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Querido amigo:
Gurumayi Chidvilasananda comienza siempre sus charlas diciendo: Con gran
respeto y amor les doy la bienvenida con todo mi corazón. Con el mismo amor y
respeto te damos la bienvenida a este Curso por correspondencia. La esencia de
las enseñanzas de Gurumayi es este amor. Aunque estudiaremos diversos temas
en los meses y años por venir, la esencia que subyace a cualquier cosa que
hagamos es el despertar de nuestro amor interior. El amor verdadero es bastante
completo en sí mismo. Nada puede añadírsele para incrementar su experiencia.
Si podemos romper nuestras barreras y limitaciones lo suficiente para vivir
enamorados y estar abiertos unos a otros, experimentaremos una paz y una
libertad que nunca hemos conocido. Participar en este curso es participar en el
proceso de liberarnos. ¿De qué tenemos que liberarnos? De nuestro propio falso
entendimiento, de las ideas falsas acerca de nosotros mismos, de nuestros
apegos, aversiones, compulsiones, inhibiciones y adicciones. La libertad
verdadera no está calificada ni condicionada por nada en absoluto.
Las enseñanzas de Siddha Yoga son muy sencillas. Los niños pueden captarlas
con bastante facilidad. Muchos adolescentes toman el curso y son capaces de
crear una relación con él y aplicar las enseñanzas a su vida de una manera
práctica. Las enseñanzas son sencillas, pero nuestra mente es muy complicada.
Toda la vida la mente lo ha complicado todo con su entendimiento erróneo y sus
falsas premisas ello ha ocurrido por el modo como hemos sido condicionados.
La estructura limitante de nuestro ego se ha vuelto muy compleja. La única
razón por la que el sendero espiritual a veces parece complejo es para poder
vérselas con las rígidas complejidades de la mente y el ego.
A la mente no le basta con que se diga: "La esencia de Siddha Yoga es el amor.
Cuando quedamos establecidos con firmeza en nuestro propio amor interior,
todo se completa; ésa es la satisfacción última, el contento definitivo."
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LECCIÓN 1
Para la mayoría esto es demasiado simple. No desafía ni atrae a la mente lo
suficiente. Es mucho más interesante si hay que explicar y entender un montón
de cosas complejas; entonces la mente podrá enorgullecerse de sus nuevos
descubrimientos. Si bien el curso trata sobre todo del despertar del amor, su
forma es tal que la mente puede participar en él. Si se entretiene a la mente el
tiempo suficiente, es posible que tengan lugar procesos muy sutiles que exigen
tiempo y continuidad. Las lecciones mantienen ocupada a la mente el tiempo
necesario para dar lugar a la continuidad, de modo que se verifiquen adelantos
reales.
En cierto sentido, Siddha Yoga es un desenvolvimiento de perspectivas que se
expanden en forma constante hasta alcanzar por fin la perspectiva que lo abarca
todo. Esta perspectiva final, que algunos podrían llamar "cósmica", incluye
todos los puntos de vista; está más allá de la mente, la que se ve en aprietos
cuando se las tiene que ver en forma simultánea con perspectivas opuestas o
contradictorias. Cuando la mente encuentra una contradicción, se sale por la
tangente. La mayoría de nosotros padece de cierta rigidez mental que debe
romperse si hemos de ser libres. Es necesario ser lo bastante flexibles para fluir
con lo nuevo, de lo contrario es imposible el crecimiento ulterior.
Siddha Yoga no es cuestión de "creer " en algo, ni siquiera de estar de "acuerdo"
con alguna cosa. No hay nada qué aceptar con fe ciega. La validez de Siddha
Yoga reside en nuestra propia experiencia, en nuestro propio proceso interior.
No tenemos que aceptar la palabra de nadie respecto de nada. Nadie nos pide
que creamos nada. Siddha Yoga es el yoga de lo que de hecho nos sucede. No
hay dogma alguno. La única manera de practicar Siddha Yoga de veras es
deshacernos de nuestros propios conceptos de lo que pensamos que está
sucediendo y ver lo que de hecho sucede. Es necesario desarrollar una visión y
una conciencia acerca de lo que en este momento no vemos y de lo cual no
estamos conscientes.
Por lo general, una de las primeras cosas que ocurren en este sendero es un
despertar, un movimiento interior. Siddha Yoga funciona debido a la Shakti, la
energía espiritual . La validez de Siddha Yoga reside en la realidad de la Shakti.
La Shakti es el origen de nuestra experiencia. Cuando establecemos contacto
con Gurumayi, de pronto tenemos acceso a esa Shakti. Si estamos abiertos, si
somos receptivos, si estamos preparados, entonces experimentamos un despertar
de cierta naturaleza. Algo sucede para mostrarnos que algo extraordinario está
ocurriendo . Siddha Yoga es nuestra relación personal con la Shakti misma.
No te preocupes si eres un principiante y alguien te ha enviado como regalo
estas lecciones, y sientes no tener ni idea de lo que se habla. Está bien que por
ahora no entiendas nada. Algo sucede mediante el proceso de leer las lecciones.
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Mientras más leamos la lección, más nos ponemos en disposición de que ciertos
procesos sutiles tengan lugar. Lo que importa es el vínculo con la Shakti.
Gurumayi ha creado el curso como un medio para que la gente aplique sus
enseñanzas a los aspectos prácticos de la vida cotidiana.
Según avancemos de una lección a otra, todo cobrará sentido de una manera
gradual. Tal vez adviertas que, de una manera profunda, las cosas de pronto
adquieren un sentido dentro de ti. Siddha Yoga no es tanto un proceso de
aprendizaje en el sentido convencional, sino un proceso de abrirse al
conocimiento interno o intuitivo. Conforme avanzamos, empezaremos a saber
cosas sin saber cómo las sabemos.
La Shakti estimula diversas relaciones y avances a medida que leemos y
contemplamos estas ideas. Basta con leer las lecciones una y otra vez. Ello
posee un efecto acumulativo en un nivel subconsciente. Mediando nuestra
voluntad por participar, por ponernos a disposición, la Shakti obra en nosotros y
a través de nosotros de cualquier manera que sea necesaria.
No hay nada en las lecciones para memorizar o aprender en un sentido
intelectual . Muchas personas no pueden recordar lo que acaban de leer después
de leer una lección. No es que se nos vaya a poner una prueba para ver si la
hemos aprendido. Las "pruebas" ocurren en la vida real, y así vemos por
nosotros mismos qué hemos ganado. Simplemente hay que remitirse, tan a
menudo como sea posible, a la lección en que estemos y ver qué pasa. Así de
sencillo es. Podemos demostrarnos la verdad a nosotros mismos con sólo
intentarlo.
Todo tipo de gente practica Siddha Yoga. A nadie se le pide que se adecue a una
cierta apariencia, conducta o modo de vida. Has de ser tal como eres, tal como
eres por naturaleza. Incluso si eres muy raro o extravagante, descubrirás que
otros igual de raros también practican Siddha Yoga. Si tienes éxito y eres
respetado en el campo de tu elección, descubrirás muchas otras personas
exitosas y respetadas que también practican Siddha Yoga. Siddha Yoga no es
exclusivo de nadie; más bien incluye a todos. Hay lugar para toda clase de
gente. Cualquiera puede practicar Siddha Yoga a su propia manera. El único
requisito es una aspiración sincera a conocer y experimentar la Verdad.
La esencia de la filosofía de Siddha Yoga es que una sola Conciencia llena y
satura este universo entero y se ha convertido en todos. Esta Conciencia ha sido
conocida y se ha aludido a ella con muchos términos y títulos. Es lo que siempre
hemos concebido como Dios; es el Creador, el Absoluto. En Siddha Yoga por lo
general la llamamos el Ser interior. La razón por la cual practicamos Siddha
Yoga es para reconocer y llegarnos a establecer con firmeza en el Ser.
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Por lo general hay una dicotomía entre la "vida espiritual" y la "vida mundana",
y siempre tenemos conflicto entre las dos. En Siddha Yoga, esta distinción entre
lo espiritual y lo mundano no existe. Recuerda: la premisa básica tras la
filosofía de Siddha Yoga es que todo es, de manera igualitaria y simultánea, el
juego de la misma Conciencia. Desde esta perspectiva, nada es más o menos
espiritual que ninguna otra cosa; nada es más o menos mundano que ninguna
otra cosa. El mundo entero es un juego de la misma Conciencia divina.
Tan pronto como sea posible, procura dejar de etiquetar de espiritual o mundana
cualquier cosa que se refiera a ti -en especial, rasgos y características de la
personalidad-, o cualquier cosa que hagas. Comienza a experimentar con la
perspectiva de verlo todo igualitariamente como el juego de la Conciencia
divina. Cualquier cosa que veamos distinta a eso o menos que eso es nuestra
falsa visión.
La espiritualidad es cuestión de perspectiva. Ver cualquier cosa que suceda
como el juego de la Conciencia es espiritualidad . No puede haber una
espiritualidad más elevada que ésa. Dos personas pueden vivir exactamente la
misma vida en las mismas circunstancias, y aun así una podrá ser espiritual y la
otra mundana. Depende de cómo vean y experimenten lo que sucede.
Por medio de la visión correcta podemos espiritualizar en forma literal nuestra
vida tal como ésta es. No tenemos que volvernos "más espirituales". Lo único
que se espera de nosotros en este sendero es que veamos y experimentemos la
Verdad en todas las cosas durante todo el tiempo. No hay nada más que cambiar.
Un santo es quien ve y experimenta la Verdad en todos, todo el tiempo. Esta es
una de las diferencias entre un santo y una persona común. La persona común
verá lo mundano en lo espiritual; incluso si llegara a conocer a un santo, tal vez
vería simplemente alguien que trata de amasar seguidores o dinero. Por lo
general atribuimos nuestros propios móviles a todos los demás.
Siddha Yoga es un proceso que de manera gradual nos libera de nuestra visión
limitada acerca de cómo pensamos que son las cosas y cómo éstas nos parecen,
y nos abre la verdadera visión de cómo las cosas son en realidad. La estructura
que nos impide ver y experimentar el Ser -a la cual aludiremos como el ego- es
desmontada en forma gradual por medio de la acción del Gurú o de la Shakti. A
decir verdad, el Gurú y la Shakti son lo mismo. El Gurú es la encarnación de la
Shakti, y la Shakti es omnipresente. Nos alcanza donde sea que estemos. La
obra del Gurú es la obra de la Shakti. En muchos casos, las palabras "Gurú" y
"Shakti" pueden emplearse de manera intercambiable.
La persona establecida con firmeza en la Verdad del Ser es conocida como un
Siddha. Hay Siddhas que no son reconocidos por otros y no se revelan
públicamente como Siddhas. Sin embargo, en el caso del Gurú, el Gurú recibe el
mandato de su propio Gurú de servir como tal. El Gurú vivo es el punto focal
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del sendero Siddha. Así que nuestro Gurú no oculta su condición de Siddha.
Podrá haber muchos Siddhas, pero sólo hay un Gurú en Siddha Yoga, y el Gurú
es el único a quien públicamente se conoce y se acredita como un Siddha. Para
ello hay muchas razones, en las cuales nos adentraremos más tarde.
El Gurú de Gurumayi fue Baba Muktananda (mayo 16 de 1908 - octubre 2 de
1982). Baba creó este Curso por correspondencia en 1975 como un medio para
vincularnos con su gracia y establecer una relación activa con la Shakti y
participar en ella. Baba fue un gran Siddha que dio shaktipat a miles en
Occidente. Sus enseñanzas siempre fueron de la naturaleza más elevada.
Baba dijo: Este mundo está lleno de modificaciones asombrosas, de nombres
diversos. Todas esas cosas son creadas por el Actor del universo. Este mundo
entero es el drama del Ser del universo y Él hace todo para su propio deleite.
Aunque el Ser del universo se ha convertido en muchos, es Uno. Él manifiesta
este universo entero a partir de su propio Ser; luego, juega dentro de sí mismo.
Así que éste es el juego de Dios. Es su drama único. Es una encantadora pieza
de magia, y la hace para su propio deleite, para su propia diversión. Asume
todas las formas y realiza todas las acciones, haciendo que este drama ocurra
dentro de sí mismo. Nada hay a qué renunciar que sea distinto a ÉL. Nada hay
que aceptar que sea distinto a ÉL.
Este mundo es el juego de Dios . Por lo tanto, nada hay a qué renunciar que sea
distinto a ÉL. Nada hay que disfrutar que sea distinto a ÉL. No hay lugar dónde
buscarlo, porque no hay lugar donde Él no esté. ¿Qué es distinto de Él? ¿Qué
es distinto de ti? ¿Hay algo que no tengas? ¿Qué puede ser distinto de ti o más
que tú? Si hay algo más, ¿dónde está entonces?
Un Siddha tiene el poder de transmitir la vivencia del Ser a los demás. Con sólo
estar cerca de un ser así, con estar en contacto con un ser así, con mantener una
relación con un ser así, de manera gradual nos vemos atraídos a la conciencia de
la Verdad. Así es como trabaja la Shakti. La Shakti causa revelaciones
espontáneas, crecimiento espiritual espontáneo, y expansión y transformación
siempre mayores.
No estamos conscientes aún de la Verdad a causa de la manera como la mente
antes ha sido programada o condicionada. Vemos y experimentamos las cosas a
través de nuestra propia perspectiva condicionada, y aun así pensamos que
vemos la Verdad.
De esta manera, nuestras opiniones, creencias, gustos, antipatías, reacciones y
percepciones, todo ello es parte de nuestra programación pasada. Pensamos que
son nuestros, que provienen de nuestro interior, pero eso es nuestra falsa ilusión.
La mayor parte de lo que llamamos nuestro conocimiento la hemos tomado
prestada de los demás. Nuestro falso conocimiento ni siquiera es original. Lo
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hemos aceptado de terceras personas. Para estar libres, para conocer la Verdad,
es necesario liberarnos de ese condicionamiento. Entonces, desde dentro surgirá
la visión de la verdad de una manera natural y espontánea. Llamamos Siddha
Yoga al proceso que conduce a ese estado.
La mente es la causa radical de todas las condiciones y experiencias que afectan
a un individuo. Aquello que crea -ya sea bueno o malo- será verdad para él. Y
hasta "bueno" y "malo" son tan sólo estados de la mente. Una persona atrae
mediante vibraciones las condiciones y experiencias que corresponden de
manera exacta a sus pensamientos predominantes y habituales. Creamos nuestro
propio "infierno" o "cielo", aquí y ahora, por medio de nuestra mente.
La Shakti purificará de manera gradual la mente de todo el condicionamiento
negativo y limitante. Dado que estás leyendo esta lección, debes entender que el
proceso ya ha comenzado. Hay una profunda razón por la que en primer lugar te
viste atraído a este curso. Incluso si alguien que te ama te ha inscrito en estas
lecciones como un regalo, o te ha exhortado durante años a que por favor lo
pruebes y veas qué sucede, de todas maneras no estás leyendo esto ni por
casualidad ni por accidente. La razón por la cual tienes esta lección en tus
manos es porque corresponde a procesos sutiles que ocurren muy dentro de ti.
Lee esta lección tan seguida como sea posible durante dos semanas, y luego
avanza a la lección 2. O si prefieres, puedes alternar la lectura de las lecciones 1
y 2 hasta que lleguen las lecciones 3 y 4. El mes próximo estará consagrado a
ellas. Te darás cuenta de que el curso es un proceso que ocurre de lección a
lección, de mes a mes. Una vez que adquieras cierta perspectiva de lo que en
realidad está sucediendo, encontrarás que es un aspecto muy interesante y
fascinante de tu vida.
La experiencia del Ser no es fría ni intelectual. El Ser es cálido y eufórico,
existe por dentro como una sonrisa interior. Nuestras experiencias de
"diversión", "entretenimiento", "humor", y "gozo" surgen todas del Ser. El Ser
es el contento supremo, la satisfacción suprema. La risa personifica al Ser y su
sensación es el amor. Este Ser es nuestra naturaleza verdadera y eterna; es quien
somos en realidad. A causa de nuestro condicionamiento mental, a causa de
nuestro ego, no vemos esta Verdad. Por esta razón practicamos Siddha Yoga.
Gurumayi dijo cierta vez: En verdad no importa si eres nuevo o un veterano. Si
eres nuevo, una vez que tienes la experiencia, sientes: "he llegado a casa". Si
eres un veterano, tienes la experiencia: "he llegado a casa". A esta experiencia
se le llama la absorción en el Ser interior. Así pues, el fruto del avance es esta
absorción en el Ser interior.
En el Yoga Vasishtha se dice: "La mente es la causa única de todos los objetos
del mundo". Los yoguis entienden esto: todo es por la mente. Le tememos
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LECCIÓN 2
Querido amigo:
¿Te has acordado de amarte a ti mismo? Amar y honrar al propio Ser interior es
la forma más sencilla de definir la esencia de Siddha Yoga. A la gente común y
corriente nunca se le ocurre amarse a sí misma; para la mayoría, éste es todo un
nuevo acercamiento a la vida, a pesar de que es bastante simple.
Amate a ti mismo. Sólo hay que recordar cuatro palabras. Coloca una señal, un
recordatorio. Es importante. La sádhana, e incluso, la vida entera son inútiles si
la persona no se ama a sí misma. Sin duda alguna, mientras alguien siga
devaluándose a sí mismo, éste será su principal problema en la vida y de él
derivarán todos los demás. Cuando la persona cambia su actitud respecto de sí
misma, todo lo demás cambia también.
Nuestra vida es un reflejo de nuestros sentimientos predominantes hacia
nosotros mismos. Si sonreímos, veremos una sonrisa en el espejo; si fruncimos
el ceño, veremos reflejado el ceño fruncido. Del mismo modo, nuestra vida
personal y el medio que la rodea son un espejo de lo que se proyecta hacia
afuera, desde dentro.
Uno de los extraordinarios secretos de este mundo consiste en que la vida fluye
hacia el exterior desde dentro. La vida se origina en el interior y se proyecta
hacia fuera, donde se la percibe como el mundo externo. La mente aporta los
detalles. Si la mente es negativa, parecerá que las cosas andan mal. Si la mente
es positiva, todo parecerá que anda bien.
Todo sucede desde dentro hacia fuera. Los demás o las circunstancias no nos
afectan como en general pensamos que lo hacen. Nos vemos afectados tan sólo
por nuestras reacciones hacia esa gente, circunstancias y situaciones. Nos
afectan nuestros propios sentimientos, nuestros propios pensamientos. Nada que
esté afuera de nosotros tiene el poder de afectarnos.
Cuando existe la tendencia de culpar a alguien o a algo de cómo nos sentimos o
de lo que experimentamos, debemos detenernos, examinamos a nosotros mismos
y recordar la verdad: lo que sintamos o experimentemos en cualquier momento
depende de nosotros . La mente lo gobierna. Nuestros sentimientos y
experiencias siempre corresponden a nuestros pensamientos. No puede ser de
otra manera. Debemos acabar con el hábito de culpar a los demás o a las
circunstancias.
En las escrituras hay un verso que dice: "El yogui ve el mundo como una serie
de reflejos en un espejo". Ve todo como algo que viene de sí mismo. Todo "lo
que está allá fuera" es sólo el reflejo de algo interno. De hecho, es posible
alcanzar y vivir en la perspectiva de ver y experimentar la vida como una serie
de reflejos en un espejo.
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aún así practicar Siddha Yoga. Debes practicar con gran reverencia y también
con alegría.
Siempre te estás devaluando. Siempre te rebajas a ti mismo. Siempre piensas
que eres despreciable. Cada día piensas que eres un inútil ¿No es esto tu propio
infortunio? Somos muy dependientes. La razón de que todo el tiempo seamos
dependientes de las cosas externas, estriba en que no tenemos el conocimiento
de nuestro propio Ser. Y para tener este conocimiento debes practicar.
Las diferencias aparentes entre nosotros se originan y existen solo en la mente.
No hay una diferencia real entre el individuo y la mente. En cierto sentido, el
individuo "es" la mente, así que con la mente creamos, cada uno, nuestra propia
realidad personal. Las diferencias en este mundo existen de esta forma.
Sin embargo, todos compartimos la misma Conciencia del Ser, todos
compartimos en forma simultánea el mismo Ser interior. La sensación de que
hay dos o más de nosotros está en la mente, en el ego. El único propósito que
tenemos en esta vida consiste en reconocer que nuestra propia Conciencia del
Ser es el Ser universal que se ha convertido en todos.
Esta verdad de que lo universal y lo individual son lo mismo es la verdad más
antigua. Existía antes de que se fundara cualquier religión. Ninguna mente o
personalidad individual la inventó. No es una teoría, ni una opinión, ni un credo.
No pertenece a ninguna nación en particular, ni a una cultura, ni a una época. Es
la Verdad universal que se aplica a todos, todo el tiempo y en todas partes, y
siempre es observable en forma inmediata.
¿Cómo se conoce esta Verdad? ¿Cómo se la experimenta? No basta con leer
acerca de ella, con escuchar acerca de ella, ni con entenderla con el intelecto.
Sucede en un nivel más profundo. Sucede cuando uno entra en contacto con la
energía espiritual, o Shakti de quien ya se encuentra establecido con firmeza en
la Verdad o ha realizado el Ser. Tal ser es un Siddha.
En todas las épocas, en la tierra, han existido Siddhas o grandes seres que
estuvieron en comunión constante y consciente con el Ser divino, o con Dios, y
que podían elevar a su propio estado a quienes entraban en contacto con ellos.
No siempre se conoció a estos seres como Siddhas, y a la mayoría de ellos no se
les conoció ni pública ni históricamente, excepto por algunos que reconocieron
su estado y mantuvieron cierta relación con ellos. Aun así, reconocidos por
pocos o por muchos, conocidos como "Siddhas" o no, de todas formas existieron
e irradiaron energía espiritual benéfica a quienes los rodeaban.
Siddha Yoga es el proceso que conduce a la larga a la realización de nuestra
verdadera naturaleza. Cuando ha llegado el momento de que una persona
comience de manera consciente este proceso, se verá atraída a ponerse en
contacto o a relacionarse con la Shakti de un Siddha. La persona puede o no
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haber estado buscando a tal ser. Por ejemplo, puede ser que te hayan enviado
estas lecciones como un regalo de alguien que quería que tan sólo las leyeras y
las experimentaras, aunque nunca hayas oído hablar de Gurumayi o de Siddha
Yoga. Esto no sucedió por accidente o casualidad. Es un proceso que
corresponde a tu viaje interior.
A pesar de lo que piense la mente, la verdad es que por el mero hecho de leer
esta lección, tú estás en contacto con la Shakti del linaje de los Siddhas. No
importa si crees en ello o no. No es nada nuevo el que tengas grandes dudas. La
mayoría de las personas tiene dudas al principio. La naturaleza de la mente
consiste en dudar. E incluso, si estás abierto a la Verdad, si tienes aunque sea
una ligera curiosidad acerca de si todo esto podría ser real o verdadero, puede
ser que estés listo para recibir una deliciosa sorpresa.
Gurumayi Chidvilasananda pertenece a un linaje auténtico de grandes Siddhas.
Es decir, ella tuvo su propio Gurú -Baba Muktananda- y Baba tenía su propio
Gurú -Bhagaván Nityananda- y así fue desde el principio de los tiempos. Un
Gurú no elabora su propia filosofía, no comienza su propio movimiento, no se
proclama a sí mismo Gurú. Es hecho Gurú por un Gurú. Una persona no puede
hacerse a sí misma Gurú. Sólo un verdadero Gurú puede hacer a otro Gurú. Así
es que la Shakti o el poder del linaje no comenzó con ninguna persona en
particular y tampoco le pertenece a una persona en particular.
En un linaje auténtico, el Gurú transmite la Shakti a su discípulo, de la misma
manera en que el fuego pasa de una vela encendida a una vela apagada. Una vez
que la vela apagada es encendida, su propia potencia interior resplandece. De
todas formas, en esencia se trata del mismo fuego que se nos ha trasmitido desde
el principio de los tiempos. Ninguna de las velas particulares cambia o altera o
disuelve el fuego. Ninguna vela en particular le puede añadir o quitar nada.
Cada vela se convierte, meramente, en un instrumento del mismo fuego que
recibió de la vela encendida (del Gurú). Ninguna vela puede inventar su propio
fuego, que no existía antes.
La misma Shakti o energía espiritual se ha transmitido a lo largo de las
generaciones en este linaje particular. La Shakti del linaje mismo es el poder de
transformarnos. Esta Shakti nos despierta, nos eleva, nos expande y nos libera.
La Shakti es el verdadero Gurú. El Gurú no es, en realidad, una persona. La
forma externa del Gurú es un instrumento o canal para esta Shakti divina.
Esta Shakti es el poder que nos permite realizar el Ser. Podemos leer muchos
libros, asistir a muchas conferencias, tomar muchos cursos, ir a muchos templos,
áshrams e iglesias, pero si la Shakti no está viva en todo esto, no tendremos
ninguna experiencia directa del Ser. Muchos escritores y conferencistas son
capaces de explicar con claridad muchos aspectos de la Verdad, pero si no tienen
una conexión directa con un linaje auténtico, no habrá suficiente Shakti detrás
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El mantra es una vibración sonora del Ser. Al poner nuestra atención consciente
en el mantra, en lugar de ponerla en nuestros pensamientos usuales, el espacio
del Ser nos atrae de manera natural.
La idea del japa o repetición del mantra no es nueva para la mayoría de los que
comienzan el Curso, ya que se trata de una antigua técnica transmitida durante
cientos de años en Oriente y popularizada hace poco en Occidente por algunos
yoguis e instructores de meditación. Para otros, sin embargo, la idea de la
repetición del mantra es totalmente nueva y hasta puede parecer rara y tonta.
Como siempre, el acercamiento a este Curso consiste en tener una mente abierta
hacia cualquier novedad y en estar, por lo menos, dispuesto aprobar para
experimentar los resultados por uno mismo. Nada debe ni aceptarse ni
rechazarse a ciegas.
El mantra que Baba nos dio es OM NAMAH SHIVAYA . Es una oración
silenciosa o una forma de veneración de nuestro propio Ser interior. Se puede
traducir como: Me inclino ante mi propio Ser interior, ante la Conciencia divina
que vive dentro de mí. El mantra está en sánscrito y no en español porque los
sonidos del sánscrito tienen una vibración que corresponde al significado. Así,
la repetición del mantra no es sólo un ejercicio mental, sino que tiene un efecto
vibratorio en todos los niveles de nuestro ser físico, mental, emocional y
psicológico.
La eficacia de la práctica puede aumentarse si se hace con sentimiento. El
sentimiento de amor, veneración, reverencia o alabanza nos afecta
profundamente; mientras que la sola consideración mental de estas cosas apenas
si tiene consecuencias. Debemos tener la conciencia de que el mantra nos ha
sido dado por un gran maestro de meditación, y es un regalo inapreciable que se
transmite y recibe su poder a través del estado del Gurú.
La práctica es sencilla. Repite en silencio el mantra con un ritmo natural. Un
método sencillo consiste en repetirlo con cada inhalación y con cada exhalación.
Esto es una gran disciplina. Claro que la mente, al principio, va a poner gran
resistencia a la práctica. La mente está fascinada con sus propios pensamientos y
puede parecerle aburrida la idea de repetir el mantra. No obstante, un poco de
práctica demuestra cómo el mantra tranquiliza, fortalece y purifica la mente.
Nuestros poderes mentales se disipan con facilidad debido a las pautas y
tendencias usuales de la mente. El mantra restaura, regenera, rejuvenece e
intensifica nuestros poderes mentales.
La repetición del mantra puede practicarse a cualquier hora, en cualquier lugar y
haciendo cualquier cosa. Al principio puede parecer que sólo será posible
hacerlo cuando meditamos, o al estar sentados o al caminar, mientras esté
desocupada la atención. Con la práctica, sin embargo, verás que la repetición del
mantra no distrae de o interfiere con ninguna otra cosa. Con el tiempo verás que
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haces las cosas con más capacidad y mayor eficiencia repitiendo el mantra. Éste
le añade cierta Shakti o poder a cualquier cosa que hagas en ese momento.
Si bien la repetición del mantra puede practicarse en cualquier lugar y haciendo
cualquier actividad, es de gran ayuda en especial para la meditación. No hay
nada complicado o difícil en la meditación. La meditación es simplemente un
momento en que permanecemos absortos en el Ser.
Para meditar, siéntate derecho en una postura cómoda y relajada, con la espina
dorsal erguida y los ojos cerrados. Dejando que la espina dorsal se estire con
suavidad hacia arriba, relaja el cuerpo y la respiración, y repite el mantra a cada
inhalación y a cada exhalación. Si llegan pensamientos, simplemente ignóralos y
regresa al mantra. Comienza con quince minutos y, gradualmente, aumenta el
tiempo hasta llegar a una hora, más o menos. Verás que se te facilita más y más
en la medida en que lo hagas, y una vez que adquieras la habilidad de hacerlo, la
meditación se convierte en una de las más agradables experiencias de la vida.
Recuerda que la meditación no consiste en pensar acerca de las cosas. La
meditación consiste en tratar de ver lo que existe entre los pensamientos y detrás
de los pensamientos. El mantra le da a la mente un punto de enfoque para que no
se disperse, como suele hacer de acuerdo con su tren de pensamientos
acostumbrado. No puedes impedir que la mente piense, pero puedes determinar
en qué va a pensar. El mantra Om Namah Shivaya, el mantra del linaje Siddha,
tiene el poder de la Shakti del Gurú y, de esta manera, nos lleva hacia el Ser en
forma cada vez más profunda.
Una vez un hombre le dijo a Baba que había repetido Om Namah Shivaya
durante veinte años, antes de conocerlo, pero que nunca había obtenido nada del
mantra. Por supuesto, Baba le indicó que fuera un rato a la cueva (la sala de
meditación). Una vez que se sentó y comenzó a repetir el mantra, el hombre
tuvo de inmediato profundas experiencias e intuiciones. Así pues, no se trata
sólo del poder del mantra en sí mismo, sino que el efecto transformador del
mantra se origina del poder que el Gurú le confiere. El mantra contiene gracia si
proviene del Gurú vivo.
Para meditar, repite con suavidad el mantra en tu mente en lugar de seguir con
tus pensamientos usuales. De este modo, poco a poco le permites a la mente
descansar, serenarse, estabilizarse y volverse firme. El poder del mantra
comenzará a trabajar en ti, y de manera sutil pero poderosa te despertará,
expandirá y transformará.
Cuando la mente suspende su actividad habitual o se aquieta con el mantra,
nuestra atención tiene la oportunidad de ser consciente de la Conciencia. La
conciencia se hace consciente de la Conciencia. Esta es la verdadera meditación,
porque esta es la Conciencia del Ser interior, y la meta de la meditación consiste
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LECCIÓN 3
Querido amigo:
A la mayoría de las personas les lleva largo tiempo cultivar y apreciar el hábito
de leer varias veces cada lección; pero al menos haz la prueba, para ver qué
sucede. Te sorprenderán los resultados. Y mientras más pronto adquieras el
hábito de permanecer sintonizado con la lección en turno y te empapes de ella
antes de que te llegue la siguiente, más rápido comenzarás a disfrutar los
verdaderos beneficios del curso.
Hay dos métodos de leer las lecciones. La manera original consistió en leer una
lección durante dos semanas para después pasar a la siguiente las otras dos
semanas. Este método es muy efectivo, pero mucha gente prefiere leer las dos
lecciones, alternándolas a lo largo de todo el mes. Este método es también
efectivo, por lo que puedes optar por cualquiera de ellos.
No tiene mucho valor conocer meramente el contenido escrito de las lecciones.
No es importante terminar de leer la lección pensando: "Bien, ahora ya me sé
ésta. ¿Cuál es la siguiente?" Este no es el nivel en el que opera el curso.
La experiencia de la lección puede no tener una relación evidente con el
contenido. Ahora mismo, las palabras te dicen algo, pero ¿quién sabe lo que en
realidad está ocurriendo dentro de ti? Las lecciones tienen relación con la
misma Shakti que dirige el proceso interno. Leyendo varias veces las lecciones,
nos mantenemos sintonizados con la Shakti interior y de este modo surgen
revelaciones y experiencias de una manera inexplicable, cuando menos lo
esperamos.
La Shakti es la que nos transforma. Hay muchos escritores y conferencistas
brillantes y carismáticos, que verbalizan bellamente los conceptos, pero sin la
Shakti no hay ninguna experiencia real de lo que se habla. Cuando hay Shakti,
aun las palabras más mundanas e insubstanciales pueden desencadenar
profundas revelaciones y experiencias.
Es mejor leer una lección varias veces, aun sin entender nada, que leerla sólo
una o dos veces porque imaginamos saber ya su contenido. Tu experiencia
interior al leerla es lo principal. Este proceso sucede, ya sea que lo entiendas o
no.
Lo que ya sabemos puede comprenderse en un nivel nuevo y más elevado.
Nuestro entendimiento puede ser correcto y al mismo tiempo limitado. Nuestro
entendimiento puede desarrollarse y expandirse. Cuando entendemos algo a
fondo, lo experimentamos simultáneamente en un nivel profundo. Nuestro
énfasis en este curso está en la experiencia. El curso no se preocupa mucho por
el entendimiento académico.
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Una vez que la Shakti se activa dentro de nosotros, iniciamos el proceso que
conduce a la realización final de que no somos sólo un individuo temporal, sino
también la Conciencia eterna y universal que llena el universo. Mientras que la
Kundalini estuvo dormida, esto sólo podía ser algo en nivel intelectual, pero con
la Shakti despierta se convierte en nuestra experiencia. El resultado final del
despertar de la Kundalini es la realización del Ser.
Otra transformación importante es que nos damos cuenta de que aquello que
buscábamos está en nuestro interior. Mientras la Kundalini esté dormida,
sentiremos que hay algo por encontrar afuera, en el mundo o en otras personas.
Buscaremos constantemente alguna experiencia o una colección de posesiones
que pensamos nos darán seguridad. Empero, nada nos hará felices, porque no es
posible encontrar la felicidad real, duradera, hasta que la Kundalini ha sido
despertada. Sólo entonces comprendemos el significado de la plenitud y el
contentamiento.
A través de los siglos, los yoguis han desarrollado muchas técnicas para
despertar la Kundalini, pero la mayoría de estos métodos son inadecuados para
los occidentales. El método más fácil, simple, seguro, rápido y tradicional de
todos los métodos es shaktipat. Shaktipat ocurre cuando una persona madura
para el despertar espiritual entra en contacto con la Shakti o energía espiritual de
un Siddha Gurú auténtico. Un Siddha Gurú tiene el poder de despertar
espontáneamente la Kundalini dormida del buscador. Este método también se
llama el sendero de la gracia.
Hay muchos yoguis y maestros que se autonombran gurús o que hacen las veces
de tales para otras personas. Afirman poseer algún tipo de entendimiento
superior o de poder, por lo que se consideran dignos de conducir o de guiar a los
demás. Por cierto, uno no se convierte en Gurú mediante esfuerzo propio ni por
autoproclamación. Un Gurú verdadero es transformado en Gurú por su Gurú. No
se convierte en Gurú por haber leído unos cuantos libros. Debe pasar por un
riguroso entrenamiento, con multitud de pruebas por parte de su Gurú, y éste le
indica cuándo está listo para el estado del Gurú.
El título de Gurú no debe tomarse a la ligera. Hay tantos falsos gurús que la
gente tiene la idea equivocada de lo que es un Gurú verdadero. Siempre ha
habido falsos gurús, quienes gustosamente se llevan todo nuestro dinero y se
aprovechan de nuestra credulidad con promesas de cumplir nuestros deseos.
Los gurús falsos son incapaces de dar shaktipat y transformar a fondo y de
manera duradera a sus seguidores. Sólo porque alguien tiene carisma o puede
discutir las escrituras yóguicas como si las entendiera, o por el hecho de conocer
algunas técnicas que, practicadas un largo tiempo podrían beneficiar en algo, no
significa que sea un Gurú. Una persona así puede ayudar a su manera, pero nos
llevará sólo hasta su propio nivel. Un Gurú verdadero es un ser totalmente
23
demás. Una parte de ver el todo, de ver el mismo Ser en todo, es aprender a
percibir y a entender estas relaciones.
