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Querido amigo:
Gurumayi Chidvilasananda comienza siempre sus charlas diciendo: Con gran
respeto y amor les doy la bienvenida con todo mi corazón. Con el mismo amor y
respeto te damos la bienvenida a este Curso por correspondencia. La esencia de
las enseñanzas de Gurumayi es este amor. Aunque estudiaremos diversos temas
en los meses y años por venir, la esencia que subyace a cualquier cosa que
hagamos es el despertar de nuestro amor interior. El amor verdadero es bastante
completo en sí mismo. Nada puede añadírsele para incrementar su experiencia.
Si podemos romper nuestras barreras y limitaciones lo suficiente para vivir
enamorados y estar abiertos unos a otros, experimentaremos una paz y una
libertad que nunca hemos conocido. Participar en este curso es participar en el
proceso de liberarnos. ¿De qué tenemos que liberarnos? De nuestro propio falso
entendimiento, de las ideas falsas acerca de nosotros mismos, de nuestros
apegos, aversiones, compulsiones, inhibiciones y adicciones. La libertad
verdadera no está calificada ni condicionada por nada en absoluto.
Las enseñanzas de Siddha Yoga son muy sencillas. Los niños pueden captarlas
con bastante facilidad. Muchos adolescentes toman el curso y son capaces de
crear una relación con él y aplicar las enseñanzas a su vida de una manera
práctica. Las enseñanzas son sencillas, pero nuestra mente es muy complicada.
Toda la vida la mente lo ha complicado todo con su entendimiento erróneo y sus
falsas premisas ello ha ocurrido por el modo como hemos sido condicionados.
La estructura limitante de nuestro ego se ha vuelto muy compleja. La única
razón por la que el sendero espiritual a veces parece complejo es para poder
vérselas con las rígidas complejidades de la mente y el ego.
A la mente no le basta con que se diga: "La esencia de Siddha Yoga es el amor.
Cuando quedamos establecidos con firmeza en nuestro propio amor interior,
todo se completa; ésa es la satisfacción última, el contento definitivo."
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LECCIÓN 1
Para la mayoría esto es demasiado simple. No desafía ni atrae a la mente lo
suficiente. Es mucho más interesante si hay que explicar y entender un montón
de cosas complejas; entonces la mente podrá enorgullecerse de sus nuevos
descubrimientos. Si bien el curso trata sobre todo del despertar del amor, su
forma es tal que la mente puede participar en él. Si se entretiene a la mente el
tiempo suficiente, es posible que tengan lugar procesos muy sutiles que exigen
tiempo y continuidad. Las lecciones mantienen ocupada a la mente el tiempo
necesario para dar lugar a la continuidad, de modo que se verifiquen adelantos
reales.
En cierto sentido, Siddha Yoga es un desenvolvimiento de perspectivas que se
expanden en forma constante hasta alcanzar por fin la perspectiva que lo abarca
todo. Esta perspectiva final, que algunos podrían llamar "cósmica", incluye
todos los puntos de vista; está más allá de la mente, la que se ve en aprietos
cuando se las tiene que ver en forma simultánea con perspectivas opuestas o
contradictorias. Cuando la mente encuentra una contradicción, se sale por la
tangente. La mayoría de nosotros padece de cierta rigidez mental que debe
romperse si hemos de ser libres. Es necesario ser lo bastante flexibles para fluir
con lo nuevo, de lo contrario es imposible el crecimiento ulterior.
Siddha Yoga no es cuestión de "creer " en algo, ni siquiera de estar de "acuerdo"
con alguna cosa. No hay nada qué aceptar con fe ciega. La validez de Siddha
Yoga reside en nuestra propia experiencia, en nuestro propio proceso interior.
No tenemos que aceptar la palabra de nadie respecto de nada. Nadie nos pide
que creamos nada. Siddha Yoga es el yoga de lo que de hecho nos sucede. No
hay dogma alguno. La única manera de practicar Siddha Yoga de veras es
deshacernos de nuestros propios conceptos de lo que pensamos que está
sucediendo y ver lo que de hecho sucede. Es necesario desarrollar una visión y
una conciencia acerca de lo que en este momento no vemos y de lo cual no
estamos conscientes.
Por lo general, una de las primeras cosas que ocurren en este sendero es un
despertar, un movimiento interior. Siddha Yoga funciona debido a la Shakti, la
energía espiritual . La validez de Siddha Yoga reside en la realidad de la Shakti.
La Shakti es el origen de nuestra experiencia. Cuando establecemos contacto
con Gurumayi, de pronto tenemos acceso a esa Shakti. Si estamos abiertos, si
somos receptivos, si estamos preparados, entonces experimentamos un despertar
de cierta naturaleza. Algo sucede para mostrarnos que algo extraordinario está
ocurriendo . Siddha Yoga es nuestra relación personal con la Shakti misma.
No te preocupes si eres un principiante y alguien te ha enviado como regalo
estas lecciones, y sientes no tener ni idea de lo que se habla. Está bien que por
ahora no entiendas nada. Algo sucede mediante el proceso de leer las lecciones.
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Mientras más leamos la lección, más nos ponemos en disposición de que ciertos
procesos sutiles tengan lugar. Lo que importa es el vínculo con la Shakti.
Gurumayi ha creado el curso como un medio para que la gente aplique sus
enseñanzas a los aspectos prácticos de la vida cotidiana.
Según avancemos de una lección a otra, todo cobrará sentido de una manera
gradual. Tal vez adviertas que, de una manera profunda, las cosas de pronto
adquieren un sentido dentro de ti. Siddha Yoga no es tanto un proceso de
aprendizaje en el sentido convencional, sino un proceso de abrirse al
conocimiento interno o intuitivo. Conforme avanzamos, empezaremos a saber
cosas sin saber cómo las sabemos.
La Shakti estimula diversas relaciones y avances a medida que leemos y
contemplamos estas ideas. Basta con leer las lecciones una y otra vez. Ello
posee un efecto acumulativo en un nivel subconsciente. Mediando nuestra
voluntad por participar, por ponernos a disposición, la Shakti obra en nosotros y
a través de nosotros de cualquier manera que sea necesaria.
No hay nada en las lecciones para memorizar o aprender en un sentido
intelectual . Muchas personas no pueden recordar lo que acaban de leer después
de leer una lección. No es que se nos vaya a poner una prueba para ver si la
hemos aprendido. Las "pruebas" ocurren en la vida real, y así vemos por
nosotros mismos qué hemos ganado. Simplemente hay que remitirse, tan a
menudo como sea posible, a la lección en que estemos y ver qué pasa. Así de
sencillo es. Podemos demostrarnos la verdad a nosotros mismos con sólo
intentarlo.
Todo tipo de gente practica Siddha Yoga. A nadie se le pide que se adecue a una
cierta apariencia, conducta o modo de vida. Has de ser tal como eres, tal como
eres por naturaleza. Incluso si eres muy raro o extravagante, descubrirás que
otros igual de raros también practican Siddha Yoga. Si tienes éxito y eres
respetado en el campo de tu elección, descubrirás muchas otras personas
exitosas y respetadas que también practican Siddha Yoga. Siddha Yoga no es
exclusivo de nadie; más bien incluye a todos. Hay lugar para toda clase de
gente. Cualquiera puede practicar Siddha Yoga a su propia manera. El único
requisito es una aspiración sincera a conocer y experimentar la Verdad.
La esencia de la filosofía de Siddha Yoga es que una sola Conciencia llena y
satura este universo entero y se ha convertido en todos. Esta Conciencia ha sido
conocida y se ha aludido a ella con muchos términos y títulos. Es lo que siempre
hemos concebido como Dios; es el Creador, el Absoluto. En Siddha Yoga por lo
general la llamamos el Ser interior. La razón por la cual practicamos Siddha
Yoga es para reconocer y llegarnos a establecer con firmeza en el Ser.
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El Ser es Conciencia, y la Conciencia es nuestro propio estar conscientes.


Nuestra conciencia de ser no difiere de la Conciencia divina misma. No hay sino
un Ser. No hay sino un sólo Ser interior. Tú y yo compartimos el mismo Ser
interior. Por esta razón, cuando de veras conocemos nuestro propio Ser, nos
conocemos de veras unos a otros. Todos comparten simultáneamente el mismo
Ser universal. Todos tienen el mismo ser consciente, el mismo "yo".
El Ser interior llena y satura el universo entero. Se ha convertido en el mundo;
proyecta la película de esta vida sobre la pantalla de su propio ser, tal como al
dormir proyectamos un sueño sobre la pantalla de nuestra propia Conciencia.
Por esta razón, en realidad nada hay en el mundo que se distinga de la
Conciencia. Todo debe su existencia a la Conciencia y no hay nada separado de
esta única Conciencia universal e infinita.
La misma Conciencia anima todas las formas y seres, da vida a todo lo que tiene
vida, da inteligencia a todo lo que tiene inteligencia, da sentimiento a todo lo
que se experimenta como sentimiento. No se distingue de nada. El Ser es el
océano y todas las diversas formas de este mundo son sólo burbujas en la
superficie, y hasta esas burbujas están hechas de la misma agua y son parte del
mismo océano.
El Ser está más allá de las polaridades, del juego de los opuestos. A causa de las
polaridades el mundo físico existe, pero la Conciencia interior no se ve afectada
por ellas. Muchos tienen la falsa impresión de que el Ser favorece a un extremo
en perjuicio del otro -como lo bueno por encima de lo malo- pero el Ser está
más allá de todos los opuestos, más allá de nuestros conceptos limitados de lo
bueno y lo malo.
La Conciencia no está sólo en algunas cosas y en otras no. La Conciencia lo
llena todo de una manera igualitaria y simultánea. Consideramos ciertas
polaridades -el mal y la injusticia en el mundo- y pensamos: "el Ser nunca haría
eso". Aun así, el mismo Ser es el único Actor en toda la película. Desempeña
todos los distintos papeles de este mundo. Es los muchachos buenos y también
es los malos; es las muchachas buenas y también las malas. El mismo Ser se ha
convertido en todos y lo hace todo. Ver esto es ver la Verdad.
Muchos de nosotros somos muy farisaicos. Creemos que cualquier cosa que
pensemos tiene que estar bien sólo porque nosotros la pensamos, que cualquier
opinión que tengamos tiene que ser inteligente. Pensamos que sabemos qué es lo
correcto, pensamos que conocemos cuál es el mejor modo, pensamos que
sabemos cuándo los demás se equivocan, pero todo ello es el engaño de ego.
Pensamos que Dios está de acuerdo de manera automática con nosotros en
cualquier cosa que creamos justicieramente. Pensamos que Dios condena lo que
nosotros condenamos. En verdad, no hay condenación alguna en el Ser. La
condenación es sólo una impureza de la con ciencia humana.
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Por lo general hay una dicotomía entre la "vida espiritual" y la "vida mundana",
y siempre tenemos conflicto entre las dos. En Siddha Yoga, esta distinción entre
lo espiritual y lo mundano no existe. Recuerda: la premisa básica tras la
filosofía de Siddha Yoga es que todo es, de manera igualitaria y simultánea, el
juego de la misma Conciencia. Desde esta perspectiva, nada es más o menos
espiritual que ninguna otra cosa; nada es más o menos mundano que ninguna
otra cosa. El mundo entero es un juego de la misma Conciencia divina.
Tan pronto como sea posible, procura dejar de etiquetar de espiritual o mundana
cualquier cosa que se refiera a ti -en especial, rasgos y características de la
personalidad-, o cualquier cosa que hagas. Comienza a experimentar con la
perspectiva de verlo todo igualitariamente como el juego de la Conciencia
divina. Cualquier cosa que veamos distinta a eso o menos que eso es nuestra
falsa visión.
La espiritualidad es cuestión de perspectiva. Ver cualquier cosa que suceda
como el juego de la Conciencia es espiritualidad . No puede haber una
espiritualidad más elevada que ésa. Dos personas pueden vivir exactamente la
misma vida en las mismas circunstancias, y aun así una podrá ser espiritual y la
otra mundana. Depende de cómo vean y experimenten lo que sucede.
Por medio de la visión correcta podemos espiritualizar en forma literal nuestra
vida tal como ésta es. No tenemos que volvernos "más espirituales". Lo único
que se espera de nosotros en este sendero es que veamos y experimentemos la
Verdad en todas las cosas durante todo el tiempo. No hay nada más que cambiar.
Un santo es quien ve y experimenta la Verdad en todos, todo el tiempo. Esta es
una de las diferencias entre un santo y una persona común. La persona común
verá lo mundano en lo espiritual; incluso si llegara a conocer a un santo, tal vez
vería simplemente alguien que trata de amasar seguidores o dinero. Por lo
general atribuimos nuestros propios móviles a todos los demás.
Siddha Yoga es un proceso que de manera gradual nos libera de nuestra visión
limitada acerca de cómo pensamos que son las cosas y cómo éstas nos parecen,
y nos abre la verdadera visión de cómo las cosas son en realidad. La estructura
que nos impide ver y experimentar el Ser -a la cual aludiremos como el ego- es
desmontada en forma gradual por medio de la acción del Gurú o de la Shakti. A
decir verdad, el Gurú y la Shakti son lo mismo. El Gurú es la encarnación de la
Shakti, y la Shakti es omnipresente. Nos alcanza donde sea que estemos. La
obra del Gurú es la obra de la Shakti. En muchos casos, las palabras "Gurú" y
"Shakti" pueden emplearse de manera intercambiable.
La persona establecida con firmeza en la Verdad del Ser es conocida como un
Siddha. Hay Siddhas que no son reconocidos por otros y no se revelan
públicamente como Siddhas. Sin embargo, en el caso del Gurú, el Gurú recibe el
mandato de su propio Gurú de servir como tal. El Gurú vivo es el punto focal
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del sendero Siddha. Así que nuestro Gurú no oculta su condición de Siddha.
Podrá haber muchos Siddhas, pero sólo hay un Gurú en Siddha Yoga, y el Gurú
es el único a quien públicamente se conoce y se acredita como un Siddha. Para
ello hay muchas razones, en las cuales nos adentraremos más tarde.
El Gurú de Gurumayi fue Baba Muktananda (mayo 16 de 1908 - octubre 2 de
1982). Baba creó este Curso por correspondencia en 1975 como un medio para
vincularnos con su gracia y establecer una relación activa con la Shakti y
participar en ella. Baba fue un gran Siddha que dio shaktipat a miles en
Occidente. Sus enseñanzas siempre fueron de la naturaleza más elevada.
Baba dijo: Este mundo está lleno de modificaciones asombrosas, de nombres
diversos. Todas esas cosas son creadas por el Actor del universo. Este mundo
entero es el drama del Ser del universo y Él hace todo para su propio deleite.
Aunque el Ser del universo se ha convertido en muchos, es Uno. Él manifiesta
este universo entero a partir de su propio Ser; luego, juega dentro de sí mismo.
Así que éste es el juego de Dios. Es su drama único. Es una encantadora pieza
de magia, y la hace para su propio deleite, para su propia diversión. Asume
todas las formas y realiza todas las acciones, haciendo que este drama ocurra
dentro de sí mismo. Nada hay a qué renunciar que sea distinto a ÉL. Nada hay
que aceptar que sea distinto a ÉL.
Este mundo es el juego de Dios . Por lo tanto, nada hay a qué renunciar que sea
distinto a ÉL. Nada hay que disfrutar que sea distinto a ÉL. No hay lugar dónde
buscarlo, porque no hay lugar donde Él no esté. ¿Qué es distinto de Él? ¿Qué
es distinto de ti? ¿Hay algo que no tengas? ¿Qué puede ser distinto de ti o más
que tú? Si hay algo más, ¿dónde está entonces?
Un Siddha tiene el poder de transmitir la vivencia del Ser a los demás. Con sólo
estar cerca de un ser así, con estar en contacto con un ser así, con mantener una
relación con un ser así, de manera gradual nos vemos atraídos a la conciencia de
la Verdad. Así es como trabaja la Shakti. La Shakti causa revelaciones
espontáneas, crecimiento espiritual espontáneo, y expansión y transformación
siempre mayores.
No estamos conscientes aún de la Verdad a causa de la manera como la mente
antes ha sido programada o condicionada. Vemos y experimentamos las cosas a
través de nuestra propia perspectiva condicionada, y aun así pensamos que
vemos la Verdad.
De esta manera, nuestras opiniones, creencias, gustos, antipatías, reacciones y
percepciones, todo ello es parte de nuestra programación pasada. Pensamos que
son nuestros, que provienen de nuestro interior, pero eso es nuestra falsa ilusión.
La mayor parte de lo que llamamos nuestro conocimiento la hemos tomado
prestada de los demás. Nuestro falso conocimiento ni siquiera es original. Lo
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hemos aceptado de terceras personas. Para estar libres, para conocer la Verdad,
es necesario liberarnos de ese condicionamiento. Entonces, desde dentro surgirá
la visión de la verdad de una manera natural y espontánea. Llamamos Siddha
Yoga al proceso que conduce a ese estado.
La mente es la causa radical de todas las condiciones y experiencias que afectan
a un individuo. Aquello que crea -ya sea bueno o malo- será verdad para él. Y
hasta "bueno" y "malo" son tan sólo estados de la mente. Una persona atrae
mediante vibraciones las condiciones y experiencias que corresponden de
manera exacta a sus pensamientos predominantes y habituales. Creamos nuestro
propio "infierno" o "cielo", aquí y ahora, por medio de nuestra mente.
La Shakti purificará de manera gradual la mente de todo el condicionamiento
negativo y limitante. Dado que estás leyendo esta lección, debes entender que el
proceso ya ha comenzado. Hay una profunda razón por la que en primer lugar te
viste atraído a este curso. Incluso si alguien que te ama te ha inscrito en estas
lecciones como un regalo, o te ha exhortado durante años a que por favor lo
pruebes y veas qué sucede, de todas maneras no estás leyendo esto ni por
casualidad ni por accidente. La razón por la cual tienes esta lección en tus
manos es porque corresponde a procesos sutiles que ocurren muy dentro de ti.
Lee esta lección tan seguida como sea posible durante dos semanas, y luego
avanza a la lección 2. O si prefieres, puedes alternar la lectura de las lecciones 1
y 2 hasta que lleguen las lecciones 3 y 4. El mes próximo estará consagrado a
ellas. Te darás cuenta de que el curso es un proceso que ocurre de lección a
lección, de mes a mes. Una vez que adquieras cierta perspectiva de lo que en
realidad está sucediendo, encontrarás que es un aspecto muy interesante y
fascinante de tu vida.
La experiencia del Ser no es fría ni intelectual. El Ser es cálido y eufórico,
existe por dentro como una sonrisa interior. Nuestras experiencias de
"diversión", "entretenimiento", "humor", y "gozo" surgen todas del Ser. El Ser
es el contento supremo, la satisfacción suprema. La risa personifica al Ser y su
sensación es el amor. Este Ser es nuestra naturaleza verdadera y eterna; es quien
somos en realidad. A causa de nuestro condicionamiento mental, a causa de
nuestro ego, no vemos esta Verdad. Por esta razón practicamos Siddha Yoga.
Gurumayi dijo cierta vez: En verdad no importa si eres nuevo o un veterano. Si
eres nuevo, una vez que tienes la experiencia, sientes: "he llegado a casa". Si
eres un veterano, tienes la experiencia: "he llegado a casa". A esta experiencia
se le llama la absorción en el Ser interior. Así pues, el fruto del avance es esta
absorción en el Ser interior.
En el Yoga Vasishtha se dice: "La mente es la causa única de todos los objetos
del mundo". Los yoguis entienden esto: todo es por la mente. Le tememos
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mucho a la gente, le tememos mucho a las situaciones, le tememos mucho a este


mundo. No sabemos qué cosa alguien vaya a decir, no sabemos cuándo algo
vaya a suceder. Pero no nos afectará con sólo entender que es la mente y
dejarlo ocurrir, pues la naturaleza de la mente es cambiar, transformarse en
forma constante.
Al haber entendido esto, los yoguis se serenan, los yoguis llegan a establecerse
en el Ser, logran la absorción completa. Un gran santo sufí dijo: "Todo esto
dura sólo unos cuantos días; no es permanente. Observa el juego y disfruta; de
cualquier manera, va a desvanecerse."
Un día la mente piensa de una manera, al día siguiente piensa de otra. Todos
los días hay alguna modificación. Una vez que aceptes el hecho de que es el
juego de la mente, una vez que llegues a establecerte en la conciencia: "esto no
es sino la mente", serás capaz de vivir tal como eres sin verte afectado por todo
este mundo, este universo y todo lo que existe en él. No habrá miedo una vez
que lo entiendas; dejarás de ser el esclavo de todas las emociones y
sentimientos que surgen dentro de ti una vez que lo entiendas .
Vasishtha dice también: "La dualidad y la diversidad surgen a causa de las
modificaciones de la mente. La dualidad cesará cuando las modificaciones
cesen". Un Siddha no ve dualidad, no ve diversidad. Sus emociones no están
apegadas a las situaciones. No ve lo que surge adentro y lo que surge fuera
como si fueran dos entidades separadas. Hay una absoluta unidad. Debido a
esto, el Siddha puede manejar cualquier cosa.
Sigue haciendo tu sádhana, tu meditación, tus prácticas, hasta que llegues a
aquel estado. Deja que aquella Verdad transforme todo lo que veas y todo lo
que oigas. Entonces, todo lo que llegue a ti no será sino aquella Verdad, no será
sino ese amor.
Como ejercicio, comienza a ver la misma Conciencia dentro de todos y a sentir
amor por esa Conciencia divina tanto en ti como en todos los demás. Si puedes
hacer que esto se convierta en un hábito, si puedes llegar a establecer con
firmeza en esta visión, en este estado, experimentarás que la calidad de tu vida
ha sido del todo transformada.
Con amor,
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LECCIÓN 2
Querido amigo:
¿Te has acordado de amarte a ti mismo? Amar y honrar al propio Ser interior es
la forma más sencilla de definir la esencia de Siddha Yoga. A la gente común y
corriente nunca se le ocurre amarse a sí misma; para la mayoría, éste es todo un
nuevo acercamiento a la vida, a pesar de que es bastante simple.
Amate a ti mismo. Sólo hay que recordar cuatro palabras. Coloca una señal, un
recordatorio. Es importante. La sádhana, e incluso, la vida entera son inútiles si
la persona no se ama a sí misma. Sin duda alguna, mientras alguien siga
devaluándose a sí mismo, éste será su principal problema en la vida y de él
derivarán todos los demás. Cuando la persona cambia su actitud respecto de sí
misma, todo lo demás cambia también.
Nuestra vida es un reflejo de nuestros sentimientos predominantes hacia
nosotros mismos. Si sonreímos, veremos una sonrisa en el espejo; si fruncimos
el ceño, veremos reflejado el ceño fruncido. Del mismo modo, nuestra vida
personal y el medio que la rodea son un espejo de lo que se proyecta hacia
afuera, desde dentro.
Uno de los extraordinarios secretos de este mundo consiste en que la vida fluye
hacia el exterior desde dentro. La vida se origina en el interior y se proyecta
hacia fuera, donde se la percibe como el mundo externo. La mente aporta los
detalles. Si la mente es negativa, parecerá que las cosas andan mal. Si la mente
es positiva, todo parecerá que anda bien.
Todo sucede desde dentro hacia fuera. Los demás o las circunstancias no nos
afectan como en general pensamos que lo hacen. Nos vemos afectados tan sólo
por nuestras reacciones hacia esa gente, circunstancias y situaciones. Nos
afectan nuestros propios sentimientos, nuestros propios pensamientos. Nada que
esté afuera de nosotros tiene el poder de afectarnos.
Cuando existe la tendencia de culpar a alguien o a algo de cómo nos sentimos o
de lo que experimentamos, debemos detenernos, examinamos a nosotros mismos
y recordar la verdad: lo que sintamos o experimentemos en cualquier momento
depende de nosotros . La mente lo gobierna. Nuestros sentimientos y
experiencias siempre corresponden a nuestros pensamientos. No puede ser de
otra manera. Debemos acabar con el hábito de culpar a los demás o a las
circunstancias.
En las escrituras hay un verso que dice: "El yogui ve el mundo como una serie
de reflejos en un espejo". Ve todo como algo que viene de sí mismo. Todo "lo
que está allá fuera" es sólo el reflejo de algo interno. De hecho, es posible
alcanzar y vivir en la perspectiva de ver y experimentar la vida como una serie
de reflejos en un espejo.
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En cierto nivel de conciencia, no hay diferencia entre lo interno y lo externo.


Éstas son sólo perspectivas relativas. Casi siempre experimentamos la diferencia
entre lo interno y lo externo debido a la fuerte atadura de nuestra identificación
con el cuerpo físico.
En lecciones posteriores trataremos sobre los diversos medios o niveles de
existencia, a través de los cuales expresamos nuestro karma y lo
experimentamos. Por ahora, podemos jugar con la idea de que no somos,
realmente, este cuerpo. No "nacimos" cuando llegó el cuerpo a este mundo y
tampoco "moriremos" cuando la fuerza vital abandone el cuerpo en las alas del
último suspiro.
Sin embargo, por lo general, nos identificamos profundamente con este cuerpo
como si fuera quienes somos. Creemos que la vida de este cuerpo es nuestra
vida, y que hacemos y experimentamos todas las cosas que este cuerpo hace y
experimenta. Ya que sentimos en este cuerpo nuestra propia conciencia, nos
parece lógico pensar que estamos en este cuerpo y que este cuerpo debe ser
quien somos. Por lo tanto, lo "interno" parece tener lugar dentro de este cuerpo
y lo "externo" fuera de este cuerpo, y parece haber una clara diferencia entre
ambos.
El caso es que la Conciencia no tiene forma. Es informe, y ya que es informe, no
está limitada por el espacio ni la distancia, de ahí que todo lo penetre; existe
dentro de este cuerpo pero en forma igual y simultánea existe fuera del cuerpo.
Justo la misma Conciencia existe también en todos los demás cuerpos. Las
diferencias aparentes son superficiales.
Así pues, tenemos este cuerpo físico con el que nos identificamos. Además,
tenemos esta mente que sin cesar piensa y crea mundos y más mundos. Y luego
está el ego, que se apropia de todo para sí mismo. El ego es el sentido de
identificación con el cuerpo, con la mente, con las emociones y demás. El ego
dice: "Esto es mío, esto me está sucediendo a mí".
Aquello que llamamos libertad o liberación o realización significa estar libres de
ego, de la identificación con las experiencias físicas, mentales y emocionales.
Podemos intentar mejorar esta vida todo lo que queramos. Podemos intentar
mejorar el cuerpo, la mente y las emociones; pero mientras sintamos que son
nuestra vida, sigue existiendo en el fondo un problema que afecta todo lo demás.
En última instancia, esta pequeña existencia humana no es en absoluto nuestra
vida. Es la vida de Dios. Es el juego de la Conciencia. Nosotros somos esa
Conciencia.
Esta Conciencia, o el Ser, o Dios -que son sinónimos- se manifiesta ahora
mismo como el mundo entero, justo como el mundo es. Nada ha salido mal en
ningún lado. El universo existe en total perfección y armonía. El único signo de
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imperfección o falta de armonía está en la conciencia del individuo humano.


Mucha gente está consciente de la imperfección y la falta de armonía, sin
comprender jamás que su conciencia de eso es lo imperfecto o inarmónico, que
ellos mismos crean la imperfección y falta de armonía.
No hay diferencia entre la conciencia de una cosa o de una experiencia y la cosa
o la experiencia misma . Todo existe en la Conciencia. El mundo es proyectado
hacia fuera desde dentro. No hay nada que no se origine en la Conciencia
misma.
La comprensión de la Verdad o la realización del Ser es comprender que somos
esa Conciencia. Todo lo demás, incluso la persona que temporalmente
parecemos ser, es sólo un juego que tiene lugar dentro de esa Conciencia. La
aparente división entre lo interno y lo externo es sólo una parte de ese juego.
De todas maneras, tenemos este mundo y a toda esta gente y a todas estas cosas
en nuestra vida. Sentimos que somos esta persona, que estamos en este cuerpo,
que vivimos en cierto lugar y en cierto momento, que tenemos un "pasado", una
"memoria" de nuestra "historia". Pensamos que tenemos un "futuro" en el que
sucederán cosas buenas y malas. Tenemos familia, amigos, responsabilidades y
relaciones humanas. Parece bastante obvio que tenemos una vida personal,
individual. Y el concepto de qué y quiénes somos, y qué sentido tiene nuestra
vida, es muy poderoso.
Lo que ahora parezca vago, con el tiempo quedará del todo claro. En este
momento no tienes que sentir que entiendes lo que está escrito. Por ahora sólo
basta con exponerte a ello, con realizar cierto esfuerzo de leer y releer cada
lección. Esta disciplina de permanecer constantemente sintonizado con la
lección en turno te mantendrá alineado y en sintonía con la Shakti.
Baba ha dicho: El propósito de Siddha Yoga es despertar tu propia Shakti
interior y percibir tú propio Ser todo el tiempo. De este modo, te transformas
por completo. Por medio de este yoga, experimentas la unidad con el Absoluto,
experimentas la unidad con Dios.
La gente se menosprecia a sí misma todo el tiempo; de esta manera crea sus
propios problemas. Nadie es responsable de tu dolor o tu placer. Nadie es
responsable de tu tristeza o alegría. Si crees que alguien más te lastima o que
alguien más te da alegría, eso es engaño. La persona crea sus propias cosas
buenas o malas. Si tu experimentas el mal, eres "tú" el que lo crea.
Si tienes el conocimiento de tu propio Ser, conoces el mundo entero. Si no
conoces tu propio Ser, no conoces nada ni a nadie. Esa Shakti divina existe
dentro de todos, pero se está desperdiciando. No la usas en realidad.
No tienes que renunciar a tu vida cotidiana. No tienes que vagar por los
bosques. No tienes que dejar tu trabajo. Puedes quedarte en tu propio terreno y
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aún así practicar Siddha Yoga. Debes practicar con gran reverencia y también
con alegría.
Siempre te estás devaluando. Siempre te rebajas a ti mismo. Siempre piensas
que eres despreciable. Cada día piensas que eres un inútil ¿No es esto tu propio
infortunio? Somos muy dependientes. La razón de que todo el tiempo seamos
dependientes de las cosas externas, estriba en que no tenemos el conocimiento
de nuestro propio Ser. Y para tener este conocimiento debes practicar.
Las diferencias aparentes entre nosotros se originan y existen solo en la mente.
No hay una diferencia real entre el individuo y la mente. En cierto sentido, el
individuo "es" la mente, así que con la mente creamos, cada uno, nuestra propia
realidad personal. Las diferencias en este mundo existen de esta forma.
Sin embargo, todos compartimos la misma Conciencia del Ser, todos
compartimos en forma simultánea el mismo Ser interior. La sensación de que
hay dos o más de nosotros está en la mente, en el ego. El único propósito que
tenemos en esta vida consiste en reconocer que nuestra propia Conciencia del
Ser es el Ser universal que se ha convertido en todos.
Esta verdad de que lo universal y lo individual son lo mismo es la verdad más
antigua. Existía antes de que se fundara cualquier religión. Ninguna mente o
personalidad individual la inventó. No es una teoría, ni una opinión, ni un credo.
No pertenece a ninguna nación en particular, ni a una cultura, ni a una época. Es
la Verdad universal que se aplica a todos, todo el tiempo y en todas partes, y
siempre es observable en forma inmediata.
¿Cómo se conoce esta Verdad? ¿Cómo se la experimenta? No basta con leer
acerca de ella, con escuchar acerca de ella, ni con entenderla con el intelecto.
Sucede en un nivel más profundo. Sucede cuando uno entra en contacto con la
energía espiritual, o Shakti de quien ya se encuentra establecido con firmeza en
la Verdad o ha realizado el Ser. Tal ser es un Siddha.
En todas las épocas, en la tierra, han existido Siddhas o grandes seres que
estuvieron en comunión constante y consciente con el Ser divino, o con Dios, y
que podían elevar a su propio estado a quienes entraban en contacto con ellos.
No siempre se conoció a estos seres como Siddhas, y a la mayoría de ellos no se
les conoció ni pública ni históricamente, excepto por algunos que reconocieron
su estado y mantuvieron cierta relación con ellos. Aun así, reconocidos por
pocos o por muchos, conocidos como "Siddhas" o no, de todas formas existieron
e irradiaron energía espiritual benéfica a quienes los rodeaban.
Siddha Yoga es el proceso que conduce a la larga a la realización de nuestra
verdadera naturaleza. Cuando ha llegado el momento de que una persona
comience de manera consciente este proceso, se verá atraída a ponerse en
contacto o a relacionarse con la Shakti de un Siddha. La persona puede o no
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haber estado buscando a tal ser. Por ejemplo, puede ser que te hayan enviado
estas lecciones como un regalo de alguien que quería que tan sólo las leyeras y
las experimentaras, aunque nunca hayas oído hablar de Gurumayi o de Siddha
Yoga. Esto no sucedió por accidente o casualidad. Es un proceso que
corresponde a tu viaje interior.
A pesar de lo que piense la mente, la verdad es que por el mero hecho de leer
esta lección, tú estás en contacto con la Shakti del linaje de los Siddhas. No
importa si crees en ello o no. No es nada nuevo el que tengas grandes dudas. La
mayoría de las personas tiene dudas al principio. La naturaleza de la mente
consiste en dudar. E incluso, si estás abierto a la Verdad, si tienes aunque sea
una ligera curiosidad acerca de si todo esto podría ser real o verdadero, puede
ser que estés listo para recibir una deliciosa sorpresa.
Gurumayi Chidvilasananda pertenece a un linaje auténtico de grandes Siddhas.
Es decir, ella tuvo su propio Gurú -Baba Muktananda- y Baba tenía su propio
Gurú -Bhagaván Nityananda- y así fue desde el principio de los tiempos. Un
Gurú no elabora su propia filosofía, no comienza su propio movimiento, no se
proclama a sí mismo Gurú. Es hecho Gurú por un Gurú. Una persona no puede
hacerse a sí misma Gurú. Sólo un verdadero Gurú puede hacer a otro Gurú. Así
es que la Shakti o el poder del linaje no comenzó con ninguna persona en
particular y tampoco le pertenece a una persona en particular.
En un linaje auténtico, el Gurú transmite la Shakti a su discípulo, de la misma
manera en que el fuego pasa de una vela encendida a una vela apagada. Una vez
que la vela apagada es encendida, su propia potencia interior resplandece. De
todas formas, en esencia se trata del mismo fuego que se nos ha trasmitido desde
el principio de los tiempos. Ninguna de las velas particulares cambia o altera o
disuelve el fuego. Ninguna vela en particular le puede añadir o quitar nada.
Cada vela se convierte, meramente, en un instrumento del mismo fuego que
recibió de la vela encendida (del Gurú). Ninguna vela puede inventar su propio
fuego, que no existía antes.
La misma Shakti o energía espiritual se ha transmitido a lo largo de las
generaciones en este linaje particular. La Shakti del linaje mismo es el poder de
transformarnos. Esta Shakti nos despierta, nos eleva, nos expande y nos libera.
La Shakti es el verdadero Gurú. El Gurú no es, en realidad, una persona. La
forma externa del Gurú es un instrumento o canal para esta Shakti divina.
Esta Shakti es el poder que nos permite realizar el Ser. Podemos leer muchos
libros, asistir a muchas conferencias, tomar muchos cursos, ir a muchos templos,
áshrams e iglesias, pero si la Shakti no está viva en todo esto, no tendremos
ninguna experiencia directa del Ser. Muchos escritores y conferencistas son
capaces de explicar con claridad muchos aspectos de la Verdad, pero si no tienen
una conexión directa con un linaje auténtico, no habrá suficiente Shakti detrás
14

de las palabras para permitir a sus lectores u oyentes experimentar realmente


aquello a lo que sus palabras se refieren. Sólo habrá comunicación en un nivel
verbal. En dicho nivel, es irrelevante tanto "el acuerdo" como "el desacuerdo"
con las palabras.
Por otro lado, el que es un verdadero instrumento de la Shakti puede elevar y
enseñar a otros con su sola presencia o mediante observaciones al parecer
mundanas. No necesita relacionarse con los demás en ninguna forma particular.
La Shakti se transmitirá de igual manera sea cual fuere la forma que adquiera la
relación. Muchos de los grandes santos decían cosas muy sencillas, casi
infantiles, y en eso consistía la magnitud de sus enseñanzas formales.
Otros grandes santos no decían cosa alguna, en tanto que algunos más vivieron
al parecer como personas comunes o como personajes extraños y misteriosos.
Pero aquellos que entraban en contacto y desarrollaban algún tipo de relación
con ellos, experimentaron como resultado la transformación de su vida. Este es
el poder de la Shakti.
Tenemos muchas dudas y resistencias porque nos atrapa la apariencia externa de
las cosas. Gran parte de lo que parece suceder en los ashrams y en los centros de
meditación, e incluso este Curso, es tan sólo un drama externo que la Shakti
provoca para involucrarnos y que pueda ocurrir un proceso mucho más
profundo. Debemos aprender a estar en sintonía con este proceso más profundo,
con la labor interior de la Shakti. Cuando nos damos cuenta de que
reaccionamos ante algo, o nos resistimos y nos disgusta, debemos hacer una
pausa y ver si no nos han atrapado nada más las apariencias externas .
Las apariencias y las palabras engañan fácilmente a la mente, y por lo mismo,
ésta no siempre reconoce qué sucede en realidad. Con frecuencia, la mente no
puede ver más allá de sus propias opiniones y proyecciones. Aun así, la Shakti
lleva a cabo su labor interior, lo reconozcamos de manera consciente o no. Toma
un poco de tiempo darse cuenta de todas las formas sutiles en que trabaja la
Shakti, ver todas las conexiones y relaciones sutiles que existen entre las cosas,
aprehender el verdadero significado de las mismas.
La mayoría de las veces no advertimos que todas las cosas que nos suceden
forman parte de un solo proceso, y que están relacionadas entre sí. Toma un
cierto tiempo lograr ver que las cosas armonizan unas con otras en un todo. Sin
embargo, lo comprendamos o no, la Shakti ya ha comenzado su labor en
nosotros. Nadie está leyendo esto por accidente.
Cada yoga, o sendero, tiene sus propias prácticas. La mayoría de la gente
necesita hacer algo para mantener el enfoque correcto. Las dos prácticas
fundamentales que el Gurú nos ha dado son la repetición del mantra y la
meditación.
15

El mantra es una vibración sonora del Ser. Al poner nuestra atención consciente
en el mantra, en lugar de ponerla en nuestros pensamientos usuales, el espacio
del Ser nos atrae de manera natural.
La idea del japa o repetición del mantra no es nueva para la mayoría de los que
comienzan el Curso, ya que se trata de una antigua técnica transmitida durante
cientos de años en Oriente y popularizada hace poco en Occidente por algunos
yoguis e instructores de meditación. Para otros, sin embargo, la idea de la
repetición del mantra es totalmente nueva y hasta puede parecer rara y tonta.
Como siempre, el acercamiento a este Curso consiste en tener una mente abierta
hacia cualquier novedad y en estar, por lo menos, dispuesto aprobar para
experimentar los resultados por uno mismo. Nada debe ni aceptarse ni
rechazarse a ciegas.
El mantra que Baba nos dio es OM NAMAH SHIVAYA . Es una oración
silenciosa o una forma de veneración de nuestro propio Ser interior. Se puede
traducir como: Me inclino ante mi propio Ser interior, ante la Conciencia divina
que vive dentro de mí. El mantra está en sánscrito y no en español porque los
sonidos del sánscrito tienen una vibración que corresponde al significado. Así,
la repetición del mantra no es sólo un ejercicio mental, sino que tiene un efecto
vibratorio en todos los niveles de nuestro ser físico, mental, emocional y
psicológico.
La eficacia de la práctica puede aumentarse si se hace con sentimiento. El
sentimiento de amor, veneración, reverencia o alabanza nos afecta
profundamente; mientras que la sola consideración mental de estas cosas apenas
si tiene consecuencias. Debemos tener la conciencia de que el mantra nos ha
sido dado por un gran maestro de meditación, y es un regalo inapreciable que se
transmite y recibe su poder a través del estado del Gurú.
La práctica es sencilla. Repite en silencio el mantra con un ritmo natural. Un
método sencillo consiste en repetirlo con cada inhalación y con cada exhalación.
Esto es una gran disciplina. Claro que la mente, al principio, va a poner gran
resistencia a la práctica. La mente está fascinada con sus propios pensamientos y
puede parecerle aburrida la idea de repetir el mantra. No obstante, un poco de
práctica demuestra cómo el mantra tranquiliza, fortalece y purifica la mente.
Nuestros poderes mentales se disipan con facilidad debido a las pautas y
tendencias usuales de la mente. El mantra restaura, regenera, rejuvenece e
intensifica nuestros poderes mentales.
La repetición del mantra puede practicarse a cualquier hora, en cualquier lugar y
haciendo cualquier cosa. Al principio puede parecer que sólo será posible
hacerlo cuando meditamos, o al estar sentados o al caminar, mientras esté
desocupada la atención. Con la práctica, sin embargo, verás que la repetición del
mantra no distrae de o interfiere con ninguna otra cosa. Con el tiempo verás que
16

haces las cosas con más capacidad y mayor eficiencia repitiendo el mantra. Éste
le añade cierta Shakti o poder a cualquier cosa que hagas en ese momento.
Si bien la repetición del mantra puede practicarse en cualquier lugar y haciendo
cualquier actividad, es de gran ayuda en especial para la meditación. No hay
nada complicado o difícil en la meditación. La meditación es simplemente un
momento en que permanecemos absortos en el Ser.
Para meditar, siéntate derecho en una postura cómoda y relajada, con la espina
dorsal erguida y los ojos cerrados. Dejando que la espina dorsal se estire con
suavidad hacia arriba, relaja el cuerpo y la respiración, y repite el mantra a cada
inhalación y a cada exhalación. Si llegan pensamientos, simplemente ignóralos y
regresa al mantra. Comienza con quince minutos y, gradualmente, aumenta el
tiempo hasta llegar a una hora, más o menos. Verás que se te facilita más y más
en la medida en que lo hagas, y una vez que adquieras la habilidad de hacerlo, la
meditación se convierte en una de las más agradables experiencias de la vida.
Recuerda que la meditación no consiste en pensar acerca de las cosas. La
meditación consiste en tratar de ver lo que existe entre los pensamientos y detrás
de los pensamientos. El mantra le da a la mente un punto de enfoque para que no
se disperse, como suele hacer de acuerdo con su tren de pensamientos
acostumbrado. No puedes impedir que la mente piense, pero puedes determinar
en qué va a pensar. El mantra Om Namah Shivaya, el mantra del linaje Siddha,
tiene el poder de la Shakti del Gurú y, de esta manera, nos lleva hacia el Ser en
forma cada vez más profunda.
Una vez un hombre le dijo a Baba que había repetido Om Namah Shivaya
durante veinte años, antes de conocerlo, pero que nunca había obtenido nada del
mantra. Por supuesto, Baba le indicó que fuera un rato a la cueva (la sala de
meditación). Una vez que se sentó y comenzó a repetir el mantra, el hombre
tuvo de inmediato profundas experiencias e intuiciones. Así pues, no se trata
sólo del poder del mantra en sí mismo, sino que el efecto transformador del
mantra se origina del poder que el Gurú le confiere. El mantra contiene gracia si
proviene del Gurú vivo.
Para meditar, repite con suavidad el mantra en tu mente en lugar de seguir con
tus pensamientos usuales. De este modo, poco a poco le permites a la mente
descansar, serenarse, estabilizarse y volverse firme. El poder del mantra
comenzará a trabajar en ti, y de manera sutil pero poderosa te despertará,
expandirá y transformará.
Cuando la mente suspende su actividad habitual o se aquieta con el mantra,
nuestra atención tiene la oportunidad de ser consciente de la Conciencia. La
conciencia se hace consciente de la Conciencia. Esta es la verdadera meditación,
porque esta es la Conciencia del Ser interior, y la meta de la meditación consiste
17

en conocer el Ser. Meditamos para conocer al Conocedor, para percibir al que


percibe, para ver al que ve. Cuando trascendemos la mente, llegamos a Eso que
conoce la mente, que ve cómo la mente crea siempre una cosa tras otra. Aquello
que ve y conoce la mente es el Ser.
Gurumayi ha dicho: Si sólo eres listo para hacer teorías acerca de lo que Dios
es, acerca de lo que la Verdad es, lo que el Ser es, en realidad no llegas ni a
Dios, ni a la Verdad, ni al Ser. Necesitas también el aspecto práctico de la
sádhana, y el aspecto práctico de la sádhana es la realización directa de Dios,
de la Verdad, del Ser. Sin esta realización directa, no se alcanza nada. Sin la
realización directa, la teoría no puede lograr mucho, no puede realmente
ayudarnos.
Baba decía: "La meditación en el Ser no es una teoría. Es una experiencia. Si
no tienes la experiencia, no sabes cómo meditar en el Ser." La meditación en el
Ser no es meditar en el cuerpo. No es meditar en la punta de la nariz o en las
orejas. La meditación en el Ser está más allá de lo perecedero, aunque puede
darse mediante elementos perecederos.
Puedes meditar en la gota de rocío, que es perecedera; sin embargo, esa
meditación te revelará los secretos del océano. Si meditas en una chispa, esa
meditación te revelará los secretos del fuego. Si meditas en la respiración, te
revelará el secreto de la mente. Si meditas en el éter, te revelará los secretos de
la Conciencia pura. Así que la meditación en elementos perecederos puede
llevarte a lo más alto, pero si te atoras, ahí está el problema.
Así que medita en el Ser, que es eterno. No importa cuántas dudas tengas, el
Ser no tiene dudas. No importa cuánta negatividad tengas, el Ser no tiene
negatividad No importa qué tan cansado esté tu cuerpo, el Ser nunca está
cansado. Por lo tanto, medita en el Ser.
El otro día alguien me preguntó: "¿Cómo puedo meditar en la Verdad si no sé lo
que es la Verdad?" Si no sabes qué es la Verdad, entonces medita en una flor.
Medita en una partícula de polvo. Medita en una chispa. Medita en una hoja.
Medita en los diseños de la alfombra. Basta con que medites en cualquier cosa,
y así irás más allá. Tu fe es la que fructifica, tu paciencia es la que fructifica.
No pienses que la meditación puede ser de una u otra manera. Mantenla
incondicional, y así la meditación moldeará tu vida.
Alguien le preguntó a Baba: "¿Eres Dios?" Baba dijo: "Tanto como tú eres
Dios, yo también lo soy". Cuando tienes la experiencia comprendes esto: tanto
como cualquier otra persona, tú también eres Eso. No es sólo el efecto externo
del cuerpo sino el logro interno de cada persona. Y el logro interno no es otra
cosa que la Verdad. Por esta razón, cuando lees las palabras de los iluminados,
todas son similares, no importa de qué país o de qué época provengan.
18

Así que el objeto de la búsqueda existe dentro de la búsqueda misma. El


buscador que busca es él mismo, el objeto de la búsqueda. Nuestra vida
cambiará en el momento en que aceptemos la Verdad. La Verdad no tiene una
forma ni una imagen. Es lo que tú eres. Así que si puedes aceptar eso, puedes
meditar en tu Ser, inclinarte ante tu Ser y respetar a tu Ser. Entonces puedes
experimentar que "Dios vive dentro de ti como tú".
Con amor, Ram
19

LECCIÓN 3
Querido amigo:
A la mayoría de las personas les lleva largo tiempo cultivar y apreciar el hábito
de leer varias veces cada lección; pero al menos haz la prueba, para ver qué
sucede. Te sorprenderán los resultados. Y mientras más pronto adquieras el
hábito de permanecer sintonizado con la lección en turno y te empapes de ella
antes de que te llegue la siguiente, más rápido comenzarás a disfrutar los
verdaderos beneficios del curso.
Hay dos métodos de leer las lecciones. La manera original consistió en leer una
lección durante dos semanas para después pasar a la siguiente las otras dos
semanas. Este método es muy efectivo, pero mucha gente prefiere leer las dos
lecciones, alternándolas a lo largo de todo el mes. Este método es también
efectivo, por lo que puedes optar por cualquiera de ellos.
No tiene mucho valor conocer meramente el contenido escrito de las lecciones.
No es importante terminar de leer la lección pensando: "Bien, ahora ya me sé
ésta. ¿Cuál es la siguiente?" Este no es el nivel en el que opera el curso.
La experiencia de la lección puede no tener una relación evidente con el
contenido. Ahora mismo, las palabras te dicen algo, pero ¿quién sabe lo que en
realidad está ocurriendo dentro de ti? Las lecciones tienen relación con la
misma Shakti que dirige el proceso interno. Leyendo varias veces las lecciones,
nos mantenemos sintonizados con la Shakti interior y de este modo surgen
revelaciones y experiencias de una manera inexplicable, cuando menos lo
esperamos.
La Shakti es la que nos transforma. Hay muchos escritores y conferencistas
brillantes y carismáticos, que verbalizan bellamente los conceptos, pero sin la
Shakti no hay ninguna experiencia real de lo que se habla. Cuando hay Shakti,
aun las palabras más mundanas e insubstanciales pueden desencadenar
profundas revelaciones y experiencias.
Es mejor leer una lección varias veces, aun sin entender nada, que leerla sólo
una o dos veces porque imaginamos saber ya su contenido. Tu experiencia
interior al leerla es lo principal. Este proceso sucede, ya sea que lo entiendas o
no.
Lo que ya sabemos puede comprenderse en un nivel nuevo y más elevado.
Nuestro entendimiento puede ser correcto y al mismo tiempo limitado. Nuestro
entendimiento puede desarrollarse y expandirse. Cuando entendemos algo a
fondo, lo experimentamos simultáneamente en un nivel profundo. Nuestro
énfasis en este curso está en la experiencia. El curso no se preocupa mucho por
el entendimiento académico.
20

La sádhana consiste de prácticas y disciplina que nos hacen progresar en el


sendero espiritual. Esto incluye aplicar lo que ya entendimos con el intelecto.
Algunas personas aprenden la filosofía del yoga y creen que ya saben lo que es
el yoga, pero de hecho nunca practican yoga, nunca hacen sádhana en realidad.
La comprensión intelectual de algo es sólo una preparación para la sádhana.
Participar en el curso significa que tienes la voluntad de hacer sádhana. Si sólo
quieres aprender cosas sobre la sádhana, ¿para qué desperdiciar el tiempo? Sería
mejor leer un libro. Hay un proceso interior que ocurre lección a lección y que
con frecuencia corresponde a las circunstancias de tu vida o a lo que te sucede
por dentro en un momento dado. Si ya asimilaste una lección cuando te llega la
siguiente, los cimientos se van construyendo poco a poco y esto nos capacita
para una comunicación en un nivel que por lo común no está a nuestro alcance.
Algunas personas han escrito diciendo que están tan avanzadas que debería
permitírseles tomar el curso en forma acelerada, omitiendo totalmente las
primeras lecciones. Esta manera de pensar impide entender la relación que se da
con la Shakti. Ninguna lección es elemental; cada lección está tan avanzada
como tu propio entendimiento.
Por medio de la Shakti, cada lección te permite experimentar lo que necesitas en
ese momento. No se te ocultan los aspectos profundos de la Verdad en estas
primeras leeciones. Todo está disponible ahora mismo. Si estás listo para lo más
elevado, lo encontrarás en tu lección en turno.
Algunas personas podrían pensar: "Ay no, yo no quiero tener que lidiar con las
primeras lecciones". Pero este curso no comienza con lecciones elementales,
para llegar a algo avanzado. Hay personas que llevan 10 ó 15 años en Siddha
Yoga y comienzan el curso, y en la lección uno o dos se sorprenden de lo
relevantes que les resultan estas lecciones para su sádhana.
La Shakti es la energía creativa del universo. Es el poder de Dios. Al poder del
Ser se le llama Shakti. La Shakti es la fuerza detrás de todo movimiento. Es el
único poder que hay. Todas las formas o expresiones del poder son
manifestación de la Shakti. La Shakti tiene la misma relación con este universo
que la electricidad tiene con los aparatos eléctricos. La Shakti lo anima todo.
Por la Shakti vive el cuerpo y giran los planetas en sus órbitas.
El engaño básico en la vida es creer en dos o más poderes. Por lo general
vivimos como si existieran diversos poderes en la vida, algunos apoyándonos y
otros en contra nuestra. Mucha gente vive la vida entera tratando de manipular
los diversos poderes que perciben en el mundo o que piensan que son los demás.
Cuando comienzas a ver la Verdad, comprendes que un sólo poder está al mismo
tiempo detrás de todo. Es lo que siempre se ha concebido como Dios.
21

El aspecto de Dios que se expresa como poder, fuerza o energía, se conoce en


sánscrito como Shakti. Toda la esencia de Siddha Yoga tiene que ver con
sintonizarnos y alinearnos con la Shakti. Cuando nos sintonizamos con la
Shakti, estamos en armonía con el fluir perfecto del universo.
Utilizamos terminología en sánscrito no porque estemos adoptando una cultura
extranjera o una filosofía exótica. Lo hacemos porque hay ciertos procesos
cósmicos que sólo tienen nombre en sánscrito. La lengua sánscrita fue
desarrollada por seres altamente evolucionados en lo espiritual, quienes se
referían a cuestiones no mencionadas en lenguajes comunes. No existe
equivalente para estas palabras en inglés, español, francés, alemán ni japonés.
Por eso utilizamos Shakti, Kundalini, maya, karma y otros términos existentes
sólo en sánscrito. Todos estos términos se explicarán ampliamente según se vaya
requiriendo. Verás que su uso tiene sentido práctico y muy pronto te van a
resultar familiares.
Hay una vasta fuente de energía dentro de cada ser humano, conocida como
Kundalini. De la Kundalini dormida proviene todo el poder y la energía del
cuerpo y de la mente. La Kundalini anima el cuerpo; efectúa todas las
actividades físicas capacitándonos para pensar, sentir, apreciar la belleza y amar,
comprender una idea o lanzar una pelota. Todos los sentidos cumplen su tarea
gracias al poder de la Kundalini. Inclusive el placer físico es posible por medio
de la Kundalini.
Mientras la Kundalini está dormida, tenemos la inteligencia y las capacidades de
los seres humanos comunes. Podemos tener éxito en cualquier campo: los
negocios, la política, las artes. Podemos ser personas respetadas en este mundo.
Pero, mientras la Kundalini permanezca dormida, nos experimentaremos como
individuos limitados, finitos y mortales.
Una persona puede estudiar yoga y filosofías espirituales por largo tiempo, e
incluso tener una buena comprensión intelectual de estas cosas, pero hasta que
la Kundalini no despierte, no hay manera de experimentar esto por uno mismo.
Al despertarse la Kundalini, una vez que la Shakti interior se activa, las
verdades más elevadas se vuelven intuitivamente obvias. Las experimentamos
dentro de nosotros y entendemos la verdad de las palabras que antes sólo
comprendíamos de manera intelectual.
El despertar de la Kundalini es un renacimiento espiritual. Literalmente
nacemos de nuevo. Tu percepción y tu experiencia de ti mismo y del universo
son nuevas y se expande. En lugar de experimentar vacío, aridez y frustración,
empiezas a sentir niveles de amor y de dicha, y otras cualidades, como sólo las
habías soñado o anhelado. Al ocurrir el despertar interior, nos volvemos más
flexibles y ligeros de corazón y disfrutamos, espontáneamente, el humor de la
vida.
22

Una vez que la Shakti se activa dentro de nosotros, iniciamos el proceso que
conduce a la realización final de que no somos sólo un individuo temporal, sino
también la Conciencia eterna y universal que llena el universo. Mientras que la
Kundalini estuvo dormida, esto sólo podía ser algo en nivel intelectual, pero con
la Shakti despierta se convierte en nuestra experiencia. El resultado final del
despertar de la Kundalini es la realización del Ser.
Otra transformación importante es que nos damos cuenta de que aquello que
buscábamos está en nuestro interior. Mientras la Kundalini esté dormida,
sentiremos que hay algo por encontrar afuera, en el mundo o en otras personas.
Buscaremos constantemente alguna experiencia o una colección de posesiones
que pensamos nos darán seguridad. Empero, nada nos hará felices, porque no es
posible encontrar la felicidad real, duradera, hasta que la Kundalini ha sido
despertada. Sólo entonces comprendemos el significado de la plenitud y el
contentamiento.
A través de los siglos, los yoguis han desarrollado muchas técnicas para
despertar la Kundalini, pero la mayoría de estos métodos son inadecuados para
los occidentales. El método más fácil, simple, seguro, rápido y tradicional de
todos los métodos es shaktipat. Shaktipat ocurre cuando una persona madura
para el despertar espiritual entra en contacto con la Shakti o energía espiritual de
un Siddha Gurú auténtico. Un Siddha Gurú tiene el poder de despertar
espontáneamente la Kundalini dormida del buscador. Este método también se
llama el sendero de la gracia.
Hay muchos yoguis y maestros que se autonombran gurús o que hacen las veces
de tales para otras personas. Afirman poseer algún tipo de entendimiento
superior o de poder, por lo que se consideran dignos de conducir o de guiar a los
demás. Por cierto, uno no se convierte en Gurú mediante esfuerzo propio ni por
autoproclamación. Un Gurú verdadero es transformado en Gurú por su Gurú. No
se convierte en Gurú por haber leído unos cuantos libros. Debe pasar por un
riguroso entrenamiento, con multitud de pruebas por parte de su Gurú, y éste le
indica cuándo está listo para el estado del Gurú.
El título de Gurú no debe tomarse a la ligera. Hay tantos falsos gurús que la
gente tiene la idea equivocada de lo que es un Gurú verdadero. Siempre ha
habido falsos gurús, quienes gustosamente se llevan todo nuestro dinero y se
aprovechan de nuestra credulidad con promesas de cumplir nuestros deseos.
Los gurús falsos son incapaces de dar shaktipat y transformar a fondo y de
manera duradera a sus seguidores. Sólo porque alguien tiene carisma o puede
discutir las escrituras yóguicas como si las entendiera, o por el hecho de conocer
algunas técnicas que, practicadas un largo tiempo podrían beneficiar en algo, no
significa que sea un Gurú. Una persona así puede ayudar a su manera, pero nos
llevará sólo hasta su propio nivel. Un Gurú verdadero es un ser totalmente
23

iluminado, por lo que es capaz de guiarnos hasta la iluminación, hasta la meta


final del sendero espiritual.
Por el hecho de recibir estas lecciones, estás vinculado a un linaje de auténticos
Siddha Gurús. No es necesario que aceptes esto a ciegas, ni como acto de fe
porque alguien lo dice. Nada es verdad sólo por estar escrito aquí. Pero puedes
confiar en tu propia experiencia y ver por ti mismo, en los meses que vienen,
que tienes a la mano una transformación genuina de tu experiencia interior, si de
verdad estás abierto y dispuesto a seguir las sugerencias prácticas.
No hay necesidad de hacer ejercicios extenuantes ni artificiosos para
complementar tu práctica de Siddha Yoga. No hay nada que añadir a Siddha
Yoga para que el proceso sea más rápido. Está diseñado para suceder tan rápido
como puedas aguantar. Por ahí hay ejercicios ideados para despertar la
Kundalini por maestros incapaces de dar shaktipat de manera natural. Hay que
evitar dichos ejercicios, ya que lo único que puedes conseguir con tus esfuerzos
será una torcedura de espalda.
Shaktipat es el despertar natural y espontáneo de la Kundalini. Con este
despertar comienza un proceso que es totalmente distinto para cada individuo,
según su naturaleza y sus necesidades. Este despertar ocurre cuando entras en
contacto con la Shakti de un Siddha Gurú. Cualquier cosa que un Siddha Gurú
cree y mantenga, es un vehículo para la Shakti. Cualquier cosa que el Gurú
autorice, se convierte en un medio para contactar esa Shakti. Por esta razón, las
personas que leen estas primeras lecciones pueden tener experiencias que van
más allá del espacio que tenemos para explicarlo en las lecciones.
A lo largo de los años, mucha gente ha recibido shaktipat al leer este curso,
mucho antes de encontrarse con el Gurú físico. Esto sucede porque el curso está
lleno de la Shakti del Gurú. Todo el que participa en el curso desarrolla una
relación personal con la Shakti, conozca al Gurú o no. El Gurú no es un cuerpo
físico ni una personalidad. El Gurú es un principio, universal que todo lo
penetra. Es el principio del Ser, que nos despierta, edifica y expande.
Es posible que no te des cuenta de todo lo que está sucediendo dentro de ti,
incluso ahora que lees esta lección. Aunque la mente esté comprendiendo las
palabras, suceden muchas cosas en niveles más profundos, de los cuales la
mente no está consciente. Vas a darte cuenta de que empiezas a entender de
manera intuitiva aquello a lo cual no nos referimos con palabras. Este es el
poder de la Shakti despierta.
La Shakti es el poder detrás de todos los sentimientos, todos los pensamientos y
todas las sensaciones físicas. Cuando alguien se refiere al poder del
pensamiento, se está refiriendo a la Shakti, aunque puede no saberlo. No hay
más poder que la Shakti, detrás del pensamiento o de cualquier otra cosa. No
24

importa qué nombre le demos. Lo principal es reconocer, darse cuenta de que


sólo hay un poder detrás de todo y que no hay otro poder separado ni opuesto.
En tanto sigamos creyendo en un poder separado de nosotros, seguiremos
enredados en una lucha constante, oprimidos por una gran carga que nos hace la
vida difícil. Esta lucha y esta carga no son para nada necesarias. Surgen de la
ignorancia de la Verdad. Aun si no estás de acuerdo con esto, es la Shakti la que
está detrás de tu capacidad de no estar de acuerdo.
El pensamiento es una manera de dirigir la Shakti. Nuestro poder de pensar en
lo que queramos es una expresión de nuestro libre albedrío. No podemos
controlar lo que nos sucede, pero podemos controlar lo que pensamos sobre lo
que nos sucede. Y lo que pensemos, determina la manera como nos afecta que
sucede. En cualquier momento podemos pensar lo que nos plazca y dirigir la
Shakti o poder universal en cualquier dirección. Así pondremos en marcha las
causas de las experiencias y las condiciones que nos afectarán.
Siempre tenemos el poder de decidir qué pensar. Claro que la mayoría de la
gente no se da cuenta de que tiene ese poder, ni de que está pensando lo que
escogió pensar. De hecho, si no ejercemos este poder inherente, siempre vamos
a pensar lo que ya pensamos antes o lo que nos enseñaron a pensar. Si no
ejercemos nuestro libre albedrío, la mente pensará de manera mecánica, como
está condicionada a pensar. De este modo repetiremos los mismos errores y
actuaremos según los mismos conceptos erróneos una y otra vez. La mente es
una criatura de hábitos. Sin embargo, tenemos el poder de cambiarla si esa es
nuestra voluntad.
Debido a que la Shakti es la fuerza creadora del universo, crea para nosotros, de
manera natural, cualquier cosa que pensamos. La Shakti no tiene ningún límite
en absoluto. Después de todo, es el poder de Dios.
La mayoría de la gente tiene el hábito de pensar en cosas que no quiere. Algunos
tienen por hábito pensar en las cosas más desagradables que se pueda imaginar.
Lo que pensamos determina cómo nos sentimos, así que continuamente nos
sentimos desdichados por tener los pensamientos que nos conducen a los
sentimientos de desdicha. También existe el hábito de la preocupación: siempre
nos preocupamos por lo que no queremos preocuparnos. Y todos estos
pensamientos son creativos, son magnéticos y atraen, hacia el que los piensa, las
experiencias y condiciones que corresponden a la naturaleza de los
pensamientos. Para la Shakti no es ningún problema crear cualquier cosa que a
la mente le parezca verdadera. A muchos les sorprendería o provocaría una
conmoción saber que las cosas parecen verdaderas sólo porque creemos que lo
son.
25

