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El amor del Guru ilumina el camino

por Padmini Wijetunge

La luna llena de julio, en su radiante perfección, es dedicada al Guru. Conforme la luna


de Gurupúrnima pasa silenciosamente a través del arco celeste, los Siddha Yoguis de
todo el mundo harán una pausa para recodar qué maravilla, qué buena fortuna tan
extraordinaria es tener un Siddha Guru, un Maestro perfeccionado, en este mundo.

Tal vez el cielo esté despejado y puedas contemplar la luna del Guru que bendice
nuestro mundo con sus rayos tranquilizantes. O tal vez encuentres la luna cubierta por
un manto de nubes. Quizá estés en una parte del mundo en donde la luna se esconde
por el eclipse lunar. Ya sea que veas la luna o no, puedes confiar en que está presente.

Al contemplasr la luna de Gurupúrnima, podemos maravillarnos una vez más ante la


infinita compasión y generosidad de nuestra amada Guru, Gurumayi Chidvilasananda.
Porque así como la luna llena está presente en el cielo nocturno, de igual manera la
presencia del Guru ilumina este mundo con su amor divino.

¿Cómo se manifiesta este amor? ¿Qué forma toma en este mundo? Para obtener una
respuesta, podemos recurrir a la profunda sabiduría de los Shiva Sutras. Se dice que este
texto sagrado de setenta y siete aforismos es un agama, conocimiento revelado que se
atribuye al Guru primordial, el Señor Shiva. Uno de estos aforismos dice:

gururupāyaḥ
El Guru es el medio.i

A lo largo de los siglos, los santos y sabios de la India han dejado una cosa en claro:
para conocer realmente a Dios, para experimentar la luz refulgente dentro de tu propio
ser, necesitas un Guru que te guíe. Solo aquel que personifica la luz de la Verdad puede
revelártela o guiarte para que te establezcas en esa Verdad.
Gururupāyaḥ: “El Guru es el medio”.

Vemos la expresión perfecta de este sutra en la manera en que Gurumayi otorga


shaktipat, el despertar de nuestro poder espiritual. Por medio de la iniciación de
shaktipat, Gurumayi nos brinda los recursos para establecernos en la experiencia de
nuestro Ser interior lleno dicha. La compasión de Gurumayi es tal que ha dado —y
continúa dando— la iniciación por shaktipat a miles de buscadores en todo el mundo.

Este excepcional don tiene implicaciones asombrosas, pues es por medio de shaktipat
que el Guru se manifiesta como la shakti despierta dentro de nuestro ser.

Gurumayi ha dicho:

Cuando la shakti del Guru entra en el corazón del discípulo,


tiene lugar una gran unión.
Los sabios han tratado de describirla,
diciendo que es como mil soles
que ardieran simultáneamente en el cielo interior.ii

Las palabras de Gurumayi nos dan un indicio de cuán trascendental es esta iniciación.
La experiencia puede ser espectacular o muy sutil; sin embargo, en el momento sagrado
del shaktipat se forja un vínculo extraordinario entre el Guru y el discípulo. Este vínculo,
una luz resplandeciente que ilumina el firmamento interior de nuestro ser, nace del
amor del Guru y se sustenta con el esfuerzo del discípulo. Nutrimos esta luz al abrazar
las herramientas prácticas que el Guru nos da para desplegar el poder que ha
despertado en nosotros.

Las enseñanzas de Gurumayi, el mantra, las prácticas espirituales, todos estos recursos
conllevan la shakti, el poder otorgador de gracia que revela la luz del conocimiento
verdadero. A medida que seguimos el camino que ella nos muestra, experimentamos al
Guru como nuestro compañero interno y guía constante, que nos lleva paso a paso para
establecernos en la conciencia del Ser.
Yo tenía quince años de edad cuando recibí el regalo de la iniciación por shaktipat. En
ese momento comenzó una relación interior muy sutil. Descubrí que cada vez que
recordaba a Gurumayi, o repetía el mantra, o simplemente me daba cuenta de la
respiración, podía sentir a mi Guru conmigo. Experimentaba su presencia de diferentes
maneras: como alegría, convicción interna, amor incondicional. Sabía que esta
experiencia no era un invento de mi mente; para mí era tan real como el suelo que
pisaba.

Desde entonces, las enseñanzas de Gurumayi han sido una estrella polar en mi vida.
Por ejemplo, si alguna vez siento que mi compromiso con las prácticas se está volviendo
un tanto superficial, sé que todo lo que necesito hacer es recurrir a las palabras del
Guru. Leer las enseñanzas de Gurumayi y reflexionar sobre ellas tiene un efecto
garantizado: me conecta con mi propio entusiasmo por la sádhana y me recuerda mi
meta espiritual.

Este año, los Siddha Yoguis de todo el mundo estudian el Mensaje de Gurumayi:
Satsang, "La compañía de la Verdad". Cuando ponemos en práctica el Mensaje de
Gurumayi y nos conectamos con la Verdad que está en el corazón de nuestro ser, en ese
momento nos abrimos al poder otorgador de gracia del Guru. Esto se puede hacer en las
circunstancias más ordinarias de nuestra vida, por ejemplo, al recordar la luz interior
mientras nos cepillamos los dientes, al conectarnos con nuestro corazón mientras
escuchamos a un colega, o al observar la respiración mientras esperamos en un
semáforo. En simples formas como estas podemos convertir cada acción mundana en
una conexión milagrosa.

A medida que hacemos esto nos damos cuenta con el paso del tiempo de que, de hecho,
nunca hay un momento en el que el Guru no esté con nosotros.

Al haber alcanzado la unidad con la Conciencia divina, el Guru no está limitado por el
tiempo ni por el espacio. Recientemente, en meditación tuve una visión de mí misma
como una niña pequeña, sentada en la mesa de la cocina. Me di cuenta de que era una
memoria de mi infancia que no había recordado antes. Mientras observaba la escena,
para mi asombro, Gurumayi entró a la cocina, se arrodilló y le dio un cálido abrazo “a
esta pequeña yo”. Pude sentir el amor de Gurumayi, vasto y tierno, y me conmoví
profundamente. En ese momento me di cuenta de que el amor y la protección de mi
Guru ya estaban presentes en mi vida, ¡mucho antes de que supiera que ella existía!

Al repasar mi vida con esta nueva perspectiva, reconozco ahora muchos otros casos en
los que la protección amorosa del Guru ha estado conmigo. De manera constante estoy
comprendiendo con mayor profundidad que esa protección siempre ha estado allí.

Cada enseñanza que da Gurumayi, cada gesto, cada acción, nace de su amor. Y a
medida que recorremos el camino que ella nos muestra, podemos experimentar cada
vez más la profundidad de este amor.

Finalmente, reconocemos que este amor ha sido nuestro todo el tiempo; que, de hecho,
el amor del Guru y el amor que experimentamos en nuestro propio corazón despierto es
uno y el mismo, y podemos compartir ese amor con todos los que nos rodean.

¡Shubh Gurupúrnima!

© 2018 SYDA Foundation®. Todos los derechos reservados.

i Shiva Sutra 2.6; Swami Muktananda, Nada Existe que no sea Shiva (South Fallsburg, NY: SYDA Foundation, 1997) p. 36.
ii Swami Chidvilasananda, La magia del Corazón (South Fallsburg, NY: SYDA Foundation, 1996) p. 123.

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