Gurumayi dijo una vez: Lo que debes encontrar es la felicidad sin mezcla.
Buscas la felicidad, pero después te desilusionas de esa felicidad que
encontraste. Sientes que alguien te la puede arrebatar, que no la podrás gozar
para siempre. Por eso, busca la felicidad sin mezcla, la felicidad que no está
contaminada por el sufrimiento, la felicidad que no te causará ningún
sufrimiento. Esta felicidad surge sin que hagas nada que la provoque. Si
experimentas la felicidad porque haces algo, entonces también te abandonará,
porque es condicional. Si quieres una gran vida, si quieres una gran libertad, si
quieres la felicidad sin mezcla, primero encuentra a Dios, porque ahí está todo.
Si no hemos encontrado Eso dentro, no importa lo que alcancemos fuera, no va
a perdurar.
Tenemos vislumbres de esa realidad, pero las olvidamos. Pensamos que tenemos
una vida, pero la mayor parte del tiempo lo dudamos: "¿Realmente tengo una
vida? ¿Realmente estoy viviendo? ¿Realmente pertenezco a este planeta? ¿Está
bien mi vida? ¿Es adecuada mi vida?" Creemos que todo va muy bien, pero
llega alguien y nos dice: "Estás viviendo la peor de las vidas en este mundo". Y
te dices: "Ay, Dios mío, ¿qué he hecho?" Y piensas: "No tengo libertad, estoy
atado, atado a todo y por todos".
Y es muy cierto que estamos atados. Ya sea por nuestra sociedad, o por nuestro
pueblo, o por nuestra ciudad, o por nuestro país. Si experimentamos la libertad
en relación con todo esto, nos sentimos esclavizados por nuestros amigos,
atados por nuestros parientes. Si cortamos todas estas ataduras, descubrimos que
ser esclavos de nuestros conceptos es otra esclavitud mucho mayor. De alguna
manera nunca podemos descender del dominio de la cabeza. Luego nos
sentamos a meditar y le damos vueltas a todo: "¿Estoy meditando bien? ¿Estoy
sentado derecho? ¿Está pareja mi inhalación con mi exhalación? ¿Estoy
repitiendo el mantra como me dijeron que debería hacerlo?" Es muy sutil la
esclavitud de los conceptos, la esclavitud de las nociones. No obstante, es muy
poderosa.
En la búsqueda de la felicidad quedamos esclavizados por nuestros conceptos e
ideas. Un concepto dice: "Ven, aquí encontrarás la libertad". Allá vamos.
Permanecemos ahí por un tiempo. Después nuestros conceptos nos dicen: "No,
me equivoqué, realmente está en otra parte". Así que vas allá. Luego te vas a
otro lugar, a otro lugar y a otro lugar. Constantemente tus conceptos te dicen:
"Aquí está, aquí es donde encontrarás la felicidad". Constantemente tus
conceptos te repiten: "No es esto, quise decir otra cosa".
Siempre buscamos algo muy pequeño, pero pensamos que buscamos algo
grande. Por eso, aunque encontremos algo grande, no podemos conceptualizarlo,
29
LECCIÓN 4
Querido amigo:
En el proceso de ir de una lección a otra se repetirán algunas cosas o se
considerarán desde diferentes ángulos. Hay una razón para esta repetición: entre
más se repite o pondera una verdad, penetra más. La entendemos en un nivel
más profundo cada vez que la repasamos.
La mente, cuando cree que ya sabe algo, es un tremendo obstáculo en el
sendero. Es bueno crearse el hábito de escuchar lo nuevo, aun si a la mente le
parece familiar.
No hay nada original sobre la Verdad. No se ha inventado recientemente.
Muchos de nosotros entramos en contacto con las mismas enseñanzas desde
hace mucho tiempo, de una forma u otra. Sin embargo, "conocerlas" y
desarrollar la capacidad de vivirlas son dos niveles de entendimiento diferentes.
Entre más tiempo tarde una persona en aplicar lo que sabe, más difícil le será
aplicarlo. Una vez que la mente cree que conoce algo, se vuelve rígida al
respecto. Esto dificulta aprender o experimentar algo nuevo.
Pese a nuestro entendimiento anterior, la manera de avanzar más rápido es
entender todo de una forma totalmente nueva. Una enseñanza muere para
nosotros cuando no podemos ver nada nuevo en ella. Cualquier cosa que ya
sepamos podrá entenderse en un nivel más sutil que antes. En lo que respecta a
la Verdad, no hay límite para la frecuencia con que podemos entenderla por
primera vez.
Por esta razón debemos estar dispuestos a darle la bienvenida a la repetición. Es
un método muy poderoso. Sería formidable si el Gurú pudiera decirnos la
Verdad de una vez por todas y que nunca la olvidáramos ni perdiéramos ese
estado, pero la mayoría de las veces esto no funciona así. Se nos debe recordar
lo mismo una y otra vez, de maneras nuevas y originales de modo que la mente
no lo reconozca fácilmente.
Como en todos los aspectos de Siddha Yoga, hay varios niveles de disciplina que
podemos utilizar. La disciplina principal de este curso es leer cada lección por lo
menos una vez. No es conveniente guardar los sobres cerrados en un cajón con
la idea de que después te pondrás al corriente.
Una gran cantidad de personas nos escriben después de uno o dos años, diciendo
que se han atrasado y preguntan cómo pueden ponerse al corriente. Te pondrás
al corriente sencillamente leyendo la lección que te llegue en ese momento.
La disciplina más completa en relación con el Curso es leer aunque sea parte de
tu lección todos los días. Su valor no está en conocer las palabras, sino más bien
31
en ponerse en sintonía con la Shakti que está detrás de él. Ya que el Curso es
parte del trabajo de Gurumayi, es obvio que debe estar impregnado de su Shakti.
Entramos en sintonía con esta Shakti simplemente al conectarnos con la lección.
Al recurrir diariamente a nuestra lección, no pasará ningún día sin que se nos
recuerde algún aspecto de la Verdad. Esto tiene efectos tanto inmediatos como
acumulativos.
Es normal resistirse a la idea de leer otra vez una lección ya leída, pero cada
lectura nos revelará enseñanzas que no habíamos captado antes. Los estudiantes
han expresado, con el paso de los años, su asombro al encontrar algo esencial
para su entendimiento en una lección que ya habían leído muchas veces.
Al entender lo mismo de una nueva manera, nuestro conocimiento evoluciona.
Si llegamos al punto en el que volver a escucharlo nos aburre, estaremos
incapacitados para un mayor progreso. Ver lo que es nuevo es un elemento
esencial para el cabal entendimiento de cualquier cosa. Si somos incapaces de
hacer esto, la mente se empantana en un sólo nivel de entendimiento.
También es conveniente desarrollar el hábito de practicar lo que se menciona o
se sugiere en la lección que te toca. Si lo aplicamos de inmediato, se vuelve
parte de la fuerte estructura que estamos cimentando en nuestro interior. Al
hacer algo nos volvemos capaces de realizar algo más. Así, este Curso es un
proceso paulatino en el que vamos a nuestro propio paso. Con el sólo hábito de
leer las lecciones para luego olvidarlas, no obtendremos todo lo que el curso
puede brindarnos.
Es fácil leer algo y pensar: "Qué bien. Me gustaría que mi familia y mis amigos
lo entendieran." Es una tendencia muy común sentir que el problema con los
demás es que no entienden lo que nosotros acabamos de captar. Después,
hablaremos de algunas maneras de poder ayudar realmente a los demás; por
ahora, lo más importante de entender es que nosotros necesitamos mucha ayuda.
Baba Muktananda dijo en una ocasión: Hoy una persona me dijo que quería
ayudar a otros. Con una sola mirada supe que él mismo necesita mucha
ayuda.
Podemos ayudar a los demás una vez que hayamos desarrollado la capacidad de
ayudamos a nosotros mismos. Pero en nuestro estado actual, lo más que
podemos ofrecer es nuestro estado interior. De este modo, nuestro servicio será
una verdadera contribución.
Uno de los aspectos básicos del verdadero desarrollo espiritual es que
evolucionamos en aspectos que no pensábamos que necesitaran desarrollarse, o
bien en otros que desconocíamos. Lo fascinante sobre la transformación
personal es que no sabemos de antemano lo que se transformará.
32
podemos llevar a cabo acciones entregándole sus frutos a Dios, como lo enseña
la Bhágavad Gita.
El propósito principal de este Curso, además de ser un constante recordatorio, es
lograr que Siddha Yoga sea práctico para nuestra vida diaria. Siddha Yoga no
debería considerarse solamente como una filosofía o un credo. No hay Shakti en
entender teóricamente las enseñanzas. La Shakti está en lo que de hecho se
puede aplicar a la práctica en nuestra vida.
Examinaremos muchas cosas y este examen podrá o no parecer coherente. Las
lecciones no existen para complacer a la mente de nadie. Al contrario, pueden
ser de gran ayuda para ir más allá de la mente.
Un principio básico que hay que entender en cualquier nivel de la sádhana, es
que pensamos acerca de algo determina cómo lo percibimos y lo
experimentamos. La tendencia común es pensar que nuestra percepción de algo
está determinada por el objeto mismo. Menospreciamos el inmenso poder que
nuestros pensamientos y emociones ejercen sobre lo que percibimos y
experimentamos.
Esta manera de pensar es similar a creer que la apariencia de nuestro rostro está
determinada por lo que vemos en el espejo. En realidad, el espejo no tiene
opinión ni segundas intenciones. Sólo refleja lo que está allí. Del mismo modo,
el mundo externo a nuestro alrededor es como un espejo de nuestra propia
conciencia interior. Todo se proyecta desde dentro hacia el exterior.
Para entender la verdad de la vida, una persona debe comprender que su mundo
es el reflejo de sus propias creencias y convicciones. Las circunstancias y las
demás personas nunca son responsables de cómo experimentaremos lo que nos
sucede. Creer en el poder de las circunstancias y la demás gente es un gran
engaño.
Mientras creamos en fuerzas opuestas o conflictivas fuera de nuestro propio Ser
interior, experimentaremos cierta oposición o conflicto en la vida. La armonía se
obtiene cuando nos percatamos de que lo único a lo que podemos culpar es a
nuestra propia mente. Al entender que la mente es la única culpable, surge una
paz y un contento que de otra manera sería incomprensible .
Desafortunadamente no podemos comprender a la mente con la mente, porque
en realidad no es capaz de comprenderse a sí misma. Lo que sea que piense la
mente, se experimenta como condiciones y experiencias en la vida de un
individuo; sin embargo, la mente misma nunca puede comprender realmente la
verdad última de esto.
La mayoría de nosotros nos asustaríamos al saber la verdadera dimensión de
nuestro condicionamiento mental. Después, mirando en retrospectiva, podremos
ver que tan condicionados estábamos, pero verlo todo al mismo tiempo podría
34
En una ocasión Gurumayi dijo: Una de las cosas que nos enseñó Baba es que
el Gurú no es el cuerpo físico, sino el principio del Gurú. Solíamos mirarlo
fijamente todo el tiempo. Observar a Baba se volvió el pasatiempo del ashram.
Algunos lo hacíamos discretamente, pero otros no lo eran tanto. Se paraban
en las ventanas y en los balcones y lo miraban fijamente.
A veces, Baba se enojaba y decía: "¿Por qué has venido al ashram? ¿Sólo
para verme? No me veas: ve a tu propio Ser."
Era muy enfático al respecto. Baba siempre nos dirigía hacia el Ser, hacia lo
que somos.
Decía: "Primero ve a tu propio Ser y después veme a mí. Entonces me verás
cómo soy". Aunque dejó su cuerpo, el principio del Gurú no se ha ido, ya que
el principio del Gurú es eterno.
Al empezar a practicar Siddha Yoga, es bueno entender el principio del Gurú tan
pronto como sea posible, de otro modo nada se verá desde la perspectiva
correcta. El principio del Gurú es la fuerza natural que nos permite conocer a
nuestro propio Ser. Es el principio del despertar, de la elevación y de la
expansión. Es el poder que nos libera. Todo en Siddha Yoga está basado en el
principio del Gurú. Enfatizar o enfocarnos en algo distinto del principio del
Gurú resultará ser una distracción finalmente.
Una persona que quiere realizar al Ser sin la ayuda del Gurú, es como el que
desea permanecer en la tierra sin la ayuda de la gravedad. Es como alguien que
dice: "¿Quién necesita de la fuerza de la gravedad? Permaneceré sobre la tierra
por medio de mi propio esfuerzo". Por supuesto, no tenemos poder propio para
aferramos a la tierra, a menos que tengamos la fuerza suficiente como para
asirnos de un árbol indefinidamente. De la misma forma, no tenemos poder
propio para liberarnos de los samskaras y del ego.
El Gurú no es en realidad una persona ni un ser humano individual. Sin
embargo, ya que la Shakti del Gurú se transmite únicamente mediante el linaje,
tenemos la posibilidad de entrar en contacto con alguien a través de quien fluye
ese principio sin forma del Gurú. Sería extremadamente difícil desarrollar una
relación palpable con el principio sin forma del Gurú. El Gurú físico existe para
permitirnos participar en una relación activa con el principio del Gurú de una
manera práctica.
El Gurú físico es quizás el fenómeno más sorprendente de este mundo. Es divina
aunque también es humana. El poder divino trabaja por medio de todas sus
palabras y acciones para beneficio de los que son lo suficientemente perceptivos
como para entender las sutilezas de la Shakti. No obstante, ella posee todas las
cualidades externas y el modo de ser de los seres humanos. Exteriormente su
37
vida parece transcurrir como la de una persona común; sin embargo, no es una
persona común.
Al escribir esto tiendo a usar el pronombre "ella" cuando me refiero al Gurú, ya
que naturalmente pienso en Gurumayi. Pero habrá ocasiones en que
simplemente me referiré al principio del Gurú como "él", porque sencillamente
este pronombre se usa de manera común como una expresión idiomática en la
sintaxis de nuestra cultura.
La forma adecuada de relacionarnos con el Gurú es hacerlo exteriormente como
si fuera un ser humano, exactamente como alguien más, pero recordando
interiormente que el principio del Gurú fluye de modo espontáneo mediante
todas sus palabras y acciones. Dentro de nosotros es importante recordar que
ella es divina.
¿Cómo reconocemos a un Gurú auténtico cuando nos ponemos en contacto con
uno? Ciertamente no es por su apariencia, su forma de vestir, su comportamiento
ni por lo que dice. Cualquiera puede aprender a parecer y a representar el papel
de un "gurú", tal como la gente ignorante y crédula podría esperar que sea un
gurú. Por esto hay mucho gurús falsos en el mundo; están más interesados en su
propia riqueza, poder y glorificación, que en la liberación espiritual de sus
seguidores.
Cuando te encuentras con alguien que está actuando el papel de gurú, casi
siempre puedes estar seguro de haber encontrado a un impostor. Cuando aparece
el verdadero Gurú, no encaja en nuestros conceptos. (¡Incluso podría ser "ella"
en lugar de "él"!) El Gurú verdadero no está interesado en representar nuestras
ideas de cómo debería ser un gurú. De hecho, parte de la función del Gurú es
liberarnos de nuestros conceptos limitados, incluyendo todos aquellos que se
refieren a lo que es el Gurú.
He conocido a dos Gurús en esta vida; a Baba y ahora a Gurumayi. Antes de
Baba estaba Bhagaván Nityananda. Sólo por sus fotografías podemos ver qué
extraño ser debió haber sido. Se tendía durante horas vistiendo solamente un
taparrabo. A veces gruñía o miraba a alguien fijamente, pero en realidad no
conversaba mucho. Si quería que te fueras, podía lanzarte piedras. No obstante
la gente viajaba kilómetros por el candente desierto de la India sólo para estar
con él durante unos cuantos minutos, únicamente para tener un vistazo de él.
Las escrituras dicen que con sólo ver a un Siddha puedes obtener la gracia
suficiente como para lograr la liberación en esta vida.
Baba era muy diferente. Era como tener a un abuelo por Gurú. Sus métodos eran
muy excéntricos. Vestía una gorra de esquiar y lentes obscuros cuando daba sus
charlas. La primera vez que vi a Baba, entró a la sala y golpeó a alguien en la
cabeza. No había visto antes a nadie hacer eso. Su comportamiento era
38
impredecible, no estaba restringido por los patrones rígidos que en general nos
imponemos.
Gurumayi es completamente distinta de cualquiera de los dos. Tiene su propio
estilo, que es muy adecuado a la cultura moderna actual. Hace que las antiguas
enseñanzas nos sean totalmente accesibles para que nos podamos relacionar con
ellas con la mayor facilidad. Su mensaje es muy sencillo: es el mensaje del
amor. Mediante el poder de ese amor divino rompemos todo engaño,
trascendemos los samskaras y el ego. Es una manera muy hermosa de realizar a
Dios. Aunque es muy sencilla, requiere de un intelecto muy refinado entenderla
y practicarla.
De modo que la forma externa y la personalidad del Gurú pueden variar al
transmitirse el linaje. Lo que permanece igual es la Shakti y las enseñanzas. Lo
que permanece igual es el principio del Gurú.
Muchos de los grandes Siddhas han tenido personalidades extrañas e incluso
excéntricas. No todos han aparecido "santos", como comúnmente suponemos
que son. Por este motivo, no podemos reconocer a un Gurú por su apariencia.
Hasta un gurú falso puede parecer legítimo, actuar de manera correcta y decir
las cosas adecuadas.
La única forma de reconocer a un Gurú verdadero es por lo que nos sucede
como resultado de nuestro contacto con él. Si empezamos a sentirnos diferentes
por dentro, si nuestra vida se aligera, si descubrimos la risa y el amor interiores,
si nos liberamos poco a poco de las cargas y limitaciones que siempre nos han
estorbado, si empezamos verdaderamente a experimentar la luz y la dicha
interior, entonces sabremos que el Gurú es verdadero. Reconocemos al
verdadero Gurú por lo que sucede. La Shakti hace que realmente ocurra algo. Si
no pasa nada, no hay Shakti.
Una vez alguien le preguntó a Baba si era posible reconocer a un verdadero
santo sólo con verlo, y él contestó: Para tener fe en un santo tan sólo con
verlo, tienes que ser un alma altamente evolucionada. No creas que un gran
santo quiere que más y más gente tenga fe en él De hecho, los verdaderos
santos se comportan de maneras muy extrañas. Si los vieras hacer ciertas
cosas, perderías hasta la poca fe que tenías antes de acércate a ellos.
Toma el caso de Zipruanna. Fue un gran santo. Absolutamente
extraordinario. No fue un maestro común. Sin embargo, pasaba el tiempo
sentado sobre un montón de basura. Y su cuerpo no se afectaba en absoluto
por aquello sobre lo que estaba sentado.
Toma el caso de Hari Giri Baba. Si veía a alguien con un buen abrigo, se lo
pedía y se lo ponía. Si alguien llevaba un anillo de oro, Hari Giri Baba se lo
39
todas las cosas y en todos los tiempos. Así que la meta suprema es
experimentar la Verdad constantemente.
Muchas veces pensamos: "Esto es la Verdad, pero aquello no". Esto es
relativo, Usas la palabra "verdad" de manera relativa. Siempre le
preguntamos a la gente:
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LECCIÓN 5
Querido amigo:
En cierta ocasión una mujer le dijo a Gurumayi que desde que empezó a
participar en Siddha Yoga, se había creado un conflicto entre ella y su esposo.
Gurumayi le dijo: Siddha Yoga no pretende causar fricción en las familias. Si
surge un conflicto debido a Siddha Yoga, entonces deja Siddha Yoga, pero jamás
dejes el amor, porque el amor es la esencia de Siddha Yoga.
Muchos se dan cuenta de esto sólo hasta después de una larga temporada. Más
aún, muchas personas practican Siddha Yoga durante años antes de que se les
ocurra todavía que la esencia de Siddha Yoga es el amor.
Esta no es una nueva enseñanza. Baba decía: la religión suprema, el yoga
supremo, la forma suprema de adoración es mirar con gran amor a los ojos de
los demás y dar la bienvenida a todos con amor y respeto.
Baba también decía: El amor es la sensación del Ser. Es hermoso contemplar
esto: el amor es la sensación del Ser. El Ser se siente como amor. El Ser no es
frío, ni retraído, ni indiferente, ni está más allá del sentimiento. El Ser siente
amor todo el tiempo.
La sensación del Ser, el amor interior, no varía, no fluctúa, no va y viene; es
constante. Lo que no es constante es nuestra conciencia de este amor interior.
Mucha gente comienza este Curso pensando que principalmente podría suponer
una tarea mental. Otras personas hasta se resisten a tomarlo porque no les
interesa el estudio académico, al haberse dado cuenta ya de las limitaciones de
esa perspectiva.
Sin embargo, desde el comienzo se comprende que una de las funciones del
Curso es llevarnos más allá de una aproximación mental, intelectual o
académica. Muchos inician su sádhana creyendo que para progresar hay que
aprender más. La verdad es que el conocimiento limitado que ya está
amontonado en la mente es lo que origina muchos de nuestros problemas.
Seremos más libres cuando podamos desaprender muchas de las cosas en las que
erróneamente creemos.
En las lecciones siguientes estudiaremos la mente: lo que hace; cómo crea
nuestra realidad individual o nuestro mundo personal; cómo es el vínculo entre
lo universal y lo individual. Es muy importante entender la mente, disciplinarla
y purificarla.
Gurumayi dice: Hacemos sadhana para purificar la mente. El Ser ya está
alcanzado.
42
han oído de otras personas que lo toman, y muchos nunca lo habrían tomado de
no haber leído un par de lecciones. En la mayoría de los casos, una persona rio
tiene ninguna idea del valor del Curso por Correspondencia hasta que ve por sí
misma cómo son las lecciones, y aun así no tendrá una verdadera idea de la
Shakti que hay detrás del Curso hasta que desarrolle su propia relación con éste.
Por eso te pedimos que no desanimes a nadie a recibir sus propias lecciones al
permitirle que lea las tuyas.
Ya que estamos hablando del Curso en sí, puedes elegir cómo te gustaría leerlo.
Tú decides cómo lo quieres hacer. El procedimiento recomendado es leer y
releer cada lección durante dos semanas antes de pasar a la siguiente. Sin
embargo, si lo prefieres, está bien leer de manera alternada las dos lecciones que
recibes juntas durante todo el mes.
Si participas en el Curso de la manera correcta, es decir, si en realidad aplicas y
practicas las diversas sugerencias y recomendaciones, puedes llegar a
"enamorarte".
Esto no quiere decir que ya hayamos escogido a alguien agradable que te esté
esperando, significa que cuando trascendemos la mente, cuando descubrimos lo
que es más profundo que nuestros pensamientos y emociones, entramos en una
fuente infinita de amor. Justo en el centro de nuestro ser está la esencia de lo
que conocemos como "amor". Este amor no es algo que podamos convocar a
voluntad, y sin embargo siempre está allí, detrás de todo, la sensación del Ser.
Al continuar nuestras prácticas, nuestra experiencia de este amor interior se irá
expandiendo y profundizando de un modo muy natural y espontáneo.
No importa lo que experimentemos en el sendero espiritual o en el mundo: es
polvo, no significa nada, no tiene valor, a menos que hayamos experimentado el
amor interior en nuestro propio corazón. Todo el conocimiento, todas las
prácticas y los ritos no valen nada sin el amor interior. Con frecuencia nos
topamos con personas que han meditado durante muchos años y han practicado
los diversos yogas, pero parecen secas por dentro, y llegan al punto de dudar si
todo aquello valía la pena. Sus dudas surgen porque no están centradas en ese
amor.
Sin el amor el yoga es superficial. Sin el amor la espiritualidad es banal. La
meditación está, vacía sin el amor. Una vez que ese amor se descubre dentro, el
significado y el propósito de la vida se vuelven obvios de inmediato. De pronto,
todo cobra sentido; de pronto, todo se siente completo. No hay nada más que
esperar. Ese amor lo contiene todo, nada se le puede quitar, nada se le puede
agregar.
Si una persona durante un largo tiempo se observa con sinceridad a sí misma,
descubrirá que los momentos de su vida en que se siente mejor, en que
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será como dejar un mundo para entrar en otro, como entrar en una dimensión de
la realidad completamente nueva. Nada en la vida produce una diferencia tan
drástica como experimentar o no experimentar este amor.
Desde luego, con toda razón podrás preguntarte: "¿Y eso cómo lo hago?
¿Exactamente cómo puedo experimentar más amor del que siento en la
actualidad?" Es por esto que practicamos Siddha Yoga, es por esto que hacemos
sádhana, y es por esto que tomamos este Curso. En las lecciones venideras habrá
muchas sugerencias y recomendaciones para expandir y aumentar nuestra
experiencia del amor. Lo mejor, sin embargo, es simplemente entrar en sintonía
con la Shakti al releer las lecciones, e inexplicablemente la sensación de amor se
despertará desde dentro.Al experimentar el amor, experimentamos el Ser. ¿Qué
es el Ser? Bueno, la mente -por ser una contracción del Ser- no puede entender
qué es el Ser. El Ser es el Conocedor desconocido que la mente no puede
conocer. Sin embargo, podemos experimentar el Ser. Es nuestra propia
conciencia. El Ser se da cuenta de todo de lo que nosotros nos damos cuenta; el
Ser sabe todo lo que se sabe; ve todo lo visto; presencia todo lo presenciado; es
aquello que está consciente de lo que nosotros estamos conscientes. El Ser es
Conciencia.
Este es el primer sutra de los Shiva Sutras: "El Ser es Conciencia". Cuando lo
comprendemos no queda más por comprender. El Ser es la fuente de todo lo que
experimentamos. Sea lo que sea de lo que estemos conscientes en un momento
determinado, es el Ser el que está consciente de eso. Fuera de Él nada posee
conciencia. El Ser es la fuente de todo. Si nos remontamos hasta la fuente de
cualquier experiencia o percepción, experimentamos el Ser. El Ser está detrás de
todo. Nuestra propia conciencia inferior crea y sostiene el universo que
percibimos y experimentamos, y algún día todo lo que percibimos y
experimentamos se fundirá de nuevo en nuestra propia conciencia, que es eterna
e inmutable.
En el Bhagavatam está escrito: "Así como la araña produce su hilo de su propia
boca, juega con él y luego lo reabsorbe dentro de sí; de la misma manera el
Señor eterno e inmutable, que no tiene forma ni atributos, que es conocimiento
absoluto y dicha absoluta, despliega el universo entero a partir de sí mismo,
juega con él y luego lo absorbe dentro de sí otra vez."
Con amor,
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LECCIÓN 6
Querido amigo:
En nuestra última lección empezamos a discutir el tópico del amor. Algunas
veces hablaremos acerca del amor, y otras no; y ya sea que hablemos de él o no,
el amor es, de cualquier forma, la esencia de Siddha Yoga.
El amor no es el tipo de tema del cual podemos hablar con facilidad o expresarlo
con palabras. Al no haber experimentado nunca el amor por sí misma, la mente
no sabe en realidad qué es el amor y tiene su propia perspectiva acerca de lo que
se habla. La mente no puede comprender con exactitud lo que el amor es, porque
el amor está más allá de la mente.
Por fortuna, no tenemos que depender de las palabras. Es la Shakti, es la gracia,
quien despierta y enciende la llama del amor en nuestro interior. El amor ya está
dentro de nosotros, aunque no siempre podemos reconocerlo o experimentarlo,
debido a las preocupaciones y limitaciones de la mente.
En los primeros años del curso, en las lecciones iníciales no se discutía el tema
del amor. Después llegaron varias cartas donde la gente describía los intensos
sentimientos de amor que experimentaba al leer sus lecciones. La Shakti los
sintonizó con el amor interior, aun cuando en esas lecciones no se lo
mencionaba.
Una carta decía: "Yo acostumbraba ver películas con romances intensos y solía
pensar: 'Me gustaría experimentar un amor como ése'. De algún modo los
romances que yo había tenido no me parecían satisfactorios. Después de leer las
lecciones del curso durante algunos meses, comencé a sentir que sostenía un
intenso romance con mi propio Ser. Algunas veces, leyendo una lección, hacía
una pausa entre dos párrafos, cerraba los ojos y sentía mucho amor. Esto
superaba por completo cualquier otra experiencia que hubiera tenido con
cualquier persona más. Si esto es lo que se entiende por amor y por la Shakti, y
por la relación con el propio Ser, ¡entonces le doy todo mi apoyo!"
Resulta muy útil no perder de vista que nuestra propia experiencia interna es lo
más importante. La sádhana, el viaje espiritual, no es un proceso del intelecto,
tiene que ver con lo que de hecho nos pasa. Una persona puramente intelectual
podría frustrarse con este curso, el cual de continuo nos empuja más allá de la
mente, manteniéndola ocupada al mismo tiempo.
La mayoría de nosotros está acostumbrada a sentir que hay que trabajar muy
duro para obtener lo que deseamos, y si nuestro esfuerzo es suficiente,
mereceremos lograrlo. Pero la sádhana no funciona justo así. No es como estar
en la Marina. No podemos hacer tal o cual cosa que garantice los resultados
deseados. Mucha gente se pasa años tratando de lograr resultados, pero a la
larga se frustra. Esta experiencia interior, que es indescriptible, no puede
52
conseguirse sólo por medio del esfuerzo personal; se logra por medio de la
gracia. Siddha Yoga es en esencia un camino de gracia.
En mi caso, yo practiqué varios métodos de meditación y yoga más o menos
durante quince años antes de conocer a Baba. Cuando lo conocí ya había
publicado varios artículos, en diversas revistas, sobre yoga y meditación.
Cuando conocí a Baba experimenté un estado interior que nunca antes había
sentido. No había nada de teórico en ese estado. Baba demostró con total
claridad que podía hacer que sucediera en mí algo que yo no podía provocar por
mí mismo. Por medio de mi propia experiencia me vi convencido de la
efectividad de la Shakti.
De modo que nuestra propia experiencia interior es la cuestión central. No tiene
importancia lo que "sabemos". En realidad no importa si entendemos lo que está
escrito en estas lecciones. El beneficio de participar en el curso se encuentra por
encima y más allá del entendimiento intelectual. Algo más sucede en los niveles
sutiles de nuestro ser, y esa transformación sutil es lo que importa. Es más
importante experimentar la Verdad que meramente "saber sobre ella". Hay
personas que saben mucho, pero su experiencia es seca; otros sienten que no
saben nada, y sin embargo su experiencia es rica y plena.
Nuestra participación en este curso es un proceso interno, que no depende de
entender las palabras o estar de acuerdo con ellas. Las lecciones no son lo que
parecen. El curso es mucho más que palabras impresas en papel. Leer las
lecciones con regularidad y hacer un esfuerzo para poner en práctica en nuestra
propia vida los principios sugeridos, ayudará mucho en este proceso de
transformación dirigido por la Shakti. En cierto sentido, la participación en el
curso es una forma de mantenernos en sintonía y alineados con la Shakti. Si
contamos con la gracia para poder seguir adelante durante mucho tiempo,
experimentaremos la indiscutible verdad de esto.
Algunas personas piensan que el amor es una sensación intensamente seductora
y apasionante que se da entre un hombre y una mujer. Por cierto hay muchos que
prefieren esta clase de amor, y aceptan cualquier otra como un sustituto
temporal hasta que el amor "real" aparezca. Por supuesto, no se trata de negar o
de excluir las sensaciones que comparten un hombre y una mujer. Siddha Yoga
no niega ni excluye nada en realidad, pero no está a favor de la ignorancia, la
limitación o el sufrimiento. Para practicar Siddha Yoga tendremos que renunciar
por fin a nuestra ignorancia, nuestras limitaciones y sufrimiento, pero podemos
conservar nuestras sensaciones.
En lecciones posteriores, a medida que examinemos cómo Siddha Yoga puede
aplicarse a todos los aspectos prácticos de la vida, hablaremos sobre la atracción
natural entre el hombre y la mujer, que puede entenderse como un magnetismo
entre polaridades negativa y positiva, si bien no suena muy romántico pensar en
53
su interior con sólo estar cerca de Gurumayi durante unos cuantos instantes.
Gurumayi irradia amor como el sol irradia luz y calor. A medida que nos
sintonizamos más y más con su amor, nosotros irradiaremos ese mismo amor.
En una ocasión le preguntaron a Gurumayi: "Siento que hay mucho amor por mí
y por los demás atrapado en mi corazón, ¿cómo puedo liberar ese amor para
experimentarlo y compartirlo con los demás?"
Gurumayi contestó: Al menos experimentas que ese amor está atrapado en tu
corazón. Hay muchas personas que sólo experimentan la falta de ese amor. Es
sorprendente la forma en que nombramos las cosas, ¿no es así? El amor es esa
Conciencia, la misma Conciencia que se ha convertido en la mente, la misma
Conciencia que se ha convertido en ti y en mí, la misma Conciencia que se ha
convertido en todos estos objetos y en el universo entero.
El amor no es un objeto. El amor no es una sustancia. El amor no es tan
pequeño que puedas atraparlo en alguna parte, o mantenerlo encerrado. Es
muy fuerte y muy libre. Pero crecimos con estas ideas: "Siento amor ahora.
Bueno, ahora no siento amor. Siento amor por esta persona, pero no siento
amor por aquella otra. Siento amor por Dios, pero no siento amor por el Gurú.
Amo a mi hijo, pero no amo al hijo de otra persona."
Crecimos con estos conceptos, con estos sentimientos. El amor no tiene límites,
pero nuestras ideas acerca del amor son muy limitadas. Tan sólo deja ir tus
conceptos y tus ideas sobre lo que el amor es. Así no estará atrapado en ningún
lado. Tu idea es la que está atrapada, porque el amor es el alma de todo.
Muchas veces decimos: "Amo a esta persona, pero no me gusta esto, ni aquello
de esa persona. Amo a Dios, pero no me gusta que Él haga sufrir a algunos,
mientras que otros disfrutan de todo. "Aunque ahí está ese amor, empezamos a
juzgar. Atrapamos nuestro amor por medio de juicios, pensamientos, ideas y
conceptos.
La mayor parte del tiempo tenemos este velo. Esta es nuestra visión, así es
como vemos a la gente. (Gurumayi entrecruza sus manos frente a su cara y mira
entre sus dedos). Algunas veces el agujero es grande y nos sentimos muy
expandidos. Otras, el agujero es pequeño y nos sentimos muy contraídos. En
algunas ocasiones el velo se cae por completo y entonces gritamos: "¡Oh, estoy
enamorada!, ¡estoy enamorada! ¡No puedo creer que te haya encontrado! ¡He
estado esperándote toda mi vida! ¡Debo haber pasado muchas vidas
buscándote! ¡Oh, te amo, te amo, te amo! ¡Tú eres quien yo quiero, tú eres
quien yo quiero!" Pero pasa un día y el velo se interpone de nuevo. Entonces
decimos: "¡Ya sabía que no eras la persona adecuada!".
Deja nada más caer el velo y sentirás entonces todo el tiempo ese amor dentro
de ti y hacia todos los demás. Pero mantente desapegado.
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El amor que sentimos se refiere a ver el Ser en los otros. Es posible ver a
nuestro amado dentro de todos, apareciendo como todos, ocultándose
hábilmente con todos estos disfraces. Entonces estamos enamorados siempre.
Cada vez que veamos a alguien podemos sentir por dentro: "¡Qué maravilla, qué
maravilla!", aunque por fuera podemos comportarnos con propiedad y mantener
en secreto nuestra visión.
Un gran ser daba la bienvenida a todos diciendo: "Oh Señor, gracias por
aparecerte en esta forma". Por supuesto, este comportamiento era propio de él,
en nuestro caso podría no ser práctico saludar así a todos, aunque siempre
tenemos la posibilidad de mantener esta actitud por dentro y ver a todos como
otra manifestación de lo divino, del Amado.