Ya sea que veamos nuestro mundo perfecto o imperfecto, agradable o


desagradable, aburrido o fascinante, la Shakti crea este mundo de acuerdo con
nuestras creencias y conceptos. La Shakti no tiene formas establecidas sobre
cómo deben ser las cosas, ni tiene precedentes que seguir. No tiene opinión
alguna sobre las cosas, ni las enjuicia. No obstante, es omnisciente. Las
opiniones y los juicios surgen de la mente, del ego, como veremos más a fondo
en lecciones posteriores. Así, la Shakti provoca que suceda lo que pensamos. La
calidad de nuestros pensamientos determina la calidad de nuestra vida. Lo que
pensamos da lugar a lo que percibimos y experimentamos.
Baba dijo en una ocasión: Todas las experiencias que te suceden, sea que
sufras pérdida o ganancia, placer o dolor, felicidad o tristeza, todas estas
cosas son tus propias creaciones. Nadie más es responsable de ellas. El
mundo es tal como lo ves. De la misma manera, el estado en el cual te
encuentras depende de tu actitud.
Cada quien crea su propio cielo y su propio infierno, pero responsabilizamos
a los demás por ello. Nos hacemos amigos de alguien y nos llena de gozo esa
amistad. Nos enemistamos con otra persona y la rechazamos todo el tiempo.
Pero somos nosotros quienes hemos creado ese amigo y ese enemigo. Por lo
tanto, cambia tu manera de ver las cosas, hazla divina. Para esto meditamos,
para poder ver el mundo tal como realmente es.
Creamos nuestros sueños mundanos con nuestras actitudes, con nuestras
proyecciones y luego se los contamos a los demás. Pero todo ello es
imaginario. Toda la creatividad del hombre, toda su erudición, todo su saber,
todo el orgullo que le da su entendimiento, son productos de su percepción en
sueños y no de su percepción real, consciente.
Proyectamos nuestras ideas hacia fuera. Vemos nuestras actitudes, nos
empantanamos en la desdicha que es nuestra propia creación y luego
lloramos. Son nuestras proyecciones las que vemos como el mundo. Alguien
puede explicarte las escrituras, pero cómo las entiendas depende de tu propia
actitud. Alguien puede explicarte el yoga, pero lo entenderás de acuerdo con
tu propia actitud. Entendemos de acuerdo con nuestras propias ideas. Nuestra
visión se ha vuelto una trampa para nosotros; es el mundo que creamos el que
nos atrapa.
Cuando una persona comienza a ver que su vida y su entorno son un reflejo de
su propia conciencia, que en cada instante su percepción y su experiencia del
mundo sólo reflejan su propio estado mental, obtiene la clave del misterio de
este universo. Este es el secreto de los siglos: que el mundo tal como lo vemos y
lo experimentamos es nuestra propia conciencia subjetiva objetivizada.
26

La mente es el campo de la causa; el mundo exterior es el campo del efecto. Lo


que pensamos es la causa de las condiciones, experiencias y situaciones de la
vida que afectan. Aparte de lo que de hecho nos sucede, nos afecta lo que
pensamos sobre lo que ocurre. Nada tiene el poder de afectarnos, excepto
nuestra propia mente.
Esta es una de las cosas más esenciales qué entender para que la vida tenga
sentido. Cuando entiendes esto plenamente, ves el orden y la armonía perfectos
del universo, entiendes por qué suceden todas las cosas. Por este motivo
hacemos sádhana, para purificar poco a poco la mente. No hay negatividad ni
distorsión en una mente pura; la mente pura refleja el Ser.
De la misma manera que el mundo exterior es como un espejo de nuestra actitud
mental habitual y predominante, como individuos nos expresamos como la
persona que creemos ser. Cada uno somos personajes de nuestra propia hechura.
Debido al condicionamiento previo, tenemos cantidad de ideas limitantes y
dolorosas de nosotros mismos. Una de las principales cosas que suceden en
Siddha Yoga es que nuestra actitud hacia nosotros mismos se transforma. Si
siempre nos estamos devaluando, nos sentimos desdichados muy seguido. Pero
si recordamos que nuestra conciencia interior es la Conciencia pura y el Ser del
universo, entonces nos amamos y honramos. Esta es la actitud natural de quien
conoce el Ser.
La meta de Siddha Yoga es convertirse en un Siddha. Es importante recordar
esto porque, de otro modo, la perspectiva de lo que nos ocurre se distorsiona.
Nos atrapan todas nuestras ideas y proyecciones sobre lo que es la sádhana, o
sobre lo que debería ser, y sutilmente comenzaremos a juzgarnos a nosotros
mismos y a los demás, y pronto estaremos enredados en nuestra propia creación,
que no tiene nada que ver con la sádhana ni con Siddha Yoga.
Baba describió a un Siddha como sigue: Los verdaderos hijos de un Siddha se
convertirán en Siddhas con el transcurso del tiempo. Ser Siddha significa vivir
centrado en el Ser interior. Un Siddha es supremamente independiente. No
depende en absoluto de nada externo a él. Es un ser en libertad total. Un
Siddha no es esclavo de un certificado ni de un libro. Un Siddha no es esclavo
de nadie. Es totalmente libre, supremamente libre.
Un Siddha medita sólo en su Ser, adora sólo su Ser. No adora a nadie más, no
adora nada más. Es por esta razón que sigo pidiéndote que medites en tu propio
Ser, que adores tu Ser, que honres tu Ser y te vuelvas tu propio Señor. Un Siddha
es su propio Señor. Un Siddha es su propio Dios. Un Siddha no considera nada
como más grande que su Ser, y ve que su Ser penetra todas partes, llena todo el
universo. Para él no existe nada sino el Ser.
27

En consecuencia, es de la mayor importancia que no te rebajes a ti mismo ni te


consideres pequeño de manera alguna. Tampoco debes seguir considerando a
nadie más elevado que tú. En lugar de adorar a alguien más, aprende a adorar
tu propio Ser. El cuerpo nunca afecta al Ser interior, sin importar que sea puro
o impuro, sano o enfermo. El Ser interior permanece igual en todas las
circunstancias.
El Ser interior siempre permanece puro. Al Ser interior no le afecta ni la virtud
ni el pecado. Permanece consciente de tu inmutable perfección, de tu propio
Ser. Consideramos que son reales nuestro cuerpo, sentidos y mente, pero es
mucho más real el Ser interior; es mucho más real el Señor que mora en nuestro
interior como luz pura. Esta es la verdadera religión. Esta es la esencia de
todas las religiones, y no puede existir una religión más elevada que esto.
En las palabras de Baba puedes ver que nuestra actitud hacia nosotros mismos
tiene que transformarse. Por lo común, solemos pensar que no somos lo
suficientemente buenos, que necesitamos mejorarnos, que necesitamos
enmendarnos, que tenemos que hacernos más puros. Pero por cierto, el Ser
interior no puede mejorarse ni purificarse. Ya es perfecto y puro.
La única impureza es nuestra actitud equivocada, nuestro malentendido sobre
nosotros mismos. Pensamos que somos impuros y esta es la impureza. Creemos
que no somos dignos, pero este sentimiento de indignidad debe limpiarse en
nosotros. Esto es lo que queremos decir cuando afirmamos que nuestra mente se
está purificando y que nos estamos liberando del ego. Esto significa que nos
estamos liberando de nuestras ideas erróneas de lo que somos y nos
establecemos en la percepción sencilla de la Verdad.
La Verdad es mucho más simple de lo que imaginamos. La única razón por la
que necesitamos un curso como éste es sólo para hacernos menos complicadas
las cosas, para desenredar la mente. En vez de ser ésta una tarea intelectual, te
lleva más allá del intelecto. El curso no está diseñado para llenar la mente con
conocimiento, tal como se llena un cubo con agua. El curso se propone más bien
vaciar nuestro cubo y llevarnos más allá de la mente. El proceso es fascinante, y
si tienes un buen sentido del humor, también lo disfrutarás mucho.
Algo que aprenderemos es cómo hilar ciertas cosas, cómo percibir y entender la
conexión y la relación entre las cosas. Tenemos muchos cabos sueltos
simplemente porque nunca hemos aprendido a relacionarlo todo en la forma
correcta. Todo en nuestra vida es un conjunto armonioso, una unidad continua y
fluida. Pero no siempre vemos la relación entre las cosas. Pensamos que ocurren
simplemente por casualidad o coincidencia, que ciertas personas y situaciones
surgen por accidente, sin causa ni significado. Pero, puesto que existe un todo
armonioso, en última instancia todas las cosas están relacionadas con todo lo
28

demás. Una parte de ver el todo, de ver el mismo Ser en todo, es aprender a
percibir y a entender estas relaciones.
Gurumayi dijo una vez: Lo que debes encontrar es la felicidad sin mezcla.
Buscas la felicidad, pero después te desilusionas de esa felicidad que
encontraste. Sientes que alguien te la puede arrebatar, que no la podrás gozar
para siempre. Por eso, busca la felicidad sin mezcla, la felicidad que no está
contaminada por el sufrimiento, la felicidad que no te causará ningún
sufrimiento. Esta felicidad surge sin que hagas nada que la provoque. Si
experimentas la felicidad porque haces algo, entonces también te abandonará,
porque es condicional. Si quieres una gran vida, si quieres una gran libertad, si
quieres la felicidad sin mezcla, primero encuentra a Dios, porque ahí está todo.
Si no hemos encontrado Eso dentro, no importa lo que alcancemos fuera, no va
a perdurar.
Tenemos vislumbres de esa realidad, pero las olvidamos. Pensamos que tenemos
una vida, pero la mayor parte del tiempo lo dudamos: "¿Realmente tengo una
vida? ¿Realmente estoy viviendo? ¿Realmente pertenezco a este planeta? ¿Está
bien mi vida? ¿Es adecuada mi vida?" Creemos que todo va muy bien, pero
llega alguien y nos dice: "Estás viviendo la peor de las vidas en este mundo". Y
te dices: "Ay, Dios mío, ¿qué he hecho?" Y piensas: "No tengo libertad, estoy
atado, atado a todo y por todos".
Y es muy cierto que estamos atados. Ya sea por nuestra sociedad, o por nuestro
pueblo, o por nuestra ciudad, o por nuestro país. Si experimentamos la libertad
en relación con todo esto, nos sentimos esclavizados por nuestros amigos,
atados por nuestros parientes. Si cortamos todas estas ataduras, descubrimos que
ser esclavos de nuestros conceptos es otra esclavitud mucho mayor. De alguna
manera nunca podemos descender del dominio de la cabeza. Luego nos
sentamos a meditar y le damos vueltas a todo: "¿Estoy meditando bien? ¿Estoy
sentado derecho? ¿Está pareja mi inhalación con mi exhalación? ¿Estoy
repitiendo el mantra como me dijeron que debería hacerlo?" Es muy sutil la
esclavitud de los conceptos, la esclavitud de las nociones. No obstante, es muy
poderosa.
En la búsqueda de la felicidad quedamos esclavizados por nuestros conceptos e
ideas. Un concepto dice: "Ven, aquí encontrarás la libertad". Allá vamos.
Permanecemos ahí por un tiempo. Después nuestros conceptos nos dicen: "No,
me equivoqué, realmente está en otra parte". Así que vas allá. Luego te vas a
otro lugar, a otro lugar y a otro lugar. Constantemente tus conceptos te dicen:
"Aquí está, aquí es donde encontrarás la felicidad". Constantemente tus
conceptos te repiten: "No es esto, quise decir otra cosa".
Siempre buscamos algo muy pequeño, pero pensamos que buscamos algo
grande. Por eso, aunque encontremos algo grande, no podemos conceptualizarlo,
29

nuestra mente no lo acepta. Decimos: "Esto no puede ser verdad". Lo


manejamos rebajándolo, adoptando una actitud negativa hacia aquello,
criticándolo. Siempre queremos la felicidad que se puede entender con la mente
y con el intelecto. Si esa felicidad no se percibe con la mente ni con el intelecto,
la negamos. No podemos experimentar la libertad porque estamos atados por lo
que pensamos que es la felicidad. Así que no permitas que el ego se haga cargo;
no permitas que la demás gente gobierne tu vida; tampoco permitas que tus
conceptos prevalezcan. Busca siempre la divinidad, más allá de los planetas,
más allá de la gente, más allá de tus conceptos. Una vez que encuentres esa
divinidad, para tu sorpresa encontrarás que la experimentas en todo.
Con amor,
30

LECCIÓN 4
Querido amigo:
En el proceso de ir de una lección a otra se repetirán algunas cosas o se
considerarán desde diferentes ángulos. Hay una razón para esta repetición: entre
más se repite o pondera una verdad, penetra más. La entendemos en un nivel
más profundo cada vez que la repasamos.
La mente, cuando cree que ya sabe algo, es un tremendo obstáculo en el
sendero. Es bueno crearse el hábito de escuchar lo nuevo, aun si a la mente le
parece familiar.
No hay nada original sobre la Verdad. No se ha inventado recientemente.
Muchos de nosotros entramos en contacto con las mismas enseñanzas desde
hace mucho tiempo, de una forma u otra. Sin embargo, "conocerlas" y
desarrollar la capacidad de vivirlas son dos niveles de entendimiento diferentes.
Entre más tiempo tarde una persona en aplicar lo que sabe, más difícil le será
aplicarlo. Una vez que la mente cree que conoce algo, se vuelve rígida al
respecto. Esto dificulta aprender o experimentar algo nuevo.
Pese a nuestro entendimiento anterior, la manera de avanzar más rápido es
entender todo de una forma totalmente nueva. Una enseñanza muere para
nosotros cuando no podemos ver nada nuevo en ella. Cualquier cosa que ya
sepamos podrá entenderse en un nivel más sutil que antes. En lo que respecta a
la Verdad, no hay límite para la frecuencia con que podemos entenderla por
primera vez.
Por esta razón debemos estar dispuestos a darle la bienvenida a la repetición. Es
un método muy poderoso. Sería formidable si el Gurú pudiera decirnos la
Verdad de una vez por todas y que nunca la olvidáramos ni perdiéramos ese
estado, pero la mayoría de las veces esto no funciona así. Se nos debe recordar
lo mismo una y otra vez, de maneras nuevas y originales de modo que la mente
no lo reconozca fácilmente.
Como en todos los aspectos de Siddha Yoga, hay varios niveles de disciplina que
podemos utilizar. La disciplina principal de este curso es leer cada lección por lo
menos una vez. No es conveniente guardar los sobres cerrados en un cajón con
la idea de que después te pondrás al corriente.
Una gran cantidad de personas nos escriben después de uno o dos años, diciendo
que se han atrasado y preguntan cómo pueden ponerse al corriente. Te pondrás
al corriente sencillamente leyendo la lección que te llegue en ese momento.
La disciplina más completa en relación con el Curso es leer aunque sea parte de
tu lección todos los días. Su valor no está en conocer las palabras, sino más bien
31

en ponerse en sintonía con la Shakti que está detrás de él. Ya que el Curso es
parte del trabajo de Gurumayi, es obvio que debe estar impregnado de su Shakti.
Entramos en sintonía con esta Shakti simplemente al conectarnos con la lección.
Al recurrir diariamente a nuestra lección, no pasará ningún día sin que se nos
recuerde algún aspecto de la Verdad. Esto tiene efectos tanto inmediatos como
acumulativos.
Es normal resistirse a la idea de leer otra vez una lección ya leída, pero cada
lectura nos revelará enseñanzas que no habíamos captado antes. Los estudiantes
han expresado, con el paso de los años, su asombro al encontrar algo esencial
para su entendimiento en una lección que ya habían leído muchas veces.
Al entender lo mismo de una nueva manera, nuestro conocimiento evoluciona.
Si llegamos al punto en el que volver a escucharlo nos aburre, estaremos
incapacitados para un mayor progreso. Ver lo que es nuevo es un elemento
esencial para el cabal entendimiento de cualquier cosa. Si somos incapaces de
hacer esto, la mente se empantana en un sólo nivel de entendimiento.
También es conveniente desarrollar el hábito de practicar lo que se menciona o
se sugiere en la lección que te toca. Si lo aplicamos de inmediato, se vuelve
parte de la fuerte estructura que estamos cimentando en nuestro interior. Al
hacer algo nos volvemos capaces de realizar algo más. Así, este Curso es un
proceso paulatino en el que vamos a nuestro propio paso. Con el sólo hábito de
leer las lecciones para luego olvidarlas, no obtendremos todo lo que el curso
puede brindarnos.
Es fácil leer algo y pensar: "Qué bien. Me gustaría que mi familia y mis amigos
lo entendieran." Es una tendencia muy común sentir que el problema con los
demás es que no entienden lo que nosotros acabamos de captar. Después,
hablaremos de algunas maneras de poder ayudar realmente a los demás; por
ahora, lo más importante de entender es que nosotros necesitamos mucha ayuda.
Baba Muktananda dijo en una ocasión: Hoy una persona me dijo que quería
ayudar a otros. Con una sola mirada supe que él mismo necesita mucha
ayuda.
Podemos ayudar a los demás una vez que hayamos desarrollado la capacidad de
ayudamos a nosotros mismos. Pero en nuestro estado actual, lo más que
podemos ofrecer es nuestro estado interior. De este modo, nuestro servicio será
una verdadera contribución.
Uno de los aspectos básicos del verdadero desarrollo espiritual es que
evolucionamos en aspectos que no pensábamos que necesitaran desarrollarse, o
bien en otros que desconocíamos. Lo fascinante sobre la transformación
personal es que no sabemos de antemano lo que se transformará.
32

Podemos pensar que sabemos lo que se transformará; podemos creer que


sabemos lo que hay que cambiar y lo que es necesario alcanzar, pero parte de la
transformación consiste en liberamos de todos estos conceptos. Aquello que
creemos que ya sabemos es parte de la esclavitud, no de la liberación.
Si ya supiéramos lo que ha de transformarse, simplemente lo haríamos;
podríamos simplemente lograrlo. El hecho de no estar liberados nos indica que
tenemos algunos Conceptos equivocados. La mayoría de nosotros nunca
adivinaría en qué está mal. La sensación de estar bien en algo que está mal, es
esclavitud. Así lo afirma la escritura antigua de los Shiva Sutras: Jñanam
Bandhah: "El conocimiento limitado es esclavitud".
Cuando recibimos la gracia de un Siddha vivo, un proceso milagroso empieza a
ocurrir. Un aspecto interior de nosotros, que nunca reconocimos, se desarrolla
dentro, tal como un botón se transforma en una flor. El poder detrás de esta
floración es la gracia.
En la mayoría de los casos lleva mucho tiempo reconocer y apreciar plenamente
la gracia. No es algo que se nos haya enseñado a reconocer y a venerar desde
jóvenes. En nuestra cultura se pone todo el énfasis en el esfuerzo personal y en
sus resultados o en la falta de resultados de nuestros esfuerzos.
El esfuerzo personal es importante en el sendero espiritual, pero tenemos que
entenderlo y aplicarlo de manera correcta. Es frecuente que tendamos a
esforzamos donde no se necesita y a no hacerlo donde verdaderamente se
requiere.
Parte del proceso es el desarrollo del intelecto sutil, que es bastante diferente de
nuestro intelecto común. Por medio del desarrollo del intelecto sutil, que nos da
discernimiento, se vuelve obvio dónde se necesita el esfuerzo y dónde no.
Se requiere de esfuerzo para practicar las enseñanzas del Gurú. Al practicar las
enseñanzas, nos ocurrirán las experiencias perfectas de manera natural, sin que
hagamos nada que las origine. Sucederán por medio de la gracia. Aplicar las
enseñanzas del Gurú en nuestra propia vida es atraer la gracia.
Cuando creemos que se requiere esfuerzo para que ocurran las cosas y que todo
depende de nosotros, carecemos de entendimiento correcto. Este tipo de
esfuerzo conduce a la frustración, al fracaso, al engaño, y a la sensación de que
hemos desperdiciado la vida.
En cierta forma, practicar Siddha Yoga es entregarle nuestra vida a Dios y
permitir que Él se haga cargo. Mientras insistamos en ser nosotros los que
estamos a cargo, pensando que sabemos mejor que Dios lo que debería suceder y
lo que no, el camino parecerá estar lleno de obstáculos. Pero una vez que nos
entregamos, una vez que le pasamos los controles a algo más elevado, la vida se
vuelve muy sencilla; experimentamos el fluir armonioso de todas las cosas . Así
33

podemos llevar a cabo acciones entregándole sus frutos a Dios, como lo enseña
la Bhágavad Gita.
El propósito principal de este Curso, además de ser un constante recordatorio, es
lograr que Siddha Yoga sea práctico para nuestra vida diaria. Siddha Yoga no
debería considerarse solamente como una filosofía o un credo. No hay Shakti en
entender teóricamente las enseñanzas. La Shakti está en lo que de hecho se
puede aplicar a la práctica en nuestra vida.
Examinaremos muchas cosas y este examen podrá o no parecer coherente. Las
lecciones no existen para complacer a la mente de nadie. Al contrario, pueden
ser de gran ayuda para ir más allá de la mente.
Un principio básico que hay que entender en cualquier nivel de la sádhana, es
que pensamos acerca de algo determina cómo lo percibimos y lo
experimentamos. La tendencia común es pensar que nuestra percepción de algo
está determinada por el objeto mismo. Menospreciamos el inmenso poder que
nuestros pensamientos y emociones ejercen sobre lo que percibimos y
experimentamos.
Esta manera de pensar es similar a creer que la apariencia de nuestro rostro está
determinada por lo que vemos en el espejo. En realidad, el espejo no tiene
opinión ni segundas intenciones. Sólo refleja lo que está allí. Del mismo modo,
el mundo externo a nuestro alrededor es como un espejo de nuestra propia
conciencia interior. Todo se proyecta desde dentro hacia el exterior.
Para entender la verdad de la vida, una persona debe comprender que su mundo
es el reflejo de sus propias creencias y convicciones. Las circunstancias y las
demás personas nunca son responsables de cómo experimentaremos lo que nos
sucede. Creer en el poder de las circunstancias y la demás gente es un gran
engaño.
Mientras creamos en fuerzas opuestas o conflictivas fuera de nuestro propio Ser
interior, experimentaremos cierta oposición o conflicto en la vida. La armonía se
obtiene cuando nos percatamos de que lo único a lo que podemos culpar es a
nuestra propia mente. Al entender que la mente es la única culpable, surge una
paz y un contento que de otra manera sería incomprensible .
Desafortunadamente no podemos comprender a la mente con la mente, porque
en realidad no es capaz de comprenderse a sí misma. Lo que sea que piense la
mente, se experimenta como condiciones y experiencias en la vida de un
individuo; sin embargo, la mente misma nunca puede comprender realmente la
verdad última de esto.
La mayoría de nosotros nos asustaríamos al saber la verdadera dimensión de
nuestro condicionamiento mental. Después, mirando en retrospectiva, podremos
ver que tan condicionados estábamos, pero verlo todo al mismo tiempo podría
34

ser un poco abrumador. Muchas de nuestras ideas, opiniones, teorías y creencias


más preciadas simplemente las hemos tomado prestadas de otros, quienes de
manera consciente o inconsciente nos las transmitieron. A menudo escuchamos
ciegamente a los que se consideran "autoridades", que pueden ser personas
inteligentes, educadas y respetadas por los demás, aunque en su propia vida
estén tan programadas y sean tan mecánicas y predecibles como cualquiera.
¿Cómo se condiciona la mente? Por un lado, cualquier cosa que se acepte como
verdadera produce una impresión subconsciente. Esta impresión permanece y
continúa influenciándonos aún después de haber cambiado de parecer o haber
aprendido que lo que una vez creímos no es verdad. También, cualquier cosa que
nos afecta emocionalmente, deja una impresión definida. Por medio de la
observación, vemos que la mayoría de nuestros recuerdos más vividos de la
infancia son los que se asocian con sentimientos emocionales intensos.
Estas impresiones son conocidas en sánscrito como samskaras. Mediante el
entendimiento de los samskaras entendemos qué es lo que nos ata. Estos
samskaras son como un tinte en nuestra visión e influencian nuestra percepción
y experiencia. Un samskara se manifiesta al hacer, ver o reaccionar hacia algo
de una manera mecánica. Los samskaras nos vuelven predecibles. Nuestras
limitaciones, tendencias obsesivas y patrones habituales son samskaras. La suma
total de los samskaras es el ego.
La mente consciente funciona a través del cerebro y los sentidos físicos. Por
medio de ella nos relacionamos con el mundo físico: es nuestro estado de
vigilia. En ella también está nuestra capacidad de "libre albedrío". En cualquier
momento de la vida, ejercemos el libre albedrío determinando que es lo que
pensaremos en seguida. Ese pensamiento determina la percepción y la
experiencia del individuo. Lo que pensemos sobre las cosas determina cómo nos
afectarán.
La mente subconsciente, que contiene los samskaras, no tiene "libre albedrío".
De alguna manera, el "pasado" está contenido en la mente subconsciente en
forma de samskaras; ella es el almacén de la memoria. No recordamos los
eventos como sucedieron. Sólo recordamos cómo los percibimos y los
experimentamos.
Comúnmente vemos las cosas como se nos ha enseñado a verlas, o como nos las
ha descrito. Nuestras tendencias, patrones predecibles y reacciones hacia los
estímulos, nuestros gustos y lo que nos desagrada y nuestras opiniones, todo
proviene de esa mal de impresiones subconscientes. En este sentido, la persona
promedio es una manifestación andante y parlante de su mente subconsciente.
Los samskaras contienen el diseño kármico de nuestra vida. Todas las
circunstancia situaciones, eventos y relaciones son manifestaciones de ciertos
35

samskaras. Cuando experimentamos shaktipat, cuando entramos en contacto con


la Shakti de un Siddha vivo se inicia el proceso de purificación. Este proceso
consiste principalmente en la quema de esos samskaras hasta liberarnos por
completo de su influencia.
La Shakti despierta empieza a trabajar de inmediato, dando inicio a la
purificación la mente; quema los samskaras y nos libera del ego limitante. Un
samskara que normalmente nos hubiera hecho pasar por muchos años de cierta
clase de karma se resuelve de una manera totalmente diferente al encargarse de
él la Shakti. En lugar de años y años de karma, los samskaras pueden ser
expulsados por medio de una serie de experiencias, conocidas en sánscrito como
kriyas .
Una kriya es simplemente el efecto de la Shakti actuando sobre un samskara
determinado. Las kriyas son una manera más rápida y agradable de disolver los
samskaras, que si se les permitiera manifestarse de lleno como karma. De este
modo, lo que hubiera llevado años o varias vidas se liquida en muy poco tiempo.
Esto sucede por medio de la gracia. La gracia nos libera de nuestro karma.
Una vez que nos ponemos en contacto con la Shakti de un Gurú verdadero y
desarrollamos alguna forma de relación con la Shakti o con el Gurú, que son lo
mismo, del de ese momento nuestra vida ocurre de una manera diferente de
como hubiera sido. Muchas cosas que nos hubieran causado gran dolor y
sufrimiento se eliminarán de nuestro camino.
Aunque pocas personas aprecian esta verdad, muchas pequeñeces que podrían
molestarnos o deprimirnos momentáneamente, son en realidad manifestaciones
menores del que de otro modo hubieran sido catástrofes u obstáculos mayores.
Tenemos que experimentar las consecuencias de los samskaras. No hay manera
de librarnos de ellos ni del evitarlos. Hay una ley cósmica que, poniéndola en
términos sencillos, dice que debemos cosechar lo que sembramos.
Sin embargo, el poder de la Shakti, la gracia o el Gurú, como quieras llamarle,
produce una simplificación benéfica de todo lo que estamos destinados a
experimentar. Cuando realmente entendemos esto y empezamos a sentir gratitud
por lo que se nos ha dado, surge una devoción natural del corazón. Al desarrollar
esta devoción, entramos más y más en sintonía con la Shakti, que a cambio
expande e intensifica todo el proceso de nuestra sádhana. De esta manera, nos
liberamos en nuestro momento.
Aunque el Gurú se manifiesta como una persona, para relacionarse con nosotros,
como un foco físico, el principio del Gurú no es una persona. El Gurú es la
fuerza cósmica que nos transforma y rejuvenece. El Gurú es el aspecto de
nuestro Ser interior, que inicia la conciencia espiritual, expande y eleva nuestra
conciencia.
36

En una ocasión Gurumayi dijo: Una de las cosas que nos enseñó Baba es que
el Gurú no es el cuerpo físico, sino el principio del Gurú. Solíamos mirarlo
fijamente todo el tiempo. Observar a Baba se volvió el pasatiempo del ashram.
Algunos lo hacíamos discretamente, pero otros no lo eran tanto. Se paraban
en las ventanas y en los balcones y lo miraban fijamente.
A veces, Baba se enojaba y decía: "¿Por qué has venido al ashram? ¿Sólo
para verme? No me veas: ve a tu propio Ser."
Era muy enfático al respecto. Baba siempre nos dirigía hacia el Ser, hacia lo
que somos.
Decía: "Primero ve a tu propio Ser y después veme a mí. Entonces me verás
cómo soy". Aunque dejó su cuerpo, el principio del Gurú no se ha ido, ya que
el principio del Gurú es eterno.
Al empezar a practicar Siddha Yoga, es bueno entender el principio del Gurú tan
pronto como sea posible, de otro modo nada se verá desde la perspectiva
correcta. El principio del Gurú es la fuerza natural que nos permite conocer a
nuestro propio Ser. Es el principio del despertar, de la elevación y de la
expansión. Es el poder que nos libera. Todo en Siddha Yoga está basado en el
principio del Gurú. Enfatizar o enfocarnos en algo distinto del principio del
Gurú resultará ser una distracción finalmente.
Una persona que quiere realizar al Ser sin la ayuda del Gurú, es como el que
desea permanecer en la tierra sin la ayuda de la gravedad. Es como alguien que
dice: "¿Quién necesita de la fuerza de la gravedad? Permaneceré sobre la tierra
por medio de mi propio esfuerzo". Por supuesto, no tenemos poder propio para
aferramos a la tierra, a menos que tengamos la fuerza suficiente como para
asirnos de un árbol indefinidamente. De la misma forma, no tenemos poder
propio para liberarnos de los samskaras y del ego.
El Gurú no es en realidad una persona ni un ser humano individual. Sin
embargo, ya que la Shakti del Gurú se transmite únicamente mediante el linaje,
tenemos la posibilidad de entrar en contacto con alguien a través de quien fluye
ese principio sin forma del Gurú. Sería extremadamente difícil desarrollar una
relación palpable con el principio sin forma del Gurú. El Gurú físico existe para
permitirnos participar en una relación activa con el principio del Gurú de una
manera práctica.
El Gurú físico es quizás el fenómeno más sorprendente de este mundo. Es divina
aunque también es humana. El poder divino trabaja por medio de todas sus
palabras y acciones para beneficio de los que son lo suficientemente perceptivos
como para entender las sutilezas de la Shakti. No obstante, ella posee todas las
cualidades externas y el modo de ser de los seres humanos. Exteriormente su
37

vida parece transcurrir como la de una persona común; sin embargo, no es una
persona común.
Al escribir esto tiendo a usar el pronombre "ella" cuando me refiero al Gurú, ya
que naturalmente pienso en Gurumayi. Pero habrá ocasiones en que
simplemente me referiré al principio del Gurú como "él", porque sencillamente
este pronombre se usa de manera común como una expresión idiomática en la
sintaxis de nuestra cultura.
La forma adecuada de relacionarnos con el Gurú es hacerlo exteriormente como
si fuera un ser humano, exactamente como alguien más, pero recordando
interiormente que el principio del Gurú fluye de modo espontáneo mediante
todas sus palabras y acciones. Dentro de nosotros es importante recordar que
ella es divina.
¿Cómo reconocemos a un Gurú auténtico cuando nos ponemos en contacto con
uno? Ciertamente no es por su apariencia, su forma de vestir, su comportamiento
ni por lo que dice. Cualquiera puede aprender a parecer y a representar el papel
de un "gurú", tal como la gente ignorante y crédula podría esperar que sea un
gurú. Por esto hay mucho gurús falsos en el mundo; están más interesados en su
propia riqueza, poder y glorificación, que en la liberación espiritual de sus
seguidores.
Cuando te encuentras con alguien que está actuando el papel de gurú, casi
siempre puedes estar seguro de haber encontrado a un impostor. Cuando aparece
el verdadero Gurú, no encaja en nuestros conceptos. (¡Incluso podría ser "ella"
en lugar de "él"!) El Gurú verdadero no está interesado en representar nuestras
ideas de cómo debería ser un gurú. De hecho, parte de la función del Gurú es
liberarnos de nuestros conceptos limitados, incluyendo todos aquellos que se
refieren a lo que es el Gurú.
He conocido a dos Gurús en esta vida; a Baba y ahora a Gurumayi. Antes de
Baba estaba Bhagaván Nityananda. Sólo por sus fotografías podemos ver qué
extraño ser debió haber sido. Se tendía durante horas vistiendo solamente un
taparrabo. A veces gruñía o miraba a alguien fijamente, pero en realidad no
conversaba mucho. Si quería que te fueras, podía lanzarte piedras. No obstante
la gente viajaba kilómetros por el candente desierto de la India sólo para estar
con él durante unos cuantos minutos, únicamente para tener un vistazo de él.
Las escrituras dicen que con sólo ver a un Siddha puedes obtener la gracia
suficiente como para lograr la liberación en esta vida.
Baba era muy diferente. Era como tener a un abuelo por Gurú. Sus métodos eran
muy excéntricos. Vestía una gorra de esquiar y lentes obscuros cuando daba sus
charlas. La primera vez que vi a Baba, entró a la sala y golpeó a alguien en la
cabeza. No había visto antes a nadie hacer eso. Su comportamiento era
38

impredecible, no estaba restringido por los patrones rígidos que en general nos
imponemos.
Gurumayi es completamente distinta de cualquiera de los dos. Tiene su propio
estilo, que es muy adecuado a la cultura moderna actual. Hace que las antiguas
enseñanzas nos sean totalmente accesibles para que nos podamos relacionar con
ellas con la mayor facilidad. Su mensaje es muy sencillo: es el mensaje del
amor. Mediante el poder de ese amor divino rompemos todo engaño,
trascendemos los samskaras y el ego. Es una manera muy hermosa de realizar a
Dios. Aunque es muy sencilla, requiere de un intelecto muy refinado entenderla
y practicarla.
De modo que la forma externa y la personalidad del Gurú pueden variar al
transmitirse el linaje. Lo que permanece igual es la Shakti y las enseñanzas. Lo
que permanece igual es el principio del Gurú.
Muchos de los grandes Siddhas han tenido personalidades extrañas e incluso
excéntricas. No todos han aparecido "santos", como comúnmente suponemos
que son. Por este motivo, no podemos reconocer a un Gurú por su apariencia.
Hasta un gurú falso puede parecer legítimo, actuar de manera correcta y decir
las cosas adecuadas.
La única forma de reconocer a un Gurú verdadero es por lo que nos sucede
como resultado de nuestro contacto con él. Si empezamos a sentirnos diferentes
por dentro, si nuestra vida se aligera, si descubrimos la risa y el amor interiores,
si nos liberamos poco a poco de las cargas y limitaciones que siempre nos han
estorbado, si empezamos verdaderamente a experimentar la luz y la dicha
interior, entonces sabremos que el Gurú es verdadero. Reconocemos al
verdadero Gurú por lo que sucede. La Shakti hace que realmente ocurra algo. Si
no pasa nada, no hay Shakti.
Una vez alguien le preguntó a Baba si era posible reconocer a un verdadero
santo sólo con verlo, y él contestó: Para tener fe en un santo tan sólo con
verlo, tienes que ser un alma altamente evolucionada. No creas que un gran
santo quiere que más y más gente tenga fe en él De hecho, los verdaderos
santos se comportan de maneras muy extrañas. Si los vieras hacer ciertas
cosas, perderías hasta la poca fe que tenías antes de acércate a ellos.
Toma el caso de Zipruanna. Fue un gran santo. Absolutamente
extraordinario. No fue un maestro común. Sin embargo, pasaba el tiempo
sentado sobre un montón de basura. Y su cuerpo no se afectaba en absoluto
por aquello sobre lo que estaba sentado.
Toma el caso de Hari Giri Baba. Si veía a alguien con un buen abrigo, se lo
pedía y se lo ponía. Si alguien llevaba un anillo de oro, Hari Giri Baba se lo
39

pedía, lo usaba y nunca se lo regresaba. ¿Cómo podrías tener fe en alguno de


estos santos sólo con verlos?
Bhagavan Nityananda parecía ser muy tranquilo, muy santo, mientras estaba
recostado, pero cuando se enojaba se transformaba por completo. Tomaba
cualquier cosa a su alcance y la lanzaba a la persona que lo había molestado.
Luego profería los peores insultos. No podías creer que un gran santo pudiera
usar tales insultos. Por ello es muy difícil reconocer a un santo verdadero.
Cualquiera que haya logrado un estado valioso vivirá de una manera extraña,
actuando y comportándose de formas a las que no estamos acostumbrados.
Hubo un poeta en Benares; era un gran Siddha. En uno de sus poemas dice:
"Aquel cuyo corazón siempre contempla al Señor de su corazón, se
comportará de manera diferente a nuestras expectativas. Su manera de actuar
es extraña, muy fuera de lo común". Por esto, es difícil reconocer a un alma
grande. Pocos santos se comportan de acuerdo con las exigencias de la
sociedad. Entonces, ¿cómo podrías tener fe en ellos sólo con verlos? A veces
se comportan como troncos inertes, otras como niños y en ocasiones como
locos.
En lecciones posteriores, discutiremos con mayor detalle las cualidades de los
grandes seres. En realidad es fascinante ver cómo las escrituras describen a los
Siddhas. No siempre cumplen con los patrones superficiales que proyectamos en
ellos. Muchas de sus cualidades podríamos atribuirlas a los niños. Sin embargo,
aunque a menudo son como niños, su visión penetra una realidad que nosotros
sólo vislumbramos.
Por el momento, está bien simplemente desarrollar una conciencia de lo que en
realidad nos está sucediendo. De alguna manera, este curso refleja un proceso
interior. Es bueno entender una lección, pero el entendimiento de lo que te dice
sobre tu propio proceso interior es mucho mejor. El objeto del Curso no es sólo
comprender las palabras escritas; su finalidad es desarrollar la conciencia de lo
que está pasando dentro de ti.
Concluyamos esta lección con palabras de Gurumayi: El significado literal de
espiritualidad es: "la meta suprema". Y la meta suprema es encontrar a
nuestro propio Ser, encontrar nuestra naturaleza verdadera. Ya sea que la
encontremos por medio del canto, la meditación, la contemplación constante o
el trabajo, consiste en encontrar eso que existe dentro de todo, en todos, en
cualquier lugar y en todos los tiempos, Es Satchidananda : Verdad, Luz y
Dicha.
La Verdad estuvo, está y estará, en todas partes, en todas las cosas y en toda la
gente. La Luz estuvo, está y estará en todas partes, en todas las cosas y en
todas las épocas. Y la Dicha estuvo, está y estará en todos los lugares, en
40

todas las cosas y en todos los tiempos. Así que la meta suprema es
experimentar la Verdad constantemente.
Muchas veces pensamos: "Esto es la Verdad, pero aquello no". Esto es
relativo, Usas la palabra "verdad" de manera relativa. Siempre le
preguntamos a la gente:
41

LECCIÓN 5
Querido amigo:
En cierta ocasión una mujer le dijo a Gurumayi que desde que empezó a
participar en Siddha Yoga, se había creado un conflicto entre ella y su esposo.
Gurumayi le dijo: Siddha Yoga no pretende causar fricción en las familias. Si
surge un conflicto debido a Siddha Yoga, entonces deja Siddha Yoga, pero jamás
dejes el amor, porque el amor es la esencia de Siddha Yoga.
Muchos se dan cuenta de esto sólo hasta después de una larga temporada. Más
aún, muchas personas practican Siddha Yoga durante años antes de que se les
ocurra todavía que la esencia de Siddha Yoga es el amor.
Esta no es una nueva enseñanza. Baba decía: la religión suprema, el yoga
supremo, la forma suprema de adoración es mirar con gran amor a los ojos de
los demás y dar la bienvenida a todos con amor y respeto.
Baba también decía: El amor es la sensación del Ser. Es hermoso contemplar
esto: el amor es la sensación del Ser. El Ser se siente como amor. El Ser no es
frío, ni retraído, ni indiferente, ni está más allá del sentimiento. El Ser siente
amor todo el tiempo.
La sensación del Ser, el amor interior, no varía, no fluctúa, no va y viene; es
constante. Lo que no es constante es nuestra conciencia de este amor interior.
Mucha gente comienza este Curso pensando que principalmente podría suponer
una tarea mental. Otras personas hasta se resisten a tomarlo porque no les
interesa el estudio académico, al haberse dado cuenta ya de las limitaciones de
esa perspectiva.
Sin embargo, desde el comienzo se comprende que una de las funciones del
Curso es llevarnos más allá de una aproximación mental, intelectual o
académica. Muchos inician su sádhana creyendo que para progresar hay que
aprender más. La verdad es que el conocimiento limitado que ya está
amontonado en la mente es lo que origina muchos de nuestros problemas.
Seremos más libres cuando podamos desaprender muchas de las cosas en las que
erróneamente creemos.
En las lecciones siguientes estudiaremos la mente: lo que hace; cómo crea
nuestra realidad individual o nuestro mundo personal; cómo es el vínculo entre
lo universal y lo individual. Es muy importante entender la mente, disciplinarla
y purificarla.
Gurumayi dice: Hacemos sadhana para purificar la mente. El Ser ya está
alcanzado.
42

La dirección en la que vamos trasciende la mente. Si por tu sadhana ya has


refinado tu intelecto, podrás relacionarte con lo anterior y estarás listo para
avanzar directamente. Si eres un principiante es posible que ahora no
comprendas lo que se quiere decir por "purificación de la mente". Si la mente
tiene un entendimiento limitado, comprenderá la idea de la purificación de una
manera muy limitada.
Como sabes, el Curso se da en forma simultánea para "recién llegados" y "viejos
devotos". Por esta razón, de vez en cuando puede haber ciertas cosas que de
inmediato no tengan sentido para un recién llegado, y que no parezcan
explicarse. Sin embargo, al avanzar de una lección a otra, todo quedará
explicado y comprendido de una manera muy natural. No se necesita memorizar
o captar las ideas de inmediato. Si haces un sincero intento de releer cada
lección tan a menudo como te sea posible antes de que llegue la siguiente,
consultar tu lección presente por lo menos una vez al día, asimilarás de una
manera natural lo que necesites entender.
Hay ciertos estados que podemos experimentar mas no podemos "conocer"
porque no pueden describirse ni definirse con palabras. Sin embargo, por medio
de la gracia de Gurumayi, por medio de su Shakti que fluye a través de estas
palabras, podemos ser llevados a esos estados y esas vivencias.
La mente siente que tiene que saber cómo sabe lo que sabe antes de aceptarlo.
No podemos llegar al conocimiento superior de esta manera. Cuando entramos
en sintonía con el conocimiento superior, trascendemos la mente. No se trata de
no volver a usar la mente; seguirá siendo útil para lo que es útil. Lo que sucede
es que tenemos acceso a un conocimiento superior que de alguna manera resulta
incomprensible para la mente.
Aquí llegan muchas cartas que dicen cosas como: "no entiendo nada de la última
lección, pero me siento muy bien cuando la leo", o bien, "no he entendido una
sola palabra del Curso desde que lo comencé, pero todo en mi vida está mucho
mejor". Esto sucede debido a la Shakti. Hay cierta Shakti relacionada con la
participación en el Curso que lo trasciende y es totalmente independiente del
contenido de las lecciones impresas.
Está bien que permitas a miembros de tu familia que viven contigo leer tus
lecciones. De hecho, es muy bueno que los matrimonios las compartan. En otras
circunstancias, cada persona debe recibir y estudiar sus propias lecciones. A
medida que avanzamos de una a otra se desarrolla un proceso real. Una persona
que de vez en cuando lee las lecciones de otro no podrá tener ni idea de lo que
es el proceso.
Puedes permitir que alguien lea una o dos lecciones para estimular su interés en
el Curso. La mayoría de los nuevos estudiantes comienzan el Curso por lo que
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han oído de otras personas que lo toman, y muchos nunca lo habrían tomado de
no haber leído un par de lecciones. En la mayoría de los casos, una persona rio
tiene ninguna idea del valor del Curso por Correspondencia hasta que ve por sí
misma cómo son las lecciones, y aun así no tendrá una verdadera idea de la
Shakti que hay detrás del Curso hasta que desarrolle su propia relación con éste.
Por eso te pedimos que no desanimes a nadie a recibir sus propias lecciones al
permitirle que lea las tuyas.
Ya que estamos hablando del Curso en sí, puedes elegir cómo te gustaría leerlo.
Tú decides cómo lo quieres hacer. El procedimiento recomendado es leer y
releer cada lección durante dos semanas antes de pasar a la siguiente. Sin
embargo, si lo prefieres, está bien leer de manera alternada las dos lecciones que
recibes juntas durante todo el mes.
Si participas en el Curso de la manera correcta, es decir, si en realidad aplicas y
practicas las diversas sugerencias y recomendaciones, puedes llegar a
"enamorarte".
Esto no quiere decir que ya hayamos escogido a alguien agradable que te esté
esperando, significa que cuando trascendemos la mente, cuando descubrimos lo
que es más profundo que nuestros pensamientos y emociones, entramos en una
fuente infinita de amor. Justo en el centro de nuestro ser está la esencia de lo
que conocemos como "amor". Este amor no es algo que podamos convocar a
voluntad, y sin embargo siempre está allí, detrás de todo, la sensación del Ser.
Al continuar nuestras prácticas, nuestra experiencia de este amor interior se irá
expandiendo y profundizando de un modo muy natural y espontáneo.
No importa lo que experimentemos en el sendero espiritual o en el mundo: es
polvo, no significa nada, no tiene valor, a menos que hayamos experimentado el
amor interior en nuestro propio corazón. Todo el conocimiento, todas las
prácticas y los ritos no valen nada sin el amor interior. Con frecuencia nos
topamos con personas que han meditado durante muchos años y han practicado
los diversos yogas, pero parecen secas por dentro, y llegan al punto de dudar si
todo aquello valía la pena. Sus dudas surgen porque no están centradas en ese
amor.
Sin el amor el yoga es superficial. Sin el amor la espiritualidad es banal. La
meditación está, vacía sin el amor. Una vez que ese amor se descubre dentro, el
significado y el propósito de la vida se vuelven obvios de inmediato. De pronto,
todo cobra sentido; de pronto, todo se siente completo. No hay nada más que
esperar. Ese amor lo contiene todo, nada se le puede quitar, nada se le puede
agregar.
Si una persona durante un largo tiempo se observa con sinceridad a sí misma,
descubrirá que los momentos de su vida en que se siente mejor, en que
44

experimenta la felicidad, la paz y el contentamiento más grandes, son las épocas


en que ha sentido esas cúspides del amor. ¿Puedes recordar cuándo
experimentaste esos momentos culminantes de amor? ¿No eras entonces una
persona dichosa? ¿No era la vida sencillamente extraordinaria? No se tienen
problemas ni se sufre cuando se está absorto en ese amor.
Estos momentos "culminantes" del amor son vislumbres del Ser. El Ser siempre
se siente enamorado; no hay rupturas, no hay fluctuaciones. El amor es lo que el
Ser siente siempre dentro de sí mismo. Cuando nos sintonizamos con ese amor,
nos sintonizamos con el Ser. No son diferentes. Cuando esto se entiende en
verdad nuestra sadhana se vuelve infinitamente más sencilla.
Si no experimentamos ese amor, entonces todas las demás disciplinas y todo el
conocimiento carecen de valor. A veces nos enorgullecemos mucho de nuestros
logros imaginarios y nuestro entendimiento imaginarios. A veces nos
enorgullecemos de que ocupamos tanto tiempo y energía en la realización de las
prácticas. Sin embargo, es sólo orgullo y nada más. En el amor no hay orgullo.
Si alguien cree que está experimentando el Ser pero no siente amor alguno,
entonces sólo está experimentando su propia creación mental, su propio
concepto del Ser. La experiencia del Ser y la experiencia del amor no pueden
separarse, así como el fuego no puede separarse del calor o de la luz.
Muchas personas sufren al tomar decisiones. ¿Debo ir por aquí o por allá?
¿Debo hacer esto o aquello? La mayoría de las decisiones se tomarían de una
manera perfecta si simplemente viéramos cuál es la decisión que contiene más
amor. Si una de las opciones parece armonizar más con el amor, obviamente ése
es el mejor camino. Si las opciones nada tienen que ver con el amor, entonces no
son tan importantes ni vienen al caso, a pesar de lo graves que puedan parecer
en el momento.
Si una persona puede pasar todo el día sintiendo amor, la vida sobre la tierra se
convierte en un paraíso. Nada puede mejorar más esta vida que la experiencia
continua del amor interior. Puedes tener una larga lista de cosas que piensas
podrían mejorar, pero si tienes verdadero discernimiento, el amor encabezará tu
lista. De hecho, no hay muchas otras cosas que puedan mejorar la vida. Aunque
se cumplieran todos tus deseos, si no sientes amor tu experiencia de la vida no
será feliz. Sin amor, persistirá un vacío, aun cuando creas tenerlo todo.
Si deseas con sinceridad transformar tu vida, ir más allá de tus sueños más
grandes, practica permanecer concentrado en el amor que mana desde tu interior.
Recuerda este amor en cuanto despiertes por la mañana; mantenlo tan a menudo
y por tanto tiempo como te sea posible a lo largo de cada día, y acógete a este
sentimiento de amor cuando te deslices hacia el sueño cada noche. Deja que el
amor sature tu vida. Establécelo como tu prioridad más alta. Si puedes hacerlo
45

será como dejar un mundo para entrar en otro, como entrar en una dimensión de
la realidad completamente nueva. Nada en la vida produce una diferencia tan
drástica como experimentar o no experimentar este amor.
Desde luego, con toda razón podrás preguntarte: "¿Y eso cómo lo hago?
¿Exactamente cómo puedo experimentar más amor del que siento en la
actualidad?" Es por esto que practicamos Siddha Yoga, es por esto que hacemos
sádhana, y es por esto que tomamos este Curso. En las lecciones venideras habrá
muchas sugerencias y recomendaciones para expandir y aumentar nuestra
experiencia del amor. Lo mejor, sin embargo, es simplemente entrar en sintonía
con la Shakti al releer las lecciones, e inexplicablemente la sensación de amor se
despertará desde dentro.Al experimentar el amor, experimentamos el Ser. ¿Qué
es el Ser? Bueno, la mente -por ser una contracción del Ser- no puede entender
qué es el Ser. El Ser es el Conocedor desconocido que la mente no puede
conocer. Sin embargo, podemos experimentar el Ser. Es nuestra propia
conciencia. El Ser se da cuenta de todo de lo que nosotros nos damos cuenta; el
Ser sabe todo lo que se sabe; ve todo lo visto; presencia todo lo presenciado; es
aquello que está consciente de lo que nosotros estamos conscientes. El Ser es
Conciencia.
Este es el primer sutra de los Shiva Sutras: "El Ser es Conciencia". Cuando lo
comprendemos no queda más por comprender. El Ser es la fuente de todo lo que
experimentamos. Sea lo que sea de lo que estemos conscientes en un momento
determinado, es el Ser el que está consciente de eso. Fuera de Él nada posee
conciencia. El Ser es la fuente de todo. Si nos remontamos hasta la fuente de
cualquier experiencia o percepción, experimentamos el Ser. El Ser está detrás de
todo. Nuestra propia conciencia inferior crea y sostiene el universo que
percibimos y experimentamos, y algún día todo lo que percibimos y
experimentamos se fundirá de nuevo en nuestra propia conciencia, que es eterna
e inmutable.
En el Bhagavatam está escrito: "Así como la araña produce su hilo de su propia
boca, juega con él y luego lo reabsorbe dentro de sí; de la misma manera el
Señor eterno e inmutable, que no tiene forma ni atributos, que es conocimiento
absoluto y dicha absoluta, despliega el universo entero a partir de sí mismo,
juega con él y luego lo absorbe dentro de sí otra vez."

Y en el Yoga Vasishtha el sabio dice: "El Espíritu supremo, no limitado por el


tiempo ni el espacio, por su propia voluntad y por el poder de su omnipotencia,
asume en sí mismo las formas limitadas del tiempo y el espacio. Has de saber
que el mundo, aunque parece sustancial, no tiene nada sustancial: es un vacío, es
tan sólo una apariencia creada por las imágenes y los caprichos de la mente. Has
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de saber que el mundo es un escenario encantado, producido por la magia de


maya."
La esencia de Siddha Yoga es establecernos firmemente en la conciencia del Ser.
Aquél que se establece firmemente en tal estado es un Siddha. Practicamos
Siddha Yoga para llegar a ser Siddhas. Todas las prácticas que se sugieren en
Siddha Yoga son métodos que conducen al estado de estar establecidos en la
Verdad. Se han diseñado para eliminar aquello que nos impide ver y
experimentar la Verdad en primer lugar: es decir, la mente impura, el ego, la
falsa identificación con todas estas limitaciones.
La mayoría de la gente que recibe shaktipat tiene vislumbres del Ser, ya sea que
la mente reconozca conscientemente y valore o no estos vislumbres. El Ser no es
algo inusitado o extraño; es el sentimiento más profundo y fundamental que
tenemos. El Ser existe en el espacio entre dos pensamientos. Cuando la mente se
aquieta, hay conciencia pura del Ser. Sin embargo, la mente misma puede no
reconocer o afirmar esta conciencia pura. ¿Cómo sabe la mente lo que ocurre
entre los pensamientos?
Hacemos sadhana para eliminar aquello que nos impide experimentar la Verdad
todo el tiempo. Experimentar la Verdad no es una rareza; cualquiera puede
percibirla por un momento. Pero percibir el Ser de una manera consistente en
todas las cosas es poco común. Hacemos sádhana para desarrollar y fortalecer
esa consistencia.
Un Siddha jamás se aparta de ese estado de la Verdad. Nada puede perturbar su
ecuanimidad interna; no hay fluctuación. La única diferencia entre un Siddha y
nosotros es que nosotros olvidamos la Verdad, pero un Siddha no. Un Siddha
puede verse como los demás, actuar como los demás, tener ocurrencias y
debilidades como cualquier otra persona, puede incluso parecer peculiar bajo
criterios ordinarios, parecer involucrado en su karma y afectado por él, como
todos los demás; sin embargo, su experiencia interior es amor y conciencia
ininterrumpidos del Ser divino en todo lugar. Su contentamiento no depende de
los demás. Su paz no está determinada por lo que le ocurre a él mismo, o a su
alrededor. Alguien así vive en armonía consciente con la unidad de todas las
cosas.
En el Vivekachudamani, dice Shankaracharya: "Aquél que conoce el Ser está
libre de todo tipo de atadura. Las cosas percibidas por los sentidos no le
producen ni placer ni dolor. No se identifica con su cuerpo, sino que permanece
dentro de sí como dentro de un carruaje. No tiene ninguna señal de santidad. A
veces parece tonto y a veces sabio; a veces la gente lo honra mucho; a veces lo
insultan; a veces lo ignoran. Así es como vive el alma iluminada, siempre
absorta en el gozo más alto.
47

"En vidas pasadas, cuando todavía moraba en la ignorancia, creó determinados


karmas. En esta vida presente, parece disfrutar o sufrir sus efectos. Parece
disfrutar o sufrir los efectos de sus acciones pasadas, tal como alguien que
todavía es ignorante. Sin embargo, en realidad se encuentra establecido en
Brahmán y sólo habita su cuerpo como un espectador tranquilo y desapegado.
Aunque vive en su cuerpo, es eternamente libre. Un actor sigue siendo la misma
persona, aun cuando se disfraza para representar un papel. El conocedor de
Brahmán permanece siempre como Brahmán y nada más."
Si de una manera natural ya somos el Ser, ¿por qué no lo sabemos todo el
tiempo? Ya trataremos diversos aspectos de este tema en las lecciones
siguientes. Básicamente, nuestra ignorancia se debe a la falsa identificación con
el cuerpo y la mente; esta identificación es lo que llamamos el ego. En vez de
darse cuenta de que es el Ser eterno y omnipresente, el ego piensa que es este
mortal limitado y finito. La razón por la que tenemos un Gurú es para que nos
ayude a liberarnos del ego.
En sánscrito el ego se llama ahámkara . El ahámkara es uno de los tattvas o
niveles de manifestación necesarios para la creación de este mundo tal como lo
conocemos. Si no hubiera ahámkara, no habría mundo desde el punto de vista
del individuo. Habría sólo Conciencia universal.
En cierto sentido, el ahámkara es la perspectiva individual. No podemos
librarnos del ahámkara. En la sádhana lo purificamos y lo transformamos. Por lo
general, el ego es la identificación con muchas limitaciones: "Yo soy así. Nací
en el pasado. Voy a envejecer y a morir en el futuro. Me pasaron todas estas
cosas. Yo hice todas aquellas cosas", y así sucesivamente. Todas estas
definiciones y descripciones particulares de nosotros mismos, al considerarlas
como la verdad completa de quienes somos, son lo que Baba solía llamar el "ego
inapropiado".
Baba decía que el "ego apropiado" es el sentido de "Yo soy Dios; yo soy la
Conciencia; yo soy el Ser; yo soy hermoso, perfecto y divino." Este es el uso
correcto del ahámkara, del ego. Es simplemente identificarnos de modo
apropiado. Es el reconocimiento de la Verdad. En verdad, somos el Ser. Todo lo
demás que creemos que somos es sólo una identificación temporal y parte del
ego. Lo que realmente somos seguirá siendo lo mismo dentro de cien años. Lo
que cambie entre ahora y entonces es sólo lo que el ego cree que es. Como te
podrás imaginar, en cien años el ego tendrá una idea de sí mismo muy distinta a
la que tiene ahora. Sin embargo, la Verdad del Ser sigue siendo la misma por
toda la eternidad. Hacemos sádhana para establecernos en esta Verdad.
Cuando hablemos del ego en diversas lecciones a lo largo del Curso, casi
siempre nos referiremos al "ego inapropiado". Una vez que el ego se purifica y
hay una conciencia constante de "yo soy el Ser", ya no hay ningún problema. El
48

ego apropiado es pensar acerca de nosotros mismos de manera elevada. El ego


inapropiado es pensar en forma denigrante de nosotros mismos. El ego
inapropiadodo es el sentimiento de "yo soy pecador impuro e indigno". El ego
apropiado es "yo soy puro, perfecto y divino en todos mis aspectos".
El "ego" y la "mente" no son exactamente lo mismo, pero al usarlos resultan con
frecuencia intercambiables. La mente crea condiciones y experiencias por medio
de palabras e imágenes, mientras el ego se identifica con aquello que crea la
mente. Él ego todo lo personaliza, se apropia de todo para sí, y se relaciona con
todo en términos de cómo lo afectará personalmente.
Nuestros únicos problemas en la vida existen en el ego y la mente. Podemos
pensar erróneamente, pero nuestro karma es perfecto tal como es. Por eso, en
Siddha Yoga casi todo está diseñado para ayudarnos a purificar el ego y la
mente. De hecho, si puedes recordar que todo en Siddha Yoga sucede para
purificar el ego o la mente, te ahorrarás muchas preocupaciones, confusiones y
dudas en los años venideros. Desafortunadamente, mucha gente leerá esto ahora
y procederá a olvidarlo cuando surjan problemas, cuando les lleguen pruebas y
retos.
Con los años, estas ideas y conceptos se irán refinando poco a poco. Es bueno
no tener idea fija de lo que es la mente o de lo que es el ego. La Shakti nos
libera de todas las ideas rígidas.
Esto no lo podemos hacer nosotros solos con nuestro propio esfuerzo. Lo mejor
que podemos hacer es cooperar con la Shakti, principalmente sujetándonos al
proceso, entregándonos a la sádhana sin ninguna reserva, dándolo todo.
Gran parte del ego tiene que ver con la seriedad y la rigidez. El ego es aquello
que lo toma todo en serio, incluso a sí mismo. El Ser no toma nada demasiado
en serio. Aquel que conoce el Ser tiene de una manera natural sentido del
humor, es alegre y juguetón. Ve el juego que hay detrás de todas las cosas y se
deleita en él. El ego piensa que algo serio, algo importante está sucediendo.
Cuando notemos que estamos tomando algo compulsivamente en serio,
podemos; ver al ego tal como es. Cuando no nos empantanamos en el ego, lo
experimentamos todo con gran ligereza.
Además, el ego se manifiesta como rigidez, en muchos niveles. En el nivel
físico se manifiesta como tensión o rigidez en el cuerpo. En niveles más sutiles
puede manifestarse como cierta manera de hacer las cosas, de verlas, de sentir o
pensar, de reaccionar ante ellas, y así por el estilo. Estos rígidos patrones y
hábitos de conducta, sentimientos y pensamientos son todos , parte del ego. De
esta manera gran parte de la sádhana tiene que ver simplemente con volvernos
más flexibles. Si tenemos una forma fija de hacer algo, es que estamos atados.
Si podemos hacer de manera espontánea cualquier cosa que sea apropiada en
49

cierto momento y no estamos atados por ningún precedente, entonces somos


libres.
Veremos algunos aspectos de esto más adelante. Por ahora, es bueno
sencillamente tener una perspectiva general del proceso de abrirnos. Es posible
hacer sádhana durante mucho tiempo antes de empezar a entender de qué se
trata la sádhana. Una función del Curso es ayudarte a percibir la esencia misma
de lo que está sucediendo desde el principio.
El individuo experimenta cualquier cosa que la mente piensa. Esta es una de las
verdades más sorprendentes. Es el "secreto de las edades" y la clave del dominio
de la vida. Es tan simple, y sin embargo, muy pocos llegan a entenderlo. Esta
verdad es que el individuo percibe y experimenta el mundo y su vida según
piensa. Las condiciones y experiencias que afectan a cualquier individuo tienen
su origen en la mente. No hay ninguna excepción a esto. Una persona puede no
ser capaz de controlar lo que a ella le ocurre, pero puede controlar lo que ocurre
dentro de ella. Lo que piensa sobre algo, determina la forma como le afectará.
Nada puede realmente afectarnos, excepto nuestros propios pensamientos.
Hacemos Siddha Yoga para purificar la mente y el ego. No lo hacemos para
volvernos "espirituales". De hecho, hasta ahora no he conocido a nadie que
logró volverse "espiritual". La práctica de Siddha Yoga no consiste en vivir de
un modo y rechazar otros. Hacemos Siddha Yoga para realizarnos a nosotros
mismos tal como somos naturalmente. Cuando nos volvemos por completo
naturales, cuando vivimos con un sentimiento ligero en el corazón, y cuando
permanecemos siempre centrados en el amor interior, estamos practicando un
Siddha Yoga perfecto.
Gurumayi dijo en una ocasión: Alcanza algo más grande de lo que crees que
tienes. Siempre hay algo que anhelas. Siempre podemos anhelar algo que sea
mejor, más grande, más elevado. No importa lo que tengamos, podemos anhelar
alcanzar algo más divino que lo que sentimos todo el tiempo. Así que no
permitas que el ego te domine, no dejes que los planetas rijan tu vida, tampoco
dejes que la gente rija tu vida. Busca siempre la divinidad más allá de los
planetas, más allá de la gente, más allá de tus conceptos. Cuando encuentras la
divinidad más allá de todo esto, para tu sorpresa experimentarás que la
divinidad está en los planetas, esa divinidad está en la gente, que la divinidad
está en tus conceptos. Ve más allá del nivel del ego y encontrarás algo muy,
muy hermoso.
El Vivekachudamani dice: "Mientras quede un rastro de veneno en el organismo,
¿cómo espera alguien recuperarse? De igual modo, si un yogui retiene rastros
del ego, ¿cómo espera alcanzar la liberación? El ego se compara con ese veneno.
El ego es el enemigo de nuestra libertad grandiosa. Si hay rastros de veneno,
50

¿cómo podemos recuperarnos de él? De la misma manera, si aunque quedara


sólo un poco de ego, ¿cómo podemos recuperarnos?"
"Ten ideas más elevadas sobre lo que es la vida, lo que es la libertad, lo que es
la búsqueda de la felicidad. No restrinjas tu experiencia con una u otra idea, con
un concepto u otro, con un modo de moverte u otro. Deja que tu vida sea
absolutamente libre todo el camino."
Por favor no leas esta lección sólo una o dos veces y luego te imagines que
conoces su contenido. Vuelve a ella tan a menudo como te sea posible durante
las próximas dos semanas, antes de pasar a la siguiente lección, o durante el mes
antes de que recibas el siguiente envío de lecciones.

