escultóricos son los capiteles de mármol, donde se asientan los arcos de medio
punto. También encontramos dos losas de mármol, labradas con figuras geométricas de forma
hexagonal y con motivos centrales. Éstas, hoy en día se encuentran en la capilla central. Por último,
el conjunto de la cabecera, cuya zona es la única abovedada y cuenta con esa decoración en la que
se observan tres ábsides cubiertos por bóvedas de cañón.

En sus inicios el objetivo era la restauración del reino visigodo por lo que la decoración
debía ser acorde a las exigencias del monarca. Como ya se trató, existen pocos restos de esa
decoración escultórica, algo similar a lo que sucede con los elementos decorativos de carácter
pictórico. Encontramos una gran variedad debido a que contiene tanto pintura al fresco como
pinturas grabadas a punzón y coloreadas. Estas pinturas están dispuestas a lo largo del edificio.
Algunas se encuentran separadas por líneas, también están ubicadas de forma horizontal, simulando
impostas. La gama de colores comprende los colores; gris, azul, ocre, amarillo y rojo
principalmente. Estas pinturas se encuentran principalmente en el zócalo, arcadas, muros y bóvedas
de los ábsides. Sin embargo, vemos como hoy en día estas pinturas no presentan el lustre que en un
día tuvieron ya que su conservación ha sido muy difícil debido a la delicadeza de las mismas.

Actualmente, está ubicada cerca de la carretera que da entrada a Oviedo, siendo objeto del
deterioro de parte de sus muros debido a la inestabilidad del suelo en el que se encuentra con la
presencia de coches a pocos metros. Asimismo, esto genera un problema de contaminación, y por
ende de suciedad en la estructura externa de la iglesia. Esto genera gran debate, ya que es un
monumento Patrimonio de la Humanidad desde 1998.

Para finalizar, a pesar de la importancia que tuvo dentro del periodo medieval asturiano, no
se le ha realizado una actuación arqueológica hasta hace pocos años. Concretamente en 2006, se
realiza la primera con motivo al Proyecto de Soterramiento de la autopista A-66, para ello se
abrieron pequeñas catas en diferentes emplazamientos haciendo cuatro sondeos geológicos. La
segunda intervención fue en 2015, esta consistió en la realización de una excavación arqueológica
previa a las obras de sustitución de la tarima de madera de la nave y borde norte del transepto. Los
cuatro sondeos realizados en el año 2006 fueron ejecutados en diferentes partes del edificio;
incluyendo exterior e interior. En el 2015, con la renovación del pavimento existente en la nave
norte y transepto se necesita un sondeo arqueológico. Estas intervenciones tienen cierto interés
debido a que, hasta entonces el edificio no se había analizado desde el punto de vista arqueológico.
Esta excavación hizo que se localizase un muro no perteneciente al periodo alto medieval, lo que
fue una gran sorpresa. Por otro lado, en su interior, también se llevaron a cabo estudios sobre la
cimentación y el sistema constructivo. Estos, revelaron las similares técnicas utilizadas también en
otros yacimientos estudiados en la localidad y permitiendo así, el descubrimiento del depósito
funerario que subyace en la mayor parte de la iglesia. Esto supuso una nueva propuesta relacionada
con el uso de esos nuevos datos en la datación del edificio.

BIBLIOGRAFÍA

Turismo Prerrománico(2017) San Julián de los Prados. Disponible en: https://www.turismo-


prerromanico.com/ [Consultado el 28/9/2022]

Arte prerrománico asturiano(2008) San Julián de los Prados. Disponible en:


http://www.jdiezarnal.com/ [Consultado el 28/9/2022]

Arte Guías (2016) San Julián de los Prados. Disponible en http://www.arteguias.com/ [Consultado
el 29/9/2022]

Ríos, S (edt), García,A y García de Castro,C (2019) 1300 Aniversario del origen del Reino de
Asturias “Sondeos arqueológicos en el templo altomedieval de Santullano (Oviedo)” Oviedo:
Nailos,pp. 229-244

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