Esta actitud amorosa es muy contagiosa. Cuando estamos en presencia de
alguien que se halla establecido en el estado del amor divino todo el tiempo,
comenzamos a sentir ese amor dentro de nosotros mismos. Alrededor de
Gurumayi es muy fácil sentir ese amor, sin importar qué haga o diga. El amor
emana de ella y toca a todo aquel que es receptivo.
Cerca de seis, semanas después de haberlo conocido, Baba, me dijo: Tú
deberías enseñar a la gente lo que es un Gurú. Yo le contesté: "Baba, no tengo
idea de lo que es un Gurú". Se rió, me golpeó en la cabeza y dijo: "¡No te
preocupes, ya lo sabrás!"
De este modo, con el paso de los años, mi seva se ha centrado en enseñar a la
gente lo que es un Gurú. Esto fue lo que Baba me dijo que hiciera, y es lo que
Gurumayi sigue diciéndome que haga. En cierto sentido, es una seva peculiar,
porque nunca deseé tener un Gurú, nunca pensé que fuera necesario tener un
Gurú, y me rebelé contra la necesidad de tener uno, incluso después de haber
conocido a Baba. Tal vez el haber conocido todas las dudas y resistencias en
forma tan íntima, por mi propia experiencia, me ha ayudado a hacer más
efectiva mi seva.
He visto que, con el paso de los años, el entendimiento que uno tiene acerca del
Gurú se refina más y más. El Gurú no es lo más fácil de entender en este mundo.
A causa de esto, es común que la mente rechace muy rápidamente la idea de un
Gurú, o por lo menos la clasifica como algo carente de interés personal. Después
de tener ciertas experiencias, y después de que ciertas transformaciones han
tenido lugar, comenzamos a entender por nosotros mismos qué es precisamente
el Gurú. Es muy difícil entender antes de tener alguna experiencia, antes de
experimentar alguna transformación, porque todo es muy teórico sin la
experiencia.
El Gurú posee dos aspectos diferentes. Uno es el personal, el Gurú físico; el otro
es el impersonal, el Gurú todo omnipresente. En este momento, Gurumayi es el
57
Gurú físico; antes de ella, lo fue Baba. El Gurú externo es como un punto focal
físico. El Gurú universal aparece en este mundo para liberarnos de este mundo.
En lo externo, nos relacionamos con el Gurú como si fuera una persona, pero en
lo interno tenemos el entendimiento de relacionarnos con una fuerza universal,
con el Gurú impersonal. Es mucho más fácil relacionarse con una persona que
con un principio cósmico. Sin embargo, el Gurú no es en realidad una persona
determinada. El Gurú es un principio cósmico. El Gurú es el poder que otorga la
gracia de Dios. El Gurú es la Shakti.
Nuestra verdadera relación es con el principio sin forma del Gurú, que existe en
un nivel sutil. El Principio del Gurú es el poder del Ser, que despierta, expande
y edifica. Nos equivocamos si creemos que el Gurú es una persona determinada,
o un cuerpo o una personalidad. Podemos concebir el Gurú físico como la
encarnación del Principio del Gurú. Si entendemos que nos relacionamos con
Dios al relacionarnos con el Gurú, entonces entendemos perfectamente la
relación.
Si pudiéramos tener una idea del poder de la Shakti, podríamos percibir la
Verdad mucho más rápido. Puesto que no entendemos cabalmente la realidad de
la omnipotencia, solemos limitar lo que pensamos que la Shakti es capaz de
hacer. Sin embargo, la Shakti no está en modo alguno limitada por nada ni por
nadie. Es el poder de Dios, el poder del Ser, el principio dinámico del universo.
Todo el movimiento, todo el cambio sucede debido al poder de la Shakti.
¿Pensamos haber encontrado Siddha Yoga gracias a nuestros propios esfuerzos?
La Shakti nos encarriló en esto. ¿Creemos leer esta lección por accidente o
coincidencia? Ni por asomo. La Shakti creó esta situación en nuestra vida.
¿Creemos hacer nuestra propia sádhana? La Shakti la está haciendo. La Shakti la
hace. La Shakti lo hace todo. Cuando entendemos esto perfectamente,
trascendemos el ego.
Ya estamos en las manos de la Shakti, la energía divina. La gracia ha entrado en
nuestra vida. De otro modo, no sería posible que supiéramos de Gurumayi. Ni
siquiera estaríamos leyendo esta lección. Por alguna razón muy profunda,
Gurumayi ha entrado a nuestra vida. No importa si la conocemos físicamente o
no; muchas personas, a estas alturas del curso, todavía no conocen al Gurú
físico. Sin embargo, ella no está limitada por el cuerpo físico. El Gurú es la
Shakti.
Baba solía decir: La Shakti no tiene tres o cuatro centímetros de largo, la
Shakti es omnipresente.
La Shakti permanece activa una vez que es despertada, y nos guía de continuo
desde el interior a través de un proceso mágico y fascinante. La Shakti comienza
a llenar nuestra vida diaria. Se vale de nuestras circunstancias diarias y de
58
nuestras relaciones con otras personas para llegar hasta nosotros y enseñarnos, y
para provocar que experimentemos lo que se necesite. No importa dónde
estemos, no importa cuáles puedan ser las circunstancias de nuestra vida, nada
puede impedir que la Shakti llegue hasta nosotros. Todo es cuestión de ser
receptivos y capaces de abrirnos.
Puede ser que seas un principiante y apenas estés probando qué es Siddha Yoga,
qué es el curso para ver qué te parece. Sin embargo, muchos de nosotros nunca
hemos aceptado ni rechazado Siddha Yoga. Nunca elegimos conscientemente un
sendero en especial, o incluso tener un Gurú. Todo esto se dio por sí sólo, llegó
a nuestras vidas en forma del todo natural, y permanece. El proceso es
misterioso e inexplicable. Si estamos preparados, la Shakti nos guiará, creamos
en ella o no. Algo en nuestro interior nos guió para empezar las lecciones (o
algo en el interior de alguien más lo guió a enviarnos como regalo estas
lecciones). Y algo en nuestro interior nos guiará a dar el siguiente paso correcto,
cualquiera que pueda ser.
En Siddha Yoga no hay dogmas, nada en qué creer. Siddha Yoga es el proceso
que nos lleva al reconocimiento de la Verdad. La médula del sendero es nuestra
propia experiencia. A menudo la gente siente que algo mágico está empezando a
suceder, como si entrara a un reino antes desconocido, pleno de nuevas y
asombrosas posibilidades. No hay nada que aceptar por fe, ninguna creencia con
la cual estar de acuerdo. La única validez reside en nuestra propia experiencia.
El Ser es nuestra propia conciencia interior. Es quien conoce todas las cosas,
quien comprende lo que comprendemos y quien ve lo que vemos. Nada lo afecta
jamás. No hay variación ni desviación en su grado de conciencia. Está
consciente del estado de la vigilia, del estado del sueño y del estado de sueño
profundo. El Ser nos informa que dormimos profundamente. ¿De qué otro modo
podríamos saberlo? Y la sensación del Ser es el amor.
No importa qué tanto yoga practiquemos, no importa qué tan espirituales
pensemos que somos, no importa cuánto conocimiento hayamos acumulado, no
importa cuántas técnicas y rituales hayamos practicado durante años sin fin;
todo es inútil y superficial si el amor interior no se ha despertado dentro de
nosotros. Hay muchos "yoguis" cuyo corazón aún está cerrado; hay muchas
personas "espirituales" quienes no pierden ni un instante para juzgar, criticar y
condenar. En tanto una persona encuentre imperfecciones, en tanto se fije sólo
en lo que va mal en el mundo, en los demás o en sí mismo, no podrá
experimentar el amor interior. El amor interior es incondicional y lo abarca todo.
No existe la espiritualidad sin el amor. Sin amor, todo es un teatro, una
faramalla.
Es el poder del Gurú -la Shakti- el que despierta y nutre el amor dentro de
nosotros. Puesto que el amor es la naturaleza propia del Gurú, todo lo que ella
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hace y dice nos conduce hacia ese amor en nuestro interior. Puesto que ella es la
personificación del Ser, nuestra relación con ella nos lleva hacia la experiencia
del Ser interior.
Para aquellos de nosotros que pasamos tiempo con Gurumayi de vez en cuando,
es bueno entenderlo que está ocurriendo. Lo que ella hace o dice externamente
no es la esencia del asunto. Algo está siendo transmitido y transformado en
forma sutil, interiormente. Puede hablarnos sobre Dios, puede hacernos alguna
broma, puede parecer interesada en las cosas más mundanas o puede ignorarnos
completamente. Realmente no importa lo que parece estar sucediendo. No es
que la Shakti se exprese a sí misma a través del Gurú de vez en cuando; la
Shakti es el Gurú. Todo lo que ella hace o dice tiene la misma Shakti.
Cada uno de nosotros tiene que estar alerta y consciente para reconocer cómo se
manifiesta la relación con el Gurú en nuestra vida. Será muy diferente para cada
persona. Tampoco es probable que sea como la deseamos o la anticipamos. Al
estar mucho más allá de la mente, el Principio del Gurú suele romper todos
nuestros conceptos y creencias acerca de cómo deberían ser las cosas; hace todo
lo que sea necesario para liberarnos de nuestras formas de pensar rígidas y
limitadas.
El Gurú nunca es predecible. Es probable que nos sacuda, que nos escandalice,
para sacarnos de nuestros patrones ordinarios de experiencia. También puede
funcionar como un espejo, devolviéndonos el reflejo de nuestros estados de
ánimo, actitudes y creencias acerca de nosotros mismos. Es muy importante
comprender esta cualidad reflejante del Gurú, de otro modo muchas cosas se
entenderán mal.
Al Gurú no le interesa lo que pensemos de ella, o si estamos de acuerdo con sus
palabras y sus acciones. A un Gurú verdadero jamás le interesa atraer más y más
discípulos. Baba siempre decía que tuviéramos cuidado con los llamados
"gurús" que complacen a sus discípulos y hacen fácil la sádhana. Más bien, el
Gurú verdadero podrá hacer difícil el estar cerca de ella. De esta forma, sólo se
quedarán los que sean sinceros. El móvil del Gurú es liberarnos; no desea nada
más de nosotros, no nos juzga. El Gurú ve la divinidad en nuestro interior. Todo
lo que desea es que reconozcamos esta divinidad dentro de nosotros mismos.
Para comprender de verdad al Gurú, debemos desarrollar la capacidad de ver
más allá de las apariencias, más allá del comportamiento externo y más allá del
drama exterior. El Gurú hace que sucedan muchas cosas que no son lo que
parecen ser, pero que son muy efectivas para liberarnos.
Una de las cosas fundamentales que hay que entender tan pronto como sea
posible es que no todo es lo que parece ser. Muchas cosas pasan cerca del Gurú,
o en los centros y áshrams, pero estas cosas externas no son lo principal, no son
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la esencia del sendero. Gran parte de lo que ocurre en el exterior sirve para
entretener a la mente, es un drama fascinante para hacer más intenso nuestro
involucramiento. Algunas cosas sirven sólo para probarnos. Otras existen sólo
para enseñarnos a trascenderlas, o para que no nos afecten. Algunas personas
quedan atrapadas en estas cosas, en todas estas apariencias, durante años, antes
de poder verlas como son. Si desarrollamos pronto esta conciencia, nos ahorrará
después mucho tiempo, problemas y confusión.
A medida que progresamos, nos volvemos más sencillos y más humildes. En la
vida común y corriente, la gente suele actuar como si supiera más de lo que en
realidad sabe. Le encanta impresionar a los demás con sus conocimientos y
entendimiento, ya sea que los tenga o no. A medida que uno comienza a adquirir
el conocimiento verdadero, suele ocultarlo y comportarse como si en realidad
supiera menos de lo que sabe. Esa persona podrá parecer muy ingenua, y nunca
exhibirá que lo percibe todo. Por lo tanto, sé humilde; deja ir cualquier orgullo
por tu conocimiento o logro.
Quien conoce y experimenta la verdad, lo oculta. No anda por ahí jactándose de
ser un gran conocedor de la Verdad. Vive humildemente, y su estado, o su
conocimiento de la Verdad, se expresa a través de sus palabras o acciones, a
través de su vida misma. Sin embargo, nunca trata de impresionar a otros con su
logro.
Contempla estas enseñanzas en tu meditación y relee la lección tan seguido
como puedas antes de que llegue la siguiente.
Con amor,
61
LECCIÓN 7
Querido amigo:
En los dieciocho años que llevo escribiendo este curso, he observado que
transcurso un tiempo antes de que tengamos una comprensión real acerca de lo
que es el Gurú, de lo que el Gurú nos otorga y de lo que transforma en nosotros.
En los primeros años de este curso, se mencionaba muy poco al Gurú en las
primeras lecciones. En aquel tiempo, la gran mayoría de los que comenzaban
nunca se habían encontrado con el Gurú. Simplemente oyeron decir a alguien
que había este curso que enseñaba la verdad del Ser y tenía el poder de
transformar la vida de las personas que lo tomaban. De este modo, muchos
recibieron las lecciones para aprender las enseñanzas, pero sin tener ninguna
intención de relacionarse con un Gurú.
En realidad, no hay diferencia entre el Gurú y las enseñanzas del Gurú. Si
practicamos las enseñanzas, somos devotos, lo comprendamos o no. Si no las
practicamos, aunque pensemos que somos verdaderos devotos, sólo estamos
viviendo nuestra propia fantasía.
El hecho de que yo esté escribiendo un curso que tiene que ver algo con un Gurú
es, en sí mismo, fascinante para mí. Antes de conocer a Baba en 1974 en verdad
yo no quería tener nada que ver con gurús. Me parecía en mucho como si
estuviera entregando mi vida a otro. Había meditado y practicado diversos yogas
durante muchos años, y había estudiado con muchos maestros. Al vivir en la
ciudad de Nueva York, tenía una gran variedad de estilos de vida espiritual de
donde escoger. Durante un tiempo practiqué todo simultáneamente, figurándome
que al estar involucrado en más senderos, lograría un mayor progreso. Me elevé
a las alturas de la promiscuidad espiritual.
Empecé a publicar en varias revistas artículos acerca del yoga y la meditación, y
sobre el poder creativo del pensamiento. Mi meditación era buena. Mi
entendimiento parecía claro. No sabía qué necesitaba de un Gurú. No quería ser
un seguidor de alguien. Me gustaba ser independiente.
Sabía acerca de shaktipat -el despertar espontáneo de la Kundalini-, y había oído
acerca de Baba; así que cuando vi que venía a Nueva York, pensé que iría a que
me despertara la Kundalini para luego continuar con mi vida. Pensaba que mi
sádhana iba tan bien por sí misma que lo único que necesitaba era recibir
shaktipat y eso sería suficiente.
Cuando al principio fui al áshram provisional en Manhattan pensé que todo era
un poco excesivo. Que hubiera fotografías del Gurú por todas partes parecía
llevar el asunto demasiado lejos. Me sentí incómodo al instante. He admirado
siempre a aquellos que dicen que cuando asistieron al áshram por primera vez
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no importarle lo que los demás pensaran de él sería poco; en realidad, era como
si se hubiera olvidado totalmente de todos, aunque por otro lado, parecía muy
alerta y consciente de cada pequeño detalle.
Durante años estuve fascinado con estas dos facetas aparentes de Baba. En
cierto sentido, parecía saberlo todo, estar un paso adelante de todos; y en otro
sentido, parecía totalmente ingenuo e inocente. Por un lado, era como un niño y,
por otro, era como un abuelo cósmico.
Al fui me llamaron para que me sentara enfrente de Baba. Cuando lo miré a los
ojos, lo primero que me impresionó fue que él me dejó ir tan profundo dentro de
ellos como yo deseaba. No había ninguna barrera, ni la más mínima señal de
inhibición. Con otros, sucedía que al mirarlos a los ojos siempre parecía haber
un punto en el que surgía cierto distanciamiento, más allá del cual no podías
penetrar: un velo de inhibición. Con Baba, miré tan profundo en el interior de
sus ojos que tuve la sensación de estar "saliendo por el otro lado", donde parecía
estar literalmente viendo dentro de mí mismo o contemplándome en un espejo
perfecto.
Ésta fue mi primera experiencia del aspecto "reflejante" del Gurú. Se trata de
una cualidad del Gurú que es útil comprender; de otro modo, se podría
malinterpretar. En virtud de que el Gurú no tiene ego, ya que no hay nadie allí
dentro en el sentido común, nuestros propios estados de ánimo, sentimientos,
pensamientos y actitudes se nos reflejan a través de él. Un ejemplo común e
importante de lo anterior es que si tenemos poca estima por nosotros mismos,
esto se puede reflejar en el modo en que el Gurú nos habla o trata, en tanto que
si tenemos el debido respeto por nosotros mismos, puede parecer que al Gurú le
agradamos y nos respeta.
Puesto que el Gurú se relaciona con cada persona de acuerdo con sus
necesidades, puede parecer totalmente distinta con cada persona que llega hasta
ella. Es fascinante observar a Gurumayi, durante el darshan, mientras da la
bienvenida a una persona después de otra. Su expresión completa y su
sentimiento pueden cambiar totalmente según se adelanta cada persona. Ella
responde a algo muy profundo dentro de nosotros, y esa respuesta es única para
cada individuo. Ella nos da a cada uno lo que necesitamos, en el momento en
que lo necesitamos, sea que sepamos que lo necesitamos o no.
De cualquier modo, lo siguiente que recuerdo acerca de este primer darshan con
Baba fue una voz en mi cabeza que decía claramente: "¡No te concentres en su
cuerpo físico ¡Pon atención a lo que está sucediendo en tu interior. Era como si
la primera enseñanza interior de Baba para mí, fuera que el Gurú no es el
cuerpo, sino una fuerza cósmica que fluye a través de éste. La forma y la
personalidad del Gurú físico sólo son instrumentos de esta energía divina. Sentí
mucha energía que me llegaba desde Baba, pero había una sensación definitiva
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de que su cuerpo no era la fuente verdadera, sino sólo una especie de estación
transmisora cósmica.
No había pensado por adelantado qué quería preguntarle, pero abruptamente le
solté lo siguiente: "¿Cómo puedo estar consciente por completo de Dios todo el
tiempo, en cada minuto de cada día?"
Baba contestó: ¿Por qué deseas algo que no tienes todavía? Si consigues algo
que todavía no tienes puedes perderlo también. Haz efectivo aquello que
siempre has tenido, que no se puede perder nunca ni te pueden quitar y tendrás
la conciencia de Dios todo el tiempo.
No era esa la clase de respuesta que yo esperaba. Desde entonces he visto que el
Gurú difícilmente da los tipos de respuesta que esperamos; pero, por otro lado,
la función del Gurú no consiste en satisfacer nuestras expectativas. Las
respuestas del Gurú a mis preguntas siempre cambian algo en mí, siempre me
dan una nueva perspectiva.
La simplicidad aparente de las palabras del Gurú puede, con frecuencia,
despistarnos. Debemos aprender a escuchar profundamente, incluso cuando ella
parece estar hablando acerca de las cosas más mundanas. No es que el Gurú
vaya a realizar grandes esfuerzos para satisfacer nuestra mente. En lugar de eso,
ella se dirige a nuestros malentendidos básicos y responde de manera que nos
eleva a un nivel completamente nuevo de ver las cosas, si somos lo
suficientemente receptivos como para sintonizarnos.
También he observado que rara vez comprendemos el verdadero significado o
impacto de las palabras del Gurú en nosotros hasta mucho después, en
retrospectiva. Muchas cosas ni siquiera parecen en ese momento relevantes, y
meses o incluso años después vemos que era una de las cosas más importantes
que necesitábamos escuchar. Al tener la ventaja de la visión de la eternidad, el
Gurú tiene un marco de tiempo más amplio que nosotros y nos da aquello que
necesitaremos durante el resto de nuestra vida. Muchas veces he recordado algo
que Gurumayi en alguna ocasión me dijo y he pensado: "¡Ah! ¡Eso es lo que
quiso decir! ¡Por eso ella dijo tal cosa!".
Al final de este darshan, Baba se levantó y abandonó la habitación y los demás
lo seguimos. Fuera del cuarto vi a Baba, parado, mirándonos, y cuando estuve a
su alcance, me tomó del brazo. Sujetándome con firmeza, empezó a hablar en
hindi. Pensé que tal vez me estaba contando algunos buenos chistes, porque
estaba riendo, sus ojos chispeaban y parecía estar disfrutando de sí mismo
inmensamente.
No entendí ni una sola palabra y sólo asentía cortésmente y sonreía, tratando de
permanecer sereno. Un sentimiento muy agradable parecía penetrarme a través
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de sus manos y desde sus ojos. Por último Baba me dijo: "Deberías ir al próximo
Intensivo". Consideré esto como una indirecta sutil.
Tomé el siguiente Intensivo y el siguiente y el siguiente. En ese momento no
podía comprender por qué hacía eso. En el segundo Intensivo, Baba me dijo que
debía administrar un centro para él. Ahora bien, recuerda que yo sólo iba a
recibir mi shaktipat y volver a casa. Por ningún motivo quería administrar un
centro. Sin embargo, le dije que llevaría a cabo esta tarea, y así lo hice durante
más de tres años.
Sería demasiado intentar explicar en una sola lección cómo cambió mi vida.
Desde el principio, algo comenzó a transformarse muy dentro de mí y después
los cambios comenzaron a manifestarse también exteriormente. Empecé a ver,
experimentar y sentir las cosas de diferente manera. En el principio no tenía
nada que ver con un cambio de ideas o creencias. No sucedió en ese nivel, para
nada.
Cerca de un año antes de que yo conociera a Baba, una revista había comprado
un artículo escrito por mí, titulado "Como piensas, eres". Este artículo no se
imprimió sino hasta seis meses después de haber conocido a Baba. Recibí
muchas cartas de gente quien me pedía que escribiera un curso por
correspondencia sobre ese tema, así que comencé a escribir un curso sobre el
poder del pensamiento creador.
Aunque ni Baba ni Siddha Yoga eran mencionados en las primeras lecciones, el
grupo original de estudiantes comenzó a escribir preguntas como: "Cuando leo
mi nueva lección, experimento una sensación de hormigueo que asciende por mi
columna y siento que mi cabeza se llena de luz. ¿Qué está sucediendo?" Me di
cuenta de que no se trataba de mi curso. Obviamente, la energía de Baba llegaba
a través de las lecciones de una forma muy poderosa. Entonces, empecé a
explicar acerca del Gurú, shaktipat y las kriyas. Fue así como el curso se
convirtió gradualmente en un curso sobre Siddha Yoga.
Así es que, para mí, no es sólo teoría decir que la vida de uno cambia después de
conocer al Gurú. Un año después de conocer a Baba, todo era distinto en mi
vida. Ya no era, literalmente, la misma persona. Era como si me hubiera salido
de una encarnación para entrar en otra. De hecho, a lo largo de los años, eso
parece haberme sucedido varias veces.
Sin desear un Gurú, sin creer que necesitaba un Gurú, sin tener ninguna fe, aun
así, mi vida se transformó. La Shakti realizó su trabajo con muy poca ayuda de
mi parte. Comprendí el poder del Gurú sólo debido a lo que, en verdad, me
sucedió, y a pesar de todas mis dudas y resistencias. Por eso es que se te pide
que te concentres en lo que de hecho, te está sucediendo. No hay que creer nada
ciegamente, no hay que aceptar nada como dogma de fe. Tu propia experiencia y
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tu propia transformación son las únicas pruebas que necesitas. Se ha dicho: "Tú
no haces Siddha Yoga; Sidha Yoga te hace a ti". Una vez que el Gurú despierta
tu Shakti, la ShakTi interior guía tu sádhana desde dentro. La Shakti despierta
atraerá a tu vida cualesquiera condiciones y experiencias y que sean necesarias
para que avances en tu sádhana tan rápido como sea posible. Muchas cosas que
podría parecer que suceden por coincidencia o casualidad, de hecho suceden
debido al trabajo de la Shakti.
Cualquier información o consejo que necesites te llegará por los medios más
inesperados. Algunas personas pueden presentarse en tu vida y tú ser atraído
hacia determinadas relaciones, todo debido al proceso por el que la Shakti te
está conduciendo. Ciertas experiencias son necesarias para alcanzar
entendimiento y fuerza y para eliminar el karma, lo cual será analizado con
profundidad en las lecciones futuras. Podemos pensar que estos son
acontecimientos o relaciones comunes; sin embargo, una vez despierta la Shakti,
trabaja incesantemente para traer a nuestra vida lo que necesitamos con
exactitud, sea que pensemos que lo necesitamos o no.
Siddha Yoga no es un sistema rígido que se le impone a toda la gente del mismo
modo. Siddha Yoga es un yoga personalizado, hecho a la medida. Es
completamente distinto y único para cada individuo. No he sabido nunca de dos
personas cuya sádhana se haya desarrollado exactamente de la misma forma. La
sádhana de cada persona está determinada por su propio karma, por sus propios
samskaras, su propio temperamento, sus propias necesidades; es guiada
enteramente por la Shakti interior y no de acuerdo con reglas o prácticas
externas.
Por esta razón hay muy diferentes tipos de personas en Siddha Yoga. Nadie está
excluido. No hay ningún tipo de persona que no pueda caber en Siddha Yoga si
tiene un deseo sincero de conocer al Ser. Todos realizan su sádhana en su propio
nivel y a su manera. No tenemos que adecuarnos a ningún dogma, no tenemos
que amoldarnos a los estándares de ningún grupo.
He viajado a muchos lugares con Gurumayi, y he visitado muchas otras partes
mientras doy talleres, y algo que he visto es que somos un grupo heterogéneo.
Gente que lleva todos los estilos de vida forma parte de Siddha Yoga. Si se
pudiera reunir a toda la gente que participa en Siddha Yoga en el mismo lugar al
mismo tiempo, verías una variedad increíble.
Algunos parecen muy yóguicos; otros, muy mundanos. A algunos les gusta
permanecer en los áshrams; otros prefieren vivir en el mundo como gente común
en apariencia. Muchas de estas personas aparentemente comunes pueden ver el
juego de la Conciencia en las situaciones y en los que los rodean. Nadie
adivinaría jamás el estado interior de cierta gente por su apariencia o
comportamiento o estilo de vida.
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nuestro propio ritmo, en la forma que sintamos más cómoda y de esta manera
aprendemos acerca de nosotros mismos lo que el Gurú supo siempre.
Una de las cosas más fascinantes acerca de la Shakti, por lo menos al principio,
es su cualidad de contagiosa. No se trata sólo de algo teórico en lo que creemos.
Cuando la Shakti comienza a trabajar fuertemente dentro de nosotros y
empezamos a entrar en sintonía y a alinearnos con ella, a otros comienza a
afectarles la Shakti mediante su relación o contacto con nosotros. No lleva
mucho tiempo notar esto. Verás que las personas que han trabajado durante
mucho tiempo con el Gurú parece que "tienen mucha Shakti", y a medida que
absorbes más y más Shakti dentro de ti, notarás que los demás experimentan la
Shakti a tu alrededor, incluso si no reconocen conscientemente qué es lo que
están experimentando. Pueden simplemente sentirse bien al estar cerca de ti o
comenzar a reír sin razón aparente.
En virtud de que la Shakti trabaja tan fuertemente a través de los discípulos del
Gurú, nuestras sádhanas se benefician al trabajar juntos, en grupos. Asistimos a
áshrams y centros y participamos en Intensivos y talleres porque trabajar juntos
de estas maneras intensifica nuestra experiencia de la Shakti. Hacer seva juntos
es una práctica muy poderosa. Cuando los devotos del Gurú se reúnen con
cualquier propósito común, la presencia sutil del Gurú se vuelve muy real y
poderosa. El Gurú se manifiesta en aquellos que tienen amor y devoción hacia
ella.
En última instancia, trabajar con otros nos ayuda a quitar nuestra atención de los
además" por completo. Finalmente llegamos al punto en que quedamos absortos
en el Ser interior. En este momento vemos y nos relacionamos con el Ser en
todos los demás, incluso mientras exteriormente nos comportamos de modo
normal. No se trata de, que, si vemos al Ser en todas partes, vayamos a caminar
en trance sin distinguir a una persona de otra. Gurumayi parece no tener ningún
problema en saber quién es quién. Simplemente vemos el mismo Ser en todos, al
mismo tiempo, y nuestro estado interior no cambia, sea que otros lleguen o se
vayan.
Baba dijo una vez: Existen dos cosas que preparan a un buscador para el
infierno. La primera es su sentido de importancia personal y la segunda es su
necesidad de que los demás tengan una buena opinión de él. Con el paso de los
años, he encontrado que ésta fue una de las afirmaciones más profundas y
provechosas que hizo Baba alguna vez. Es bueno reflexionar en ella y
contemplarla de vez en cuando.
En cierta forma, un buen modo de ver qué tan lejos has llegado en tu sádhana es
ver qué tan consciente eres de los demás. Este es uno de los pocos barómetros
verdaderos con que contamos para medir nuestro grado de avance. ¿Qué tanto te
importa lo que los demás hacen o piensan? ¿Qué tanto te interesa cómo te ven?
69
¿Qué tan consciente eres de ser "lo visto"? Las escrituras dicen que siempre
somos el observador, nunca lo observado. Nos convertimos en lo observado sólo
al estar más conscientes de otra gente que del Ser interior.
A medida que tu atención se aleje de los demás, te volverás más ligero, libre,
cálido, más compasivo y más amoroso. Jugarás el juego de ser esta persona, sin
tomarte tan en serio, sin involucrarte tanto, sin identificarte con nada de lo que
sucede. Verás tu vida como un juego, como una película y nada de eso te
afectará interiormente. Permanecerás centrado en el amor interior y verás a tu
propio Ser en todas partes y en todos.
Gurumayi una vez dijo: Mirar hacia dentro trae consigo ese gozo. Cuando nos
sentimos verdaderamente cansados, nos sentamos y cerramos los ojos. Entonces
nos sentimos bien. Es entonces cuando algo brota y nos hace comprender lo que
somos. Todos los santos, todos los conocedores de la Verdad, dicen: "Una vida
humana es lo más precioso. Si quieres lograr algo, lógralo precisamente en esta
vida, precisamente en este cuerpo."
Todas las escrituras, todas las filosofías nos dicen: "¡Despierta! ¡Por lo menos
ahora, despierta!" Ve tu propia realidad, porque todos nosotros estamos
viviendo en nuestro propio mundo. Has creado tu propio mundo de acuerdo con
tus propios conceptos. De acuerdo con mis conceptos, he creado mi propio
mundo. El mundo es como tú lo ves.
Existe un gran texto llamado el Yoga Vasishtha. En este texto, el sabio
Vasishtha instruye al Señor Rama. El sabio dice: "El cielo, la tierra, el aire y el
espacio, las montañas y los ríos, todos son partes de la mente. Sólo parece que
están fuera. No pienses que el mundo existe fuera. El mundo de fuera es sólo un
reflejo de tu mente. La apariencia del mundo no es otra cosa que el juego de la
mente; y la mente no es otra cosa que el juego del omnipotente e infinito Ser.
Por medio de nuestra mente, creamos un mundo. De cualquier modo, el gran
Ser, Dios, por medio de su mente, ha creado este universo entero."
Un santo vive de una manera muy sencilla. No complica las cosas. La vida es
realmente muy sencilla, nosotros la complicamos. Nuestra vida depende de la
opinión de alguien más, de la idea de alguien más, del pensamiento de alguien
más. Aunque tenemos nuestro propio mundo, en ese mismo mundo nos hemos
asegurado de darle espacio a esas personas, para que dijeran lo que quisieran,
y nosotros hemos sufrido en consecuencia o nos hemos sentido felices en
consecuencia. Por eso es que vemos hacia dentro; por eso tratamos de
descubrir a nuestro propio Ser.
En el Vivekachudamani se dice: "En los sueños, cuando no hay un contacto
presente con el mundo externo, la mente sola crea todo el universo del que
70
LECCIÓN 8
Querido amigo:
Siddha Yoga no es tanto un proceso de aprendizaje ni de adquisición intelectual,
sino una expansión de nuestro sentir. Gurumayi siempre nos habla sobre nuestro
"sentimiento"; nos dice que lo que una persona experimenta en la vida es
básicamente su propio sentimiento. En la medida en que progresamos en Siddha
Yoga, poco a poco empezamos a sentirnos mejor, más ligeros, más felices, más
libres, más en paz, más amorosos, más contentos y realizados. Nuestro progreso
se mide, no por lo que "sabemos" sino por cómo nos sentimos.
Muchos estudiantes han comentado que se "sienten bien" al leer las lecciones.
Uno de ellos escribió: "Casi nunca comprendo de qué trata la lección, pero me
siento tan bien al leerla, que de todos modos la leo una y otra vez". Otro
escribió: "Una de las primeras cosas que me impresionaron acerca de las
lecciones fue que experimentaba inexplicables sacudidas de euforia y de
profunda alegría mientras las leía. Y no parece haber ninguna razón que
explique esto. ¿Cómo sucede?". Bueno, ese sentimiento está conectado con la
Shakti. La Shakti nos hace sentir bien, no hay duda, y de hecho, nada nos hace
sentir mejor.
Después de recibir shaktipat, por lo general uno se siente mejor y más en paz
consigo mismo, no importa lo que estemos haciendo. Por lo común pasarla bien
depende de dónde estamos, qué estabamos haciendo o con quién estamos. En la
vida cotidiana, si no estamos en algún lugar especial, si no estamos haciendo
algo especial o si no estamos con alguien especial, ¿cómo podemos estarla
pasando bien? Tenemos que esperar hasta que suceda algo especial. Así que por
no conocer al Ser, porque tenemos lo que Baba solía llamar "pobreza de Shakti",
no resulta fácil estar perfectamente felices y contentos sólo con lo que somos,
dondequiera que estemos, haciendo lo que sea y estemos con quien estemos.
Cuando se ha despertado la Shakti y cuando el despertar está nutrido por alguna
forma de relación con el principio del Gurú, uno comienza a vislumbrar la
verdadera naturaleza de su propio Ser, lo cual significa que podemos sentirnos
en extremo dichosos sin ninguna razón aparente. Puede surgir una euforia muy
natural desde dentro, incluso mientras participamos en las actividades
mundanas. Mucha gente de hecho se sorprende al saber que puede experimentar
felicidad sin ninguna razón. La naturaleza del Ser es dicha suprema, y de esta
dicha interior se originan todas las formas de felicidad y alegría.
Baba dijo una vez: En ocasiones me topaba con grandes seres y ellos reían y
reían. Me preguntaba: ¿No se cansarán de reír? Ahora comprendo que su dicha
siempre es nueva. Sienten dicha y ríen; luego, en el momento siguiente, sienten
72
una nueva forma de dicha y tienen que reír de nuevo. Porque su dicha siempre
es nueva, tienen que seguirse riendo. Así que la dicha del Ser siempre es nueva.
Después de recibir Shaktipat, después de entrar en contacto con la Shakti de un
gran Siddha, el sentimiento interior comienza a expandirse y a volverse más
ligero. No necesitamos beber nada, no necesitamos tomar nada ni fumar nada.
La sensación de bienestar surge naturalmente porque la Shakti es la fuente de
todos los buenos sentimientos. Independientemente de los medios que
utilicemos para estimular los buenos sentimientos en la vida cotidiana, ocurren
solamente debido a la Shakti. Por esta razón hacemos sádhana, para estar en
contacto con la fuente.
No sólo nos sentimos mejor con nosotros mismos, sino que otras personas se
sienten mejor cerca de nosotros también. La Shakti es muy contagiosa y cuando
está trabajando dentro de una persona, los que están a su alrededor pueden
sentirla. Se sienten atraídos hacia ella y se sienten a gusto en su cercanía, sin
que entiendan por qué. Simplemente disfrutan su compañía, sin que haga nada
en particular por entretenerlos o impresionarlos. Se sienten ligeros y se ríen con
facilidad. Una vez que nos sintonizamos y nos alineamos con la Shakti del Gurú,
esa Shakti se irradia a través nuestro, afectando a los que nos rodean, sin
importar que se den cuenta de ella o no.