Con amor,
51

LECCIÓN 6
Querido amigo:
En nuestra última lección empezamos a discutir el tópico del amor. Algunas
veces hablaremos acerca del amor, y otras no; y ya sea que hablemos de él o no,
el amor es, de cualquier forma, la esencia de Siddha Yoga.
El amor no es el tipo de tema del cual podemos hablar con facilidad o expresarlo
con palabras. Al no haber experimentado nunca el amor por sí misma, la mente
no sabe en realidad qué es el amor y tiene su propia perspectiva acerca de lo que
se habla. La mente no puede comprender con exactitud lo que el amor es, porque
el amor está más allá de la mente.
Por fortuna, no tenemos que depender de las palabras. Es la Shakti, es la gracia,
quien despierta y enciende la llama del amor en nuestro interior. El amor ya está
dentro de nosotros, aunque no siempre podemos reconocerlo o experimentarlo,
debido a las preocupaciones y limitaciones de la mente.
En los primeros años del curso, en las lecciones iníciales no se discutía el tema
del amor. Después llegaron varias cartas donde la gente describía los intensos
sentimientos de amor que experimentaba al leer sus lecciones. La Shakti los
sintonizó con el amor interior, aun cuando en esas lecciones no se lo
mencionaba.
Una carta decía: "Yo acostumbraba ver películas con romances intensos y solía
pensar: 'Me gustaría experimentar un amor como ése'. De algún modo los
romances que yo había tenido no me parecían satisfactorios. Después de leer las
lecciones del curso durante algunos meses, comencé a sentir que sostenía un
intenso romance con mi propio Ser. Algunas veces, leyendo una lección, hacía
una pausa entre dos párrafos, cerraba los ojos y sentía mucho amor. Esto
superaba por completo cualquier otra experiencia que hubiera tenido con
cualquier persona más. Si esto es lo que se entiende por amor y por la Shakti, y
por la relación con el propio Ser, ¡entonces le doy todo mi apoyo!"
Resulta muy útil no perder de vista que nuestra propia experiencia interna es lo
más importante. La sádhana, el viaje espiritual, no es un proceso del intelecto,
tiene que ver con lo que de hecho nos pasa. Una persona puramente intelectual
podría frustrarse con este curso, el cual de continuo nos empuja más allá de la
mente, manteniéndola ocupada al mismo tiempo.
La mayoría de nosotros está acostumbrada a sentir que hay que trabajar muy
duro para obtener lo que deseamos, y si nuestro esfuerzo es suficiente,
mereceremos lograrlo. Pero la sádhana no funciona justo así. No es como estar
en la Marina. No podemos hacer tal o cual cosa que garantice los resultados
deseados. Mucha gente se pasa años tratando de lograr resultados, pero a la
larga se frustra. Esta experiencia interior, que es indescriptible, no puede
52

conseguirse sólo por medio del esfuerzo personal; se logra por medio de la
gracia. Siddha Yoga es en esencia un camino de gracia.
En mi caso, yo practiqué varios métodos de meditación y yoga más o menos
durante quince años antes de conocer a Baba. Cuando lo conocí ya había
publicado varios artículos, en diversas revistas, sobre yoga y meditación.
Cuando conocí a Baba experimenté un estado interior que nunca antes había
sentido. No había nada de teórico en ese estado. Baba demostró con total
claridad que podía hacer que sucediera en mí algo que yo no podía provocar por
mí mismo. Por medio de mi propia experiencia me vi convencido de la
efectividad de la Shakti.
De modo que nuestra propia experiencia interior es la cuestión central. No tiene
importancia lo que "sabemos". En realidad no importa si entendemos lo que está
escrito en estas lecciones. El beneficio de participar en el curso se encuentra por
encima y más allá del entendimiento intelectual. Algo más sucede en los niveles
sutiles de nuestro ser, y esa transformación sutil es lo que importa. Es más
importante experimentar la Verdad que meramente "saber sobre ella". Hay
personas que saben mucho, pero su experiencia es seca; otros sienten que no
saben nada, y sin embargo su experiencia es rica y plena.
Nuestra participación en este curso es un proceso interno, que no depende de
entender las palabras o estar de acuerdo con ellas. Las lecciones no son lo que
parecen. El curso es mucho más que palabras impresas en papel. Leer las
lecciones con regularidad y hacer un esfuerzo para poner en práctica en nuestra
propia vida los principios sugeridos, ayudará mucho en este proceso de
transformación dirigido por la Shakti. En cierto sentido, la participación en el
curso es una forma de mantenernos en sintonía y alineados con la Shakti. Si
contamos con la gracia para poder seguir adelante durante mucho tiempo,
experimentaremos la indiscutible verdad de esto.
Algunas personas piensan que el amor es una sensación intensamente seductora
y apasionante que se da entre un hombre y una mujer. Por cierto hay muchos que
prefieren esta clase de amor, y aceptan cualquier otra como un sustituto
temporal hasta que el amor "real" aparezca. Por supuesto, no se trata de negar o
de excluir las sensaciones que comparten un hombre y una mujer. Siddha Yoga
no niega ni excluye nada en realidad, pero no está a favor de la ignorancia, la
limitación o el sufrimiento. Para practicar Siddha Yoga tendremos que renunciar
por fin a nuestra ignorancia, nuestras limitaciones y sufrimiento, pero podemos
conservar nuestras sensaciones.
En lecciones posteriores, a medida que examinemos cómo Siddha Yoga puede
aplicarse a todos los aspectos prácticos de la vida, hablaremos sobre la atracción
natural entre el hombre y la mujer, que puede entenderse como un magnetismo
entre polaridades negativa y positiva, si bien no suena muy romántico pensar en
53

ello de esta manera. De cualquier modo, es parte de la creación de Dios y no


debería representar un problema en la sádhana y ni siquiera en la vida común y
corriente. Los problemas de esta naturaleza existen en el interior de la mente.
Cuando limpiamos la mente, es asombroso cómo todo lo demás también se
arregla.
Hay un amor profundo que es la base de todas las expresiones del amor. Este
amor es la sensación de nuestro propio Ser. Si bien existe dentro de este cuerpo,
no está confinado sólo a él; se extiende y satura el universo entero. Todas las
formas del amor no son más que reflejos o expresiones de aquel único amor que
existe en el corazón de todos los seres. Este es el amor con el que nos
sintonizamos poco a poco. Este amor es la sensación del Ser.
Si no comprendemos el amor no podremos comprender el yoga, ni la sádhana, ni
la espiritualidad, y tampoco podremos ver el verdadero propósito y el sentido de
la vida. Cuando descubrimos el amor interior, nos damos cuenta de que es lo
único que siempre ha salvado a la vida de ser seca y vacía. Una vez que
comprendemos el amor interior y cómo cultivarlo, nos percatamos de la
verdadera razón para estar vivos.
Una vez que experimentemos el verdadero amor interior, sentiremos haber
encontrado aquello que siempre habíamos buscado, aquello que esperábamos y
que anhelábamos en nuestro corazón. Cuando experimentamos este amor,
sentimos como si ya lo tuviéramos todo. Sentimos que todo ha sido satisfecho y
que todas las preguntas han sido respondidas. Este es el contento último, la paz,
la serenidad y la dicha últimas. Este amor es la esencia de la vida. Con la
experiencia de este amor, todo está claro, todo está resuelto.
El amor verdadero es lo máximo que vamos a obtener de la vida. No es algo con
lo que tengamos que contentarnos porque no podamos encontrar nada mejor.
Hay mucha gente que ya tiene todo, y sin embargo todavía no es feliz porque
falta amor en sus vidas. No hay satisfacción, ni sensación, ni emoción que se
compare a la del amor. Todo lo que hacemos en la vida está encaminado a la
búsqueda de este amor, aunque pocas veces caemos en la cuenta de que eso es lo
que buscamos. Pocas veces nos damos cuenta de qué nos hace realmente felices.
Todo lo que hacemos en Siddha Yoga está diseñado a fin de cuentas para
despertar y expandir nuestra experiencia del amor interno. Muchas cosas que en
apariencia no están relacionadas con el amor tienen el propósito de librarnos de
aquello que impide nuestra experiencia del amor. A medida que la mente y el
ego atraviesan el proceso de purificación, puede parecer que están sucediendo
toda clase de cosas. No siempre es evidente cuál será la consecuencia que tendrá
algo.
54

Siddha Yoga funciona de manera sorpresiva e impredecible. Nuestras


expectativas y anticipaciones se cumplen pocas veces. Aprendemos a volvernos
completamente flexibles, y abiertos a lo nuevo, y del todo receptivos a lo
desconocido. Una vez que la Shakti está despierta y activa dentro de nosotros,
tiene el poder de crear en nuestra vida situaciones y condiciones, de atraer a
ciertas personas, circunstancias y experiencias, para que podamos pasar por este
proceso. No podemos saber de antemano qué necesitamos. Necesitamos que nos
sorprendan, nos asombren, y a veces, que nos sacudan. De otra manera no hay
crecimiento.
En pocas palabras, si podemos entregar el deseo compulsivo de controlar lo que
pasa en nuestra vida -lo cual es la base del ego-, la Shakti tendrá el control
completo sobre todo. Entonces, en forma espontánea, todo saldrá mejor. Si
insistimos en controlar nosotros mismos lo que pasa, lo único que lograremos
será crear más karma, que deberemos experimentar, y que a su vez creará más
encarnaciones. Si podemos dejar ir este deseo de control y entregarnos a la
Shakti, quien crea y sostiene el universo entero, entonces podemos fluir con este
todo armonioso y coherente de manera ecuánime y efectiva.
Por supuesto, renunciar al control de nuestra propia vida es algo de lo más
difícil. Por lo general, ésta es una capacidad que debe ser desarrollada a través
de años de sádhana. Sin embargo, si hemos de ser libres, ésta es la dirección que
debemos seguir. No podremos disfrutar de la libertad última mientras insistamos
en mantener el control. Sólo el ego está encaprichado con el control.
Este es un tema muy complejo y no pretendo que se entienda del todo leyendo
tan sólo los últimos dos párrafos. Sin embargo, en ellos está contenido un breve
resumen de lo que está pasando. Lo único que tenemos que hacer, en realidad, es
participar en una relación con la Shakti. La forma externa de esa relación no
tiene importancia. La relación existe de hecho en forma sutil, en los planos
interiores. Podemos participar en una relación que nos sea del todo cómoda, que
coincida con nuestra naturaleza. La relación es única para cada persona, y
Gurumayi ha hecho posible que todos, en cualquier parte, en cualquier
circunstancia y en cualquier tiempo, participen en una relación activa con la
Shakti. Nosotros sólo tenemos que percibir cómo se manifiesta la Shakti en
nuestra vida, y así fluir con ella.
Mucha gente escribe preguntando: "¿Cómo puedo sentir más amor? ¿Cómo
puedo ser más amoroso?" La respuesta verdadera es que si mantenemos la
relación con la Shakti, con el principio del Gurú, el amor despertará de manera
espontánea en nuestro interior en la forma más natural. No tenemos que hacer
nada para que esto suceda. Una de las funciones primarias del Gurú es despertar
el amor verdadero. Si pudiéramos hacerlo por nosotros mismos, no
necesitaríamos de un Gurú. Mucha gente experimenta un amor muy intenso en
55

su interior con sólo estar cerca de Gurumayi durante unos cuantos instantes.
Gurumayi irradia amor como el sol irradia luz y calor. A medida que nos
sintonizamos más y más con su amor, nosotros irradiaremos ese mismo amor.
En una ocasión le preguntaron a Gurumayi: "Siento que hay mucho amor por mí
y por los demás atrapado en mi corazón, ¿cómo puedo liberar ese amor para
experimentarlo y compartirlo con los demás?"
Gurumayi contestó: Al menos experimentas que ese amor está atrapado en tu
corazón. Hay muchas personas que sólo experimentan la falta de ese amor. Es
sorprendente la forma en que nombramos las cosas, ¿no es así? El amor es esa
Conciencia, la misma Conciencia que se ha convertido en la mente, la misma
Conciencia que se ha convertido en ti y en mí, la misma Conciencia que se ha
convertido en todos estos objetos y en el universo entero.
El amor no es un objeto. El amor no es una sustancia. El amor no es tan
pequeño que puedas atraparlo en alguna parte, o mantenerlo encerrado. Es
muy fuerte y muy libre. Pero crecimos con estas ideas: "Siento amor ahora.
Bueno, ahora no siento amor. Siento amor por esta persona, pero no siento
amor por aquella otra. Siento amor por Dios, pero no siento amor por el Gurú.
Amo a mi hijo, pero no amo al hijo de otra persona."
Crecimos con estos conceptos, con estos sentimientos. El amor no tiene límites,
pero nuestras ideas acerca del amor son muy limitadas. Tan sólo deja ir tus
conceptos y tus ideas sobre lo que el amor es. Así no estará atrapado en ningún
lado. Tu idea es la que está atrapada, porque el amor es el alma de todo.
Muchas veces decimos: "Amo a esta persona, pero no me gusta esto, ni aquello
de esa persona. Amo a Dios, pero no me gusta que Él haga sufrir a algunos,
mientras que otros disfrutan de todo. "Aunque ahí está ese amor, empezamos a
juzgar. Atrapamos nuestro amor por medio de juicios, pensamientos, ideas y
conceptos.
La mayor parte del tiempo tenemos este velo. Esta es nuestra visión, así es
como vemos a la gente. (Gurumayi entrecruza sus manos frente a su cara y mira
entre sus dedos). Algunas veces el agujero es grande y nos sentimos muy
expandidos. Otras, el agujero es pequeño y nos sentimos muy contraídos. En
algunas ocasiones el velo se cae por completo y entonces gritamos: "¡Oh, estoy
enamorada!, ¡estoy enamorada! ¡No puedo creer que te haya encontrado! ¡He
estado esperándote toda mi vida! ¡Debo haber pasado muchas vidas
buscándote! ¡Oh, te amo, te amo, te amo! ¡Tú eres quien yo quiero, tú eres
quien yo quiero!" Pero pasa un día y el velo se interpone de nuevo. Entonces
decimos: "¡Ya sabía que no eras la persona adecuada!".
Deja nada más caer el velo y sentirás entonces todo el tiempo ese amor dentro
de ti y hacia todos los demás. Pero mantente desapegado.
56

El amor que sentimos se refiere a ver el Ser en los otros. Es posible ver a
nuestro amado dentro de todos, apareciendo como todos, ocultándose
hábilmente con todos estos disfraces. Entonces estamos enamorados siempre.
Cada vez que veamos a alguien podemos sentir por dentro: "¡Qué maravilla, qué
maravilla!", aunque por fuera podemos comportarnos con propiedad y mantener
en secreto nuestra visión.
Un gran ser daba la bienvenida a todos diciendo: "Oh Señor, gracias por
aparecerte en esta forma". Por supuesto, este comportamiento era propio de él,
en nuestro caso podría no ser práctico saludar así a todos, aunque siempre
tenemos la posibilidad de mantener esta actitud por dentro y ver a todos como
otra manifestación de lo divino, del Amado.
Esta actitud amorosa es muy contagiosa. Cuando estamos en presencia de
alguien que se halla establecido en el estado del amor divino todo el tiempo,
comenzamos a sentir ese amor dentro de nosotros mismos. Alrededor de
Gurumayi es muy fácil sentir ese amor, sin importar qué haga o diga. El amor
emana de ella y toca a todo aquel que es receptivo.
Cerca de seis, semanas después de haberlo conocido, Baba, me dijo: Tú
deberías enseñar a la gente lo que es un Gurú. Yo le contesté: "Baba, no tengo
idea de lo que es un Gurú". Se rió, me golpeó en la cabeza y dijo: "¡No te
preocupes, ya lo sabrás!"
De este modo, con el paso de los años, mi seva se ha centrado en enseñar a la
gente lo que es un Gurú. Esto fue lo que Baba me dijo que hiciera, y es lo que
Gurumayi sigue diciéndome que haga. En cierto sentido, es una seva peculiar,
porque nunca deseé tener un Gurú, nunca pensé que fuera necesario tener un
Gurú, y me rebelé contra la necesidad de tener uno, incluso después de haber
conocido a Baba. Tal vez el haber conocido todas las dudas y resistencias en
forma tan íntima, por mi propia experiencia, me ha ayudado a hacer más
efectiva mi seva.
He visto que, con el paso de los años, el entendimiento que uno tiene acerca del
Gurú se refina más y más. El Gurú no es lo más fácil de entender en este mundo.
A causa de esto, es común que la mente rechace muy rápidamente la idea de un
Gurú, o por lo menos la clasifica como algo carente de interés personal. Después
de tener ciertas experiencias, y después de que ciertas transformaciones han
tenido lugar, comenzamos a entender por nosotros mismos qué es precisamente
el Gurú. Es muy difícil entender antes de tener alguna experiencia, antes de
experimentar alguna transformación, porque todo es muy teórico sin la
experiencia.
El Gurú posee dos aspectos diferentes. Uno es el personal, el Gurú físico; el otro
es el impersonal, el Gurú todo omnipresente. En este momento, Gurumayi es el
57

Gurú físico; antes de ella, lo fue Baba. El Gurú externo es como un punto focal
físico. El Gurú universal aparece en este mundo para liberarnos de este mundo.
En lo externo, nos relacionamos con el Gurú como si fuera una persona, pero en
lo interno tenemos el entendimiento de relacionarnos con una fuerza universal,
con el Gurú impersonal. Es mucho más fácil relacionarse con una persona que
con un principio cósmico. Sin embargo, el Gurú no es en realidad una persona
determinada. El Gurú es un principio cósmico. El Gurú es el poder que otorga la
gracia de Dios. El Gurú es la Shakti.
Nuestra verdadera relación es con el principio sin forma del Gurú, que existe en
un nivel sutil. El Principio del Gurú es el poder del Ser, que despierta, expande
y edifica. Nos equivocamos si creemos que el Gurú es una persona determinada,
o un cuerpo o una personalidad. Podemos concebir el Gurú físico como la
encarnación del Principio del Gurú. Si entendemos que nos relacionamos con
Dios al relacionarnos con el Gurú, entonces entendemos perfectamente la
relación.
Si pudiéramos tener una idea del poder de la Shakti, podríamos percibir la
Verdad mucho más rápido. Puesto que no entendemos cabalmente la realidad de
la omnipotencia, solemos limitar lo que pensamos que la Shakti es capaz de
hacer. Sin embargo, la Shakti no está en modo alguno limitada por nada ni por
nadie. Es el poder de Dios, el poder del Ser, el principio dinámico del universo.
Todo el movimiento, todo el cambio sucede debido al poder de la Shakti.
¿Pensamos haber encontrado Siddha Yoga gracias a nuestros propios esfuerzos?
La Shakti nos encarriló en esto. ¿Creemos leer esta lección por accidente o
coincidencia? Ni por asomo. La Shakti creó esta situación en nuestra vida.
¿Creemos hacer nuestra propia sádhana? La Shakti la está haciendo. La Shakti la
hace. La Shakti lo hace todo. Cuando entendemos esto perfectamente,
trascendemos el ego.
Ya estamos en las manos de la Shakti, la energía divina. La gracia ha entrado en
nuestra vida. De otro modo, no sería posible que supiéramos de Gurumayi. Ni
siquiera estaríamos leyendo esta lección. Por alguna razón muy profunda,
Gurumayi ha entrado a nuestra vida. No importa si la conocemos físicamente o
no; muchas personas, a estas alturas del curso, todavía no conocen al Gurú
físico. Sin embargo, ella no está limitada por el cuerpo físico. El Gurú es la
Shakti.
Baba solía decir: La Shakti no tiene tres o cuatro centímetros de largo, la
Shakti es omnipresente.
La Shakti permanece activa una vez que es despertada, y nos guía de continuo
desde el interior a través de un proceso mágico y fascinante. La Shakti comienza
a llenar nuestra vida diaria. Se vale de nuestras circunstancias diarias y de
58

nuestras relaciones con otras personas para llegar hasta nosotros y enseñarnos, y
para provocar que experimentemos lo que se necesite. No importa dónde
estemos, no importa cuáles puedan ser las circunstancias de nuestra vida, nada
puede impedir que la Shakti llegue hasta nosotros. Todo es cuestión de ser
receptivos y capaces de abrirnos.
Puede ser que seas un principiante y apenas estés probando qué es Siddha Yoga,
qué es el curso para ver qué te parece. Sin embargo, muchos de nosotros nunca
hemos aceptado ni rechazado Siddha Yoga. Nunca elegimos conscientemente un
sendero en especial, o incluso tener un Gurú. Todo esto se dio por sí sólo, llegó
a nuestras vidas en forma del todo natural, y permanece. El proceso es
misterioso e inexplicable. Si estamos preparados, la Shakti nos guiará, creamos
en ella o no. Algo en nuestro interior nos guió para empezar las lecciones (o
algo en el interior de alguien más lo guió a enviarnos como regalo estas
lecciones). Y algo en nuestro interior nos guiará a dar el siguiente paso correcto,
cualquiera que pueda ser.
En Siddha Yoga no hay dogmas, nada en qué creer. Siddha Yoga es el proceso
que nos lleva al reconocimiento de la Verdad. La médula del sendero es nuestra
propia experiencia. A menudo la gente siente que algo mágico está empezando a
suceder, como si entrara a un reino antes desconocido, pleno de nuevas y
asombrosas posibilidades. No hay nada que aceptar por fe, ninguna creencia con
la cual estar de acuerdo. La única validez reside en nuestra propia experiencia.
El Ser es nuestra propia conciencia interior. Es quien conoce todas las cosas,
quien comprende lo que comprendemos y quien ve lo que vemos. Nada lo afecta
jamás. No hay variación ni desviación en su grado de conciencia. Está
consciente del estado de la vigilia, del estado del sueño y del estado de sueño
profundo. El Ser nos informa que dormimos profundamente. ¿De qué otro modo
podríamos saberlo? Y la sensación del Ser es el amor.
No importa qué tanto yoga practiquemos, no importa qué tan espirituales
pensemos que somos, no importa cuánto conocimiento hayamos acumulado, no
importa cuántas técnicas y rituales hayamos practicado durante años sin fin;
todo es inútil y superficial si el amor interior no se ha despertado dentro de
nosotros. Hay muchos "yoguis" cuyo corazón aún está cerrado; hay muchas
personas "espirituales" quienes no pierden ni un instante para juzgar, criticar y
condenar. En tanto una persona encuentre imperfecciones, en tanto se fije sólo
en lo que va mal en el mundo, en los demás o en sí mismo, no podrá
experimentar el amor interior. El amor interior es incondicional y lo abarca todo.
No existe la espiritualidad sin el amor. Sin amor, todo es un teatro, una
faramalla.
Es el poder del Gurú -la Shakti- el que despierta y nutre el amor dentro de
nosotros. Puesto que el amor es la naturaleza propia del Gurú, todo lo que ella
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hace y dice nos conduce hacia ese amor en nuestro interior. Puesto que ella es la
personificación del Ser, nuestra relación con ella nos lleva hacia la experiencia
del Ser interior.
Para aquellos de nosotros que pasamos tiempo con Gurumayi de vez en cuando,
es bueno entenderlo que está ocurriendo. Lo que ella hace o dice externamente
no es la esencia del asunto. Algo está siendo transmitido y transformado en
forma sutil, interiormente. Puede hablarnos sobre Dios, puede hacernos alguna
broma, puede parecer interesada en las cosas más mundanas o puede ignorarnos
completamente. Realmente no importa lo que parece estar sucediendo. No es
que la Shakti se exprese a sí misma a través del Gurú de vez en cuando; la
Shakti es el Gurú. Todo lo que ella hace o dice tiene la misma Shakti.
Cada uno de nosotros tiene que estar alerta y consciente para reconocer cómo se
manifiesta la relación con el Gurú en nuestra vida. Será muy diferente para cada
persona. Tampoco es probable que sea como la deseamos o la anticipamos. Al
estar mucho más allá de la mente, el Principio del Gurú suele romper todos
nuestros conceptos y creencias acerca de cómo deberían ser las cosas; hace todo
lo que sea necesario para liberarnos de nuestras formas de pensar rígidas y
limitadas.
El Gurú nunca es predecible. Es probable que nos sacuda, que nos escandalice,
para sacarnos de nuestros patrones ordinarios de experiencia. También puede
funcionar como un espejo, devolviéndonos el reflejo de nuestros estados de
ánimo, actitudes y creencias acerca de nosotros mismos. Es muy importante
comprender esta cualidad reflejante del Gurú, de otro modo muchas cosas se
entenderán mal.
Al Gurú no le interesa lo que pensemos de ella, o si estamos de acuerdo con sus
palabras y sus acciones. A un Gurú verdadero jamás le interesa atraer más y más
discípulos. Baba siempre decía que tuviéramos cuidado con los llamados
"gurús" que complacen a sus discípulos y hacen fácil la sádhana. Más bien, el
Gurú verdadero podrá hacer difícil el estar cerca de ella. De esta forma, sólo se
quedarán los que sean sinceros. El móvil del Gurú es liberarnos; no desea nada
más de nosotros, no nos juzga. El Gurú ve la divinidad en nuestro interior. Todo
lo que desea es que reconozcamos esta divinidad dentro de nosotros mismos.
Para comprender de verdad al Gurú, debemos desarrollar la capacidad de ver
más allá de las apariencias, más allá del comportamiento externo y más allá del
drama exterior. El Gurú hace que sucedan muchas cosas que no son lo que
parecen ser, pero que son muy efectivas para liberarnos.
Una de las cosas fundamentales que hay que entender tan pronto como sea
posible es que no todo es lo que parece ser. Muchas cosas pasan cerca del Gurú,
o en los centros y áshrams, pero estas cosas externas no son lo principal, no son
60

la esencia del sendero. Gran parte de lo que ocurre en el exterior sirve para
entretener a la mente, es un drama fascinante para hacer más intenso nuestro
involucramiento. Algunas cosas sirven sólo para probarnos. Otras existen sólo
para enseñarnos a trascenderlas, o para que no nos afecten. Algunas personas
quedan atrapadas en estas cosas, en todas estas apariencias, durante años, antes
de poder verlas como son. Si desarrollamos pronto esta conciencia, nos ahorrará
después mucho tiempo, problemas y confusión.
A medida que progresamos, nos volvemos más sencillos y más humildes. En la
vida común y corriente, la gente suele actuar como si supiera más de lo que en
realidad sabe. Le encanta impresionar a los demás con sus conocimientos y
entendimiento, ya sea que los tenga o no. A medida que uno comienza a adquirir
el conocimiento verdadero, suele ocultarlo y comportarse como si en realidad
supiera menos de lo que sabe. Esa persona podrá parecer muy ingenua, y nunca
exhibirá que lo percibe todo. Por lo tanto, sé humilde; deja ir cualquier orgullo
por tu conocimiento o logro.
Quien conoce y experimenta la verdad, lo oculta. No anda por ahí jactándose de
ser un gran conocedor de la Verdad. Vive humildemente, y su estado, o su
conocimiento de la Verdad, se expresa a través de sus palabras o acciones, a
través de su vida misma. Sin embargo, nunca trata de impresionar a otros con su
logro.
Contempla estas enseñanzas en tu meditación y relee la lección tan seguido
como puedas antes de que llegue la siguiente.
Con amor,
61

LECCIÓN 7
Querido amigo:
En los dieciocho años que llevo escribiendo este curso, he observado que
transcurso un tiempo antes de que tengamos una comprensión real acerca de lo
que es el Gurú, de lo que el Gurú nos otorga y de lo que transforma en nosotros.
En los primeros años de este curso, se mencionaba muy poco al Gurú en las
primeras lecciones. En aquel tiempo, la gran mayoría de los que comenzaban
nunca se habían encontrado con el Gurú. Simplemente oyeron decir a alguien
que había este curso que enseñaba la verdad del Ser y tenía el poder de
transformar la vida de las personas que lo tomaban. De este modo, muchos
recibieron las lecciones para aprender las enseñanzas, pero sin tener ninguna
intención de relacionarse con un Gurú.
En realidad, no hay diferencia entre el Gurú y las enseñanzas del Gurú. Si
practicamos las enseñanzas, somos devotos, lo comprendamos o no. Si no las
practicamos, aunque pensemos que somos verdaderos devotos, sólo estamos
viviendo nuestra propia fantasía.
El hecho de que yo esté escribiendo un curso que tiene que ver algo con un Gurú
es, en sí mismo, fascinante para mí. Antes de conocer a Baba en 1974 en verdad
yo no quería tener nada que ver con gurús. Me parecía en mucho como si
estuviera entregando mi vida a otro. Había meditado y practicado diversos yogas
durante muchos años, y había estudiado con muchos maestros. Al vivir en la
ciudad de Nueva York, tenía una gran variedad de estilos de vida espiritual de
donde escoger. Durante un tiempo practiqué todo simultáneamente, figurándome
que al estar involucrado en más senderos, lograría un mayor progreso. Me elevé
a las alturas de la promiscuidad espiritual.
Empecé a publicar en varias revistas artículos acerca del yoga y la meditación, y
sobre el poder creativo del pensamiento. Mi meditación era buena. Mi
entendimiento parecía claro. No sabía qué necesitaba de un Gurú. No quería ser
un seguidor de alguien. Me gustaba ser independiente.
Sabía acerca de shaktipat -el despertar espontáneo de la Kundalini-, y había oído
acerca de Baba; así que cuando vi que venía a Nueva York, pensé que iría a que
me despertara la Kundalini para luego continuar con mi vida. Pensaba que mi
sádhana iba tan bien por sí misma que lo único que necesitaba era recibir
shaktipat y eso sería suficiente.
Cuando al principio fui al áshram provisional en Manhattan pensé que todo era
un poco excesivo. Que hubiera fotografías del Gurú por todas partes parecía
llevar el asunto demasiado lejos. Me sentí incómodo al instante. He admirado
siempre a aquellos que dicen que cuando asistieron al áshram por primera vez
62

fue como "llegar a casa". En mi caso, no podía esperar a recibir mi shaktipat y


largarme de allí.
En la sala de meditación, un buen número de personas cantaba, sentado en el
piso. Todos tenían el hábito fastidioso de inclinarse ante una silla vacía antes de
sentarse. Tuve el impulso de sonreír burlonamente e irme. De pronto me di
cuenta de que Baba estaba entrando por la parte de atrás de la sala. Su
apariencia me sorprendió: túnica naranja, gorra de esquiar y lentes oscuros.
Nunca había visto a nadie vestido así, en mi vida. Mientras él caminaba,
recuerdo haber pensado que debía ser la persona más relajada que yo jamás
había visto; era como un hombre que entraba a su sala en pijamas. Sin embargo,
había algo muy imponente y muy poderoso en su presencia.
Parecía una persona que estaba totalmente consciente de cada momento y, al
mismo tiempo, abstraída por completo de todo lo que la rodeaba. Carecía de
cualquier signo de pretensión o falta de naturalidad. Se movía como un gato.
Luego sin razón aparente, caminó hacia un hombre y le pegó en la cabeza. Yo
nunca había visto nada tan peculiar. El hombre se inclinó, como si agradeciera a
Baba por haberle pegado.
En su camino hacia su silla, Baba palmeó a un par de personas más que estaban
a su alcance. Sus actos parecían totalmente carentes de premeditación o de
motivación personal. Se sentó en su silla y empezó a hablar en hindi a unas
cuantas personas sentadas cerca de él. Una de las principales formas de Baba de
relacionarse con todos nosotros era platicar informalmente con algunos,
mientras permitía a todos los demás escuchar. Oír a Baba conversar con alguien
era como participar en el diálogo con él.
Después de sólo unos cuantos minutos percibí una sensación en la columna. Era
una sensación quemante, como de hormigueo, que subía hasta mi cabeza y la
atravesaba. Se parecía tanto a todas las descripciones de Kundalini que casi creí
que sólo era mi imaginación proyectándose, pero era demasiado poderosa y
vivida para ser sólo imaginación.
Al siguiente día me las arreglé para ver a Baba con un grupo pequeño, de cerca
de veinte personas. Nos sentamos en el piso, esperando su llegada. Cuando la
puerta se abrió, me di la vuelta para ver si era él y me golpeó en el hombro con
la palma de su mano (dejándome sin equilibrio) y caminó a su silla, riéndose.
Sentí que la energía zumbaba hacia arriba en mi columna, de un modo muy
parecido al de la noche anterior, sólo que esta vez también sentí un apretón en el
corazón, como cuando uno se enamora. Una euforia inexplicable me arrastraba.
De nuevo, su total falta de pretensión me saltó a la vista. No caminaba con las
manos juntas o con expresión piadosa para que los demás pudieran ver qué santo
era él. Era la persona más auténtica que yo jamás había visto. Decir que parecía
63

no importarle lo que los demás pensaran de él sería poco; en realidad, era como
si se hubiera olvidado totalmente de todos, aunque por otro lado, parecía muy
alerta y consciente de cada pequeño detalle.
Durante años estuve fascinado con estas dos facetas aparentes de Baba. En
cierto sentido, parecía saberlo todo, estar un paso adelante de todos; y en otro
sentido, parecía totalmente ingenuo e inocente. Por un lado, era como un niño y,
por otro, era como un abuelo cósmico.
Al fui me llamaron para que me sentara enfrente de Baba. Cuando lo miré a los
ojos, lo primero que me impresionó fue que él me dejó ir tan profundo dentro de
ellos como yo deseaba. No había ninguna barrera, ni la más mínima señal de
inhibición. Con otros, sucedía que al mirarlos a los ojos siempre parecía haber
un punto en el que surgía cierto distanciamiento, más allá del cual no podías
penetrar: un velo de inhibición. Con Baba, miré tan profundo en el interior de
sus ojos que tuve la sensación de estar "saliendo por el otro lado", donde parecía
estar literalmente viendo dentro de mí mismo o contemplándome en un espejo
perfecto.
Ésta fue mi primera experiencia del aspecto "reflejante" del Gurú. Se trata de
una cualidad del Gurú que es útil comprender; de otro modo, se podría
malinterpretar. En virtud de que el Gurú no tiene ego, ya que no hay nadie allí
dentro en el sentido común, nuestros propios estados de ánimo, sentimientos,
pensamientos y actitudes se nos reflejan a través de él. Un ejemplo común e
importante de lo anterior es que si tenemos poca estima por nosotros mismos,
esto se puede reflejar en el modo en que el Gurú nos habla o trata, en tanto que
si tenemos el debido respeto por nosotros mismos, puede parecer que al Gurú le
agradamos y nos respeta.
Puesto que el Gurú se relaciona con cada persona de acuerdo con sus
necesidades, puede parecer totalmente distinta con cada persona que llega hasta
ella. Es fascinante observar a Gurumayi, durante el darshan, mientras da la
bienvenida a una persona después de otra. Su expresión completa y su
sentimiento pueden cambiar totalmente según se adelanta cada persona. Ella
responde a algo muy profundo dentro de nosotros, y esa respuesta es única para
cada individuo. Ella nos da a cada uno lo que necesitamos, en el momento en
que lo necesitamos, sea que sepamos que lo necesitamos o no.
De cualquier modo, lo siguiente que recuerdo acerca de este primer darshan con
Baba fue una voz en mi cabeza que decía claramente: "¡No te concentres en su
cuerpo físico ¡Pon atención a lo que está sucediendo en tu interior. Era como si
la primera enseñanza interior de Baba para mí, fuera que el Gurú no es el
cuerpo, sino una fuerza cósmica que fluye a través de éste. La forma y la
personalidad del Gurú físico sólo son instrumentos de esta energía divina. Sentí
mucha energía que me llegaba desde Baba, pero había una sensación definitiva
64

de que su cuerpo no era la fuente verdadera, sino sólo una especie de estación
transmisora cósmica.
No había pensado por adelantado qué quería preguntarle, pero abruptamente le
solté lo siguiente: "¿Cómo puedo estar consciente por completo de Dios todo el
tiempo, en cada minuto de cada día?"
Baba contestó: ¿Por qué deseas algo que no tienes todavía? Si consigues algo
que todavía no tienes puedes perderlo también. Haz efectivo aquello que
siempre has tenido, que no se puede perder nunca ni te pueden quitar y tendrás
la conciencia de Dios todo el tiempo.
No era esa la clase de respuesta que yo esperaba. Desde entonces he visto que el
Gurú difícilmente da los tipos de respuesta que esperamos; pero, por otro lado,
la función del Gurú no consiste en satisfacer nuestras expectativas. Las
respuestas del Gurú a mis preguntas siempre cambian algo en mí, siempre me
dan una nueva perspectiva.
La simplicidad aparente de las palabras del Gurú puede, con frecuencia,
despistarnos. Debemos aprender a escuchar profundamente, incluso cuando ella
parece estar hablando acerca de las cosas más mundanas. No es que el Gurú
vaya a realizar grandes esfuerzos para satisfacer nuestra mente. En lugar de eso,
ella se dirige a nuestros malentendidos básicos y responde de manera que nos
eleva a un nivel completamente nuevo de ver las cosas, si somos lo
suficientemente receptivos como para sintonizarnos.
También he observado que rara vez comprendemos el verdadero significado o
impacto de las palabras del Gurú en nosotros hasta mucho después, en
retrospectiva. Muchas cosas ni siquiera parecen en ese momento relevantes, y
meses o incluso años después vemos que era una de las cosas más importantes
que necesitábamos escuchar. Al tener la ventaja de la visión de la eternidad, el
Gurú tiene un marco de tiempo más amplio que nosotros y nos da aquello que
necesitaremos durante el resto de nuestra vida. Muchas veces he recordado algo
que Gurumayi en alguna ocasión me dijo y he pensado: "¡Ah! ¡Eso es lo que
quiso decir! ¡Por eso ella dijo tal cosa!".
Al final de este darshan, Baba se levantó y abandonó la habitación y los demás
lo seguimos. Fuera del cuarto vi a Baba, parado, mirándonos, y cuando estuve a
su alcance, me tomó del brazo. Sujetándome con firmeza, empezó a hablar en
hindi. Pensé que tal vez me estaba contando algunos buenos chistes, porque
estaba riendo, sus ojos chispeaban y parecía estar disfrutando de sí mismo
inmensamente.
No entendí ni una sola palabra y sólo asentía cortésmente y sonreía, tratando de
permanecer sereno. Un sentimiento muy agradable parecía penetrarme a través
65

de sus manos y desde sus ojos. Por último Baba me dijo: "Deberías ir al próximo
Intensivo". Consideré esto como una indirecta sutil.
Tomé el siguiente Intensivo y el siguiente y el siguiente. En ese momento no
podía comprender por qué hacía eso. En el segundo Intensivo, Baba me dijo que
debía administrar un centro para él. Ahora bien, recuerda que yo sólo iba a
recibir mi shaktipat y volver a casa. Por ningún motivo quería administrar un
centro. Sin embargo, le dije que llevaría a cabo esta tarea, y así lo hice durante
más de tres años.
Sería demasiado intentar explicar en una sola lección cómo cambió mi vida.
Desde el principio, algo comenzó a transformarse muy dentro de mí y después
los cambios comenzaron a manifestarse también exteriormente. Empecé a ver,
experimentar y sentir las cosas de diferente manera. En el principio no tenía
nada que ver con un cambio de ideas o creencias. No sucedió en ese nivel, para
nada.
Cerca de un año antes de que yo conociera a Baba, una revista había comprado
un artículo escrito por mí, titulado "Como piensas, eres". Este artículo no se
imprimió sino hasta seis meses después de haber conocido a Baba. Recibí
muchas cartas de gente quien me pedía que escribiera un curso por
correspondencia sobre ese tema, así que comencé a escribir un curso sobre el
poder del pensamiento creador.
Aunque ni Baba ni Siddha Yoga eran mencionados en las primeras lecciones, el
grupo original de estudiantes comenzó a escribir preguntas como: "Cuando leo
mi nueva lección, experimento una sensación de hormigueo que asciende por mi
columna y siento que mi cabeza se llena de luz. ¿Qué está sucediendo?" Me di
cuenta de que no se trataba de mi curso. Obviamente, la energía de Baba llegaba
a través de las lecciones de una forma muy poderosa. Entonces, empecé a
explicar acerca del Gurú, shaktipat y las kriyas. Fue así como el curso se
convirtió gradualmente en un curso sobre Siddha Yoga.
Así es que, para mí, no es sólo teoría decir que la vida de uno cambia después de
conocer al Gurú. Un año después de conocer a Baba, todo era distinto en mi
vida. Ya no era, literalmente, la misma persona. Era como si me hubiera salido
de una encarnación para entrar en otra. De hecho, a lo largo de los años, eso
parece haberme sucedido varias veces.
Sin desear un Gurú, sin creer que necesitaba un Gurú, sin tener ninguna fe, aun
así, mi vida se transformó. La Shakti realizó su trabajo con muy poca ayuda de
mi parte. Comprendí el poder del Gurú sólo debido a lo que, en verdad, me
sucedió, y a pesar de todas mis dudas y resistencias. Por eso es que se te pide
que te concentres en lo que de hecho, te está sucediendo. No hay que creer nada
ciegamente, no hay que aceptar nada como dogma de fe. Tu propia experiencia y
66

tu propia transformación son las únicas pruebas que necesitas. Se ha dicho: "Tú
no haces Siddha Yoga; Sidha Yoga te hace a ti". Una vez que el Gurú despierta
tu Shakti, la ShakTi interior guía tu sádhana desde dentro. La Shakti despierta
atraerá a tu vida cualesquiera condiciones y experiencias y que sean necesarias
para que avances en tu sádhana tan rápido como sea posible. Muchas cosas que
podría parecer que suceden por coincidencia o casualidad, de hecho suceden
debido al trabajo de la Shakti.
Cualquier información o consejo que necesites te llegará por los medios más
inesperados. Algunas personas pueden presentarse en tu vida y tú ser atraído
hacia determinadas relaciones, todo debido al proceso por el que la Shakti te
está conduciendo. Ciertas experiencias son necesarias para alcanzar
entendimiento y fuerza y para eliminar el karma, lo cual será analizado con
profundidad en las lecciones futuras. Podemos pensar que estos son
acontecimientos o relaciones comunes; sin embargo, una vez despierta la Shakti,
trabaja incesantemente para traer a nuestra vida lo que necesitamos con
exactitud, sea que pensemos que lo necesitamos o no.
Siddha Yoga no es un sistema rígido que se le impone a toda la gente del mismo
modo. Siddha Yoga es un yoga personalizado, hecho a la medida. Es
completamente distinto y único para cada individuo. No he sabido nunca de dos
personas cuya sádhana se haya desarrollado exactamente de la misma forma. La
sádhana de cada persona está determinada por su propio karma, por sus propios
samskaras, su propio temperamento, sus propias necesidades; es guiada
enteramente por la Shakti interior y no de acuerdo con reglas o prácticas
externas.
Por esta razón hay muy diferentes tipos de personas en Siddha Yoga. Nadie está
excluido. No hay ningún tipo de persona que no pueda caber en Siddha Yoga si
tiene un deseo sincero de conocer al Ser. Todos realizan su sádhana en su propio
nivel y a su manera. No tenemos que adecuarnos a ningún dogma, no tenemos
que amoldarnos a los estándares de ningún grupo.
He viajado a muchos lugares con Gurumayi, y he visitado muchas otras partes
mientras doy talleres, y algo que he visto es que somos un grupo heterogéneo.
Gente que lleva todos los estilos de vida forma parte de Siddha Yoga. Si se
pudiera reunir a toda la gente que participa en Siddha Yoga en el mismo lugar al
mismo tiempo, verías una variedad increíble.
Algunos parecen muy yóguicos; otros, muy mundanos. A algunos les gusta
permanecer en los áshrams; otros prefieren vivir en el mundo como gente común
en apariencia. Muchas de estas personas aparentemente comunes pueden ver el
juego de la Conciencia en las situaciones y en los que los rodean. Nadie
adivinaría jamás el estado interior de cierta gente por su apariencia o
comportamiento o estilo de vida.
67

En realidad no hay una manera correcta o incorrecta de practicar Siddha Yoga.


Casi lo único que toda la gente en Siddha Yoga tiene en común es su relación
con el Gurú, con la Shakti. Esta relación puede darse de tantas formas como
gente hay. Una persona nunca debe comparar su propia relación con la de
alguien más. Algunas personas tienen el karma de pasar más tiempo con el Gurú
físico, pero el Gurú da la misma energía divina a todos por igual.
A mucha gente le lleva mucho tiempo darse cuenta de que la relación realmente
existe de modo muy intenso e íntimo. Con frecuencia lleva cierto tiempo
reconocer qué forma ha tomado la relación para ella. Tiene sus propias ideas
acerca de cómo debería ser y se pierde de cómo es en verdad. El Gurú trabaja
sutilmente en y con nosotros de manera más directa y cercana de lo que la
mayoría jamás se da cuenta. Esto se debe, básicamente, a que pensamos que el
Gurú está limitado por ciertas cosas o que depende de nuestra proximidad o algo
así, pero de hecho, al Gurú no lo limita nada ni depende de nada en absoluto.
Por ahora, lo importante es que nos demos cuenta de que es imposible estar en
Siddha Yoga y no tener una relación con el Gurú, Siddha Yoga es la relación con
el Gurú. La relación puede tomar muchas formas. Participar en este curso es
participar en la relación con el Gurú.
Un verdadero Gurú no está sujeto a ningún método de enseñanza convencional o
tradicional. Ella utiliza los medios que están disponibles en cada caso
individual. Ella enseña a través de la forma como vive, de la forma como es, de
la manera como aborda las cosas que surgen, del modo como se relaciona con
nosotros y con los demás. Siddha Yoga tiene lugar en un nivel tan elevado que,
realmente, no es algo que el Gurú nos enseñe con palabras. Lo que ella nos
puede dar está más allá de palabras o enseñanzas. Somos transformados en su
presencia, sea que ella hable o no.
Ella nos libera de la mente dejándola perpleja y forzándonos a trascenderla. Nos
lleva más allá de cualquier idea limitada sobre lo que está bien y lo que creemos
que es mejor. Poco a poco nos libera de nuestro intelectualismo,
desconcertándonos continuamente. Ella no cumple nuestras expectativas. Puede
parecer aniñada, inocente, como si no supiera nada; sin embargo, ella ve a través
de nosotros. Ella es muy sutil. Tenemos que aprender a ver los verdaderos
puntos de contacto y las relaciones entre las cosas que suceden y se dicen,
porque no todo es como parece.
El Gurú casi siempre está más consciente de nosotros y sabe mucho más acerca
de nosotros de lo que deja saber. De hecho, el Gurú debe ocultar su
conocimiento, simplemente para realizar su trabajo con mayor efectividad. Por
ejemplo, puede actuar como si no supiera nada acerca de lo que nos sucede o de
lo que estamos sintiendo. Nos permite revelarnos ante ella gradualmente, a
68

nuestro propio ritmo, en la forma que sintamos más cómoda y de esta manera
aprendemos acerca de nosotros mismos lo que el Gurú supo siempre.
Una de las cosas más fascinantes acerca de la Shakti, por lo menos al principio,
es su cualidad de contagiosa. No se trata sólo de algo teórico en lo que creemos.
Cuando la Shakti comienza a trabajar fuertemente dentro de nosotros y
empezamos a entrar en sintonía y a alinearnos con ella, a otros comienza a
afectarles la Shakti mediante su relación o contacto con nosotros. No lleva
mucho tiempo notar esto. Verás que las personas que han trabajado durante
mucho tiempo con el Gurú parece que "tienen mucha Shakti", y a medida que
absorbes más y más Shakti dentro de ti, notarás que los demás experimentan la
Shakti a tu alrededor, incluso si no reconocen conscientemente qué es lo que
están experimentando. Pueden simplemente sentirse bien al estar cerca de ti o
comenzar a reír sin razón aparente.
En virtud de que la Shakti trabaja tan fuertemente a través de los discípulos del
Gurú, nuestras sádhanas se benefician al trabajar juntos, en grupos. Asistimos a
áshrams y centros y participamos en Intensivos y talleres porque trabajar juntos
de estas maneras intensifica nuestra experiencia de la Shakti. Hacer seva juntos
es una práctica muy poderosa. Cuando los devotos del Gurú se reúnen con
cualquier propósito común, la presencia sutil del Gurú se vuelve muy real y
poderosa. El Gurú se manifiesta en aquellos que tienen amor y devoción hacia
ella.
En última instancia, trabajar con otros nos ayuda a quitar nuestra atención de los
además" por completo. Finalmente llegamos al punto en que quedamos absortos
en el Ser interior. En este momento vemos y nos relacionamos con el Ser en
todos los demás, incluso mientras exteriormente nos comportamos de modo
normal. No se trata de, que, si vemos al Ser en todas partes, vayamos a caminar
en trance sin distinguir a una persona de otra. Gurumayi parece no tener ningún
problema en saber quién es quién. Simplemente vemos el mismo Ser en todos, al
mismo tiempo, y nuestro estado interior no cambia, sea que otros lleguen o se
vayan.
Baba dijo una vez: Existen dos cosas que preparan a un buscador para el
infierno. La primera es su sentido de importancia personal y la segunda es su
necesidad de que los demás tengan una buena opinión de él. Con el paso de los
años, he encontrado que ésta fue una de las afirmaciones más profundas y
provechosas que hizo Baba alguna vez. Es bueno reflexionar en ella y
contemplarla de vez en cuando.
En cierta forma, un buen modo de ver qué tan lejos has llegado en tu sádhana es
ver qué tan consciente eres de los demás. Este es uno de los pocos barómetros
verdaderos con que contamos para medir nuestro grado de avance. ¿Qué tanto te
importa lo que los demás hacen o piensan? ¿Qué tanto te interesa cómo te ven?
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¿Qué tan consciente eres de ser "lo visto"? Las escrituras dicen que siempre
somos el observador, nunca lo observado. Nos convertimos en lo observado sólo
al estar más conscientes de otra gente que del Ser interior.
A medida que tu atención se aleje de los demás, te volverás más ligero, libre,
cálido, más compasivo y más amoroso. Jugarás el juego de ser esta persona, sin
tomarte tan en serio, sin involucrarte tanto, sin identificarte con nada de lo que
sucede. Verás tu vida como un juego, como una película y nada de eso te
afectará interiormente. Permanecerás centrado en el amor interior y verás a tu
propio Ser en todas partes y en todos.
Gurumayi una vez dijo: Mirar hacia dentro trae consigo ese gozo. Cuando nos
sentimos verdaderamente cansados, nos sentamos y cerramos los ojos. Entonces
nos sentimos bien. Es entonces cuando algo brota y nos hace comprender lo que
somos. Todos los santos, todos los conocedores de la Verdad, dicen: "Una vida
humana es lo más precioso. Si quieres lograr algo, lógralo precisamente en esta
vida, precisamente en este cuerpo."
Todas las escrituras, todas las filosofías nos dicen: "¡Despierta! ¡Por lo menos
ahora, despierta!" Ve tu propia realidad, porque todos nosotros estamos
viviendo en nuestro propio mundo. Has creado tu propio mundo de acuerdo con
tus propios conceptos. De acuerdo con mis conceptos, he creado mi propio
mundo. El mundo es como tú lo ves.
Existe un gran texto llamado el Yoga Vasishtha. En este texto, el sabio
Vasishtha instruye al Señor Rama. El sabio dice: "El cielo, la tierra, el aire y el
espacio, las montañas y los ríos, todos son partes de la mente. Sólo parece que
están fuera. No pienses que el mundo existe fuera. El mundo de fuera es sólo un
reflejo de tu mente. La apariencia del mundo no es otra cosa que el juego de la
mente; y la mente no es otra cosa que el juego del omnipotente e infinito Ser.
Por medio de nuestra mente, creamos un mundo. De cualquier modo, el gran
Ser, Dios, por medio de su mente, ha creado este universo entero."
Un santo vive de una manera muy sencilla. No complica las cosas. La vida es
realmente muy sencilla, nosotros la complicamos. Nuestra vida depende de la
opinión de alguien más, de la idea de alguien más, del pensamiento de alguien
más. Aunque tenemos nuestro propio mundo, en ese mismo mundo nos hemos
asegurado de darle espacio a esas personas, para que dijeran lo que quisieran,
y nosotros hemos sufrido en consecuencia o nos hemos sentido felices en
consecuencia. Por eso es que vemos hacia dentro; por eso tratamos de
descubrir a nuestro propio Ser.
En el Vivekachudamani se dice: "En los sueños, cuando no hay un contacto
presente con el mundo externo, la mente sola crea todo el universo del que
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experimenta y lo experimentado. Lo mismo sucede en el llamado estado de


vigilia. El universo fenoménico entero es una proyección de la mente."
Muchas veces miras a una persona muy hermosa, pero ves la infelicidad
jugando en su rostro y en lugar de sentirte feliz cuando la miras, te sientes
triste. Y algunas veces ves a una persona físicamente fea que es muy feliz. En
lugar de sentir repulsión, sientes una gran alegría. Baba solía decir que la
belleza está en todo, pero que necesitamos volvernos hermosos por dentro; en el
modo como pensamos, en el modo como escuchamos y en el modo como
hablamos. El mundo es como tú lo ves. Si entiendes esto, puedes transformar tu
vida completamente.
Practica ver la belleza y perfección en los demás y en el mundo. De acuerdo con
las escrituras y el Gurú, este mundo es el jardín de Shiva. Este mundo es un
campo de juegos que existe para el deleite del Ser. Es únicamente a causa de los
samskaras, del condicionamiento, que nos concentramos en los horrores y
tragedias. Es nuestra propia visión imperfecta la que hace que el mundo y otras
personas parezcan imperfectos. Cuando purifiquemos nuestra visión, también
veremos la pureza de este mundo.
Continúa con las prácticas de la meditación y la repetición del mantra
regularmente. Estas son dos de las prácticas primordiales que el Gurú nos ha
dado para purificarnos. ¿Qué es impuro en nosotros?: los samskaras. Nuestro
Ser interior es eternamente puro, pero según el grado en que estamos influidos
por los samskaras, no lo expresamos con toda, su pureza. Por lo tanto, hacemos
sádhana para librarnos de los samskaras. La meditación y el japa son una gran
ayuda en este proceso.
Por favor revisa la lección 1 al releer ésta.
Con amor,
71

LECCIÓN 8
Querido amigo:
Siddha Yoga no es tanto un proceso de aprendizaje ni de adquisición intelectual,
sino una expansión de nuestro sentir. Gurumayi siempre nos habla sobre nuestro
"sentimiento"; nos dice que lo que una persona experimenta en la vida es
básicamente su propio sentimiento. En la medida en que progresamos en Siddha
Yoga, poco a poco empezamos a sentirnos mejor, más ligeros, más felices, más
libres, más en paz, más amorosos, más contentos y realizados. Nuestro progreso
se mide, no por lo que "sabemos" sino por cómo nos sentimos.
Muchos estudiantes han comentado que se "sienten bien" al leer las lecciones.
Uno de ellos escribió: "Casi nunca comprendo de qué trata la lección, pero me
siento tan bien al leerla, que de todos modos la leo una y otra vez". Otro
escribió: "Una de las primeras cosas que me impresionaron acerca de las
lecciones fue que experimentaba inexplicables sacudidas de euforia y de
profunda alegría mientras las leía. Y no parece haber ninguna razón que
explique esto. ¿Cómo sucede?". Bueno, ese sentimiento está conectado con la
Shakti. La Shakti nos hace sentir bien, no hay duda, y de hecho, nada nos hace
sentir mejor.
Después de recibir shaktipat, por lo general uno se siente mejor y más en paz
consigo mismo, no importa lo que estemos haciendo. Por lo común pasarla bien
depende de dónde estamos, qué estabamos haciendo o con quién estamos. En la
vida cotidiana, si no estamos en algún lugar especial, si no estamos haciendo
algo especial o si no estamos con alguien especial, ¿cómo podemos estarla
pasando bien? Tenemos que esperar hasta que suceda algo especial. Así que por
no conocer al Ser, porque tenemos lo que Baba solía llamar "pobreza de Shakti",
no resulta fácil estar perfectamente felices y contentos sólo con lo que somos,
dondequiera que estemos, haciendo lo que sea y estemos con quien estemos.
Cuando se ha despertado la Shakti y cuando el despertar está nutrido por alguna
forma de relación con el principio del Gurú, uno comienza a vislumbrar la
verdadera naturaleza de su propio Ser, lo cual significa que podemos sentirnos
en extremo dichosos sin ninguna razón aparente. Puede surgir una euforia muy
natural desde dentro, incluso mientras participamos en las actividades
mundanas. Mucha gente de hecho se sorprende al saber que puede experimentar
felicidad sin ninguna razón. La naturaleza del Ser es dicha suprema, y de esta
dicha interior se originan todas las formas de felicidad y alegría.
Baba dijo una vez: En ocasiones me topaba con grandes seres y ellos reían y
reían. Me preguntaba: ¿No se cansarán de reír? Ahora comprendo que su dicha
siempre es nueva. Sienten dicha y ríen; luego, en el momento siguiente, sienten
72

una nueva forma de dicha y tienen que reír de nuevo. Porque su dicha siempre
es nueva, tienen que seguirse riendo. Así que la dicha del Ser siempre es nueva.
Después de recibir Shaktipat, después de entrar en contacto con la Shakti de un
gran Siddha, el sentimiento interior comienza a expandirse y a volverse más
ligero. No necesitamos beber nada, no necesitamos tomar nada ni fumar nada.
La sensación de bienestar surge naturalmente porque la Shakti es la fuente de
todos los buenos sentimientos. Independientemente de los medios que
utilicemos para estimular los buenos sentimientos en la vida cotidiana, ocurren
solamente debido a la Shakti. Por esta razón hacemos sádhana, para estar en
contacto con la fuente.
No sólo nos sentimos mejor con nosotros mismos, sino que otras personas se
sienten mejor cerca de nosotros también. La Shakti es muy contagiosa y cuando
está trabajando dentro de una persona, los que están a su alrededor pueden
sentirla. Se sienten atraídos hacia ella y se sienten a gusto en su cercanía, sin
que entiendan por qué. Simplemente disfrutan su compañía, sin que haga nada
en particular por entretenerlos o impresionarlos. Se sienten ligeros y se ríen con
facilidad. Una vez que nos sintonizamos y nos alineamos con la Shakti del Gurú,
esa Shakti se irradia a través nuestro, afectando a los que nos rodean, sin
importar que se den cuenta de ella o no.
Si alguna vez has estado cerca de Gurumayi, de seguro has experimentado lo
bien que se siente estar en su presencia. Resulta obvio que la Shakti la llena por
completo e irradia de ella como la luz y el calor del sol, sin que importe lo que
está haciendo. Gurumayi puede simplemente conversar con alguien,
casualmente, y puedes sentir la intensa aura de Shakti a su alrededor. Puede
pasar a tu lado, y no podrás dejar de notar la energía de la Shakti que la
acompaña.
Es importante comprender que la Shakti no es algo teórico que exponemos
filosóficamente. Podemos comentar sobre ella de manera filosófica de vez en
cuando, para comprenderla a nivel intelectual, pero lo más importante acerca de
la Shakti es que puede sentirse, puede experimentarse en forma muy vivida. La
validez de Siddha Yoga radica en la realidad de la Shakti. De no ser por la
Shakti, no tendría caso hacer lo que estamos haciendo. Debido a la Shakti,
cualquier cosa por la que pasemos valdrá la pena. Y con frecuencia pasamos por
mucha tapasya , es decir, lo difícil pero benéfico en la sádhana, para fortalecer
nuestra relación interna con la Shakti.
La Shakti se puede comprender en un nivel muy mundano. Todas las formas de
energía, poder o capacidad son diversas manifestaciones de la Shakti. No hay
otro poder separado, ni fuerza distinta de la Shakti. Pero, cuando la Shakti se
filtra a través de nuestros samskaras, se manifiesta de manera distorsionada o
modificada; es una expresión impura. Las expresiones impuras de la Shakti
73

pueden llevar al abuso de poder . Mientras que las expresiones puras, nos llevan
al amor . Por esta razón, era tan fácil amar a Baba y es tan fácil amar a
Gurumayi. Mucha gente nos escribe para contar cómo se enamoraron de ella al
conocerla. La Shakti pura es adorable. Y cuando se manifiesta de lleno a través
de una persona, ella se convierte en la encarnación del Amado primordial.
La Shakti es la energía que crea y sostiene este mundo. No hay nada separado ni
distinto de la Shakti. De otro modo, no tendría poder para existir. Y no estamos
hablando de algo "espiritual". La Shakti no está dividida en "mundana" y
"espiritual". Es simplemente. Es el poder detrás de todo poder, la Energía detrás
de la energía, y la Fuerza detrás de toda fuerza.
Si nos sintonizamos con la Shakti universal, podemos literalmente hacer
cualquier cosa. Tendremos éxito en lo que sea que hagamos. En realidad, ni
siquiera tenemos que hacer algo. Sólo hay que jugar el papel adecuado y la
Shakti lo hará todo. De hecho la Shakti es la que hace todo, desde siempre. Sólo
que nos engañamos creyendo que nosotros, separados y distintos de la Shakti,
hacemos algo por sí solos.
Con la realización de la Verdad más alta, sabremos que nunca existimos como
quien creímos ser. Simplemente somos el Ser que juega un papel, sueña consigo
mismo y supone ser esa persona. Toda actividad sucede por la Shakti. No hay
otra fuerza animadora. Aun el prana es incapaz de existir sin la Shakti. No puede
haber un solo movimiento sin que sea la Shakti quien se mueve. Todo en este
mundo es el juego de la Shakti.
En algún momento, una persona llega al punto en que las manifestaciones
externas de la Shakti ya no le resultan satisfactorias . Sentimos un anhelo natural
por algo en lo profundo, y erróneamente buscamos afuera de nosotros. La
verdadera plenitud llega cuando dirigimos nuestra atención hacia adentro en
lugar de hacia afuera. Nos establecemos en la conciencia constante del Ser
interior, sin que importe en dónde estamos o lo que estamos haciendo. No es
necesario sentarnos con los ojos cerrados para experimentar el Ser El Ser se ha
convertido en todo este mundo. Sólo necesitamos reconocer la Verdad. El
establecernos en la Shakti interior y conocer a nuestro Ser es la esencia de lo
que se conoce como vida espiritual.
Todas las formas de amor y alegría son manifestaciones de la Shakti. Entre más
sintonizados estamos con la Shakti interna, más amor y alegría experimentamos.
La experiencia del Ser no es seca, fría ni distante o insensible, como algunos
pueden suponer. El Ser es cálido y eufórico. Es la máxima embriaguez. Es la
mayor sensación de bienestar.
Cualquier cosa agradable, cualquier forma de placer y felicidad son sólo una
manifestación o modificación de este gozo infinito del Ser. Su gozo no tiene
74

límites. Cuando comenzamos a darnos cuenta de que experimentar al Ser es más


disfrutable que todo lo anterior, se aviva el interés por la sádhana.
Vislumbramos por qué es posible para una persona perfectamente racional y
razonable absorberse en su sádhana. El fruto verdadero de la sádhana es vivir en
la conciencia de lo eterno.
El Ser incluye todas las formas de la Conciencia simultáneamente. No hay otra
conciencia en el universo. Todos compartimos el mismo Ser, la misma
conciencia de manera simultánea. Un individuo es simplemente la Conciencia
desde una perspectiva en particular en el espacio y el tiempo. Una sola
Conciencia penetra el universo entero Todos compartimos la misma Conciencia.
No hay dos o más. La unicidad mira a través de todos los pares de ojos. Esa
Conciencia única ve y comprende estas palabras.
Podemos tener diferentes cuerpos, diferentes personalidades, y distintos
pensamientos, sin embargo, sólo hay un único Ser que todos compartimos. El
Ser interior de Baba y el Ser interior de Gurumayi y nuestro propio Ser interior
son el mismo Ser Por esta razón, cuando conocemos nuestro propio Ser,
conocemos a todos y mientras no conozcamos nuestro propio Ser no podemos
verdaderamente conocer a nadie . Ese Ser es el único al que hay que conocer .
No sólo eso, sino que el Ser es el único Conocedor. Compartimos al mismo
Conocedor, al mismo Que Percibe, al mismo Testigo, a la misma Conciencia.
Sólo nuestra identificación con estos cuerpos y mentes hacen que parezca que
somos diferentes unos de otros. El Ser interior, la Conciencia interior es
exactamente la misma en cada uno de nosotros. En realidad estamos mucho más
cerca de los demás de lo que soñamos. Nos conocemos uno al otro más
intimamente de lo que nunca imaginamos, porque, literalmente todos somos el
mismo Uno. Sólo estamos actuando diferentes papeles en todos estos cuerpos.
Baba dijo una vez: Uno de los Shivasutras dice: "El Ser es un actor". Este
mundo es inmenso y por esa razón este escenario del mundo necesita muchos
actores y actrices que actúen todos los papeles. La Verdad suprema, a la que
puede llamarse Dios o el Ser o la Conciencia, actúa todos los distintos papeles
y se pone todos los diferentes disfraces. Aunque Dios es uno, por Su propio
placer se vuelve muchos. Todos somos Sus formas. De este modo la Conciencia
suprema pone en escena el drama del mundo entero.
La Conciencia única aparece como todo este universo y todos los diferentes
seres. La misma Persona está en todos los cuerpos, simulando ser personas
diferentes. El Ser o la Conciencia pura reside en este cuerpo y atestigua la
película de la vida. El Ser nunca hace nada. El Ser nunca participa en nada. El
Ser es inamovible e inmutable. Sin embargo, todo sucede gracias a su poder, la
Shakti.
75

Tenemos dos palabras: Shiva y Shakti . Aunque son lo mismo, son dos aspectos
del Ser. La Shakti se manifiesta como el mundo. La Shakti es el poder detrás de
todas las acciones y se ha convertido en todo. Shiva atestigua la creación de la
Shakti. El aspecto de Dios que llamamos Shiva es El que ve, el Conocedor, El
que percibe. Es el aspecto del Ser que ilumina. Shiva ilumina y percibe todo lo
que existe.
En cierto sentido, todo lo que sucede es la Shakti bailando para el deleite de
Shiva. La Shakti crea este mundo y Shiva se deleita en la creación de Shakti.
Todo es un juego .
Otra forma de decirlo es que Dios manifiesta la creación de este mundo y de las
vidas individuales por su propia dicha. La gente pregunta por qué hace Dios
esto: lo hace para su propio deleite y entretenimiento. Esto le da a mucha gente
una perspectiva acerca de Dios ligeramente distinta de aquella a la que estaban
acostumbrados. No obstante, Shiva y Shakti no son diferentes uno del otro;
nunca están separados; son eternamente Uno.
Baba dijo una vez: En el shivaísmo, constantemente te encuentras con dos
palabras: Shiva y Shakti. No son dos. Shiva no es diferente de Shakti y Shakti no
es otra que Shiva. Así como existen el fuego y su propia luz, de la misma
manera existen Shiva y Shakti. Un mismo Shiva y Shakti habitan en todos y
manejan el universo entero.
La Shakti se ha contraído o involucionado en sí misma para convertirse en la
Kundalini dormida del ser humano . Por esta razón, el ser humano es el
microcosmos del universo entero. La Kundalini anima al cuerpo y se convierte
en la vida tal como la conocemos. Debido a la Kundalini, tenemos el poder de
pensar, sentir y movernos. Literalmente es la única energía o fuerza accesible a
nosotros. Toda la gente depende de la Kundalini para vivir. Sin embargo,
mientras esta energía interna permanezca latente o dormida, la persona
continuará experimentándose a sí misma como un ser humano común.
Puedes decirle a alguien: "No eres sólo la persona que pareces, también eres el
Ser. Tu verdadera naturaleza es la Conciencia eterna". Y esa persona dirá: "Sí,
cómo no. ¿Tú qué sabes?" O: ya lo sé. No importa cómo lo digas, no importa
qué tan lógicamente lo expliques, no importa cuántas veces lo arrastres al
áshram o al centro, no importa cuántas lecciones lo hagas leer, mientras la
Kundalini permanezca dormida, no tendrá la experiencia de todo lo que le dices.
Sólo cuando la Kundalini ha sido despertada y activada, la persona tiene la
capacidad de experimentar su naturaleza real. No importa qué tanto pueda
estudiar, ni cuánto medite, no importa cuántas disciplinas practique, comenzará
verdaderamente en el sendero espiritual sólo cuando se despierte la Kundalini .
Este es el principio de la sádhana en el sentido real .
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El proceso de Siddha Yoga, comienza cuando una persona recibe shaktipat.


Shaktipat es el despertar natural y espontáneo de la energía espiritual interior.
Para recibir shaktipat se necesita un Gurú. El Gurú es la fuerza cósmica
mediante la cual se despierta la Kundalini del individuo. La Kundalini despierta,
o Shakti, es la que quema nuestros samskaras, o el falso condicionamiento;
nuestro ego limitado y cautivo. Se come nuestro karma. Shaktipat es la
iniciación, el principio del proceso que conduce a la liberación o la realización
del Ser.
La mayoría de la gente recibe shaktipat al estar en la presencia física del Gurú.
A mucha gente se le ha despertado la Kundalini, la energía espiritual interior,
con sólo estar cerca de Gurumayi. Aún así es importante comprender que la
Shakti del Gurú no se limita a su cuerpo físico. El principio del Gurú lo penetra
todo, y es ese principio lo que da shaktipat .
Mucha gente ha recibido shaktipat al leer acerca de Gurumayi o al oír hablar de
ella o ver su fotografía. Formas muy intensas de shaktipat se reciben en sueños.
Una persona puede recibir shaktipat al estar cerca de un swami de Gurumayi o
de cualquier otro devoto o al ir a un áshram o a un centro. Mucha gente ha
recibido shaktipat por medio de este curso sin siquiera haber conocido al Gurú
físicamente.
Hay un momento en el desarrollo de la vida de una persona, cuando está lista
para recibir shaktipat. Es cuestión de karma. Cuando llega su momento, habrá
modo de que lo reciba. Shaktipat le llega a una persona cuando está lista para
empezar la jornada espiritual, cuando está lista para empezar el proceso que
conduce al conocimiento del Ser. Shaktipat sucede de muchos diferentes modos
y cada individuo lo experimenta de manera única.
A veces, después de recibir las lecciones durante un tiempo, la gente escribe:
"¿Cuándo recibiré shaktipat?" Sólo para ahorrarte cierta preocupación, debes
entender que ni siquiera serías capaz de continuar con el Curso si no hubieras
recibido shaktipat. Simplemente perderías el interés y lo abandonarías. Tu
contacto con la Shakti es lo que te hace esperar la siguiente lección . La Shakti
interna es lo que te permite recibir algo de estas lecciones. De otra manera, sólo
serían palabras. Ni siquiera te resultaría interesante. De modo que si estás
disfrutando el proceso, si te parece que cada lección se pone más interesante o
que tiene más relevancia que la anterior, se debe a la Shakti que está despierta
dentro de ti. Así que entiende que ya ocurrió y que está ocurriendo dentro de ti
ahora mismo.
La Kundalini no puede observarse por métodos científicos, ya que se manifiesta
de manera sutil como el principio vital que nos habita y que es indetectable
mediante instrumentos. La Kundalini está en el cuerpo sutil, que también se
conoce como cuerpo astral, cuerpo luminoso, cuerpo energético, cuerpo
77

emocional, cuerpo vital, y debido a que tiene el diseño o modelo del cuerpo
físico, también se le ha llamado "cuerpo arquetípico". Este cuerpo sutil es la
matriz o forma a partir de la que se crea el cuerpo físico.
En el cuerpo sutil hay actividades mentales y emociones que afectan al cuerpo
físico. Lo que sentimos y pensamos son actividades de tipo sutil. Los
pensamientos y sentimientos habituales y predominantes se reflejan en el cuerpo
físico de la vida cotidiana. Toda compulsión, tendencia, apego, aversión,
adicción e inhibición de tipo sutil o samskaras, son las semillas del karma. Por
esta razón, la mayor parte de la sádhana ocurre en un nivel sutil. Los efectos
más profundos como resultado de tomar este curso, ocurren en nivel sutil . Más
adelante, desarrollaremos la visión sutil gradual y nos daremos cuenta de que en
el nivel físico, las cosas no siempre son lo que parecen.
Una vez despierta la Kundalini, la Shakti comienza a trabajar en los samskaras o
impresiones mentales contenidas en el cuerpo sutil. Los samskaras contienen
nuestro destino kármico. Básicamente, todo lo que nos sucederá está allí en
forma de semilla. El diseño kármico de nuestra vida entera, incluyendo el
momento en que dejaremos el cuerpo físico -que finaliza otro ciclo de karma-
está dentro del cuerpo sutil. Sin embargo, no estamos atados por el destino. (El
diseño kármico puede cambiar o modificarse según nuestros pensamientos,
acciones y motivos en esta vida y, sobre todo, por la gracia del Gurú. Nuestra
relación con la gracia es la esencia de Siddha Yoga).
Cuando el principio del Gurú activa la Shakti, ésta comienza a limpiar los
samskaras. Ya que el karma de una persona está determinado por sus samskaras,
la Shakti gradualmente va limpiando la pizarra kármica, y los samskaras se
manifiestan como kriyas. Una persona puede tener el karma de muchas
encarnaciones almacenado en ella, pero después de recibir Shaktipat, puede
eliminar todo ese karma en forma de kriyas, hasta quedar libre. Este es un
proceso mágico y fascinante.
El cuerpo sutil contiene los siete chakras o centros vitales de energía, por los
que sube la Kundalini. Existe un canal central de energía que se extiende a
través del cuerpo sutil y los siete chakras, y que es el canal para que la
Kundalini ascienda. Este canal central es la sushumna . A lo largo de la
sushumna se localizan varios tipos de impresiones o samskaras. Cuando la
Shakti asciende por la sushumna purifica todos los samskaras, expulsándolos en
forma de kriyas.
Las kriyas son diversos procesos que tienen lugar en el individuo debido al
trabajo de la Shakti. El entendimiento de qué son las kriyas es básico y esencial
al pasar por este proceso, simplemente porque una persona no comprenderá todo
lo que ocurre en ella y a ella si no sabe qué son las kriyas. La mayoría de las
cosas que nos suceden después de Shaktipat, los enredos y reacciones, y mucho
78

de lo emocional, son tipos de kriyas. Entender las kriyas pone en su correcta


perspectiva muchas cosas que de otra manera parecerían confusas.
En Siddha Yoga, con frecuencia se oye decir a la gente: "Está enkriyado", o:
"No te preocupes, se sentirá mejor cuando se le pase la kriya". Si comprendes lo
que es una kriya, sabrás que se trata de la Shakti limpiando los samskaras .
Puede haber kriyas físicas, kriyas emocionales, kriyas mentales y kriyas
psíquicas.
Las kriyas físicas pueden ser diversos movimientos del cuerpo que suceden
espontáneamente durante la meditación, incluyen sacudimientos, temblores,
balanceos, risas, llantos. Una embestida de energía sexual puede ser una kriya.
Incluso un resfrío o un dolor de cabeza pueden ser kriyas si mediante ellas la
Shakti está limpiando samskaras que, de otro modo, pudieron haber producido
enfermedades serias. Todas las kriyas físicas tienen efectos benéficos y
purificadores en el cuerpo físico.
Las kriyas emocionales son todavía más comunes. Diversas cicatrices
emocionales permanecen incrustadas como samskaras, a lo largo de la
sushumna, y son el origen de muchas emociones desagradables que surgen en
nosotros. Patrones profundamente arraigados de tristeza, miedo, angustia, enojo,
celos, envidia, irritación, ansiedad, depresión y preocupación provienen de estos
samskaras. En general, culpamos a las circunstancias por estos sentimientos, o a
los demás, o al mal humor. Cuando se comprende que son kriyas, resulta mucho
más fácil lidiar con ellas.
Por ejemplo, cuando la Shakti quema el samskara que corresponde a la
depresión puedes experimentar breves estallidos de depresión. Casi siempre
pensamos. "Estoy deprimido". Con el entendimiento correcto, podemos pensar:
"Ajá, una kriya de depresión. La Shakti está limpiando mi depresión". La Shakti
nunca te hará experimentar nada que no esté ya en ti para ser experimentado.
Sólo quema lo ya existente.
Lo mismo sucede con las kriyas mentales. Muchas cosas llegan a la mente y le
suceden a la mente porque la Shakti está purificándola. Podemos pensar: "¡Dios
mío debo estar loco al pensar así!" Pero no te estás volviendo loco, sólo estás
experimentando kriyas mentales . También existen las kriyas psíquicas, tales
como visiones, luces, sonidos, música interna y demás. Estas kriyas pueden ser
fascinantes y agradables, pero también son sólo parte del proceso purificador de
la Shakti en el cuerpo sutil. No importa qué tan exquisitas sean, no se comparan
con el éxtasis puro del Ser.
Muchas de las cosas que suceden durante la sádhana son kriyas, en un nivel u
otro. Incluso las situaciones, condiciones, circunstancias, acontecimientos,
experiencias y relaciones pueden ser diversas formas de kriyas. Una persona ha
79

llegado muy lejos en su sádhana cuando sabe por lo menos reconocer todas sus
kriyas como kriyas. Lo que experimentamos como una kriya es una versión
suavizada, fácil y rápida de lo que de otro modo se experimentaría como karma.
Una kriya puede durar unos cuantos días o semanas, mientras que si el samskara
se hubiera manifestado totalmente como karma podría durar años.
Esto es básicamente lo que hay que entender cuando se ha despertado la
Kundalini. Explicaremos todo esto más profundamente en lecciones posteriores
para que nuestro entendimiento sea completo.
Gurumayi dijo una vez: A ese poder se le llama Shakti, la fuerza divina. Es la
Conciencia universal y ha dado lugar a toda esta manifestación. Este poder
existe en todos nosotros. En algunos está adormecido, en otros está despierto.
Mientras esté dormida experimentamos lo atados que estamos, lo terriblemente
limitados que estamos. Pero una vez que ese poder es despertado,
experimentamos la libertad, y la dicha. El poder de la Kundalini se sitúa en la
base de la columna vertebral Cuando se despierta ese poder, se mueve a través
de la nadi sushumna, el nervio central, y llega a la coronilla de la cabeza. De
ahí se esparce por todo el cuerpo. Cuando eso sucede, experimentas una dicha
y una alegría increíbles. Te absorbes totalmente en la belleza de Dios.
Baba decía: "Sólo cuando realizas cosas después del despertar de este poder,
significan realmente algo para ti y para los demás. De otro modo, realizarás
millones de cosas en tu vida, pero no te llevarán a ningún lado, ni llevarán a
nadie más a ningún lado. "Siempre te preguntas: "¿Por qué no logro algún fruto
de lo que hago? ¿Por qué, simplemente, sigo y sigo, sin sentir nada?" Eso
sucede porque no estamos en contacto con la fuente.
Una de las cosas que también suceden cuando recibes shaktipat es que el nudo
del corazón se rompe. Puede ser que empieces a reírte o a llorar o a bailar.
Todo puede suceder cuando se deshace el nudo en el corazón. De modo que al
despertarse la Shakti con gran fuerza, se mueve a través de la nadi sushumna y
choca con el chakra del corazón. Y tu corazón de repente queda abierto de par
en par y experimentas tu propia belleza, tu propio amor y tu propia realidad.
Cuando se despierta este poder, llegas al conocimiento de lo que se trata esta
vida.
La Kundalini despierta elimina la esclavitud de los karmas, las acciones que
realizamos en el pasado. No entendemos cómo nos atan nuestras acciones al
ver, oír o hablar. Ves algo muy hermoso y quedas totalmente hechizado o
escuchas algo increíblemente bello y quedas totalmente encantado y quieres oír
más y más. Nos aferramos a muchas cosas mediante nuestras acciones, pero
cuando recibes la Shakti, te libera del poder limitante de las acciones.
80

Es posible ver, oír y decir algo sin quedar atado por ello. Y este es uno de los
mayores logros: liberarse de la acción de los sentidos. Baba decía que mientras
ese poder interior no haya sido despertado, todo lo que logres se desperdicia,
ya que, a menos de que experimentes la satisfacción perfecta dentro de ti, ¿qué
caso tiene tener todo lo demás? ¿Qué caso tiene sólo complacer a otras
personas?
El despertar del poder interior de la Kundalini, es shaktipat. Es la experiencia
de la Verdad, y en ella hay serenidad total, tranquilidad y paz completas.
Realizamos las prácticas espirituales para llegar a ese estado en el que todo
está quieto. En esa quietud hay movimiento y en el movimiento experimentas la
quietud. Éste es el mayor regalo de Dios, del Gurú.
Recuerda amar y honrar a tu Ser tal como eres, y ver a todos los demás como
reflejos de tu propio Ser. Si tu opinión de ti mismo es negativa, te será muy
difícil experimentar tu divinidad. Dios se expresa a través de ti como tú.
Aprende a honrar a Dios dentro de ti. Y ese mismo Ser, ese Dios, esa Conciencia
existen simultáneamente y de igual manera en todos. Reconoce lo divino en
todas sus manifestaciones. Si practicas ver el Ser en ti y en los demás todo el
tiempo, la calidad de tu vida se transformará.
Por favor, relee la lección 3 junto con ésta.
Con amor,
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LECCIÓN 9
Querido amigo:
La mente es una de las cosas más importantes que entender. Esto es cierto tanto
desde el punto de vista espiritual como desde el mundano, en el caso de que
todavía veas alguna diferencia entre ambos. Durante largo tiempo mucha gente
insiste en que hay una diferencia entre lo "mundano'' y lo "espiritual". Desde
luego, este, concepto se trasciende con el tiempo, pero puedes ahorrarte mucho
tiempo y dificultades si sencillamente lo abandonas ahora, si es que aún no lo
has hecho.
Para llevar a cabo cualquier cosa, necesitamos la ayuda y la cooperación de la
mente. Si la mente no está centrada y no es disciplinada, no efectuaremos nada
de valor ni en la vida mundana ni en las prácticas espirituales.
En muchos sentidos nuestra sociedad está altamente desarrollada; todo este
avance, todo este progreso tecnológico y de otros tipos, ha surgido del poder
creativo de la mente. Gracias al poder de la mente hemos dominado la
electricidad haciéndola trabajar para nosotros. Piensa cuán diferente sería la
forma de vida si no contáramos con nuestro moderno aprovechamiento de la
electricidad. Ciertamente en algunas cosas este uso puede haber excedido el
buen juicio, pero esto es otro tema.
Tantas cosas que hoy se dan por hecho, hace cien años ni siquiera las
hubiéramos soñado. Estos cambios sucedieron mediante el poder creativo de la
mente. La mente puede hacer cualquier cosa, nos puede llevar a cualquier lugar;
sin embargo, debemos reconocer su poder y dirigirlo conscientemente. De forma
contraria, mediarle su poder, la mente puede ocasionar gran daño, muchos
problemas y perpetuar muchos otros.
Aunque nuestra sociedad ha avanzado en muchos aspectos, hay uno en el que
aún permanecemos sumamente primitivos y es aquél referente a nuestro
conocimiento de la mente. Conocemos la mente menos de lo que la gente
conocía la electricidad hace cien años. Aunque una persona debe usar el poder
de su mente para tener éxito en este mundo, es probable que no tenga
conocimiento alguno acerca de dónde viene ese poder. Por el mismo poder con
el que hoy se funda un imperio, mañana éste puede derrumbarse y
desmoronarse. Vemos que esto sucede todo el tiempo aunque la causa raramente
se especifica. Los encabezados del periódico no dicen: "El imperio del hombre
se derrumba debido a la ignorancia del poder de la mente".
Aunque el mundo occidental parece sumamente avanzado gracias a los
descubrimientos en el campo de la tecnología electrónica, su conocimiento de la
mente es primitivo. Incluso nuestros psicólogos y psiquiatras a menudo tienen
un conocimiento muy limitado de la mente. Sin embargo, los yoguis han
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conocido el poder de la mente por siglos. Nada nos impide hacer uso de él, salvo
nuestra propia ignorancia. Baba lo decía muchas veces: Ya lo tienes todo; lo que
te falta es saberlo.
La mente crea la experiencia individual del universo o la realidad personal.
Todo lo que percibimos y experimentamos se origina en nuestra mente. Todas
las circunstancias y experiencias que nos afectan en la vida se relacionan con
nuestras creencias y patrones de pensamiento. Nuestras creencias son como un
imán que atrae las circunstancias y experiencias correspondientes a dichas
creencias.
La mente es creativa y crea todo lo que afecta al individuo. Aunque no podamos
cambiar una situación externa siempre podemos elegir cómo seremos afectados
en el interior. Nada nos afecta nunca, excepto nuestra propia mente. Pensamos
que nos afectan las condiciones, las circunstancias o la demás gente, pero esto
es superstición. Es aquí donde nuestro entendimiento es primitivo. El hombre de
las cavernas pensaba que fuerzas externas actuaban sobre él. ¿Cuánto hemos
progresado en realidad al respecto?
Todo se crea de dentro hacia fuera. Sin embargo, comúnmente no lo vemos de
esta manera. Debido a maya, parece que el mundo exterior tiene realidad propia,
cierta existencia independiente separada de nosotros. Es como mirarse en el
espejo y creer que el reflejo corresponde a otra persona. Literalmente, esto es lo
que hacemos en la vida. Examinaremos esto y otros aspectos de maya en
lecciones posteriores. Por ahora tenemos las manos llenas con la mente.
Nuestro mundo interior o mundo subjetivo -que es el reino de la mente- es el
mundo de la causa. Todo lo que nos afecta se origina en el mundo interior. No
hay causas en el mundo exterior, aunque parezca que es así. Todas las
apariencias existen debido al poder de maya, que es muy engañosa. Debido a
maya creemos que lo irreal es real y que lo real es irreal. El mundo exterior, el
mundo objetivo, está compuesto de efectos, reflejos o sombras; lo objetivo es un
reflejo de lo subjetivo. No tiene poder propio. La fuente de poder está dentro de
nosotros.
Cuando éramos bebés, ¿podíamos mirar alrededor e identificar árboles, aves y
casas? ¿Podíamos reconocer un automóvil o una carretera? No, todo esto se nos
identificó, definió y describió cuando la mente era joven y fácilmente
moldeable. Nos dijeron qué era cada cosa y aceptamos todo lo que nos dijeron
sin protestar. Todo lo que aceptamos como verdad, ahora está acumulado en lo
que conocemos como la mente subconsciente, de modo que ahora vemos y
vivimos en el mismo mundo que antes se nos describió.
Es el subconsciente lo que debe "vaciarse" mediante la sádhana para disfrutar de
la verdadera libertad. La mente subconsciente se entiende en el yoga como
83

nuestro nido de samskaras acumulados; estos samskaras también componen lo


que conocemos como ego.
Cuando comenzamos a ver las cosas bajo una nueva forma, el mundo entero
cambia de acuerdo con nuestra nueva percepción. Baba solía decirnos que
cambiáramos la graduación de nuestros lentes. Es asombroso lo diferente que
pueden parecemos las cosas una vez que hemos cambiado nuestra perspectiva.
Es fácil estar de acuerdo con el condicionamiento aceptado por nuestra sociedad
particular; sin embargo, no todos ven el mundo de forma limitada sólo porque la
mayoría está de acuerdo sobre esas limitaciones.
Hay personas que literalmente no ven el mundo como lo vemos nosotros, porque
su percepción es muy refinada y expandida. Nosotros no comprendemos su
percepción, ni siquiera reconocemos quiénes son, hasta que nuestra propia
percepción se ha refinado y expandido mediante la sádhana. Hasta entonces
asumimos que todos ellos tienen la misma percepción básica que la nuestra.
Sólo cuando vamos más allá de nuestra percepción ordinaria, nos damos cuenta
que hay otros que ya estaban más allá. Es el síndrome de: "Pero cómo has
cambiado desde que yo he cambiado".
En una habitación repleta de gente dormida, sólo aquéllos que están despiertos
sabrán quiénes están despiertos también. A menos que nosotros mismos estemos
despiertos, supondremos que todos los demás también están dormidos. De la
misma manera, puede haber muchos seres altamente evolucionados entre
nosotros, pero se necesita serlo para poder reconocerlo. Vemos a los demás de
acuerdo con nuestra propia visión, con nuestra propia graduación. Es muy
presuntuoso suponer que la percepción o experiencia del otro es igual que la
nuestra.
Por favor no creas cualquier cosa sólo porque está escrito aquí. Creerlo no es
más significativo que no creerlo. No hay razón para aceptar algo sobre una base
teórica. El conocimiento es inútil hasta que se aplica y el punto central de este
curso es aprender a aplicar el conocimiento de forma práctica en la vida diaria.
A medida que avanzamos en el Curso veremos cómo poco a poco empezamos a
aplicar estos principios en nuestra vida diaria. Sucederá de modo natural y
espontáneo conforme nuestra percepción se refine y se expanda. Cierto aspecto
del Curso tiene que ver con el entendimiento y el dominio de la mente. Si
practicamos las insinuaciones y sugerencias que se nos brindan -incluyendo el
repaso de nuestra lección actual, independientemente de nuestros planes o de
nuestro estado de ánimo- la mente se torna muy pura. La Shakti purificará la
mente. Nos asombrará ver lo poco que en realidad se requiere hacer, pero es
necesario entregarse y participar en el proceso.
84

El Yoga Vasishtha dice: "El mundo es como lo ves". Nuestra mente define y
describe todo, así que percibimos y experimentamos las cosas de acuerdo con lo
que la mente piensa. Las cosas que nos desagradan, las cosas de las que nos
quejamos, son nuestras propias creaciones mentales. Las imperfecciones que
vemos en el mundo, lo que está "mal" de los demás, todos los errores que
encontramos en nuestra vida, son creaciones de nuestra propia mente. Cuando
cambiamos nuestra mente lo suficiente, el reflejo del espejo cambiará de
conformidad.
Incluso esta persona que parecemos ser es producto de la mente. Expresamos
hacia el exterior la concepción interior que de nosotros tenemos. La forma de
pensar sobre nosotros mismos determina cómo nos manifestamos como persona
en el mundo. Creamos nuestro propio personaje. La sádhana elimina todos
nuestros malentendidos para que podamos expresarnos como en realidad somos.
Todas las ideas equivocadas sobre nosotros mismos causan muchos problemas y
sufrimiento. Purificar la mente es librarse de todas las ideas falsas, de todas las
tendencias, de todos los samskaras. La única razón por la que hacemos sádhana
es para purificar la mente, para liberarnos de la influencia de los samskaras.
Librarse de los samskaras es ser libre; permanecer influidos por cualquier
samskara es permanecer atado. Así de simple.
Muchas personas en este mundo tienen en común el no pensar elevadamente de
sí mismas. Aunque nos comportemos adecuadamente y parezca que causamos
una buena impresión a los demás, contrariamente tenemos una mala opinión de
nosotros mismos. Por supuesto, los demás reciben de nosotros cierta vibración
que corresponde a la forma en que nos vernos y esa vibración influye en la
forma en que nos ven, más que cualquier cosa que hagamos o digamos. Podemos
engañar a algunas personas por algún tiempo, pero no podemos disimular una
vibración y fundamentalmente los demás reaccionan a nuestra vibración.
Nuestra vibración corresponde a nuestro estado, a nuestro entendimiento interior
del momento.
Por otra parte, a menudo la opinión que otros tienen de nosotros dice más de
ellos que de nosotros. La forma como nos ven no nos afecta, sólo nos afecta la
forma en que pensamos, y es entonces que experimentamos las consecuencias de
nuestra forma de pensar, creyendo que el otro fue quien lo ocasionó. Nos afecta
sólo lo que ocurre en nuestra propia mente. Ninguna otra persona ni ninguna
otra fuerza externa tiene el poder de afectamos si nuestra mente permanece
fuerte. Una mente estable es nuestra máxima posesión. Debemos estabilizar la
mente, para que no se vea perturbada por cualquier cosa que ocurra, ni por cada
palabra que digan los demás. Baba decía que es sumamente importante cultivar
la tolerancia para poder soportar las cosas y vibraciones de este mundo.
85

Supe de una mujer que era tremendamente celosa sin ninguna razón. Iba
caminando con su esposo por la calle y de pronto ella decía: "Te sorprendí
viendo a esa mujer. ¿Qué tiene de fabulosa?" Y él decía: "¿De qué mujer estás
hablando? Yo no vi a ninguna mujer". Él no sabía de qué estaba hablando ella.
Entonces ella decía: "Siempre lo niegas, pero esta vez sí te vi. ¿Cómo puedes
decir que no lo hiciste cuando lo vi con mis propios ojos?" Y esto sucedía una y
otra vez. Ella jamás se dio cuenta de que el mundo era como ella lo veía.
Esta mujer es un buen ejemplo de cómo funciona un samskara. Nos hace ver el
mundo de una forma que no es real. Si vemos algo una y otra vez de
determinada forma y se vuelve un hábito o tendencia, comienza a suceder sin
que lo dirijamos, ni siquiera con nuestro permiso. Una compulsión interior que
habitualmente determina o influye en la forma como percibimos o
experimentamos las cosas es un samskara. Es muy importante comprender los
samskaras. No es sólo una palabra en sánscrito. Si no fuera por los samskaras,
no tendríamos que hacer sádhana. Ya estaríamos expandidos, ya seríamos libres.
El mundo que nos rodea refleja nuestros propios pensamientos. Cualquier cosa
que la mente crea, el pensador la experimenta como realidad. De esta forma
cada uno vive en su propio mundo, un mundo de su propia creación. Este es por
supuesto, el caso de la mujer celosa. Realmente vio mujeres que su esposo no
vio y sobrepuso en esas mujeres un atractivo que su esposo no hubiera siquiera
imaginado. Es así que creamos nuestra propia realidad. Nuestros conceptos y
creencias determinan la forma en que percibimos y experimentamos la realidad
exterior. No es que nuestra mente individual crea la realidad exterior. No
podemos determinar lo que nos sucede, pero sí podemos determinar lo que
sucede en nuestro interior.
Baba dijo una vez: La mente de cada persona crea sus propios asuntos. Cada
persona crea un mundo independiente en su propia mente, y así cada persona
vive en su propia creación. Es la mente la que lo ha creado todo, la que ha
creado el mundo. El mundo existe gracias a la Mente Cósmica. Esta persona
existe gracias a la mente individual. Es muy importante que hagas sádhana
para mantener la mente quieta, para mantener la mente estable, para
mantener la mente pura.
Si miramos a nuestro derredor justo ahora, dondequiera que estemos en este
momento, y pensamos en cuan diferente será ese mismo lugar en sólo cien años,
tendremos una idea de que nuestra realidad actual es sólo un fenómeno pasajero.
Lo que en verdad es real es lo permanente, eterno e inmutable. La clave del
secreto de la vida es descubrir y experimentar Eso que nunca cambia. Dentro de
cien años, Eso será lo mismo. El mismo Perceptor, el mismo Conocedor estará
presente, sólo el escenario será distinto.
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El mundo que nos rodea, incluyendo este cuerpo físico, es un fenómeno


pasajero. Es increíble pensar en lo diferente que era el mundo hace sólo
doscientos años. La gente de entonces jamás hubiera podido soñar lo que es el
mundo ahora. Ni siquiera tenían películas de ciencia ficción. Tanta gente, tantos
cuerpos han ido y venido, ha habido tanto nacimiento y tanta muerte. Tantos
acontecimientos en la vida de cada persona, tantos dramas, relaciones,
situaciones que resolver, sin mencionar el nacimiento y la muerte. Y todo esto es
un espectáculo pasajero.
Un día, todo lo que ahora existe no existirá. Puedes mirar hacia cualquier
dirección desde donde estés sentado y puedes estar seguro que en cien años todo
lo que ahora ves será muy diferente, de la misma forma que tu entorno actual, tu
escenario presente era bastante diferente hace sólo cien años, sin mencionar la
forma que habitas. Y todo este fenómeno fugaz realmente no nos afecta; lo que
realmente nos afecta es lo que pensamos al respecto.
Baba dijo una vez: La mente sobrepone su propia creación sobre la creación de
Dios y nos hace experimentar dolor o placer.
La mente no es sólo el cerebro físico flotando en la cabeza. Pensar que la mente
nace del cerebro es sólo más superstición. La mente continúa existiendo aun
cuando el cuerpo se haya ido. La mente nunca dirá: "Ay, estoy muerta". Sólo
dirá: "Bien, allá va ese cuerpo". La mente no está conectada dentro del reino
físico. El reino físico es un espejo o reflejo de la actividad mental.
El cerebro físico es un punto focal vibratorio para que la mente funcione en este
reino. El cerebro recibe y manda señales al resto del cuerpo, muy parecido a un
tablero instrumental de una sofisticada máquina. Sin embargo, el cerebro no
"piensa". El cerebro sólo vibra. El pensamiento ocurre en el plano sutil conocido
en sánscrito como manas, reflejado mediante las vibraciones del cerebro.
En el Curso, cuando nos referimos a la mente, casi siempre nos referimos a
manas. Manas organiza, define y divide el universo en categorías; conceptualiza
y retrata en tanto que nosotros comúnmente aceptamos sus conceptos y visiones
como verdaderas.
Existe una mente más elevada conocida en sánscrito como buddhi. Este es el
asiento del discernimiento. Buddhi tiene la capacidad de distinguir lo real de lo
irreal, la Verdad de lo falso, lo temporal de lo eterno. En la sádhana
gradualmente aprendemos a liberarnos de las garras de manas, confiando más en
buddhi, la fuente de la introspección, la realización y el reconocimiento de la
Verdad. En buddhi habita el verdadero entendimiento. Este verdadero
entendimiento no existe en manas, que es a lo que usualmente nos referimos
como la mente.
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Si te es difícil comprender cómo el mundo puede surgir de la mente, toma el


ejemplo de un sueño. En un sueño muchas cosas pueden existir, tantas otras
suceder, pueden estar presentes tantas personas, parece haber muchos tiempos y
lugares distintos, y entonces despertamos y vemos que todo sucedió en nuestra
propia mente, en un momento tan solo.
Lo mismo es cierto respecto de este mundo físico. Pensamos que éste existe en
todo nuestro derredor y que somos un pequeño e insignificante punto en algún
rincón irrelevante del universo, tratando de abrirnos paso por la vida lo mejor
que podamos. Pero en realidad todo existe en la conciencia. Estamos en medio
de un sueño y pensamos que es la vida real. Despertamos de este sueño mortal
cuando realizamos a nuestro propio Ser eterno.
La Conciencia no piensa. La Conciencia al contraerse forma la mente. La mente
y el pensamiento son lo mismo. La mente toma la forma del pensamiento;
cuando no hay pensamiento, la mente se expande y se transforma nuevamente en
lo Universal.
El Ser es el Conocedor; sabe lo que la mente piensa. No somos el pensador; sólo
estamos identificados con la mente mediante el ego que se apropia de todo y así
creemos que "nosotros" estamos pensando. Pensamos: "Yo pienso esto acerca de
aquello y eso acerca de esto". Estamos tan orgullosos de nuestras opiniones.
Creemos que nuestras opiniones son verdaderas, que nuestros pensamientos son
importantes y dignos de consideración. Creemos que deberíamos aparecer en la
televisión para transmitir nuestras opiniones por todo el mundo. Llamamos a los
amigos para darles nuestra opinión sobre algo, como si estuvieran ansiosos de
escuchar lo que les queremos decir. Todo esto se debe a nuestra equivocada
identificación con la mente.
La mente no tiene inteligencia, no tiene conocimiento. No tiene forma de saber
la verdad sobre algo. Esta es la función de buddhi, con la cual nos sintonizamos
a medida que rompemos nuestra identificación con manas. La mente, manas,
sólo puede pensar cosas. En la sádhana luchamos por romper la falsa
identificación con manas; y mediante buddhi, luchamos por darnos cuenta que
no somos el pensador sino Eso. Eso que conoce lo que está pensando. Somos el
Conocedor de todo lo que se conoce. No hay diferencia entre el pensador y el
pensamiento. Debido a la errónea identificación con el pensamiento creamos al
pensador. El Ser es el Conocedor de toda la actividad mental.
La mente es el vínculo entre Dios y el individuo. Dios se convierte en el
individuo mediante la mente; sin embargo, cuando nos concentramos en el
espacio entre los pensamientos, nos convertimos en Dios. La única razón por la
que pensamos que estamos separados de Dios, se debe a que nos perdemos en la
actividad de la mente. La Conciencia pura se experimenta en ese espacio que
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hay entre pensamientos. Cuando nos concentramos en el espacio, entre los


pensamientos, entonces nos concentramos en el Ser.
Nuestra aparente existencia separada surge con cada pensamiento, pero no existe
entre pensamientos. Si exploramos el espacio que se encuentra entre
pensamientos, experimentamos al Ser. Comúnmente, sin embargo, una noción de
continuidad proviene del ego, que se identifica con el pensador. Difícilmente
vemos lo que hay entre pensamientos, debido a que estamos tan concentrados y
fascinados por los propios pensamientos. Realmente se requiere de gran
disciplina para atisbar el espacio entre pensamientos.
Una vez que lo descubrimos, experimentamos el estado más elevado. Un ser
realizado está firme mente establecido en ese estado, y nunca cae en las trampas
y juegos de la mente.
Baba ha dicho: No conocemos el poder de los pensamientos que subsisten en la
mente. El poder del pensamiento es muy efectivo. La mayoría de las veces, los
grandes seres otorgan Shakti con el poder de la mente, con el poder del
pensamiento. Adondequiera que va la mente es adonde va la Shakti.
La mente crea este juego, este drama, esta danza; y tú buscas la felicidad en
este mundo creado por la mente. Sin embargo, buscar la felicidad en este
mundo es como buscar la felicidad en un sueño. El hombre pasa la mayor parte
de su vida en un mundo creado por su propia mente. Sólo aquel que esté
absorto en el néctar de su propio Ser interior disfruta de la verdadera felicidad
El agua no tiene color propio. El agua adquiere el color que le mezcles. La
mente es igual. La mente no tiene color propio, adquiere cualquier color que le
pongas. La mente sobrepone su propia creación sobre la creación de Dios y nos
hace experimentar placer o dolor. Si quieres experimentar felicidad, haz que tu
mente sea limpia y pura. Pon la mente bajo control, erradicando el apego y la
aversión. Cualquier cosa que hagas con emoción, con sentimiento, es lo que
experimenta todo el tiempo. Si piensas en cosas aterradoras, tu mente
experimenta agonía. Si piensas en cosas felices, experimentarás la felicidad.
La mente toma cualquier forma que le demos; se mueve como queramos que se
mueva. Uno no debe involucrarse con la mente, sino con la fuente de la mente,
de la cual la mente recibe toda su energía. En las Upánishads se hace la
pregunta: "¿Quién es Dios?" Se da la respuesta: "Dios es el testigo de la mente;
Él está más allá de la mente, pero El activa a la mente". Esa es la Verdad
suprema; y ése es el lugar donde, si la mente se fundiera, habría auténtico
reposo.
Tenemos todo tipo de pensamientos y permitimos que todo tipo de cosas pasen
por nuestra mente: pensamientos de inferioridad, de inseguridad, de debilidad y
autodegradación. Si en vez de esta actividad estúpida pensáramos elevadamente
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de nosotros mismos, si pensáramos en el Ser interior que es nuestra verdadera


naturaleza, estaríamos mucho mejor. Date cuenta de que tú no eres la mente, tú
eres sólo el testigo de la mente; eres el observador, el espectador, que está
mirando el movimiento de la mente . El conocimiento es sólo otro nombre para
el entendimiento correcto acerca de la mente.
Un aforismo del Pratyabhijñahridayam dice: "Chiti Misma, descendiendo del
plano de la Conciencia pura, se convierte en la mente al contraerse de acuerdo
con el objeto percibido" . Este aforismo es la verdadera esencia de la sádhana.
Es invaluable. Si un buscador pudiera entender sólo este aforismo y creer en su
verdad, la meditación y el conocimiento vendrían a él por si solos. Se
convertiría en Shiva. Chiti desciende desde su verdadera condición que es la
Conciencia pura, se contrae y se convierte en la mente. Chiti pulsa
constantemente en variaciones innumerables y de diferentes modos, y la
creación de esta infinidad de variaciones diversas es su juego gozoso. El
verdadero yogui ve los pensamientos y las fantasías que pulsan en su mente en
su variedad interminable como los latidos externos de su Ser. Está anclado en el
estado de la Divinidad suprema aun en medio de la actividad mental
El mundo de una persona y todo lo que le ocurre es un drama que sucede en su
propia conciencia. Crea su propia experiencia momento tras momento, mediante
lo que piensa. Este entendimiento es invaluable. Si una persona comprendiera al
menos esto, que las experiencias y circunstancias de su vida personal son
afectadas o influidas por sus pensamientos habituales y su actitud mental
predominante, su vida se transformaría por completo. Este es el secreto que sólo
unos cuantos comprenden en cada época.
Lo que nos sucede en este mundo externo y objetivo, es nuestro karma. Karma
es una de esas palabras en sánscrito para las que no hay equivalente en otros
idiomas. Si no se entiende el karma la mayor parte de la vida no tendrá ningún
sentido. Karma es lo que ocurre en nuestra vida en todo momento. Cada instante
que transcurre es karma. Cualquier cosa que nos ocurra es nuestro karma. El
karma es el material del que está hecha nuestra vida personal. Todas las
situaciones, acontecimientos, circunstancias, relaciones y la demás gente que
nos afecta en lo personal, representan nuestro karma.
Cuando sentimos: "Esto me está pasando", estamos experimentando nuestro
karma. Nada puede ocurrirnos que no sea karma, nada se filtra por accidente o
por suerte. Puesto que el karma incluye nuestra experiencia en el tiempo, todo lo
que compone cada momento es parte del diseño kármico. Toda esta encarnación
es como un rollo de cinta kármica que está corriendo. Es una película kármica.
En El juego de la Conciencia, Baba dice: Chiti se convierte en la mente para
que el alma individual pueda experimentar el fruto de su karma. Dios vive
dentro de ti en la forma de la mente, y Él te trae el fruto de tus acciones .
90

La Conciencia pura conoce lo que la mente piensa y es esa indefinida e


inmutable conciencia de Ser la que existe entre cada pensamiento. La
meditación más elevada, el estado más elevado, es vivir en ese espacio que
existe entre los pensamientos. Podemos hacer esto incluso al llevar a cabo
actividades mundanas y al relacionarnos normalmente con los demás. También
podemos hacerlo aunque surjan pensamientos en la mente. No tenemos que
eliminar la mente. Simplemente tenemos que liberarnos de ella. Tenemos que ser
su amo en lugar de su esclavo. Entonces podemos permanecer establecidos en el
estado más elevado.
Gurumayi dijo en una ocasión: Necesitamos expandir nuestro sentimiento
interior. Es el poder de la meditación, de la fuerza divina, de nuestra vida, de la
mente, del ego, de la mente subconsciente. Es el poder detrás de este universo
entero .
Es asombroso que ese mismo poder dentro de cada uno, dentro de todos, sea el
mismo. Gracias a este poder la Tierra gira Ese poder detrás del universo es el
mismo que está oculto dentro de todos nosotros. Experimentar nuestro propio
amor, es lo más hermoso que pueda sucedemos en nuestra vida. Es tan hermoso
reconocer nuestra grandeza, reconocer nuestra divinidad, comprender que no
necesitamos hacer nada para complacer a los demás. Necesitamos hacer algo
para complacernos a nosotros mismos.
Hay una cita muy hermosa de un gran, autor, que dice: "No te puedo dar la
fórmula para el éxito, pero te puedo dar la fórmula para el fracaso, que es:
trata de complacer a todos" .
Cuando piensas que necesitas complacer a todos, es una señal de fracaso.
Cuando decides estar complacido contigo mismo, esa es la señal del éxito. La
señal del éxito no es acumular riqueza, sino experimentar gran contentamiento
y paz interiores.
No importa lo que estés haciendo -ya sea cocinar, diseñar, escribir, cantar
poemas, hablar con alguien-, si eres feliz con ello, si estás complacido
haciéndolo, entonces eso es lo que te da gracia tanto a ti como a todos los que
te rodean. Esa gracia es el poder detrás del universo; es esa gracia lo que nos
permite vivir. Más que nada necesitamos descubrir nuestra propia verdad y
nuestra propia conexión con la gracia. Entonces vivimos con gran alegría todo
el tiempo.
Con amor,
91

LECCIÓN 10
Querido amigo:
Espero que hayas puesto en práctica el repasar con regularidad tu lección en
turno hasta recibir la nueva. Recibes dos lecciones cada mes. Puedes leer una
lección las primeras dos semanas y la otra las dos restantes o puedes leerlas
consecutivamente, alternándolas durante todo el mes. Funciona de cualquier
forma.
Lo importante es repasar tu lección en turno tanto como sea posible durante el
tiempo que trabajes en ella, leyendo una o dos páginas o aun uno o dos párrafos,
para volver a conectarte con la experiencia o con el estado a que la lección
alude. De esta manera, de lo que traten las lecciones se volverá real para ti, se
convertirán en tu propia experiencia y no sólo en algo agradable que leer.
Es imposible obtener todo de una lección con sólo una o dos lecturas, aunque la
mente crea que ya "conoce" el contenido. Conocer el contenido no es el punto.
Lo importante es practicar las enseñanzas. La experiencia nos ha enseñado que
la mayoría de la gente no lleva las enseñanzas a la práctica con sólo dos o tres
lecturas. Es fácil olvidar aquello con lo que sólo estamos de "acuerdo", si no lo
aplicamos en nuestra propia vida.
Hay gente que lee toda su lección en turno cada día. A menos que te sientas de
manera natural inclinado a hacerlo, como ellos, no tienes que sentir que debes
llevar las cosas a ese extremo. El método más efectivo consiste en volver a la
lección en turno por lo menos una vez al día, aunque sea para leer una o dos
páginas, hasta que la hayas terminado; luego vuelves, a empezar gradualmente a
releer todo otra vez o altérnala de esta manera con la siguiente lección del mes.
Si de verdad intentas esto, como un experimento, vas a ver por ti mismo que
algo valioso sucede como resultado. No tienes que aceptar la palabra de nadie.
Se han diseñado las lecciones de tal forma que cada nueva lectura tenga lugar en
un nivel más sutil que la vez anterior. Cada lectura te abre un poco más, si estás
dispuesto a ello. Verás por ti mismo como en una lección puedes ver algo
totalmente nuevo, a pesar de haberlo leído ya muchas veces, a pesar de que su
contenido te es bastante familiar.
En cierto sentido, para algunas personas puede haber algún elemento de tapasya
en este Curso. Como recuerdas, tapasya es aquello, que aunque es difícil o
desagradable, es bueno para tu sádhana. Si sólo hacemos lo que es fácil o
agradable, no hay reto para el ego. Al principio puede haber una resistencia
natural a releer el mismo material. Se necesita cierta disciplina. Puede haber una
tendencia a sentir que no tenemos suficiente tiempo para releer lo que ya se ha
leído, que hay demasiadas cosas que hacer. Sin embargo, algunas personas
92

sumamente ocupadas sí regresan a su lección en turno cada día e informan que


funciona, que algo extraordinario sucede como resultado de esa práctica.
El punto de enfoque del Curso es tu lección en turno. Debe dejarse algún tiempo
para repasar la lección que se sugiere, porque de algún modo va a estar
relacionada con tu lección en turno o la complementa. Una sola relectura de la
lección de repaso será suficiente, a menos que desees leerla de nuevo. Cuando
repasas una lección, te sorprenderá ver cuántas cosas no recuerdas haber visto
antes en la lección, o cuantas cosas has olvidado desde que la leíste la primera
vez.
Si por alguna razón no puedes leer una lección antes de que llegue la siguiente,
no te angusties ni pienses que te estás "rezagando". En este Curso no existe el
"quedarse rezagado". Simplemente estamos entrando en sintonía con lo que
ahora está disponible. Olvida la lección que no has leído y lee tu lección en
turno. Quizá después puedas regresar y leas lo que te faltó. Tarde o temprano te
llegará como tu lección de repaso, así que tendrás una segunda oportunidad para
cada lección.
Si se te pasan dos o tres lecciones sin que hayas abierto el sobre, no sientas que
debes "ponerte al corriente". Esa no es la manera cómo funciona el Curso.
Simplemente entra en sintonía con tu lección en turno, lee la lección de repaso y
estarás "al corriente".
Si puedes recordar permanecer centrado en tu lección en turno y leer la lección
de repaso por lo menos una vez, quedarás asombrado de lo que sucede. No
subestimes el poder de este proceso. Incluso si eres un "veterano" y has "visto y
oído" todo, aún así puedes estar abierto a algo nuevo. Las deliciosas sorpresas
que nos esperan, son el descubrimiento de lo que nos falta por saber. En una
ocasión. Gurumayi dijo. No hay fin en nuestro aprendizaje.
Como mínimo, lee cada lección al menos una vez. La relectura de tu lección en
curso una y otra vez, hasta que llegue la nueva lección, es el método óptimo de
participar en el Curso y la forma que más te beneficiará. No obstante, si te
desalienta el pensar en releer las lecciones, entonces simplemente léelas a tu
manera. Ciertamente es mejor leer cada lección una vez que nunca leer ninguna.
Haz lo que puedas. Nunca te sientas desalentado por lo que no puedes hacer.
En Siddha Yoga sucede mucho más de lo que el ojo capta. Existe el mundo
físico o externo, en el que parecen estar sucediendo todas estas cosas y también
existe un ámbito de energías vibratorias sutiles en el que las cosas suceden
mucho más rápido y en un nivel mucho más profundo. La mayoría de la gente
está totalmente atrapada en el mundo de las apariencias. Si algo parece estar
sucediendo, eso les basta; están convencidas de que realmente está sucediendo.
93

Y si no parece que está sucediendo, están convencidas de que no está


sucediendo.
Al practicar Siddha Yoga comenzamos a ver el mundo y nuestras vidas con una
visión más profunda y más expandida. Vemos que las cosas que parecían tan
importantes, ni siquiera importan en el mundo interior y que las cosas más
significativas, ni siquiera se notan en el mundo de las apariencias. Tantas cosas
pasan desapercibidas, a menos que uno sea sensible a las vibraciones sutiles.
Si has practicado Siddha Yoga por largo tiempo, probablemente has notado que
ves y experimentas el mundo de una manera muy distinta a como lo hacías antes
de empezar tu sádhana. Esta transformación de nuestra visión ocurre
espontáneamente. No es algo que podamos inducir mediante esfuerzo propio.
Sólo podemos participar en el proceso. Por lo general, vemos las cosas como
parecen ser o como creemos que son o según hemos sido programados o
condicionados para ver las cosas. Puede ser muy sorprendente descubrir que
existe una forma más expandida de ver las cosas, que lo que estamos
acostumbrados a ver.
¿Qué hay que ver? De acuerdo con los santos, los sabios y las escrituras, la
visión más elevada es ver el juego de la Conciencia en todo y en todos. El Ser
Absoluto que penetra y llena el universo entero danza en todas las formas y
seres. No hay vida separada ni una segunda "conciencia" ni animación o
actividad fuera del juego de esta única Conciencia. En última instancia, esto es
todo lo que hay que ver. Al principio sólo es una idea, una teoría. Después, a
medida que la Shakti corre el velo de los samskaras que han oscurecido nuestra
verdadera visión, en verdad lo vemos. No hay nada teórico en ello.
Todos los grandes maestros y santos han hablado sobre el único Ser Absoluto.
La terminología de las enseñanzas ha sido diferente, según la época y la cultura
en que se enseñaron y según las necesidades y el nivel de entendimiento de
aquellos a quienes se dirigían. Cada maestro ha enseñado con su propio estilo y
mediante su singular personalidad. A una persona de entendimiento superficial,
puede parecerle que las enseñanzas de diversos maestros se contradicen. Con
entendimiento conecto, vemos más allá de las palabras y percibimos la Verdad
universal de las enseñanzas
Frecuentemente se asocia la personalidad del maestro con el sendero y la gente
piensa que dicha personalidad es parte del sendero. Si el Gurú tiene un estilo
discreto la gente piensa que debe ser discreta: si el Gurú es muy expresivo, la
gente piensa que la forma conecta es ser llamativo. Es muy provechoso poder
diferenciar las enseñanzas del Gurú y su personalidad. La personalidad de Baba
era muy distinta de la de Bhagaván Nityananda; y la de Gurumayi es diferente
de la de ambos. Sin embargo las enseñanzas son las mismas.
94

Una vez se le preguntó a un maestro: "¿Por qué todos los diversos maestros
parecen estar en desacuerdo entre sí?" El maestro respondió: "Son los devotos
de un maestro los que no están de acuerdo con los devotos de otro maestro; pero
los maestros están de acuerdo entre sí".
Un Gurú genuino no tiene nada nuevo que enseñar. Puede tener un estilo y una
personalidad apropiados a la época, puede tener un enfoque moderno para
divulgar el conocimiento de la Verdad, pero las enseñanzas siempre son las
mismas. Nunca cambian, nunca se actualizan. La Verdad no puede mejorarse.
Puedes observar que la versión de esta lección en particular es de 1993, fecha de
su última revisión, aunque esta lección originalmente se escribió en 1975. El
estilo ha sido actualizado, pero las enseñanzas contenidas en la lección son las
mismas.
No importa qué tan "moderno" sea nuestro mundo, no importa qué tan
sofisticada se vuelva nuestra forma de pensar, la Verdad del Ser siempre sigue
siendo lo que es. Si alguien intenta convencemos de que ha descubierto o
inventado un sendero nuevo, será mejor que evites a esa persona, porque te va a
extraviar. El sendero verdadero es antiguo. Existía ya mucho antes de que este
mundo electrónico surgiera y continuará existiendo aun cuando este mundo se
convierta en algo que no podemos imaginar ahora.
Siddha Yoga es el nombre moderno del proceso que lleva al conocimiento
consciente del Ser o a la conciencia de la Conciencia. Cuando una persona está
completamente establecida en la conciencia de la Conciencia, entonces está
liberada, aun al estar todavía en este cuerpo. Está libre de este mundo aunque
parezca y se comporte como cualquier persona común. Se conoce a tal persona
como Siddha y es para eventualmente vivir como un Siddha que practicamos
Siddha Yoga.
Si nuestros amigos y parientes nos preguntan de qué trata Siddha Yoga, es mejor
apegarse a la sencilla verdad de que es un proceso que conduce al conocimiento
del Ser. Si tratamos de explicar por qué hay un Gurú, por qué cantamos en
sánscrito o cuáles son las disciplinas, es muy posible que veamos que la gente
no es muy receptiva a nuestras ideas. Es mejor llevarlas al ashram o al centro o
introducirlas a este Curso donde estarán en contacto con la gente que ha sido
preparada para presentar las enseñanzas básicas
Si les decimos: "Entramos en contacto con el Gurú, recibimos shaktipat. se
despierta la kundalini luego tenemos diversas kriyas en todos los niveles hasta
que purificamos nuestros samskaras y resolvemos todo el karma; luego, la
conciencia natural del Ser surge espontáneamente y nos establecemos en la paz,
el amor y la dicha", no ayudaremos a que comprendan lo que es Siddha Yoga,
aunque estemos diciendo la verdad.
95

Una persona debe tener un interés genuino por conocer al Ser antes de que se
sienta atraída hacia un sendero como el de Siddha Yoga. No hay forma de
convencer a alguien del por qué él debería conocer al Ser. Si el deseo interior
todavía no está dentro, no está lista para este sendero. Puede estar lista para un
sendero preparatorio, como los muchos que existen. Posteriormente, quizás en
algunos años, o en otra vida, el deseo por conocer al Ser se despierte y estará
preparado para el Gurú.
¿Qué es el Ser? La respuesta a esto es engañosa. En verdad, podemos ser el Ser,
pero realmente no podemos conocerlo. El Ser es el Conocedor, no lo conocido.
Empezamos a experimentar al Ser mediante la gracia. Mediante la Shakti,
mediante la gracia, algo sucede que va más allá de las palabras.
El Ser es el Conocedor, el Observador, el Testigo. Lo ve todo. No es visto. No
dejes que esto sea mera filosofía o conocimiento intelectual árido. Date cuenta
ahora de eso que ve y conoce lo que estás experimentando. ¿Qué es lo que ve y
sabe lo que dice esta lección? Algo está viendo estas palabras.
Los ojos realmente no ven las palabras, sólo informan de ciertas vibraciones al
cerebro. El cerebro no entiende estas palabras, sólo es un centro de energía
vibratoria que permite que el alma que vive en el interior, o jiva, perciba y se
relacione con el mundo físico. Algo más refinado que la mente tiene verdadera
conciencia y verdadero entendimiento.
La conciencia dentro de ti -eso que está consciente de cualquier cosa que tú
estás consciente- es el Ser eterno del universo. Es el único que está aquí, el
único presente, el único en casa. No hay nadie más por aquí. Sólo existe este
palacio de espejos que refleja infinitas variaciones del mismo Ser. Todo es la
danza de ese único Ser, el juego de la misma Conciencia. La misma Conciencia
escudriña detrás de todos estos ojos, simultáneamente.
No hay nada complicado para conocer al Ser. Algunas de las personas más
sencillas del mundo han vivido en la conciencia del Ser divino. No tiene que
pertenecer a un mundo de tecnología avanzada. El simple leñador puede ser un
sabio. El conocimiento de la verdad no requiere de una sofisticación mundana.
Es tan simple que casi rehusamos el tomarlo en consideración. Nuestra mente
requiere de complicación.
El individuo y el pensador son lo mismo. Cuando la conciencia se contrae en la
forma de pensamiento, surge la mente individual . Cuando la mente va de
pensamiento en pensamiento, experimentamos una secuencia de sucesos en el
tiempo, lo que nos da la noción de continuidad. Pensamos que vivimos s nuestra
vida, sin darnos cuenta que vivimos en nuestros pensamientos, uno tras otro, de
momento a momento.
96

Si la mente se aquieta, si cesa el pensamiento, el individuo queda suspendido, la


aparente secuencia de sucesos se detiene. Solo existe la indefinida, inmutable,
indiferenciada, y sin forma, conciencia de Ser. Si te fijas, cuando ves lo que
existe entre los pensamientos, no es que te quedes aletargado, no es que te hayas
idiotizado porque ya no estás pensando; sigues estando totalmente consciente.
Simplemente no hay pensamiento y mientras no haya pensamiento, existe la
experiencia de la Conciencia universal. Es sumamente simple.
La mayoría de la gente nunca permanece en este espacio de Ser puro el
suficiente tiempo para notar esta verdad obvia. Entre cada pensamiento, la
Conciencia universal se experimenta. No tiene forma el infinito Ser que siempre
está presente. Cuando la mente nuevamente se activa, el individuo continúa
experimentando las consecuencias de sus pensamientos, sin darse cuenta en
absoluto que está creando su propia continuidad.
Cuando despertamos de un sueño, acaso saltamos gritando: "¡Sólo era un sueño!
¡No estoy a punto que me devore un tigre! ¡Estoy despierto! ¡Estoy despierto y
mi sueño era irreal! ¡Ahora recuerdo quien soy!" No. no hacemos eso; sólo
despertamos. Es natural sólo despertar y ver que nuestro sueño sólo era un sueño
y proseguir con nuestras actividades. No amerita celebrarlo. Del mismo modo,
es bastante natural ver al Ser en todos lados, ver a la Conciencia danzando y
palpitando en todo, ver a la misma Conciencia divina dentro de todos. No es la
gran cosa. La mente y el ego quieren que sea la gran cosa, y hacen
prácticamente imposible tener la simple y no complicada experiencia de la
Verdad.
La Verdad puede parecerle extraña a una persona común, pero desde el momento
en que uno ha alcanzado verdaderamente esta visión, se siente muy natural.
Luego, nos parece raro que durante tanto tiempo hayamos creído en la realidad
de este sueño de vigilia y en las diferencias entre nosotros. Por lo general,
pensamos que tenemos que llegar a ser algún tipo de superhombre espiritual
para alcanzar la visión divina. No comprendemos que es nuestro estado natural.
Es sólo que nos hipnotizó la aparente realidad de la diversidad y la multiplicidad
de maya y de la mente.
Esta palabra "danza" puede parecerle a los occidentales una forma peculiar de
hablar acerca de la manifestación de lo Divino, pero si hemos de entender la
naturaleza de la verdad, es realmente una gran palabra. En sánscrito la palabra
es lila. El mundo entero es la lila de Dios, la danza de Dios, el juego de Dios, el
drama de Dios. Nuestro condicionamiento nos ha llevado a creer que Dios está
haciendo algo más serio que esto y es como radical considerar que Dios todo lo
que hace es danzar para Su propio deleite y se deleita con Su propio juego.
Comúnmente no pensamos que Dios se divierta. Esto se debe a que el ego es
sumamente serio.
97

La Conciencia no es necesariamente seria. Si todo el inmerso es su propia


proyección sobre la pantalla de su propio Ser, ¿que hay que tomar con seriedad?
El. Ser no tiene noción de autoimportancia. Es por ello que debemos
deshacernos de la auto importancia para poder conocer al Ser. De hecho, Dios
tiene una gran ligereza y sentido del humor, incluso es un travieso juguetón.
Cuando comprendemos esto, nos divertimos con las mismas cosas que antes nos
molestaban, lo que representa un gran logro.
A lo largo de los años he recibido cientos de cartas que dicen: "Si Dios es tan
juguetón y alegre, ¿qué pasa entonces con esto? ¿Qué sucede entonces con
aquello?", y dan una lista de todas las cosas horribles que han escuchando que
suceden en este mundo. Desde tiranos hasta desastres naturales, destrucción
insensata de pequeños niños. Tú puedes agregar más. Has leído libros de
historia, has visto las noticias.
Es muy importante comprender que este mundo no es el cielo. Es el ámbito del
karma. Aquí encarnan las almas para experimentar su karma . Parte de este
karma parece ser aterrador e injusto. Pero cada individuo experimenta lo que
debe experimentar; sólo lo que debe experimentar. Nadie tiene que sufrir una
tragedia adicional a lo que está asignado a su karma. Nada sucede por error o
accidente. Todo es karma. Una vez que entendemos esto, tenemos una base para
entender cualquier cosa que suceda en nuestra vida .
Incluso, todo lo que sucede no es más que la danza de la Conciencia. Nada más
sucede. Y no sólo eso sino que en cierto nivel, realmente nadie sufre nunca. El
sufrimiento existe dentro de maya. El Ser interior no experimenta sufrimiento.
El aspecto más profundo de nuestro Ser permanece inafectado, sin importar lo
que suceda e independientemente de nuestro dolor. Nos sintonizamos a este
nivel del Ser por medio de la meditación.
El mundo externo es un juego de polaridades, una danza de fuerzas oscuras y
luminosas; lo hermoso y lo horrible se mezclan y se confunden. Cada individuo
experimenta su justo karma . Nunca sucede algo más. Es un juego. Es maya.
Conoce la Verdad. Que las apariencias no te engañen.
Maya es eso que hace que parezca real esta danza. Maya obtiene su poder de la
Shakti. Es la forma en que Dios da origen a la apariencia de este mundo. Si no
fuera por maya, nunca experimentaríamos ninguna diferencia entre el perceptor
y lo percibido y permaneceríamos naturalmente serenos y no podríamos
experimentar nuestro karma. Ya que maya causa una separación aparente entre
el Observador y lo vi sto, origina la apariencia de la diversidad . En esta
diversidad experimentamos lo que sea necesario para finalmente ir más allá de
maya para ser libres.
98

El Ser no está restringido a un ashram o a una sala de meditación. La gente ha


realizado al Ser en la prisión y en el campo de batalla. Existe en todos lados
simultáneamente en nuestra propia Conciencia, nuestro gozo, nuestro amor. El
Ser existe plena mente en un cachorro, en un tigre, en una flor. Está en la puesta,
de Sol , está en la música, está en la belleza, está en la fealdad y está en los ojos
del que ve. Es el contentamiento que se siente al mirar a los ojos al amado .
Gurumayi dijo en una ocasión: Hay un gran santo llamado Jñanadev
Jñaneshwar Maharaj. En su canto, habla acerca de la semilla del universo: "Yo
soy el testigo; yo soy la luz azul en el vacío. Sin embargo, permanezco distinto
de todo. El ojo interior ve lo que existe más allá de la mente. Experimento mi
Ser sin atributos, más allá del pensamiento. Jñanadev dice, mi Gurú me dio la
visión en la que veo el universo entero dentro de mí mismo".
¿Cómo podemos tomar las cosas tan en serio una vez que vemos al mundo
entero como el espejo de la Conciencia y a los demás como nuestro propio Ser
en diversas formas? La Shakti es muy ligera. Cuando se comprende esto,
sabemos cuándo estamos en sintonía con el Ser y cuando nos hemos extraviado.
Cuando estamos realmente ligeros en nuestro interior, cuando vemos el humor
divino en las cosas, estamos en contacto con la Conciencia interior . Cuando nos
descubrimos apesadumbrados y tomándonos muy en serio, cuando la
preocupación, el agobio y la sensación de carga surgen, podemos ver que nos
hemos desviado de nuestra propia naturaleza verdadera y que nuevamente
estamos hipnotizados por las apariencias.
Alguien escribió una vez: "Pareciera ser que si Siddha Yoga funcionara, existiría
ya mucha gente que habría realizado al Ser. Pero fuera del Gurú, no hay
evidencia de que alguien haya logrado esto. ¿Por qué no hay muchos seres
realizados caminando a nuestro derredor debido a que han practicado Siddha
Yoga durante tantos años?
Si alguien ha realizado al Ser mediante la práctica de Siddha Yoga, ¿cómo lo
reconoceremos? ¿Qué es lo que él o ella va a hacer o decir o cómo se verá para
que podamos afirmar: "Mira, él ha realizado al Ser" ¿Cómo lo vamos a saber?
¿Se va a ver más sabio? ¿Va a estar más tranquilo, más sofisticado? ¿Va a citar
las escrituras hasta en las fiestas?
Aquel que ha logrado algo no tiene que impresionar a nadie y no tiene nada que
ganar dándole a conocer a alguien sus logros. Su logro es que ha realizado su
unión con todos, así que ¿a quién hay que deslumbrar?
Un gran ser genuino no necesariamente parece un hombre santificado o un
santo. Los falsos gurús son los que más bien parecen ser de la manera que
esperamos o deseamos que sea un Gurú. Los verdaderos Siddhas difícilmente se
99

reconocen como tales, excepto quizá por otros Siddhas quienes permanecen
como desconocidos ante todos, salvo para sí mismos.
Baba dijo en una ocasión: Si tienes verdadera valía, no eres exhibicionista. No
lo traes bajo la manga para deslumbrar a los tontos. Si tienes verdadera valía,
siempre lo mantendrás oculto. Si te encanta exhibirte, sólo estarás exhibiendo
cosas sin valor, cosas que no tienen valor alguno.
El que conoce al Ser es un maestro en aparentar que es completamente inocente
o ingenuo, cuando de hecho lo sabe y lo ve todo. Es un maestro en aparentar que
sabe menos de lo que realmente sabe. Incluso puede parecer apagado, puede
parecer desmemoriado. Esto es, en verdad, una siddhi un cierto poder. La gente
común se las ve muy duras para aparentar que sabe menos de lo que sabe . Por el
contrario, la tendencia es parecer más conocedor de lo que realmente se es.
Así es que ¿cómo vamos a saber si una persona ha alcanzado algo? Con
Gurumayi es sencillo porque Baba la hizo el Gurú. La colocó en una posición en
la que sus logros serían reconocidos por los demás. Ya que ella se desempeña
como Gurú público, ella no oculta su verdadero logro, aunque a menudo parezca
que está abstraída, cuando en realidad está totalmente consciente, y la razón de
ello es que esto finalmente ayuda a nuestra sádhana.
De todos los demás en Siddha Yoga, ¿quién sabe lo que han logrado? Sólo el
Gurú se revela públicamente. Así que ¿cómo reconoceríamos a alguien que
conoce al Ser? ¿Qué tal si hay treinta más que han realizado al Ser"? ¿Qué tal si
son cincuenta? ¡Cincuenta Siddhas! ¿Cómo sabríamos quiénes son? ¿Serán los
que se sientan al frente durante los programas? ¿Serán los swamis, los
administradores, los miembros de la mesa directiva? ¿Serán los que logren pasar
al frente en la línea para la cena? ¿Serán los que siempre van al canto de la
tarde? Quizá son los del punto rojo en el entrecejo. En verdad. ¿Cómo
reconoceríamos a alguien que haya alcanzado el estado de Siddha?
Si alguien ha alcanzado algo valioso, ¿no estaría simplemente haciendo su seva
como el resto de nosotros? ¿No caminaría en la fila del darshan como el resto de
nosotros? ¿No tendría un cuerpo humano, con personalidad, manías y
excentricidades como el resto de nosotros? ¿No continuaría su cuerpo pasando
por su karma, igual que todos los otros cuerpos? Así que, ¿Cómo lo
reconoceríamos?
Sólo hay una forma de reconocer a un gran ser: podemos reconocerlo por lo que
experimentamos al estar cerca de él o por medio del contacto que tengamos con
ella. Si causa alguna transformación, interna o externa, si nos volvemos
vívidamente conscientes del Ser, si nuestra mente se aquieta en su presencia, si
el amor o la alegría surgen inexplicablemente desde dentro, entonces podemos
reconocer a aquel que está en sintonía con el Ser interior de todos. Si estamos lo
100

suficientemente abiertos y receptivos, podemos reconocer a un gran ser


mediante nuestra propia experiencia.
El mejor enfoque consiste en no involucrarse con el desarrollo de nadie más.
Nuestro propio entendimiento interior es lo que es importante para nosotros. El
ego está relacionado con la conciencia que tenemos de la demás gente. Alguna
vez has notado como la atención de un perro se aviva cuando ve a otro perro. Un
gato puede detectar a otro gato a dos cuadras de distancia y no pondrá atención a
todo lo demás, lo mismo es verdad respecto del ego humano. Constantemente
está fascinado por los demás.
La persona común llegará a extremos ridículos para conformarse con lo que los
demás esperan de ella. El tratar de complacer a los demás, cediendo ante la
presión de sentirnos observados está relacionado con el ego . Cuando uno conoce
al Ser indefinido, no hay nada a lo cual conformarse, ningún precedente a
seguir, nadie a quien complacer y nada para vivir conforme con nadie.
Ya que no está intranquila, ya que no está consciente de sí, tendemos a sentir
que podemos relajamos y ser nosotros mismos cerca de tal persona.
Intuitivamente sentimos que dicha persona nos aceptará como somos. Sabe que
es el Observador siempre, nunca lo visto y en su compañía entramos en ese
estado también. El estado de un Siddha es contagioso, ya sea que lo
reconozcamos como un Siddha o no.
Gurumayi dijo en una ocasión: Lo que eres es la Verdad; lo que piensas que eres
no es la Verdad . Lo que eres es amor ; lo que crees que son tus acciones no es la
Verdad. Siempre que agregas cualidades externas y acciones a lo que eres, eso
es lo que te aleja de la verdad .
No importa cuántas veces olvides experimentar tu propio corazón, una y otra
vez regresa a él. Ya sea que sepas lo que es tu corazón o no lo sepas, hay algo
dentro. Regresa a él.
No importa cuántos errores o faltas hayas cometido, ahí está el corazón que
perdona todo y a todos. A esto se le llama amor incondicional. Esta es la razón
por la que Baba decía que no importa cuántos pensamientos tengas o cuántos
pecados hayas cometido. Más allá de todo está el sublime corazón que existe en
todos. Mira dentro de tu propio corazón.
Cuando miras dentro de tu propio corazón, escuchas música jamás tocada.
Debido a esta música interior la vida prosigue. Debido a esta música interior
podemos amarnos los unos a los otros. Debido a esta música interior podemos
funcionar en este mundo. Para tener esta experiencia, mira dentro de tu propio
corazón.