Si alguna vez has estado cerca de Gurumayi, de seguro has experimentado lo
bien que se siente estar en su presencia. Resulta obvio que la Shakti la llena por
completo e irradia de ella como la luz y el calor del sol, sin que importe lo que
está haciendo. Gurumayi puede simplemente conversar con alguien,
casualmente, y puedes sentir la intensa aura de Shakti a su alrededor. Puede
pasar a tu lado, y no podrás dejar de notar la energía de la Shakti que la
acompaña.
Es importante comprender que la Shakti no es algo teórico que exponemos
filosóficamente. Podemos comentar sobre ella de manera filosófica de vez en
cuando, para comprenderla a nivel intelectual, pero lo más importante acerca de
la Shakti es que puede sentirse, puede experimentarse en forma muy vivida. La
validez de Siddha Yoga radica en la realidad de la Shakti. De no ser por la
Shakti, no tendría caso hacer lo que estamos haciendo. Debido a la Shakti,
cualquier cosa por la que pasemos valdrá la pena. Y con frecuencia pasamos por
mucha tapasya , es decir, lo difícil pero benéfico en la sádhana, para fortalecer
nuestra relación interna con la Shakti.
La Shakti se puede comprender en un nivel muy mundano. Todas las formas de
energía, poder o capacidad son diversas manifestaciones de la Shakti. No hay
otro poder separado, ni fuerza distinta de la Shakti. Pero, cuando la Shakti se
filtra a través de nuestros samskaras, se manifiesta de manera distorsionada o
modificada; es una expresión impura. Las expresiones impuras de la Shakti
73
pueden llevar al abuso de poder . Mientras que las expresiones puras, nos llevan
al amor . Por esta razón, era tan fácil amar a Baba y es tan fácil amar a
Gurumayi. Mucha gente nos escribe para contar cómo se enamoraron de ella al
conocerla. La Shakti pura es adorable. Y cuando se manifiesta de lleno a través
de una persona, ella se convierte en la encarnación del Amado primordial.
La Shakti es la energía que crea y sostiene este mundo. No hay nada separado ni
distinto de la Shakti. De otro modo, no tendría poder para existir. Y no estamos
hablando de algo "espiritual". La Shakti no está dividida en "mundana" y
"espiritual". Es simplemente. Es el poder detrás de todo poder, la Energía detrás
de la energía, y la Fuerza detrás de toda fuerza.
Si nos sintonizamos con la Shakti universal, podemos literalmente hacer
cualquier cosa. Tendremos éxito en lo que sea que hagamos. En realidad, ni
siquiera tenemos que hacer algo. Sólo hay que jugar el papel adecuado y la
Shakti lo hará todo. De hecho la Shakti es la que hace todo, desde siempre. Sólo
que nos engañamos creyendo que nosotros, separados y distintos de la Shakti,
hacemos algo por sí solos.
Con la realización de la Verdad más alta, sabremos que nunca existimos como
quien creímos ser. Simplemente somos el Ser que juega un papel, sueña consigo
mismo y supone ser esa persona. Toda actividad sucede por la Shakti. No hay
otra fuerza animadora. Aun el prana es incapaz de existir sin la Shakti. No puede
haber un solo movimiento sin que sea la Shakti quien se mueve. Todo en este
mundo es el juego de la Shakti.
En algún momento, una persona llega al punto en que las manifestaciones
externas de la Shakti ya no le resultan satisfactorias . Sentimos un anhelo natural
por algo en lo profundo, y erróneamente buscamos afuera de nosotros. La
verdadera plenitud llega cuando dirigimos nuestra atención hacia adentro en
lugar de hacia afuera. Nos establecemos en la conciencia constante del Ser
interior, sin que importe en dónde estamos o lo que estamos haciendo. No es
necesario sentarnos con los ojos cerrados para experimentar el Ser El Ser se ha
convertido en todo este mundo. Sólo necesitamos reconocer la Verdad. El
establecernos en la Shakti interior y conocer a nuestro Ser es la esencia de lo
que se conoce como vida espiritual.
Todas las formas de amor y alegría son manifestaciones de la Shakti. Entre más
sintonizados estamos con la Shakti interna, más amor y alegría experimentamos.
La experiencia del Ser no es seca, fría ni distante o insensible, como algunos
pueden suponer. El Ser es cálido y eufórico. Es la máxima embriaguez. Es la
mayor sensación de bienestar.
Cualquier cosa agradable, cualquier forma de placer y felicidad son sólo una
manifestación o modificación de este gozo infinito del Ser. Su gozo no tiene
74
Tenemos dos palabras: Shiva y Shakti . Aunque son lo mismo, son dos aspectos
del Ser. La Shakti se manifiesta como el mundo. La Shakti es el poder detrás de
todas las acciones y se ha convertido en todo. Shiva atestigua la creación de la
Shakti. El aspecto de Dios que llamamos Shiva es El que ve, el Conocedor, El
que percibe. Es el aspecto del Ser que ilumina. Shiva ilumina y percibe todo lo
que existe.
En cierto sentido, todo lo que sucede es la Shakti bailando para el deleite de
Shiva. La Shakti crea este mundo y Shiva se deleita en la creación de Shakti.
Todo es un juego .
Otra forma de decirlo es que Dios manifiesta la creación de este mundo y de las
vidas individuales por su propia dicha. La gente pregunta por qué hace Dios
esto: lo hace para su propio deleite y entretenimiento. Esto le da a mucha gente
una perspectiva acerca de Dios ligeramente distinta de aquella a la que estaban
acostumbrados. No obstante, Shiva y Shakti no son diferentes uno del otro;
nunca están separados; son eternamente Uno.
Baba dijo una vez: En el shivaísmo, constantemente te encuentras con dos
palabras: Shiva y Shakti. No son dos. Shiva no es diferente de Shakti y Shakti no
es otra que Shiva. Así como existen el fuego y su propia luz, de la misma
manera existen Shiva y Shakti. Un mismo Shiva y Shakti habitan en todos y
manejan el universo entero.
La Shakti se ha contraído o involucionado en sí misma para convertirse en la
Kundalini dormida del ser humano . Por esta razón, el ser humano es el
microcosmos del universo entero. La Kundalini anima al cuerpo y se convierte
en la vida tal como la conocemos. Debido a la Kundalini, tenemos el poder de
pensar, sentir y movernos. Literalmente es la única energía o fuerza accesible a
nosotros. Toda la gente depende de la Kundalini para vivir. Sin embargo,
mientras esta energía interna permanezca latente o dormida, la persona
continuará experimentándose a sí misma como un ser humano común.
Puedes decirle a alguien: "No eres sólo la persona que pareces, también eres el
Ser. Tu verdadera naturaleza es la Conciencia eterna". Y esa persona dirá: "Sí,
cómo no. ¿Tú qué sabes?" O: ya lo sé. No importa cómo lo digas, no importa
qué tan lógicamente lo expliques, no importa cuántas veces lo arrastres al
áshram o al centro, no importa cuántas lecciones lo hagas leer, mientras la
Kundalini permanezca dormida, no tendrá la experiencia de todo lo que le dices.
Sólo cuando la Kundalini ha sido despertada y activada, la persona tiene la
capacidad de experimentar su naturaleza real. No importa qué tanto pueda
estudiar, ni cuánto medite, no importa cuántas disciplinas practique, comenzará
verdaderamente en el sendero espiritual sólo cuando se despierte la Kundalini .
Este es el principio de la sádhana en el sentido real .
76
emocional, cuerpo vital, y debido a que tiene el diseño o modelo del cuerpo
físico, también se le ha llamado "cuerpo arquetípico". Este cuerpo sutil es la
matriz o forma a partir de la que se crea el cuerpo físico.
En el cuerpo sutil hay actividades mentales y emociones que afectan al cuerpo
físico. Lo que sentimos y pensamos son actividades de tipo sutil. Los
pensamientos y sentimientos habituales y predominantes se reflejan en el cuerpo
físico de la vida cotidiana. Toda compulsión, tendencia, apego, aversión,
adicción e inhibición de tipo sutil o samskaras, son las semillas del karma. Por
esta razón, la mayor parte de la sádhana ocurre en un nivel sutil. Los efectos
más profundos como resultado de tomar este curso, ocurren en nivel sutil . Más
adelante, desarrollaremos la visión sutil gradual y nos daremos cuenta de que en
el nivel físico, las cosas no siempre son lo que parecen.
Una vez despierta la Kundalini, la Shakti comienza a trabajar en los samskaras o
impresiones mentales contenidas en el cuerpo sutil. Los samskaras contienen
nuestro destino kármico. Básicamente, todo lo que nos sucederá está allí en
forma de semilla. El diseño kármico de nuestra vida entera, incluyendo el
momento en que dejaremos el cuerpo físico -que finaliza otro ciclo de karma-
está dentro del cuerpo sutil. Sin embargo, no estamos atados por el destino. (El
diseño kármico puede cambiar o modificarse según nuestros pensamientos,
acciones y motivos en esta vida y, sobre todo, por la gracia del Gurú. Nuestra
relación con la gracia es la esencia de Siddha Yoga).
Cuando el principio del Gurú activa la Shakti, ésta comienza a limpiar los
samskaras. Ya que el karma de una persona está determinado por sus samskaras,
la Shakti gradualmente va limpiando la pizarra kármica, y los samskaras se
manifiestan como kriyas. Una persona puede tener el karma de muchas
encarnaciones almacenado en ella, pero después de recibir Shaktipat, puede
eliminar todo ese karma en forma de kriyas, hasta quedar libre. Este es un
proceso mágico y fascinante.
El cuerpo sutil contiene los siete chakras o centros vitales de energía, por los
que sube la Kundalini. Existe un canal central de energía que se extiende a
través del cuerpo sutil y los siete chakras, y que es el canal para que la
Kundalini ascienda. Este canal central es la sushumna . A lo largo de la
sushumna se localizan varios tipos de impresiones o samskaras. Cuando la
Shakti asciende por la sushumna purifica todos los samskaras, expulsándolos en
forma de kriyas.
Las kriyas son diversos procesos que tienen lugar en el individuo debido al
trabajo de la Shakti. El entendimiento de qué son las kriyas es básico y esencial
al pasar por este proceso, simplemente porque una persona no comprenderá todo
lo que ocurre en ella y a ella si no sabe qué son las kriyas. La mayoría de las
cosas que nos suceden después de Shaktipat, los enredos y reacciones, y mucho
78
llegado muy lejos en su sádhana cuando sabe por lo menos reconocer todas sus
kriyas como kriyas. Lo que experimentamos como una kriya es una versión
suavizada, fácil y rápida de lo que de otro modo se experimentaría como karma.
Una kriya puede durar unos cuantos días o semanas, mientras que si el samskara
se hubiera manifestado totalmente como karma podría durar años.
Esto es básicamente lo que hay que entender cuando se ha despertado la
Kundalini. Explicaremos todo esto más profundamente en lecciones posteriores
para que nuestro entendimiento sea completo.
Gurumayi dijo una vez: A ese poder se le llama Shakti, la fuerza divina. Es la
Conciencia universal y ha dado lugar a toda esta manifestación. Este poder
existe en todos nosotros. En algunos está adormecido, en otros está despierto.
Mientras esté dormida experimentamos lo atados que estamos, lo terriblemente
limitados que estamos. Pero una vez que ese poder es despertado,
experimentamos la libertad, y la dicha. El poder de la Kundalini se sitúa en la
base de la columna vertebral Cuando se despierta ese poder, se mueve a través
de la nadi sushumna, el nervio central, y llega a la coronilla de la cabeza. De
ahí se esparce por todo el cuerpo. Cuando eso sucede, experimentas una dicha
y una alegría increíbles. Te absorbes totalmente en la belleza de Dios.
Baba decía: "Sólo cuando realizas cosas después del despertar de este poder,
significan realmente algo para ti y para los demás. De otro modo, realizarás
millones de cosas en tu vida, pero no te llevarán a ningún lado, ni llevarán a
nadie más a ningún lado. "Siempre te preguntas: "¿Por qué no logro algún fruto
de lo que hago? ¿Por qué, simplemente, sigo y sigo, sin sentir nada?" Eso
sucede porque no estamos en contacto con la fuente.
Una de las cosas que también suceden cuando recibes shaktipat es que el nudo
del corazón se rompe. Puede ser que empieces a reírte o a llorar o a bailar.
Todo puede suceder cuando se deshace el nudo en el corazón. De modo que al
despertarse la Shakti con gran fuerza, se mueve a través de la nadi sushumna y
choca con el chakra del corazón. Y tu corazón de repente queda abierto de par
en par y experimentas tu propia belleza, tu propio amor y tu propia realidad.
Cuando se despierta este poder, llegas al conocimiento de lo que se trata esta
vida.
La Kundalini despierta elimina la esclavitud de los karmas, las acciones que
realizamos en el pasado. No entendemos cómo nos atan nuestras acciones al
ver, oír o hablar. Ves algo muy hermoso y quedas totalmente hechizado o
escuchas algo increíblemente bello y quedas totalmente encantado y quieres oír
más y más. Nos aferramos a muchas cosas mediante nuestras acciones, pero
cuando recibes la Shakti, te libera del poder limitante de las acciones.
80
Es posible ver, oír y decir algo sin quedar atado por ello. Y este es uno de los
mayores logros: liberarse de la acción de los sentidos. Baba decía que mientras
ese poder interior no haya sido despertado, todo lo que logres se desperdicia,
ya que, a menos de que experimentes la satisfacción perfecta dentro de ti, ¿qué
caso tiene tener todo lo demás? ¿Qué caso tiene sólo complacer a otras
personas?
El despertar del poder interior de la Kundalini, es shaktipat. Es la experiencia
de la Verdad, y en ella hay serenidad total, tranquilidad y paz completas.
Realizamos las prácticas espirituales para llegar a ese estado en el que todo
está quieto. En esa quietud hay movimiento y en el movimiento experimentas la
quietud. Éste es el mayor regalo de Dios, del Gurú.
Recuerda amar y honrar a tu Ser tal como eres, y ver a todos los demás como
reflejos de tu propio Ser. Si tu opinión de ti mismo es negativa, te será muy
difícil experimentar tu divinidad. Dios se expresa a través de ti como tú.
Aprende a honrar a Dios dentro de ti. Y ese mismo Ser, ese Dios, esa Conciencia
existen simultáneamente y de igual manera en todos. Reconoce lo divino en
todas sus manifestaciones. Si practicas ver el Ser en ti y en los demás todo el
tiempo, la calidad de tu vida se transformará.
Por favor, relee la lección 3 junto con ésta.
Con amor,
81
LECCIÓN 9
Querido amigo:
La mente es una de las cosas más importantes que entender. Esto es cierto tanto
desde el punto de vista espiritual como desde el mundano, en el caso de que
todavía veas alguna diferencia entre ambos. Durante largo tiempo mucha gente
insiste en que hay una diferencia entre lo "mundano'' y lo "espiritual". Desde
luego, este, concepto se trasciende con el tiempo, pero puedes ahorrarte mucho
tiempo y dificultades si sencillamente lo abandonas ahora, si es que aún no lo
has hecho.
Para llevar a cabo cualquier cosa, necesitamos la ayuda y la cooperación de la
mente. Si la mente no está centrada y no es disciplinada, no efectuaremos nada
de valor ni en la vida mundana ni en las prácticas espirituales.
En muchos sentidos nuestra sociedad está altamente desarrollada; todo este
avance, todo este progreso tecnológico y de otros tipos, ha surgido del poder
creativo de la mente. Gracias al poder de la mente hemos dominado la
electricidad haciéndola trabajar para nosotros. Piensa cuán diferente sería la
forma de vida si no contáramos con nuestro moderno aprovechamiento de la
electricidad. Ciertamente en algunas cosas este uso puede haber excedido el
buen juicio, pero esto es otro tema.
Tantas cosas que hoy se dan por hecho, hace cien años ni siquiera las
hubiéramos soñado. Estos cambios sucedieron mediante el poder creativo de la
mente. La mente puede hacer cualquier cosa, nos puede llevar a cualquier lugar;
sin embargo, debemos reconocer su poder y dirigirlo conscientemente. De forma
contraria, mediarle su poder, la mente puede ocasionar gran daño, muchos
problemas y perpetuar muchos otros.
Aunque nuestra sociedad ha avanzado en muchos aspectos, hay uno en el que
aún permanecemos sumamente primitivos y es aquél referente a nuestro
conocimiento de la mente. Conocemos la mente menos de lo que la gente
conocía la electricidad hace cien años. Aunque una persona debe usar el poder
de su mente para tener éxito en este mundo, es probable que no tenga
conocimiento alguno acerca de dónde viene ese poder. Por el mismo poder con
el que hoy se funda un imperio, mañana éste puede derrumbarse y
desmoronarse. Vemos que esto sucede todo el tiempo aunque la causa raramente
se especifica. Los encabezados del periódico no dicen: "El imperio del hombre
se derrumba debido a la ignorancia del poder de la mente".
Aunque el mundo occidental parece sumamente avanzado gracias a los
descubrimientos en el campo de la tecnología electrónica, su conocimiento de la
mente es primitivo. Incluso nuestros psicólogos y psiquiatras a menudo tienen
un conocimiento muy limitado de la mente. Sin embargo, los yoguis han
82
conocido el poder de la mente por siglos. Nada nos impide hacer uso de él, salvo
nuestra propia ignorancia. Baba lo decía muchas veces: Ya lo tienes todo; lo que
te falta es saberlo.
La mente crea la experiencia individual del universo o la realidad personal.
Todo lo que percibimos y experimentamos se origina en nuestra mente. Todas
las circunstancias y experiencias que nos afectan en la vida se relacionan con
nuestras creencias y patrones de pensamiento. Nuestras creencias son como un
imán que atrae las circunstancias y experiencias correspondientes a dichas
creencias.
La mente es creativa y crea todo lo que afecta al individuo. Aunque no podamos
cambiar una situación externa siempre podemos elegir cómo seremos afectados
en el interior. Nada nos afecta nunca, excepto nuestra propia mente. Pensamos
que nos afectan las condiciones, las circunstancias o la demás gente, pero esto
es superstición. Es aquí donde nuestro entendimiento es primitivo. El hombre de
las cavernas pensaba que fuerzas externas actuaban sobre él. ¿Cuánto hemos
progresado en realidad al respecto?
Todo se crea de dentro hacia fuera. Sin embargo, comúnmente no lo vemos de
esta manera. Debido a maya, parece que el mundo exterior tiene realidad propia,
cierta existencia independiente separada de nosotros. Es como mirarse en el
espejo y creer que el reflejo corresponde a otra persona. Literalmente, esto es lo
que hacemos en la vida. Examinaremos esto y otros aspectos de maya en
lecciones posteriores. Por ahora tenemos las manos llenas con la mente.
Nuestro mundo interior o mundo subjetivo -que es el reino de la mente- es el
mundo de la causa. Todo lo que nos afecta se origina en el mundo interior. No
hay causas en el mundo exterior, aunque parezca que es así. Todas las
apariencias existen debido al poder de maya, que es muy engañosa. Debido a
maya creemos que lo irreal es real y que lo real es irreal. El mundo exterior, el
mundo objetivo, está compuesto de efectos, reflejos o sombras; lo objetivo es un
reflejo de lo subjetivo. No tiene poder propio. La fuente de poder está dentro de
nosotros.
Cuando éramos bebés, ¿podíamos mirar alrededor e identificar árboles, aves y
casas? ¿Podíamos reconocer un automóvil o una carretera? No, todo esto se nos
identificó, definió y describió cuando la mente era joven y fácilmente
moldeable. Nos dijeron qué era cada cosa y aceptamos todo lo que nos dijeron
sin protestar. Todo lo que aceptamos como verdad, ahora está acumulado en lo
que conocemos como la mente subconsciente, de modo que ahora vemos y
vivimos en el mismo mundo que antes se nos describió.
Es el subconsciente lo que debe "vaciarse" mediante la sádhana para disfrutar de
la verdadera libertad. La mente subconsciente se entiende en el yoga como
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El Yoga Vasishtha dice: "El mundo es como lo ves". Nuestra mente define y
describe todo, así que percibimos y experimentamos las cosas de acuerdo con lo
que la mente piensa. Las cosas que nos desagradan, las cosas de las que nos
quejamos, son nuestras propias creaciones mentales. Las imperfecciones que
vemos en el mundo, lo que está "mal" de los demás, todos los errores que
encontramos en nuestra vida, son creaciones de nuestra propia mente. Cuando
cambiamos nuestra mente lo suficiente, el reflejo del espejo cambiará de
conformidad.
Incluso esta persona que parecemos ser es producto de la mente. Expresamos
hacia el exterior la concepción interior que de nosotros tenemos. La forma de
pensar sobre nosotros mismos determina cómo nos manifestamos como persona
en el mundo. Creamos nuestro propio personaje. La sádhana elimina todos
nuestros malentendidos para que podamos expresarnos como en realidad somos.
Todas las ideas equivocadas sobre nosotros mismos causan muchos problemas y
sufrimiento. Purificar la mente es librarse de todas las ideas falsas, de todas las
tendencias, de todos los samskaras. La única razón por la que hacemos sádhana
es para purificar la mente, para liberarnos de la influencia de los samskaras.
Librarse de los samskaras es ser libre; permanecer influidos por cualquier
samskara es permanecer atado. Así de simple.
Muchas personas en este mundo tienen en común el no pensar elevadamente de
sí mismas. Aunque nos comportemos adecuadamente y parezca que causamos
una buena impresión a los demás, contrariamente tenemos una mala opinión de
nosotros mismos. Por supuesto, los demás reciben de nosotros cierta vibración
que corresponde a la forma en que nos vernos y esa vibración influye en la
forma en que nos ven, más que cualquier cosa que hagamos o digamos. Podemos
engañar a algunas personas por algún tiempo, pero no podemos disimular una
vibración y fundamentalmente los demás reaccionan a nuestra vibración.
Nuestra vibración corresponde a nuestro estado, a nuestro entendimiento interior
del momento.
Por otra parte, a menudo la opinión que otros tienen de nosotros dice más de
ellos que de nosotros. La forma como nos ven no nos afecta, sólo nos afecta la
forma en que pensamos, y es entonces que experimentamos las consecuencias de
nuestra forma de pensar, creyendo que el otro fue quien lo ocasionó. Nos afecta
sólo lo que ocurre en nuestra propia mente. Ninguna otra persona ni ninguna
otra fuerza externa tiene el poder de afectamos si nuestra mente permanece
fuerte. Una mente estable es nuestra máxima posesión. Debemos estabilizar la
mente, para que no se vea perturbada por cualquier cosa que ocurra, ni por cada
palabra que digan los demás. Baba decía que es sumamente importante cultivar
la tolerancia para poder soportar las cosas y vibraciones de este mundo.
85
Supe de una mujer que era tremendamente celosa sin ninguna razón. Iba
caminando con su esposo por la calle y de pronto ella decía: "Te sorprendí
viendo a esa mujer. ¿Qué tiene de fabulosa?" Y él decía: "¿De qué mujer estás
hablando? Yo no vi a ninguna mujer". Él no sabía de qué estaba hablando ella.
Entonces ella decía: "Siempre lo niegas, pero esta vez sí te vi. ¿Cómo puedes
decir que no lo hiciste cuando lo vi con mis propios ojos?" Y esto sucedía una y
otra vez. Ella jamás se dio cuenta de que el mundo era como ella lo veía.
Esta mujer es un buen ejemplo de cómo funciona un samskara. Nos hace ver el
mundo de una forma que no es real. Si vemos algo una y otra vez de
determinada forma y se vuelve un hábito o tendencia, comienza a suceder sin
que lo dirijamos, ni siquiera con nuestro permiso. Una compulsión interior que
habitualmente determina o influye en la forma como percibimos o
experimentamos las cosas es un samskara. Es muy importante comprender los
samskaras. No es sólo una palabra en sánscrito. Si no fuera por los samskaras,
no tendríamos que hacer sádhana. Ya estaríamos expandidos, ya seríamos libres.
El mundo que nos rodea refleja nuestros propios pensamientos. Cualquier cosa
que la mente crea, el pensador la experimenta como realidad. De esta forma
cada uno vive en su propio mundo, un mundo de su propia creación. Este es por
supuesto, el caso de la mujer celosa. Realmente vio mujeres que su esposo no
vio y sobrepuso en esas mujeres un atractivo que su esposo no hubiera siquiera
imaginado. Es así que creamos nuestra propia realidad. Nuestros conceptos y
creencias determinan la forma en que percibimos y experimentamos la realidad
exterior. No es que nuestra mente individual crea la realidad exterior. No
podemos determinar lo que nos sucede, pero sí podemos determinar lo que
sucede en nuestro interior.
Baba dijo una vez: La mente de cada persona crea sus propios asuntos. Cada
persona crea un mundo independiente en su propia mente, y así cada persona
vive en su propia creación. Es la mente la que lo ha creado todo, la que ha
creado el mundo. El mundo existe gracias a la Mente Cósmica. Esta persona
existe gracias a la mente individual. Es muy importante que hagas sádhana
para mantener la mente quieta, para mantener la mente estable, para
mantener la mente pura.
Si miramos a nuestro derredor justo ahora, dondequiera que estemos en este
momento, y pensamos en cuan diferente será ese mismo lugar en sólo cien años,
tendremos una idea de que nuestra realidad actual es sólo un fenómeno pasajero.
Lo que en verdad es real es lo permanente, eterno e inmutable. La clave del
secreto de la vida es descubrir y experimentar Eso que nunca cambia. Dentro de
cien años, Eso será lo mismo. El mismo Perceptor, el mismo Conocedor estará
presente, sólo el escenario será distinto.
86
LECCIÓN 10
Querido amigo:
Espero que hayas puesto en práctica el repasar con regularidad tu lección en
turno hasta recibir la nueva. Recibes dos lecciones cada mes. Puedes leer una
lección las primeras dos semanas y la otra las dos restantes o puedes leerlas
consecutivamente, alternándolas durante todo el mes. Funciona de cualquier
forma.
Lo importante es repasar tu lección en turno tanto como sea posible durante el
tiempo que trabajes en ella, leyendo una o dos páginas o aun uno o dos párrafos,
para volver a conectarte con la experiencia o con el estado a que la lección
alude. De esta manera, de lo que traten las lecciones se volverá real para ti, se
convertirán en tu propia experiencia y no sólo en algo agradable que leer.
Es imposible obtener todo de una lección con sólo una o dos lecturas, aunque la
mente crea que ya "conoce" el contenido. Conocer el contenido no es el punto.
Lo importante es practicar las enseñanzas. La experiencia nos ha enseñado que
la mayoría de la gente no lleva las enseñanzas a la práctica con sólo dos o tres
lecturas. Es fácil olvidar aquello con lo que sólo estamos de "acuerdo", si no lo
aplicamos en nuestra propia vida.
Hay gente que lee toda su lección en turno cada día. A menos que te sientas de
manera natural inclinado a hacerlo, como ellos, no tienes que sentir que debes
llevar las cosas a ese extremo. El método más efectivo consiste en volver a la
lección en turno por lo menos una vez al día, aunque sea para leer una o dos
páginas, hasta que la hayas terminado; luego vuelves, a empezar gradualmente a
releer todo otra vez o altérnala de esta manera con la siguiente lección del mes.
Si de verdad intentas esto, como un experimento, vas a ver por ti mismo que
algo valioso sucede como resultado. No tienes que aceptar la palabra de nadie.
Se han diseñado las lecciones de tal forma que cada nueva lectura tenga lugar en
un nivel más sutil que la vez anterior. Cada lectura te abre un poco más, si estás
dispuesto a ello. Verás por ti mismo como en una lección puedes ver algo
totalmente nuevo, a pesar de haberlo leído ya muchas veces, a pesar de que su
contenido te es bastante familiar.
En cierto sentido, para algunas personas puede haber algún elemento de tapasya
en este Curso. Como recuerdas, tapasya es aquello, que aunque es difícil o
desagradable, es bueno para tu sádhana. Si sólo hacemos lo que es fácil o
agradable, no hay reto para el ego. Al principio puede haber una resistencia
natural a releer el mismo material. Se necesita cierta disciplina. Puede haber una
tendencia a sentir que no tenemos suficiente tiempo para releer lo que ya se ha
leído, que hay demasiadas cosas que hacer. Sin embargo, algunas personas
92
Una vez se le preguntó a un maestro: "¿Por qué todos los diversos maestros
parecen estar en desacuerdo entre sí?" El maestro respondió: "Son los devotos
de un maestro los que no están de acuerdo con los devotos de otro maestro; pero
los maestros están de acuerdo entre sí".
Un Gurú genuino no tiene nada nuevo que enseñar. Puede tener un estilo y una
personalidad apropiados a la época, puede tener un enfoque moderno para
divulgar el conocimiento de la Verdad, pero las enseñanzas siempre son las
mismas. Nunca cambian, nunca se actualizan. La Verdad no puede mejorarse.
Puedes observar que la versión de esta lección en particular es de 1993, fecha de
su última revisión, aunque esta lección originalmente se escribió en 1975. El
estilo ha sido actualizado, pero las enseñanzas contenidas en la lección son las
mismas.
No importa qué tan "moderno" sea nuestro mundo, no importa qué tan
sofisticada se vuelva nuestra forma de pensar, la Verdad del Ser siempre sigue
siendo lo que es. Si alguien intenta convencemos de que ha descubierto o
inventado un sendero nuevo, será mejor que evites a esa persona, porque te va a
extraviar. El sendero verdadero es antiguo. Existía ya mucho antes de que este
mundo electrónico surgiera y continuará existiendo aun cuando este mundo se
convierta en algo que no podemos imaginar ahora.
Siddha Yoga es el nombre moderno del proceso que lleva al conocimiento
consciente del Ser o a la conciencia de la Conciencia. Cuando una persona está
completamente establecida en la conciencia de la Conciencia, entonces está
liberada, aun al estar todavía en este cuerpo. Está libre de este mundo aunque
parezca y se comporte como cualquier persona común. Se conoce a tal persona
como Siddha y es para eventualmente vivir como un Siddha que practicamos
Siddha Yoga.
Si nuestros amigos y parientes nos preguntan de qué trata Siddha Yoga, es mejor
apegarse a la sencilla verdad de que es un proceso que conduce al conocimiento
del Ser. Si tratamos de explicar por qué hay un Gurú, por qué cantamos en
sánscrito o cuáles son las disciplinas, es muy posible que veamos que la gente
no es muy receptiva a nuestras ideas. Es mejor llevarlas al ashram o al centro o
introducirlas a este Curso donde estarán en contacto con la gente que ha sido
preparada para presentar las enseñanzas básicas
Si les decimos: "Entramos en contacto con el Gurú, recibimos shaktipat. se
despierta la kundalini luego tenemos diversas kriyas en todos los niveles hasta
que purificamos nuestros samskaras y resolvemos todo el karma; luego, la
conciencia natural del Ser surge espontáneamente y nos establecemos en la paz,
el amor y la dicha", no ayudaremos a que comprendan lo que es Siddha Yoga,
aunque estemos diciendo la verdad.
95
Una persona debe tener un interés genuino por conocer al Ser antes de que se
sienta atraída hacia un sendero como el de Siddha Yoga. No hay forma de
convencer a alguien del por qué él debería conocer al Ser. Si el deseo interior
todavía no está dentro, no está lista para este sendero. Puede estar lista para un
sendero preparatorio, como los muchos que existen. Posteriormente, quizás en
algunos años, o en otra vida, el deseo por conocer al Ser se despierte y estará
preparado para el Gurú.
¿Qué es el Ser? La respuesta a esto es engañosa. En verdad, podemos ser el Ser,
pero realmente no podemos conocerlo. El Ser es el Conocedor, no lo conocido.
Empezamos a experimentar al Ser mediante la gracia. Mediante la Shakti,
mediante la gracia, algo sucede que va más allá de las palabras.
El Ser es el Conocedor, el Observador, el Testigo. Lo ve todo. No es visto. No
dejes que esto sea mera filosofía o conocimiento intelectual árido. Date cuenta
ahora de eso que ve y conoce lo que estás experimentando. ¿Qué es lo que ve y
sabe lo que dice esta lección? Algo está viendo estas palabras.
Los ojos realmente no ven las palabras, sólo informan de ciertas vibraciones al
cerebro. El cerebro no entiende estas palabras, sólo es un centro de energía
vibratoria que permite que el alma que vive en el interior, o jiva, perciba y se
relacione con el mundo físico. Algo más refinado que la mente tiene verdadera
conciencia y verdadero entendimiento.
La conciencia dentro de ti -eso que está consciente de cualquier cosa que tú
estás consciente- es el Ser eterno del universo. Es el único que está aquí, el
único presente, el único en casa. No hay nadie más por aquí. Sólo existe este
palacio de espejos que refleja infinitas variaciones del mismo Ser. Todo es la
danza de ese único Ser, el juego de la misma Conciencia. La misma Conciencia
escudriña detrás de todos estos ojos, simultáneamente.
No hay nada complicado para conocer al Ser. Algunas de las personas más
sencillas del mundo han vivido en la conciencia del Ser divino. No tiene que
pertenecer a un mundo de tecnología avanzada. El simple leñador puede ser un
sabio. El conocimiento de la verdad no requiere de una sofisticación mundana.
Es tan simple que casi rehusamos el tomarlo en consideración. Nuestra mente
requiere de complicación.
El individuo y el pensador son lo mismo. Cuando la conciencia se contrae en la
forma de pensamiento, surge la mente individual . Cuando la mente va de
pensamiento en pensamiento, experimentamos una secuencia de sucesos en el
tiempo, lo que nos da la noción de continuidad. Pensamos que vivimos s nuestra
vida, sin darnos cuenta que vivimos en nuestros pensamientos, uno tras otro, de
momento a momento.
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reconocen como tales, excepto quizá por otros Siddhas quienes permanecen
como desconocidos ante todos, salvo para sí mismos.
Baba dijo en una ocasión: Si tienes verdadera valía, no eres exhibicionista. No
lo traes bajo la manga para deslumbrar a los tontos. Si tienes verdadera valía,
siempre lo mantendrás oculto. Si te encanta exhibirte, sólo estarás exhibiendo
cosas sin valor, cosas que no tienen valor alguno.
El que conoce al Ser es un maestro en aparentar que es completamente inocente
o ingenuo, cuando de hecho lo sabe y lo ve todo. Es un maestro en aparentar que
sabe menos de lo que realmente sabe. Incluso puede parecer apagado, puede
parecer desmemoriado. Esto es, en verdad, una siddhi un cierto poder. La gente
común se las ve muy duras para aparentar que sabe menos de lo que sabe . Por el
contrario, la tendencia es parecer más conocedor de lo que realmente se es.
Así es que ¿cómo vamos a saber si una persona ha alcanzado algo? Con
Gurumayi es sencillo porque Baba la hizo el Gurú. La colocó en una posición en
la que sus logros serían reconocidos por los demás. Ya que ella se desempeña
como Gurú público, ella no oculta su verdadero logro, aunque a menudo parezca
que está abstraída, cuando en realidad está totalmente consciente, y la razón de
ello es que esto finalmente ayuda a nuestra sádhana.
De todos los demás en Siddha Yoga, ¿quién sabe lo que han logrado? Sólo el
Gurú se revela públicamente. Así que ¿cómo reconoceríamos a alguien que
conoce al Ser? ¿Qué tal si hay treinta más que han realizado al Ser"? ¿Qué tal si
son cincuenta? ¡Cincuenta Siddhas! ¿Cómo sabríamos quiénes son? ¿Serán los
que se sientan al frente durante los programas? ¿Serán los swamis, los
administradores, los miembros de la mesa directiva? ¿Serán los que logren pasar
al frente en la línea para la cena? ¿Serán los que siempre van al canto de la
tarde? Quizá son los del punto rojo en el entrecejo. En verdad. ¿Cómo
reconoceríamos a alguien que haya alcanzado el estado de Siddha?
Si alguien ha alcanzado algo valioso, ¿no estaría simplemente haciendo su seva
como el resto de nosotros? ¿No caminaría en la fila del darshan como el resto de
nosotros? ¿No tendría un cuerpo humano, con personalidad, manías y
excentricidades como el resto de nosotros? ¿No continuaría su cuerpo pasando
por su karma, igual que todos los otros cuerpos? Así que, ¿Cómo lo
reconoceríamos?
Sólo hay una forma de reconocer a un gran ser: podemos reconocerlo por lo que
experimentamos al estar cerca de él o por medio del contacto que tengamos con
ella. Si causa alguna transformación, interna o externa, si nos volvemos
vívidamente conscientes del Ser, si nuestra mente se aquieta en su presencia, si
el amor o la alegría surgen inexplicablemente desde dentro, entonces podemos
reconocer a aquel que está en sintonía con el Ser interior de todos. Si estamos lo
100
LECCIÓN 11
Querido amigo:
La "liberación" de la que hablamos en el terreno de la espiritualidad es
esencialmente la libertad de ser uno mismo. Nuestros pensamientos,
sentimientos, acciones y reacciones, normalmente están determinados o por lo
menos influenciados por los samskaras. La sádhana es básicamente el proceso
de liberarnos de los samskaras. Cuando nos libramos de la influencia de los
samskaras, podemos por fin ser nosotros mismos, tal cual somos.
En este mundo hay muchas cosas a las cuales nos debemos ajustar. Algunas de
ellas, como la manera de vestir y actuar con los demás, son obviamente cuestión
de condicionamiento, pero hay otras que no resultan tan obvias. Cumplimos el
mandato social al adoptar las creencias comunes y corrientes sobre lo que es el
mundo.
Cuando comenzamos en Siddha Yoga, iniciamos un proceso a través del cual
este mundo se nos revela gradualmente como es en realidad. En un momento
dado, empezamos a notar que algo está sucediendo en lo profundo de nosotros
que no tiene nada que ver con las apariencias, ni con el drama externo.
Al empezar a ver las cosas como realmente son, y no como creemos que son, o
parecen ser, vivimos cada vez más según nuestra propia naturaleza. Gran parte
de nuestra desdicha se debe a la incapacidad de ser nosotros mismos,
libremente. En los momentos cuando somos naturales, espontáneos, fluidos y
sinceros, todo resulta bien; todo funciona muy positivamente y sentimos que la
dicha es inherente a nuestro ser.
Sin embargo, muchos nos sentimos cohibidos, rígidos, limitados por todo tipo
de ideas y patrones sobre como deberíamos ser. Nos esforzamos por ser
correctos, aceptados, y por merecer la aprobación de los demás. Actuamos como
hemos aprendido a actuar, y de acuerdo con el condicionamiento que hemos
recibido. En vez de fluir natural y espontáneamente, hacemos un gran esfuerzo
consciente por decir lo correcto.
Incluso después de haber dicho algo, nos preguntamos: "¿Estaría bien lo que
dije? ¿No habré parecido un idiota?" En semejantes condiciones no somos
libres. Y si no somos libres, no disfrutamos el estar vivos. Nos preguntamos qué
caso tiene todo esto.
Ten cuidado con esos grupos que te critican por ser de cierta manera, por hacer o
por no hacer ciertas cosas, o por no ser como los demás. Dios creó una gran
diversidad de cosas en este mundo. De hecho, creó todo lo que existe. Dios se
expresa a través de todas las personas, sean como sean. No hay excepciones e
independientemente de lo excéntrico o poco ortodoxo que alguien pueda
parecer, no hace sino llevar puesto otro de los disfraces de Dios.
102
Durante los primeros seis meses del curso, ocurre un proceso importante y es
que establecemos un vocabulario con el cual podemos trabajar. El vocabulario
normal de una persona no es lo suficientemente amplio para entender ciertas
cosas. Por ejemplo, en español no hay términos equivalentes para karma o maya .
Es necesario incorporar estas palabras a nuestro vocabulario para entender
ciertos procesos cósmicos.
Estamos desarrollando una base sólida con nuestra comprensión de la
terminología. Y más adelante podremos comunicar cosas que ahora no podemos
porque no dominamos el vocabulario esencial. Este dominio se desarrollará con
el tiempo en forma natural, por medio del repaso constante de las lecciones. Nos
sorprenderemos de cómo se expande nuestra comprensión de ciertas ideas y
vínculos o relaciones entre ellas. Dale la bienvenida a la lectura repetida, ya que
tiene gran poder.
En sesiones de preguntas y respuestas de los talleres o en los grupos de estudio,
por lo general se puede ver quiénes toman el Curso y quiénes no. Hay ciertas
preguntas formuladas por personas que obviamente no las harían si hubiesen
leído al menos las primeras lecciones. Y es difícil responderles con claridad, ya
que no se puede enseñar a una persona un vocabulario nuevo y una nueva
perspectiva en un instante. Seguir un proceso, y la participación en este Curso,
ir de una lección a otra, comprendiendo ciertas cosas que nos capacitan para
entender otras, son medios que nos ha dado el Gurú para nuestra evolución
espiritual. Al ir experimentando este desenvolvimiento en tu vida, te darás
cuenta de lo fascinante que es el proceso.
Estas lecciones no fueron estructuradas para fluir siempre en forma lineal. Las
palabras, frases y párrafos no siempre se enlazan de manera convencional, y
pueden parecer extrañamente incongruentes. Sin embargo, hay un hilo que
conecta todo. Al entender la conexión sutil y la relación entre las ideas, vamos
más allá de las limitaciones de la mente y nos sintonizamos y alineamos con la
Shakti interior. Esto da lugar a revelaciones e intuiciones que nos permiten saber
algo sin que sepamos cómo lo sabemos.
Las palabras son muy poderosas. Es importante saber cómo usarlas
correctamente y evitar su uso erróneo. En el mundo, mucha gente no comprende
el poder de las palabras. No entienden el poder de los sentimientos relacionados
con las palabras, ni entienden tampoco cómo los afectan e influyen en su
percepción y en sus experiencias.
Todos experimentamos el poder de las palabras, pero muy pocos lo reconocen y
lo entienden. Por ejemplo, nos dicen algo malo sobre nosotros, nos insultan o
critican y nos sentimos muy mal. Si alguien nos felicita por algo, nos sentimos
muy bien. Nuestros sentimientos están determinados por las palabras que
tomamos en cuenta. Las palabras pueden hacernos enojar o deprimirnos. Y las
104
palabras pueden edificamos. ¿No es curioso que seamos tan vulnerables a las
palabras?
Debemos aprender a liberarnos del poder que las palabras ejercen sobre
nosotros. Nos vemos afectados por las que tomamos en consideración, por lo
cual es importante aprender a usar el discernimiento antes de tomarlas en
cuenta. Somos sofisticados en relación con muchas cosas, pero al mismo tiempo
aceptamos con gran ingenuidad las palabras y las ideas de otros.
Cuando entendemos verdaderamente el poder de las palabras, aprendemos a
desechar automáticamente todo lo que pueda desanimarnos. Podemos ser
selectivos en relación con lo que permitimos que nos influya. Comprender el
poder de las palabras es una de las cosas esenciales en la sádhana y en la vida
diaria. Si no comprendemos el poder de las palabras, nos controlarán y nos
manipularán de maneras que ni siquiera imaginamos .
En el shivaísmo, a este poder de las palabras se le llama mátrika Shakti.
Entender a la mátrika Shakti es fundamental. Si bien no podemos lograrlo de la
noche a la mañana, sí podemos empezar a comprenderla. Y con el tiempo, al
expandirse nuestra perspectiva, nuestro entendimiento se expandirá también.
Baba dijo: El cuarto aforismo de los Shiva Sutras es: Jñana dhishthanam
mátrika: el incomprendido poder inherente del alfabeto, es la base del
conocimiento limitado. Primero tenemos esta conciencia: "Soy imperfecto" .
Enseguida viene el conocimiento de la dualidad, la noción de las diferencias
entre los individuos y entre todas las cosas de este mundo . Finalmente, tenemos
la sensación de realizar buenas y malas acciones. Estas tres sensaciones se
conocen en el shivaísmo como las malas. Una mala es una impureza, una
mancha. Por el efecto de estas tres malas, la Conciencia se convierte en la
mente.
La fuente de todas las cosas, de todos los problemas, es este conocimiento
limitado, esta mátrika . Cuando la Conciencia universal se vuelve limitada,
cuando se contrae, da origen al conjunto de las letras. Todos nuestros
sentimientos, nuestras emociones, todo lo que ocurre en el interior se deben al
conjunto de las letras.
Las letras forman una palabra. Las palabras forman una frase y una frase tiene
su propio significado. A partir de este significado se crea una imagen en la
mente. Por ejemplo, están las letras m-a-n-g-o. Cuando combinas estas letras
se convierten en una palabra: mango. Cuando dices "mango" hay un
significado para esa palabra. Cuando captas el significado de esta palabra, te
representas la imagen de un mango.
Un mango se ve así, y tiene cierto sabor. A partir de las letras, las palabras; de
las palabras, el significado. Cuando hay un significado, se crea dentro una
105
acción, no hay otro destino que sea responsable de esto. Los responsables
somos nosotros mismos. Creamos diferentes pensamientos y diferentes fantasías
y les damos una forma. Luego nos enamoramos de esa forma. A esto se le llama
ser mundano . Cuando hacemos que esta misma energía se despliegue, cuando
hacemos que esta energía se expanda, la misma energía nos da el conocimiento
de que somos la propia Conciencia. Observa la fuente de todos los
pensamientos. Esta es una gran sádhana. A esto se le llama conocimiento, a
esto se le llama meditación, a esto se le llama realización . No hay nada más
allá de esto. Obsérvate. Entiende tus propios pensamientos. Así no estarás
perturbado. El espacio de la Verdad suprema es aquel donde los pensamientos
se funden y donde los pensamientos surgen. Entonces el poder de tu mente
aumentará, la fuerza de tu mente aumentará, y experimentarás la paz. No sólo
eso, también realizarás a tu propio Ser.
Baba nos dio estas enseñanzas tan elevadas cuando vino a Occidente por última
vez. Muchos de nosotros estamos familiarizados con el poder del pensamiento y
los beneficios del pensar positivo, pero, ¿cuántos de nosotros nos damos cuenta
de que los antiguos textos del shivaísmo han señalado y explicado con toda
precisión estos fenómenos en su conjunto? La Biblia dice: "En el principio era
el Verbo, y el Verbo era Dios". ¿Te has preguntado alguna vez cómo es que el
Verbo era Dios? ¿Alguna vez has entendido de verdad qué poderosas son las
palabras en la vida y qué importante es ser selectivos con lo que permitimos
entrar en nuestro consciente?
Baba explicó la mátrika Shakti en varios de los Intensivos que dio en Occidente,
y siempre ponía énfasis en lo importante que es entenderla. En 1979 decidí
introducir estas enseñanzas en el Curso a partir de la lección 11. Durante estos
años, esta lección ha provocado más reacciones en los estudiantes que ninguna
otra del curso. Muchas personas nos han escrito comentando lo exquisita que es
la enseñanza de la mátrika Shakti, y la cantidad de cosas que explica. Otros
escriben diciendo no entender ni una sola palabra de esta lección. Mucha gente
le ha llamado su "lección favorita", y otros han dicho que consideraron
seriamente la idea de abandonar el Curso cuando la leyeron.
Ya sea que esta lección te parezca pertinente o significativa, por medio del
entendimiento de la mátrika Shakti es posible comprender muchas cosas que de
otro modo no se podrían entender. Por otra parte, no tenemos que entender a la
mátrica intelectualmente para conocer al Ser. No tenemos que aprobar un
examen sobre ella para realizarnos. Si nuestra sádhana es sobre todo del
corazón, de la devoción y del amor, y realmente no deseamos ser muy
intelectuales, está bien. No obstante, es bueno comprender cómo nos afectan las
palabras. Es un hecho que las palabras nos afectan, ya sea que escojamos
saberlo o no. Si las palabras no te afectan a menos que elijas ser afectado, no
107
puro", "soy el Ser", empiezas a pensar: "No soy puro", "soy un pecador". La
segunda impureza es la mayiya mala. Te hace ver diversidad en el universo y da
origen al conocimiento de la dualidad . Debido a la tercera impureza, karma
mala, uno tiene el sentido de realizar buenas y malas acciones . El efecto de
estas tres malas da lugar a nuestra esclavitud en el mundo . La fuente de estas
tres malas es la mátrika Shakti; es la fuente de todos los sentimientos. Cuando
dices: "Estoy molesto", lo dices a causa de la mátrika. Es la mátrika la que te
hace sentir agitado, hace que tu mente esté turbada y que experimentes
distintos tipos de emociones.
La alabanza y la culpa surgen de la mátrika. Si alguien te dice: "¡Oye, tonto!"
esto tiene un efecto, pero si alguien te alaba, tiene un efecto diferente. Así, los
significados de las palabras tienen su propia finalidad y su propósito. Y según
ese propósito, según esa finalidad, se crea una imagen en el interior.
Por ejemplo, si digo: "Esta muchacha es una tonta", al pronunciarse esta frase,
ella recibe el impacto y experimenta la dolorosa sensación de ser una tonta.
Así, la mátrika que surgió de la mente creó el escenario exterior. Dicha imagen
crea deleite o pesar. Esta es la experiencia de todos. La mátrika Shakti es la
causa del deleite y del pesar .
Esta mátrika no es sólo la causa de nuestro deleite y nuestro pesar, sino que
también es la causa de la creación del mundo entero. La mátrika provoca
nuestra contracción y también ayuda a nuestra expansión. Cuando la mátrika
Shakti está contraída, piensas: "Soy imperfecto", "Soy un pecador", "Soy un
hombre", "Soy una mujer", "Soy muy pequeño". La mátrika hace surgir el
sentimiento de: "Nadie se ocupa de mí, nadie me cuida, estoy solo y desolado".
La mátrika crea muchos tipos diferentes de palabras y empiezas a habitarlas,
empiezas a vivir en ellas, te obsesionas con ellas, te dejas engañar por ellas, y
por ellas actúas de cierta manera. Es la mátrika Shakti la que crea en el
interior todos estos sentimientos contraídos como el apego, la aversión, la ira,
el asombro, el dolor o el placer. Crea estas cosas de día y de noche. Debido a
estas imágenes, debido a estos pensamientos, el individuo está atado. Mientras
no se libere de la mátrika Shakti, tendrá que bailar al son de los poderes de las
letras. Los yoguis van en pos de la mátrika Shakti, observan a la mátrika Shakti
y aprenden a aquietarse y a apaciguarla. Una vez que aquietan a la mátrika
Shakti, ya no son sus víctimas, ya no tienen que moverse según su voluntad.
Si una persona entiende el juego de la mátrika Shakti y la aquieta, se eleva por
encima del placer y del dolor. El placer y el dolor surgen de la mátrika Shakti, y
por eso se dice que la mente es la causa tanto de la esclavitud como de la
liberación. Observa a la mátrika Shakti y trata de acallar tus pensamientos. No
dejes que los pensamientos surjan en la mente todo el tiempo. Apacigua el
pensamiento. Las escrituras yóguicas dicen: "Mientras no tomes conciencia del
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LECCIÓN 12
Querido amigo:
Con esta lección concluimos los primeros seis meses del Curso por
correspondencia de Siddha Yoga. Si has repasado fielmente cada lección durante
las dos semanas asignadas a su estudio, o las dos lecciones, durante el mes
dedicado a ellas, y si leíste las lecciones de repaso sugeridas, entonces ya
empezaste a absorber ciertas sutilezas que de otra manera hubieran requerido
años de sádhana.
Este Curso nos ayuda a permanecer concentrados en lo esencial, y a eliminar lo
innecesario. Por medio del Curso participamos en una relación activa con la
Shakti del Gurú. Pasaremos por muchos niveles diferentes al leer estas
lecciones. Es un proceso fascinante.
A estas alturas ya tienes varias ideas sobre lo que Siddha Yoga es, y sería bueno
que las abandones cuanto antes. Siddha Yoga no se capta fácilmente en palabras
o conceptos. Si preguntaras a veinte personas distintas lo que es Siddha Yoga,
probablemente obtendrías veinte respuestas diferentes. Y la respuesta de una
misma persona cambiará de tiempo en tiempo. Conforme se profundiza y
expande nuestra perspectiva, por medio de la práctica de Siddha Yoga, nuestro
entendimiento también se profundiza y expande.
Cualquier cosa importante que nos suceda mientras participamos en este Curso
se debe a la gracia, a la Shakti del Gurú. Y no a algo que está escrito. Es la
Shakti la que hace que el proceso suceda y estas palabras son el eslabón. Una
cosa conduce a la otra. Es imposible comprender ahora aquello para lo que
estaremos listos más tarde. En el futuro seremos lo que ahora no nos parecería
posible.
De cualquier modo, nuestras ideas sobre Siddha Yoga son limitadas. Son sólo la
danza de la mente. Siddha Yoga está más allá de la mente, a pesar de ser algo
muy sencillo. La mente es muy complicada, y le es muy difícil captar la
sencillez última de la Verdad.
En Siddha Yoga no progresamos acumulando más y más datos. No podemos
aprender de la manera como aprendemos una materia en la escuela. La sádhana
tiene que ver con la expansión de nuestra experiencia interior y la forma como
tomamos las situaciones. Si hemos comenzado a experimentar más amor; si
tenemos una actitud más ligera hacia la vida, si nos sentimos más alegres
espontáneamente; si empezamos a ver y a disfrutar el buen humor de las
situaciones; si nos sentimos más en paz, más serenos, más conformes; si
comenzamos a ver que el Ser divino danza como todo en este mundo, y si
comenzamos a experimentar que el Ser universal, que siempre hemos
considerado Dios, es nuestra propia Conciencia interior, entonces estamos
112
todos los seres, y que controla a todos los seres desde el interior, El, el Ser, es el
soberano interior, el Inmortal.
"Aquel que habita en la mente, pero está separado de la mente; a quien la mente
no conoce; pero cuyo cuerpo es la mente y quien controla a la mente desde el
interior. Él, el Ser, es el soberano interior, el Inmortal.
"No es lo visto, sino el que ve; no es lo escuchado, sino el que escucha; no es lo
pensado sino el que piensa, no es lo conocido, sino el que conoce; no hay otro
que vea sino Él no hay otro que escuche sino Él; no hay otro que piense sino Él;
no hay otro que conozca sino Él. Él, el Ser, es el soberano interior, el Inmortal."
"Todo aquello que no es el Ser perece."
Gurumayi dice: Debemos tener el conocimiento que nos permita vivir en este
mundo y aún así experimentar al Ser todo el tiempo. En ese conocimiento hay
inocencia pura. En ese conocimiento hay pureza total. Ese conocimiento
conduce al amor puro. Para eso meditamos. Para eso cantamos.
Hubo un gran santo llamado Gurú Nanak. Era un gran ser. Vivió hace varios
siglos. Sus enseñanzas hablan del Ser y de Dios en su forma más pura.
En uno de sus poemas, Gurú Nanak dijo: "¿Por qué buscas a Dios? ¿Por qué
busca esa experiencia de un lugar a otro, de un bosque a otro? Ese Dios, ese
Ser, esa experiencia está dentro de ti. Así como tu cuerpo está muy cerca de ti,
esa experiencia también está muy cerca de ti. Así como está el reflejo de tu
rostro en el espejo, igualmente, Dios habita en tu corazón. El Ser está en el
interior. Búscalo en tu corazón. Sabe lo que existe en el interior y lo que existe
en el exterior, son lo mismo. Este es el verdadero conocimiento. Dentro y fuera,
sólo ese Uno existe."
Gurumayi continúa: El mundo es como lo ves.
Hay un gran texto llamado Yoga Vasishtha. En este texto, el sabio hace
experimentar a su discípulo todas las cosas que le está diciendo. Le dice: "El
cielo, la tierra, el aire y el espacio, las montañas y los ríos son todos partes de
la mente. Sólo aparentan estar afuera".
Todos los conocedores de la Verdad dicen: "No pienses que hay un mundo
externo". Debes saber que el mundo externo es sólo un reflejo de tu mente. La
aparición del mundo es sólo el juego de la mente, y la mente es sólo el juego del
omnipotente Ser infinito. A través de la mente creamos un mundo. Pero el gran
Ser, Dios, por medio de Su mente ha creado el universo entero.
Un santo vive de manera muy sencilla. No complica las cosas. La vida es muy
sencilla. Nosotros la hacemos muy complicada. La Verdad siempre es la misma.
Nunca cambia.
117
final sólo puede ser el conocimiento del Ser. Todas las demás metas son
temporales. Independientemente de otras cosas que puedan lograrse, sólo el Ser
no se desmoronará con el tiempo. Sólo el Ser permanece igual siempre No hay
conocimiento mayor que éste y no hay logro mayor que establecerse en esta
Conciencia, la conciencia serena de lo que nunca cambia .
A lo largo del Curso tomaremos el enfoque más directo. En lugar de comenzar
con los conceptos fundamentales y avanzar hacia algo más elevado,
comenzaremos con la perspectiva más alta desde el principio, y después, si eso
no puede captarse, entraremos gradualmente en perspectivas más familiares,
hasta que las enseñanzas nos queden claras y se conviertan en parte de nuestro
entendimiento. Hay personas que han tomado el Curso durante diez años o más,
y nos escriben para decir que todo estaba contenido obviamente en el primer
año, pero que se necesitan muchas repeticiones y muchos ángulos y
acercamientos diferentes antes de que la Verdad pueda comprenderse realmente.
Nos ocuparemos en primer lugar de las aplicaciones prácticas de los principios.
Si esperabas un curso académico o intelectual, no tuviste suerte. Es mucho más
importante estar consciente del Ser, que "saber" cualquier otra cosa. La
Conciencia no requiere educación ni sofisticaciones; sólo requiere la iniciación,
el despertar por medio de la mirada, el toque o la palabra del Gurú. No se nos
pide que entendamos algo previamente. Sólo necesitamos un corazón abierto, la
voluntad de vivir en la Verdad y encontrarnos en el espacio del amor. Esto es lo
que sucede a lo largo del proceso de Siddha Yoga.
Cada lección corresponde a determinada etapa de la sádhana. Para que tengas
una idea de lo que está ocurriendo, regresa y repasa las primeras cuatro
lecciones. Notarás que entiendes ciertas cosas que ni siquiera notaste durante el
mes o las dos semanas en que las leíste. ¿No es extraño? Esto se debe a que tu
perspectiva se ha expandido en este corto tiempo. Después de seis meses de leer
y repasar las lecciones, eres capaz de ver las primeras de distinta manera que al
comienzo.
Ojalá que hayas cultivado el hábito de repasar regularmente cada lección. Al
estudiante promedio le toma cerca de dos años darse cuenta del valor de repasar
las lecciones. Por favor, sé superior al promedio. No escuches a tu mente
cuando insista que ya "conoces" los contenidos, porque los contenidos
escritos no son relevantes. Lo importante es la participación activa, y la
relación que se desarrolla. Nos sintonizamos una y otra vez con ese espacio.
Cada vez que leemos nuestra lección en turno, se nos recuerda ese espacio. Los
que hemos participado en el Curso por mucho tiempo, sentimos que somos una
gran familia compartiendo este proceso juntos. Conforme continúes comenzarás
a sentirte, ojalá, cómodo. El Curso por Correspondencia ha sido una fuente de
amor, dicha y consuelo para muchos de nosotros a lo largo de los años. Juntos
119
trabajo. Pero, como dice el Señor Krishna, el ego de una persona sostiene: "Yo
lo estoy logrando. Soy el hacedor. Sin mí, nada de esto sucedería."
Podemos aprender mucho de los grandes seres. Baba decía continuamente: "Mi
Gurú lo hace todo. Estoy sentado bajo el árbol que concede los deseos: mi
Gurú, Bhagaván Nityananda. Todo sucede por este árbol, por su ser". Sin
importar las experiencias que la gente tenía por su gracia, por la Shakti de
Baba, insistía: "Es debido a mi Gurú".
No importa qué pienses, no importa qué cuerpo haya tomado, la Shakti lo hace
todo. La voluntad de Dios lo hace todo. Esta única energía es la que ha hecho
todo el trabajo a través del tiempo. Al mantener nuestra atención en esto, al
contemplarlo, podemos cumplir con nuestro deber y liberarnos del apego de
nuestro ego.
Cuando sueltas la carga de la responsabilidad, experimentas el Ser todo el
tiempo. Mientras pienses que llevas a cuestas el universo, será muy difícil que
conozcas el Ser. Una vez que te des cuenta de que el Hacedor es el que carga al
universo, quedarás libre.
Cuando tienes este entendimiento te liberas de todo. Entonces, lloras de amor y
ríes de amor. Vives en el amor. Y a medida que el amor supremo se manifiesta,
desaparece toda carga. Tienes un cuerpo y no tienes un cuerpo. Tienes mente y
no tienes mente. Dices una palabra y no hay palabras. No eres nada pero lo
eres todo. Al serlo todo, no eres nada. Esta es la verdadera meditación, y
puedes practicarla con otras personas, o solo. Tu vida ya no estará dividida, y
sin importar dónde te encuentres, te sientes completo. Te sientes perfecto. Y esta
experiencia es real.
Con amor.
121
LECCIÓN 13
Querido amigo:
Durante los primeros seis meses del Curso hemos abarcado mucho material.
Incluso si el material te parece conocido, es posible que ciertas ideas se hayan
puesto en relación con otras ideas de una manera que antes no habías
considerado. No importa si eres un principiante o un veterano, el Curso te
decidirá a ser más flexible. En la sádhana como en la vida, la flexibilidad es
muy importante. A muchos principiantes les parece que las primeras doce
lecciones presentan más material del que la mente puede asimilar con facilidad.
Pero por otra parte, la mayoría de la gente que empieza el Curso ha leído ya
muchos otros cursos y ha experimentado otros senderos, y por regla general está
más contenta con lecciones que parecen más avanzadas, que con material que
consideran les es ya muy familiar.
Gurumayi no habla primero sobre temas elementales y después imparte
enseñanzas avanzadas. Gurumayi nos da todo a la vez. Gurumayi revela toda la
Verdad cada vez que habla. No dice: Regresen después para escuchar las
enseñanzas más elevadas. El Curso se presenta de la misma manera. Recibes
aquello para lo que estás preparado, aquello a lo que eres receptivo. Sólo
podemos captar aquello que corresponde a nuestro propio entendimiento. Dentro
de tres años no habrá algo en una lección que en realidad necesites ahora. Antes
bien, en tres años repasarás esta lección y te asombrará ver cuánto contiene que
tú no habías notado. Lo que necesitas ahora está disponible ahora; la Shakti se
hará cargo.
Algunas veces la gente escribe: "Acabo de leer mi última lección y no entiendo
una sola palabra". Así está bien. Muy pocas personas pueden comprender
intelectualmente todo lo que se presenta. Para participar en el Curso sólo tienes
que leer cada lección y observar lo que sucede. No te niegues a leerla de nuevo
sólo porque no tiene sentido. La intención no es que todo tenga sentido.
Lo fundamental en Siddha Yoga es la relación con la Shakti interior. Todo lo
demás es secundario. ¿Qué piensas que es lo importante en Siddha Yoga? Si
abandonas tu lectura por unos minutos para practicar tu Siddha Yoga, ¿qué es lo
que haces? La verdad es que cada quien experimenta Siddha Yoga a su propio
modo. No existe una manera correcta de hacerlo, porque es para todo tipo de
personas al mismo tiempo. Lo único que compartimos en común es la relación
con la Shakti, la relación con el Gurú.
Algunas veces recibimos cartas que dicen algo como esto: "Conocí a Baba y he
practicado Siddha Yoga durante muchísimos años. He leído todos los libros y he
tomado todos los cursos que el ashram ofrece. Así que como verás, en realidad
no necesito tomar el Curso por correspondencia Sin embargo, me gustaría tener
122
las lecciones para complementar mis lecturas acerca de Siddha Yoga. ¿Cuánto
me costará recibir todas las lecciones de una vez?"
Por supuesto, debemos contestar que las lecciones no están a la venta, y que las
pueden adquirir sólo quienes quieran participar activamente en el Curso. Las
lecciones no pueden leerse como los capítulos de un libro o como una serie de
artículos de una revista. El valor del Curso no reside tanto en el contenido
escrito de las lecciones como en el proceso que sucede de lección a lección. Aun
cuando se pudieran leer todas las lecciones en un par de meses, no es factible
que el proceso que sucede durante el Curso ocurra en un par de meses; visto así,
el valor del Curso se desperdiciaría. Por fuera, sólo parece que leemos
lecciones, pero mediante el poder de la Shakti, algo más ocurre en los niveles
internos de nuestro ser.
Muchos se sorprenden por lo que empieza a ocurrir cuando recién comienzan el
Curso. Aun aquellos que son optimistas y esperan cosas maravillosas, expresan
que su participación en el Curso los conduce a algo inesperado e imprevisto.
Baba creó el Curso como instrumento de la Shakti de un Siddha vivo. Mediante
la gracia y la guía de Gurumayi, el Curso continúa actuando como contacto o
vínculo de la Shakti del linaje Siddha. La Shakti nos engrandece y nos
transforma.
Recibí una carta que decía: "Debido a que me resistía a que mi hija se
involucrara en Siddha Yoga, ella me envió como regalo una suscripción al Curso
por seis meses. Como ya lo había pagado, no tuve más remedio que leer las
lecciones. No creo haber entendido nada al leer las dos primeras lecciones. Sin
embargo, cuando las leí de nuevo, se apoderó de mí un gran sentimiento de paz
y amor. Parecía que a pesar de no entender lo que las lecciones decían, sentía
que alguien sabía y entendía mis más profundos sentimientos, que de alguna
manera alguien sabía realmente cómo me sentía. Y con ello entendí qué era lo
que mi hija había encontrado en Siddha Yoga.
"Mi suscripción de regalo por seis meses ha terminado y me suscribí por otro
año. Espero con mucho interés cada nueva lección y conforme avanzo me siento
cada vez más en sintonía con ellas. Sé que contienen el verdadero significado de
la vida y siento que estoy obteniendo una vislumbre de ese significado. A pesar
de que nunca he estado en la presencia física de Baba o Gurumayi, han llegado a
ser muy reales para mí a través de estas lecciones, y sé que he recibido su
gracia."
Esta mujer es un ejemplo de lo que le ha ocurrido a muchos que entraron en
contacto con Siddha Yoga, porque alguien los animó a tomar el Curso. No es
necesario estar en busca de un Gurú. Yo desde luego que nunca busqué un Gurú.
¿Acaso nuestros familiares y amigos nos han dicho: "¡Me siento tan feliz de que
por fin hayas encontrado un Gurú!?" De ninguna manera.
123
transformarla? ¿Y qué tenían que ver con ella las ideas de cualquier otro? Esto
me recordó al estudiante que me escribió diciendo que se sentía confundido,
porque un psíquico le había aconsejado que dejara de tomar el Curso. Le sugerí
que él fuera su propio psíquico y que no permitiera que otros pensaran por él.
Por fortuna dejó al psíquico en lugar del Curso, y la mujer me escribió diciendo
que "nunca más volvería a escuchar a la "voz de la radio". Todos debemos dejar
de hacerle caso a esa voz de la radio, sin importar en qué forma se presente.
Debemos escuchar nuestro interior. La Verdad se revela en nuestro corazón.
Parte de nuestra relación con la Shakti tiene que ver con desarrollar nuestro
propio sentido de estar en lo justo acerca de las cosas. La mayoría somos adictos
a la inseguridad. Nos sentimos culpables por tener muchas adicciones físicas,
pero apenas si advertimos nuestra adicción a la inseguridad, o para el caso, a la
culpa. Esta inseguridad trabaja en sentido opuesto a la Shakti. La Shakti no duda
de nada; sólo la mente duda. Baba ha dicho: La naturaleza de la mente es
pensar y dudar. La Shakti nos inspirará a actuar o hablar de manera espontánea,
pero luego la mente dudará de ello, lo distorsionará o inhibirá por completo. La
Shakti es totalmente espontánea. Si estamos sintonizados con la Shakti haremos
o diremos lo que sea perfecto sin pensarlo siquiera. La mente titubea y vacila, y
siempre se pregunta si hizo o dijo lo correcto.
En realidad, la Shakti lo hace todo. Pero en lugar de expresarse con pureza, se
ve modificada por los samskaras . La Shakti actúa, el ego piensa que él lo hizo y
a su vez, la mente se pregunta si hizo lo correcto . El ego se adjudica lo que se
hizo, o bien se siente culpable de ello . Después nos juzgamos o evaluamos
dependiendo de si pensamos que fue una acción buena o mala. Por medio de la
sádhana eliminamos de manera gradual este proceso desgastante y doloroso, y
también eliminamos los samskaras que alteran la expresión pura de la Shakti.
Mientras tanto, si evitamos juzgarnos, es magnífico contemplar nuestras
acciones y aprender de ellas.
Es mejor cometer errores que tener miedo de actuar . Si cometemos un error,
pode mos aprender de él y crecer; nos fortalecemos, nos desarrollamos. Pero si
tenemos miedo de actuar, si tememos hacer mal las cosas, permaneceremos tal
como somos. No hay crecimiento ni desarrollo en este método .
Un aspecto de la sádhana es que se nos presentan desafíos y obstáculos que
ponen a prueba nuestro sentido de estar en lo justo. Fue necesario enfrentarse a
muchos obstáculos, desafíos y críticas, en la época en la que se inició este
Curso. Muchas personas tenían sus propias ideas acerca de lo que el Curso
debería ser, y hasta de si debía escribirse o no. Sin embargo, Baba me apoyó, él
quería que yo lo escribiera. Todo lo demás fue sólo una prueba. Confiando en el
apoyo del Gurú se dio la gracia.
126
un rato. Es por esto que cuando alguien muere, lloramos. Cuando alguien nace,
reímos, estamos felices. Cuando alguien está sano, nos sentimos bien. Cuando
alguien está enfermo, nos sentimos mal. Ello se debe a que pensamos que eso es
quien somos. Por eso necesitamos entender la diferencia entre el Ser y el
cuerpo. Baba siempre decía que el Gurú no es el cuerpo: el Gurú es la Shakti,
ese principio, ese poder. De igual forma, el Ser tampoco es un ser humano. El
Ser es esa forma divina, y esa forma divina existe dentro de todos nosotros.
La idea del hacedor nos hace sentir bien. Sin embargo, a la larga, la idea del
hacedor sólo provoca dolor y sufrimiento, porque cuando haces algo bueno,
obtienes buenos resultados; cuando haces algo malo, obtienes malos resultados.
De esta manera la emoción sube y baja, sube y baja. Por consecuencia,
desgasta el poder de la mente, y la mente se debilita cada vez más. Por esta
razón meditamos en el Ser y nos fortalecemos más y más. Esto no significa que
nos endurezcamos o nos volvamos insensibles. Aún somos muy sensibles, pero
no nos quebramos. Nos hacemos muy fuertes.
Entiende el poder del Ser. Es imperecedero. Es eterno. Es la naturaleza de la
dicha. Cuando experimentamos al Ser de esta forma, no tenemos deseos que
matan. La mayor parte del tiempo tenemos muchos deseos; queremos esto y
queremos aquello. Si no se cumplen, nos enojamos. En la Bhágavad Gita se dice
que cuando tienes un deseo, quieres algo, y si no se realiza, te enojas. Cuando
te enojas, pierdes el poder de la memoria. Cuando pierdes el poder de la
memoria, caes en la ilusión. Cuando caes en la ilusión, provocas tu propia
caída . De hecho, dice la Gita, te aniquilas, provocas tu propia destrucción.
Se dice que Dios crea este universo entero a partir de su propio ser. Y el
universo existe sobre Su pantalla. Todo lo despliega a partir de Sí; por eso no
sólo somos una pequeña parte de Él: no somos sino ÉL. Así como una semilla lo
contiene todo, de la misma manera el alma individual lo contiene todo.