Por favor repasa la lección 5. Con amor.


101

LECCIÓN 11
Querido amigo:
La "liberación" de la que hablamos en el terreno de la espiritualidad es
esencialmente la libertad de ser uno mismo. Nuestros pensamientos,
sentimientos, acciones y reacciones, normalmente están determinados o por lo
menos influenciados por los samskaras. La sádhana es básicamente el proceso
de liberarnos de los samskaras. Cuando nos libramos de la influencia de los
samskaras, podemos por fin ser nosotros mismos, tal cual somos.
En este mundo hay muchas cosas a las cuales nos debemos ajustar. Algunas de
ellas, como la manera de vestir y actuar con los demás, son obviamente cuestión
de condicionamiento, pero hay otras que no resultan tan obvias. Cumplimos el
mandato social al adoptar las creencias comunes y corrientes sobre lo que es el
mundo.
Cuando comenzamos en Siddha Yoga, iniciamos un proceso a través del cual
este mundo se nos revela gradualmente como es en realidad. En un momento
dado, empezamos a notar que algo está sucediendo en lo profundo de nosotros
que no tiene nada que ver con las apariencias, ni con el drama externo.
Al empezar a ver las cosas como realmente son, y no como creemos que son, o
parecen ser, vivimos cada vez más según nuestra propia naturaleza. Gran parte
de nuestra desdicha se debe a la incapacidad de ser nosotros mismos,
libremente. En los momentos cuando somos naturales, espontáneos, fluidos y
sinceros, todo resulta bien; todo funciona muy positivamente y sentimos que la
dicha es inherente a nuestro ser.
Sin embargo, muchos nos sentimos cohibidos, rígidos, limitados por todo tipo
de ideas y patrones sobre como deberíamos ser. Nos esforzamos por ser
correctos, aceptados, y por merecer la aprobación de los demás. Actuamos como
hemos aprendido a actuar, y de acuerdo con el condicionamiento que hemos
recibido. En vez de fluir natural y espontáneamente, hacemos un gran esfuerzo
consciente por decir lo correcto.
Incluso después de haber dicho algo, nos preguntamos: "¿Estaría bien lo que
dije? ¿No habré parecido un idiota?" En semejantes condiciones no somos
libres. Y si no somos libres, no disfrutamos el estar vivos. Nos preguntamos qué
caso tiene todo esto.
Ten cuidado con esos grupos que te critican por ser de cierta manera, por hacer o
por no hacer ciertas cosas, o por no ser como los demás. Dios creó una gran
diversidad de cosas en este mundo. De hecho, creó todo lo que existe. Dios se
expresa a través de todas las personas, sean como sean. No hay excepciones e
independientemente de lo excéntrico o poco ortodoxo que alguien pueda
parecer, no hace sino llevar puesto otro de los disfraces de Dios.
102

Cualquier grupo o maestro que afirme: "Este es el camino correcto" no merece


tu atención. Aún dentro de Siddha Yoga puede haber quien, debido a su
entendimiento limitado, te diga que las cosas son de cierta manera. Sin embargo,
la única forma "correcta" es simplemente ser fiel a tu propia naturaleza .
Antes de empezar la sádhana, sólo tenemos nociones erróneas de quién somos.
La sádhana debe practicarse con determinación durante un tiempo, antes de que
el individuo tenga la suficiente claridad como para vislumbrar su verdadera
naturaleza. Cuando descubrimos nuestra verdadera naturaleza y nos
sintonizamos con ella, nuestra dicha es indescriptible.
Estamos compartiendo un recorrido increíble. Es el viaje que realizamos desde
lo que creemos ser hasta el espacio de nuestro verdadero Ser. Es un gran juego
en el que participamos. Y esto es lo más maravilloso que pudiéramos compartir.
Nada que imaginemos podría ser tan satisfactorio como compartir este increíble
viaje de vuelta al Ser. Por esta razón, en realidad no hacemos solos la sádhana.
Sin duda hay la sádhana propia, única y personal, pero también hay una sádhana
de grupo, una sádhana que compartimos con otros. Y por esto hay áshrams,
centros de meditación y este curso por correspondencia.
Hay cosas que no podemos lograr solos. Ciertas cosas se pueden alcanzar
solamente compartiendo la sádhana con otros devotos. La participación en el
Curso es una manera de compartir. Mucha gente está recibiendo esta lección el
mismo mes y la lee más o menos simultáneamente. Hay muchísimas otras
personas que ya la leyeron y algunas quizás la estén releyendo como repaso.
Otras personas la recibirán más adelante. Y entre ellas, quizás habrán personas a
las que tu les hablaste del Curso y lo comienzan por recomendación tuya. ¿No es
esta una manera muy íntima de compartir?
Así que hay un aspecto de la sádhana que compartimos y también hay otro
aspecto que podemos practicar únicamente solos. Es necesario un equilibrio
entre ambos aspectos. Muchos estamos compartiendo esta lección, pero hay
diferentes maneras de entenderla. Cada quien vemos lo que nos resulta relevante
en este momento; que corresponde a lo que estamos viviendo. Unos meses más
adelante, podremos releer la lección y veremos en ella cosas que no habíamos
notado. Esto siempre sucede. Vemos en las lecciones lo que corresponde con
nuestro momento; por lo que estamos pasando.
Cada uno captamos las mismas palabras y las mismas ideas en niveles
diferentes. La frase: "El Ser es tu propia Conciencia" significa algo distinto para
cada persona. Si bien todos compartimos el mismo Ser interior, la misma
Conciencia, lo experimentamos de modo distinto, de acuerdo con nuestros
conceptos, condicionamientos, interés, nivel de comprensión y nuestros
samskaras.
103

Durante los primeros seis meses del curso, ocurre un proceso importante y es
que establecemos un vocabulario con el cual podemos trabajar. El vocabulario
normal de una persona no es lo suficientemente amplio para entender ciertas
cosas. Por ejemplo, en español no hay términos equivalentes para karma o maya .
Es necesario incorporar estas palabras a nuestro vocabulario para entender
ciertos procesos cósmicos.
Estamos desarrollando una base sólida con nuestra comprensión de la
terminología. Y más adelante podremos comunicar cosas que ahora no podemos
porque no dominamos el vocabulario esencial. Este dominio se desarrollará con
el tiempo en forma natural, por medio del repaso constante de las lecciones. Nos
sorprenderemos de cómo se expande nuestra comprensión de ciertas ideas y
vínculos o relaciones entre ellas. Dale la bienvenida a la lectura repetida, ya que
tiene gran poder.
En sesiones de preguntas y respuestas de los talleres o en los grupos de estudio,
por lo general se puede ver quiénes toman el Curso y quiénes no. Hay ciertas
preguntas formuladas por personas que obviamente no las harían si hubiesen
leído al menos las primeras lecciones. Y es difícil responderles con claridad, ya
que no se puede enseñar a una persona un vocabulario nuevo y una nueva
perspectiva en un instante. Seguir un proceso, y la participación en este Curso,
ir de una lección a otra, comprendiendo ciertas cosas que nos capacitan para
entender otras, son medios que nos ha dado el Gurú para nuestra evolución
espiritual. Al ir experimentando este desenvolvimiento en tu vida, te darás
cuenta de lo fascinante que es el proceso.
Estas lecciones no fueron estructuradas para fluir siempre en forma lineal. Las
palabras, frases y párrafos no siempre se enlazan de manera convencional, y
pueden parecer extrañamente incongruentes. Sin embargo, hay un hilo que
conecta todo. Al entender la conexión sutil y la relación entre las ideas, vamos
más allá de las limitaciones de la mente y nos sintonizamos y alineamos con la
Shakti interior. Esto da lugar a revelaciones e intuiciones que nos permiten saber
algo sin que sepamos cómo lo sabemos.
Las palabras son muy poderosas. Es importante saber cómo usarlas
correctamente y evitar su uso erróneo. En el mundo, mucha gente no comprende
el poder de las palabras. No entienden el poder de los sentimientos relacionados
con las palabras, ni entienden tampoco cómo los afectan e influyen en su
percepción y en sus experiencias.
Todos experimentamos el poder de las palabras, pero muy pocos lo reconocen y
lo entienden. Por ejemplo, nos dicen algo malo sobre nosotros, nos insultan o
critican y nos sentimos muy mal. Si alguien nos felicita por algo, nos sentimos
muy bien. Nuestros sentimientos están determinados por las palabras que
tomamos en cuenta. Las palabras pueden hacernos enojar o deprimirnos. Y las
104

palabras pueden edificamos. ¿No es curioso que seamos tan vulnerables a las
palabras?
Debemos aprender a liberarnos del poder que las palabras ejercen sobre
nosotros. Nos vemos afectados por las que tomamos en consideración, por lo
cual es importante aprender a usar el discernimiento antes de tomarlas en
cuenta. Somos sofisticados en relación con muchas cosas, pero al mismo tiempo
aceptamos con gran ingenuidad las palabras y las ideas de otros.
Cuando entendemos verdaderamente el poder de las palabras, aprendemos a
desechar automáticamente todo lo que pueda desanimarnos. Podemos ser
selectivos en relación con lo que permitimos que nos influya. Comprender el
poder de las palabras es una de las cosas esenciales en la sádhana y en la vida
diaria. Si no comprendemos el poder de las palabras, nos controlarán y nos
manipularán de maneras que ni siquiera imaginamos .
En el shivaísmo, a este poder de las palabras se le llama mátrika Shakti.
Entender a la mátrika Shakti es fundamental. Si bien no podemos lograrlo de la
noche a la mañana, sí podemos empezar a comprenderla. Y con el tiempo, al
expandirse nuestra perspectiva, nuestro entendimiento se expandirá también.
Baba dijo: El cuarto aforismo de los Shiva Sutras es: Jñana dhishthanam
mátrika: el incomprendido poder inherente del alfabeto, es la base del
conocimiento limitado. Primero tenemos esta conciencia: "Soy imperfecto" .
Enseguida viene el conocimiento de la dualidad, la noción de las diferencias
entre los individuos y entre todas las cosas de este mundo . Finalmente, tenemos
la sensación de realizar buenas y malas acciones. Estas tres sensaciones se
conocen en el shivaísmo como las malas. Una mala es una impureza, una
mancha. Por el efecto de estas tres malas, la Conciencia se convierte en la
mente.
La fuente de todas las cosas, de todos los problemas, es este conocimiento
limitado, esta mátrika . Cuando la Conciencia universal se vuelve limitada,
cuando se contrae, da origen al conjunto de las letras. Todos nuestros
sentimientos, nuestras emociones, todo lo que ocurre en el interior se deben al
conjunto de las letras.
Las letras forman una palabra. Las palabras forman una frase y una frase tiene
su propio significado. A partir de este significado se crea una imagen en la
mente. Por ejemplo, están las letras m-a-n-g-o. Cuando combinas estas letras
se convierten en una palabra: mango. Cuando dices "mango" hay un
significado para esa palabra. Cuando captas el significado de esta palabra, te
representas la imagen de un mango.
Un mango se ve así, y tiene cierto sabor. A partir de las letras, las palabras; de
las palabras, el significado. Cuando hay un significado, se crea dentro una
105

imagen; una imagen en la mente. Debido a estas imágenes experimentas


diferentes sentimientos, diferentes emociones, dolor y placer, amistad y
enemistad. Cuando la Conciencia se contrae, da origen a diferentes
pensamientos, a diferentes tipos de imágenes. Cuando hay imágenes, hay una
representación en la mente. Según el tipo de imagen de que se trate, la persona
experimenta alegría o dolor. Piénsalo. Esta es tu experiencia co tidiana.
Por la mátrika Shakti, este poder de las palabras, nos contraemos ; nos
convertimos en personas ordinarias. Pensamos: "Soy imperfecto, soy delgado,
soy listo, soy muy ignorante, soy un swami, soy un sacerdote, soy esto o
aquello". A veces también pensamos: "Dependo de alguien". Así, la mátrika
Shakti hace surgir muchos diferentes sentimientos y emociones. La mátrika
Shakti es también la que da origen al conocimiento de la dualidad y es por esto
que experimentas deleite, o bien tristeza. La mátrika Shakti desempeña distintos
papeles en nuestro interior; en el espacio de la mente hace surgir diferentes
tipos de imágenes, diferentes tipos de pensamientos. El individuo se obsesiona
con la mátrika Shakti y actúa de acuerdo con ella.
En el espacio de la mente, la mátrika Shakti crea su propio mundo. Luego, la
persona cae presa del hechizo de su creación. La mátrika nos hace llorar y reír,
agitarnos o atormentarnos. Por ella creemos haber alcanzado algo, y por ella
creemos no haber alcanzado nada. De día y de noche, crea innumerables
sentimientos y muy diversos tipos de imágenes. Nunca se detiene.
La fuente de su trabajo es la dualidad, y el principal propósito de su actividad
es dar la noción de la dualidad La mátrika Shakti te hace olvidar tu verdadera
naturaleza, y es la misma mátrika Shakti la que te hace sentir que eres un ser
humano en lugar de Dios. Encubre tu verdadera naturaleza y luego se presenta
ante ti y te muestra sus propias manifestaciones. Mientras sigue existiendo el
juego de la mátrika Shakti, tú eres un ser humano ; pero en el momento en que te
das cuenta de la formación de la mátrika Shakti, dejas de ser un simple ser
humano. En este mismo cuerpo sabes que eres Dios. Esta es tu sádhana.
Observa tus pensamientos, pero no te dejes atrapar en sus redes.
Siéntate en silencio y observa el juego de la mátrika Shakti, cómo hace surgir
las letras, y cómo las letras componen las palabras, cómo las palabras tienen
su propio significado, cómo ese significado produce una imagen en la mente, y
cómo te involucras por completo con las imágenes. Esto es psicología pura. De
esta manera conoces a tu mente. Si no sabes lo que es la mente, ¿cómo puedes
prescribir algo para la mente? Necesitamos tener un conocimiento completo de
ella para ser felices.
Una persona se vuelve mundana al obsesionarse con su propia Shakti. Nos
enamoramos de nuestra propia mátrika Shakti, que crea todas estas cosas,
sentimientos y formas de fantasía diferentes. No existe otra causa, no hay otra
106

acción, no hay otro destino que sea responsable de esto. Los responsables
somos nosotros mismos. Creamos diferentes pensamientos y diferentes fantasías
y les damos una forma. Luego nos enamoramos de esa forma. A esto se le llama
ser mundano . Cuando hacemos que esta misma energía se despliegue, cuando
hacemos que esta energía se expanda, la misma energía nos da el conocimiento
de que somos la propia Conciencia. Observa la fuente de todos los
pensamientos. Esta es una gran sádhana. A esto se le llama conocimiento, a
esto se le llama meditación, a esto se le llama realización . No hay nada más
allá de esto. Obsérvate. Entiende tus propios pensamientos. Así no estarás
perturbado. El espacio de la Verdad suprema es aquel donde los pensamientos
se funden y donde los pensamientos surgen. Entonces el poder de tu mente
aumentará, la fuerza de tu mente aumentará, y experimentarás la paz. No sólo
eso, también realizarás a tu propio Ser.
Baba nos dio estas enseñanzas tan elevadas cuando vino a Occidente por última
vez. Muchos de nosotros estamos familiarizados con el poder del pensamiento y
los beneficios del pensar positivo, pero, ¿cuántos de nosotros nos damos cuenta
de que los antiguos textos del shivaísmo han señalado y explicado con toda
precisión estos fenómenos en su conjunto? La Biblia dice: "En el principio era
el Verbo, y el Verbo era Dios". ¿Te has preguntado alguna vez cómo es que el
Verbo era Dios? ¿Alguna vez has entendido de verdad qué poderosas son las
palabras en la vida y qué importante es ser selectivos con lo que permitimos
entrar en nuestro consciente?
Baba explicó la mátrika Shakti en varios de los Intensivos que dio en Occidente,
y siempre ponía énfasis en lo importante que es entenderla. En 1979 decidí
introducir estas enseñanzas en el Curso a partir de la lección 11. Durante estos
años, esta lección ha provocado más reacciones en los estudiantes que ninguna
otra del curso. Muchas personas nos han escrito comentando lo exquisita que es
la enseñanza de la mátrika Shakti, y la cantidad de cosas que explica. Otros
escriben diciendo no entender ni una sola palabra de esta lección. Mucha gente
le ha llamado su "lección favorita", y otros han dicho que consideraron
seriamente la idea de abandonar el Curso cuando la leyeron.
Ya sea que esta lección te parezca pertinente o significativa, por medio del
entendimiento de la mátrika Shakti es posible comprender muchas cosas que de
otro modo no se podrían entender. Por otra parte, no tenemos que entender a la
mátrica intelectualmente para conocer al Ser. No tenemos que aprobar un
examen sobre ella para realizarnos. Si nuestra sádhana es sobre todo del
corazón, de la devoción y del amor, y realmente no deseamos ser muy
intelectuales, está bien. No obstante, es bueno comprender cómo nos afectan las
palabras. Es un hecho que las palabras nos afectan, ya sea que escojamos
saberlo o no. Si las palabras no te afectan a menos que elijas ser afectado, no
107

necesitas entender nada sobre la mátrika Shakti. Tu entendimiento es excelente.


Pero si te molestas, te enojas, te deprimes o tienes otra reacción simplemente
porque alguien dice algo o porque escuchas algo, o piensas algo, entonces
realmente necesitas comprender lo que es la mátrika y cómo trabaja en tu vida.
De lo contrario, las palabras te manipulan sin que te des cuenta.
Antes que nada, están las palabras que surgen en tu propia mente. Si piensas:
"Hoy me siento muy feliz", surgirá un cierto sentimiento, pero si piensas: "Estoy
solo, aburrido, nadie me quiere, no vale la pena vivir", surgirán una serie de
sentimientos muy distintos. Por lo común, nos damos cuenta de que los
sentimientos surgen de las palabras. Creemos que las palabras están presentes
porque los sentimientos ya existen por alguna razón. Esto se debe a que no
entendemos la mátrika Shakti, y al no entender cómo trabaja, nos dejamos
engañar por ella.
Todas las palabras que surgen en la mente tienen su propio efecto y su
significado. Si piensas: "Me siento de maravilla", te sentirás de maravilla, y si
piensas: "Siento un gran dolor", experimentarás dolor. Esto lo comprende una
persona sabia, mientras que la ignorante cree que no es posible que las palabras
sean el origen de sus sentimientos, percepciones y experiencias. No obstante, al
examinar con cuidado las relaciones que existen entre las cosas, la verdad se
vuelve obvia.
Una de las cosas más importantes que ocurren en el proceso de Siddha Yoga es
que aprendemos a trabajar correctamente con la mátrika Shakti. Cuando se usa
debidamente, puede ser un arma muy poderosa. El shivaísmo dice que nos
atamos a causa de la mátrika, y que también podemos usar la mátrika para
liberarnos.
También aprendemos a no ser afectados por la mátrika. Las palabras no deberían
afectarnos automáticamente como ocurre por lo general. Si una persona dice
algo que no nos gusta, nos molestamos. Pero no hay razón para que las palabras
nos afecten, sea cual sea su origen. No es necesario alterarnos tan fácilmente.
Nuestras emociones no han de depender de las palabras que escuchamos. No
deberíamos ser tan vulnerables a la mátrika, si no queremos ser infelices la
mayor parte del tiempo sin saber siquiera por qué.
La mátrika interna es como una voz que nos habla dentro de la cabeza. A pesar
de ser silenciosa, la podemos oír. Es una voz familiar que hemos escuchado toda
la vida. Podríamos pensar que sólo estamos pensando en algo. Pero, sea así o no,
ella continúa. Siempre está diciendo algo; siempre da su opinión, consejos y
reacciones verbalmente a todo . Siempre nos indica lo que podríamos o
deberíamos decir. Es una cascada interminable de palabras, un diálogo interno
perpetuo, que podemos observar fácilmente. Y también es posible observar
cómo nos afecta. También está la mátrika externa. La gente siempre nos está
108

hablando, siempre dándonos palabras que hemos de considerar. El sabio aprende


a escuchar de cierta manera. Aprende a oír los significados sin afectarse, sin
reaccionar, sin ser vulnerable. Una persona así no se sugestiona fácilmente, ni se
siente insultada ni se molesta. Simplemente escucha lo que le dicen, reflexiona
en las palabras, sin apego, acepta lo que considera cierto y desecha lo demás. Si
aceptamos automáticamente todas las palabras que nos llegan, estaremos
abriéndonos a cantidad de problemas y dolor innecesario.
Nos llegan palabras de todas partes. La experiencia de una persona común y
corriente acerca del mundo es lo que oye decir a los demás, lo que escucha en la
radio y la televisión, lo que lee en periódicos, revistas y libros. Reflexiona: ¿No
es así como conocemos el mundo? ¿No es así como sabemos lo que pasa por
ahí? La realidad de la persona común se compone enteramente de palabras. No
sabe distinguir si las palabras son verdad o si pueden estar prejuiciadas por
proceder de una perspectiva parcial. No lo sabe, a menos de que tome
conciencia cuando alguien intente controlar lo que piensa.
Las palabras controlan a la gente. El poder de sugestión, el lavado de cerebro, la
propaganda y la publicidad dependen del poder de las palabras. Una sociedad
entera puede ser controlada y manipulada simplemente al determinarse qué
palabras habrán de ser vistas y oídas . ¿Tienes, idea de la procedencia de las
palabras que escuchas, y de lo que las motivó?
¿Cuántas de nuestras opiniones y creencias se han formado debido a las palabras
que provienen de los demás? Casi todos estamos llenos de creencias y opiniones
que no han sido verificadas por la propia experiencia u observación; son
producto de influencias externas que nos llegan por lo general en forma de
palabras. Nos puede agradar una persona o podemos volvernos en su contra sólo
por algo que hemos oído decir de ella. ¿No es extraño? ¿Y quién conoce la
verdad sobre lo que oímos? ¿Quién sabe qué palabras son sólo fantasía o
imaginación? Nos ponemos a favor o en contra de algo, nos gusta o nos disgusta
algo, asumimos ciertas perspectivas y rechazamos otras, todo por las palabras.
El mundo entero está controlado por el poder de las palabras, por la mátrika
Shakti.
Es muy importante reconocer, entender y liberarnos de la mátrika. Mientras no
reconozcamos ni comprendamos su poder, es imposible librarnos de ella. Nos
controlará inconscientemente. Baba solía decir que la mátrika nos hace bailar.
Es importante librarnos de las palabras, trascender su poder para establecernos
en nuestro estado interior.
En un Intensivo en los Estados Unidos, Baba dijo: Hay tres malas o impurezas:
ánava, mayiya y karma. A causa de estos tres tipos de impurezas, tu
conocimiento se contrae. La primera impureza es la ánava mala. La ánava mala
te hace pensar que eres imperfecto . En vez de la verdadera conciencia de "soy
109

puro", "soy el Ser", empiezas a pensar: "No soy puro", "soy un pecador". La
segunda impureza es la mayiya mala. Te hace ver diversidad en el universo y da
origen al conocimiento de la dualidad . Debido a la tercera impureza, karma
mala, uno tiene el sentido de realizar buenas y malas acciones . El efecto de
estas tres malas da lugar a nuestra esclavitud en el mundo . La fuente de estas
tres malas es la mátrika Shakti; es la fuente de todos los sentimientos. Cuando
dices: "Estoy molesto", lo dices a causa de la mátrika. Es la mátrika la que te
hace sentir agitado, hace que tu mente esté turbada y que experimentes
distintos tipos de emociones.
La alabanza y la culpa surgen de la mátrika. Si alguien te dice: "¡Oye, tonto!"
esto tiene un efecto, pero si alguien te alaba, tiene un efecto diferente. Así, los
significados de las palabras tienen su propia finalidad y su propósito. Y según
ese propósito, según esa finalidad, se crea una imagen en el interior.
Por ejemplo, si digo: "Esta muchacha es una tonta", al pronunciarse esta frase,
ella recibe el impacto y experimenta la dolorosa sensación de ser una tonta.
Así, la mátrika que surgió de la mente creó el escenario exterior. Dicha imagen
crea deleite o pesar. Esta es la experiencia de todos. La mátrika Shakti es la
causa del deleite y del pesar .
Esta mátrika no es sólo la causa de nuestro deleite y nuestro pesar, sino que
también es la causa de la creación del mundo entero. La mátrika provoca
nuestra contracción y también ayuda a nuestra expansión. Cuando la mátrika
Shakti está contraída, piensas: "Soy imperfecto", "Soy un pecador", "Soy un
hombre", "Soy una mujer", "Soy muy pequeño". La mátrika hace surgir el
sentimiento de: "Nadie se ocupa de mí, nadie me cuida, estoy solo y desolado".
La mátrika crea muchos tipos diferentes de palabras y empiezas a habitarlas,
empiezas a vivir en ellas, te obsesionas con ellas, te dejas engañar por ellas, y
por ellas actúas de cierta manera. Es la mátrika Shakti la que crea en el
interior todos estos sentimientos contraídos como el apego, la aversión, la ira,
el asombro, el dolor o el placer. Crea estas cosas de día y de noche. Debido a
estas imágenes, debido a estos pensamientos, el individuo está atado. Mientras
no se libere de la mátrika Shakti, tendrá que bailar al son de los poderes de las
letras. Los yoguis van en pos de la mátrika Shakti, observan a la mátrika Shakti
y aprenden a aquietarse y a apaciguarla. Una vez que aquietan a la mátrika
Shakti, ya no son sus víctimas, ya no tienen que moverse según su voluntad.
Si una persona entiende el juego de la mátrika Shakti y la aquieta, se eleva por
encima del placer y del dolor. El placer y el dolor surgen de la mátrika Shakti, y
por eso se dice que la mente es la causa tanto de la esclavitud como de la
liberación. Observa a la mátrika Shakti y trata de acallar tus pensamientos. No
dejes que los pensamientos surjan en la mente todo el tiempo. Apacigua el
pensamiento. Las escrituras yóguicas dicen: "Mientras no tomes conciencia del
110

testigo, mientras no calmes las tendencias de la mente, no puedes ni ver al Ser


ni tener un sueño profundo. La mátrika es la causa de todo tu placer y dolor,
deleite y pesar. Cada vez que surja un sentimiento, simplemente deja que se
desvanezca, déjalo ir. Con la conciencia de la mátrika Shakti haz que tu mente
se aquiete.
Con amor,
111

LECCIÓN 12
Querido amigo:
Con esta lección concluimos los primeros seis meses del Curso por
correspondencia de Siddha Yoga. Si has repasado fielmente cada lección durante
las dos semanas asignadas a su estudio, o las dos lecciones, durante el mes
dedicado a ellas, y si leíste las lecciones de repaso sugeridas, entonces ya
empezaste a absorber ciertas sutilezas que de otra manera hubieran requerido
años de sádhana.
Este Curso nos ayuda a permanecer concentrados en lo esencial, y a eliminar lo
innecesario. Por medio del Curso participamos en una relación activa con la
Shakti del Gurú. Pasaremos por muchos niveles diferentes al leer estas
lecciones. Es un proceso fascinante.
A estas alturas ya tienes varias ideas sobre lo que Siddha Yoga es, y sería bueno
que las abandones cuanto antes. Siddha Yoga no se capta fácilmente en palabras
o conceptos. Si preguntaras a veinte personas distintas lo que es Siddha Yoga,
probablemente obtendrías veinte respuestas diferentes. Y la respuesta de una
misma persona cambiará de tiempo en tiempo. Conforme se profundiza y
expande nuestra perspectiva, por medio de la práctica de Siddha Yoga, nuestro
entendimiento también se profundiza y expande.
Cualquier cosa importante que nos suceda mientras participamos en este Curso
se debe a la gracia, a la Shakti del Gurú. Y no a algo que está escrito. Es la
Shakti la que hace que el proceso suceda y estas palabras son el eslabón. Una
cosa conduce a la otra. Es imposible comprender ahora aquello para lo que
estaremos listos más tarde. En el futuro seremos lo que ahora no nos parecería
posible.
De cualquier modo, nuestras ideas sobre Siddha Yoga son limitadas. Son sólo la
danza de la mente. Siddha Yoga está más allá de la mente, a pesar de ser algo
muy sencillo. La mente es muy complicada, y le es muy difícil captar la
sencillez última de la Verdad.
En Siddha Yoga no progresamos acumulando más y más datos. No podemos
aprender de la manera como aprendemos una materia en la escuela. La sádhana
tiene que ver con la expansión de nuestra experiencia interior y la forma como
tomamos las situaciones. Si hemos comenzado a experimentar más amor; si
tenemos una actitud más ligera hacia la vida, si nos sentimos más alegres
espontáneamente; si empezamos a ver y a disfrutar el buen humor de las
situaciones; si nos sentimos más en paz, más serenos, más conformes; si
comenzamos a ver que el Ser divino danza como todo en este mundo, y si
comenzamos a experimentar que el Ser universal, que siempre hemos
considerado Dios, es nuestra propia Conciencia interior, entonces estamos
112

empezando a adquirir una vislumbre verdadera de lo que es Siddha Yoga en


realidad.
Siddha Yoga tiene que ver con nuestra experiencia. No tiene nada que ver con el
entendimiento del misticismo hindú, la terminología sánscrita, ni la filosofía de
la India. Mucha gente entiende todas estas cosas, y aún así no tiene una
experiencia real del Ser interior. No hagas de la sádhana una experiencia seca e
intelectual. No la hagas una repetición mecánica de rituales. La sádhana debe
ser muy práctica, debe ser ligera y divertida. Conocer a Dios no requiere que
seamos lúgubres o serios. A Dios le encanta cuando nos reímos.
Somos una expresión del Ser, exactamente como somos. No es que el Ser se
vaya a expresar como nosotros después de que mejoremos, o que cambiemos. En
nuestra ignorancia, creemos que debemos mejorar algo antes de poder
experimentar al Ser . El Ser se expresa como nosotros, sea que hagamos sádhana
o no. La sádhana es simplemente el proceso de deshacemos de nuestra
ignorancia y tomar conciencia de nuestra naturaleza verdadera. Pero ya sea que
estemos conscientes de ello o no, seguimos siendo el Ser.
Lo creamos o no, lo aceptemos o no, todos en este mundo somos por igual una
expresión de este mismo Ser. La única diferencia real es que algunos están más
conscientes del Ser que otros. Aún así, todos comparten exactamente la misma
Conciencia interior. No hay plural cuando de Conciencia se trata. Sólo hay Una.
Y así ha sido siempre.
Se pueden llenar muchos globos con aire; sin embargo, sigue habiendo sólo un
aire. No hay diferentes aires en cada globo. Cuando el globo estalla, el aire que
había en su interior se funde con el aire todo penetrante. No se va al "aire cielo"
o al "aire infierno", dependiendo de lo bueno que haya sido el globo. El aire
nunca fue el globo, siempre siguió siendo lo que era. Después de abandonar el
globo, sigue siendo lo que siempre había sido. Ninguno de los movimientos del
globo le afecta al aire en lo más mínimo. Del mismo modo en que el aire dentro
de un globo es uno con todo el aire, la Conciencia que anima al cuerpo, es una
con la totalidad de la Conciencia. Es exactamente la misma Conciencia la que
está en todas partes simultáneamente.
Ese aspecto de la Conciencia dentro de este cuerpo humano tiene una cierta
perspectiva una cierta forma de ver y experimentar las cosas. Esta perspectiva es
lo que llamamos el individuo. Cuando pensamos que somos esta perspectiva,
cuando nos identificamos con esta forma particular de ver y experimentar las
cosas, se trata del ego. El ego es identificarnos con la sensación de haber nacido,
de envejecer, de morir algún día, y de ser esta persona en particular, que ha
hecho ciertas cosas, que ha experimentado otras, etc. En lecciones posteriores
trataremos con mucho mayor detalle sobre lo que es el ego y como reconocerlo
por lo que es y también cómo liberarnos de él.
113

Siddha Yoga es el proceso gradual de liberamos del ego de nuestra


identificación errónea con una perspectiva particular. El Ser ya está aquí; ya es
totalmente lo que es. No podemos convertimos en el Ser, puesto que ya somos el
Ser. Debido a nuestra identificación falsa, debido al ego pensamos que somos
este individuo mortal limitado y finito. El ego es el origen de todo sufrimiento,
de todo dolor. Siddha Yoga tiene que ver con trascender el ego, y damos cuenta
de que somos el Ser divino y eterno que se ha convertido en todos, y todas las
cosas al mismo tiempo .
Estar conscientes de nuestro propio ser es la Conciencia. Solamente la
Conciencia puede estar consciente. Conciencia y "darse cuenta de" son de hecho
sinónimos. En inglés son dos palabras distintas; Consciousness y Awareness,
pero en francés y en español son la misma palabra. Así que no pienses que la
Conciencia es algo lejano que nada tiene que ver con nosotros, excepto en
alguna forma exótica y altamente impersonal. La Conciencia es nuestra propia
capacidad de darnos cuenta de algo. ¿Qué podría ser más íntimo que esto?
Aquello en nosotros que se da cuenta, es la Conciencia. No hay otra conciencia
que exista por separado de, o además de la Conciencia universal única que todos
tenemos en común.
El cuerpo no tiene conciencia por sí mismo. De no estar penetrado por la
Conciencia sería sólo un pedazo de carne. La mente tampoco tiene conciencia
propia. ¡Ni siquiera tiene inteligencia propia! La mente sólo puede pensar . La
Conciencia y la inteligencia existen en el Ser . Baba solía decir que la función de
la mente es pensar y dudar. La mente piensa algo y luego duda de lo que pensó.
Esto sucede una y otra vez a lo largo de la vida. La mente tiene creencias,
opiniones, gustos y aversiones, pero no está consciente de nada. La Conciencia
interior se da cuenta de lo que la mente piensa. El ego se apropia del
pensamiento y dice: "Yo pienso esto". De esta manera, pensamos que somos el
pensador.
La mente define, describe y categoriza toda la información sensorial. Lo traduce
todo a palabras y estas palabras ocasionan que experimentemos lo que
experimentamos. La Conciencia interior ve y conoce lo que la mente piensa. Es
debido a la Conciencia que conocemos lo que la mente hace. Así como la
Conciencia está consciente de lo que soñamos por la noche, la misma
Conciencia está consciente de lo que la mente piensa cuando estamos despiertos.
El individuo experimenta los efectos o consecuencias de lo que la mente piensa.
No podemos pensar una cosa y experimentar otra. El pensamiento determina la
experiencia.
Así, nuestra propia mente determina todo lo que nos afecta. Lo que pensamos es
nuestra realidad. Nuestra vida está convenientemente acomodada alrededor de
nuestros conceptos . No hay diferencia entre el individuo y la mente. Si la mente
114

dejara de pensar, la sensación de ser un individuo en particular también cesaría.


Existiría solamente la Conciencia universal, inmodificada e indiferenciada.
Podemos experimentar esto por nosotros mismos, simplemente observando el
espacio que hay entre dos pensamientos.
Este "darnos cuenta", esta Conciencia, es una luz que lo ilumina todo. Debido a
esta luz interior se puede ver este universo. La Conciencia interior ilumina el
mundo de la vigilia, el universo físico, de la misma manera que ilumina nuestro
mundo durante el sueño, el universo sutil. Esta luz interior se experimenta a sí
misma como dicha. Su sensación secreta es el amor .
Siddha Yoga es el proceso de reconocernos como esa luz interior . Mientras
pensemos que somos el cuerpo, mientras pensemos que somos la mente, habrá
limitación y sufrimiento . Es imposible ser verdaderamente felices mientras
pensemos que somos el cuerpo, o la mente. Pensar que somos estas cosas, y eso
es el ego, es la fuente de toda infelicidad. El ego cree que la infelicidad es
producida por las circunstancias, o por otras personas. El ego piensa que
seriamos felices si las cosas fueran diferentes. La infelicidad se debe,
únicamente, a la ignorancia de nuestra verdadera naturaleza .
Cuando reconocemos la verdad del Ser, cuando nos damos cuenta de quién, y
qué somos realmente, entonces la desdicha es como la obscuridad de una
habitación cuando se enciende la luz. La infelicidad es ocasionada por la
ignorancia y la ignorancia es como la obscuridad. No podemos eliminar la
obscuridad tratando de cambiar o mejorar las cosas; sólo podemos eliminarla
encendiendo la luz. Del mismo modo, cambiar las cosas no convierte la desdicha
en dicha. La desdicha se desvanece cuando se despierta la "Luz'' de nuestra
Conciencia interior.
Aquello en nosotros que entiende lo que está leyendo es la Conciencia. No
importa si la mente está de acuerdo o en desacuerdo con esto . A la mente le falta
capacidad para asir la Verdad. El Ser no está lejos. Está muy próximo, muy
cercano, es muy íntimo. El Ser es el que entiende estas palabras. Este mismo Ser
existe igualmente en el interior de todos. No hay separación en la Conciencia.
La misma Conciencia penetra el universo entero simultáneamente. Lo penetra
todo. Nada está fuera, nada es diferente de ella.
Esta es la filosofía básica que debe entenderse antes de que la sádhana tenga
sentido, antes de que Siddha Yoga entre en la perspectiva adecuada. Una vez
entendido esto, no hay realmente nada más que entender. Este entendimiento nos
insta a vivir de acuerdo con el dharma. El resto, es sólo un entretenimiento para
la mente. El entendimiento más elevado, el logro y el estado más elevado
consiste, en ver este mundo entero, como la danza de la Conciencia, que es
nuestra propia conciencia de Ser. Todo en el mundo de una persona, todo en su
115

vida se origina en su propia conciencia de Ser. No existe ningu na excepción a


esto.
Estar establecido en la conciencia de que todo es el juego de nuestra propia
Conciencia, es estar realizado, es ser un Siddha. Es extraordinariamente
sencillo. Siddha Yoga es muy sencillo. No tiene nada de complicado. Todo lo
que implica es la realización de nuestra propia naturaleza interior. Una vez
realizada su naturaleza verdadera, una persona verá que experimenta este mundo
dentro de su propia Conciencia. Entenderá que su Conciencia es eterna e
inmutable, y que todo es un juego dentro de esa Conciencia universal, que es el
Ser de todos.
Baba dijo: La Conciencia es la que ve y también es lo visto. El que percibe y el
objeto percibido no son diferentes. Ambos son lo mismo, y eso es la Conciencia.
La persona atada, o la persona ignorante, no entiende a la Conciencia, y
considera que sólo su cuerpo humano, su casa, su esposa, sus hijos, sus gatos y
perros y las pequeñas cosas que posee, son las únicas cosas que constituyen el
mundo.
El que está atado es aquél que se identifica sólo con su cuerpo físico, y
considera que eso es todo. Convierte al Ser que lo penetra todo en algo muy
pequeño, al confinarlo a su propio pequeño ser. El alma encadenada es aquella
que se apega totalmente a su cuerpo limitado y a su personalidad limitada.
¿Cómo puede ser independiente la persona que considera como lo principal a
su cuerpo mortal, al cuerpo que está sujeto a la muerte en cualquier momento?
¿Cómo puede ser libre alguna vez? Al Ser independiente no le afecta la muerte,
ni el paso del tiempo, ni cualquier otro fenómeno.
Alguien que tiene el conocimiento de que el Ser vive en este cuerpo, aunque
totalmente libre de las labores de los sentidos, aunque sus sentidos realizan sus
acciones, él está desapegado de ellas. Experimenta siempre total satisfacción
gracias a la luz de su propio Ser. Aunque sus sentidos realizan sus labores, aun
cuando experimenta los frutos de sus acciones, su estado no se perturba. Todo
lo experimenta con igualdad. Tiene la visión de la igualdad. Nada le afecta.
Aun cuando un ser liberado se ocupa de todas las acciones de este mundo, su
estado de Siddha permanece totalmente inafectado. Sólo permanece como
testigo. Observa cómo ocurren todas estas cosas, y sin embargo permanece
totalmente libre de todo dolor y de todo placer. Si una persona no entiende que
su propio Ser es la Conciencia, que su propio Ser es Dios, entonces aún cuando
actúe como si fuese libre, realmente no es libre, sigue muy dependiente.
En las Upánishads está escrito. "Aquél que habita en todos los seres, pero está
separado de todos los seres; a quién ningún ser conoce, pero cuyo cuerpo son
116

todos los seres, y que controla a todos los seres desde el interior, El, el Ser, es el
soberano interior, el Inmortal.
"Aquel que habita en la mente, pero está separado de la mente; a quien la mente
no conoce; pero cuyo cuerpo es la mente y quien controla a la mente desde el
interior. Él, el Ser, es el soberano interior, el Inmortal.
"No es lo visto, sino el que ve; no es lo escuchado, sino el que escucha; no es lo
pensado sino el que piensa, no es lo conocido, sino el que conoce; no hay otro
que vea sino Él no hay otro que escuche sino Él; no hay otro que piense sino Él;
no hay otro que conozca sino Él. Él, el Ser, es el soberano interior, el Inmortal."
"Todo aquello que no es el Ser perece."
Gurumayi dice: Debemos tener el conocimiento que nos permita vivir en este
mundo y aún así experimentar al Ser todo el tiempo. En ese conocimiento hay
inocencia pura. En ese conocimiento hay pureza total. Ese conocimiento
conduce al amor puro. Para eso meditamos. Para eso cantamos.
Hubo un gran santo llamado Gurú Nanak. Era un gran ser. Vivió hace varios
siglos. Sus enseñanzas hablan del Ser y de Dios en su forma más pura.
En uno de sus poemas, Gurú Nanak dijo: "¿Por qué buscas a Dios? ¿Por qué
busca esa experiencia de un lugar a otro, de un bosque a otro? Ese Dios, ese
Ser, esa experiencia está dentro de ti. Así como tu cuerpo está muy cerca de ti,
esa experiencia también está muy cerca de ti. Así como está el reflejo de tu
rostro en el espejo, igualmente, Dios habita en tu corazón. El Ser está en el
interior. Búscalo en tu corazón. Sabe lo que existe en el interior y lo que existe
en el exterior, son lo mismo. Este es el verdadero conocimiento. Dentro y fuera,
sólo ese Uno existe."
Gurumayi continúa: El mundo es como lo ves.
Hay un gran texto llamado Yoga Vasishtha. En este texto, el sabio hace
experimentar a su discípulo todas las cosas que le está diciendo. Le dice: "El
cielo, la tierra, el aire y el espacio, las montañas y los ríos son todos partes de
la mente. Sólo aparentan estar afuera".
Todos los conocedores de la Verdad dicen: "No pienses que hay un mundo
externo". Debes saber que el mundo externo es sólo un reflejo de tu mente. La
aparición del mundo es sólo el juego de la mente, y la mente es sólo el juego del
omnipotente Ser infinito. A través de la mente creamos un mundo. Pero el gran
Ser, Dios, por medio de Su mente ha creado el universo entero.
Un santo vive de manera muy sencilla. No complica las cosas. La vida es muy
sencilla. Nosotros la hacemos muy complicada. La Verdad siempre es la misma.
Nunca cambia.
117

Hay un gran texto llamado Vivekachudamani Dice: "Cuando un tonto ve el


reflejo del sol en el agua de un cántaro, piensa que es el sol mismo. De igual
modo, una persona engañada se identifica con el reflejo del Ser en el intelecto,
el cual es una sobreimposición del Ser. Pensamos que un reflejo es la realidad
Olvidamos que todas las cosas son reflejos del Ser.
"En sueños, cuando no hay contacto real con el mundo externo, la mente sola
crea todo el universo de quien tiene la experiencia. Lo mismo sucede en el así
llamado estado de vigilia. El universo fenoménico entero es una proyección de
la mente.
"Las nubes son traídas por el viento y alejadas por el viento. De igual modo, la
esclavitud del hombre es causada por la mente, y la liberación también es
causada por la mente. "
Así que, al pensar en algo podemos crear nuestra propia esclavitud y al pensar
en otra cosa, podemos crear nuestra liberación. La esclavitud y la liberación no
sólo significan liberarnos del nacimiento o de la muerte, como siempre
pensamos. Es liberarnos de las garras de nuestras emociones y nuestros
sentimientos. Si no podemos liberarnos de ellos, nos involucramos tanto, que
nos convertimos en ellos . Muchas personas lloran tanto que se convierten en la
encarnación del llanto.
Necesitamos liberarnos de eso. Y algunos nos convertimos en la encarnación de
la risa. No podemos dejar de reír. Algunas personas toman la vida muy en serio,
pero mi Gurú me enseñó a no tomar la vida tan seriamente. Así que ahora tomo
el mundo de manera muy humorística y me encanta.
El mundo es como lo ves. Si lo quieres ver seriamente, entonces habrá mucho
que tomar en serio. Si quieres ver al mundo en forma muy ligera, en una forma
muy graciosa, y humorística, habrá muchas cosas para tomarlas a la ligera.
Depende sólo de qué barco desees tomar.
Conocer el Ser es aclararnos a nosotros mismos. Baba nunca dijo: "Medita de
esta forma. Practica la meditación Siddha. Sólo entonces irás al cielo, de otra
manera irás al infierno". Nunca dijo eso. Nunca dijo algo así. Si alguien le
decía: "Baba, no puedo practicar la meditación Siddha pero sí puedo practicar
la meditación sufi". Baba le contestaba: "Muy bien ". Así que no es que tengas
que hacer esta práctica o la otra. De acuerdo con el temperamento de cada
quien, hacemos las cosas de manera diferente. No obstante, piensa en tu propio
Ser. Entiende a tu propio Ser. El sencillo mensaje de Baba fue, es y será:
"Medita en tu propio Ser. Honra a tu Ser. Inclínate ante tu Ser. Respeta a tu Ser.
Dios vive en ti como tú ."
Hay muchos senderos, muchos métodos, muchos yogas. Sin embargo, no
importa qué prácticas o sistema sigamos, no importa cómo le llamemos, la meta
118

final sólo puede ser el conocimiento del Ser. Todas las demás metas son
temporales. Independientemente de otras cosas que puedan lograrse, sólo el Ser
no se desmoronará con el tiempo. Sólo el Ser permanece igual siempre No hay
conocimiento mayor que éste y no hay logro mayor que establecerse en esta
Conciencia, la conciencia serena de lo que nunca cambia .
A lo largo del Curso tomaremos el enfoque más directo. En lugar de comenzar
con los conceptos fundamentales y avanzar hacia algo más elevado,
comenzaremos con la perspectiva más alta desde el principio, y después, si eso
no puede captarse, entraremos gradualmente en perspectivas más familiares,
hasta que las enseñanzas nos queden claras y se conviertan en parte de nuestro
entendimiento. Hay personas que han tomado el Curso durante diez años o más,
y nos escriben para decir que todo estaba contenido obviamente en el primer
año, pero que se necesitan muchas repeticiones y muchos ángulos y
acercamientos diferentes antes de que la Verdad pueda comprenderse realmente.
Nos ocuparemos en primer lugar de las aplicaciones prácticas de los principios.
Si esperabas un curso académico o intelectual, no tuviste suerte. Es mucho más
importante estar consciente del Ser, que "saber" cualquier otra cosa. La
Conciencia no requiere educación ni sofisticaciones; sólo requiere la iniciación,
el despertar por medio de la mirada, el toque o la palabra del Gurú. No se nos
pide que entendamos algo previamente. Sólo necesitamos un corazón abierto, la
voluntad de vivir en la Verdad y encontrarnos en el espacio del amor. Esto es lo
que sucede a lo largo del proceso de Siddha Yoga.
Cada lección corresponde a determinada etapa de la sádhana. Para que tengas
una idea de lo que está ocurriendo, regresa y repasa las primeras cuatro
lecciones. Notarás que entiendes ciertas cosas que ni siquiera notaste durante el
mes o las dos semanas en que las leíste. ¿No es extraño? Esto se debe a que tu
perspectiva se ha expandido en este corto tiempo. Después de seis meses de leer
y repasar las lecciones, eres capaz de ver las primeras de distinta manera que al
comienzo.
Ojalá que hayas cultivado el hábito de repasar regularmente cada lección. Al
estudiante promedio le toma cerca de dos años darse cuenta del valor de repasar
las lecciones. Por favor, sé superior al promedio. No escuches a tu mente
cuando insista que ya "conoces" los contenidos, porque los contenidos
escritos no son relevantes. Lo importante es la participación activa, y la
relación que se desarrolla. Nos sintonizamos una y otra vez con ese espacio.
Cada vez que leemos nuestra lección en turno, se nos recuerda ese espacio. Los
que hemos participado en el Curso por mucho tiempo, sentimos que somos una
gran familia compartiendo este proceso juntos. Conforme continúes comenzarás
a sentirte, ojalá, cómodo. El Curso por Correspondencia ha sido una fuente de
amor, dicha y consuelo para muchos de nosotros a lo largo de los años. Juntos
119

hemos compartido mucho, y compartiremos más en el porvenir. Este es un


medio por el cual nos conocemos muy bien unos a otros, y nos sentimos
cercanos y conectados íntimamente a pesar de que en muchos casos, nunca nos
hemos visto en persona.
En una ocasión, Gurumayi dijo: Siempre que abandonamos nuestro deber,
nuestro dharma, nuestra meta se hace borrosa y no podemos ver adonde
queremos dirigirnos. Por esto, el Señor Krishna dijo: "Alcanzas la perfección
adorando, con tu deber, a Aquel del cual todos los seres han evolucionado y que
lo penetra todo".
Si haces tu deber, no importa cuál sea, te dará no sólo éxito, sino que
infaliblemente te beneficiará. Puede tardar un tiempo, pero en su momento tu
deber se convertirá en tu deidad. Y al mantenerte totalmente atento en tu deber,
no perderás de vista tu meta. Karma Yoga se convierte en tu meta, karma yoga
se vuelve tu deidad y karma yoga es tu deber. Cuando existe esta unidad, no hay
que hacer ninguna sádhana por separado. Todo lo que haces es tu deber, ya sea
levantar una hoja del camino o escribir un gran tratado filosófico; ya sea que
hables con una persona común y corriente o con alguien muy culto, hay unidad
sin quiebre.
Cuando observamos a los demás hacer algo y vemos que hacen muy bien su
trabajo, que logran mucho y prosperan, queremos hacer lo mismo. Pero si
intentamos hacer el trabajo que otros hacen bien y fracasamos, pensamos que
ese trabajo carece de mérito. Luego tratamos de cambiar nuestro deber de una
cosa a otra, de un lugar a otro, de un sendero a otro, de un papel a otro. Es
necesario entender lo que está en nuestra naturaleza, ya que solamente eso nos
mostrará el sendero verdadero y nuestro deber real.
Pensamos que nuestra vida continúa debido a nosotros. Creemos ser el hacedor.
Pensamos que porque nos ejercitamos, está fuerte nuestro cuerpo, que por
nuestra buena dieta nos sentimos bien. Y no sólo creemos que nuestra vida
depende de nosotros, sino que también la vida de otros. Suponemos que
nuestras acciones hacen feliz a una persona y entristecen a otras. Le decimos
algo a alguien y cuando vemos que algo bueno les sucede pensamos: "Trabajé
duro para lograr esto". Cuando le decimos algo a una persona y ella se siente
muy mal, creemos que es obra de nosotros, nos sentimos pésimos y no salimos
de nuestra habitación por días. Sin embargo, ¿cómo podrías infundirle
bienestar o tristeza a alguien más? Cada uno es feliz o desdichado por derecho
propio. ¿Para qué seguirnos dando el crédito o culparnos por lo que nos sucede
o les sucede a los demás?
Los ojos ven, los oídos oyen, la lengua habla, las fosas nasales huelen, las
manos sostienen y los pies caminan... ¡por sí mismos! Ellos hacen todo el
120

trabajo. Pero, como dice el Señor Krishna, el ego de una persona sostiene: "Yo
lo estoy logrando. Soy el hacedor. Sin mí, nada de esto sucedería."
Podemos aprender mucho de los grandes seres. Baba decía continuamente: "Mi
Gurú lo hace todo. Estoy sentado bajo el árbol que concede los deseos: mi
Gurú, Bhagaván Nityananda. Todo sucede por este árbol, por su ser". Sin
importar las experiencias que la gente tenía por su gracia, por la Shakti de
Baba, insistía: "Es debido a mi Gurú".
No importa qué pienses, no importa qué cuerpo haya tomado, la Shakti lo hace
todo. La voluntad de Dios lo hace todo. Esta única energía es la que ha hecho
todo el trabajo a través del tiempo. Al mantener nuestra atención en esto, al
contemplarlo, podemos cumplir con nuestro deber y liberarnos del apego de
nuestro ego.
Cuando sueltas la carga de la responsabilidad, experimentas el Ser todo el
tiempo. Mientras pienses que llevas a cuestas el universo, será muy difícil que
conozcas el Ser. Una vez que te des cuenta de que el Hacedor es el que carga al
universo, quedarás libre.
Cuando tienes este entendimiento te liberas de todo. Entonces, lloras de amor y
ríes de amor. Vives en el amor. Y a medida que el amor supremo se manifiesta,
desaparece toda carga. Tienes un cuerpo y no tienes un cuerpo. Tienes mente y
no tienes mente. Dices una palabra y no hay palabras. No eres nada pero lo
eres todo. Al serlo todo, no eres nada. Esta es la verdadera meditación, y
puedes practicarla con otras personas, o solo. Tu vida ya no estará dividida, y
sin importar dónde te encuentres, te sientes completo. Te sientes perfecto. Y esta
experiencia es real.
Con amor.
121

LECCIÓN 13
Querido amigo:
Durante los primeros seis meses del Curso hemos abarcado mucho material.
Incluso si el material te parece conocido, es posible que ciertas ideas se hayan
puesto en relación con otras ideas de una manera que antes no habías
considerado. No importa si eres un principiante o un veterano, el Curso te
decidirá a ser más flexible. En la sádhana como en la vida, la flexibilidad es
muy importante. A muchos principiantes les parece que las primeras doce
lecciones presentan más material del que la mente puede asimilar con facilidad.
Pero por otra parte, la mayoría de la gente que empieza el Curso ha leído ya
muchos otros cursos y ha experimentado otros senderos, y por regla general está
más contenta con lecciones que parecen más avanzadas, que con material que
consideran les es ya muy familiar.
Gurumayi no habla primero sobre temas elementales y después imparte
enseñanzas avanzadas. Gurumayi nos da todo a la vez. Gurumayi revela toda la
Verdad cada vez que habla. No dice: Regresen después para escuchar las
enseñanzas más elevadas. El Curso se presenta de la misma manera. Recibes
aquello para lo que estás preparado, aquello a lo que eres receptivo. Sólo
podemos captar aquello que corresponde a nuestro propio entendimiento. Dentro
de tres años no habrá algo en una lección que en realidad necesites ahora. Antes
bien, en tres años repasarás esta lección y te asombrará ver cuánto contiene que
tú no habías notado. Lo que necesitas ahora está disponible ahora; la Shakti se
hará cargo.
Algunas veces la gente escribe: "Acabo de leer mi última lección y no entiendo
una sola palabra". Así está bien. Muy pocas personas pueden comprender
intelectualmente todo lo que se presenta. Para participar en el Curso sólo tienes
que leer cada lección y observar lo que sucede. No te niegues a leerla de nuevo
sólo porque no tiene sentido. La intención no es que todo tenga sentido.
Lo fundamental en Siddha Yoga es la relación con la Shakti interior. Todo lo
demás es secundario. ¿Qué piensas que es lo importante en Siddha Yoga? Si
abandonas tu lectura por unos minutos para practicar tu Siddha Yoga, ¿qué es lo
que haces? La verdad es que cada quien experimenta Siddha Yoga a su propio
modo. No existe una manera correcta de hacerlo, porque es para todo tipo de
personas al mismo tiempo. Lo único que compartimos en común es la relación
con la Shakti, la relación con el Gurú.
Algunas veces recibimos cartas que dicen algo como esto: "Conocí a Baba y he
practicado Siddha Yoga durante muchísimos años. He leído todos los libros y he
tomado todos los cursos que el ashram ofrece. Así que como verás, en realidad
no necesito tomar el Curso por correspondencia Sin embargo, me gustaría tener
122

las lecciones para complementar mis lecturas acerca de Siddha Yoga. ¿Cuánto
me costará recibir todas las lecciones de una vez?"
Por supuesto, debemos contestar que las lecciones no están a la venta, y que las
pueden adquirir sólo quienes quieran participar activamente en el Curso. Las
lecciones no pueden leerse como los capítulos de un libro o como una serie de
artículos de una revista. El valor del Curso no reside tanto en el contenido
escrito de las lecciones como en el proceso que sucede de lección a lección. Aun
cuando se pudieran leer todas las lecciones en un par de meses, no es factible
que el proceso que sucede durante el Curso ocurra en un par de meses; visto así,
el valor del Curso se desperdiciaría. Por fuera, sólo parece que leemos
lecciones, pero mediante el poder de la Shakti, algo más ocurre en los niveles
internos de nuestro ser.
Muchos se sorprenden por lo que empieza a ocurrir cuando recién comienzan el
Curso. Aun aquellos que son optimistas y esperan cosas maravillosas, expresan
que su participación en el Curso los conduce a algo inesperado e imprevisto.
Baba creó el Curso como instrumento de la Shakti de un Siddha vivo. Mediante
la gracia y la guía de Gurumayi, el Curso continúa actuando como contacto o
vínculo de la Shakti del linaje Siddha. La Shakti nos engrandece y nos
transforma.
Recibí una carta que decía: "Debido a que me resistía a que mi hija se
involucrara en Siddha Yoga, ella me envió como regalo una suscripción al Curso
por seis meses. Como ya lo había pagado, no tuve más remedio que leer las
lecciones. No creo haber entendido nada al leer las dos primeras lecciones. Sin
embargo, cuando las leí de nuevo, se apoderó de mí un gran sentimiento de paz
y amor. Parecía que a pesar de no entender lo que las lecciones decían, sentía
que alguien sabía y entendía mis más profundos sentimientos, que de alguna
manera alguien sabía realmente cómo me sentía. Y con ello entendí qué era lo
que mi hija había encontrado en Siddha Yoga.
"Mi suscripción de regalo por seis meses ha terminado y me suscribí por otro
año. Espero con mucho interés cada nueva lección y conforme avanzo me siento
cada vez más en sintonía con ellas. Sé que contienen el verdadero significado de
la vida y siento que estoy obteniendo una vislumbre de ese significado. A pesar
de que nunca he estado en la presencia física de Baba o Gurumayi, han llegado a
ser muy reales para mí a través de estas lecciones, y sé que he recibido su
gracia."
Esta mujer es un ejemplo de lo que le ha ocurrido a muchos que entraron en
contacto con Siddha Yoga, porque alguien los animó a tomar el Curso. No es
necesario estar en busca de un Gurú. Yo desde luego que nunca busqué un Gurú.
¿Acaso nuestros familiares y amigos nos han dicho: "¡Me siento tan feliz de que
por fin hayas encontrado un Gurú!?" De ninguna manera.
123

Si una persona se interesa en saber cómo pueden aplicarse los principios


universales de manera practica en su vida diaria, para su propio beneficio y para
beneficio de otros con quienes entrara en contacto. Siddha Yoga será relevante
para ella, lo sepa o no. Si alguien intuye que en la vida hay algo más grande,
algo más elevado que lo que ofrece el mundo terrenal, entonces está preparado.
Aunque en las primeras lecciones haya cosas que un principiante no entienda,
algo corresponderá a sus propios sentimientos, a su propio ser interior. Aún
cuando no tenga sentido para su mente, tendrá sentido a nivel mas profundo.
Con el tiempo, la persona comienza a ver que cada lección, sólo refleja su
propia sádhana. Alguien escribió una vez: "Cada lección parece corresponder
exactamente a lo que sucede en mi vida en ese momento. ¿Es por esto que lo
llaman curso por correspondencia?"
Tal vez. De cualquier modo, cada lección ofrece una determinada perspectiva
para trabajar con ella, y cada persona puede trabajar con ella a su propio nivel y
de una manera que corresponda a su propia sádhana.
Si todavía encuentras una diferencia entre Siddha Yoga y el resto de la vida,
pronto aprenderás que esa diferencia no existe en realidad. Verás que Siddha
Yoga pronto penetra el "resto de la vida". La sádhana no es algo que se haga
durante una o dos horas al día como un trabajo, sino que tiene que ver con la
manera en que vivimos cada momento de la vida. Siddha Yoga se aplica a todas
las situaciones, a todas las circunstancias, a todas las condiciones, a todas las
relaciones. Nada está excluido. Siddha Yoga es un sendero para vivir cada
momento de la vida del modo más elevado posible.
Uno de los propósitos de Siddha Yoga es eliminar las debilidades y hacernos
fuertes y competentes en todas las áreas de la vida. Por medio del entendimiento
correcto nos volvemos supremamente intrépidos. No hay esperanza de que
dominemos la vida, a menos de que lleguemos a ser valientes. Nuestro miedo
guarda una relación directa con nuestra ignorancia. Alcanzando la conciencia de
la Verdad desarrollamos la suprema segundad.
Esta seguridad debe estar combinada con humildad. No tenemos que ser
arrogantes para tener seguridad. Simplemente nos sentimos sintonizados con la
Shakti y llevamos a cabo nuestras actividades diarias gracias al poder de esa
Shakti. En ello no hay temor y tampoco hay presunción ni arrogancia.
Es mucho mejor confiar en nuestro propio entendimiento que dudar de él. Si
confiamos en él y nos equivocamos, la Shakti encontrará una forma conveniente
y apropiada de mostrarnos dónde nos equivocamos. De este modo nuestro mal
entendido desaparecerá y aprenderemos algo nuevo. Pero si dudamos de nuestro
entendimiento, si suponemos que somos estúpidos, nunca podremos aprender lo
correcto.
124

Está muy bien equivocarnos en algo. Tenemos mucho miedo a equivocarnos.


Nos da mucho miedo pasar por esa vergüenza. Sin embargo, nos fortalecemos al
admitir abiertamente nuestros errores y equivocaciones. Si tenemos la fuerza y
el valor de decir: "Sí, esto lo hice mal, mi entendimiento estaba equivocado",
entonces lo corregimos al actuar de esa manera. Por medio de este simple
método nos alineamos con la Shakti, pero si no podemos admitir que nos
equivocamos, nuestro entendimiento permanecerá sin corregirse.
Al avanzar en nuestra sádhana escuchamos muchas opiniones e ideas de los
demás y solemos creerlas. Esto sucede en todas las áreas de la vida. Incluso en
el ámbito de Siddha Yoga habrá personas que creen saber algo, pero no saben de
qué están hablando. Por lo tanto, debemos aprender a confiar en la cuerda
sensible de la Verdad, que vibra dentro de nosotros. Cuando escuchemos la
Verdad, la reconoceremos, porque en nuestro interior la sentiremos verdadera.
La sentiremos bien y nos hará sentir bien. Si sentimos que algo no está bien y
correcto, no hay que aceptarlo sin más como verdadero. Nunca faltará quien
trate de convencernos de que su engaño es la verdad.
Recuerda que Siddha Yoga es único para cada individuo. Tu sádhana es entre tú
y el Gurú, entre tú y la Shakti y nada tiene que ver con alguien más. Claro que
puedes aprender de los demás. Incluso puedes aprender de quienes no saben de
qué están hablando, si escuchas con discernimiento. Hasta una persona
agradable y con buen entendimiento puede estar equivocada en algunas áreas.
Cada quien atraviesa por un proceso propio y único, y cada quien tiene su
propio nivel de entendimiento. No te dejes impresionar ni limitar por las ideas
de los demás, sin importar quienes sean ni qué posición ocupen.
Por favor, no aceptes por pura fe nada que esté escrito en este Curso por
correspondencia. No debe creerse a ciegas nada de lo que contienen las
lecciones. Tu propia experiencia es la esencia del Curso. Sólo se espera de ti que
apliques los principios y veas por ti mismo lo que sucede en tu vida y lo que se
transforma como resultado. Sólo así, a través de tu propia experiencia,
conocerás la Verdad. La Verdad no vendrá de otros. La Verdad no estará en
forma de palabras. Por medio de la Shakti experimentarás la Verdad dentro de tu
corazón.
Una vez una mujer me envió una carta en la que decía que era muy feliz desde
que tomaba el Curso, que todo había empezado a salirle bien, casi mágicamente.
Pero escuchó un programa en la radio en el que el locutor advertía a sus
escuchas sobre los gurús, y que como consecuencia no sabía si debía continuar
con el Curso o no.
Di respuesta a su carta y le pregunté por qué alguien que expresaba opiniones a
través de la radio podía hacerla dudar de su propia experiencia. ¿No podía ver
por sí misma cómo su contacto con la Shakti había ya comenzado a
125

transformarla? ¿Y qué tenían que ver con ella las ideas de cualquier otro? Esto
me recordó al estudiante que me escribió diciendo que se sentía confundido,
porque un psíquico le había aconsejado que dejara de tomar el Curso. Le sugerí
que él fuera su propio psíquico y que no permitiera que otros pensaran por él.
Por fortuna dejó al psíquico en lugar del Curso, y la mujer me escribió diciendo
que "nunca más volvería a escuchar a la "voz de la radio". Todos debemos dejar
de hacerle caso a esa voz de la radio, sin importar en qué forma se presente.
Debemos escuchar nuestro interior. La Verdad se revela en nuestro corazón.
Parte de nuestra relación con la Shakti tiene que ver con desarrollar nuestro
propio sentido de estar en lo justo acerca de las cosas. La mayoría somos adictos
a la inseguridad. Nos sentimos culpables por tener muchas adicciones físicas,
pero apenas si advertimos nuestra adicción a la inseguridad, o para el caso, a la
culpa. Esta inseguridad trabaja en sentido opuesto a la Shakti. La Shakti no duda
de nada; sólo la mente duda. Baba ha dicho: La naturaleza de la mente es
pensar y dudar. La Shakti nos inspirará a actuar o hablar de manera espontánea,
pero luego la mente dudará de ello, lo distorsionará o inhibirá por completo. La
Shakti es totalmente espontánea. Si estamos sintonizados con la Shakti haremos
o diremos lo que sea perfecto sin pensarlo siquiera. La mente titubea y vacila, y
siempre se pregunta si hizo o dijo lo correcto.
En realidad, la Shakti lo hace todo. Pero en lugar de expresarse con pureza, se
ve modificada por los samskaras . La Shakti actúa, el ego piensa que él lo hizo y
a su vez, la mente se pregunta si hizo lo correcto . El ego se adjudica lo que se
hizo, o bien se siente culpable de ello . Después nos juzgamos o evaluamos
dependiendo de si pensamos que fue una acción buena o mala. Por medio de la
sádhana eliminamos de manera gradual este proceso desgastante y doloroso, y
también eliminamos los samskaras que alteran la expresión pura de la Shakti.
Mientras tanto, si evitamos juzgarnos, es magnífico contemplar nuestras
acciones y aprender de ellas.
Es mejor cometer errores que tener miedo de actuar . Si cometemos un error,
pode mos aprender de él y crecer; nos fortalecemos, nos desarrollamos. Pero si
tenemos miedo de actuar, si tememos hacer mal las cosas, permaneceremos tal
como somos. No hay crecimiento ni desarrollo en este método .
Un aspecto de la sádhana es que se nos presentan desafíos y obstáculos que
ponen a prueba nuestro sentido de estar en lo justo. Fue necesario enfrentarse a
muchos obstáculos, desafíos y críticas, en la época en la que se inició este
Curso. Muchas personas tenían sus propias ideas acerca de lo que el Curso
debería ser, y hasta de si debía escribirse o no. Sin embargo, Baba me apoyó, él
quería que yo lo escribiera. Todo lo demás fue sólo una prueba. Confiando en el
apoyo del Gurú se dio la gracia.
126

Por medio de este proceso. Baba me enseñó mucho sobre la verdadera


naturaleza de la relación con el Gurú. Al establecernos con firmeza en esa
relación, nos sintonizamos totalmente con la Shakti. Entonces no hay poder que
se nos oponga. Todo lo demás es sólo la apariencia el juego de la Conciencia.
La relación con el Gurú no depende de la presencia física del Gurú. Ella no tiene
que hacer nada para iniciarla, mantenerla, reconocerla o confirmarla . Ella no
tiene que saber de nosotros; solo nosotros tenemos que saber de ella. La relación
depende del todo de nosotros. Nosotros somos quienes la iniciamos,
mantenemos, reconocemos y confirmamos. Una vez que lo hacemos en nuestra
conciencia interior, la relación poco a poco asumirá una forma concreta para
nosotros. Debemos abandonar cualquier idea preconcebida de cómo se
manifestará por fuera esa relación. Sólo necesitamos entender que la relación ya
existe a un nivel sutil.
Nuestra relación con el Gurú no es tan vaga como a menudo pensamos. Basta
con saber que nuestra relación con el Gurú es real, que es tan estrecha como la
sintamos en el corazón. La enseñanza fundamental del Gurú es que el Gurú
existe dentro de nosotros como nuestro propio Ser. Lo único que debemos hacer
es practicar las enseñanzas del Gurú.
¿Qué son las enseñanzas del Gurú? Baba dijo cierta vez: El Señor dijo: "En el
mundo materialista, si una persona realiza acciones en su propio campo, en su
propia casa, con la conciencia de que le pertenecen a Dios, entonces en su
propia casa, en su propia acción, en su propio mundo, alcanza a Dios".
Un peluquero, cuyo nombre era Sena, era un Siddha; cortando cabello alcanzó
a Dios. Había un zapatero remendón llamado Ravidas; remendando zapatos
alcanzó a Dios. Había una santa llamada Kanopatra; aunque era prostituta,
alcanzó a Dios en medio de su propia actividad. Túkaram Maharaj era
granjero. Hanuman era sirviente.
El Shivaísmo afirma: realiza tu sádhana con la conciencia "Yo soy Shiva".
Shiva hace la sádhana, Shiva es la sádhana y el hacedor también es Shiva. A
pesar de que todo parece ser diferente, comprende que todas las diferencias no
son otra cosa que Shiva. Un gran ser dijo: "Abandona la diversidad. Entiende
que todo es Dios. De esa manera ama a Dios apasionadamente."
Abandona la dualidad, que es creada por maya. Ten la visión de igualdad. Ve al
mismo Uno en todos. Ve al mismo Señor en los jardines y en los bosques, en las
multitudes y en los cementerios e incluso en el campo de batalla. Si tienes esta
conciencia puedes llevar una vida muy buena en el mundo. No sólo eso, en tu
propio mundo puedes alcanzar a Dios. Si tienes esta conciencia, no habrá
malentendido alguno entre los miembros de la familia. El amor entre el esposo
y la esposa crecerá más y más y no tendrás que mirar el calendario todos los
127

días para ver cuándo obtendrás el divorcio. Él mismo Dios se ha convertido en


dos. Él se ha convertido en hombre y su poder se ha convertido en mujer.
No abandones tu casa. No te separes de tu esposo o tu esposa. No te canses de
tu trabajo. Dios está en todo. Si trabajas con la conciencia de que Dios existe
incluso en tu trabajo, experimentarás felicidad y paz. Si tienes la idea de
dualidad, de que todo es diferente, es entonces que te metes en problemas.
Kabir fue un gran Siddha que alcanzó a Dios mientras tejía, y Kabir dijo: "Oh
Dios, Tú llenas este mundo entero. Tú estás en mí y yo estoy en Ti. Sólo Tú
existes. Tú estás en el cielo, en el agua, en la tierra y en el fuego. Tú eres el
poder del trueno y el relámpago y Tú estás en la lluvia y en la tormenta. Tú eres
la belleza del bosque y de las flores. Tú estás en la humildad y también en el
orgullo. Tú estás en el perdón, en la aspereza, en la fortuna y en la calamidad
Tú estás en una sonrisa, en la paz, en la agitación y en el tormento
insoportable. Tú estás en aquel que se ha embriagado, que se ha cegado de
lujuria y que siempre anda tras las mujeres. Tú estás en el ignorante y también
en el genio. Tú estás también en la prostituta. Tú estás en la virtud y en el
pecado. Tú penetras el mundo entero. Oh, Dios, todo es Tú."
Por lo tanto, al estar en tu propio mundo, al estar en tu propio campo, al estar
en tu propia, casa, justo frente a ti alcanza a Dios. Percibe a Dios en todos y
entiende que es Dios quien existe en cada persona. Si te estableces en esta
conciencia, alcanzas la dicha del samadhi justo aquí. No importa cómo seas, tal
como eres, hazte consciente de Dios y alcanza a Dios justo aquí. Esta es la
verdadera espiritualidad.
Siddha Yoga es muy sencillo. No hay nada complicado en él. Hasta los niños
practican Siddha Yoga. Muchos adolescentes toman este Curso, lo disfrutan y no
tienen problemas para relacionarse con él. Todo es muy sencillo. Somos
nosotros quienes hacemos un embrollo de cualquier cosa. Somos nosotros los
que creamos todas las contradicciones y todas las objeciones.
Si hubiera mil personas en la sala de meditación escuchando una charla de
Gurumayi, y le preguntáramos a esas mil personas: ¿qué es Siddha Yoga?,
obtendrías mil respuestas diferentes. Cada una de estas personas forma sus
propias impresiones, basadas en su propio condicionamiento, y el reflejo de esas
impresiones regresa a ellas. Proyectamos nuestras propias ideas sobre Siddha
Yoga. Al practicar la sádhana de Siddha Yoga, nos purificamos de estos falsos
conceptos y al final llegamos a un entendimiento muy sencillo.
El entendimiento sencillo, y la esencia de Siddha Yoga, es que la Conciencia
única aparece como todo. Dentro de la Conciencia está la pantalla, la película, el
proyector y el que percibe . Dentro de la Conciencia pasa toda esta película
kármica, tal como en un sueño, sólo que esta película posee forma, espacio y
128

tiempo. Es una película de circunstancias experiencias y relaciones kármicas.


Aunque en última instancia somos el Observador de todo lo que sucede, todo lo
que parece suceder es nuestro propio sueño inalterable.
La Conciencia, o el Ser, participa festivamente en esta película cósmica. El Ser
no se toma nada en serio. El Ser es muy ligero. Nuestra mente con actitud
justiciera pregunta: ¿Y los asesinatos, las violaciones, las guerras y los
crímenes? ¿Y todas las cosas terribles? Cada quien tiene su propia idea de lo
que es imposible que Dios haya creado: debió necesitar de ayuda sucia y
maléfica para inventar ciertas cosas, que solemos pensar.
Esto es como indignarse por la naturaleza de un sueño. No podemos culpar a los
demás por lo que sucede en nuestros sueños. No podemos despertar furiosos con
alguien por lo que hizo en nuestro sueño. Sin embargo, esta es la actitud que
tomamos hacia la vida. Desde el punto de vista del Ser, todas estas cosas
terribles son un espectáculo momentáneo, una apariencia, producida y dirigida
por maya. En la medida en que estamos establecidos con firmeza en la
conciencia del Ser, justo en esa medida no estamos a merced de maya. Lo único
"perturbado" en nosotros es la mente y el ego. Sólo la mente y el ego pueden
quejarse. El Ser permanece eternamente sereno.
Gurumayi ha dicho: El mensaje de Baba es muy sencillo : Medita en tu propio
Ser, adora tu propio Ser, inclínate ante tu propio Ser, respeta tu propio Ser,
comprende tu propio Ser. Tu Dios vive en ti como tú. El Ser es muy puro, es muy
limpio. No importa cuántos pensamientos tengamos, no importa cuántos
problemas tengamos, no importa cuántas negatividades tengamos, no siempre
vivimos en ellos. La razón de ello es que ahí está el Ser, y contrarresta todo lo
demás. El Ser es puro. El Ser es la Conciencia.
Al principio, un buscador, o una persona que considera estar en el sendero
espiritual, come el alimento apropiado, bebe la bebida adecuada, tiene los
pensamientos adecuados. De esta manera prepara el cuerpo para experimentar
el Ser.
Se alista para esa experiencia. El Ser siempre brilla. La razón por la que no
podemos ver su brillo o su resplandor, se debe a que está cubierto por el velo de
nuestro pensamiento, de nuestras impurezas.
Las escrituras afirman: "El Ser es eterno porque es existencia absoluta. El
cuerpo es temporal y perecedero, sin embargo la gente los confunde y los
considera como si fueran uno. ¿A qué otra cosa sino ésta se le puede llamar
ignorancia?"
Si mezclamos el cuerpo con el Ser, sufrimos cuando sufrimos; cuando estamos
felices, somos felices, y nada perdura. Olvidamos que la dicha verdadera nunca
perece. La naturaleza del cuerpo es perecer. La naturaleza del cuerpo es durar
129

un rato. Es por esto que cuando alguien muere, lloramos. Cuando alguien nace,
reímos, estamos felices. Cuando alguien está sano, nos sentimos bien. Cuando
alguien está enfermo, nos sentimos mal. Ello se debe a que pensamos que eso es
quien somos. Por eso necesitamos entender la diferencia entre el Ser y el
cuerpo. Baba siempre decía que el Gurú no es el cuerpo: el Gurú es la Shakti,
ese principio, ese poder. De igual forma, el Ser tampoco es un ser humano. El
Ser es esa forma divina, y esa forma divina existe dentro de todos nosotros.
La idea del hacedor nos hace sentir bien. Sin embargo, a la larga, la idea del
hacedor sólo provoca dolor y sufrimiento, porque cuando haces algo bueno,
obtienes buenos resultados; cuando haces algo malo, obtienes malos resultados.
De esta manera la emoción sube y baja, sube y baja. Por consecuencia,
desgasta el poder de la mente, y la mente se debilita cada vez más. Por esta
razón meditamos en el Ser y nos fortalecemos más y más. Esto no significa que
nos endurezcamos o nos volvamos insensibles. Aún somos muy sensibles, pero
no nos quebramos. Nos hacemos muy fuertes.
Entiende el poder del Ser. Es imperecedero. Es eterno. Es la naturaleza de la
dicha. Cuando experimentamos al Ser de esta forma, no tenemos deseos que
matan. La mayor parte del tiempo tenemos muchos deseos; queremos esto y
queremos aquello. Si no se cumplen, nos enojamos. En la Bhágavad Gita se dice
que cuando tienes un deseo, quieres algo, y si no se realiza, te enojas. Cuando
te enojas, pierdes el poder de la memoria. Cuando pierdes el poder de la
memoria, caes en la ilusión. Cuando caes en la ilusión, provocas tu propia
caída . De hecho, dice la Gita, te aniquilas, provocas tu propia destrucción.
Se dice que Dios crea este universo entero a partir de su propio ser. Y el
universo existe sobre Su pantalla. Todo lo despliega a partir de Sí; por eso no
sólo somos una pequeña parte de Él: no somos sino ÉL. Así como una semilla lo
contiene todo, de la misma manera el alma individual lo contiene todo.
Baba solía decir: no te pongas tenso, sólo relájate y medita con tranquilidad,
medita con calma. No te pongas tenso por tu sádhana. No te pongas tenso por
tu meditación. Sólo hazlo. No seas ignorante al respecto; ten el conocimiento
correcto. La mayoría pensamos que para ser espirituales es necesario tener el
cabello enmarañado, que es necesario dejarnos crecer una barba muy larga,
que deberíamos tener los ojos extraviados, entrecerrados, y también una
sonrisa muy cursi. Y andamos por ahí bendiciendo a todas las pobres almas...
Está bien si te gusta el drama y la actuación, pero el Ser es el mejor actor. El
Ser supera todas nuestras acciones. Va más allá de todo. Así que para
experimentar el Ser, no es que tengamos que hacer algo; para experimentar el
Ser, tenemos que deshacer todo lo que hacemos.
130

Después de hacer sádhana, descubrimos que el cuerpo y el Ser son uno y lo


mismo. Lo que se mueve por todo el cuerpo es el poder del Ser. Ese poder del
Ser es lo que se ha convertido en la mente, el intelecto y el cuerpo. El Ser es
todo.
Ve al Ser en todo lugar. Ve al Ser en todos. Entonces experimentamos esa gran
dicha. Ver al Ser en todos significa que debes hacer uso de tu discernimiento. El
poder del discernimiento también es el poder del Ser. El mismo poder tiene
diferentes nombres, de acuerdo con su función. Baba solía decir: experimenta el
Ser en todo pero no dejes de calzar zapatos y usar sombrero. No importa cuán
espiritual te vuelvas, no pierdas el poder del discernimiento. Según el momento,
según el lugar, según la gente, el mismo poder funciona a través de los diversos
poderes de este mundo.
Con amor,
131

LECCIÓN 14
Querido amigo
Es importante entender que el individuo y lo universal son uno y lo mismo. Son
diferentes aspectos del mismo Ser. No está separado uno del otro. El individuo
recurre a lo universal o lo modifica cuando piensa. Entre un pensamiento y otro
trascendemos la experiencia condicionada o modificada; tiene lugar la
experiencia de la Conciencia pura.
El vínculo que enlaza lo universal con lo individual es la mente. Por medio de la
mente, el individuo crea las condiciones, experiencias y circunstancias de su
vida. Esta incluyendo el efecto de las condiciones externas sobre su conciencia
interior -o su karma- se origina dentro de su propia mente.
Nuestros pensamientos habituales y predominantes se reflejaran como nuestra
vida y nuestro mundo. Este principio es universal y constante, y se aplica a toda
la gente de todos los lugares y de todas las épocas. Aunque muchos santos y
sabios de numerosas tradiciones han transmitido esta enseñanza de muy diversas
formas a lo largo de los siglos la misma permanece inalterada. Al entender este
simple principio, todo lo demás se revela. Cuando entendemos que nuestro
mundo es creación de nuestra mente, de modo intuitivo todo lo demás se vuelve
obvio.
El mundo exterior, que percibimos mediante los sentidos e identificamos por
medio de nuestro previo condicionamiento, es un mundo de apariencias. La
mente sólo puede ver el cuerpo, pero el cuerpo no puede ver la mente. Los ojos
físicos sólo pueden percibir el mundo físico. De esta manera, muchas cosas
permanecen ocultas a nosotros.
Esta vida, tal como aparece ante nosotros, no es lo que parece ser. De cualquier
modo reaccionamos, respondemos, tomamos decisiones y formamos creencias
de acuerdo con las apariencias de las cosas. Las apariencias externas son muy
atractivas y tentadoras. La persona debe tener el deseo sincero de conocer el Ser
para liberarse de esta apariencia de esta maya. Según las escrituras, es raro el
deseo sincero de conocer el Ser.
La maya es limitante, diferenciante y provoca el olvido del Ser. Su aspecto
limitante hace que percibamos sólo partes o fragmentos de lo que ocurre en
lugar del todo. El aspecto discriminador nos hace experimentar una
multiplicidad de objetos y cosas, distintos unos de otros y separados de
nosotros. El aspecto del olvido del Ser nos hace olvidar la verdadera naturaleza
de nuestro Ser. Por ello, pensamos que somos una persona limitada y que el
juego de esta vida es real y debe tomarse muy en serio.
En realidad no podemos deshacernos de la masa, es uno de los principios de la
naturaleza. Sin maya no habría vida tal como la conocemos, no existiría este
132

mundo tal como parece que es. No es que la maya sea mala; solo es lo que es.
Pero seguiremos experimentando dolor, miedo y angustia mientras la maya nos
siga cautivando. Cuando entendemos y trascendemos la influencia de maya nos
liberamos del cautiverio del mundo. Esta libertad es la liberación.
Pasar algún tiempo cerca de un ser libre produce un efecto liberador. Tal ser esta
más allá de maya más allá de las apariencias, de las diferencias y las
polaridades. Cuando entablamos algún tipo de relación con un ser así nos toca
su estado. Nuestra estructura psíquica se refina y expande. Nuestra capacidad
para ver la Verdad crece al estar en contacto con alguien que está
constantemente consciente de la Verdad. De la misma manera nuestra
experiencia de la Verdad se contrae al estar con personas que viven en la ilusión.
Es importante con quien pasamos el tiempo.
Pasé ocho años en Siddha Yoga con Baba, y al momento de escribir esto he
pasado diez más con Gurumayi. Con ambos he tenido simples encuentros o
intercambios de palabras y aun así pude sentir que me reestructuraban por
dentro, me sentía diferente aunque por fuera nada especial haya parecido ocurrir.
Este es un ejemplo de que en Siddha Yoga no podemos guiamos sólo por las
apariencias.
La Shakti puede lograr mucho en muy poco tiempo si sólo le damos la
oportunidad. Con esto quiero decir que podemos hacer el esfuerzo por estar en
ciertos lugares a ciertas horas, sabiendo que entonces puede tener lugar un
intenso encuentro con la Shakti. Por ejemplo, pasar un tiempo cerca del Gurú,
en el áshram o en un centro, compartir la seva con otros devotos, asistir a
Intensivos y talleres son formas de "estar allí" en caso de que la Shakti quiera
hacer algo por nosotros. Con frecuencia sólo tenemos que hacer el esfuerzo de
estar allí, y la Shakti se encarga del resto.
En otras ocasiones, claro, el Gurú crea la oportunidad. Una vez estando
Gurumayí en South Fallsburu, alguien me llamó como a las diez y media de la
noche, diciendo que Gurumayi quería verme de inmediato. Me vestí, corrí al
vestíbulo y allí me encontré con alguien que me condujo por pasillos y escaleras
hasta que por fin llegamos a una parte del ashram que nunca antes había visto.
Abrió una puerta que daba a la azotea de la sala de meditación y dijo:
"Gurumayi está allí afuera", luego la cerró detrás de mí.
Gurumayi se hallaba sentada en una silla a unos seis metros. Se encontraba en
una azotea desde la cual se domina el templo de Nityananda. Llegué hasta ella y
me senté a sus pies. Empezó a hablarme de cosas sencillas y cotidianas. Me
preguntó cómo era el invierno en South Fallsburg y otras cosas por el estilo.
De pronto dijo: ¿Ayer fue tu cumpleaños? Era verdad. Era evidente que lo sabía,
pero en el mismo día no me dijo nada. En esos momentos, sin embargo, sentí tal
133

intimidad una dicha completa. Tuve una sensación de total plenitud y contento.
Nada me faltaba en ese instante que contenía la eternidad
Gurumayí permitió que me quedara sentado allí con ella un rato. De vez en
cuando decía algo en voz muy baja, pero más que nada permanecía en silencio.
Me sentía como si estuviera solo y también parecía como si ella estuviera sola y
únicamente estuviera permitiéndome estar a solas con ella. Estábamos solos,
juntos. Paso un rato, y entonces me indico que era el momento de retirarme.
Después, vagando por el ashram me sentía en otro mundo. No me fijaba adónde
iba. Es mas al día siguiente alguien me dijo: "Te vi anoche y parecía como si no
supieras dónde estabas". Era cierto. Así me sentía.
Fue sorprendente cómo unos cuantos minutos en compañía del Gurú obraron un
efecto tan profundo en mí. Había vivido experiencias semejantes cerca de Baba
y sabía que eran posibles. Había experimentado antes el amor de Gurumayi pero
fue como si, de repente, todo fuera nuevo otra vez; todo había cambiado.
Si Gurumayi me hubiera llamado para contarme grandes verdades o secretos
cósmicos experimentar algo profundo, habría sido natural. Pero al parecer,
aquellas palabras podían haber sido pronunciadas por cualquier persona en el
mundo. Lo sucedido trascendía las palabras. El tiempo que transcurre en
presencia de un gran ser deja un impacto profundo, no importa que parezca
suceder o no. Es un misterio sorprendente.
El Gurú obra de manera muy sutil. Si no desarrollamos la capacidad de ver más
allá de las apariencias, podemos pensar que nada interesante ocurre. Así que
gran parte de Siddha Yoga es aprender a ver más allá de las apariencias. Por
ejemplo, ni siquiera este "curso por correspondencia" es lo que parece ser.
Parece que son estas palabras impresas en papeles que se reciben por correo.
Pero lo que tiene lugar es algo mucho más interesante que eso. Algo mucho más
profundo ocurre que la simple lectura de estas palabras impresas.
El mundo físico es como un espejo que refleja las actividades de otros ámbitos
de la Conciencia. Las cosas que pasan en nuestra vida son el reflejo de ciertos
procesos interiores. Incluso la gente que nos vemos atraídos a conocer refleja
algo que sucede dentro de nosotros. Nadie llega a nuestra vida por accidente o
coincidencia. Existen grandes significados detrás de las cosas, pero al estar
hipnotizados por las apariencias, todo nos parece bastante común.
Por esa razón, aun en presencia del Gurú, nos parece que sólo suceden cosas
triviales, pero si aprendemos a ir más allá de las apariencias externas, nos damos
cuenta de que es extraordinario lo que tiene lugar. Por ejemplo, no podemos ni
siquiera reconocer a un Gurú autentico por el modo como se comporta o habla.
Un gurú falso solo puede existir creando la apariencia correcta. Las apariencias
134

son solo una ilusión, pero debido a que afectan a tanta gente, se cree que lo falso
es verdadero.
La única forma de conocer a un Gurú genuino es dándonos cuenta de lo que
sentimos, de lo que realmente sucede en nuestro interior, la verdad se encuentra
en nuestra propia experiencia interior, no en el espectáculo externo. Nadie puede
decirnos quien es nuestro verdadero Gurú. Lo reconocemos con el corazón. Es
como enamorarse. No pensamos en ello ni lo analizamos antes de decidir de
quien enamoramos. Solo nos enamoramos quizá contra viento y marea. Ocurre
en el interior, en el corazón y no en la cabeza. Lo mismo sucede al conocer al
Gurú. Es como reconocer la parte más intima de nuestro propio Ser.
Poco a poco me enamoré de Baba, a pesar de todos mis análisis y resistencias.
Me cautivo como nadie. Era por completo impredecible y nunca sabía yo de un
día a otro como se relacionaría conmigo. Nunca pude anticipar sus respuestas, ni
siquiera si respondería o no. Siempre me maravillaba y sorprendía, y parecía
conocerme mejor que nadie. Parecía comprenderme en una forma íntima y
misteriosa. Algunas veces decía algo para hacerme ver que sabía cómo me sentía
en verdad, y siempre me impresiono lo certero de su apreciación.
Siempre era fantástico estar con él. No importaba lo que hiciera o dejara de
hacer. No importaba si se dirigía a mí o me ignoraba por completo. Me sentía
feliz con sólo verlo actuar. Escucharlo hablar a la gente, ver cómo se
relacionaba con todos era ya una dicha. Nunca pude explicar intelectualmente
por qué sucedía eso pero era innegable.
Lo mejor de todo esto es que poco a poco, su estado se me empezó a pegar.
Cada vez que estaba con él me parecía absorber más de él. Aquel sentimiento
mágico de estar a su lado empezó a penetrar en mí incluso estando físicamente
lejos de él. Fue despertando algo en mí que ya era mío en forma innata y que no
dependía de su presencia como temí al principio. Era como si me transmitiera
algo que habría de ser mío a partir de ese momento. De hecho, sólo estaba
despertando mi reconocimiento de lo que ya había en mi interior.
Cuando Gurumayí se convirtió en Gurú, me asombró ver que la manera como
había experimentado a Baba era la misma como experimentaba a Gurumayí. No
lo hubiera creído si no me hubiera sucedido a mí, pues tenía la tendencia a ver a
Baba como mi Gurú y a Gurumayí como su sucesora. Al sentir cada vez más
amor en la presencia de Gurumayi empecé a comprender que ella no sólo era la
sucesora de Baba, sino en verdad el Gurú. En cierto sentido. Baba me había
preparado para ella. Me conmovió descubrir esto, pues de alguna manera me
había sentido decepcionado de que mi Gurú abandonara su cuerpo antes de que
yo completara mi sádhana. Pero gracias al descubrimiento de mi verdadera
relación con Gurumayi tenía todavía un Gurú vivo.
135

Pero me estoy adelantando. Muchas de mis historias tienen que ver con Baba, ya
que él era el Gurú cuando yo recibí mis primeras impresiones de Siddha Yoga.
Así que para hablar de mis 'primeros días' en este yoga debo referirme a Baba.
No obstante, todas las formas en que pueda describir a Baba corresponden
también a Gurumayi.
Por cierto, la personalidad de Gurumayi es muy diferente a la de Baba y también
su manera de hacer las cosas. Cada uno de los grandes Siddhas se distinguen
entre si. Su modo de enseñar es diferente.
La verdad es la misma, las enseñanzas son las mismas, las prácticas son las
mismas la Shakti es la misma y el principio del Gurú es el mismo. A veces, en
las lecciones hay oraciones muy generales que dicen cosas como "El Gurú suele
ignorar a una persona cuyo ego depende de la aprobación y el reconocimiento de
los demás. No le da lo que haga crecer su ego aunque eso sea lo que esa persona
más desee".
Cuando se dice algo así se refiere al modo como obra el principio del Gurú, tal
como obró a través de Baba y tal como obra ahora a través de Gurumayi. Mucha
gente no sabe con exactitud que hace un Gurú. Por su estructura, la cultura
occidental acepta a los gurús muertos, no a los vivos.
Más o menos la tercera vez en mi vida que vi a Baba, me dijo: Debes enseñarle
a la gente qué es un gurú. Según mi entendimiento de esa época. Baba era un
yogui muy poderoso de la India, quien podía dar shaktipat. Pero todavía no
hubiera podido explicarle a nadie que era un Gurú.
Le respondí: "Baba, no tengo la menor idea de lo que es un Gurú". Se rió como
si yo hubiera dicho una de las cosas más divertidas que hubiera escuchado;
luego me palmeó en la cabeza con las plumas de pavo real y dijo: No te
preocupes, ¡ya lo sabrás!
Cuando conocí a Baba, ya había meditado y practicado diversos yogas durante
15 años, más o menos. Por haber vivido en la ciudad de Nueva York durante
algún tiempo, conocí y escuché a muchos yoguis de la India que al parecer,
sabían de qué hablaban.
No me acerque a Baba para encontrar un Gurú, sólo quería recibir más
enseñanzas, cualquier forma de entendimiento que pudiera darme antes de que
siguiera su camino y yo el mío y para recibir shaktipat. Pensé que iría a que
despertara mi kundalini y luego seguir con mi vida.
Recibí shaktipat pero no contaba con que a consecuencia, mi vida entera se vería
transformada. Fue como salir de mi vida y entrar a un mundo completamente
nuevo. Antes de esto no habría podido hacer lo que hice después. He aquí la
diferencia entre el Gurú y un maestro común. Un maestro común sólo puede
explicar las cosas y describirlas; un Gurú verdadero imparte la experiencia real.
136

Un Gurú verdadero transforma nuestra vida de una manera tal que literalmente,
no somos ya los mismos.
Mi experiencia interior fue lo que me hizo regresar una y otra vez. En ese
momento Baba era lo único que me atraía de Siddha Yoga, a decir verdad, todo
lo demás me desagradaba. Esto sucedía en 1974 cuando solo había unas cuantas
personas y era como ir a un pequeño rincón de la India antigua. Las grandes
fotografías de hombres semi desnudos me parecían un poco extrañas. Desde
luego que no esperaba que los yoguis usaran traje y corbata, pero todo me
parecía raro y desconocido de cualquier manera. Me desconcerté que se
postraran ante la silla vacia de Baba. No entendía que de esta manera se honraba
el Principio del Gurú, que vive en cada uno de nosotros. Y también el Arati las
palmas y el estrepito. No entendía que esos sonidos representan los sonidos que
los yoguis oyen en los estados más altos de meditación, ni que esos sonidos
pueden evocar de manera efectiva esa experiencia en los escuchas. Y ¿sabes
qué? también todo lo demás. La mayoría de la gente tiene su propia lista. No
conozco a muchos a quienes les haya encantado todo nada más con llegar,
aunque a veces los hay.
Muchas de las cosas que Baba decía no tenían sentido para mí. Algo que había
exigido de todos mis maestros era que fueran racionales, y al menor indicio de
que no lo eran, los eliminaba de mi lista. Algunas veces Baba parecía del todo
irracional. No advertía por entonces que esa aparente irracionalidad era una
sabiduría superior. A la razón parecía que si quería yo la Shakti, iba a ser
necesario rendirme ante una cierta irracionalidad. Pero. ¿Quién ha dicho que
Dios está limitado a la racionalidad?
Después de decidirme por la Shakti y no por la racionalidad limitada, empecé a
escuchar a Baba de una manera completamente nueva. Dejo de importarme si lo
que decía tenía o no un sentido inmediato. Como la Verdad misma, el Principio
del Gurú trasciende la comunicación verbal.
Me tomó cierto tiempo advertir todo esto. Mi primera experiencia del áshram
fue que apenas si podía sufrir estar allí. Me sentía muy incómodo todo el tiempo
que permanecía allí. En cuanto salía y caminaba por la calle, me volvía a sentir
muy bien, muy libre. Pero al día siguiente, de regreso hacia el áshram en el
metro, me preguntaba: "¿Por qué regreso? Ni siquiera me gustaba estar allí."
Mirando hacia atrás, puedo ver que la Shakti me atraía hacia allá desde un nivel
sutil. Era como si la actividad de mi mente hubiera dejado de ser importante.
Cada vez que iba al áshram, sentía que era el único que estaba fuera de lugar.
Parecía que todos los demás se sentían a sus anchas, que estaban de veras
adaptados al lugar. Se veían muy seguros de las razones que tenían para estar
allí y de lo que hacían, y parecían muy "comprometidos". Centrado en mí
mismo, yo me sentía desubicado. Estaba seguro de que los demás me veían
137

como a un impostor, como a alguien desprovisto de verdadera devoción. Me


sentía el blanco de las miradas, que me señalaban por ser el que menos sabía lo
que pasaba.
Trataba de adaptarme tanto como podía. Con resultados desastrosos, me
esforzaba por seguir en los libros los cantos en sánscrito, mientras que los
demás parecían conocerlos de memoria, y cantarlos con gran fervor. Al parecer,
todos participaban de la rutina del ashram con gran entusiasmo y deleite,
mientras que yo apenas esperaba no hacer nada mal. Todos parecían ocuparse de
modo resuelto de sus asuntos, como si siempre estuvieran llevando a cabo
alguna misión importante, mientras yo me limitaba a no estorbar y permanecer
desapercibido. Me sentía ajeno, más un observador que un participante y aun así
no podía mantenerme a distancia.
Al mirar retrospectivamente, puedo reconocer cómo la Shakti provocaba,
exagerándola la exhibición de toda mi paranoia y egocentrismo congénitos.
Todos mis sentimientos de autoevaluación se vieron forzados a aflorar a la
superficie. La sensación de ser diferente, de no estar en mi medio, de no ser
parte integrante del ashram, de no ser aceptado como era, de no adaptarme, de
no estar de veras "dentro", de no ser aprobado por los demás: todo eso afloraba
para que yo lo afrontara. Así es como la Shakti hace aflorar los samskaras.
Primero los exhibe, con el fin de que podamos eliminarlos. Una vez que los
reconocemos, podemos liberarnos de ellos.
Cuando Baba me pidió que dirigiera un centro para él empecé a sentir las
mismas inclinaciones. Me parecía que los dirigentes de otros centros me
señalaban como aquel que todo lo hace mal. Luego, después de instituida la
Fundación SYDA con su "Oficina de Centros", estaba convencido de que habría
de ser sorprendido y humillado públicamente en medio de un satsang por hacer
todo mal.
Cuando algo está sucediendo, no siempre es del todo claro qué es lo que pasa.
Nadie me había enseñado como la Shakti hace aflorar las propias tendencias
para que puedan ser expulsadas. No había ninguna clase o curso en aquellos
días, solo tenía la compañía de Baba. Baba me había dicho que todo lo que tenía
que hacer para dirigir un centro consistía en compartir mi experiencia de él con
los demás. Decía que debíamos cantar el mantra juntos y luego meditar, y que la
Shakti se encargaría del resto. Y así fue. Decía que muchos recibirían shaktipat
en el centro. Y así fue.
De cualquier modo, me tomó algún tiempo tener una perspectiva clara de la
situación. Después de un periodo muy largo de sentirme la "oveja negra" de
Siddha Yoga fue toda una sorpresa descubrir que mucha gente sentía lo mismo.
Comencé a advertir que muchas personas en el ashram -incluyendo a muchos
que antes parecían tan "integrados"- apenas empezaban a tener cierta idea de lo
138

que sucedía. Para mi asombro empecé a ver que los demás me veían como a
alguien que parecía tan a gusto en el medio tan "metido" en él. Todavía más
sorpresivo fue que alguien me confesara que temía que yo censurara su modo de
hacer su sádhana. Qué asombrosa perspectiva!
Después de algunos años, empecé a comprender que la mayoría de la gente
atraviesa por situaciones muy similares. Se requiere de cierto tiempo para
entender que todos tenemos muchas cosas en común. Hay una tendencia muy
fuerte a sentir que nuestra propia insuficiencia es demasiado notoria. Creemos
que los demás nos censuran, mientras que ellos, a su vez temen no contar con
nuestra aprobación. Todos quieren amor. ¿pero quién lo da? Queremos que nos
acepten y nos reciban bien, pero ¿quién será el que acepte y reciba bien?
Solemos esperar que el otro lo haga en vez de nosotros. Quien conoce la Verdad
es uno de los pocos que recibe y acepta con gusto a los demás.
Una vez en un taller en Manhattan, en el centro de Soho, una mujer nos
comunico que se sentía como una extraña, como si fuera la única que no conocía
a nadie más. Resulto que casi todos venían de diferentes lugares y ninguno
conocía a más de dos o tres personas, y la mayoría se sentía justo como la mujer
que compartió su experiencia. Cada uno tenía la sensación de ser el único que
estaba fuera de su medio.
Después de conocer la verdad acerca de la situación, se relajaron y se sintieron
muy bien; empezaron a abrirse a los demás y a ver al mismo Ser en el otro. Para
el segundo día ya eran como una familia unida en la que todos se conocían muy
bien y se aceptaban por completo. Era un microcosmos de la vida. No
comprendemos que todos estamos en el mismo barco, que experimentamos los
mismos sentimientos. Cuando conocemos la verdad, podemos ser quien conforta
y da alivio, quien ofrece amor. Solo el ego siente la desaprobación, sólo el ego
se siente como un proscrito. En la mayoría de los casos somos los proscritos de
nosotros mismos.
La sensación de que debemos cambiar o mejorar para estar bien, para ser
aceptados por los demás, es inherente al ego. Parte del proceso de la sadhana es
superar esta tendencia común. Debemos liberamos de una vez por todas del estar
centrados en nosotros mismos, del deseo de complacer a los demás o de hacer
ciertas cosas para que nos quieran y nos acepten . En un momento dado, es
esencial que comprendamos que todo está bien tal como es.
Todo lo que ocurre en presencia del Gurú, en el áshram o en cualquiera de los
centros o durante los Intensivos y los talleres, o en cualquier momento en que
dos o más devotos hacen sadhana juntos, es parte de este proceso fascinante.
Durante el mismo los samskaras escondidos emergen a la superficie y los
aspectos más sutiles del ego se ven expuestos, para poder liberarnos para
siempre de ellos y quedar establecidos en nuestra verdadera naturaleza.
139

Este proceso con frecuencia parece ser algo que suscita en nosotros todo tipo de
reacciones, pensamientos y opiniones: aunque, en realidad, algo más está
sucediendo. De hecho, la Shakti puede estar purificándonos de nuestras
reacciones y opiniones. La Shakti hace que tenga lugar este drama, este juego,
para que de modo gradual alcancemos la sencilla conciencia de la Verdad.
Todos nuestros rígidos conceptos e ideas falsas se disuelven con el tiempo. No
podremos conocer el Ser mientras estemos atados a conceptos o creencias, por
buenos auténticos o morales que parezcan. No podemos justificar un concepto
rígido sólo por que parezca ser "correcto" racionalmente.
Cuando pensamos en algo como: "No me gusta esto, me choca que hagan eso",
debemos detenernos y ver si la Shakti está sacando a la luz nuestra tendencia a
sentirnos de cierta manera. Muchas veces vamos al ashram y pensamos que algo
nos disgusta cuando en realidad la Shakti nos está purificando de eso que nos
disgusta en particular. Al Ser no le disgusta nada, solo el ego puede sentir
disgusto, solo el ego puede desaprobar. El Ser observa la totalidad, nada queda
excluido.
La Shakti hace que afloren nuestras reacciones compulsivas, y parte de nuestra
sadhana consiste en reconocer la verdad de lo que está pasando ¿Por quién
vamos a optar? ¿Por la Shakti o por nuestra reacción? ¿Dónde vamos a poner
nuestra fe? Pero tenemos que ver que está pasando. No es lo que parece por
fuera. La Shakti es muy lista. Podemos pensar que estamos muy centrados y que
tenemos todo bajo control, pero la Shakti encontrará algún modo ingenioso de
mostrarnos en dónde estamos "atorados". Es un proceso fascinante.
Con el tiempo, gracias al poder de este proceso, nos liberamos de todo y vamos
más allá de nuestras limitaciones comunes. El proceso da resultados, no cabe
duda. No es posible dudarlo porque son ya muchas personas quienes han sufrido
una transformación radical. Mucha gente nos precede, mucha gente ha
experimentado el poder transformador de la gracia. Lo único que hay que hacer
es advertir cómo se manifiesta la gracia en nuestra propia vida. Entonces
tendremos fe en el proceso.
A medida que somos transformados dejamos de identificamos con esta
personalidad, con esta manifestación externa en especial; dejamos de
enorgullecemos o avergonzarnos de nuestros actos. Nos volvemos alegres en
forma natural y auténticos en forma espontanea. Por primera vez nos
expresamos hacia el exterior como somos en realidad y vivimos de un modo
adecuado a nuestra propia naturaleza.
Entonces, nuestras acciones ya no son calculadas, dejan de responder a
motivaciones personales. Debido a nuestro estado, debido a nuestra conciencia
140

de la verdad, la Shakti se expresa de un modo puro en todas nuestras palabras y


acciones.
Gurumayi dijo en una ocasión: En virtud de la gracia de nuestro Gurú, nuestra
vida misma se convierte en la encarnación de lo divino. Conforme la gracia
entra cada vez más a nuestra vida, llegamos a ser aquello que el Gurú quiere
que seamos. En verdad, somos Dios bajo una forma humana. Baba decía
siempre: Ya lo tienes todo, sólo te falta entenderlo .
Cuando te conviertes en títere de tu propio ego, cuando te conviertes en títere
de tu propio condicionamiento mental, no importa qué tan famoso seas, aun así
puedes ser derrotado por un necio. Sucede todo el tiempo. Construimos una
casa dentro de una casa, y quedamos atrapados en ella. Es muy pequeña, y sin
embargo, no podemos salir de ella.
Sentir que no sabes nada es de gran ayuda a veces. Pensar que sabes te puede
desorientar. Cuando piensas que no sabes, estás actuando desde el ámbito de lo
invisible y lo desconocido . Cuando piensas que sabes, estás actuando desde el
ámbito del ego y del intelecto . El sendero de la meditación te lleva más allá de
todo esto. Eres capaz de experimentar la Verdad, lo divido y la grandeza
interior.
Por favor repasa la lección 4 y la 8
Con amor.
141

LECCIÓN 15
Querido amigo:
Una vez más podemos reunimos en el espacio de la página impresa. Al menos
parece ser la página impresa. En realidad, cuando nos sintonizamos con la
lección, nos reunimos en el espacio interior, en el espacio del corazón.
Podemos compartir este espacio todo el tiempo, ya sea que estemos cerca
físicamente o no. Es un espacio más allá del espacio, un espacio sin lugar.
Aunque vibra en lo más profundo del corazón, también es omnipresente. Es el
espacio de nuestra propia conciencia. Cuando le damos un nombre a este
espacio interior, lo llamamos el Ser, y como Baba solía decir: La sensación del
Ser es el amor.
Por tradición, cuando un estudiante o buscador acude a un guía o maestro
espiritual, lo primero que el guía o maestro debe hacer es desmantelar la forma
en que el estudiante o buscador ve el mundo. En Siddha Yoga suceden muchas
situaciones sólo para derrumbar nuestra manera rígida y limitada de percibir las
cosas. El Gurú suele relacionarse con nosotros en formas que cambian nuestra
manera de ver las cosas del mundo y expanden nuestra perspectiva.
Por supuesto, la mente tiene sus opiniones sobre lo que ocurre, y el ego tiene sus
reacciones hacia todo aquello que ocurre. Incluso al leer estas lecciones podrás
tener toda clase de opiniones y reacciones acerca de lo que lees. Puedes estar de
acuerdo o en desacuerdo con lo que lees; aun así, algo tiene lugar más allá de la
actividad mental.
Por lo general tarda un poco percatarse de que el Curso no tiene lugar sólo a
nivel intelectual. Por cierto, el Curso le da a la mente bastante con qué
entretenerse, bastante qué digerir y sobre qué reflexionar; sin embargo, el
proceso interior se desarrolla a un nivel más profundo. Tu percepción de las
cosas se ve expandida en virtud de la gracia; la relación principal con las
palabras es que al hacer el esfuerzo de leer lo que está escrito, das tu
consentimiento para participar en el proceso.
Este Curso es un medio determinado que Gurumayi, en su compasión, pone a
nuestro alcance con el fin de que participemos en la sádhana a nuestro propio
paso y nivel y en un lugar y un tiempo que nos sean cómodos. En lugar de
hacernos trepar a los Himalayas para llegar a ella, Gurumayi nos envía su gracia
por correo. ¡Cuánta compasión y gracia nos concede!
El método ideal de abordar el Curso es leer diariamente la lección en turno, y
por lo menos una vez la lección de repaso. Por supuesto, tú puedes encontrar el
método que te resulte más cómodo y natural. Al transcurrir el tiempo
descubrirás el valor de la repetición y la reiteración, si es que aún no lo
142

descubres. Si fuera posible entrar en la dicha del Ser conducido por Él sólo una
vez, ya estaríamos todos realizados a estas alturas.
Estas palabras ocupan el intelecto para que pueda ocurrir algo más profundo.
Por eso, no importa si el lector es un principiante o un "veterano". La lección
puede leerse o experimentarse a cualquier nivel de entendimiento que el lector
tenga. En última instancia, sólo una Conciencia percibe y entiende estas
palabras. Todos compartimos esa misma Conciencia.
Hay un espacio que todos compartimos simultáneamente. Este espacio es el
estar conscientes. Podemos llamarlo "Conciencia". Podemos llamarlo "amor".
Sólo existe un amor, y por lo general nos sintonizamos con él de vez en cuando
u obtenemos destellos de él y gritamos: "¡Oh, estoy enamorado!, ¡estoy
enamorado!" Sin embargo, el mismo amor está siempre ahí en su plenitud,
estemos conscientes de él o no. Tenemos la capacidad para estar siempre
enamorados, y no en un sentido ordinario, sino en un sentido extraordinario.
Cuando entendemos la Verdad, experimentamos que en realidad nunca estamos
separados unos de otros. Así como una persona que duerme no se percata de que
su sueño es sólo un sueño, una persona sin conciencia de la Verdad no
comprende que todos somos uno. Esto es algo tan sutil que no es posible
enseñarlo ni comunicarlo a alguien intelectualmente. La experiencia o el
reconocimiento de esto puede transmitirse de una persona a otra, pero sólo
mediante el poder de la Shakti y no con palabras. En sí mismas, las palabras no
pueden contener la Verdad.
A veces, parecerá que las oraciones o párrafos de las lecciones no encajan bien
unos con otros. No todo está pulcramente estructurado para la mente. Es
necesario que aprendamos a ver las conexiones y relaciones correctas entre las
cosas. Aprenderlo nos lleva más allá de la mente común y tenemos que
trascenderla para llegar a ser libres.
Cuando entendemos que en esencia somos lo mismo que todos los demás,
comenzamos a vivir en forma distinta de como lo hacíamos al ver diferentes a
los demás. Nos relacionamos con la gente de otra manera viéndolos igual que
nosotros, que si los vemos diferentes de nosotros mismos.
Quien se ve a sí mismo en los demás, siente que todos son sus amigos secretos.
Nadie le es extraño en el fondo, porque conoce cómo es cada persona por
dentro. En cierto sentido, está enamorado de todos, ve a cada uno como su
amado, aunque no exista mucho karma externo entre ellos; sólo porque
tengamos muy poco karma con otra persona en esta vida, no significa que
dejemos de estar muy cerca uno del otro.
Hay un ámbito de existencia constituido por personalidades. En este ámbito,
todas las personalidades son como un circo de personajes de caricatura. No
143

obstante, por lo general vemos las personalidades como si fueran lo que la gente
es, y nos relacionamos con ella y la sentimos de acuerdo con la personalidad.
Algunas nos imponen, algunas nos intimidan, otras nos hacen sentir incómodos,
otras nos divierten, otras nos atraen, otras nos repelen, y así sucesivamente.
Quien comienza a percibir la Verdad, poco a poco ve más allá de este ámbito de
personalidades. "Aunque advierte lo que hacen las personalidades, no les da
importancia. Deja de reaccionar ante ellas, dejan de desagradarle, dejan de
hechizarlo. La personalidad de alguien deja de interesarle. Se da cuenta de que
la personalidad no es la persona, sino tan sólo un vehículo externo mediante el
cual el Ser interior se expresa en este mundo de formas. Alguien así trasciende
la personalidad, y ve y se relaciona con el mismo Ser interior en todos.
Por lo general creemos que somos una persona y que nuestra personalidad
individual en cierta forma tiene algo que ver con quien somos. Pensamos que
hicimos tales y cuales cosas, unas buenas y otras malas, que hemos cometido
errores y tomado decisiones equivocadas, sufriendo las respectivas
consecuencias, y así sucesivamente. Creemos que nos suceden determinadas
cosas, y ya que nos están ocurriendo, deben ser importantes, y como son
importantes hay que tomarlas muy en serio.
Todo esto sería suficiente, pero además pensamos que somos este cuerpo, que
nació en tal fecha, que es de cierto sexo, tiene cierto estado de salud y en algún
momento morirá. También pensamos ser lo que pensamos y sentimos ser lo que
sentimos. Tal es el estado común de la conciencia individual.
Llamamos ego a todo lo anterior. Básicamente, el ego es aquello que se
identifica con esta persona determinada, con todos sus rasgos y características,
incluyendo faltas, defectos y limitaciones. El ego se apropia de cualquier cosa
en relación con este individuo, diciendo: "¡Este soy yo!". El ego se siente mal, o
bien. El ego se siente contento o deprimido. El ego se enoja y un minuto
después brinca de gusto. El ego opina acerca de todo lo imaginable. Al ego le
gustan algunas cosas y le disgustan otras. El ego juzga a los demás y a sí mismo
como si supiera qué es lo mejor, lo que está bien y lo que está mal. Claro que el
ego siempre cree tener la razón, siempre piensa que lo mira todo desde la
perspectiva correcta. Es más: el ego siente que algo debe ser cierto sólo porque
lo piensa. Por esta razón, la arrogancia, el orgullo y la sensación de importancia
personal también están dentro del ámbito del ego.
Lleva mucho tiempo ver y entender lo que es el ego, y en especial reconocerlo y
advertir lo que hace en el momento en que lo hace. Ahora mismo tenemos cierto
entendimiento acerca del ego, y puede ser bastante más amplio que el que
teníamos antes de empezar el Curso, pero dentro de un año podremos mirar
hacia atrás y apreciaremos que nuestro entendimiento actual del ego era bastante
144

primitivo. Mientras más libres estemos del ego, más evidente habrá de
convertírsenos.
Nuestra perspectiva se expande al disminuir el ego. Si el ego es bastante sólido
y tiene control sobre las cosas, todo se mira y entiende bajo su perspectiva.
Conforme hacemos la sádhana y el ego comienza a encogerse, nuestra
perspectiva se amplía y profundiza. Lo que antes se entendía puede ser
percibido de una manera totalmente nueva, una vez que el ego ha disminuido
aunque sea en forma mínima. Así que aun nuestro entendimiento correcto del
ego, depende de nuestra liberación de él.
Liberarse del ego es un proceso gradual. No puede ocurrir de un día para otro. Si
una persona fuera despojada repentinamente de su ego, podría caer presa del
pánico; podría ser algo muy desconcertante. Por eso, casi siempre tiene que ser
un proceso gradual, o de lo contrario sería abrumador percatarnos de que no
somos quien creíamos ser. Con el tiempo vivimos ciertas situaciones y nos
ocurren ciertas experiencias que podrían compararse con ir removiendo capa
tras capa del ego. Todas esas experiencias están bajo el control de la Shakti.
En la mayoría de los casos, no tenemos idea de lo que sucede en realidad, ni por
qué, sino hasta después, cuando miramos en retrospectiva y advertimos los
efectos. El efecto real de alguna cosa es más sustancioso que la apariencia o lo
que pensamos de ello. En ocasiones, tendremos la impresión de que algún
incidente es una realidad, una estupidez, o que es del todo intrascendente, para
después advertir que propició una transformación o una revelación vital. Otras
veces pensamos que algo terrible está ocurriendo, pero más tarde constatamos
que, en su conjunto, las consecuencias fueron bastante benéficas.
No sabemos qué se necesita para corregir nuestra visión equivocada y nuestro
entendimiento limitado. Si lo supiéramos, nuestra visión y entendimiento no
serían equivocados ni limitados. Por eso pasamos por un proceso de
transformación. Nos ocurren cosas, atravesamos por experiencias, nos
relacionamos con determinadas personas, todo lo cual nos afecta en formas que
no advertimos. Creemos que ocurre algo, cuando en realidad lo que sucede es
del todo distinto.
Sólo una persona con un entendimiento muy refinado ve siempre las cosas como
son en realidad. La mayoría de nosotros, incluso quienes han hecho sádhana por
mucho tiempo, sigue siendo bastante adicto a las apariencias; nos sigue
atrapando el juego de las personalidades. Estamos perdidos en un mundo de
cambios constantes, inconscientes de lo inmutable. Una de las razones para
participar en este curso es refinar nuestro entendimiento y liberarnos de nuestro
condicionamiento limitante. Si queremos seguir esta senda hasta el final, hay
que estar dispuestos a cambiar nuestra forma de pensar y de sentir, o por lo
menos dejarnos conducir por la Verdad a donde sea que nos lleve.
145

No es posible avanzar mientras sintamos que tenemos la razón en todo. En lugar


de confiar en nuestros pensamientos y sentimientos, que nada tienen que ver con
la realidad, necesitamos reconocer y entender aquello que está más allá de la
actividad de la mente, aquello que ve y conoce toda actividad, interna y externa,
que compartimos simultáneamente y por igual.
Alguien podrá pensar que la sádhana es sólo meditar, cantar y repetir el mantra,
pero la verdadera sádhana consiste en las experiencias por las que uno atraviesa,
gracias a las cuales poco a poco nos vemos libres de las limitaciones del ego.
Por sí solo, uno no puede hacer nada para liberarse del ego, ya que sería el
mismo ego quien estaría haciendo ese esfuerzo . El ego diría: "Bueno, haré
sádhana y me liberaré del ego. Entonces estaré liberado". Por tal razón es
necesario el Gurú. Estableciendo alguna clase de relación con el Gurú, la Shakti
se pone muy activa. Cumplimos con nuestra parte al llevar las enseñanzas del
Gurú a nuestra vida diaria.
La conciencia del Ser interior es la única vida espiritual. En nombre de la
espiritualidad la gente hace muchas cosas, hasta torturarse, pero lo único
verdaderamente espiritual es la conciencia del Ser y ver el Ser en todo . Uno
podrá llevar a cabo muchos rituales y prácticas, pero sin la conciencia del Ser
son acciones vacías. Si una persona ve el Ser en todo y en todos, todo es
espiritual en ella. Con su visión pura espiritualiza su universo.
Independientemente de cómo lo vean los demás o qué motivos le atribuyan a sus
acciones, todo el tiempo goza del Ser. La espiritualidad no es cuestión de
acciones o creencias, sino de nuestra propia conciencia interior.
La verdadera vida espiritual no tiene formas ni rituales, ni tradiciones que
defender, ni precedentes que seguir. No es un estilo de vida, una manera de
hacer o no hacer las cosas, ni una conducta especial, aceptable para otras
personas "espirituales". En ese caso, sería únicamente otra forma de sociedad .
En la espiritualidad no hay reglas absolutas. Sin duda alguna, hay numerosos
lineamientos que importa seguir, pero no hay procedimientos establecidos para
hacer o no hacer cosas. Es común que nuestro concepto de la espiritualidad sea
demasiado estrecho y rígido. Todas estas distinciones entre lo espiritual y lo
no espiritual existen sólo en la mente.
El Kulárnava Tantra, un gran texto espiritual, afirma: "Quien se ve a sí mismo
como el Ser, no tiene por qué controlar la respiración ni cerrar las fosas nasales,
ni por qué practicar yama o niyama, o el yoga basado en padmasana, ni porqué
mirarse la punta de la nariz. Yoga es la unión del jiva, el alma individual, con el
Atman. Quien se ha realizado no necesita ya de las disciplinas que preparan o
contribuyen al yoga.
146