Baba solía decir: no te pongas tenso, sólo relájate y medita con tranquilidad,
medita con calma. No te pongas tenso por tu sádhana. No te pongas tenso por
tu meditación. Sólo hazlo. No seas ignorante al respecto; ten el conocimiento
correcto. La mayoría pensamos que para ser espirituales es necesario tener el
cabello enmarañado, que es necesario dejarnos crecer una barba muy larga,
que deberíamos tener los ojos extraviados, entrecerrados, y también una
sonrisa muy cursi. Y andamos por ahí bendiciendo a todas las pobres almas...
Está bien si te gusta el drama y la actuación, pero el Ser es el mejor actor. El
Ser supera todas nuestras acciones. Va más allá de todo. Así que para
experimentar el Ser, no es que tengamos que hacer algo; para experimentar el
Ser, tenemos que deshacer todo lo que hacemos.
130
LECCIÓN 14
Querido amigo
Es importante entender que el individuo y lo universal son uno y lo mismo. Son
diferentes aspectos del mismo Ser. No está separado uno del otro. El individuo
recurre a lo universal o lo modifica cuando piensa. Entre un pensamiento y otro
trascendemos la experiencia condicionada o modificada; tiene lugar la
experiencia de la Conciencia pura.
El vínculo que enlaza lo universal con lo individual es la mente. Por medio de la
mente, el individuo crea las condiciones, experiencias y circunstancias de su
vida. Esta incluyendo el efecto de las condiciones externas sobre su conciencia
interior -o su karma- se origina dentro de su propia mente.
Nuestros pensamientos habituales y predominantes se reflejaran como nuestra
vida y nuestro mundo. Este principio es universal y constante, y se aplica a toda
la gente de todos los lugares y de todas las épocas. Aunque muchos santos y
sabios de numerosas tradiciones han transmitido esta enseñanza de muy diversas
formas a lo largo de los siglos la misma permanece inalterada. Al entender este
simple principio, todo lo demás se revela. Cuando entendemos que nuestro
mundo es creación de nuestra mente, de modo intuitivo todo lo demás se vuelve
obvio.
El mundo exterior, que percibimos mediante los sentidos e identificamos por
medio de nuestro previo condicionamiento, es un mundo de apariencias. La
mente sólo puede ver el cuerpo, pero el cuerpo no puede ver la mente. Los ojos
físicos sólo pueden percibir el mundo físico. De esta manera, muchas cosas
permanecen ocultas a nosotros.
Esta vida, tal como aparece ante nosotros, no es lo que parece ser. De cualquier
modo reaccionamos, respondemos, tomamos decisiones y formamos creencias
de acuerdo con las apariencias de las cosas. Las apariencias externas son muy
atractivas y tentadoras. La persona debe tener el deseo sincero de conocer el Ser
para liberarse de esta apariencia de esta maya. Según las escrituras, es raro el
deseo sincero de conocer el Ser.
La maya es limitante, diferenciante y provoca el olvido del Ser. Su aspecto
limitante hace que percibamos sólo partes o fragmentos de lo que ocurre en
lugar del todo. El aspecto discriminador nos hace experimentar una
multiplicidad de objetos y cosas, distintos unos de otros y separados de
nosotros. El aspecto del olvido del Ser nos hace olvidar la verdadera naturaleza
de nuestro Ser. Por ello, pensamos que somos una persona limitada y que el
juego de esta vida es real y debe tomarse muy en serio.
En realidad no podemos deshacernos de la masa, es uno de los principios de la
naturaleza. Sin maya no habría vida tal como la conocemos, no existiría este
132
mundo tal como parece que es. No es que la maya sea mala; solo es lo que es.
Pero seguiremos experimentando dolor, miedo y angustia mientras la maya nos
siga cautivando. Cuando entendemos y trascendemos la influencia de maya nos
liberamos del cautiverio del mundo. Esta libertad es la liberación.
Pasar algún tiempo cerca de un ser libre produce un efecto liberador. Tal ser esta
más allá de maya más allá de las apariencias, de las diferencias y las
polaridades. Cuando entablamos algún tipo de relación con un ser así nos toca
su estado. Nuestra estructura psíquica se refina y expande. Nuestra capacidad
para ver la Verdad crece al estar en contacto con alguien que está
constantemente consciente de la Verdad. De la misma manera nuestra
experiencia de la Verdad se contrae al estar con personas que viven en la ilusión.
Es importante con quien pasamos el tiempo.
Pasé ocho años en Siddha Yoga con Baba, y al momento de escribir esto he
pasado diez más con Gurumayi. Con ambos he tenido simples encuentros o
intercambios de palabras y aun así pude sentir que me reestructuraban por
dentro, me sentía diferente aunque por fuera nada especial haya parecido ocurrir.
Este es un ejemplo de que en Siddha Yoga no podemos guiamos sólo por las
apariencias.
La Shakti puede lograr mucho en muy poco tiempo si sólo le damos la
oportunidad. Con esto quiero decir que podemos hacer el esfuerzo por estar en
ciertos lugares a ciertas horas, sabiendo que entonces puede tener lugar un
intenso encuentro con la Shakti. Por ejemplo, pasar un tiempo cerca del Gurú,
en el áshram o en un centro, compartir la seva con otros devotos, asistir a
Intensivos y talleres son formas de "estar allí" en caso de que la Shakti quiera
hacer algo por nosotros. Con frecuencia sólo tenemos que hacer el esfuerzo de
estar allí, y la Shakti se encarga del resto.
En otras ocasiones, claro, el Gurú crea la oportunidad. Una vez estando
Gurumayí en South Fallsburu, alguien me llamó como a las diez y media de la
noche, diciendo que Gurumayi quería verme de inmediato. Me vestí, corrí al
vestíbulo y allí me encontré con alguien que me condujo por pasillos y escaleras
hasta que por fin llegamos a una parte del ashram que nunca antes había visto.
Abrió una puerta que daba a la azotea de la sala de meditación y dijo:
"Gurumayi está allí afuera", luego la cerró detrás de mí.
Gurumayi se hallaba sentada en una silla a unos seis metros. Se encontraba en
una azotea desde la cual se domina el templo de Nityananda. Llegué hasta ella y
me senté a sus pies. Empezó a hablarme de cosas sencillas y cotidianas. Me
preguntó cómo era el invierno en South Fallsburg y otras cosas por el estilo.
De pronto dijo: ¿Ayer fue tu cumpleaños? Era verdad. Era evidente que lo sabía,
pero en el mismo día no me dijo nada. En esos momentos, sin embargo, sentí tal
133
intimidad una dicha completa. Tuve una sensación de total plenitud y contento.
Nada me faltaba en ese instante que contenía la eternidad
Gurumayí permitió que me quedara sentado allí con ella un rato. De vez en
cuando decía algo en voz muy baja, pero más que nada permanecía en silencio.
Me sentía como si estuviera solo y también parecía como si ella estuviera sola y
únicamente estuviera permitiéndome estar a solas con ella. Estábamos solos,
juntos. Paso un rato, y entonces me indico que era el momento de retirarme.
Después, vagando por el ashram me sentía en otro mundo. No me fijaba adónde
iba. Es mas al día siguiente alguien me dijo: "Te vi anoche y parecía como si no
supieras dónde estabas". Era cierto. Así me sentía.
Fue sorprendente cómo unos cuantos minutos en compañía del Gurú obraron un
efecto tan profundo en mí. Había vivido experiencias semejantes cerca de Baba
y sabía que eran posibles. Había experimentado antes el amor de Gurumayi pero
fue como si, de repente, todo fuera nuevo otra vez; todo había cambiado.
Si Gurumayi me hubiera llamado para contarme grandes verdades o secretos
cósmicos experimentar algo profundo, habría sido natural. Pero al parecer,
aquellas palabras podían haber sido pronunciadas por cualquier persona en el
mundo. Lo sucedido trascendía las palabras. El tiempo que transcurre en
presencia de un gran ser deja un impacto profundo, no importa que parezca
suceder o no. Es un misterio sorprendente.
El Gurú obra de manera muy sutil. Si no desarrollamos la capacidad de ver más
allá de las apariencias, podemos pensar que nada interesante ocurre. Así que
gran parte de Siddha Yoga es aprender a ver más allá de las apariencias. Por
ejemplo, ni siquiera este "curso por correspondencia" es lo que parece ser.
Parece que son estas palabras impresas en papeles que se reciben por correo.
Pero lo que tiene lugar es algo mucho más interesante que eso. Algo mucho más
profundo ocurre que la simple lectura de estas palabras impresas.
El mundo físico es como un espejo que refleja las actividades de otros ámbitos
de la Conciencia. Las cosas que pasan en nuestra vida son el reflejo de ciertos
procesos interiores. Incluso la gente que nos vemos atraídos a conocer refleja
algo que sucede dentro de nosotros. Nadie llega a nuestra vida por accidente o
coincidencia. Existen grandes significados detrás de las cosas, pero al estar
hipnotizados por las apariencias, todo nos parece bastante común.
Por esa razón, aun en presencia del Gurú, nos parece que sólo suceden cosas
triviales, pero si aprendemos a ir más allá de las apariencias externas, nos damos
cuenta de que es extraordinario lo que tiene lugar. Por ejemplo, no podemos ni
siquiera reconocer a un Gurú autentico por el modo como se comporta o habla.
Un gurú falso solo puede existir creando la apariencia correcta. Las apariencias
134
son solo una ilusión, pero debido a que afectan a tanta gente, se cree que lo falso
es verdadero.
La única forma de conocer a un Gurú genuino es dándonos cuenta de lo que
sentimos, de lo que realmente sucede en nuestro interior, la verdad se encuentra
en nuestra propia experiencia interior, no en el espectáculo externo. Nadie puede
decirnos quien es nuestro verdadero Gurú. Lo reconocemos con el corazón. Es
como enamorarse. No pensamos en ello ni lo analizamos antes de decidir de
quien enamoramos. Solo nos enamoramos quizá contra viento y marea. Ocurre
en el interior, en el corazón y no en la cabeza. Lo mismo sucede al conocer al
Gurú. Es como reconocer la parte más intima de nuestro propio Ser.
Poco a poco me enamoré de Baba, a pesar de todos mis análisis y resistencias.
Me cautivo como nadie. Era por completo impredecible y nunca sabía yo de un
día a otro como se relacionaría conmigo. Nunca pude anticipar sus respuestas, ni
siquiera si respondería o no. Siempre me maravillaba y sorprendía, y parecía
conocerme mejor que nadie. Parecía comprenderme en una forma íntima y
misteriosa. Algunas veces decía algo para hacerme ver que sabía cómo me sentía
en verdad, y siempre me impresiono lo certero de su apreciación.
Siempre era fantástico estar con él. No importaba lo que hiciera o dejara de
hacer. No importaba si se dirigía a mí o me ignoraba por completo. Me sentía
feliz con sólo verlo actuar. Escucharlo hablar a la gente, ver cómo se
relacionaba con todos era ya una dicha. Nunca pude explicar intelectualmente
por qué sucedía eso pero era innegable.
Lo mejor de todo esto es que poco a poco, su estado se me empezó a pegar.
Cada vez que estaba con él me parecía absorber más de él. Aquel sentimiento
mágico de estar a su lado empezó a penetrar en mí incluso estando físicamente
lejos de él. Fue despertando algo en mí que ya era mío en forma innata y que no
dependía de su presencia como temí al principio. Era como si me transmitiera
algo que habría de ser mío a partir de ese momento. De hecho, sólo estaba
despertando mi reconocimiento de lo que ya había en mi interior.
Cuando Gurumayí se convirtió en Gurú, me asombró ver que la manera como
había experimentado a Baba era la misma como experimentaba a Gurumayí. No
lo hubiera creído si no me hubiera sucedido a mí, pues tenía la tendencia a ver a
Baba como mi Gurú y a Gurumayí como su sucesora. Al sentir cada vez más
amor en la presencia de Gurumayi empecé a comprender que ella no sólo era la
sucesora de Baba, sino en verdad el Gurú. En cierto sentido. Baba me había
preparado para ella. Me conmovió descubrir esto, pues de alguna manera me
había sentido decepcionado de que mi Gurú abandonara su cuerpo antes de que
yo completara mi sádhana. Pero gracias al descubrimiento de mi verdadera
relación con Gurumayi tenía todavía un Gurú vivo.
135
Pero me estoy adelantando. Muchas de mis historias tienen que ver con Baba, ya
que él era el Gurú cuando yo recibí mis primeras impresiones de Siddha Yoga.
Así que para hablar de mis 'primeros días' en este yoga debo referirme a Baba.
No obstante, todas las formas en que pueda describir a Baba corresponden
también a Gurumayi.
Por cierto, la personalidad de Gurumayi es muy diferente a la de Baba y también
su manera de hacer las cosas. Cada uno de los grandes Siddhas se distinguen
entre si. Su modo de enseñar es diferente.
La verdad es la misma, las enseñanzas son las mismas, las prácticas son las
mismas la Shakti es la misma y el principio del Gurú es el mismo. A veces, en
las lecciones hay oraciones muy generales que dicen cosas como "El Gurú suele
ignorar a una persona cuyo ego depende de la aprobación y el reconocimiento de
los demás. No le da lo que haga crecer su ego aunque eso sea lo que esa persona
más desee".
Cuando se dice algo así se refiere al modo como obra el principio del Gurú, tal
como obró a través de Baba y tal como obra ahora a través de Gurumayi. Mucha
gente no sabe con exactitud que hace un Gurú. Por su estructura, la cultura
occidental acepta a los gurús muertos, no a los vivos.
Más o menos la tercera vez en mi vida que vi a Baba, me dijo: Debes enseñarle
a la gente qué es un gurú. Según mi entendimiento de esa época. Baba era un
yogui muy poderoso de la India, quien podía dar shaktipat. Pero todavía no
hubiera podido explicarle a nadie que era un Gurú.
Le respondí: "Baba, no tengo la menor idea de lo que es un Gurú". Se rió como
si yo hubiera dicho una de las cosas más divertidas que hubiera escuchado;
luego me palmeó en la cabeza con las plumas de pavo real y dijo: No te
preocupes, ¡ya lo sabrás!
Cuando conocí a Baba, ya había meditado y practicado diversos yogas durante
15 años, más o menos. Por haber vivido en la ciudad de Nueva York durante
algún tiempo, conocí y escuché a muchos yoguis de la India que al parecer,
sabían de qué hablaban.
No me acerque a Baba para encontrar un Gurú, sólo quería recibir más
enseñanzas, cualquier forma de entendimiento que pudiera darme antes de que
siguiera su camino y yo el mío y para recibir shaktipat. Pensé que iría a que
despertara mi kundalini y luego seguir con mi vida.
Recibí shaktipat pero no contaba con que a consecuencia, mi vida entera se vería
transformada. Fue como salir de mi vida y entrar a un mundo completamente
nuevo. Antes de esto no habría podido hacer lo que hice después. He aquí la
diferencia entre el Gurú y un maestro común. Un maestro común sólo puede
explicar las cosas y describirlas; un Gurú verdadero imparte la experiencia real.
136
Un Gurú verdadero transforma nuestra vida de una manera tal que literalmente,
no somos ya los mismos.
Mi experiencia interior fue lo que me hizo regresar una y otra vez. En ese
momento Baba era lo único que me atraía de Siddha Yoga, a decir verdad, todo
lo demás me desagradaba. Esto sucedía en 1974 cuando solo había unas cuantas
personas y era como ir a un pequeño rincón de la India antigua. Las grandes
fotografías de hombres semi desnudos me parecían un poco extrañas. Desde
luego que no esperaba que los yoguis usaran traje y corbata, pero todo me
parecía raro y desconocido de cualquier manera. Me desconcerté que se
postraran ante la silla vacia de Baba. No entendía que de esta manera se honraba
el Principio del Gurú, que vive en cada uno de nosotros. Y también el Arati las
palmas y el estrepito. No entendía que esos sonidos representan los sonidos que
los yoguis oyen en los estados más altos de meditación, ni que esos sonidos
pueden evocar de manera efectiva esa experiencia en los escuchas. Y ¿sabes
qué? también todo lo demás. La mayoría de la gente tiene su propia lista. No
conozco a muchos a quienes les haya encantado todo nada más con llegar,
aunque a veces los hay.
Muchas de las cosas que Baba decía no tenían sentido para mí. Algo que había
exigido de todos mis maestros era que fueran racionales, y al menor indicio de
que no lo eran, los eliminaba de mi lista. Algunas veces Baba parecía del todo
irracional. No advertía por entonces que esa aparente irracionalidad era una
sabiduría superior. A la razón parecía que si quería yo la Shakti, iba a ser
necesario rendirme ante una cierta irracionalidad. Pero. ¿Quién ha dicho que
Dios está limitado a la racionalidad?
Después de decidirme por la Shakti y no por la racionalidad limitada, empecé a
escuchar a Baba de una manera completamente nueva. Dejo de importarme si lo
que decía tenía o no un sentido inmediato. Como la Verdad misma, el Principio
del Gurú trasciende la comunicación verbal.
Me tomó cierto tiempo advertir todo esto. Mi primera experiencia del áshram
fue que apenas si podía sufrir estar allí. Me sentía muy incómodo todo el tiempo
que permanecía allí. En cuanto salía y caminaba por la calle, me volvía a sentir
muy bien, muy libre. Pero al día siguiente, de regreso hacia el áshram en el
metro, me preguntaba: "¿Por qué regreso? Ni siquiera me gustaba estar allí."
Mirando hacia atrás, puedo ver que la Shakti me atraía hacia allá desde un nivel
sutil. Era como si la actividad de mi mente hubiera dejado de ser importante.
Cada vez que iba al áshram, sentía que era el único que estaba fuera de lugar.
Parecía que todos los demás se sentían a sus anchas, que estaban de veras
adaptados al lugar. Se veían muy seguros de las razones que tenían para estar
allí y de lo que hacían, y parecían muy "comprometidos". Centrado en mí
mismo, yo me sentía desubicado. Estaba seguro de que los demás me veían
137
que sucedía. Para mi asombro empecé a ver que los demás me veían como a
alguien que parecía tan a gusto en el medio tan "metido" en él. Todavía más
sorpresivo fue que alguien me confesara que temía que yo censurara su modo de
hacer su sádhana. Qué asombrosa perspectiva!
Después de algunos años, empecé a comprender que la mayoría de la gente
atraviesa por situaciones muy similares. Se requiere de cierto tiempo para
entender que todos tenemos muchas cosas en común. Hay una tendencia muy
fuerte a sentir que nuestra propia insuficiencia es demasiado notoria. Creemos
que los demás nos censuran, mientras que ellos, a su vez temen no contar con
nuestra aprobación. Todos quieren amor. ¿pero quién lo da? Queremos que nos
acepten y nos reciban bien, pero ¿quién será el que acepte y reciba bien?
Solemos esperar que el otro lo haga en vez de nosotros. Quien conoce la Verdad
es uno de los pocos que recibe y acepta con gusto a los demás.
Una vez en un taller en Manhattan, en el centro de Soho, una mujer nos
comunico que se sentía como una extraña, como si fuera la única que no conocía
a nadie más. Resulto que casi todos venían de diferentes lugares y ninguno
conocía a más de dos o tres personas, y la mayoría se sentía justo como la mujer
que compartió su experiencia. Cada uno tenía la sensación de ser el único que
estaba fuera de su medio.
Después de conocer la verdad acerca de la situación, se relajaron y se sintieron
muy bien; empezaron a abrirse a los demás y a ver al mismo Ser en el otro. Para
el segundo día ya eran como una familia unida en la que todos se conocían muy
bien y se aceptaban por completo. Era un microcosmos de la vida. No
comprendemos que todos estamos en el mismo barco, que experimentamos los
mismos sentimientos. Cuando conocemos la verdad, podemos ser quien conforta
y da alivio, quien ofrece amor. Solo el ego siente la desaprobación, sólo el ego
se siente como un proscrito. En la mayoría de los casos somos los proscritos de
nosotros mismos.
La sensación de que debemos cambiar o mejorar para estar bien, para ser
aceptados por los demás, es inherente al ego. Parte del proceso de la sadhana es
superar esta tendencia común. Debemos liberamos de una vez por todas del estar
centrados en nosotros mismos, del deseo de complacer a los demás o de hacer
ciertas cosas para que nos quieran y nos acepten . En un momento dado, es
esencial que comprendamos que todo está bien tal como es.
Todo lo que ocurre en presencia del Gurú, en el áshram o en cualquiera de los
centros o durante los Intensivos y los talleres, o en cualquier momento en que
dos o más devotos hacen sadhana juntos, es parte de este proceso fascinante.
Durante el mismo los samskaras escondidos emergen a la superficie y los
aspectos más sutiles del ego se ven expuestos, para poder liberarnos para
siempre de ellos y quedar establecidos en nuestra verdadera naturaleza.
139
Este proceso con frecuencia parece ser algo que suscita en nosotros todo tipo de
reacciones, pensamientos y opiniones: aunque, en realidad, algo más está
sucediendo. De hecho, la Shakti puede estar purificándonos de nuestras
reacciones y opiniones. La Shakti hace que tenga lugar este drama, este juego,
para que de modo gradual alcancemos la sencilla conciencia de la Verdad.
Todos nuestros rígidos conceptos e ideas falsas se disuelven con el tiempo. No
podremos conocer el Ser mientras estemos atados a conceptos o creencias, por
buenos auténticos o morales que parezcan. No podemos justificar un concepto
rígido sólo por que parezca ser "correcto" racionalmente.
Cuando pensamos en algo como: "No me gusta esto, me choca que hagan eso",
debemos detenernos y ver si la Shakti está sacando a la luz nuestra tendencia a
sentirnos de cierta manera. Muchas veces vamos al ashram y pensamos que algo
nos disgusta cuando en realidad la Shakti nos está purificando de eso que nos
disgusta en particular. Al Ser no le disgusta nada, solo el ego puede sentir
disgusto, solo el ego puede desaprobar. El Ser observa la totalidad, nada queda
excluido.
La Shakti hace que afloren nuestras reacciones compulsivas, y parte de nuestra
sadhana consiste en reconocer la verdad de lo que está pasando ¿Por quién
vamos a optar? ¿Por la Shakti o por nuestra reacción? ¿Dónde vamos a poner
nuestra fe? Pero tenemos que ver que está pasando. No es lo que parece por
fuera. La Shakti es muy lista. Podemos pensar que estamos muy centrados y que
tenemos todo bajo control, pero la Shakti encontrará algún modo ingenioso de
mostrarnos en dónde estamos "atorados". Es un proceso fascinante.
Con el tiempo, gracias al poder de este proceso, nos liberamos de todo y vamos
más allá de nuestras limitaciones comunes. El proceso da resultados, no cabe
duda. No es posible dudarlo porque son ya muchas personas quienes han sufrido
una transformación radical. Mucha gente nos precede, mucha gente ha
experimentado el poder transformador de la gracia. Lo único que hay que hacer
es advertir cómo se manifiesta la gracia en nuestra propia vida. Entonces
tendremos fe en el proceso.
A medida que somos transformados dejamos de identificamos con esta
personalidad, con esta manifestación externa en especial; dejamos de
enorgullecemos o avergonzarnos de nuestros actos. Nos volvemos alegres en
forma natural y auténticos en forma espontanea. Por primera vez nos
expresamos hacia el exterior como somos en realidad y vivimos de un modo
adecuado a nuestra propia naturaleza.
Entonces, nuestras acciones ya no son calculadas, dejan de responder a
motivaciones personales. Debido a nuestro estado, debido a nuestra conciencia
140
LECCIÓN 15
Querido amigo:
Una vez más podemos reunimos en el espacio de la página impresa. Al menos
parece ser la página impresa. En realidad, cuando nos sintonizamos con la
lección, nos reunimos en el espacio interior, en el espacio del corazón.
Podemos compartir este espacio todo el tiempo, ya sea que estemos cerca
físicamente o no. Es un espacio más allá del espacio, un espacio sin lugar.
Aunque vibra en lo más profundo del corazón, también es omnipresente. Es el
espacio de nuestra propia conciencia. Cuando le damos un nombre a este
espacio interior, lo llamamos el Ser, y como Baba solía decir: La sensación del
Ser es el amor.
Por tradición, cuando un estudiante o buscador acude a un guía o maestro
espiritual, lo primero que el guía o maestro debe hacer es desmantelar la forma
en que el estudiante o buscador ve el mundo. En Siddha Yoga suceden muchas
situaciones sólo para derrumbar nuestra manera rígida y limitada de percibir las
cosas. El Gurú suele relacionarse con nosotros en formas que cambian nuestra
manera de ver las cosas del mundo y expanden nuestra perspectiva.
Por supuesto, la mente tiene sus opiniones sobre lo que ocurre, y el ego tiene sus
reacciones hacia todo aquello que ocurre. Incluso al leer estas lecciones podrás
tener toda clase de opiniones y reacciones acerca de lo que lees. Puedes estar de
acuerdo o en desacuerdo con lo que lees; aun así, algo tiene lugar más allá de la
actividad mental.
Por lo general tarda un poco percatarse de que el Curso no tiene lugar sólo a
nivel intelectual. Por cierto, el Curso le da a la mente bastante con qué
entretenerse, bastante qué digerir y sobre qué reflexionar; sin embargo, el
proceso interior se desarrolla a un nivel más profundo. Tu percepción de las
cosas se ve expandida en virtud de la gracia; la relación principal con las
palabras es que al hacer el esfuerzo de leer lo que está escrito, das tu
consentimiento para participar en el proceso.
Este Curso es un medio determinado que Gurumayi, en su compasión, pone a
nuestro alcance con el fin de que participemos en la sádhana a nuestro propio
paso y nivel y en un lugar y un tiempo que nos sean cómodos. En lugar de
hacernos trepar a los Himalayas para llegar a ella, Gurumayi nos envía su gracia
por correo. ¡Cuánta compasión y gracia nos concede!
El método ideal de abordar el Curso es leer diariamente la lección en turno, y
por lo menos una vez la lección de repaso. Por supuesto, tú puedes encontrar el
método que te resulte más cómodo y natural. Al transcurrir el tiempo
descubrirás el valor de la repetición y la reiteración, si es que aún no lo
142
descubres. Si fuera posible entrar en la dicha del Ser conducido por Él sólo una
vez, ya estaríamos todos realizados a estas alturas.
Estas palabras ocupan el intelecto para que pueda ocurrir algo más profundo.
Por eso, no importa si el lector es un principiante o un "veterano". La lección
puede leerse o experimentarse a cualquier nivel de entendimiento que el lector
tenga. En última instancia, sólo una Conciencia percibe y entiende estas
palabras. Todos compartimos esa misma Conciencia.
Hay un espacio que todos compartimos simultáneamente. Este espacio es el
estar conscientes. Podemos llamarlo "Conciencia". Podemos llamarlo "amor".
Sólo existe un amor, y por lo general nos sintonizamos con él de vez en cuando
u obtenemos destellos de él y gritamos: "¡Oh, estoy enamorado!, ¡estoy
enamorado!" Sin embargo, el mismo amor está siempre ahí en su plenitud,
estemos conscientes de él o no. Tenemos la capacidad para estar siempre
enamorados, y no en un sentido ordinario, sino en un sentido extraordinario.
Cuando entendemos la Verdad, experimentamos que en realidad nunca estamos
separados unos de otros. Así como una persona que duerme no se percata de que
su sueño es sólo un sueño, una persona sin conciencia de la Verdad no
comprende que todos somos uno. Esto es algo tan sutil que no es posible
enseñarlo ni comunicarlo a alguien intelectualmente. La experiencia o el
reconocimiento de esto puede transmitirse de una persona a otra, pero sólo
mediante el poder de la Shakti y no con palabras. En sí mismas, las palabras no
pueden contener la Verdad.
A veces, parecerá que las oraciones o párrafos de las lecciones no encajan bien
unos con otros. No todo está pulcramente estructurado para la mente. Es
necesario que aprendamos a ver las conexiones y relaciones correctas entre las
cosas. Aprenderlo nos lleva más allá de la mente común y tenemos que
trascenderla para llegar a ser libres.
Cuando entendemos que en esencia somos lo mismo que todos los demás,
comenzamos a vivir en forma distinta de como lo hacíamos al ver diferentes a
los demás. Nos relacionamos con la gente de otra manera viéndolos igual que
nosotros, que si los vemos diferentes de nosotros mismos.
Quien se ve a sí mismo en los demás, siente que todos son sus amigos secretos.
Nadie le es extraño en el fondo, porque conoce cómo es cada persona por
dentro. En cierto sentido, está enamorado de todos, ve a cada uno como su
amado, aunque no exista mucho karma externo entre ellos; sólo porque
tengamos muy poco karma con otra persona en esta vida, no significa que
dejemos de estar muy cerca uno del otro.
Hay un ámbito de existencia constituido por personalidades. En este ámbito,
todas las personalidades son como un circo de personajes de caricatura. No
143
obstante, por lo general vemos las personalidades como si fueran lo que la gente
es, y nos relacionamos con ella y la sentimos de acuerdo con la personalidad.
Algunas nos imponen, algunas nos intimidan, otras nos hacen sentir incómodos,
otras nos divierten, otras nos atraen, otras nos repelen, y así sucesivamente.
Quien comienza a percibir la Verdad, poco a poco ve más allá de este ámbito de
personalidades. "Aunque advierte lo que hacen las personalidades, no les da
importancia. Deja de reaccionar ante ellas, dejan de desagradarle, dejan de
hechizarlo. La personalidad de alguien deja de interesarle. Se da cuenta de que
la personalidad no es la persona, sino tan sólo un vehículo externo mediante el
cual el Ser interior se expresa en este mundo de formas. Alguien así trasciende
la personalidad, y ve y se relaciona con el mismo Ser interior en todos.
Por lo general creemos que somos una persona y que nuestra personalidad
individual en cierta forma tiene algo que ver con quien somos. Pensamos que
hicimos tales y cuales cosas, unas buenas y otras malas, que hemos cometido
errores y tomado decisiones equivocadas, sufriendo las respectivas
consecuencias, y así sucesivamente. Creemos que nos suceden determinadas
cosas, y ya que nos están ocurriendo, deben ser importantes, y como son
importantes hay que tomarlas muy en serio.
Todo esto sería suficiente, pero además pensamos que somos este cuerpo, que
nació en tal fecha, que es de cierto sexo, tiene cierto estado de salud y en algún
momento morirá. También pensamos ser lo que pensamos y sentimos ser lo que
sentimos. Tal es el estado común de la conciencia individual.
Llamamos ego a todo lo anterior. Básicamente, el ego es aquello que se
identifica con esta persona determinada, con todos sus rasgos y características,
incluyendo faltas, defectos y limitaciones. El ego se apropia de cualquier cosa
en relación con este individuo, diciendo: "¡Este soy yo!". El ego se siente mal, o
bien. El ego se siente contento o deprimido. El ego se enoja y un minuto
después brinca de gusto. El ego opina acerca de todo lo imaginable. Al ego le
gustan algunas cosas y le disgustan otras. El ego juzga a los demás y a sí mismo
como si supiera qué es lo mejor, lo que está bien y lo que está mal. Claro que el
ego siempre cree tener la razón, siempre piensa que lo mira todo desde la
perspectiva correcta. Es más: el ego siente que algo debe ser cierto sólo porque
lo piensa. Por esta razón, la arrogancia, el orgullo y la sensación de importancia
personal también están dentro del ámbito del ego.
Lleva mucho tiempo ver y entender lo que es el ego, y en especial reconocerlo y
advertir lo que hace en el momento en que lo hace. Ahora mismo tenemos cierto
entendimiento acerca del ego, y puede ser bastante más amplio que el que
teníamos antes de empezar el Curso, pero dentro de un año podremos mirar
hacia atrás y apreciaremos que nuestro entendimiento actual del ego era bastante
144
primitivo. Mientras más libres estemos del ego, más evidente habrá de
convertírsenos.
Nuestra perspectiva se expande al disminuir el ego. Si el ego es bastante sólido
y tiene control sobre las cosas, todo se mira y entiende bajo su perspectiva.
Conforme hacemos la sádhana y el ego comienza a encogerse, nuestra
perspectiva se amplía y profundiza. Lo que antes se entendía puede ser
percibido de una manera totalmente nueva, una vez que el ego ha disminuido
aunque sea en forma mínima. Así que aun nuestro entendimiento correcto del
ego, depende de nuestra liberación de él.
Liberarse del ego es un proceso gradual. No puede ocurrir de un día para otro. Si
una persona fuera despojada repentinamente de su ego, podría caer presa del
pánico; podría ser algo muy desconcertante. Por eso, casi siempre tiene que ser
un proceso gradual, o de lo contrario sería abrumador percatarnos de que no
somos quien creíamos ser. Con el tiempo vivimos ciertas situaciones y nos
ocurren ciertas experiencias que podrían compararse con ir removiendo capa
tras capa del ego. Todas esas experiencias están bajo el control de la Shakti.
En la mayoría de los casos, no tenemos idea de lo que sucede en realidad, ni por
qué, sino hasta después, cuando miramos en retrospectiva y advertimos los
efectos. El efecto real de alguna cosa es más sustancioso que la apariencia o lo
que pensamos de ello. En ocasiones, tendremos la impresión de que algún
incidente es una realidad, una estupidez, o que es del todo intrascendente, para
después advertir que propició una transformación o una revelación vital. Otras
veces pensamos que algo terrible está ocurriendo, pero más tarde constatamos
que, en su conjunto, las consecuencias fueron bastante benéficas.
No sabemos qué se necesita para corregir nuestra visión equivocada y nuestro
entendimiento limitado. Si lo supiéramos, nuestra visión y entendimiento no
serían equivocados ni limitados. Por eso pasamos por un proceso de
transformación. Nos ocurren cosas, atravesamos por experiencias, nos
relacionamos con determinadas personas, todo lo cual nos afecta en formas que
no advertimos. Creemos que ocurre algo, cuando en realidad lo que sucede es
del todo distinto.
Sólo una persona con un entendimiento muy refinado ve siempre las cosas como
son en realidad. La mayoría de nosotros, incluso quienes han hecho sádhana por
mucho tiempo, sigue siendo bastante adicto a las apariencias; nos sigue
atrapando el juego de las personalidades. Estamos perdidos en un mundo de
cambios constantes, inconscientes de lo inmutable. Una de las razones para
participar en este curso es refinar nuestro entendimiento y liberarnos de nuestro
condicionamiento limitante. Si queremos seguir esta senda hasta el final, hay
que estar dispuestos a cambiar nuestra forma de pensar y de sentir, o por lo
menos dejarnos conducir por la Verdad a donde sea que nos lleve.
145
"El yogui verdadero puede vivir donde sea, vestido como sea, ignorado por los
demás. Bajo atuendos diversos, esos yoguis van por el mundo y la gente no los
reconoce. En medio de los hombres, viven como si estuvieran ebrios, sordos o
fueran unos imbéciles. Esos yoguis podrán expresarse en forma descortés,
comportarse como el ignorante y parecer un patán.
"Hacen esto con el fin de que los hombres los ignoren y no se congreguen a su
alrededor; no dicen palabra acerca de nada. Si bien se ha realizado en la
libertad, el yogui podrá juguetear como niño, su comportamiento podrá parecer
el de un tarado, podrá hablar como un borracho. Ese yogui vive de tal manera
que podrá provocar la risa del mundo, su rechazo, su repulsión, o hasta que lo
rehúya, dejándolo así en paz. Ese yogui irá con diversos disfraces, vestidos, a
veces como un personaje notable, a veces como un perdido, a veces como un
espectro o un demonio."
Por supuesto, hay prácticas impartidas por el Gurú que son efectivas para
quemar los samskaras que conforman el ego. Por eso meditamos, cantamos,
repetimos el mantra y hacemos otras prácticas, porque son métodos
comprobados para purificar y estabilizar la mente, y como nos las ha dado el
Gurú, llevan su gracia. Las prácticas tienen su propio gran valor. Sin embargo,
una persona no se vuelve espiritual sólo por realizarlas. Quien se enorgullece de
las prácticas que realiza, anda en un viaje espiritual del ego.
La persona se vuelve espiritual sólo cuando renuncia al orgullo de llevar a cabo
cualquier acción. Es esencial, en última instancia, ir por completo más allá de
toda sensación de hacer buenas o malas acciones, ir más allá del orgullo y la
culpa asociados con ellas. Uno puede convertirse en un "yogui" de la misma
manera como se hace ingeniero o jugador de fútbol, pero éste no es el propósito
de la vida espiritual. La perfección en las prácticas yóguicas no es ni la
finalidad, ni la meta.
De nada sirve convertirse en un buen meditador o en un gran cantor si no se
desarrolló la visión del Ser en todo. A fin de cuentas hay que trascender el ser un
yogui y hasta el mismo yoga. En la verdadera espiritualidad hay igualdad de
conciencia. El mismo Ser, reside en todo por igual. No está sólo en las cosas
"espirituales" pues todo es igualmente espiritual una vez que conocemos el Ser.
Enorgullecerse por el "yoga" personal es muy común entre la gente durante los
primeros años de la sádhana. No hay razón para sentir vanidad por estar
haciendo sádhana. Es señal de ego pensar que de alguna manera somos mejores
o superiores a quienes no hacen sádhana: es orgullo espiritual. Es mucho mejor
ser humildes. La humildad puede ser la mayor cualidad de una persona; la
humildad nos conducirá a través de todo. Podemos convertirnos en grandes
yoguis, pero si carecemos de verdadera humildad, estamos buscando la caída.
¿Para qué sirve un yogui arrogante?
147
Con amor,
151
LECCIÓN 16
Querido amigo:
Durante su última gira por Estados Unidos, Baba dijo: Dios vive dentro de
todos, pero no estamos conscientes. Si estuviéramos conscientes, la vida sería
tan grandiosa y sublime. Cuando una persona da la bienvenida a otra con
respeto y sin expectativas, ha comenzado a experimentar a Dios. Una persona
siempre quiere que los demás le den la bienvenida. ¿Cómo puedes obtener
felicidad con esto? Siendo el que respeta a los demás te conviertes en una
persona amable y valiente.
La tendencia ordinaria es desear que los demás nos respeten. Y quizá de manera
secundaria, los respetaremos. Lo mismo se aplica cuando se trata de amar.
Pensamos que seremos felices si ellos nos aman. No estamos tan interesados en
cómo nos sentimos con respecto a ellos. Todo en términos de lo que deseamos,
lo que necesitamos, nunca en lo que deseamos dar.
Pocas personas obtienen lo que piensan que necesitan, o lo que esperaban o
ansiaban, al ser amados por los demás. Casi siempre nos desilusionamos con la
cantidad de amor que recibimos y nunca es para nosotros lo que pensábamos que
debería ser. Es muy raro cuando sentimos que hemos obtenido suficiente, que
tenemos lo que deseamos o necesitamos y aún cuando esta rara ocasión ocurre,
la mayoría de las veces es completamente temporal.
Si una persona siente amor intenso, puede no hacer o decir nada para mostrarlo
externamente. Si somos receptivos al amor, si estamos sintonizados lo suficiente
con el amor que vibra dentro de nosotros, entonces sentiremos el amor de los
demás por nosotros; lo reconoceremos dentro como el amor interior. Una
persona que está desarrollada lo suficiente para mantener su centro de amor
también está desarrollada lo suficiente para ocultarlo cuando sea apropiado.
Algunas veces pensamos que alguien es poco amable o no amigable o huraño y a
menudo resulta que sólo era tímido o reservado o muy inhibido para abrirse y
mostrarlo. Si somos tímidos, si no estamos seguros de nosotros y de lo que
tenemos que ofrecer, a menudo se dificulta entrar en contacto con otros.
Tendemos a introvertirnos aún cuando estamos solos y nos preguntamos por qué
nadie parece amarnos.
Algunas veces nos sentimos rechazados porque alguien es tímido o reservado o
inhibido. Lo tomamos personalmente. Sólo porque nuestra atención está
centrada en nosotros pensamos que los demás están enfocados en nosotros. Se
toma tiempo darnos cuenta que todos estamos envueltos en nuestro mundo, que
estamos en el perímetro. Mientras maduramos espiritualmente, aprendemos
gradualmente que no vale la pena tomar nada de manera personal. La gente es
152
tal como es, siente de la manera en que siente y expresa lo que expresa y no
tiene que ver con nosotros.
Baba siempre dijo: Sé el que Observa, no el observado. Es importante
establecerse en el Ser, el observador, ser el que observa, nunca ser el observado.
Cuando miramos al espejo, ¿nos preocupamos cómo nos ve el reflejo? Así se
aplica la analogía a la vida. Todos en este mundo son un reflejo de nuestro Ser
interior, todos compartimos al mismo Observador. El mundo entero es como un
espejo cósmico.
Aun si no eres de tipo intelectual y no estás interesado en el entendimiento
intelectual, sería benéfico que entendieras esta simple verdad y que te
establecieras en ella con firmeza. Siempre eres el Observador nunca el
observado. Eres lo que ve.
Este entendimiento revoluciona la manera en que ves y te relacionas con los
demás. Todas las relaciones se moverán en un nuevo nivel. Tú eres siempre el
que mira. Identificarte con ser el observado es lo que llamamos "conciencia de
sí". Es una contracción definitiva de nuestro estado. No seremos capaces de
relacionarnos abierta o confidencialmente con la gente si estamos más
preocupados en cómo nos ven que en cómo los vemos.
Si entiendes esto te salvarás de años de angustia y paranoia emocional. Serás
una persona completamente diferente si estás más enfocado en cómo percibes a
los demás que en cómo te perciben.
De la misma manera, ¿por qué preocuparte si alguien te ama o no? Lo que es
importante es si sentimos amor dentro. Esto es lo que nos afecta, esto es lo que
determina nuestra experiencia. Nuestra experiencia nunca depende de lo que
alguien hace, dice, siente o ve. No tiene influencia en nosotros, ni nos afecta, es
mera ilusión. Creamos el contentamiento y la satisfacción a través del amor.
Cada persona comparte el mismo amor interior. Baba decía a menudo: Amor es
la sensación del Ser. Este amor existe dentro, aún si somos o no conscientes de
él. Alguien puede decir que no está consciente del amor interior, pero sólo está
expresando ignorancia al insistir que el amor interior no está presente. El amor
es real, nunca se va, nunca "deja de trabajar". Y aún hay un velo que nos impide
experimentarlo. ¿Por qué practicamos Siddha Yoga? ¿Para qué hacemos
sádhana? Es para remover este velo.
Si este velo no existiera, dos personas se encontrarían y el gozo danzaría en sus
corazones del deleite que habría al verse, no importando que uno sea un niño un
anciano o un adolescente. Y luego seguirían por su camino con su karma. No
tendrían que saber el nombre del otro. No tendrían que ir juntos al cine. No
tendrían que discutir su pasado ni sus opiniones ni ambiciones. Sólo se
153
Gurumayi dijo una vez: Hubo un gran santo cuyo nombre era Gurú Nanak. En
su canto dijo: "¿Por qué tratas de buscar tu amor en lugares tan diferentes? El
amor que buscas está dentro de ti. Así como hay fragancia en una flor, así como
hay reflejo en un espejo, el Señor, la Verdad, el amor, existe dentro
constantemente. Por tanto, mira en tu corazón. Encuéntralo dentro de ti".
Ir dentro no sólo es cerrar los ojos y sentarte en calma. Ir dentro es
reconocimiento. Meditar es reconocer el hecho de que lo que está adentro
también está afuera. Aunque no podamos verlo también está ahí.
Cuando experimentas este amor, burbujea desde dentro. Entonces no importa en
qué calle vivas o en qué casa vivas, lo verás y sentirás. Aun en presencia de tu
enemigo, lo que experimentarás es amor. Mucha gente dice: "Puedo amar a mi
amigo. Puedo amar a mi querida familia, pero, ¿cómo puedo amar a mis
enemigos?" Cuando reconoces la Verdad, cuando reconoces el amor, cuando lo
experimentas también verás el mismo amor en ello. Podrán no hacer o decirte
cosas amables, es lo que piensas de ellos.
Tu sentimiento interior es muy importante. Es importante que te sientas bien.
Cuando te sientes bien, puedes hacer grandes cosas. Si te sientes mal todas tus
palabras y acciones están penetradas por esta vibración.
Un gran ser, Sundardas, dice: "Alcanza el estado donde no estás limitado por el
apego o la aversión; no estás limitado por tus sentimientos o enemistad; no
estás limitado por tus sentimientos heridos. Alcanza el estado donde no
chismoseas. Alcanzad estado donde en buena compañía o no, nada te afecte".
Por esto, necesitamos reconocer el amor dentro y fuera. De lo contrario vivimos
en un mundo de ensueño. Si hablas con algunas personas te dirán que irán a
vivir a las Bahamas. Dirán que se van a casar con el hombre más rico del
mundo. Viven en un constante mundo de ensueño. Y ya que nuestro mundo de
ensueño no nos da satisfacción creamos más y más ensueños. Es por esto que
los grandes santos dicen: "¿No recuerdas que eres la Verdad? Tienes todo
dentro de ti mismo. ¿Cómo pudiste olvidarlo?"
Con amor,
160
LECCIÓN 17
Querido amigo:
Es bueno entender que Siddha Yoga es el yoga para vivir en el mundo. No nos
incita a abandonar nuestra familia y nuestras posesiones para retirarnos a las
montañas o a una cueva. Siddha Yoga debe practicarse en la vida diaria tal como
es. Siddha Yoga es una forma de abordar todo en nuestra vida.
Ciertos aspectos de nuestra vida pueden cambiar al profundizarse y expandirse
nuestro entendimiento, pero no tenemos que cambiar nada para practicar Siddha
Yoga. Algunas cosas probablemente cambiarán a medida que practiquemos los
principios de Siddha Yoga, pero no tenemos que empezar cambiando nada que
no queramos cambiar. Cualquier persona, sin importar cómo vive o cómo se
gana la vida, puede practicar Siddha Yoga con gran provecho. Incluso una
persona "de mente mundana", puede practicarlo si desea disfrutar de libertad y
alegría verdaderas.
Siddha Yoga debe practicarse las veinticuatro horas del día. No podemos decir:
"Discúlpame porque voy a practicar Siddha Yoga por un rato". ¿Qué haríamos?
No se trata de practicar Siddha Yoga únicamente en el áshram o en el centro
local, o cuando meditamos, cantamos o repetimos el mantra. La esencia de
Siddha Yoga no está en los ritos, las creencias o el dogma. En Siddha Yoga
tenemos acceso a ciertas prácticas que nos ayudan a liberarnos de todo aquello
que nos impide experimentar la Verdad. Sin embargo, las prácticas en sí mismas
no constituyen Siddha Yoga.
Hasta el momento de escribir esta lección, he pasado unos dieciocho años
enseñando Siddha Yoga, y me he dado cuenta de que cada persona lo mira desde
su propia perspectiva. De acuerdo con el entendimiento e interés de cada uno,
las mismas palabras pueden comprenderse o experimentarse de diferentes
maneras. Por ejemplo, una persona leerá una vez su lección en turno, la dejará y
esperará a la siguiente, pensando que ya entiende lo que está escrito. Otra leerá
toda la lección a diario durante dos semanas, y se las arreglará para encontrar
algo nuevo en cada lectura. La mayoría de la gente está en medio de los dos
casos. Los que están en el segundo y tercer año del Curso, tienden a leer sus
lecciones con mayor frecuencia que los del primer año. Parece que se lleva
tiempo descubrir la ventaja de hacerlo así. Eventualmente, se ve que crecen el
interés y el entusiasmo.
Hablando con sencillez, Siddha Yoga es un proceso que lleva a la continua
conciencia del Ser interior. Esta conciencia no puede ser teórica. No hace
ningún bien saber acerca del Ser interior. El Ser no puede ser experimentado
con la mente. Sólo se puede pensar en él con la mente. Un pensamiento acerca
de una cosa no es lo mismo que la cosa en sí. Esto es particularmente cierto
161
cuando se trata del Ser. Por ejemplo, si tienes hambre, el pensar en comida no
ayuda gran cosa. El mismo principio rige en cuanto a la experiencia del Ser.
Se tienen que experimentar muchas cosas que no pueden comprenderse
intelectualmente. En el Curso se insistirá siempre en nuestra experiencia real.
Habrán de experimentarse muchas cosas que, por el momento, parecen no tener
ninguna relación con la sádhana. Únicamente en retrospectiva, vemos cómo
muchas cosas fueron sádhana. Nos engañamos al pensar que hay cosas en la vida
que no están relacionadas con la sádhana. ¿Por qué estamos en esta tierra?
Si estamos alertas, veremos cómo la Shakti hace uso de todo; incluye las
circunstancias, condiciones y relaciones de nuestra vida personal como
vehículos e instrumentos para su trabajo. Llegamos al punto en que nuestro
entendimiento correcto es que todo lo que se presenta en la vida tiene que ver en
nuestra relación con la Shakti.
Aquello por lo que tenemos que atravesar y lo que tenemos que experimentar
corresponde a nuestro karma, nuestros samskaras. En suma, es lo que cada uno
de nosotros necesita personalmente. Una vez que recibimos shaktipat las
experiencias de la vida ocurren en un nivel diferente del anterior. Los
acontecimientos cotidianos empiezan a tener mayor significación, cuando vemos
desde una perspectiva más sutil. En nuestro curso aprenderemos a hacer esto. A
casi todos nos lleva largo tiempo ver los vínculos y relaciones que existen entre
las cosas, y reconocerlas cómo realmente son.
Hay muchas maneras de hacer sádhana en Siddha Yoga. No es que todos
despierten a la misma hora y hagan las mismas cosas día con día. La sádhana de
cada persona es única. Por ejemplo, algunos participan principalmente en la
meditación y el canto. Algunos prefieren estudiar y le dedican mucho tiempo a
la lectura y la contemplación de las escrituras. Algunos realizan seva como su
práctica espiritual fundamental. Otros más se comprometen verdaderamente con
la sádhana de este Curso, que puede ser la principal forma externa que tome
Siddha Yoga para ellos. Para otros, el Curso les ayuda a mejorar su
entendimiento de las demás prácticas. Están también los que no tienen ningún
interés en tomar un curso por correspondencia. Así, cada persona tiene su propio
método individual y único de practicar Siddha Yoga. No existe una única forma
correcta.
Una de las formas más "aparentes" de sádhana es la vida en el áshram. Muchas
personas visitan el áshram por un fin de semana o unos días. Algunas personas
van a vivir al áshram por unos cuantos meses o por uno o dos años o más. Los
hay que han vivido ahí durante diez años o más. Luego están los que pasan todo
el verano o parte de él en el áshram, especialmente cuando se encuentra el Gurú.
Hay quienes permanecen una, dos o tres semanas. Hay quienes vienen de vez en
162
cuando por un día. También hay gente que, por una u otra razón, nunca puede
llegar a un áshram.
Todos ellos están haciendo sádhana a su manera. No se trata de que la persona
que esté más tiempo en el áshram obtenga más puntos. Simplemente cada
persona tiene su propio camino. Algunos tienen el karma de pasar más tiempo
con el Gurú que otros. Hay quienes están más dispuestos a hacer el esfuerzo o el
sacrificio requeridos. Algunos buscarán un trabajo o tomarían un segundo
empleo sólo para poder financiar el tiempo que pasarán con el Gurú. Otros no
irán al áshram porque no tienen con quien dejar su gato.
Para pasar un tiempo en el áshram, hemos de sacrificar ese tiempo de nuestra
vida personal acostumbrada. Aun para asistir a un intensivo o taller,
sacrificamos la vida de nuestro cuerpo físico durante un par de días con el
objeto de poner a nuestro cuerpo sutil en un contexto de sádhana de alta
intensidad. En nuestra vida cotidiana solemos sacrificar nuestro cuerpo sutil por
los placeres y la comodidad del cuerpo físico. Cuando vamos al áshram, cuando
asistimos a un intensivo o taller, colocamos al cuerpo sutil primero. Para que
ocurra lo mejor, hemos de hacer un esfuerzo y un sacrificio para colocarnos en
el lugar más conveniente, en el momento más oportuno. Estar en el lugar más
conveniente, en el momento más oportuno, es estar en sintonía y en línea con la
Shakti.
La vida en el áshram es uno de los aspectos más fascinantes de Siddha Yoga.
Cada quien percibe el áshram a su manera, de acuerdo con su propia percepción.
Algunas personas que carecen de una percepción sutil, sólo advierten los
elementos externos: las fotos, el incienso, los cantos, las reverencias, la silla del
Gurú. Ven todo esto como extraño. Otros se sorprenden al darse cuenta de que
tienen una experiencia interior que no esperaban. Podrían sentirse
inexplicablemente serenos o llenos de amor. El áshram no es lo que parece ser;
todo lo que en él ocurre está concebido para que el proceso de la sádhana siga
adelante de la manera más efectiva.
El áshram en sí mismo es como un pequeño mundo. Dentro de este mundo todo
está dispuesto para que una persona pueda practicar su sádhana en todo
momento, esté o no consciente de estar haciendo sádhana. Podrá estar
disfrutando de "su" tiempo personal, podrá estar simplemente paseando con sus
amigos, pero, ya que está en el áshram, la Shakti está sutilmente detrás de todo
lo que sucede. Aun las interacciones casuales pueden tener un gran significado,
si la persona está lo suficientemente alerta y consciente para ver las sutilezas y
las relaciones entre todo lo que ocurre.
Para un visitante, los principales acontecimientos del áshram son los programas,
los cantos, la meditación, los cursos: todas las actividades yóguicas que uno
espera encontrar en un áshram. Para quien pasa un largo periodo en el áshram, el
163
énfasis mayor se centra en su seva. A una persona que apenas está aprendiendo
acerca del yoga y apenas empieza a meditar, es poco probable que le emocione
la seva. La seva es más significativa de lo que parece al principio.
La seva es el servicio que hacemos para el Gurú. A cualquier persona que vaya
al áshram, ya sea por un fin de semana o por algunos meses, se le asigna una
seva determinada. Al principio se le da algo sencillo, como trapear los pisos,
lavar los baños y lavar los platos. Alguien tiene que hacerlo. El áshram no
contrata a nadie para su mantenimiento. Este trabajo es asignado a la gente en
calidad de seva, el trabajo desinteresado. En la seva estamos desapegados del
fruto de nuestro trabajo. Es una ofrenda sin interés personal.
Después de estar algún tiempo en Siddha Yoga, muchas personas prestan sus
servicios en las áreas en que han sido capacitadas. Estos servicios le permiten a
Siddha Yoga funcionar con una admirable independencia. Los devotos que son
abogados, tienen la seva de cuidar de los asuntos legales. Los devotos que son
contadores, tienen la seva de llevar la contabilidad. Los devotos que son
arquitectos, tienen la seva de proyectar edificios. Los devotos que son
electricistas, tienen la seva de cuidar de las instalaciones eléctricas. Quien sabe
cocinar es enviado a la cocina.
Con el tiempo casi todos acaban haciendo la seva que corresponde a lo que
mejor saben hacer. No se envía inmediatamente a un abogado al departamento
legal. Primero tiene que demostrar que está dispuesto a hacer sádhana, y a no ser
nadie en especial. Cuando demuestre estar dispuesto a hacer cualquier cosa que
se le pida, entonces la Shakti revelará sus verdaderos talentos. También puede
que se le dé algo nuevo e inesperado para hacer a fin de desarrollar algún
aspecto que necesita trabajar para progresar en su sádhana. De esta manera, los
áshrams son autosuficientes, y esta red de sevas interrelacionadas crea el terreno
propicio para hacer sádhana.
Para la mayoría de los occidentales, la seva es una forma completamente
diferente de hacer las cosas. Debido a nuestro condicionamiento, es difícil
comprender los beneficios de hacer seva. La seva purifica poderosamente al ego
y elimina mucho entendimiento incorrecto. Por medio de la seva, nos
sintonizamos y alineamos con la Shakti. Sin embargo, nada de esto será evidente
mientras la persona no participe plenamente en la seva y experimente los
beneficios por sí misma.
Quizá, en nuestro primer día en el áshram, nos den una escoba y nos pongan a
barrer un pasillo. Este primer simple acto de seva a menudo hace surgir muchas
cosas a la superficie. El individuo puede andar con su escoba pensando: "¿Vine
aquí para hacer esto? Podría estar en casa pasándola bien y estoy aquí barriendo.
¿No se dan cuenta de quién soy? Realizo un trabajo importante en el mundo.
Soy respetado. ¿Cómo pueden esperar que una persona como yo se ponga a
164
barrer? Me deberían dar algún trabajo importante. Puedo hacer otras cosas tan
bien como los demás."
Muchas cosas pueden cruzar por la mente de una persona. Pueden surgir muchas
kriyas mentales o experiencias de purificación. El ego se encoleriza. Es
sorprendente cuántas cosas diferentes pueden ocurrir dentro de una persona al
pedirle simplemente que cumpla con una pequeña tarea. Es una técnica de
purificación muy eficaz; sin embargo, poca gente puede ir más allá de su ego lo
suficiente para verlo como es.
El proceso de hacer realmente la seva puede ser diferente a todo lo que
esperamos. Con frecuencia se envía a una persona a trabajar con otras en algún
proyecto, y ocurre que estas personas en particular son las últimas del áshram
con quienes le hubiera gustado estar. Así, su seva puede ponerla en contacto con
la misma gente que, de ser posible, hubiera evitado. Y normalmente hay algún
supervisor de seva o alguien que le diga qué hacer y cómo hacerlo. Con
frecuencia, puede ser alguien que sabe menos que ella; sin embargo, es el jefe.
Con esto se desatan otras reacciones del ego. Quizás no haya nada que le caiga
peor al ego que esté bajo la supervisión de alguien que sabe menos sobre lo que
se esté realizando que lo que uno cree saber.
En el proceso de hacer su seva, una persona tiene oportunidad de trabajar sobre
toda clase de aspectos del ego. Deberá estar desprovisto de ego para fluir con
todo armoniosamente. El ego encontrará muchas cosas de qué quejarse. Por
ejemplo, la seva puede consistir en hacer algo de una manera determinada. El
ego puede pensar: "¿Qué importa si se hace de tal o cual manera? o ¿qué
importancia tiene este pequeño detalle?" O bien, como sucede a menudo, el ego
sugiere una mejor manera de hacerlo. El ego siempre quiere mejorar las cosas.
El ego quiere, en especial, que las cosas se hagan a su manera.
Por supuesto que todo puede mejorarse. El sistema no es inflexible.
Simplemente está dispuesto de manera que el ego no pueda involucrarse.
Gurumayi nos anima a estar abiertos a las sugerencias para mejorar.
Simplemente, nuestro ego no recibirá reconocimiento ni alabanza por introducir
alguna mejora. Si escuchamos que lo estamos haciendo muy bien, nos sentimos
muy bien. ¿Por qué? Porque el ego se infla. Hacer que el ego se sienta
estupendo, no es el mejor interés de la sádhana. Nos sentimos de maravilla
ahora, pero nos sentiremos terriblemente mal en cuanto alguien nos diga que lo
hemos hecho desastrosamente. Nuestro propósito es ir más allá de ser afectados
por la alabanza o el reproche. Mientras seamos afectados por la alabanza y el
reproche, seremos: alejados fácilmente de la conciencia del Ser. Hacer seva, es
una forma muy efectiva decir más allá de la alabanza y el reproche.
Después de que una persona ha estado unas cuantas veces en el áshram, o
después de haber permanecido en él por un tiempo, generalmente su seva será
165
hace todo, que lo realiza todo y que no se ve afectado por nada. Es dedicar
nuestra vida a Dios, al servicio de Dios, a la voluntad de Dios en lugar de
nuestra propia voluntad egoísta.
Hay muchos senderos espirituales. Yo practiqué muchos senderos diferentes
antes de llegar con Baba. Meditaba bien, escribía artículos para revistas de yoga
y meditación. Fui con diferentes maestros y exploré diferentes tradiciones.
Finalmente llegué con Baba y todo cambió. En lugar de darme nuevas técnicas,
simplemente comenzó a trabajar en mi ego. Baba nunca pareció demasiado
preocupado por enseñarme nada, pero cuando se trataba del ego no tenía
misericordia. No recibí ninguna otra práctica, pero en lugar de ello, hubo un
ataque sutil al ego.
Al paso de los años, he conocido a mucha gente que practica la espiritualidad de
muchas maneras diferentes. He notado que las personas que no tienen un Gurú,
a menudo tienen un gran ego. Al mirar hacia atrás, no puedo creer lo grande que
era mi ego, lo orgulloso que estaba de mi entendimiento y mis logros en la
meditación. A Baba no le impresionaron mis años de yoga. De hecho, parecía
divertirlo. Antes de conocer a Baba, me había convencido a mí mismo de que
era una persona muy especial, pero en unos pocos años Baba me convenció de
que no era yo tan especial como creía. A fin de cuentas, para liberarnos del ego
totalmente no podemos continuar pensando que somos alguien; tenemos que
pasar por el punto de ser absolutamente nada, el punto del cero absoluto .
Es frecuente que alguien llegue a un áshram de Siddha Yoga por primera vez,
habiendo practicado la espiritualidad durante mucho tiempo. Tendrá un aspecto
y una actitud muy espiritual, querrá aprender verdades muy elevadas al recibir
shaktipat de un Siddha Gurú. Se le indicará que haga seva, y luego se le pedirá
que lave platos o que trabaje en el jardín. Durante el tiempo en que lave los
platos o trabaje en el jardín, le ocurrirán más cosas que durante todos los otros
años de su sádhana, porque, por primera vez, la Shakti trabajará sobre su ego.
Increíblemente, muchos de nosotros jamás hemos tenido que sufrir el reto al ego
hasta que entramos en contacto con el Gurú.
No puede haber verdadera espiritualidad mientras no suceda nada con el ego.
Podemos lograr aquietar la mente y mucho entendimiento sutil, y aun tener ego.
Por ejemplo, Baba fue un gran yogui; dominó todos los yogas; sin embargo,
cuando acudió a Bhagaván Nityananda, se encontró con alguien que aplastaría
su ego. Baba hablaba de cómo Nityananda lo humillaba en público,
continuamente, para romper su orgullo y su arrogancia. Y una persona puede
alcanzar un logro tan grande sólo después de haber pasado por este proceso. No
importa cuán grande sea su entendimiento, ni cuánto yoga practique, mientras
exista el orgullo de poseer ese gran entendimiento, o el orgullo de ser el
hacedor, el logro será muy limitado.
167
Cuando Baba decía: "elimina tu ego", la gente se preguntaba: "si no tengo ego,
¿cómo voy a actuar sin ego? ¿Cómo voy a trabajar?" . Es un cuestionamiento
muy genuino, "¿cómo voy a funcionar sin ego?", porque el ego es un impulso
que nos hace trabajar, que nos hace competir, que nos hace actuar.
No es que sin ego no puedas funcionar, es sólo que cuando no tienes ego, no
experimentas los resultados de tu trabajo de una manera limitada . Cuando hay
un gran ego, si logras algo te sientes grande, te sientes maravilloso y deseas
que todo el mundo venga a decirte: "¡vaya, vaya! Estuviste fantástico". Te
sientes encantado, sientes la energía que pasa por tu cuerpo.
Cuando no tienes ego, aunque logres algo, te quedas tranquilo. Te quedas en
calma. Observé esto en Baba todo el tiempo. Él trabajaba muy duro. Era muy
trabajador, un trabajador muy activo. Trabajaba, trabajaba y trabajaba.
Después de dar una charla muy importante en el Carnegie Hall de Nueva York,
alguien le preguntó:
—Baba, ¿Cómo te sientes ahora?
Baba dijo:
—Me siento igual. Siempre me siento igual.
—No, no. Diste una gran charla. ¡Tres mil personas! ¿No sentiste la energía
allí?
Baba dijo:
—La siento todo el tiempo.
Este es el estado de un gran santo, de un gran ser. Ya sea que esté con una
persona o con mil, es la misma experiencia. Cuando miras en tu interior,
cuando has experimentado a tu propio Ser, lo único que hace el ego es sentarse
a tu lado a esperar algún trabajo. Sin embargo, no te molesta. No te importuna.
Te permite permanecer en calma.
Cuando alcanzamos esta experiencia, cuando tenemos esta experiencia, somos
capaces de vivir en la perfección. Somos capaces de vivir en este mundo sin
subir y bajar, subir y bajar.
Si no entendemos que mucho de Siddha Yoga es trabajo sobre el ego, carecemos
de la perspectiva correcta de lo que sucede. La razón de que no disfrutemos ya
de la experiencia constante del Ser es el ego. Para realizar al Ser, el ego tiene
que desaparecer. Y es por el beneficio del ego que pasan muchas cosas en
Siddha Yoga. Generalmente cuando preguntamos: "¿Qué hay de bueno en eso?"
la respuesta es que es bueno para el ego.
Lo mejor para el ego es el Gurú. El trabajo del Gurú consiste en eliminar
nuestro ego por nosotros. Una vez que dejamos las cosas en sus manos, es su
169
por esta razón ha asumido una forma humana. No hay ninguna otra razón para
que ella esté aquí.
Por favor, repasa la lección 12.
Con amor,
171
LECCIÓN 18
Querido amigo:
Es de gran ayuda recordar que Siddha Yoga es un proceso por el que
atravesamos, no es algo que hacemos. A decir verdad, no recuerdo jamás haber
decidido de manera consciente comenzar a practicar Siddha Yoga. Pareciera ser
más bien algo que simplemente llegó a mi vida en una época particular y en lo
cual he continuado participando desde entonces. En realidad no viene a mi
memoria el haber querido o sentido la necesidad de un Gurú. De hecho, yo
pensaba no querer ni necesitar un Gurú y no recuerdo haber cambiado
conscientemente mi mente al respecto. Así que no se trata de que
necesariamente tomes una decisión, sino que ocurre un proceso independiente
de ello.
Este proceso da inicio en el momento correcto, ya sea que tomemos o no una
decisión consciente acerca de él. Cuando nuestro interior está preparado
entramos en contacto con la Shakti del Gurú, la cual despierta nuestra propia
Shakti interior. Una vez que la Shakti está despierta dentro de nosotros, el
proceso comienza a desplegarse.
Tal como el botón gradualmente se expande y se convierte en la flor, también
nosotros nos expandimos hasta que alcanzamos la plena conciencia de nuestra
verdadera naturaleza. No permanecemos ignorantes y engañados para siempre;
lo que nos haga pensar lo contrario sólo es una apariencia. La única razón por la
que Siddha Yoga ha aparecido en nuestra vida es porque hemos alcanzado el
punto donde estamos preparados para darnos cuenta de la verdad acerca de
nosotros y nuestra vida.
Un día realizaremos nuestra unidad con todo; experimentaremos la unidad y la
armonía del universo. Un día el amor será nuestra sensación más inmediata y
natural. Incluso mientras de manera exterior jugamos el juego de vivir en el
mundo y ser un humano, reposaremos en nuestra serenidad interior.
El destino último de cada alma individual es realizar el Ser eterno. Cuando
iniciamos el camino de Siddha Yoga, estamos tomando la ruta más directa. Es
irrelevante si decidimos conscientemente o no practicar Siddha Yoga. En
ocasiones, no nos percatamos de que ya comenzamos a participar y de que
nuestra participación continuará por muchos años. Entonces nos damos cuenta
de que por alguna razón un Gurú ha venido a nuestra vida y además
comenzamos a experimentar un verdadero afecto por el Gurú. Así, de repente
nos encontramos siguiendo las sugerencias e indicaciones del Gurú.
Conforme prosigue nuestra participación, una transformación real ocurre dentro
de nosotros. Incluso antes de que comencemos a entender cómo trabaja Siddha
Yoga, encontramos que nuestro interior está cambiando. Esto me sucedió a mí.
172
que todo lo que deseamos hacer es cambiar las cosas. En lugar de cambiar las
cosas, es más valioso entender en primer lugar cómo éstas surgieron.
La libertad es más simple de lo que la mente condicionada imagina. La libertad
es fluir en el momento presente con una mente clara y completamente
consciente. El universo exterior tiene la naturaleza de un espejo. Todo lo que
vemos es un reflejo de nuestro propio Ser. Un gran ser, un Siddha, es alguien
que ve todo como un conjunto de reflejos en un espejo, y fluye en la simpleza
del instante. No pide explicaciones a su mente. Entiende todo como un juego.
Baba dijo una vez: La Verdad suprema que crea, sustenta y disuelve este mundo
de sujetos y objetos es Shiva. Con su voluntad independiente, Él crea el mundo
a partir de su propio ser. El es todo y El está en todo lugar. Es inseparable del
mundo. El mundo permanece inmerso en ÉL. No es que Él esté arriba o abajo,
aquí o ahí, Él es todo. No tenemos que buscarlo en el cielo; Él satura el
universo entero.
Nosotros vemos, pensamos y sentimos que este mundo consta de dualidad y
diferencias; que rebosa de innumerables formas; a pesar de ello, es inseparable
de Shiva. Tú y yo estamos absortos en Shiva. Estamos en Él y Él está en
nosotros. Debido al olvido de nuestra verdadera naturaleza, debido a nuestra
falta de entendimiento de la Verdad, y debido a nuestras impresiones pasadas
-las cuales crean nuestra falsa identificación con el cuerpo-, nos consideramos
diferentes de lo que realmente somos. Todos somos Shiva.
Una persona debería saber que el efecto siempre existe en la causa y que sin la
causa no hay efecto. Esto se explica en el Vedanta a través del ejemplo de una
olla de barro. La causa de la olla de barro es el barro. Antes de que el barro se
convirtiera en una olla, era barro. Después de que el barro se volvió una olla
sigue siendo barro. Cuando la olla se rompe en pedacitos, el barro permanece.
Esto significa que la olla siempre fue barro.
Del mismo modo, Shiva es tanto la causa como el efecto del universo. Nosotros
somos ollas hechas de Shiva. La gran cantidad de olas que surgen del océano
siguen siendo el océano. El fuego emite chispas que no son otra cosa sino
fuego. Los rayos del sol vienen del sol y no son diferentes del sol. De la misma
manera, el mundo entero aparece como una manifestación de Shiva y nos es
diferente de ÉL. Incluso todas las acciones, tales como: venir, ir, hablar, dar,
tomar, realizar, así como la indulgencia de los placeres sensuales, provienen de
Shiva. Shiva es el sustento fundamental del universo. Él sostiene el mundo.
Shiva despliega este universo de sí mismo y entonces se deleita al jugar todo
tipo de juegos. Su juego es muy extraño y único. Él hace que algunas personas
rían en tanto otras lloran. Él vuelve a algunos ricos y a otros pobres, a algunos
bellos y a otros feos. Provoca que algunos se odien mientras que otros se aman.
176
En cierto lugar, alguien nace, en tanto que en otro alguien muere. Shiva ama
este juego; todo esto es su lila , su danza.
Uno de los samskaras más poderosos es la sensación de que somos diferentes
unos de otros. Ésta es la perspectiva del ser humano limitado. Disfrutamos de
una variedad infinita -no hay dos personas exactamente iguales-, aunque en lo
profundo de nuestro interior todos somos lo mismo; compartimos la misma
conciencia interior. Identificados con ser esta persona, vivimos en el reino de las
diferencias aparentes. Una vez que obtenemos una cierta vislumbre de nuestra
verdadera naturaleza, la cual es Conciencia, estas diferencias aparentes se
vuelven secundarias o irrelevantes.
Las diferencias entre nosotros sólo son parte de este juego. Las diferencias son
reales en un sentido externo y superficial, en relación con los papeles que
estamos desempeñando. No son reales en el sentido de quien de hecho somos.