"El yogui verdadero puede vivir donde sea, vestido como sea, ignorado por los
demás. Bajo atuendos diversos, esos yoguis van por el mundo y la gente no los
reconoce. En medio de los hombres, viven como si estuvieran ebrios, sordos o
fueran unos imbéciles. Esos yoguis podrán expresarse en forma descortés,
comportarse como el ignorante y parecer un patán.
"Hacen esto con el fin de que los hombres los ignoren y no se congreguen a su
alrededor; no dicen palabra acerca de nada. Si bien se ha realizado en la
libertad, el yogui podrá juguetear como niño, su comportamiento podrá parecer
el de un tarado, podrá hablar como un borracho. Ese yogui vive de tal manera
que podrá provocar la risa del mundo, su rechazo, su repulsión, o hasta que lo
rehúya, dejándolo así en paz. Ese yogui irá con diversos disfraces, vestidos, a
veces como un personaje notable, a veces como un perdido, a veces como un
espectro o un demonio."
Por supuesto, hay prácticas impartidas por el Gurú que son efectivas para
quemar los samskaras que conforman el ego. Por eso meditamos, cantamos,
repetimos el mantra y hacemos otras prácticas, porque son métodos
comprobados para purificar y estabilizar la mente, y como nos las ha dado el
Gurú, llevan su gracia. Las prácticas tienen su propio gran valor. Sin embargo,
una persona no se vuelve espiritual sólo por realizarlas. Quien se enorgullece de
las prácticas que realiza, anda en un viaje espiritual del ego.
La persona se vuelve espiritual sólo cuando renuncia al orgullo de llevar a cabo
cualquier acción. Es esencial, en última instancia, ir por completo más allá de
toda sensación de hacer buenas o malas acciones, ir más allá del orgullo y la
culpa asociados con ellas. Uno puede convertirse en un "yogui" de la misma
manera como se hace ingeniero o jugador de fútbol, pero éste no es el propósito
de la vida espiritual. La perfección en las prácticas yóguicas no es ni la
finalidad, ni la meta.
De nada sirve convertirse en un buen meditador o en un gran cantor si no se
desarrolló la visión del Ser en todo. A fin de cuentas hay que trascender el ser un
yogui y hasta el mismo yoga. En la verdadera espiritualidad hay igualdad de
conciencia. El mismo Ser, reside en todo por igual. No está sólo en las cosas
"espirituales" pues todo es igualmente espiritual una vez que conocemos el Ser.
Enorgullecerse por el "yoga" personal es muy común entre la gente durante los
primeros años de la sádhana. No hay razón para sentir vanidad por estar
haciendo sádhana. Es señal de ego pensar que de alguna manera somos mejores
o superiores a quienes no hacen sádhana: es orgullo espiritual. Es mucho mejor
ser humildes. La humildad puede ser la mayor cualidad de una persona; la
humildad nos conducirá a través de todo. Podemos convertirnos en grandes
yoguis, pero si carecemos de verdadera humildad, estamos buscando la caída.
¿Para qué sirve un yogui arrogante?
147

Nuestra sádhana debe ser equilibrada. Al principio, solemos creer que la


sádhana consiste en las prácticas. En realidad, la verdadera sádhana es la manera
en que vivimos en cada instante nuestra vida. ¿De qué sirve meditar a diario si
no hacemos el esfuerzo de verlo todo como un juego de la Conciencia y de
ver el Ser en todos? ¿De qué nos sirve el yoga si no tenemos amor?
Gurumayi dijo cierta vez: Por amor, existimos. El amor nos lo da todo. Es muy
fácil crear una telaraña y vivir en tu propia ilusión. Lo que es difícil es librarte
de esa ilusión. Entregarse a la ilusión es fácil. Liberarte de la ilusión es difícil.
Así que deja de crear más ilusiones.
Cuando te sientes a meditar, medita en ese amor. Entonces no importa cómo
coloques tu cuerpo, lo que experimentes será amor increíble. Y el amor es la
meta. Al meditar con amor, no hay preguntas, no hay problemas, no hay dolor.
Toda pregunta, todo problema y todo dolor se diluyen en el amor.
Meditar es impedir que sigas y sigas con tus ilusiones. La meditación no es sólo
eliminar la tensión de la mente o del cuerpo. Es eliminar la tensión del ser
entero. La meditación te frena para no continuar con tus ilusiones.
Cuando frenas tus ilusiones, lo que experimentas es amor, porque no estás
enredado, no estás asfixiado. No te sofocas con tu lastre intelectual, mental o
corporal. Estás libre de ellos. Cuando te liberas de todas las condiciones,
experimentas la Verdad. Experimentas un gran amor dentro de ti.
¿Por qué lleva tanto tiempo experimentar amor, experimentar la Verdad? Un
gran escritor dice: "Es debido a que todos somos fabricantes de etiquetas.
Queremos más a las etiquetas qué al contenido". Dice: "La vida es como el vino
fuerte. Todo mundo lee l a etiqueta de la botella, casi nadie prueba el vino. "
Por eso lleva más tiempo conocer la verdad, conocer el amor. Estamos
interesados sobre todo en la etiqueta, en lo que está escrito en el exterior, en lo
que los ojos ven en el exterior, lo que los oídos escuchan del exterior, lo que las
manos sienten del exterior. Y todo esto se convierte en una barrera.
Aun cuando algo de veras conmueve nuestro corazón, decimos: "¡Espera,
déjame entenderlo primero!" ¿No has hecho esto una y otra vez? Dices:
"Espera, corazón mío. Primero tengo que entenderlo y luego te digo si debes
experimentarlo o no".
Cuando se presente, experiméntalo. Lo que suceda, de todos modos tiene que
suceder. Así que ¿por qué no experimentarlo cuando está ahí? Si esperamos,
podría tardar era tras era, siglo tras siglo. Y en esa espera está el olvido.
Puedes desviarte. Así que cuando esté ahí, tómalo. Cuando se trata de la
Verdad, cuando se trata del amor, es la Verdad y es el amor. No hay decepción.
148

El enfoque de Gurumayi sobre la sádhana es muy sencillo: es el sencillo sendero


del amor. Si vivimos absortos en aquel amor, todo lo demás es una
prolongación. Desde el ámbito del amor, el dharma -la acción justa- brota de una
manera natural y espontánea.
Las prácticas espirituales son necesarias sólo porque todavía no estamos
establecidos con firmeza en el amor interior.
Las prácticas y técnicas son muy eficaces para quemar o liberarnos de los
samskaras, el condicionamiento subconsciente que nos impide ver espontánea y
naturalmente la verdad y experimentar el amor. El amor ya está dentro de
nosotros. Jamás está ausente. Sin embargo, los samskaras -el ego- evitan que
experimentemos ese amor todo el tiempo. Estamos condicionados a pensar que
el amor sólo puede experimentarse bajo condiciones especiales, siendo que, en
verdad, el amor es independiente e incondicionado en modo supremo. Nada
tiene el poder para borrarlo. Lo único que hay que purificar es nuestro falso
condicionamiento.
A veces, la palabra "impuro" puede provocar mal entendidos, pues podría
implicar que hay algo impuro en nosotros de raíz, cuando la verdad es que en
esencia somos absolutamente puros. Pero la palabra se utiliza con frecuencia, así
que debemos entender a qué nos referimos con ella en el fondo.
Cuando nos referimos a nuestras "impurezas", puedes sustituir la palabra por el
término sánscrito "samskaras" y tendrás una idea más clara y objetiva de lo que
quiere decir. La única "impureza" es la que impide que veamos y conozcamos
nuestra propia Verdad. Esto es lo que se purifica por medio de las prácticas. La
médula de la Sádhana es liberarse de los samskaras. El proceso de purificación
remueve los obstáculos de nuestra visión y nuestro entendimiento; es como si
laváramos una ventana para poder ver con claridad a través de ella. Sin
embargo, la ventana es siempre lo que es. Nunca se vuelve impura.
No hay por qué sentirse culpables de lo que hicimos en el pasado. Baba solía
decir que el sentimiento de culpa es mucho peor que las acciones por la que nos
sentimos culpables. Lo que ocurrió en el pasado ya se acabó, hay que olvidarlo.
La culpa se prolonga hasta el presente y nos perjudica ahora. Hay que liberarse
de dos cosas, a saber: la culpa y la censura, ya sea que censuremos a los demás o
a nosotros mismos. La culpa y la censura nos encierran en una prisión.
Por otro lado, el remordimiento es purificador. La culpa ataca al hacedor de la
acción, pero el remordimiento combate la tendencia a repetir la acción. Es bueno
encomendar y pedir perdón cuando sabemos que hemos herido a alguien, o
hemos ignorado o contravenido el dharma.
Baba dijo cierta vez: No hay nada más purificador que el arrepentimiento.
Nada, ni los baños comunes, ni siquiera los rituales sagrados, pueden
149

purificarte como el remordimiento sincero. El Señor dice en la Gita: "Llegan a


ser uno conmigo quienes se arrepienten, no importa si son considerados
totalmente despreciables y esclavos."
No tienes que ser infalible. Podemos cometer errores o estar equivocados en
alguna cosa y aun así ser buenas personas. Es importante desarrollar una firme
convicción en torno de la Verdad qué somos. Gurumayi dijo cierta vez: Es
necesario que sepas que eres una buena persona a pesar de lo que digan los
demás; jamás podrás saber si eres una buena persona debido a lo que dicen los
demás.
Gurumayi dijo en otra ocasión: No complaces a Dios cuando complaces a los
demás; complaces a Dios cuando te complaces a ti mismo. Siempre habrá gente
que critique y objete lo que hagas. Mientras más fiel seas a tu propia naturaleza,
más podrá parecer que los otros te censuran. Somos puestos a prueba de muchas
maneras, y muy pocas veces reconocemos las pruebas como tales. Muchos de
los grandes seres que han vivido sobre la tierra han sido rechazados por la
sociedad. Muchos de ellos fueron perseguidos.
Podrás pasar por un periodo de la vida en el que parecerá que todos están en tu
contra, como si todos pensaran que estás equivocado. En esos momentos
debemos contemplar nuestras acciones, y enmendarnos con humildad si es
necesario. En otras ocasiones constataremos que seguimos una profunda
convicción nuestra, y que debemos hacer lo que nuestro corazón siente ser lo
justo, a pesar de lo que digan los demás. En ocasiones como ésa no debemos
permitir que las palabras de los demás influyan en lo que pensamos de nosotros
mismos. Como Baba expresó en una ocasión: Deja que los perros ladren.
El mundo exterior es un fenómeno extraño y misterioso. Parece haber muchas
otras personas, pero en verdad es el mismo Ser actuando todos estos papeles.
Cuando veamos el mismo Ser en todos podremos disfrutar con los demás de
modo amoroso y juguetón, siendo espontáneos y apropiados. Aun si nos
censuran o nos critican, podemos seguir el juego. No tenemos que enojarnos, no
tenemos que reaccionar para nada. No hay razón para excitarnos. No hay que
demostrar nada ni convencer a nadie. Podemos provocar nuestra propia caída
por un deseo insaciable de que los demás sepan que tenemos razón. Nadie tiene
que estar de acuerdo con nosotros. Lo único que importa es que seamos fieles a
nuestro propio Ser. Así podremos representar nuestro papel justo en este drama
de la vida. Esto es el dharma, y en esto consiste vivir una vida buena.
Baba dijo una vez: Lleva tu vida con gran amor, libre de ideas sobre lo alto y lo
bajo. Este mundo entero es el juego de la Conciencia universal. Cuando tengas
el entendimiento de que todos son tú, verás la luz de la Conciencia por doquier.
150

Renuncia al hábito de fijarte en la vida de los demás. Fíjate tu propia vida.


Percibe tu propio gozo interior. El Ser, el Actor, está dentro de todos. Cuando
percibas esta verdad, experimentarás una gran ligereza de corazón. Entonces,
las falsas terapias, las mejoras ilusorias y los juegos de la mente te dejarán.
Entonces, dondequiera que mires, verás tu propio Ser; donde quiera que
voltees, mediante el espejo del universo, tu propio reflejo regresará a ti.
Entonces dirás: "Oh, lo soy todo". Y éste ha sido el objeto de tu búsqueda a
través de incontables vidas: entender que todas estas formas no son sino tu
propio Ser.

Con amor,
151

LECCIÓN 16
Querido amigo:
Durante su última gira por Estados Unidos, Baba dijo: Dios vive dentro de
todos, pero no estamos conscientes. Si estuviéramos conscientes, la vida sería
tan grandiosa y sublime. Cuando una persona da la bienvenida a otra con
respeto y sin expectativas, ha comenzado a experimentar a Dios. Una persona
siempre quiere que los demás le den la bienvenida. ¿Cómo puedes obtener
felicidad con esto? Siendo el que respeta a los demás te conviertes en una
persona amable y valiente.
La tendencia ordinaria es desear que los demás nos respeten. Y quizá de manera
secundaria, los respetaremos. Lo mismo se aplica cuando se trata de amar.
Pensamos que seremos felices si ellos nos aman. No estamos tan interesados en
cómo nos sentimos con respecto a ellos. Todo en términos de lo que deseamos,
lo que necesitamos, nunca en lo que deseamos dar.
Pocas personas obtienen lo que piensan que necesitan, o lo que esperaban o
ansiaban, al ser amados por los demás. Casi siempre nos desilusionamos con la
cantidad de amor que recibimos y nunca es para nosotros lo que pensábamos que
debería ser. Es muy raro cuando sentimos que hemos obtenido suficiente, que
tenemos lo que deseamos o necesitamos y aún cuando esta rara ocasión ocurre,
la mayoría de las veces es completamente temporal.
Si una persona siente amor intenso, puede no hacer o decir nada para mostrarlo
externamente. Si somos receptivos al amor, si estamos sintonizados lo suficiente
con el amor que vibra dentro de nosotros, entonces sentiremos el amor de los
demás por nosotros; lo reconoceremos dentro como el amor interior. Una
persona que está desarrollada lo suficiente para mantener su centro de amor
también está desarrollada lo suficiente para ocultarlo cuando sea apropiado.
Algunas veces pensamos que alguien es poco amable o no amigable o huraño y a
menudo resulta que sólo era tímido o reservado o muy inhibido para abrirse y
mostrarlo. Si somos tímidos, si no estamos seguros de nosotros y de lo que
tenemos que ofrecer, a menudo se dificulta entrar en contacto con otros.
Tendemos a introvertirnos aún cuando estamos solos y nos preguntamos por qué
nadie parece amarnos.
Algunas veces nos sentimos rechazados porque alguien es tímido o reservado o
inhibido. Lo tomamos personalmente. Sólo porque nuestra atención está
centrada en nosotros pensamos que los demás están enfocados en nosotros. Se
toma tiempo darnos cuenta que todos estamos envueltos en nuestro mundo, que
estamos en el perímetro. Mientras maduramos espiritualmente, aprendemos
gradualmente que no vale la pena tomar nada de manera personal. La gente es
152

tal como es, siente de la manera en que siente y expresa lo que expresa y no
tiene que ver con nosotros.
Baba siempre dijo: Sé el que Observa, no el observado. Es importante
establecerse en el Ser, el observador, ser el que observa, nunca ser el observado.
Cuando miramos al espejo, ¿nos preocupamos cómo nos ve el reflejo? Así se
aplica la analogía a la vida. Todos en este mundo son un reflejo de nuestro Ser
interior, todos compartimos al mismo Observador. El mundo entero es como un
espejo cósmico.
Aun si no eres de tipo intelectual y no estás interesado en el entendimiento
intelectual, sería benéfico que entendieras esta simple verdad y que te
establecieras en ella con firmeza. Siempre eres el Observador nunca el
observado. Eres lo que ve.
Este entendimiento revoluciona la manera en que ves y te relacionas con los
demás. Todas las relaciones se moverán en un nuevo nivel. Tú eres siempre el
que mira. Identificarte con ser el observado es lo que llamamos "conciencia de
sí". Es una contracción definitiva de nuestro estado. No seremos capaces de
relacionarnos abierta o confidencialmente con la gente si estamos más
preocupados en cómo nos ven que en cómo los vemos.
Si entiendes esto te salvarás de años de angustia y paranoia emocional. Serás
una persona completamente diferente si estás más enfocado en cómo percibes a
los demás que en cómo te perciben.
De la misma manera, ¿por qué preocuparte si alguien te ama o no? Lo que es
importante es si sentimos amor dentro. Esto es lo que nos afecta, esto es lo que
determina nuestra experiencia. Nuestra experiencia nunca depende de lo que
alguien hace, dice, siente o ve. No tiene influencia en nosotros, ni nos afecta, es
mera ilusión. Creamos el contentamiento y la satisfacción a través del amor.
Cada persona comparte el mismo amor interior. Baba decía a menudo: Amor es
la sensación del Ser. Este amor existe dentro, aún si somos o no conscientes de
él. Alguien puede decir que no está consciente del amor interior, pero sólo está
expresando ignorancia al insistir que el amor interior no está presente. El amor
es real, nunca se va, nunca "deja de trabajar". Y aún hay un velo que nos impide
experimentarlo. ¿Por qué practicamos Siddha Yoga? ¿Para qué hacemos
sádhana? Es para remover este velo.
Si este velo no existiera, dos personas se encontrarían y el gozo danzaría en sus
corazones del deleite que habría al verse, no importando que uno sea un niño un
anciano o un adolescente. Y luego seguirían por su camino con su karma. No
tendrían que saber el nombre del otro. No tendrían que ir juntos al cine. No
tendrían que discutir su pasado ni sus opiniones ni ambiciones. Sólo se
153

encontrarían en el espacio del amor sin expectativas, sin necesitar nada. No


tendrían que pensar que el amor depende del otro.
De vez en cuando nos encontramos con alguien para quien el velo no existe o
para quien al menos se ha convertido en un velo muy delgado, y es como si
pudieras sumergirte y resonar en ese amor. Personas como estas son raras. La
sociedad nos ha inculcado cierta idea del amor, pensamos que el amor es
apropiado en determinadas circunstancias o condiciones y sólo entre ciertas
personas y no entre otras; y todas estas ideas distorsionan el entendimiento y
experiencia del amor.
Y el amor no necesita vibrar con alguien más. Es por eso que podemos
encontrarnos en el pasillo o en la calle y enamorarnos y continuar nuestro
camino. Forma parte del fluir del momento. Solamente en ese amor que penetra
este universo y es la sensación del Ser. No podemos ponerle condiciones. Pero
ordinariamente le ponemos toda clase de condiciones, por esta razón la gran
mayoría de la gente raramente experimenta el verdadero amor. Sólo brevemente.
Establécete en el amor interior independiente dentro de tu propio ser. Puedes
meditar en el amor que irradia de tu propio corazón, viéndolo como la fuente
eterna de amor infinito. Mírate irradiando como el sol, como mil soles,
emanando amor a otros a tu alrededor, por toda tu comunidad. Una persona
establecida en el amor puede transformar la vida de otros a su alrededor, a través
de lo que dice y hace espontáneamente. El amor tiene el poder de
transformarnos. Pero primero tiene que establecerse firme e independientemente
dentro de nosotros, sin apoyarse en nada externo.
El amor interior es despertado por el Gurú, pero su "fuente" es nuestro propio
ser. No viene de alguien más o de fuera. La fuente siempre está dentro. Estas
son las enseñanzas del Gurú. El principio del Gurú es esa fuerza natural que
despierta nuestra conciencia del amor que siempre ha estado presente dentro.
Una vez que estamos conscientes de la gran Verdad, que la fuente del amor está
en nosotros, la búsqueda de satisfacción exterior termina. ¡Qué alivio! Necesitar
algo de alguien es satisfecho desde dentro. Este es el estado de independencia
suprema y libertad suprema.
No hay razón para posponer la conciencia de la Verdad. Lo que es verdad
siempre es verdad aún si estamos o no conscientes o si estamos o no de acuerdo.
Es verdad que la fuente del amor está dentro y eso hace posible el despertar que
nos establece firmemente en la conciencia del amor interior. Sucede por la
gracia. Es un gran regalo que el Gurú nos da.
Muchas personas están esperando obtener algo de alguien más. Dependen de
alguien más para amar, para ser felices; por seguridad. Un puñado pequeño vive
consciente de esas cosas. Una vez que somos verdaderamente independientes
154

podemos aceptar a todos, podemos respetarlos, podemos amarlos. El mundo


entero se transforma para nosotros. Había un gran santo en la India. Cada día
que veía a alguien decía: "¡Oh, en qué forma tan hermosa has aparecido esta
vez!" Siempre vio a su amado, su Dios, su Ser en todos. Un ser así es un amante
divino. Una persona que ha alcanzado este estado, en occidente tendría que ser
muy precavida, tendría que guardar bien su gran adoración por el Amando, o la
gente pensaría que está loca.
Así que es un gran secreto que muy pocos comparten: el Amado Divino está
presente en todos . Cuando aquellos que conocen este amor se encuentran solos
son muy felices en el amor por su propio Ser y cuando están con alguien más
son muy felices por su amor al otro. Está el entendimiento secreto que el mismo
Ser, el mismo Amado, está presente por igual dentro de todos en todo momento.
Así que son dichosos en presencia de aquél que aman; tales seres son dichosos
siempre, porque siempre están en presencia del amado, no importa si están o no
con alguien.
Una vez que una persona está establecida firmemente en la convicción de que es
la fuente, su estado irradia espontáneamente vibraciones positivas y benéficas a
todos a su alrededor, no importa lo que diga o haga. Sólo el estar en su presencia
es enaltecedor y transformador. Un ser así es la personificación de magia divina,
aunque para personas comunes parezca muy común. En nuestras vidas podemos
ejemplificar esto con Gurumayi. Ella es la personificación del amor.
Una persona que ve y ama al Ser en los demás no sólo está satisfecha y contenta
con ella misma, sino que tiene la capacidad innata de transformar a aquellos con
quienes está en contacto o relacionada. Sucede espontáneamente a través de sus
palabras y acciones. La Shakti fluye naturalmente a través de ella. Si somos
perceptivos y abiertos, nos beneficiaríamos con sólo estar cerca de ella.
Cuando sentimos este amor por todos, cuando vemos lo más alto en todos,
estamos practicando la sádhana más elevada. Para muchos puede parecer
demasiado simple para practicarse. Estamos tan orgullosos de nuestras
habilidades y logros en el mundo que somos incapaces de hacer algo tan simple
como ver a Dios en los demás.
Uno de los aforismos que Baba citaba mucho, de los Shiva Sutras, era
Lokananda samadhi sukham. Se refiere al gozo que experimentamos al ver al
mundo entero con la expansión del Ser. Samadhi puede ser definido como un
estado meditativo de unión con el Absoluto. El sutra se refiere al estado de
samadhi alcanzado con ojos abiertos, ver todo como a tu propio Ser. Esto es
samadhi sahaja, que es el estado más elevado. Es el estado de un Siddha.
A Baba una vez le preguntaron acerca de los yoguis que entran en trance y
claman estar en samadhi. Baba dijo: Cualquiera que entra en trance es alguien
155

practicando sádhana. Cuando la sádhana se completa vive en el estado de


sahaja samadhi.
Comentando sobre el sahaja samadhi, Baba dijo: Normalmente cuando dos
personas se miran, cada una aparece como el objeto de percepción de la otra.
Pero para el sabio, el sujeto aparece como el objeto . Tal conciencia le permite
reposar en la realización del conocimiento puro.
El yogui que mira al universo como su propio cuerpo bebe el néctar de éxtasis.
Ve la vasta variedad de objetos, siluetas y formas, las modificaciones infinitas a
su alrededor tan diverso y al mismo tiempo uno, porque todas surgen de su
propio Ser, estremeciéndose en su dicha. Para él todos los mundos son
vibraciones de un Ser, expresiones de una Conciencia. Esta es la dicha de Loka
y el éxtasis del samadhi.
Alguien así no tiene que esforzarse para mantener los ojos cerrados y detener
la respiración para entrar en samadhi. Se encuentra siempre en samadhi
natural mientras come, bebe, duerme, despierta, juega, habla, se baña, disfruta
de los placeres de los sentidos o medita. Vive siempre en gozo espontáneo. Esta
es la dicha de loka, el éxtasis del samadhi.
Si vivimos en la conciencia de Dios no tenemos que volcarnos hacia la
confusión, incapaces de funcionar en este mundo. El estado más elevado se
experimenta con los ojos abiertos, pareciendo normal a los demás y funcionando
de manera eficiente en las actividades ordinarias. Una esposa y madre
continuará realizando su rol de esposa y madre; un esposo y padre seguirá
realizando su rol de esposo y padre. Un hombre de negocios continuará sus
negocios, una actriz seguirá actuando y un sevita continuará con su seva. No se
trata de que la película kármica finalice cuando realizamos al Ser. No vamos a
abandonar la seva justo a la mitad y vagar por el bosque o rocas o el patio. Aun
conociendo la verdad continuamos con nuestra vida, esto es dharma.
La diferencia primaria entre un conocedor de la Verdad y los demás es que los
ve a ellos y al mundo como el juego de la Conciencia, mientras los demás lo ven
a él y al mundo y a ellos mismos separados y diferentes los unos de los otros.
Puede fingir ver las cosas como lo hacen los demás, como juego para continuar
el juego. Dharma también es vivir en armonía con el mundo que te rodea, así
como fluye con el designio de Dios. Así que se relaciona con los demás como si
fuera uno de ellos. Y aunque realiza actividades mundanas, atravesando muchas
situaciones diferentes como los demás, su ecuanimidad permanece sin afectar ni
perturbarse.
Esta ecuanimidad no se refiere a una mente en calma. Se requiere de una mente
tranquila para ver la Verdad en vez de pensar cosas. De manera ordinaria
pensamos cosas constantemente, mientras que la Verdad sólo se percibe entre
156

pensamientos. Un nivel de sádhana incluye todas las prácticas y técnicas


diferentes, todo lo que hacemos en nombre de la sádhana. Un estado más
elevado de sádhana es la manera en que percibimos y experimentamos cada
momento de la vida.
En este nivel, caminar por la calle o sentarse en la oficina o salón de clases o
lavar platos o alimentar al gato es tan significativo como el tiempo dedicado a la
meditación, canto y asistencia a programas. Es una sádhana de veinticuatro
horas. No puede practicarse una hora o dos y luego posponerla para la próxima
sesión. Siempre está en "sesión".
Esta es la sádhana de Lokananda samadhi sukham. Es la sádhana de mirar a los
demás y a todo como tu propio Ser todo el tiempo. El grado en que alguna
persona hace esto determina su "conciencia espiritual" mucho más de lo que
"sabe" o lo que practica o los rituales que realiza. Prácticas y rituales pueden
contribuir al proceso, pero la meta del proceso está más allá de lo que hacemos
y sabemos.
El estado más elevado es establecerse firmemente en esta visión de todo como tu
propio Ser, mientras sentimos constantemente el amor interior. Nada más en la
vida o este mundo puede compararse con esta experiencia. Aquél que vive en
este estado es un Siddha. Alguien así disfruta la vida como un juego, un drama,
un deporte. Participa en este juego con gran contentamiento y aunque parece que
realiza las mismas acciones que los demás, su estado nunca es perturbado.
Un sueño es como un loka: un mundo o reino en sí mismo. Durante el sueño
parece como si varias personas y lugares tuvieran su propia realidad, separada
de nosotros, pero cuando despertamos nos damos cuenta que todo sucedió en la
conciencia. Así que en el sueño no había diferencia real entre el que percibe y lo
percibido, entre el observador y lo observado. Ni hay diferencia real entre el
sueño y el soñador.
De la misma manera, no hay diferencia real entre el observador y el observado
en el estado de vigilia. Todas estas personas, cosas y lugares parecen existir
fuera y aparte de nosotros, pero en realidad todo está contenido dentro de la
Conciencia de la misma manera que en un sueño. El perceptor no es diferente de
lo percibido.
Cuando una persona ve la unidad del perceptor y lo percibido, experimenta el
estado más elevado, no hay filosofía más elevada que esta, no hay experiencia
más elevada que esta. Está más allá del conocimiento y más allá del
entendimiento ordinario. Cuando una persona ve a su propio Ser en todas partes
y en todos, es libre, es un ser liberado, No hay meta más elevada. En este estado
va más allá de lo meramente humano, se convierte en Dios.
157

En Estados Unidos Baba dijo; Olviden la noción de la palabra "mundo". Dejen


la noción del mundo y vean a Shiva en todo. Con los ojos abiertos mediten en Él
de esa manera. El mundo es Dios encarnado. Un conocedor de la Verdad, un
ser que tiene visión equitativa no percibe ninguna dualidad en este mundo. No
tiene miedo. No sufre. Está constantemente inmerso en la dicha del éxtasis. El
mundo es un palacio de espejos. Entra en este palacio y reconoce a Shiva. No
hay multiplicidad, sólo hay unidad por doquier.
Debes descartar el espejismo de la dualidad. En el mundo y en las actividades
del mundo reconoce a Shiva. No tiene caso que sólo cierres los ojos y trates de
ver algo dentro. Tienes que verlo en todas partes, tienes que meditar con esa
conciencia todo penetrante.
Mirar al mundo exterior como a tu propio Ser como si miraras a un espejo es el
estado más elevado. Suena muy simple y aún no hay nada más allá, todo el
conocimiento está contenido allí. Es sahaja samadhi, el estado en que se
experimenta al perceptor y al percibido como lo mismo. Este es el estado de un
Siddha. Todo en Siddha Yoga es un proceso que te lleva a este estado.
Cada persona hace sádhana de manera única, de acuerdo a su naturaleza y
temperamento, a su nivel de entendimiento. Por esta razón, nadie practica
Siddha Yoga de la misma manera. Aún personas que parecen practicar del
mismo modo pueden estar haciendo algo muy diferente en el interior
El Shivaísmo de Cachemira describe cuatro upavas , o medios de acercamiento,
que contienen todas las técnicas y métodos posibles de realización del Ser. El
primero es anava upaya. Este upaya es el que la mayoría consideran la sádhana.
Es el upaya en el que hay cosas "que hacer". Hata yoga, meditación, la
repetición del mantra, canto, practica de rituales, hacer ejercicios para controlar
el prana, etc., están incluidos en el anava upaya.
El anava upaya utiliza los sentidos, el cuerpo, la mente y el prana. Es
especialmente para personas que están establecidas en la aparente realidad de
dualidad y multiplicidad. Las practicas y ejercicios del anava upaya ayudan a
purificar gradualmente el sentido de diferencia y separación.
No tenemos que entender mucho para practicar la sádhana del anava upaya. Sólo
tenemos que hacer las prácticas y gradualmente darán fruto. Cuando hacemos
las practicas que el Gurú nos ha dado, el estado interior se purifica y transforma.
Casi todos comienzan la sádhana en el anava upaya. La sádhana puede hacerse
por completo en el anava upaya; puedes completar tu sádhana y realizar al Ser a
través de este upaya. Una persona así puede continuar practicando las técnicas
del anava upaya como un ejemplo para otros o para participar con la comunidad.
El siguiente upaya es shakta upaya. En este upaya uno usa su mente para
recordar que su verdadera naturaleza es Conciencia y que esta misma
158

Conciencia penetra y se difunde por el universo y existe en todo


simultáneamente. En este upaya no hay prácticas o rituales que realizar, nada
externo que "hacer", de la misma manera en que se hace en el anava upaya. No
podemos decir si alguien que está trabajando en shakta upaya está haciendo
sádhana o no, porque no sabemos lo que su mente está haciendo. Alguien así
contempla: "Soy el Ser, soy Conciencia pura, el universo es la expansión de mi
propio Ser". Puede ser una sádhana completa en sí misma. Porque para aquel
que la realiza perfectamente, nada es necesario.
El tercer upaya es el shambhava upaya. Dentro del shakta upaya uno usa la
mente para recordar que el Ser es todo, en el shambhava upaya la voluntad se
usa para mantener esa conciencia. Alguien que trabaja en este upaya no necesita
"recordar" por mucho tiempo que todo es el juego de la Conciencia; sólo hay un
cambio de conciencia. A través de un simple acto de voluntad literalmente ve
todo como el juego de la Conciencia. Y esto es su sádhana. También es una
sádhana completa, completa en sí misma. Para practicarla simplemente usas la
voluntad para mantener la visión de la Verdad todo el tiempo.
El cuarto upaya es el anupaya . Es la culminación o nivel más elevado de
shambhava upaya. En anupaya no hay esfuerzo. Ni siquiera se usa la voluntad
para mantener la conciencia verdadera. Simplemente quedas absorto en el Ser.
Esta es tu conciencia básica y fundamental. Sucede a través de la gracia, está
incluso más allá del esfuerzo personal.
El Gurú sabe que la gente está trabajando en los cuatro upayas. Algunas veces
cuando Gurumayi está hablando salta de un nivel a otro y puedes escucharla
hablando a la gente trabajando en el anava upaya, diciéndoles que canten más,
que repitan más el mantra; a las personas trabajando en el shakta upaya
diciéndoles que recuerden que son el Ser, que son la Conciencia; a los que
trabajan en shambhava upaya diciéndoles que alcancen la conciencia equitativa,
para ver la Conciencia divina en todo por igual.
En Siddha Yoga todos los upayas están a la mano simultáneamente. Muchos al
nivel en que somos capaces, trabajamos en los tres primeros upayas: haciendo
las prácticas, recordando la Verdad y viendo y experimentando al Ser. Anava
upaya existe por la compasión de Dios. Aún si no podemos recordar la Verdad o
experimentar al Ser, podemos hacer las prácticas. El proceso de purificación
puede suceder y la visión y experiencia se refinará y expandirá.
La manera en que puede considerarse el curso, el acto de leer las lecciones
puede considerarse anava upaya. Es lo que hacemos. Pero para practicar los
principios, hacer que el curso tome vida en lo cotidiano, tendremos que hace uso
del shakta upaya y del shambhava upaya. Entre lecturas tenemos que usar la
mente para recordar la Verdad y la voluntad para ver la Verdad en todas partes.
Todos los upayas existen en la correcta proporción en el curso.
159

Gurumayi dijo una vez: Hubo un gran santo cuyo nombre era Gurú Nanak. En
su canto dijo: "¿Por qué tratas de buscar tu amor en lugares tan diferentes? El
amor que buscas está dentro de ti. Así como hay fragancia en una flor, así como
hay reflejo en un espejo, el Señor, la Verdad, el amor, existe dentro
constantemente. Por tanto, mira en tu corazón. Encuéntralo dentro de ti".
Ir dentro no sólo es cerrar los ojos y sentarte en calma. Ir dentro es
reconocimiento. Meditar es reconocer el hecho de que lo que está adentro
también está afuera. Aunque no podamos verlo también está ahí.
Cuando experimentas este amor, burbujea desde dentro. Entonces no importa en
qué calle vivas o en qué casa vivas, lo verás y sentirás. Aun en presencia de tu
enemigo, lo que experimentarás es amor. Mucha gente dice: "Puedo amar a mi
amigo. Puedo amar a mi querida familia, pero, ¿cómo puedo amar a mis
enemigos?" Cuando reconoces la Verdad, cuando reconoces el amor, cuando lo
experimentas también verás el mismo amor en ello. Podrán no hacer o decirte
cosas amables, es lo que piensas de ellos.
Tu sentimiento interior es muy importante. Es importante que te sientas bien.
Cuando te sientes bien, puedes hacer grandes cosas. Si te sientes mal todas tus
palabras y acciones están penetradas por esta vibración.
Un gran ser, Sundardas, dice: "Alcanza el estado donde no estás limitado por el
apego o la aversión; no estás limitado por tus sentimientos o enemistad; no
estás limitado por tus sentimientos heridos. Alcanza el estado donde no
chismoseas. Alcanzad estado donde en buena compañía o no, nada te afecte".
Por esto, necesitamos reconocer el amor dentro y fuera. De lo contrario vivimos
en un mundo de ensueño. Si hablas con algunas personas te dirán que irán a
vivir a las Bahamas. Dirán que se van a casar con el hombre más rico del
mundo. Viven en un constante mundo de ensueño. Y ya que nuestro mundo de
ensueño no nos da satisfacción creamos más y más ensueños. Es por esto que
los grandes santos dicen: "¿No recuerdas que eres la Verdad? Tienes todo
dentro de ti mismo. ¿Cómo pudiste olvidarlo?"

Con amor,
160

LECCIÓN 17
Querido amigo:
Es bueno entender que Siddha Yoga es el yoga para vivir en el mundo. No nos
incita a abandonar nuestra familia y nuestras posesiones para retirarnos a las
montañas o a una cueva. Siddha Yoga debe practicarse en la vida diaria tal como
es. Siddha Yoga es una forma de abordar todo en nuestra vida.
Ciertos aspectos de nuestra vida pueden cambiar al profundizarse y expandirse
nuestro entendimiento, pero no tenemos que cambiar nada para practicar Siddha
Yoga. Algunas cosas probablemente cambiarán a medida que practiquemos los
principios de Siddha Yoga, pero no tenemos que empezar cambiando nada que
no queramos cambiar. Cualquier persona, sin importar cómo vive o cómo se
gana la vida, puede practicar Siddha Yoga con gran provecho. Incluso una
persona "de mente mundana", puede practicarlo si desea disfrutar de libertad y
alegría verdaderas.
Siddha Yoga debe practicarse las veinticuatro horas del día. No podemos decir:
"Discúlpame porque voy a practicar Siddha Yoga por un rato". ¿Qué haríamos?
No se trata de practicar Siddha Yoga únicamente en el áshram o en el centro
local, o cuando meditamos, cantamos o repetimos el mantra. La esencia de
Siddha Yoga no está en los ritos, las creencias o el dogma. En Siddha Yoga
tenemos acceso a ciertas prácticas que nos ayudan a liberarnos de todo aquello
que nos impide experimentar la Verdad. Sin embargo, las prácticas en sí mismas
no constituyen Siddha Yoga.
Hasta el momento de escribir esta lección, he pasado unos dieciocho años
enseñando Siddha Yoga, y me he dado cuenta de que cada persona lo mira desde
su propia perspectiva. De acuerdo con el entendimiento e interés de cada uno,
las mismas palabras pueden comprenderse o experimentarse de diferentes
maneras. Por ejemplo, una persona leerá una vez su lección en turno, la dejará y
esperará a la siguiente, pensando que ya entiende lo que está escrito. Otra leerá
toda la lección a diario durante dos semanas, y se las arreglará para encontrar
algo nuevo en cada lectura. La mayoría de la gente está en medio de los dos
casos. Los que están en el segundo y tercer año del Curso, tienden a leer sus
lecciones con mayor frecuencia que los del primer año. Parece que se lleva
tiempo descubrir la ventaja de hacerlo así. Eventualmente, se ve que crecen el
interés y el entusiasmo.
Hablando con sencillez, Siddha Yoga es un proceso que lleva a la continua
conciencia del Ser interior. Esta conciencia no puede ser teórica. No hace
ningún bien saber acerca del Ser interior. El Ser no puede ser experimentado
con la mente. Sólo se puede pensar en él con la mente. Un pensamiento acerca
de una cosa no es lo mismo que la cosa en sí. Esto es particularmente cierto
161

cuando se trata del Ser. Por ejemplo, si tienes hambre, el pensar en comida no
ayuda gran cosa. El mismo principio rige en cuanto a la experiencia del Ser.
Se tienen que experimentar muchas cosas que no pueden comprenderse
intelectualmente. En el Curso se insistirá siempre en nuestra experiencia real.
Habrán de experimentarse muchas cosas que, por el momento, parecen no tener
ninguna relación con la sádhana. Únicamente en retrospectiva, vemos cómo
muchas cosas fueron sádhana. Nos engañamos al pensar que hay cosas en la vida
que no están relacionadas con la sádhana. ¿Por qué estamos en esta tierra?
Si estamos alertas, veremos cómo la Shakti hace uso de todo; incluye las
circunstancias, condiciones y relaciones de nuestra vida personal como
vehículos e instrumentos para su trabajo. Llegamos al punto en que nuestro
entendimiento correcto es que todo lo que se presenta en la vida tiene que ver en
nuestra relación con la Shakti.
Aquello por lo que tenemos que atravesar y lo que tenemos que experimentar
corresponde a nuestro karma, nuestros samskaras. En suma, es lo que cada uno
de nosotros necesita personalmente. Una vez que recibimos shaktipat las
experiencias de la vida ocurren en un nivel diferente del anterior. Los
acontecimientos cotidianos empiezan a tener mayor significación, cuando vemos
desde una perspectiva más sutil. En nuestro curso aprenderemos a hacer esto. A
casi todos nos lleva largo tiempo ver los vínculos y relaciones que existen entre
las cosas, y reconocerlas cómo realmente son.
Hay muchas maneras de hacer sádhana en Siddha Yoga. No es que todos
despierten a la misma hora y hagan las mismas cosas día con día. La sádhana de
cada persona es única. Por ejemplo, algunos participan principalmente en la
meditación y el canto. Algunos prefieren estudiar y le dedican mucho tiempo a
la lectura y la contemplación de las escrituras. Algunos realizan seva como su
práctica espiritual fundamental. Otros más se comprometen verdaderamente con
la sádhana de este Curso, que puede ser la principal forma externa que tome
Siddha Yoga para ellos. Para otros, el Curso les ayuda a mejorar su
entendimiento de las demás prácticas. Están también los que no tienen ningún
interés en tomar un curso por correspondencia. Así, cada persona tiene su propio
método individual y único de practicar Siddha Yoga. No existe una única forma
correcta.
Una de las formas más "aparentes" de sádhana es la vida en el áshram. Muchas
personas visitan el áshram por un fin de semana o unos días. Algunas personas
van a vivir al áshram por unos cuantos meses o por uno o dos años o más. Los
hay que han vivido ahí durante diez años o más. Luego están los que pasan todo
el verano o parte de él en el áshram, especialmente cuando se encuentra el Gurú.
Hay quienes permanecen una, dos o tres semanas. Hay quienes vienen de vez en
162

cuando por un día. También hay gente que, por una u otra razón, nunca puede
llegar a un áshram.
Todos ellos están haciendo sádhana a su manera. No se trata de que la persona
que esté más tiempo en el áshram obtenga más puntos. Simplemente cada
persona tiene su propio camino. Algunos tienen el karma de pasar más tiempo
con el Gurú que otros. Hay quienes están más dispuestos a hacer el esfuerzo o el
sacrificio requeridos. Algunos buscarán un trabajo o tomarían un segundo
empleo sólo para poder financiar el tiempo que pasarán con el Gurú. Otros no
irán al áshram porque no tienen con quien dejar su gato.
Para pasar un tiempo en el áshram, hemos de sacrificar ese tiempo de nuestra
vida personal acostumbrada. Aun para asistir a un intensivo o taller,
sacrificamos la vida de nuestro cuerpo físico durante un par de días con el
objeto de poner a nuestro cuerpo sutil en un contexto de sádhana de alta
intensidad. En nuestra vida cotidiana solemos sacrificar nuestro cuerpo sutil por
los placeres y la comodidad del cuerpo físico. Cuando vamos al áshram, cuando
asistimos a un intensivo o taller, colocamos al cuerpo sutil primero. Para que
ocurra lo mejor, hemos de hacer un esfuerzo y un sacrificio para colocarnos en
el lugar más conveniente, en el momento más oportuno. Estar en el lugar más
conveniente, en el momento más oportuno, es estar en sintonía y en línea con la
Shakti.
La vida en el áshram es uno de los aspectos más fascinantes de Siddha Yoga.
Cada quien percibe el áshram a su manera, de acuerdo con su propia percepción.
Algunas personas que carecen de una percepción sutil, sólo advierten los
elementos externos: las fotos, el incienso, los cantos, las reverencias, la silla del
Gurú. Ven todo esto como extraño. Otros se sorprenden al darse cuenta de que
tienen una experiencia interior que no esperaban. Podrían sentirse
inexplicablemente serenos o llenos de amor. El áshram no es lo que parece ser;
todo lo que en él ocurre está concebido para que el proceso de la sádhana siga
adelante de la manera más efectiva.
El áshram en sí mismo es como un pequeño mundo. Dentro de este mundo todo
está dispuesto para que una persona pueda practicar su sádhana en todo
momento, esté o no consciente de estar haciendo sádhana. Podrá estar
disfrutando de "su" tiempo personal, podrá estar simplemente paseando con sus
amigos, pero, ya que está en el áshram, la Shakti está sutilmente detrás de todo
lo que sucede. Aun las interacciones casuales pueden tener un gran significado,
si la persona está lo suficientemente alerta y consciente para ver las sutilezas y
las relaciones entre todo lo que ocurre.
Para un visitante, los principales acontecimientos del áshram son los programas,
los cantos, la meditación, los cursos: todas las actividades yóguicas que uno
espera encontrar en un áshram. Para quien pasa un largo periodo en el áshram, el
163

énfasis mayor se centra en su seva. A una persona que apenas está aprendiendo
acerca del yoga y apenas empieza a meditar, es poco probable que le emocione
la seva. La seva es más significativa de lo que parece al principio.
La seva es el servicio que hacemos para el Gurú. A cualquier persona que vaya
al áshram, ya sea por un fin de semana o por algunos meses, se le asigna una
seva determinada. Al principio se le da algo sencillo, como trapear los pisos,
lavar los baños y lavar los platos. Alguien tiene que hacerlo. El áshram no
contrata a nadie para su mantenimiento. Este trabajo es asignado a la gente en
calidad de seva, el trabajo desinteresado. En la seva estamos desapegados del
fruto de nuestro trabajo. Es una ofrenda sin interés personal.
Después de estar algún tiempo en Siddha Yoga, muchas personas prestan sus
servicios en las áreas en que han sido capacitadas. Estos servicios le permiten a
Siddha Yoga funcionar con una admirable independencia. Los devotos que son
abogados, tienen la seva de cuidar de los asuntos legales. Los devotos que son
contadores, tienen la seva de llevar la contabilidad. Los devotos que son
arquitectos, tienen la seva de proyectar edificios. Los devotos que son
electricistas, tienen la seva de cuidar de las instalaciones eléctricas. Quien sabe
cocinar es enviado a la cocina.
Con el tiempo casi todos acaban haciendo la seva que corresponde a lo que
mejor saben hacer. No se envía inmediatamente a un abogado al departamento
legal. Primero tiene que demostrar que está dispuesto a hacer sádhana, y a no ser
nadie en especial. Cuando demuestre estar dispuesto a hacer cualquier cosa que
se le pida, entonces la Shakti revelará sus verdaderos talentos. También puede
que se le dé algo nuevo e inesperado para hacer a fin de desarrollar algún
aspecto que necesita trabajar para progresar en su sádhana. De esta manera, los
áshrams son autosuficientes, y esta red de sevas interrelacionadas crea el terreno
propicio para hacer sádhana.
Para la mayoría de los occidentales, la seva es una forma completamente
diferente de hacer las cosas. Debido a nuestro condicionamiento, es difícil
comprender los beneficios de hacer seva. La seva purifica poderosamente al ego
y elimina mucho entendimiento incorrecto. Por medio de la seva, nos
sintonizamos y alineamos con la Shakti. Sin embargo, nada de esto será evidente
mientras la persona no participe plenamente en la seva y experimente los
beneficios por sí misma.
Quizá, en nuestro primer día en el áshram, nos den una escoba y nos pongan a
barrer un pasillo. Este primer simple acto de seva a menudo hace surgir muchas
cosas a la superficie. El individuo puede andar con su escoba pensando: "¿Vine
aquí para hacer esto? Podría estar en casa pasándola bien y estoy aquí barriendo.
¿No se dan cuenta de quién soy? Realizo un trabajo importante en el mundo.
Soy respetado. ¿Cómo pueden esperar que una persona como yo se ponga a
164

barrer? Me deberían dar algún trabajo importante. Puedo hacer otras cosas tan
bien como los demás."
Muchas cosas pueden cruzar por la mente de una persona. Pueden surgir muchas
kriyas mentales o experiencias de purificación. El ego se encoleriza. Es
sorprendente cuántas cosas diferentes pueden ocurrir dentro de una persona al
pedirle simplemente que cumpla con una pequeña tarea. Es una técnica de
purificación muy eficaz; sin embargo, poca gente puede ir más allá de su ego lo
suficiente para verlo como es.
El proceso de hacer realmente la seva puede ser diferente a todo lo que
esperamos. Con frecuencia se envía a una persona a trabajar con otras en algún
proyecto, y ocurre que estas personas en particular son las últimas del áshram
con quienes le hubiera gustado estar. Así, su seva puede ponerla en contacto con
la misma gente que, de ser posible, hubiera evitado. Y normalmente hay algún
supervisor de seva o alguien que le diga qué hacer y cómo hacerlo. Con
frecuencia, puede ser alguien que sabe menos que ella; sin embargo, es el jefe.
Con esto se desatan otras reacciones del ego. Quizás no haya nada que le caiga
peor al ego que esté bajo la supervisión de alguien que sabe menos sobre lo que
se esté realizando que lo que uno cree saber.
En el proceso de hacer su seva, una persona tiene oportunidad de trabajar sobre
toda clase de aspectos del ego. Deberá estar desprovisto de ego para fluir con
todo armoniosamente. El ego encontrará muchas cosas de qué quejarse. Por
ejemplo, la seva puede consistir en hacer algo de una manera determinada. El
ego puede pensar: "¿Qué importa si se hace de tal o cual manera? o ¿qué
importancia tiene este pequeño detalle?" O bien, como sucede a menudo, el ego
sugiere una mejor manera de hacerlo. El ego siempre quiere mejorar las cosas.
El ego quiere, en especial, que las cosas se hagan a su manera.
Por supuesto que todo puede mejorarse. El sistema no es inflexible.
Simplemente está dispuesto de manera que el ego no pueda involucrarse.
Gurumayi nos anima a estar abiertos a las sugerencias para mejorar.
Simplemente, nuestro ego no recibirá reconocimiento ni alabanza por introducir
alguna mejora. Si escuchamos que lo estamos haciendo muy bien, nos sentimos
muy bien. ¿Por qué? Porque el ego se infla. Hacer que el ego se sienta
estupendo, no es el mejor interés de la sádhana. Nos sentimos de maravilla
ahora, pero nos sentiremos terriblemente mal en cuanto alguien nos diga que lo
hemos hecho desastrosamente. Nuestro propósito es ir más allá de ser afectados
por la alabanza o el reproche. Mientras seamos afectados por la alabanza y el
reproche, seremos: alejados fácilmente de la conciencia del Ser. Hacer seva, es
una forma muy efectiva decir más allá de la alabanza y el reproche.
Después de que una persona ha estado unas cuantas veces en el áshram, o
después de haber permanecido en él por un tiempo, generalmente su seva será
165

cambiada por algo un poco más demandante o de mayor responsabilidad. A


medida que aprende las enseñanzas de cada seva, su ego puede llegar a pensar
que poco a poco va "ascendiendo". Pero sólo se trata de un juego del ego. Todas
las sevas son iguales. Todas contienen la misma Shakti.
A Baba le encantaba la historia del Club de los Lores. En pocas palabras, hay un
club en el que todos los miembros son lores. Sucede que no pueden quedarse
todos sentados en calidad de lores. Para que el club funcione, alguien tiene que
ser el conserje, alguien tiene que ser el cocinero, alguien tiene que sacar la
basura, alguien tiene que ser el contador, el administrador, y así sucesivamente.
Más o menos una vez al mes se intercambian los puestos, y el conserje se
convierte en administrador, el administrador sacará la basura, etc.
Esto es muy similar a la forma en que el áshram está estructurado. Todos somos
considerados iguales, pero como en el Club de los Lores, tenemos que hacer
diferentes trabajos en épocas diversas. Se aprenden muchas lecciones al realizar
estos trabajos. A fin de cuentas, se requiere de mucha entrega. El simple hecho
de realizar correctamente una seva, implica renunciar a muchas cosas: a nuestra
manera particular de hacerlo, al sentido de nuestra propia importancia, a nuestro
orgullo, a nuestra vanidad, a nuestra arrogancia. En fin, todo lo relacionado con
el ego se maneja en el curso de nuestra seva. Es sorprendente la forma como
funciona, cómo todo se amolda; pero así es como trabaja la Shakti.
No sólo se reduce gradualmente nuestro ego por medio de la seva, sino que nos
sintonizamos y nos alineamos poderosamente con la Shakti. De hecho, la Shakti
es la energía que realiza la seva. Si la Shakti lo hace todo en el universo, es
lógico suponer que haga también todo en la seva. Hacer seva nos ayuda a ir más
allá de las limitaciones y fronteras de lo que normalmente consideramos nuestro
poder personal. Nos conectamos con algo más profundo, con la Shakti universal.
El solo proceso de la seva puede transformarnos totalmente.
Baba dijo muchas veces que la seva es la práctica más elevada. En una ocasión
manifestó: La meditación para quien hace guruseva tiene escaso significado.
Jñanéshvar Maharaj dice: "Si has alcanzado los méritos por medio de los
cuales puedes servir al Gurú, deberías considerarte sumamente afortunado,
sumamente bendecido". La meditación es algo muy ordinario para una persona
que está absorta en el servicio al Gurú. Mediante la meditación sólo puedes
alcanzar cierto estado, mientras que mediante el servicio al Gurú, puedes
incluso darle órdenes al Señor. El servicio al Gurú es muy superior a la
meditación, a las austeridades, al yoga y a otros rituales sagrados.
No obstante, la mayor parte de la gente le toma mucho tiempo entender lo que
significa el servicio al Gurú. No quiere decir qué sirvamos a una persona en
particular, aunque pueda asumir esa forma. Es el servicio al supremo Principio
del Gurú, que es el Ser interior de todos. Es el servicio al Poder divino que lo
166

hace todo, que lo realiza todo y que no se ve afectado por nada. Es dedicar
nuestra vida a Dios, al servicio de Dios, a la voluntad de Dios en lugar de
nuestra propia voluntad egoísta.
Hay muchos senderos espirituales. Yo practiqué muchos senderos diferentes
antes de llegar con Baba. Meditaba bien, escribía artículos para revistas de yoga
y meditación. Fui con diferentes maestros y exploré diferentes tradiciones.
Finalmente llegué con Baba y todo cambió. En lugar de darme nuevas técnicas,
simplemente comenzó a trabajar en mi ego. Baba nunca pareció demasiado
preocupado por enseñarme nada, pero cuando se trataba del ego no tenía
misericordia. No recibí ninguna otra práctica, pero en lugar de ello, hubo un
ataque sutil al ego.
Al paso de los años, he conocido a mucha gente que practica la espiritualidad de
muchas maneras diferentes. He notado que las personas que no tienen un Gurú,
a menudo tienen un gran ego. Al mirar hacia atrás, no puedo creer lo grande que
era mi ego, lo orgulloso que estaba de mi entendimiento y mis logros en la
meditación. A Baba no le impresionaron mis años de yoga. De hecho, parecía
divertirlo. Antes de conocer a Baba, me había convencido a mí mismo de que
era una persona muy especial, pero en unos pocos años Baba me convenció de
que no era yo tan especial como creía. A fin de cuentas, para liberarnos del ego
totalmente no podemos continuar pensando que somos alguien; tenemos que
pasar por el punto de ser absolutamente nada, el punto del cero absoluto .
Es frecuente que alguien llegue a un áshram de Siddha Yoga por primera vez,
habiendo practicado la espiritualidad durante mucho tiempo. Tendrá un aspecto
y una actitud muy espiritual, querrá aprender verdades muy elevadas al recibir
shaktipat de un Siddha Gurú. Se le indicará que haga seva, y luego se le pedirá
que lave platos o que trabaje en el jardín. Durante el tiempo en que lave los
platos o trabaje en el jardín, le ocurrirán más cosas que durante todos los otros
años de su sádhana, porque, por primera vez, la Shakti trabajará sobre su ego.
Increíblemente, muchos de nosotros jamás hemos tenido que sufrir el reto al ego
hasta que entramos en contacto con el Gurú.
No puede haber verdadera espiritualidad mientras no suceda nada con el ego.
Podemos lograr aquietar la mente y mucho entendimiento sutil, y aun tener ego.
Por ejemplo, Baba fue un gran yogui; dominó todos los yogas; sin embargo,
cuando acudió a Bhagaván Nityananda, se encontró con alguien que aplastaría
su ego. Baba hablaba de cómo Nityananda lo humillaba en público,
continuamente, para romper su orgullo y su arrogancia. Y una persona puede
alcanzar un logro tan grande sólo después de haber pasado por este proceso. No
importa cuán grande sea su entendimiento, ni cuánto yoga practique, mientras
exista el orgullo de poseer ese gran entendimiento, o el orgullo de ser el
hacedor, el logro será muy limitado.
167

La esencia de la sádhana consiste en liberarnos del ego. Por supuesto, es


importante saber lo que entendemos por "ego". El ego es básicamente la
sensación de separación y el poder de la identificación, la apropiación de
cualidades y causas para nosotros mismos, o tomar todo personalmente . Mucho
de lo que sucede en Siddha Yoga sólo tiene como finalidad librarnos del ego; no
tiene otro propósito. Si no entendemos la necesidad de trabajar en el ego, no
comprenderemos por que ocurren ciertas cosas. El Ser ya está alcanzado.
Nuestra perfección y pureza innatas ya están establecidas. El ego es lo que nos
hace pensarnos como imperfectos y limitados; también nos hace creer que
tenemos que hacer algo especial para llegar a algo más. El verdadero proceso
consiste en liberarnos del ego.
Puede parecer que muchas cosas no tienen nada que ver con la sádhana, pero
todo el tiempo hay un trabajo sobre nuestro ego. Pueden suscitarse determinadas
circunstancias, o ciertas personas se relacionarán con nosotros de manera tal que
comenzamos a sentirnos cada vez más pequeños. Mientras que antes nos
sentíamos los mejores, ahora podemos sentirnos totalmente insignificantes.
Puede haber la sensación de no ir a ningún lugar o incluso de empeorar o
retroceder.
Gurumayi dijo: En el Vivekachudamani, Shankaracharya pregunta: "Mientras
quede un vestigio del veneno en el sistema, ¿cómo puede una persona esperar
recuperarse? De la misma manera, si un yogui, un meditador retiene un vestigio
de ego, ¿cómo puede esperar alcanzar la liberación?"
Muchos de nosotros llegamos al sendero espiritual, hacemos unas cuantas
cosas y pensamos que deberíamos estar realizados, que deberíamos ser seres
liberados, que deberíamos ser Siddhas, que deberíamos ser maestros
perfeccionados. Todas las filosofías, todas las escrituras, todos los grandes
seres han dicho: Realiza tu práctica. No pienses en los frutos de tu práctica.
Si quieres abrir los ojos del mundo a la Verdad, es maravilloso. Pero cuando
abres los ojos del mundo a tu propia mente, es algo totalmente diferente. Una
cosa es revelar la Verdad, y otra cosa es revelar tu ego y revelar tu
entendimiento limitado. Por esta razón, antes de que hagamos algo, antes de
que digamos algo a alguien, necesitamos experimentar nuestra propia verdad.
Baba siempre enseñaba: "Nunca reacciones cuando estés alterado. Porque
cuando reaccionamos al estar alterados, no utilizamos el discernimiento. Sólo
lo hacemos sin pensar en ello. Habla con la gente cuando estés en calma,
cuando estés tranquilo, cuando hayas entendido algo, cuando hayas
experimentado algo. Sólo de esta manera puede beneficiarse el mundo con lo
que has logrado y con lo que has experimentado. Es muy difícil deshacernos de
los vestigios del ego."
168

Cuando Baba decía: "elimina tu ego", la gente se preguntaba: "si no tengo ego,
¿cómo voy a actuar sin ego? ¿Cómo voy a trabajar?" . Es un cuestionamiento
muy genuino, "¿cómo voy a funcionar sin ego?", porque el ego es un impulso
que nos hace trabajar, que nos hace competir, que nos hace actuar.
No es que sin ego no puedas funcionar, es sólo que cuando no tienes ego, no
experimentas los resultados de tu trabajo de una manera limitada . Cuando hay
un gran ego, si logras algo te sientes grande, te sientes maravilloso y deseas
que todo el mundo venga a decirte: "¡vaya, vaya! Estuviste fantástico". Te
sientes encantado, sientes la energía que pasa por tu cuerpo.
Cuando no tienes ego, aunque logres algo, te quedas tranquilo. Te quedas en
calma. Observé esto en Baba todo el tiempo. Él trabajaba muy duro. Era muy
trabajador, un trabajador muy activo. Trabajaba, trabajaba y trabajaba.
Después de dar una charla muy importante en el Carnegie Hall de Nueva York,
alguien le preguntó:
—Baba, ¿Cómo te sientes ahora?
Baba dijo:
—Me siento igual. Siempre me siento igual.
—No, no. Diste una gran charla. ¡Tres mil personas! ¿No sentiste la energía
allí?
Baba dijo:
—La siento todo el tiempo.
Este es el estado de un gran santo, de un gran ser. Ya sea que esté con una
persona o con mil, es la misma experiencia. Cuando miras en tu interior,
cuando has experimentado a tu propio Ser, lo único que hace el ego es sentarse
a tu lado a esperar algún trabajo. Sin embargo, no te molesta. No te importuna.
Te permite permanecer en calma.
Cuando alcanzamos esta experiencia, cuando tenemos esta experiencia, somos
capaces de vivir en la perfección. Somos capaces de vivir en este mundo sin
subir y bajar, subir y bajar.
Si no entendemos que mucho de Siddha Yoga es trabajo sobre el ego, carecemos
de la perspectiva correcta de lo que sucede. La razón de que no disfrutemos ya
de la experiencia constante del Ser es el ego. Para realizar al Ser, el ego tiene
que desaparecer. Y es por el beneficio del ego que pasan muchas cosas en
Siddha Yoga. Generalmente cuando preguntamos: "¿Qué hay de bueno en eso?"
la respuesta es que es bueno para el ego.
Lo mejor para el ego es el Gurú. El trabajo del Gurú consiste en eliminar
nuestro ego por nosotros. Una vez que dejamos las cosas en sus manos, es su
169

responsabilidad encargarse de esto. Esto ocurre de manera muy sutil,


estableciendo realmente una relación con Gurumayi. Esta relación no implica
que tengamos que sentarnos a charlar con ella. No hay una forma externa
particular que la relación deba asumir. De hecho es una relación con la Shakti.
El Gurú es la encarnación de la Shakti. Todo lo que ella crea contiene su Shakti.
Participar en los áshrams y centros de meditación, realizar seva con otros
devotos, participar en los intensivos, en los talleres o en este Curso, son formas
de participar de una relación con la Shakti.
Es muy importante que nunca dudemos de nuestra vinculación con el Gurú. La
sádhana se lleva a cabo con mucha mayor suavidad una vez que aceptamos que
existe esa vinculación y esa relación. Así podemos entender las cosas en nuestra
vida desde el punto de vista de lo que hace la Shakti y lo que desea que
entendamos. Esta perspectiva simplifica muchas cosas que antes eran
complicadas. Con el entendimiento correcto, toda nuestra vida se convierte en
seva. Toda acción se convierte en seva.
El Gurú físico nunca es una persona común y corriente, aun cuando puede
aparentar ser muy común y corriente si así lo desea. Puede desempeñar
espontáneamente cualquier papel en cualquier momento. Aquél que conoce al
Ser tiende a ocultar su logro. No lo exhibe. Puede preferir aparentar ingenuidad,
en vez de sabiduría y conocimiento. El Gurú simula saber mucho menos de lo
que realmente sabe. Puede fingir ignorancia sobre las cosas más obvias. De esta
manera su obra con sus devotos puede ser representada. Si ella actuara siempre
como si lo supiera todo, habría menos grano para el molino de la sádhana.
El Gurú tiene una personalidad con la que actúa, aunque no está limitada por esa
personalidad. Puede manifestarse de cualquier manera en cualquier momento.
No le preocupa lo que los demás piensan de ella; no le interesa causar buena
impresión. No libera a las personas de su ego haciendo esfuerzos por
complacerlos ni por agradarles. El Gurú tiende a impactarnos, a sacudirnos para
cambiar nuestra forma habitual de ver las cosas. Nos sorprende, rompe nuestros
esquemas, destruye nuestros conceptos limitados.
El Gurú es el más fascinante de todos los seres. Siempre va muy por delante de
la manera en que normalmente vemos las cosas. No está limitada por nuestras
normas, nuestras creencias, nuestros sentimientos respecto de cómo deberían o
no ser las cosas, ni por nuestras opiniones sobre lo que está bien o mal. De
hecho, nada es relevante para ella, excepto que nosotros sus devotos debemos
estar libres del ego y percibir la dicha pura del Ser interior.
Esto es todo lo que ella quiere. Todas sus acciones y palabras apuntan en esta
dirección. No tiene ningún otro motivo ni deseo personal. Sólo quiere que sus
discípulos alcancen el mismo estado que su propio Gurú le dio. Desea que todos
sus devotos alcancen finalmente la libertad suprema. Por esta razón ha nacido,
170

por esta razón ha asumido una forma humana. No hay ninguna otra razón para
que ella esté aquí.
Por favor, repasa la lección 12.
Con amor,
171