Nos hemos identificado con estos papeles en el mismo sentido en que nos
identificamos con el personaje de una película. En cierto sentido, nos hemos
autohipnotizado para creer que somos esta persona. Pero no sólo eso, pues
creemos además que todos los demás son las personas que aparentan ser.
Más allá de esta perspectiva está la visión expandida de que todos los personajes
son actuados por el mismo Actor. Uno de los Shiva Sutras dice: "El Ser es el
Actor". El más grande actor que haya existido jamás desempeña todos los
papeles de manera simultánea. Ese Actor es Conciencia, la cual podemos
reconocer en nuestro interior como nuestra conciencia de ser.
Esta conciencia interior es la misma en cada ser viviente en cualquier plano de
existencia. No hay nada más allá de ella, diferente de ella o separado de ella. La
misma conciencia interior satura y permea el universo entero. Esta conciencia
escudriña simultáneamente desde todos los pares de ojos. Es el único
observador. Eso en nosotros que "observa" es este conocimiento, el cual es
Conciencia. Todos compartimos exactamente la misma conciencia. No hay dos o
más seres o conciencias. Nunca son plural. Son siempre uno. Hay sólo una
Conciencia, un Ser que se manifiesta como el universo entero, el cual se ha
convertido en todo.
En lo profundo de nuestro interior, cuando meditamos, cuando vamos a lo más
profundo, al centro de nuestro ser, todos nos dirigimos al mismo espacio. No es
que tengamos un espacio interior diferente al cual ir cuando meditamos. El
espacio interior es todo penetrante, no está confinado sólo a este cuerpo y carece
de forma. En cierto sentido, el cuerpo que anima y a través del cual funciona es
como un robot a control remoto. No es de ninguna manera cómo podemos
pensar que es. En meditación profunda vamos más allá de los pensamientos,
conceptos y cualquier conciencia corporal para experimentar su ausencia de
forma.
177
más próximos, ni podemos conocernos los unos a los otros más íntimamente.
Baba dijo: Cuando conoces tu propio Ser, también conoces a los demás muy
bien. Si no conoces a tu propio Ser, entonces lo que piensas de los demás se
trata únicamente de tu propia proyección.
Deja a un lado la tendencia a juzgarte tanto a ti mismo como a los demás. Si se
trata de la Shakti que lo hace todo, ¿entonces quiénes somos nosotros para
juzgar lo que ella hace? ¿Quiénes somos para afirmar que la Shakti está
cometiendo un error o que no se está comportando correctamente? La Shakti
siempre nos está probando. Tan pronto como pensamos que entendemos que
todo es el juego de la Shakti, ella, de manera muy inteligente, aparece como
algo que parece ser bastante diferente de como pensamos que podría
manifestarse, según nuestros patrones. Tenemos nuestras propias ideas acerca de
la manera como está bien que la Shakti se manifieste; date cuenta de la
arrogancia que implica tal indignación farisaica. Sin embargo, encontramos
muy fácil justificar nuestra indulgencia.
Estas tendencias a juzgar son aspectos del ego. La suma total de todos los
samskaras son lo que denominamos como ego. Los samskaras, en cierto sentido,
son únicamente los diversos aspectos del ego.
La función primaria del Gurú es la de ayudarnos a liberamos del problemático
ego. Colaboramos en este proceso al aprender a mantenernos conscientes y
alertas sobre la manera como la Shakti trabaja realmente en nosotros. Debemos
aprender a reconocer las insinuaciones y sugestiones sutiles. Es necesario que
aprendamos a ver las relaciones sutiles entre las cosas. Generalmente tenemos
una idea extremadamente limitada de cómo se manifiesta el Gurú en nuestra
vida; sin embargo, el Gurú no tiene limitaciones. La función del Gurú consiste
en liberarnos de toda limitación.
Nuestra vida puede ser más grandiosa de lo que hoy en día pensamos. Pensamos
que podría ser mejor si viviéramos en otro lugar, si conociéramos personas más
emocionantes, si tuviéramos una carrera más prestigiosa o si pudiéramos tener
algún amorío. No nos percatamos de que sólo estamos limitados por nuestras
ideas, incluyendo nuestras proyecciones de cómo suponemos que deberían ser
las cosas.
El Gurú tiene que liberarnos de todas nuestras ideas falsas. Durante este
proceso, en tanto nuestra ignorancia y limitaciones son hechas añicos, podemos
sentir que todo va mal, que estábamos mejor antes; pero si perseveramos en el
camino a pesar de que las cosas parezcan difíciles, quedaremos maravillados de
lo que nos espera del otro lado. La mayoría de nosotros no puede siquiera
imaginar cómo será nuestra vida dentro de diez años. De hecho, en una lección
recibida por personas que han tomado el curso por más de diez años, hablamos
específicamente de este punto y muchas de ellas escribieron confirmando que,
180
en efecto, ellas nunca soñaron diez años antes la manera como su vida sería
transformada.
Nuestra vida verdadera está llena de belleza y contentamiento, pero para llegar a
este punto, para experimentar nuestra divinidad interior, mucho debe ser
transformado. Cuando muere lo viejo en nosotros, algo nuevo y grandioso toma
su lugar. No es fácil percibir de antemano lo que nos espera, pero ya existe
desde ahora en toda su gloria. La vida será mucho más de lo que jamás hayamos
soñado si tenemos la voluntad para ir a través del túnel de tapasya y llegar a la
luz que se encuentra más allá. Entonces sabremos que Dios en verdad nos ama y
experimentaremos a Dios y el amor como nuestro propio Ser.
Gurumayi dijo una vez: Si sólo tienes la idea de que deseas resolver un
problema o remover el sufrimiento, esto no te lleva a ningún lado. A través del
mejoramiento de tu entendimiento podrás mejorar de inmediato todo a tu
alrededor. Los problemas te permiten conocer el Ser y tomar el camino hacia
Dios.
El sendero que caminas, la manera como te sientes, la forma cómo estás de pie,
el modo como te comportas, tu escritura, tu forma de hablar y de mirar, cómo te
vistes, simplemente la manera como permites que tu cuerpo permanezca en este
mundo, todo ello muestra el tipo de persona que eres. El otro día una mujer se
acercó y me dijo: "Lo siento, no me presenté cuando vine por vez primera". Por
supuesto yo me di cuenta de ella el día que llegó. Incluso si no te presentas
personalmente, todo tu sistema y la forma como te conduces ya te han
presentado por sí mismos. No tienes que venir físicamente y decir: "Soy esto y
lo otro". Lo que piensas ser no es lo que realmente eres. Cuando vas más allá
de lo que piensas ser como "esto" y lo "otro", eso es lo que puedo ver y es lo
que en verdad eres.
Por eso siempre le digo a la gente: "No construyan una fachada. No traten de
mostrar algo que no son". Sé lo que tú eres, pues en el momento que comienzas
a presentarte mediante explicaciones, en el momento que empiezas a decirte a ti
mismo o a mí lo que eres, niegas todo lo que realmente eres.
Una ocasión alguien me dijo: "No tenía problemas y mi vida era mucho mejor y
más fácil antes de venir a Siddha Yoga. Sólo después de que comencé a amar a
Dios, mi vida se llenó de obstáculos." Es únicamente cuando amas a Dios que
hay muchas dificultades y barreras. Él prueba tu amor cada segundo de tu vida.
Pero ese amor nos permite tener revelaciones y alcanzar la meta. Una vez que
llegamos a la meta alcanzamos algo incomparable. Todo valió la pena sólo
para experimentar el fruto del amor.
Cuando haces el compromiso, hay más obstáculos. Pero a través de este mismo
compromiso es que superas los obstáculos. Cuando hay amor verdadero sólo
181
haces la voluntad de Dios. Sólo deseas que su voluntad suprema tenga lugar.
Por esta razón me gusta cantar esta canción: "Me mantengo mirando al Señor;
estoy bajo su resplandor. El me toma, soy sustraída. Él me borra, dejo de ser.
No tengo idea alguna de adónde voy; él me llama y yo voy. Esta gota aislada es
dispersada. No sé lo que ocurre; Él me llama y yo voy." Este es el verdadero
estado del amor: cualquier cosa por la que Él deseé que pasemos, es por lo que
atravesaremos.
Por favor revisa la lección 10.
Con amor,
182
LECCIÓN 19
Querido amigo:
Ahora es un buen momento para hacer una pausa y observarnos. ¿Estamos
haciendo sádhana en realidad, o seguimos de una manera mecánica toda
tendencia y patrón que surgen? Es posible caer en la rutina de pensar que
hacemos sádhana, cuando en verdad no hacemos sádhana en absoluto. Debemos
vigilarnos constantemente. La clave del progreso en la sádhana está en mantener
una consistencia.
Es bueno ver la novedad en lo antiguo o escuchar nuevos ecos en las palabras
familiares. La mente puede llegar a cristalizarse en patrones rígidos,
induciéndonos a creer que "sabemos" algo que no tiene en absoluto relación
alguna con la realidad actual. Casi todo lo que pensamos que ya sabemos es, de
hecho, inútil.
Sin importar lo que entendamos, es posible expandir o desarrollar ese
conocimiento. Podemos entender la misma verdad a un nivel más elevado que
antes. Si esto no fuera cierto, no tendría objeto tomar este Curso. Hasta aquí, ya
hemos hablado de todo lo que se necesita "saber" para alcanzar la iluminación
total. Ahora, gran parte del proceso consistirá, simplemente, en entender las
mismas cosas que ya conocemos de una manera más profunda y completa, y en
aprender a vivir establecidos con firmeza en nuestras propias convicciones.
¿Qué alcanzamos por medio de la sádhana, de la práctica del yoga? El Ser
interior ya está presente a plenitud en toda su gloria. La luz del Ser, nuestra
propia luz interior, o la luz de nuestra Conciencia, ilumina el universo entero y
lo percibe todo. Nada hay que se le pueda agregar, ni se le puede mejorar un
ápice. No podemos ser más divinos, más puros ni más perfectos de lo que ya
somos. Ya somos el logro más elevado, la meta más alta. Somos aquello qué
tratamos de alcanzar. Hay un refrán que dice: "Buscas en un lejano país aquello
que reside en tu interior". Sencillamente tenemos una identidad equivocada.
No hacemos sádhana para alcanzar el Ser, que ya ha sido alcanzado. La sádhana
consiste, más bien, en dejar ir los embrollos de la mente que nos impiden
conocer ese Ser, que ya está presente en toda su plenitud, que ya irradia amor y
luz en lo que experimentamos como el mundo. El Ser se ha convertido en todo y
lo hace todo. No hay nada más que experimentar, percibir o llegar a ser.
¿Qué nos hace experimentar otra cosa? ¿Qué nos impide conocer el Ser tal como
es en verdad? Sólo nuestro condicionamiento mental, nuestros conceptos,
nuestros deseos, los samskaras. Más adelante en el Curso, consideraremos al
detalle las impurezas subyacentes: apego, aversión, identificación errónea,
compulsión, adicción e inhibición. Si bien en nuestra verdadera naturaleza
somos el amo, por todo lo anterior somos un esclavo.
183
tienes que poner atención. Primero lo tendrás que hacer de manera consciente.
Si intentas algo nuevo mientras piensas en otra cosa, no lo harás muy bien. Tu
eficiencia, tu competencia, tu capacidad y el grado de éxito subsecuente,
dependen por completo del nivel de tu concentración. Con sólo enfocar la mente
podemos hacer cualquier cosa. Si la mente permanece sin enfoque, seremos
como una pluma al viento.
Si bien podemos pensar en algo haciendo otra cosa, no podemos pensar en algo
pensando en otra cosa. Cada pensamiento ocupa totalmente la conciencia. No
hay espacio para un segundo pensamiento. Un pensamiento necio o trivial ocupa
tanto espacio en la conciencia como un pensamiento en el Ser. Un pensamiento
torpe tiene tanto poder, o canaliza la misma cantidad de Shakti, como un
pensamiento inteligente. Así, pensar en algo es estar consciente de ello, y estar
consciente de algo es pensar en ello.
Aquello de lo que estamos conscientes determina lo que experimentaremos en la
vida. Si no nos gusta lo que experimentamos en este momento, podemos pensar
en algo más elevado, más fino, en algo que nos dé paz. Tenemos el poder para
hacerlo. Obtenemos aquello en que pensamos. Siempre podemos pensar en el
Ser interior, en el Gurú, en el amor. Depende de nosotros. Este es el libre
albedrío: el poder de pensar en lo que decidamos pensar.
Esto no es una opinión ni una teoría. No es simple filosofía. No es sólo para
yoguis, místicos y swamis. También es para estudiantes, músicos y deportistas.
Cualquier habitante de este planeta puede hacer buen uso de este conocimiento a
nivel práctico. Todo en este mundo nos afecta según pensemos en ello. Una vez
que entiendes esta verdad básica, la calidad de toda tu vida se verá transformada
en ese mismo instante.
En el primer año del curso, debemos esforzarnos por desarrollar dos cualidades:
1) entender que experimentamos ante todo lo que pensamos y que no hay por
qué culpar ni a las circunstancias ni a los demás; 2) amarnos a nosotros mismos
y a los demás; debemos honrar y respetar a todos los seres, y vivir con alegría y
con un corazón abierto.
El corazón se abrirá poco a poco a medida que avancemos. No es posible
convencerlo a que lo haga por medio de la razón; no podemos persuadirlo con la
lógica a que se abra. Ello ocurre por la gracia y con la sádhana de una manera
natural y espontánea. Nuestras experiencias y transformación durante los
próximos diez años serán sorprendentes desde la perspectiva actual. Muchas
personas han tomado el Curso más de diez años y su retroalimentación refleja la
verdad de lo anterior.
Por ahora, simplemente entiende que cada momento de tu vida está conformado
por aquello que piensas. Puedes comprobar fácilmente que es cierto al cambiar
185
tome el curso debe ser capaz de obtenerlo todo de él. Por lo tanto, una vez que
asimilas las lecciones no tendrás que buscar un curso más avanzado. El Curso es
el regalo de nuestro Gurú.
Durante un breve periodo, después de conocer a Baba, pensé que Siddha Yoga
podía complementarse con otras prácticas o enseñanzas, pero no tardé en
advertir que Siddha Yoga entraña la asimilación inmediata de lo más elevado.
Tal era lo que estaba a mi disposición; sólo era cuestión de cuánto iba yo a ser
capaz de abrirme y absorberlo. En fin, nunca hay que ignorar ni subestimar el
poder que existe en lo que pensamos. Lo que pensemos de las cosas, la gente o
las circunstancias, determina cómo todo esto nos afecta. Tus pensamientos son
el contenido de la cinta que se convierte en la película de tu vida. Todo lo que
puedas describir, definir, analizar, todo lo que puedas opinar o sentir, no es más
que un juego de la mente.
En realidad, el individuo no está separado de la mente. No hay un individuo que
posea una mente. Lo que llamamos individuo es la mente. El individuo existe lo
que dure un pensamiento, y entre uno y otro pensamiento se da la experiencia de
lo Universal. El espacio que hay entre un pensamiento y otro es el espacio del
Ser.
Baba ha dicho: Considérate grande, y vive de esa manera. En tu mente debes
respetarte siempre con gran gozo. El hombre se mantiene cerrado con su
entendimiento de ser inferior y débil. Siempre piensa: "Soy pequeño, soy débil,
soy pobre, soy un desdichado". El hombre nunca piensa bien de sí mismo. El
hombre se vuelve grande por su propio entendimiento, y también se vuelve
pequeño por su propio entendimiento. Por esta razón, alberga siempre
pensamientos ideales y sublimes. Considera siempre bien a los demás y a ti
mismo. El poder del pensamiento es grande en verdad. El hombre nunca se da
cuenta de ello. Siempre piensa, piensa y piensa. Ciertamente, sus propios
pensamientos le afectan.
Debido a tu propia imaginación y tus pensamientos, a veces te consideras
bueno, a veces malo, a veces superior, otras veces inferior, algunas veces
disfrutas y otras veces sufres. Esta es la experiencia de todos. No necesitas más
pruebas. Si cambias tu manera de pensar sobre ti mismo, te sentirás
verdaderamente grande. Ten un buen entendimiento, piensa bien de ti mismo y
siempre alberga sólo buenos pensamientos. Si una persona piensa bien de sí
misma todo el tiempo, un día se volverá buena. Las convicciones que el hombre
adquiere tienen gran poder e influencia. Lo que ocurre es que malgasta sus
pensamientos en negatividades y arruina por completo la firme convicción
acerca de todo.
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disfraces, como papeles temporales que desempeña el Uno. Gurumayi dijo una
vez: Es nuestro dharma ver la Verdad en todos.
En nuestra sociedad moderna todo está basado en ver a los demás y relacionarse
con ellos en función de las personalidades que parecen ser. No vemos el Ser
porque no lo conocemos. Lo desconocido permanece inadvertido. Cuando
alguien llega a conocer el Ser, ve ese mismo Ser en todas partes y en todos por
igual. Este es el secreto para mantener una relación armónica con todos los seres
vivientes. Sabiendo que nos relacionamos siempre con la Conciencia Divina,
que desempeña cierto papel, nos relacionamos con todos de una manera
espontánea y apropiada.
Uno de los escollos más grandes de la sádhana es encontrar faltas en los demás.
Ver los defectos y los errores de la gente, ver que lo que hacen está mal, es el
juego de nuestra mente. Es fácil atascarse en una actitud farisaica. Sólo el ego
enjuicia. La mente pura sólo ve la perfección, la mente impura ve lo que está
mal. Sin duda alguna, es importante desarrollar el discernimiento: verlo todo
como es. Ver que todo es perfecto no significa ignorar lo que tenga que
cambiarse, ni racionalizar lo que tengamos que depurar.
Cada persona es perfecta siendo quien se supone que es y haciendo lo que le
corresponde hacer. Todo es el juego del Ser, que realiza para Su propio deleite y
entretenimiento. Cuando conocemos el Ser, también conocemos ese deleite y ese
entretenimiento. El mundo occidental no relaciona la espiritualidad con el
deleite y la diversión; sin embargo, son cualidades divinas. Al nivel más
elevado, un gran ser se deleita y se divierte con todo, lo manifieste o no al
exterior. En ocasiones conviene que ese gran ser exprese ira o señale que algo
está mal, pero ni siquiera así se ve perturbado su estado interior. Su ecuanimidad
permanece inalterable.
No importa lo que una persona haga ni cómo sea, siempre es el Ser actuando de
una manera y convirtiéndose en eso. La Shakti lo hace todo. Nada sucede, a
menos que la Shakti otorgue el poder para que suceda. Es el ego el que se
adjudica el crédito de una acción, y es el ego el que piensa que alguien más
actúa. Ninguna actividad es posible sin la Shakti. Sólo existe el juego del Ser.
Por cierto, nuestros samskaras se expresarán y manifestarán en este mundo. La
Shakti es el poder que está detrás de la expresión de los samskaras. La razón por
la cual hacemos sádhana es: liberarnos de los samskaras, de modo que todos
nuestros actos y palabras sean expresiones espontáneas de la Shakti pura. Aun
así, si nuestra visión es pura, podremos ver el Ser hasta en la expresión de un
samskara. Baba siempre decía: El mismo Ser existe por igual en todo.
En 1981, en Los Ángeles, muchos actores y actrices famosos se reunieron para
escuchar una plática especial de Baba, en la cual dijo: Quienes tienen el
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entendimiento correcto, saben que el mismo Dios habita en todos. Ese mismo
Uno se llama el Ser, y ese Ser es el Actor, el Artista que ha creado todo y que
hace a todos danzar. Este Actor supremo asume muchas formas, viste muchos
atuendos y representa este extraño drama del universo. No es otra cosa que la
Conciencia. Todo es su juego de la Conciencia.
El Ser representa el drama del mundo. El Ser interior es el escenario fascinante
y cautivador del Señor del Universo. El Ser interior es como Hollywood.
Desempeña diferentes papeles sobre su propio Ser. No utiliza ningún otro
escenario. Se utiliza a Sí mismo como escenario para representar su obra.
Aquellos sabios que descubren al Actor o al Ser en todas las personas y en
todas las cosas, se liberan del temor. Viven en este mundo sin sufrir delirio de
persecución. Comprenden que el Señor mismo es quien representa todo este
drama. Por lo mismo, en primer lugar conoce tu propio Ser, comprende tu
propio Ser. Deberías tomar la película de tu Ser y así ver lo que eres. Todo lo
que haces es filmar a los demás. Sólo estás observando a los demás, lo que son
los demás. Este es un error que comete el ser humano: sólo ve a los demás y
nunca se ve a sí mismo.
Si no te comprendes a ti mismo no puedes comprender a los demás. Cuando te
comprendes a ti mismo, te das cuenta de que eres la llama de Dios. El Ser es el
gozo de todos los gozos. El Ser es la belleza de la paz. Es la belleza del
corazón. Un gran ser dijo: El Ser es la dicha suprema. El Ser es el océano de la
dicha. Es la raíz de toda clase de gozo.
Cuando una persona llega a conocer su propio Ser, se vuelve el centro de todo
su universo. Se da cuenta de que todo surge y se desarrolla en torno de su propia
Conciencia. Se vuelve fuerte e intrépida de un modo muy natural. Esa persona
es independiente y libre de una manera suprema. La Shakti que emana de todas
sus palabras y acciones conforta y eleva el estado de quienes tengan que ver con
ella.
Sin este centro, la persona se vuelve dependiente de los demás. Se aferra a los
demás en busca de seguridad y compañía. Toda su vida gira alrededor de sus
encuentros con otras personas, y lo que obtiene de ellos llega a ser muy
importante para ella. Por esta razón hay mucha frustración, mucho vacío; por
esta razón hay soledad, hay muy poco amor. Gran parte del dolor y la infelicidad
que experimentamos en la vida se debe a nuestra falsa creencia de que algo
viene de los demás. Esta creencia es la razón de nuestra pobreza interior.
Depender de los demás da lugar a una pobreza de Shakti.
Si una persona no ha desarrollado su propio centro, el foco continuo de su
atención estará en los demás. Buscará compañía constantemente, creyendo que,
de algún modo, la gente hará que su experiencia sea más intensa. Esto, a su vez,
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LECCIÓN 20
Querido amigo:
En la sádhana es bueno comprender lo más pronto posible la necesidad de una
mente estable. Por lo general nuestra mente fluctúa. Podemos sentirnos bien,
pero si alguien nos dice: "Eres un tonto", de repente ya no nos sentimos tan
bien. Cuanto más vulnerables somos a las influencias externas, más inestable es
nuestra mente . Y ni siquiera tiene que ser una influencia externa . Podemos
sentirnos bien y de repente pensamos algo que nos hace sentir completamente
infelices. Es decir, la influencia puede ser tanto externa como interna.
En suma, queremos aprender a mantener la estabilidad mental, incluso cuando
es difícil o resulta un desafío. Este es uno de los aspectos más importantes de la
sádhana. No importa qué aprendamos o cuánto logremos, si nuestro estado
interior puede modificarse de pronto por alguna causa, ¿de qué nos valen el
conocimiento o los logros? Lo más importante es mantener nuestro estado .
Esto se llama estabilidad mental. También puede llamársele visión igualitaria.
Cuando nuestra mente permanece estable, podemos ver el mismo Ser en todo.
Es muy importante que nos mantengamos mentalmente estables, que seamos
capaces de fluir con los cambios inesperados y que no nos desestabilicen las
palabras, los acontecimientos, los desafíos o los obstáculos. La meditación es
una de las formas principales por medio de las que desarrollamos una mente
estable . Es una herramienta muy poderosa que el Gurú nos ha brindado para que
nos armonicemos con nuestro Ser más profundo: el mismo Ser que todos
compartimos simultáneamente. En cuanto comprendemos el espacio interior en
nosotros, comprendemos el espacio interior en cada quien y nos armonizamos
con el espacio a partir del cual se origina todo el universo.
La práctica regular de la meditación se vuelve una aventura extática. Si creemos
que es difícil sólo se debe a la tendencia fluctuante de la mente. La mente se ha
vuelto adicta a pensar en una cosa tras otra. No quiere abandonar esta adicción.
Le fascinan sus pensamientos. Cree que sus pensamientos son muy agudos e
inteligentes. No sólo eso, cree que estará muy "aburrida" si no puede ir de un
pensamiento a otro continuamente y a su gusto. Así, la mente tiende a resistirse
a la idea de la meditación ya que a fin de meditar la mente debe disciplinarse en
cierto sentido. ¡La disciplina sería fácilmente asequible si no fuera por la mente!
La meditación es una gran medicina para la mente. Al sentarnos y dirigir nuestra
mente hacia dentro, al llevar nuestra atención lejos de los pensamientos
ordinarios, nos libramos gradualmente de la adicción a la corriente continua de
los pensamientos. Comenzamos a experimentar un espacio que se expande entre
los pensamientos, que es el espacio del Ser. Gurumayi recomendó alguna vez
que meditáramos diariamente y luego le agregáramos una práctica que nos guste
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mucho y a la vez nos brinde apoyo y nos enaltezca. Sólo cuando nos sentamos a
meditar llegamos a saber quiénes somos realmente en nuestro interior. Y sólo
cuando comenzamos a saber quiénes somos en verdad experimentamos un
progreso espiritual.
Es importante comprender la meditación en sus dos sentidos. En primer lugar,
podemos entender esta práctica como algo que el Gurú nos ha dado. Es algo que
debemos hacer. Este es un aspecto del anava upaya, discutida en la lección 16.
El objetivo principal de la meditación como práctica es la purificación de la
mente y el vehículo sutil. Por medio de la meditación experimentamos realmente
el estado del Ser y un estado de serenidad mental.
Por medio de la práctica de la meditación la mente se aquieta. Como mínimo,
llegamos a un punto en el que nuestros pensamientos ya no nos perturban, no
nos afectan y ni siquiera nos interesan. Al comienzo la mayoría nos
encontramos absolutamente fascinados por nuestra actividad mental. Por medio
de la meditación regular aprendemos a ir a un espacio más allá de la actividad
mental.
Esto nos lleva a otro aspecto de la meditación, lo que constituye un proceso
continuo. No es algo que hagamos, sino más bien que está sucediendo siempre y
con lo que podemos armonizarnos en cualquier momento con sólo recordarlo.
Ese estado de meditación es la armonización con el espacio del Ser.
Siempre me ha gustado mucho la meditación. Ha sido para mí la experiencia
más gozosa y apacible. No importa qué suceda en este mundo del karma físico,
la meditación abre una puerta a un mundo radiante de serenidad, ecuanimidad y
estabilidad. Es la mayor certidumbre. Incluso en el momento de la muerte,
cuando abandonemos este cuerpo físico, el estado que alcancemos a través de la
meditación permanece imperturbable. Es este estado que va más allá de toda la
experiencia mundana lo que los yoguis describen como éxtasis.
La meditación es una magnífica práctica que el Gurú nos ha brindado. Primero
debemos darnos el tiempo para sentarnos y hacerlo repetidamente, aunque no
estemos de humor, aunque no nos sintamos muy espirituales o especialmente
meditabundos. Esto nos lleva gradualmente a incrementar y a expandir
continuamente nuestra conciencia del Ser interior, hasta el punto en el que nos
volvemos conscientes del Ser cada minuto de cada día.
El progreso espiritual no es como lo concebimos corrientemente. Algunas
personas en Occidente tienden a abrigar una idea algo sosa de la espiritualidad,
como si a medida que nos volvemos más espirituales la vida se hiciese más
aburrida. Albergamos la noción errónea de que tendremos que renunciar a las
cosas que más disfrutamos y hacer otras que no nos gustan o que nos gustan
menos con el fin de hacer sádhana. Lo entendemos mal.
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Gurumayi alguna vez señaló: De algún modo parece que no podemos descender
nunca del reino de la cabeza. Nos sentamos a meditar y nos revolvemos:
"¿Estoy meditando bien? ¿Estoy bien sentado? ¿Mi aliento está entrando y
saliendo en igual medida? ¿Estoy repitiendo el mantra tal como me dijeron?"
La prisión de los conceptos, la prisión de las nociones, es tan sutil y sin
embargo, es tan poderosa.
Siempre queremos que la mente y el intelecto comprendan la felicidad. Si la
mente y el intelecto no perciben la felicidad, la negamos. No podemos
experimentar la felicidad porque estamos atados a nuestra idea de la libertad.
No permitas que el ego prevalezca; no permitas que otras personas conduzcan
tu vida; no permitas que tus conceptos prevalezcan tampoco. Siempre busca la
divinidad más allá de los planetas, de la gente, de tus conceptos. Una vez que
encuentres esa divinidad descubrirás, para tu sorpresa, que la experimentas en
todas las cosas.
Cuanto más percibimos al Ser en nosotros y en los demás, más disfrutamos de
todo en la vida. La comprensión de la verdadera naturaleza de las cosas
incrementa aquello que hace la vida interesante o divertida. De nada se nos
despoja. No nos secamos como ciruelas. No reímos menos. De hecho, cuando
reconocemos al Ser en todas las cosas nuestra risa se vuelve más espontánea.
Comenzamos a reírnos de las mismas cosas que alguna vez nos entristecieron o
irritaron.
Es el conocimiento del Ser lo que vuelve la vida divertida. Cada uno de nosotros
tiene su propia idea de lo que es "diversión", pero por lo general cuando
buscamos divertirnos o gozar quedamos frustrados e insatisfechos.
Generalmente, lo que hacemos con el propósito de divertirnos con frecuencia no
resulta tan divertido como lo habíamos esperado. A menudo resulta más insulso
de lo que hubiéramos querido. Si no descubrimos el reino de la experiencia
interior, podríamos comenzar a sentir que esta vida es una experiencia sin
sentido, que no tiene nada que ofrecernos. Sólo aferrados al mundo exterior es
difícil encontrarle significado a la vida.
A pesar de nuestro tren de vida, ésta no se vuelve realmente "divertida" hasta
que emprendemos la sádhana y nos armonizamos en alguna medida con el Ser.
Entonces todo se vuelve más divertido. Incluso aquello que nos pudo haber
aburrido antes se vuelve fascinante debido a la expansión de nuestra
perspectiva. Es increíble la diferencia que puede implicar un cambio de
perspectiva. La experiencia del Ser es de hecho el aspecto más disfrutable de la
vida. En los Intensivos, los Talleres del Curso por Correspondencia y los
programas, con frecuencia hay más risas y alegría que en las "fiestas" más
ansiosamente esperadas. La gente a menudo queda sorprendida cuando descubre
esto, pues supone que las "actividades espirituales" resultan sombrías.
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Con mucha frecuencia las personas pasan por una buena parte de este proceso
sin entender en realidad qué es lo que está sucediendo. No comprenden que es la
Shakti la que está afectando los samskaras, y la que causa las kriyas
correspondientes. Si alguien siente que está resistiéndose ante algo o que algo le
desagrada, no se da cuenta que la Shakti misma puede estar presentándole el
samskara correspondiente, de tal suerte que pueda expulsarlo de sí mismo. Es
importante que mantengamos una perspectiva clara de lo que está pasando.
Una vez que la Shakti despierta y se activa dentro de nosotros, pasamos por
determinadas experiencias, enfrentamos determinadas condiciones y
circunstancias, escuchamos o leemos determinadas palabras, nos encontramos
con determinadas personas y nos vemos envueltos en determinadas relaciones:
todo forma parte del proceso que expone y expulsa los samskaras. La Shakti
puede transformar muy fácilmente una situación ordinaria o una relación para
que se vuelva parte integral de nuestra evolución espiritual. Muchos
acontecimientos pueden parecer ordinarios pero en realidad son una
escenificación externa con el fin de que algo extraordinario pueda suceder.
Alguien podrá comenzar su sádhana con la idea de que ésta sólo sucede cuando
medita, canta o practica otras técnicas, pero tarde o temprano verá que la
sádhana se ha extendido por toda su vida y ha saturado todas las cosas. Su modo
de ver y de enfrentarse con las cosas se vuelve parte de su sádhana. El
matrimonio y la vida familiar se vuelven sádhana. Las amistades se vuelven
sádhana. Los noviazgos se vuelven sádhana. El empleo y la profesión se vuelven
sádhana. El modo en que ocupamos el tiempo del día se vuelve sádhana. Incluso
nuestra actitud frente al desempeño de las tareas más mundanas se vuelve
sádhana.
No podemos únicamente hacer sádhana cuando nos viene en gana y olvidarnos
de ella cuando no estamos de humor, debido a que la Shakti no nos abandona.
Una vez que la Shakti despierta en el interior no necesita de nuestro permiso
para emprender lo que hace falta. La Shakti opera de tiempo completo ya sea
que cooperemos o no. Por supuesto, nuestra cooperación no es irrelevante;
puede facilitar el proceso en muy buena medida.
Muchas personas que toman este Curso viven o van a los áshrams o centros, o
han participado en Intensivos o Talleres y por lo tanto han entrado en contacto
con otras personas que practican Siddha Yoga. Las relaciones y los encuentros
con los demás en Siddha Yoga pueden ser intensos y profundos. Esto sucede así
debido al modo en el que opera la Shakti a través de quienes tienen una
conexión interna con el Gurú. Cuando nuestra relación con el Gurú está intacta,
la Shakti fluye a través de nosotros y afecta a los demás.
Incluso, si no conoces a otros que practiquen Siddha Yoga y la modalidad
principal de tus prácticas sea este Curso, de todas formas opera esta influencia
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recíproca. Por medio de la lectura de las lecciones hay una influencia recíproca
entre el Curso y tu vida. Hay un intercambio sutil que es difícil de comprender
intelectualmente. Con todo, estés donde estés, de ningún modo estás haciendo
sádhana por tu cuenta.
Si has pasado mucho tiempo en el áshram, habrás podido ver cómo la Shakti
determina todo y reúne a la gente para que cada quien haga la mayor cantidad de
sádhana posible. Se te pone en situaciones que simultáneamente exponen y
expulsan tus samskaras mientras te das cuenta progresivamente de tus aspectos
más positivos. Tus capacidades pueden emplearse para hacer mucho bien en el
mundo una vez que te das cuenta de ellas o una vez que han sido desarrolladas.
En resumidas cuentas y de modo muy simple, el Gurú hace dos cosas
fundamentales: elimina nuestras debilidades y aumenta nuestra fuerza. De este
modo estamos mejor provistos para vivir de acuerdo con el dharma y para estar
alineados o armonizados con la voluntad de Dios.
El áshram podría verse simplemente como un sitio en el que la gente comparte
junta su sádhana, pero están sucediendo muchas más cosas que las aparentes. El
áshram es una manifestación viva de la Shakti y la Shakti determina y rige lo
que sucede allí con el fin de beneficiar a todos.
La Shakti crea situaciones y condiciones para descubrir nuestros samskaras,
para luego exponerlos y expulsarlos. En ocasiones, al parecer las cosas pueden
ponerse difíciles por eso. En la terminología yóguica esto se llama tapasya. La
tapasya es todo lo que nos parece difícil o desagradable pero resulta benéfico
para la sádhana . El calor de este esfuerzo individual genera el magnífico fuego
de la gracia. Las épocas difíciles pueden llevarnos a resultados felices.
Para algunas personas la tapasya puede ser levantarse temprano; para otras,
meditar o participar en los cantos; para otras más son tapasya las actividades
cotidianas. Para algunos es tapasya vivir en habitaciones estrechas con los
demás. Otras personas descubren que es tapasya emprender lo que a otras
personas les encanta hacer. Como tenemos diferentes naturalezas, hay tapasyas
distintas.
Los samskaras particulares de una persona determinan su idea de tapasya. Una
cierta cantidad de tapasya hace falta para quemar los samskaras
correspondientes. Por este motivo es imposible evitar la tapasya en conjunto.
Las personas a las que les atrae la idea de una vida enteramente placentera,
tranquila o sencilla no son buenos candidatos para la sádhana. La tapasya es
necesaria para la liberación espiritual. Antes que el fuego pueda dejar de arder
debemos primero agotar todo el combustible.
Cuando llegue el momento en el que pienses: "¿Por qué hace falta esto? ¿Por
qué tengo que someterme a esto? ¿Por qué debo padecerlo?" Recuerda que bien
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