LECCIÓN 18
Querido amigo:
Es de gran ayuda recordar que Siddha Yoga es un proceso por el que
atravesamos, no es algo que hacemos. A decir verdad, no recuerdo jamás haber
decidido de manera consciente comenzar a practicar Siddha Yoga. Pareciera ser
más bien algo que simplemente llegó a mi vida en una época particular y en lo
cual he continuado participando desde entonces. En realidad no viene a mi
memoria el haber querido o sentido la necesidad de un Gurú. De hecho, yo
pensaba no querer ni necesitar un Gurú y no recuerdo haber cambiado
conscientemente mi mente al respecto. Así que no se trata de que
necesariamente tomes una decisión, sino que ocurre un proceso independiente
de ello.
Este proceso da inicio en el momento correcto, ya sea que tomemos o no una
decisión consciente acerca de él. Cuando nuestro interior está preparado
entramos en contacto con la Shakti del Gurú, la cual despierta nuestra propia
Shakti interior. Una vez que la Shakti está despierta dentro de nosotros, el
proceso comienza a desplegarse.
Tal como el botón gradualmente se expande y se convierte en la flor, también
nosotros nos expandimos hasta que alcanzamos la plena conciencia de nuestra
verdadera naturaleza. No permanecemos ignorantes y engañados para siempre;
lo que nos haga pensar lo contrario sólo es una apariencia. La única razón por la
que Siddha Yoga ha aparecido en nuestra vida es porque hemos alcanzado el
punto donde estamos preparados para darnos cuenta de la verdad acerca de
nosotros y nuestra vida.
Un día realizaremos nuestra unidad con todo; experimentaremos la unidad y la
armonía del universo. Un día el amor será nuestra sensación más inmediata y
natural. Incluso mientras de manera exterior jugamos el juego de vivir en el
mundo y ser un humano, reposaremos en nuestra serenidad interior.
El destino último de cada alma individual es realizar el Ser eterno. Cuando
iniciamos el camino de Siddha Yoga, estamos tomando la ruta más directa. Es
irrelevante si decidimos conscientemente o no practicar Siddha Yoga. En
ocasiones, no nos percatamos de que ya comenzamos a participar y de que
nuestra participación continuará por muchos años. Entonces nos damos cuenta
de que por alguna razón un Gurú ha venido a nuestra vida y además
comenzamos a experimentar un verdadero afecto por el Gurú. Así, de repente
nos encontramos siguiendo las sugerencias e indicaciones del Gurú.
Conforme prosigue nuestra participación, una transformación real ocurre dentro
de nosotros. Incluso antes de que comencemos a entender cómo trabaja Siddha
Yoga, encontramos que nuestro interior está cambiando. Esto me sucedió a mí.
172

Me di cuenta de que mi interior crecía con fuerza y me volví más desapegado


respecto de otras personas, todo ello incluso antes de saber que Siddha Yoga
afectaría este tipo de cosas. De repente mejoró mi capacidad como escritor y
comencé a vender mi trabajo en mercados que antes nunca hubieran estado
interesados; además, me volví más consciente de mí como persona. Sin
embargo, todavía no asociaba nada de esto con Siddha Yoga. La Shakti de Baba
estaba trabajando a través de mí incluso antes de que me percatara de la
posibilidad de esto.
Externamente, nuestra sádhana puede tomar muchas formas diferentes. Algunas
personas permanecen con el Gurú tanto como es posible, viajan con ella, y
ofrecen su servicio al Gurú de tiempo completo. Esto es su sádhana. Otras
personas viven en un áshram y ven al Gurú siempre que es posible. Otra gente
asiste al centro local de meditación y pasa ocasionalmente alguna temporada con
el Gurú. De acuerdo con un estudio realizado hace algunos años a partir de los
estudiantes de este Curso, la persona promedio es capaz de estar con el Gurú
entre un fin de semana y una semana completa por año; estar con el Gurú en
persona más que una semana al año requiere de una combinación especial de
gracia, mérito y buen karma. Otras personas ven al Gurú sólo una o dos veces en
toda su vida. Hay quienes, por otro lado, nunca conocen al Gura físico para
nada.
Algunos cantan y meditan mucho -ésta es la forma que toma su práctica-. Otros
estudian las escrituras y leen textos de Shivaísmo y Vedanta. Algunos más
preferentemente hacen seva. La mayoría de los devotos viven en el mundo como
gente ordinaria en apariencia, realizan su trabajo y tienen familias; puede ser
que simplemente con mirarlos no te des cuenta de que realizan sádhana. Para
algunas personas que viven muy lejos de cualquier centro de meditación o
áshram, su participación en este Curso se convierte en la principal forma externa
que toma su práctica.
Hay gente que encuentra dificultad en sentarse para meditar, pero disfrutan la
lectura de las lecciones. Algunas personas reportan que permanecer absortos en
una lección es una manera muy sencilla de entrar en meditación, pues luego de
leer dos o tres páginas comienzan a sentirse llevados profundo hacia su interior.
Baba solía decir que deberíamos hacer lo que es más práctico para nosotros. No
hay nada de teórico en la sádhana. Recientemente Gurumayi dijo que es
importante efectuar al menos una práctica que amemos, la cual nos de todo su
apoyo y nos enaltezca.
No hay una forma particular en la cual Siddha Yoga debe ser practicado, pues
existe siempre una manera especial de participación disponible para cada clase
de persona. Si alguien piensa que no es el tipo de persona para practicar Siddha
173

Yoga, lo que sucede es que no se ha dado cuenta de la infinita variedad de


formas que Siddha Yoga puede tomar. Cada persona participa a su propio modo.
La forma externa que toma la sádhana es diferente para cada uno de nosotros.
Por esta razón, no podemos compararnos con otros; no podemos mirar lo que
alguien más hace para saber lo que deberíamos nosotros hacer. La manera en
que se desenvuelve nuestra propia sádhana puede parecer peculiar a otros, pero
sea como sea está bien. Tenemos que hacer lo que es perfecto para nosotros, no
lo que es correcto para los demás o lo que parece ser adecuado para alguien más.
Mucha gente extraordinaria ha sido considerada loca o chiflada por la mayoría.
Debemos creer en nuestra propia e inherente grandeza.
Hay la forma externa de la sádhana, así como la forma interna. La forma interna
tiene su propia vida. La Shakti despierta comenzará a atraer o crear las
condiciones y experiencias que corresponden a nuestros samskaras. Esto es
básicamente lo que hemos experimentado siempre como nuestro karma personal,
aunque ahora todo comienza a desarrollarse mucho más rápido. La Shakti
comienza, literalmente, a limpiar toda nuestra reserva de samskaras latentes y, a
través de experimentar lo que la Shakti nos presenta, trabajamos sobre nuestro
karma más rápido, en tanto experimentamos revelaciones y destellos interiores.
Algunas veces, la gente escribe para preguntar cómo pueden establecer una
relación cercana con la Shakti. La respuesta consiste en hacer algún esfuerzo
para participar más en las formas de sádhana que la Shakti pone a nuestra
disposición. Cantar, meditar, pasar tiempo con el Gurú, asistir a los programas
en el áshram, participar en un Centro, tomar el Curso por Correspondencia,
asistir a los intensivos y talleres, compartir la práctica de la seva con otros
devotos, todas estas son diferentes maneras de establecer una relación muy
próxima con la Shakti. Estos son los medios que el Gurú ha puesto a nuestra
disposición.
Una vez que la Shakti está despierta dentro de nosotros, tenemos una relación
con ella, sea que estemos plenamente conscientes o no. La Shakti ya nos está
colocando en diversas situaciones, provocando que ocurran ciertas cosas,
atrayendo a ciertas personas a nuestra vida, permitiendo que algunas relaciones
se desarrollen y, tal vez, dejando que finalicen otras relaciones que ya han
cumplido con su propósito kármico. La Shakti no espera a que la reconozcamos;
no necesita de nuestro permiso para dar inicio a su trabajo. Efectúa cualquier
cosa que corresponda a su naturaleza.
Una vez que damos inicio al reconocimiento de la manera como la Shakti
trabaja en nuestra vida, sentimos que tenemos una relación muy real con ella.
Esta relación se profundiza y expande con el paso de los años. Otras cosas en la
vida vendrán y ser irán, la gente vendrá y ser irá, las situaciones y circunstancias
surgirán y desaparecerán, pero nuestra relación con la Shakti es lo único
174

constante, lo único confiable. Tal relación se vuelve más fuerte y profunda


conforma transitamos por ella; nunca nos deja ni nos falla. En la sádhana es de
gran ayuda entender esto y tener fe en ello.
Frecuentemente nuestro problema es que preferiríamos mejorar las condiciones
de nuestra prisión que ser libres. Nuestra "prisión" es el apego que tenemos a
nuestra vida personal. Nos mantenemos tratando de hacerlo todo bien, de
acuerdo con nuestras propias ideas sobre cómo deberían ser las cosas, las cuales
están determinadas por condicionamientos previos. Nos fascinamos al tratar de
vivir según nuestros ideales provenientes de nuestra imaginación. En vez de
darnos cuenta de que estamos en la prisión de nuestro apego, nos esforzamos
por embellecer la prisión. Queremos que sea una hermosa prisión. Nunca se nos
ocurre que la verdadera felicidad sólo es posible cuando nos liberamos de la
prisión.
Es imposible liberamos de la prisión exclusivamente a partir de nuestro propio
esfuerzo. No sabemos lo que está más allá de la prisión, y tampoco tenemos idea
de cómo llegar ahí. Necesitamos la ayuda de alguien que ya está libre. Aquí es
donde el Gurú entra, pues es la encarnación de la Shakti. La Shakti no es
meramente un aliado que nos ayuda a que las cosas marchen tal como pensamos
que deberían marchar. Nuestras ideas de cómo deberían ser las cosas son parte
de la prisión. La Shakti no está interesada en mejorar las condiciones de la
prisión. La Shakti hace todo lo necesario para liberamos.
Tenemos la idea de que podemos decir: Oh Dios, ayúdame a salir de esta
situación. No entendemos que es el mismo Señor quien nos puso en tal
situación. Las circunstancias de la vida están determinadas por los samskaras,
por el karma, no por casualidad o accidentes. No hay fuerzas exteriores a
nosotros que determinen lo que nos sucede. Todo ocurre del interior hacia fuera.
Nuestros propios samskaras son como una película que está siendo proyectada
hacia el exterior como si se tratara de imágenes kármicas en la pantalla del
tiempo y del espacio.
No hay fuerzas exteriores que determinen los detalles de nuestra vida. La
creencia en la existencia de dos o más fuerzas es nuestra principal ilusión. Hay
sólo una fuerza, un poder en el universo, y lo llamamos la Shakti. La Shakti es
el poder de Dios, el aspecto activo o dinámico de Dios. Esta Shakti provoca todo
lo que sucede. Es la fuerza detrás de todo movimiento y cambio. Para alinearnos
con el poder universal, debemos intimar con la Shakti.
La Shakti no necesariamente va a sacarnos de las situaciones de nuestra película
kármica. En realidad, la Shakti trabaja para liberarnos de la película, para
llevarnos a un punto desde el cual podemos verla o atestiguarla sin
involucrarnos y sin ser afectados por ella. Olvidamos este punto de tal manera
175

que todo lo que deseamos hacer es cambiar las cosas. En lugar de cambiar las
cosas, es más valioso entender en primer lugar cómo éstas surgieron.
La libertad es más simple de lo que la mente condicionada imagina. La libertad
es fluir en el momento presente con una mente clara y completamente
consciente. El universo exterior tiene la naturaleza de un espejo. Todo lo que
vemos es un reflejo de nuestro propio Ser. Un gran ser, un Siddha, es alguien
que ve todo como un conjunto de reflejos en un espejo, y fluye en la simpleza
del instante. No pide explicaciones a su mente. Entiende todo como un juego.
Baba dijo una vez: La Verdad suprema que crea, sustenta y disuelve este mundo
de sujetos y objetos es Shiva. Con su voluntad independiente, Él crea el mundo
a partir de su propio ser. El es todo y El está en todo lugar. Es inseparable del
mundo. El mundo permanece inmerso en ÉL. No es que Él esté arriba o abajo,
aquí o ahí, Él es todo. No tenemos que buscarlo en el cielo; Él satura el
universo entero.
Nosotros vemos, pensamos y sentimos que este mundo consta de dualidad y
diferencias; que rebosa de innumerables formas; a pesar de ello, es inseparable
de Shiva. Tú y yo estamos absortos en Shiva. Estamos en Él y Él está en
nosotros. Debido al olvido de nuestra verdadera naturaleza, debido a nuestra
falta de entendimiento de la Verdad, y debido a nuestras impresiones pasadas
-las cuales crean nuestra falsa identificación con el cuerpo-, nos consideramos
diferentes de lo que realmente somos. Todos somos Shiva.
Una persona debería saber que el efecto siempre existe en la causa y que sin la
causa no hay efecto. Esto se explica en el Vedanta a través del ejemplo de una
olla de barro. La causa de la olla de barro es el barro. Antes de que el barro se
convirtiera en una olla, era barro. Después de que el barro se volvió una olla
sigue siendo barro. Cuando la olla se rompe en pedacitos, el barro permanece.
Esto significa que la olla siempre fue barro.
Del mismo modo, Shiva es tanto la causa como el efecto del universo. Nosotros
somos ollas hechas de Shiva. La gran cantidad de olas que surgen del océano
siguen siendo el océano. El fuego emite chispas que no son otra cosa sino
fuego. Los rayos del sol vienen del sol y no son diferentes del sol. De la misma
manera, el mundo entero aparece como una manifestación de Shiva y nos es
diferente de ÉL. Incluso todas las acciones, tales como: venir, ir, hablar, dar,
tomar, realizar, así como la indulgencia de los placeres sensuales, provienen de
Shiva. Shiva es el sustento fundamental del universo. Él sostiene el mundo.
Shiva despliega este universo de sí mismo y entonces se deleita al jugar todo
tipo de juegos. Su juego es muy extraño y único. Él hace que algunas personas
rían en tanto otras lloran. Él vuelve a algunos ricos y a otros pobres, a algunos
bellos y a otros feos. Provoca que algunos se odien mientras que otros se aman.
176

En cierto lugar, alguien nace, en tanto que en otro alguien muere. Shiva ama
este juego; todo esto es su lila , su danza.
Uno de los samskaras más poderosos es la sensación de que somos diferentes
unos de otros. Ésta es la perspectiva del ser humano limitado. Disfrutamos de
una variedad infinita -no hay dos personas exactamente iguales-, aunque en lo
profundo de nuestro interior todos somos lo mismo; compartimos la misma
conciencia interior. Identificados con ser esta persona, vivimos en el reino de las
diferencias aparentes. Una vez que obtenemos una cierta vislumbre de nuestra
verdadera naturaleza, la cual es Conciencia, estas diferencias aparentes se
vuelven secundarias o irrelevantes.
Las diferencias entre nosotros sólo son parte de este juego. Las diferencias son
reales en un sentido externo y superficial, en relación con los papeles que
estamos desempeñando. No son reales en el sentido de quien de hecho somos.
Nos hemos identificado con estos papeles en el mismo sentido en que nos
identificamos con el personaje de una película. En cierto sentido, nos hemos
autohipnotizado para creer que somos esta persona. Pero no sólo eso, pues
creemos además que todos los demás son las personas que aparentan ser.
Más allá de esta perspectiva está la visión expandida de que todos los personajes
son actuados por el mismo Actor. Uno de los Shiva Sutras dice: "El Ser es el
Actor". El más grande actor que haya existido jamás desempeña todos los
papeles de manera simultánea. Ese Actor es Conciencia, la cual podemos
reconocer en nuestro interior como nuestra conciencia de ser.
Esta conciencia interior es la misma en cada ser viviente en cualquier plano de
existencia. No hay nada más allá de ella, diferente de ella o separado de ella. La
misma conciencia interior satura y permea el universo entero. Esta conciencia
escudriña simultáneamente desde todos los pares de ojos. Es el único
observador. Eso en nosotros que "observa" es este conocimiento, el cual es
Conciencia. Todos compartimos exactamente la misma conciencia. No hay dos o
más seres o conciencias. Nunca son plural. Son siempre uno. Hay sólo una
Conciencia, un Ser que se manifiesta como el universo entero, el cual se ha
convertido en todo.
En lo profundo de nuestro interior, cuando meditamos, cuando vamos a lo más
profundo, al centro de nuestro ser, todos nos dirigimos al mismo espacio. No es
que tengamos un espacio interior diferente al cual ir cuando meditamos. El
espacio interior es todo penetrante, no está confinado sólo a este cuerpo y carece
de forma. En cierto sentido, el cuerpo que anima y a través del cual funciona es
como un robot a control remoto. No es de ninguna manera cómo podemos
pensar que es. En meditación profunda vamos más allá de los pensamientos,
conceptos y cualquier conciencia corporal para experimentar su ausencia de
forma.
177

Este profundo sentimiento interior es compartido simultáneamente por todos los


seres vivientes. Es lo que todos nosotros somos. Por esta razón, cuando
realmente nos conocemos a nosotros mismos, lo conocemos todo. Esa parte
profunda de nosotros que siempre hemos sido es la misma dentro de cada uno de
nosotros. Es lo que siempre hemos sido. Compartimos exactamente la misma
Conciencia interior. ¿Qué tan cerca podemos estar?
Conforme una persona comienza a vivir en el reino de la conciencia del Ser,
también empieza a ver este mundo de manera muy diferente respecto de la
persona que no lo hace, incluso a pesar de que ante los demás no aparezca como
diferente de ellos. Una persona así no mira a los demás como si se tratara de
otros, sino que los ve como manifestaciones o aspectos de su propio Ser.
Reconoce su propio ser en todos.
Un ser así participa en este juego muy bien. Representa excelentemente su papel
como ser humano. Aparece como un actor consumado que representa su último
papel. Esta actitud no es ego; sólo es posible cuando vamos más allá del ego. Tal
ser experimenta una gran humildad dentro de sí. La Shakti es siempre apropiada
de manera espontánea. Alguien que vive en este estado no hace planes respecto
de lo que va a hacer o decir a continuación; simplemente mantiene la firme
convicción de que cada acción y cada palabra es expresión perfecta de la Shakti.
Esta convicción es más que un simple pensamiento acerca de ello. Comienza
como un pensamiento, pero la verdadera convicción está más allá del
pensamiento. En lo referente a tal experiencia, el pensamiento es innecesario.
No podemos practicar esta perspectiva desde nuestra conciencia limitada, pues
somos demasiado vulnerables a la mente que dice: "No, eso que dije e hice
obviamente no fue perfecto. Fue estúpido y tendrá consecuencias terribles." Ya
que la mente tiene una perspectiva muy estrecha de las cosas y no puede
visualizar la totalidad de la escena en que están insertas, algunas de ellas
parecen ser imperfectas. Negar su imperfección parecería ser negar la realidad.
Sin embargo, si podemos visualizar la escena en su totalidad, veríamos cómo
todo es tal como debe ser.
Esto es verdadero aunque haya mucho de nosotros en lo que tengamos que
trabajar y muchas cosas por cambiar. No se puede permitir que los samskaras
permanezcan tal como están. Podemos entender que es perfecto tener un
samskara particular y que los samskaras se manifiestan de manera particular en
nuestra vida; a pesar de ello, también es perfecto para nuestra sádhana quedar
libres de este samskara y eliminar la manera como nos afecta. No podemos usar
"la perfección de todas las cosas" como un pretexto para no hacer sádhana.
La Shakti nos inspira a actuar y hablar espontáneamente. El Gurú es un ejemplo
perfecto de esto. Cualquier cosa que ella haga o diga está inspirada
espontáneamente por la Shakti, puesto que ella no tiene samskaras que limiten o
178

distorsionen su expresión libre. Cuando tenemos samskaras, la expresión pura


de la Shakti se filtra a través de ellos y así se manifiesta. Por lo tanto, aunque
todo es perfecto, tenemos que reconocer la manera como los samskaras se
manifiestan en nuestra vida y, entonces, hacer lo que sea necesario para
liberarnos de ellos.
En la sádhana debe haber este balance: reconocemos los samskaras y estamos de
acuerdo en permitir que se trabaje sobre ellos, en tanto que, al mismo tiempo,
nos damos cuenta de que no existe nada dentro de nosotros que no sea la Shakti,
el Ser, y que si no fuera por el filtro de los samskaras, todas nuestras palabras y
acciones serían la expresión pura y espontánea de la Shakti. Cuanto más libres
de los samskaras somos, más "puros" nos volvemos, y la Shakti se expresa
poderosamente a través de nosotros.
Este balance es importante. Si asumimos que somos más puros que como
realmente somos, los samskaras permanecen como están e imponen sus
caprichos en nuestra vida, en tanto consideramos que meramente son
expresiones de la Shakti. Por otra parte, si nos centramos exclusivamente en
todos los samskaras que nos limitan, nunca entramos en contacto con nuestra
propia Realidad, nuestro Ser interior, puro, prístino y esplendoroso. Únicamente
cuando somos conscientes del Ser interior, de la Conciencia, podemos estar
complacidos con nosotros mismos del modo correcto, lo cual es también
importante.
Gurumayi dijo: Si quieres que Dios esté complacido contigo, entonces tienes
que estar complacido contigo mismo. Si quieres que el Gurú esté complacido
contigo, entonces mantente complacido contigo mismo.
Uno de los resultados finales de Siddha Yoga es que nos volvemos
completamente naturales. Todo lo que era artificial en nosotros es gradualmente
puesto a un lado; nos liberamos de todas las cadenas que nos habían esclavizado
por tanto tiempo. Llega el momento en que vemos nuestro condicionamiento tal
como es y nos liberamos de él. Esta es la experiencia más valiosa. Una vez que
alcanzamos una perspectiva clara y vemos las cosas como realmente son,
podemos disfrutarlas más. Entonces, hay un cierto sentido del humor respecto de
todo. Quien está en verdad en contacto con el Ser es espontáneamente ligero y
tiene un gran sentido del humor. Esta es su forma de abordar la vida. Alguien
que está atado por las apariencias tomará las cosas seriamente y de manera
"personal"; además, tendrá una forma pesada y severa de abordar la vida.
Alguien que conoce al Ser se relacionará con otros con el sentimiento de que ya
los conoce muy bien. Sabe que todas las diferencias aparentes no importan. En
el espacio de la Conciencia todos nosotros somos lo mismo y compartimos
también el mismo espacio por igual. En la Conciencia nos encontramos, nos
fusionamos y armonizamos; ya somos uno solo. En realidad no podemos estar
179

más próximos, ni podemos conocernos los unos a los otros más íntimamente.
Baba dijo: Cuando conoces tu propio Ser, también conoces a los demás muy
bien. Si no conoces a tu propio Ser, entonces lo que piensas de los demás se
trata únicamente de tu propia proyección.
Deja a un lado la tendencia a juzgarte tanto a ti mismo como a los demás. Si se
trata de la Shakti que lo hace todo, ¿entonces quiénes somos nosotros para
juzgar lo que ella hace? ¿Quiénes somos para afirmar que la Shakti está
cometiendo un error o que no se está comportando correctamente? La Shakti
siempre nos está probando. Tan pronto como pensamos que entendemos que
todo es el juego de la Shakti, ella, de manera muy inteligente, aparece como
algo que parece ser bastante diferente de como pensamos que podría
manifestarse, según nuestros patrones. Tenemos nuestras propias ideas acerca de
la manera como está bien que la Shakti se manifieste; date cuenta de la
arrogancia que implica tal indignación farisaica. Sin embargo, encontramos
muy fácil justificar nuestra indulgencia.
Estas tendencias a juzgar son aspectos del ego. La suma total de todos los
samskaras son lo que denominamos como ego. Los samskaras, en cierto sentido,
son únicamente los diversos aspectos del ego.
La función primaria del Gurú es la de ayudarnos a liberamos del problemático
ego. Colaboramos en este proceso al aprender a mantenernos conscientes y
alertas sobre la manera como la Shakti trabaja realmente en nosotros. Debemos
aprender a reconocer las insinuaciones y sugestiones sutiles. Es necesario que
aprendamos a ver las relaciones sutiles entre las cosas. Generalmente tenemos
una idea extremadamente limitada de cómo se manifiesta el Gurú en nuestra
vida; sin embargo, el Gurú no tiene limitaciones. La función del Gurú consiste
en liberarnos de toda limitación.
Nuestra vida puede ser más grandiosa de lo que hoy en día pensamos. Pensamos
que podría ser mejor si viviéramos en otro lugar, si conociéramos personas más
emocionantes, si tuviéramos una carrera más prestigiosa o si pudiéramos tener
algún amorío. No nos percatamos de que sólo estamos limitados por nuestras
ideas, incluyendo nuestras proyecciones de cómo suponemos que deberían ser
las cosas.
El Gurú tiene que liberarnos de todas nuestras ideas falsas. Durante este
proceso, en tanto nuestra ignorancia y limitaciones son hechas añicos, podemos
sentir que todo va mal, que estábamos mejor antes; pero si perseveramos en el
camino a pesar de que las cosas parezcan difíciles, quedaremos maravillados de
lo que nos espera del otro lado. La mayoría de nosotros no puede siquiera
imaginar cómo será nuestra vida dentro de diez años. De hecho, en una lección
recibida por personas que han tomado el curso por más de diez años, hablamos
específicamente de este punto y muchas de ellas escribieron confirmando que,
180

en efecto, ellas nunca soñaron diez años antes la manera como su vida sería
transformada.
Nuestra vida verdadera está llena de belleza y contentamiento, pero para llegar a
este punto, para experimentar nuestra divinidad interior, mucho debe ser
transformado. Cuando muere lo viejo en nosotros, algo nuevo y grandioso toma
su lugar. No es fácil percibir de antemano lo que nos espera, pero ya existe
desde ahora en toda su gloria. La vida será mucho más de lo que jamás hayamos
soñado si tenemos la voluntad para ir a través del túnel de tapasya y llegar a la
luz que se encuentra más allá. Entonces sabremos que Dios en verdad nos ama y
experimentaremos a Dios y el amor como nuestro propio Ser.
Gurumayi dijo una vez: Si sólo tienes la idea de que deseas resolver un
problema o remover el sufrimiento, esto no te lleva a ningún lado. A través del
mejoramiento de tu entendimiento podrás mejorar de inmediato todo a tu
alrededor. Los problemas te permiten conocer el Ser y tomar el camino hacia
Dios.
El sendero que caminas, la manera como te sientes, la forma cómo estás de pie,
el modo como te comportas, tu escritura, tu forma de hablar y de mirar, cómo te
vistes, simplemente la manera como permites que tu cuerpo permanezca en este
mundo, todo ello muestra el tipo de persona que eres. El otro día una mujer se
acercó y me dijo: "Lo siento, no me presenté cuando vine por vez primera". Por
supuesto yo me di cuenta de ella el día que llegó. Incluso si no te presentas
personalmente, todo tu sistema y la forma como te conduces ya te han
presentado por sí mismos. No tienes que venir físicamente y decir: "Soy esto y
lo otro". Lo que piensas ser no es lo que realmente eres. Cuando vas más allá
de lo que piensas ser como "esto" y lo "otro", eso es lo que puedo ver y es lo
que en verdad eres.
Por eso siempre le digo a la gente: "No construyan una fachada. No traten de
mostrar algo que no son". Sé lo que tú eres, pues en el momento que comienzas
a presentarte mediante explicaciones, en el momento que empiezas a decirte a ti
mismo o a mí lo que eres, niegas todo lo que realmente eres.
Una ocasión alguien me dijo: "No tenía problemas y mi vida era mucho mejor y
más fácil antes de venir a Siddha Yoga. Sólo después de que comencé a amar a
Dios, mi vida se llenó de obstáculos." Es únicamente cuando amas a Dios que
hay muchas dificultades y barreras. Él prueba tu amor cada segundo de tu vida.
Pero ese amor nos permite tener revelaciones y alcanzar la meta. Una vez que
llegamos a la meta alcanzamos algo incomparable. Todo valió la pena sólo
para experimentar el fruto del amor.
Cuando haces el compromiso, hay más obstáculos. Pero a través de este mismo
compromiso es que superas los obstáculos. Cuando hay amor verdadero sólo
181

haces la voluntad de Dios. Sólo deseas que su voluntad suprema tenga lugar.
Por esta razón me gusta cantar esta canción: "Me mantengo mirando al Señor;
estoy bajo su resplandor. El me toma, soy sustraída. Él me borra, dejo de ser.
No tengo idea alguna de adónde voy; él me llama y yo voy. Esta gota aislada es
dispersada. No sé lo que ocurre; Él me llama y yo voy." Este es el verdadero
estado del amor: cualquier cosa por la que Él deseé que pasemos, es por lo que
atravesaremos.
Por favor revisa la lección 10.
Con amor,
182

LECCIÓN 19
Querido amigo:
Ahora es un buen momento para hacer una pausa y observarnos. ¿Estamos
haciendo sádhana en realidad, o seguimos de una manera mecánica toda
tendencia y patrón que surgen? Es posible caer en la rutina de pensar que
hacemos sádhana, cuando en verdad no hacemos sádhana en absoluto. Debemos
vigilarnos constantemente. La clave del progreso en la sádhana está en mantener
una consistencia.
Es bueno ver la novedad en lo antiguo o escuchar nuevos ecos en las palabras
familiares. La mente puede llegar a cristalizarse en patrones rígidos,
induciéndonos a creer que "sabemos" algo que no tiene en absoluto relación
alguna con la realidad actual. Casi todo lo que pensamos que ya sabemos es, de
hecho, inútil.
Sin importar lo que entendamos, es posible expandir o desarrollar ese
conocimiento. Podemos entender la misma verdad a un nivel más elevado que
antes. Si esto no fuera cierto, no tendría objeto tomar este Curso. Hasta aquí, ya
hemos hablado de todo lo que se necesita "saber" para alcanzar la iluminación
total. Ahora, gran parte del proceso consistirá, simplemente, en entender las
mismas cosas que ya conocemos de una manera más profunda y completa, y en
aprender a vivir establecidos con firmeza en nuestras propias convicciones.
¿Qué alcanzamos por medio de la sádhana, de la práctica del yoga? El Ser
interior ya está presente a plenitud en toda su gloria. La luz del Ser, nuestra
propia luz interior, o la luz de nuestra Conciencia, ilumina el universo entero y
lo percibe todo. Nada hay que se le pueda agregar, ni se le puede mejorar un
ápice. No podemos ser más divinos, más puros ni más perfectos de lo que ya
somos. Ya somos el logro más elevado, la meta más alta. Somos aquello qué
tratamos de alcanzar. Hay un refrán que dice: "Buscas en un lejano país aquello
que reside en tu interior". Sencillamente tenemos una identidad equivocada.
No hacemos sádhana para alcanzar el Ser, que ya ha sido alcanzado. La sádhana
consiste, más bien, en dejar ir los embrollos de la mente que nos impiden
conocer ese Ser, que ya está presente en toda su plenitud, que ya irradia amor y
luz en lo que experimentamos como el mundo. El Ser se ha convertido en todo y
lo hace todo. No hay nada más que experimentar, percibir o llegar a ser.
¿Qué nos hace experimentar otra cosa? ¿Qué nos impide conocer el Ser tal como
es en verdad? Sólo nuestro condicionamiento mental, nuestros conceptos,
nuestros deseos, los samskaras. Más adelante en el Curso, consideraremos al
detalle las impurezas subyacentes: apego, aversión, identificación errónea,
compulsión, adicción e inhibición. Si bien en nuestra verdadera naturaleza
somos el amo, por todo lo anterior somos un esclavo.
183

Mientras una persona sea esclava de alguna de estas cosas, no puede


experimentar el Ser tal como es. A causa de ellas existen todas las otras
impurezas, tanto físicas como psicológicas. Así pues, la única razón por la que
hacemos sádhana es para liberarnos de ellas. Desde el principio, la Shakti
comienza a trabajar en ellas de manera sutil o evidente, pero a veces ni nos
damos cuenta. Apenas si reconocemos el problema, y todavía menos que la
Shakti lo esté resolviendo.
A través del proceso de nuestra sádhana, todo esto es eliminado de nuestra vida
en forma gradual. Una vez que nos hemos liberado de ello, vemos que el Ser ya
brilla de un modo puro y perfecto desde el interior, que siempre hemos sido
puros y perfectos; simplemente carecíamos del entendimiento correcto acerca de
nuestra naturaleza.
En una ocasión, alguien le preguntó a Baba: "¿Por qué nuestra mente repite y
repite: soy inseguro, inferior e indigno? ¿Por qué nuestra mente nos causa tantos
problemas y cuál es el remedio para nuestra agitación?"
Baba respondió: Porque no tienes el conocimiento del Ser. Mientras la mente
oculte el Ser, la mente sólo se revela a sí misma ante ti Si la mente no está bajo
control, se convierte en una fuente de dolor. Por medio del entendimiento
correcto y la meditación, si llegas a controlar tu mente, tu mente será
extraordinaria y podrá hacer cualquier cosa en este vasto universo. Sin la
mente, nada puede funcionar en el cuerpo. Sólo por medio de una mente
purificada puedes conocer a Dios. Es importante aquietar esta mente inestable,
purificar esta mente impura.
La mente tiene un gran poder. Por medio de la meditación, debes llegar a
conocer tu mente, y debes poner en orden tu mente. Nadie puede ayudarte a
poner en orden tu mente. Los demás sólo pueden ayudarte a entender qué pasa
en tu mente.
La naturaleza del Ser está más allá de la mente y no puedes describir el Ser con
palabras. Debes entrar en tu interior, meditar, y de esa forma acercarte más al
Ser. El Ser es la vida de todos los seres. Es el Ser el que le da inspiración y
movimiento a la mente y a todos los sentidos del cuerpo. Es también el océano
de la dicha. En el mundo creemos obtener un gran placer al comer, al beber y al
relacionarnos con los demás. Pero en realidad sólo experimentamos la sombra
de la dicha del Ser. Así, el Ser es el mar del amor, es el océano de la dicha.
También se le llama Conciencia. Si la mente se hunde en el océano del amor y
la dicha, sabe conducir su vida con gran respeto.
Una sencilla observación demostrará que la conciencia sólo puede albergar un
pensamiento a la vez: puedes hacer algo mientras piensas en otra cosa, si el
subconsciente, ya ha aprendido a hacerlo, pero si lo haces por primera vez,
184

tienes que poner atención. Primero lo tendrás que hacer de manera consciente.
Si intentas algo nuevo mientras piensas en otra cosa, no lo harás muy bien. Tu
eficiencia, tu competencia, tu capacidad y el grado de éxito subsecuente,
dependen por completo del nivel de tu concentración. Con sólo enfocar la mente
podemos hacer cualquier cosa. Si la mente permanece sin enfoque, seremos
como una pluma al viento.
Si bien podemos pensar en algo haciendo otra cosa, no podemos pensar en algo
pensando en otra cosa. Cada pensamiento ocupa totalmente la conciencia. No
hay espacio para un segundo pensamiento. Un pensamiento necio o trivial ocupa
tanto espacio en la conciencia como un pensamiento en el Ser. Un pensamiento
torpe tiene tanto poder, o canaliza la misma cantidad de Shakti, como un
pensamiento inteligente. Así, pensar en algo es estar consciente de ello, y estar
consciente de algo es pensar en ello.
Aquello de lo que estamos conscientes determina lo que experimentaremos en la
vida. Si no nos gusta lo que experimentamos en este momento, podemos pensar
en algo más elevado, más fino, en algo que nos dé paz. Tenemos el poder para
hacerlo. Obtenemos aquello en que pensamos. Siempre podemos pensar en el
Ser interior, en el Gurú, en el amor. Depende de nosotros. Este es el libre
albedrío: el poder de pensar en lo que decidamos pensar.
Esto no es una opinión ni una teoría. No es simple filosofía. No es sólo para
yoguis, místicos y swamis. También es para estudiantes, músicos y deportistas.
Cualquier habitante de este planeta puede hacer buen uso de este conocimiento a
nivel práctico. Todo en este mundo nos afecta según pensemos en ello. Una vez
que entiendes esta verdad básica, la calidad de toda tu vida se verá transformada
en ese mismo instante.
En el primer año del curso, debemos esforzarnos por desarrollar dos cualidades:
1) entender que experimentamos ante todo lo que pensamos y que no hay por
qué culpar ni a las circunstancias ni a los demás; 2) amarnos a nosotros mismos
y a los demás; debemos honrar y respetar a todos los seres, y vivir con alegría y
con un corazón abierto.
El corazón se abrirá poco a poco a medida que avancemos. No es posible
convencerlo a que lo haga por medio de la razón; no podemos persuadirlo con la
lógica a que se abra. Ello ocurre por la gracia y con la sádhana de una manera
natural y espontánea. Nuestras experiencias y transformación durante los
próximos diez años serán sorprendentes desde la perspectiva actual. Muchas
personas han tomado el Curso más de diez años y su retroalimentación refleja la
verdad de lo anterior.
Por ahora, simplemente entiende que cada momento de tu vida está conformado
por aquello que piensas. Puedes comprobar fácilmente que es cierto al cambiar
185

lo que piensas en cualquier momento. No hay por qué "creer" o "estar de


acuerdo con" esto. ¿Por qué no mejor lo aplicas a tu vida? El principio es
siempre infalible y aplicable.
He conocido yoguis y maestros espirituales con muchos discípulos y seguidores
que no llegaron a nada porque su maestro realmente no experimentaba lo que
enseñaba. Si una persona experimenta el Ser, puede comunicar su experiencia
del Ser a otra, aun cuando sólo hable del estado del tiempo. No tiene que
mencionar el Ser para que alguien experimente el Ser a través del contacto con
ella. La verdadera comunicación o transmisión ocurre por medio de vibraciones,
de una manera sutil. Es un proceso interno que no se da a un nivel verbal o
intelectual.
Por esta razón, el valor principal de este Curso no radica en estas palabras
escritas. Así, si alguien que no toma el Curso lee esta lección por casualidad, no
la experimentará en la misma forma que quien ha participado en el proceso del
Curso a lo largo de nueve meses de lecciones. Este último habrá comenzado a
establecer una verdadera relación con el Curso, mientras que el primero sólo
estaría leyendo algo. Claro que podría sentir la Shakti y su curiosidad podría
despertarse lo suficiente como para iniciar el Curso. Pero al momento de leer
esta lección después de tomarlo desde su inicio, su experiencia de ella será muy
diferente a la de la primera lectura que despertó su curiosidad.
Nuestra vida actual tal vez parecerá no reflejar lo que hemos pensado durante
esta encarnación, pero desde luego sí refleja los pensamientos que crearon las
impresiones, los samskaras, que para empezar nos llevaron a esta encarnación.
La vibración de un pensamiento funciona como un imán y atrae hasta nosotros
las condiciones y experiencias que corresponden a la naturaleza de ese
pensamiento.
Este principio no es nuevo. La mayoría de la gente ha leído, por lo menos, un
libro sobre el pensamiento positivo. La psicología moderna acepta el concepto
de que la actitud afecta la percepción. Lo que hacemos es llevar este principio a
su nivel más alto. Gurumayi enseña la Verdad más elevada y transmite la
experiencia de la Realidad suprema. No puede haber sendero más elevado que el
sendero que te lleva a convertirte en un ser perfecto.
Alrededor del primer año, los estudiantes creen haber leído o estudiado algún
otro material similar al de las lecciones, pero por lo general hacia el tercer o
cuarto año se percatan que no hay nada comparable a lo que la gracia de
Gurumayi pone a nuestro alcance. Así, poco a poco habremos de asimilar todo a
su nivel más elevado.
Baba me dijo una vez: El curso debe ser muy fuerte. Debe ser tan fuerte que
nunca nadie pueda dudar de él. Y en otra ocasión me dijo: Quienquiera que
186

tome el curso debe ser capaz de obtenerlo todo de él. Por lo tanto, una vez que
asimilas las lecciones no tendrás que buscar un curso más avanzado. El Curso es
el regalo de nuestro Gurú.
Durante un breve periodo, después de conocer a Baba, pensé que Siddha Yoga
podía complementarse con otras prácticas o enseñanzas, pero no tardé en
advertir que Siddha Yoga entraña la asimilación inmediata de lo más elevado.
Tal era lo que estaba a mi disposición; sólo era cuestión de cuánto iba yo a ser
capaz de abrirme y absorberlo. En fin, nunca hay que ignorar ni subestimar el
poder que existe en lo que pensamos. Lo que pensemos de las cosas, la gente o
las circunstancias, determina cómo todo esto nos afecta. Tus pensamientos son
el contenido de la cinta que se convierte en la película de tu vida. Todo lo que
puedas describir, definir, analizar, todo lo que puedas opinar o sentir, no es más
que un juego de la mente.
En realidad, el individuo no está separado de la mente. No hay un individuo que
posea una mente. Lo que llamamos individuo es la mente. El individuo existe lo
que dure un pensamiento, y entre uno y otro pensamiento se da la experiencia de
lo Universal. El espacio que hay entre un pensamiento y otro es el espacio del
Ser.
Baba ha dicho: Considérate grande, y vive de esa manera. En tu mente debes
respetarte siempre con gran gozo. El hombre se mantiene cerrado con su
entendimiento de ser inferior y débil. Siempre piensa: "Soy pequeño, soy débil,
soy pobre, soy un desdichado". El hombre nunca piensa bien de sí mismo. El
hombre se vuelve grande por su propio entendimiento, y también se vuelve
pequeño por su propio entendimiento. Por esta razón, alberga siempre
pensamientos ideales y sublimes. Considera siempre bien a los demás y a ti
mismo. El poder del pensamiento es grande en verdad. El hombre nunca se da
cuenta de ello. Siempre piensa, piensa y piensa. Ciertamente, sus propios
pensamientos le afectan.
Debido a tu propia imaginación y tus pensamientos, a veces te consideras
bueno, a veces malo, a veces superior, otras veces inferior, algunas veces
disfrutas y otras veces sufres. Esta es la experiencia de todos. No necesitas más
pruebas. Si cambias tu manera de pensar sobre ti mismo, te sentirás
verdaderamente grande. Ten un buen entendimiento, piensa bien de ti mismo y
siempre alberga sólo buenos pensamientos. Si una persona piensa bien de sí
misma todo el tiempo, un día se volverá buena. Las convicciones que el hombre
adquiere tienen gran poder e influencia. Lo que ocurre es que malgasta sus
pensamientos en negatividades y arruina por completo la firme convicción
acerca de todo.
187

Si el hombre se cambia a sí mismo, todo cambia en concordancia. Todo depende


de tu propia visión, de tu propia actitud. Si cada quien cambia su corazón, si
cada quien cambia su actitud personal, todos verán distinto el mundo entero.
Lo que piense la mente parecerá real a quien lo piense. Una persona se convierte
en lo que piensa y experimenta su vida tal como él cree que es. Quien domina su
mente domina su vida; controla las situaciones y las circunstancias con sólo
saber cómo serán las cosas. No tiene que esperar ni depender de nada. Si la
persona se preocupa, si teme, o si duda, puede ocurrir cualquier cosa; su mente
está fuera de control. Entonces se preguntará por qué todo parece estar en contra
suya e incluso culpará a los demás por las cosas que le suceden.
El sabio nunca culpa a nadie de nada. Los demás no tienen el poder de provocar
que algo nos suceda. Lo único que podemos experimentar es nuestro propio
karma. Los demás pueden ser canales a través de los cuales nos ocurren ciertos
aspectos de nuestro karma, pero en realidad no los podemos culpar. Alguien
tenía que hacerlo, alguien tenía que desempeñar ese papel en nuestra vida,
alguien tenía que ser esa persona, ya que nuestro karma era experimentar eso en
particular. El otro nunca es el origen, nunca es la causa; no es más que un
instrumento utilizado por la ley del karma. Sólo nos vemos afectados por
nuestro karma. No hay nadie más a quien culpar. La culpable fue la mente: el
pensamiento lleva a la acción, la acción provoca una reacción. Por causa de la
mente, las ruedas kármicas se echaron a andar.
Muchas personas nos ayudan a experimentar nuestro karma. Pueden ser
necesarias varias vidas para sentirnos en armonía con todo lo que ocurre a
nuestro alrededor y percibir sólo el Ser en todos. En lugar de culpar a alguien,
deberíamos honrar a esa persona por representar ese papel en nuestra vida y
hacer lo necesario para ayudarnos a quemar cierto karma. Hasta un enemigo
desempeña un papel decisivo en nuestra ulterior liberación.
Vemos en los demás cualidades y características de acuerdo con nuestra mente.
Vemos nuestras propias proyecciones mentales. Creemos ver a una persona
hacer algo, ser de determinada manera o tener determinados móviles, actitudes o
sentimientos, pero en realidad vemos reflejados nuestros pensamientos,
expectativas y suposiciones. Diez personas pueden observar a la misma persona
realizar la misma acción y dar diez versiones diferentes del suceso. Cada quien
ve una objetivación de lo que piensa.
A veces nos podemos preguntar cuánto hemos avanzado en la sádhana. Uno de
los indicadores más precisos para saber hasta dónde has llegado, es ver en qué
grado aún te atrapa la personalidad de los demás. A medida que la persona
avanza en la sádhana, hay la tendencia creciente a ver a los demás como
expresiones del mismo Ser divino. Percibimos las personalidades como simples
188

disfraces, como papeles temporales que desempeña el Uno. Gurumayi dijo una
vez: Es nuestro dharma ver la Verdad en todos.
En nuestra sociedad moderna todo está basado en ver a los demás y relacionarse
con ellos en función de las personalidades que parecen ser. No vemos el Ser
porque no lo conocemos. Lo desconocido permanece inadvertido. Cuando
alguien llega a conocer el Ser, ve ese mismo Ser en todas partes y en todos por
igual. Este es el secreto para mantener una relación armónica con todos los seres
vivientes. Sabiendo que nos relacionamos siempre con la Conciencia Divina,
que desempeña cierto papel, nos relacionamos con todos de una manera
espontánea y apropiada.
Uno de los escollos más grandes de la sádhana es encontrar faltas en los demás.
Ver los defectos y los errores de la gente, ver que lo que hacen está mal, es el
juego de nuestra mente. Es fácil atascarse en una actitud farisaica. Sólo el ego
enjuicia. La mente pura sólo ve la perfección, la mente impura ve lo que está
mal. Sin duda alguna, es importante desarrollar el discernimiento: verlo todo
como es. Ver que todo es perfecto no significa ignorar lo que tenga que
cambiarse, ni racionalizar lo que tengamos que depurar.
Cada persona es perfecta siendo quien se supone que es y haciendo lo que le
corresponde hacer. Todo es el juego del Ser, que realiza para Su propio deleite y
entretenimiento. Cuando conocemos el Ser, también conocemos ese deleite y ese
entretenimiento. El mundo occidental no relaciona la espiritualidad con el
deleite y la diversión; sin embargo, son cualidades divinas. Al nivel más
elevado, un gran ser se deleita y se divierte con todo, lo manifieste o no al
exterior. En ocasiones conviene que ese gran ser exprese ira o señale que algo
está mal, pero ni siquiera así se ve perturbado su estado interior. Su ecuanimidad
permanece inalterable.
No importa lo que una persona haga ni cómo sea, siempre es el Ser actuando de
una manera y convirtiéndose en eso. La Shakti lo hace todo. Nada sucede, a
menos que la Shakti otorgue el poder para que suceda. Es el ego el que se
adjudica el crédito de una acción, y es el ego el que piensa que alguien más
actúa. Ninguna actividad es posible sin la Shakti. Sólo existe el juego del Ser.
Por cierto, nuestros samskaras se expresarán y manifestarán en este mundo. La
Shakti es el poder que está detrás de la expresión de los samskaras. La razón por
la cual hacemos sádhana es: liberarnos de los samskaras, de modo que todos
nuestros actos y palabras sean expresiones espontáneas de la Shakti pura. Aun
así, si nuestra visión es pura, podremos ver el Ser hasta en la expresión de un
samskara. Baba siempre decía: El mismo Ser existe por igual en todo.
En 1981, en Los Ángeles, muchos actores y actrices famosos se reunieron para
escuchar una plática especial de Baba, en la cual dijo: Quienes tienen el
189

entendimiento correcto, saben que el mismo Dios habita en todos. Ese mismo
Uno se llama el Ser, y ese Ser es el Actor, el Artista que ha creado todo y que
hace a todos danzar. Este Actor supremo asume muchas formas, viste muchos
atuendos y representa este extraño drama del universo. No es otra cosa que la
Conciencia. Todo es su juego de la Conciencia.
El Ser representa el drama del mundo. El Ser interior es el escenario fascinante
y cautivador del Señor del Universo. El Ser interior es como Hollywood.
Desempeña diferentes papeles sobre su propio Ser. No utiliza ningún otro
escenario. Se utiliza a Sí mismo como escenario para representar su obra.
Aquellos sabios que descubren al Actor o al Ser en todas las personas y en
todas las cosas, se liberan del temor. Viven en este mundo sin sufrir delirio de
persecución. Comprenden que el Señor mismo es quien representa todo este
drama. Por lo mismo, en primer lugar conoce tu propio Ser, comprende tu
propio Ser. Deberías tomar la película de tu Ser y así ver lo que eres. Todo lo
que haces es filmar a los demás. Sólo estás observando a los demás, lo que son
los demás. Este es un error que comete el ser humano: sólo ve a los demás y
nunca se ve a sí mismo.
Si no te comprendes a ti mismo no puedes comprender a los demás. Cuando te
comprendes a ti mismo, te das cuenta de que eres la llama de Dios. El Ser es el
gozo de todos los gozos. El Ser es la belleza de la paz. Es la belleza del
corazón. Un gran ser dijo: El Ser es la dicha suprema. El Ser es el océano de la
dicha. Es la raíz de toda clase de gozo.
Cuando una persona llega a conocer su propio Ser, se vuelve el centro de todo
su universo. Se da cuenta de que todo surge y se desarrolla en torno de su propia
Conciencia. Se vuelve fuerte e intrépida de un modo muy natural. Esa persona
es independiente y libre de una manera suprema. La Shakti que emana de todas
sus palabras y acciones conforta y eleva el estado de quienes tengan que ver con
ella.
Sin este centro, la persona se vuelve dependiente de los demás. Se aferra a los
demás en busca de seguridad y compañía. Toda su vida gira alrededor de sus
encuentros con otras personas, y lo que obtiene de ellos llega a ser muy
importante para ella. Por esta razón hay mucha frustración, mucho vacío; por
esta razón hay soledad, hay muy poco amor. Gran parte del dolor y la infelicidad
que experimentamos en la vida se debe a nuestra falsa creencia de que algo
viene de los demás. Esta creencia es la razón de nuestra pobreza interior.
Depender de los demás da lugar a una pobreza de Shakti.
Si una persona no ha desarrollado su propio centro, el foco continuo de su
atención estará en los demás. Buscará compañía constantemente, creyendo que,
de algún modo, la gente hará que su experiencia sea más intensa. Esto, a su vez,
190

produce sobre los demás un cierto impulso vibracional de efecto repelente. Es


difícil sentirse a gusto con una persona que quiere algo, que no está contenta
consigo misma. Y ésta se preguntará por qué los demás no parecen muy
deseosos de estar con ella, sin darse cuenta de que su propia necesidad los aleja
de una manera sutil. Por otra parte, es mucho muy agradable estar con una
persona contenta consigo misma, que no necesita nada de los demás para
sentirse completa y feliz. Una persona así descubre que la gente se siente atraída
hacia ella, aun cuando quiera evitarlos. Una persona así irradia una vibración
edificante y de carácter magnético; es grato estar con ella.
Baba dijo cierta vez: Un ser exento de expectativas acoge a todos con amor y
respeto. Cuando amas a alguien, no debes anticipar nada ni esperar que en el
futuro puedan reunirse y hacer algo juntos. Lo más dañino es tener miedo,
tenerles miedo a los demás. Cuando tienes la noción de dualidad, cuando tienes
la idea de que hay alguien más, entonces surge el miedo. Cuando existe la
sensación de dos, hay miedo. El Único, Dios mismo es quien ocupa el universo
entero. Pero cuando tienes la sensación y la idea de que existe alguien aparte
de Dios, cuando tienes la idea de dos, hay miedo. Si tu visión es de igualdad, te
vuelves intrépido. Estás lleno de amor y también puedes llevar una vida feliz.
Nunca insultes a tu Ser. Insultar a tu Ser es insultar a Dios. Por lo mismo, es
muy importante que consideres a todos como el Ser.
Puedes practicar el acordarte de que los demás son reflejos de tu propio Ser, y
que tu mundo entero es un espejo de tu conciencia. Todo es el juego de tu Ser.
Como individuo, tan sólo experimentas tu karma. Tu experiencia nunca es
provocada por "otro". Con todo, no eres únicamente un individuo, no eres sólo
un ser humano, y a fin de cuentas, la vida no se agota en este juego del karma.
Esta vida se acabará con gran rapidez. ¿Por qué identificarse con este cuerpo
temporal que un día regresará a los elementos de la tierra, de donde vino?
Innumerables cuerpos han ido y venido sobre esta tierra. ¿Dónde están ahora
quienes los habitaron? ¿Acaso piensas que sólo eres este cuerpo, compuesto por
los elementos de la tierra, que existe sólo estos pocos años de vida sobre la
tierra?
En realidad, somos aquella Conciencia eterna y omnipresente, de la cual todo
procede y en la cual todo se disolverá a fin de cuentas. Somos aquella
Conciencia inmutable de todo lo que cambia. Toda la sádhana, y todo Siddha
Yoga, son para que lleguemos a este entendimiento.
Gurumayi dijo una vez: El Yoga Vasishtha es un gran texto acerca de la mente.
Es el padre de la psicología, la cual no puede vivir por sí sola; es necesario que
la acompañe la filosofía. En el Yoga Vasishtha se afirma: La mente es producida
por la naturaleza del todo serena del Ser supremo y se ve cambiada a un estado
de inquietud, como el oleaje en el océano. La mente se convierte sin demora en
191

un gran poder, que se manifiesta como el flujo constante de deseos y presenta


ante nosotros la escena mágica del mundo.
Cuando nos olvidamos de nuestra propia quietud, de nuestra propia naturaleza
pacífica, nos enredamos en los trucos de la mente. Cuando nos enfocamos por
completo en nuestro dolor, en nuestro sufrimiento, en nuestros problemas, no
hay otra cosa en el mundo que nuestros problemas. Desde el momento en que
nacemos hasta que morimos, la vida es un largo problema.
El sabio Vasishtha dijo: Este mundo es producido sólo por la mente, como las
aguas de un espejismo. Se manifiesta en la forma de pensamientos efímeros, que
son tan ilusorios como los reflejos de la luna en el agua. Cuando ponemos
distancia y consideramos esto, se da un gran entendimiento: todo esto es la
creación de nuestra mente; en verdad, no somos víctimas.
Por medio de la mente podemos apreciar cómo todo es transitorio. Ayer no es
hoy, y hoy no será mañana. Todo esto es un espejismo, un reflejo. No tenemos
por qué llorar por nada, ni descuidar ninguna cosa. Cuando tenemos la
verdadera experiencia de nuestra propia gran mente, llegamos a liberarnos de
todos los problemas. Llegar a ser libre no significa dejar nuestro mundo. Llegar
a ser libre no significa sobajar a los demás. La libertad total se da viviendo en
este mismo cuerpo con el entendimiento correcto.
Un gran filósofo dijo: "Te conviertes en lo que piensas". El pensamiento, y sólo
el pensamiento, separa lo correcto de lo incorrecto. El pensamiento, y sólo el
pensamiento, eleva o degrada las obras y los deseos humanos.
"Te conviertes en lo que piensas." Si tienes grandes pensamientos, te
convertirás en alguien grande. Si tienes pensamientos bajos, te convertirás en
alguien bajo. Mientras más grandes sean los pensamientos, mayor será la
libertad. Mientras más bajos sean los pensamientos, mayor será el cautiverio.
Cuando nuestros pensamientos no son buenos, se convierten en distracciones, y
estas distracciones mentales son verdaderos obstáculos en nuestra vida; no sólo
en el yoga, no sólo en la meditación, sino en nuestra vida.
Con amor,
192

LECCIÓN 20
Querido amigo:
En la sádhana es bueno comprender lo más pronto posible la necesidad de una
mente estable. Por lo general nuestra mente fluctúa. Podemos sentirnos bien,
pero si alguien nos dice: "Eres un tonto", de repente ya no nos sentimos tan
bien. Cuanto más vulnerables somos a las influencias externas, más inestable es
nuestra mente . Y ni siquiera tiene que ser una influencia externa . Podemos
sentirnos bien y de repente pensamos algo que nos hace sentir completamente
infelices. Es decir, la influencia puede ser tanto externa como interna.
En suma, queremos aprender a mantener la estabilidad mental, incluso cuando
es difícil o resulta un desafío. Este es uno de los aspectos más importantes de la
sádhana. No importa qué aprendamos o cuánto logremos, si nuestro estado
interior puede modificarse de pronto por alguna causa, ¿de qué nos valen el
conocimiento o los logros? Lo más importante es mantener nuestro estado .
Esto se llama estabilidad mental. También puede llamársele visión igualitaria.
Cuando nuestra mente permanece estable, podemos ver el mismo Ser en todo.
Es muy importante que nos mantengamos mentalmente estables, que seamos
capaces de fluir con los cambios inesperados y que no nos desestabilicen las
palabras, los acontecimientos, los desafíos o los obstáculos. La meditación es
una de las formas principales por medio de las que desarrollamos una mente
estable . Es una herramienta muy poderosa que el Gurú nos ha brindado para que
nos armonicemos con nuestro Ser más profundo: el mismo Ser que todos
compartimos simultáneamente. En cuanto comprendemos el espacio interior en
nosotros, comprendemos el espacio interior en cada quien y nos armonizamos
con el espacio a partir del cual se origina todo el universo.
La práctica regular de la meditación se vuelve una aventura extática. Si creemos
que es difícil sólo se debe a la tendencia fluctuante de la mente. La mente se ha
vuelto adicta a pensar en una cosa tras otra. No quiere abandonar esta adicción.
Le fascinan sus pensamientos. Cree que sus pensamientos son muy agudos e
inteligentes. No sólo eso, cree que estará muy "aburrida" si no puede ir de un
pensamiento a otro continuamente y a su gusto. Así, la mente tiende a resistirse
a la idea de la meditación ya que a fin de meditar la mente debe disciplinarse en
cierto sentido. ¡La disciplina sería fácilmente asequible si no fuera por la mente!
La meditación es una gran medicina para la mente. Al sentarnos y dirigir nuestra
mente hacia dentro, al llevar nuestra atención lejos de los pensamientos
ordinarios, nos libramos gradualmente de la adicción a la corriente continua de
los pensamientos. Comenzamos a experimentar un espacio que se expande entre
los pensamientos, que es el espacio del Ser. Gurumayi recomendó alguna vez
que meditáramos diariamente y luego le agregáramos una práctica que nos guste
193

mucho y a la vez nos brinde apoyo y nos enaltezca. Sólo cuando nos sentamos a
meditar llegamos a saber quiénes somos realmente en nuestro interior. Y sólo
cuando comenzamos a saber quiénes somos en verdad experimentamos un
progreso espiritual.
Es importante comprender la meditación en sus dos sentidos. En primer lugar,
podemos entender esta práctica como algo que el Gurú nos ha dado. Es algo que
debemos hacer. Este es un aspecto del anava upaya, discutida en la lección 16.
El objetivo principal de la meditación como práctica es la purificación de la
mente y el vehículo sutil. Por medio de la meditación experimentamos realmente
el estado del Ser y un estado de serenidad mental.
Por medio de la práctica de la meditación la mente se aquieta. Como mínimo,
llegamos a un punto en el que nuestros pensamientos ya no nos perturban, no
nos afectan y ni siquiera nos interesan. Al comienzo la mayoría nos
encontramos absolutamente fascinados por nuestra actividad mental. Por medio
de la meditación regular aprendemos a ir a un espacio más allá de la actividad
mental.
Esto nos lleva a otro aspecto de la meditación, lo que constituye un proceso
continuo. No es algo que hagamos, sino más bien que está sucediendo siempre y
con lo que podemos armonizarnos en cualquier momento con sólo recordarlo.
Ese estado de meditación es la armonización con el espacio del Ser.
Siempre me ha gustado mucho la meditación. Ha sido para mí la experiencia
más gozosa y apacible. No importa qué suceda en este mundo del karma físico,
la meditación abre una puerta a un mundo radiante de serenidad, ecuanimidad y
estabilidad. Es la mayor certidumbre. Incluso en el momento de la muerte,
cuando abandonemos este cuerpo físico, el estado que alcancemos a través de la
meditación permanece imperturbable. Es este estado que va más allá de toda la
experiencia mundana lo que los yoguis describen como éxtasis.
La meditación es una magnífica práctica que el Gurú nos ha brindado. Primero
debemos darnos el tiempo para sentarnos y hacerlo repetidamente, aunque no
estemos de humor, aunque no nos sintamos muy espirituales o especialmente
meditabundos. Esto nos lleva gradualmente a incrementar y a expandir
continuamente nuestra conciencia del Ser interior, hasta el punto en el que nos
volvemos conscientes del Ser cada minuto de cada día.
El progreso espiritual no es como lo concebimos corrientemente. Algunas
personas en Occidente tienden a abrigar una idea algo sosa de la espiritualidad,
como si a medida que nos volvemos más espirituales la vida se hiciese más
aburrida. Albergamos la noción errónea de que tendremos que renunciar a las
cosas que más disfrutamos y hacer otras que no nos gustan o que nos gustan
menos con el fin de hacer sádhana. Lo entendemos mal.
194

Gurumayi alguna vez señaló: De algún modo parece que no podemos descender
nunca del reino de la cabeza. Nos sentamos a meditar y nos revolvemos:
"¿Estoy meditando bien? ¿Estoy bien sentado? ¿Mi aliento está entrando y
saliendo en igual medida? ¿Estoy repitiendo el mantra tal como me dijeron?"
La prisión de los conceptos, la prisión de las nociones, es tan sutil y sin
embargo, es tan poderosa.
Siempre queremos que la mente y el intelecto comprendan la felicidad. Si la
mente y el intelecto no perciben la felicidad, la negamos. No podemos
experimentar la felicidad porque estamos atados a nuestra idea de la libertad.
No permitas que el ego prevalezca; no permitas que otras personas conduzcan
tu vida; no permitas que tus conceptos prevalezcan tampoco. Siempre busca la
divinidad más allá de los planetas, de la gente, de tus conceptos. Una vez que
encuentres esa divinidad descubrirás, para tu sorpresa, que la experimentas en
todas las cosas.
Cuanto más percibimos al Ser en nosotros y en los demás, más disfrutamos de
todo en la vida. La comprensión de la verdadera naturaleza de las cosas
incrementa aquello que hace la vida interesante o divertida. De nada se nos
despoja. No nos secamos como ciruelas. No reímos menos. De hecho, cuando
reconocemos al Ser en todas las cosas nuestra risa se vuelve más espontánea.
Comenzamos a reírnos de las mismas cosas que alguna vez nos entristecieron o
irritaron.
Es el conocimiento del Ser lo que vuelve la vida divertida. Cada uno de nosotros
tiene su propia idea de lo que es "diversión", pero por lo general cuando
buscamos divertirnos o gozar quedamos frustrados e insatisfechos.
Generalmente, lo que hacemos con el propósito de divertirnos con frecuencia no
resulta tan divertido como lo habíamos esperado. A menudo resulta más insulso
de lo que hubiéramos querido. Si no descubrimos el reino de la experiencia
interior, podríamos comenzar a sentir que esta vida es una experiencia sin
sentido, que no tiene nada que ofrecernos. Sólo aferrados al mundo exterior es
difícil encontrarle significado a la vida.
A pesar de nuestro tren de vida, ésta no se vuelve realmente "divertida" hasta
que emprendemos la sádhana y nos armonizamos en alguna medida con el Ser.
Entonces todo se vuelve más divertido. Incluso aquello que nos pudo haber
aburrido antes se vuelve fascinante debido a la expansión de nuestra
perspectiva. Es increíble la diferencia que puede implicar un cambio de
perspectiva. La experiencia del Ser es de hecho el aspecto más disfrutable de la
vida. En los Intensivos, los Talleres del Curso por Correspondencia y los
programas, con frecuencia hay más risas y alegría que en las "fiestas" más
ansiosamente esperadas. La gente a menudo queda sorprendida cuando descubre
esto, pues supone que las "actividades espirituales" resultan sombrías.
195

En mi caso, la espiritualidad es lo que vuelve a la vida literalmente disfrutable.


Cuando viví en Greenwich Village a fines de los sesenta y principios de los
setenta -antes de conocer a Baba- conocí a mucha gente que tenía un tren de
vida emocionante y sensacional. Una buena parte eran actores, escritores,
pintores, bailarines y músicos. En conjunto, podían acceder de inmediato a todo
aquello que la gente tiene por "divertido" en la vida. Recuerdo haber estado en
fiestas con gente bella y exitosa que había alcanzado casi todo lo que se había
propuesto.
Con todo, era palpable que algo faltaba. En su interior la mayoría de estas
personas, que desde el punto de vista externo llevaban una vida muy envidiable,
eran en realidad muy infelices. Conocí músicos que eran idolatrados por sus
fanáticos dondequiera que fuesen y parecía que se la estaban pasando
maravillosamente bien, pero ya en confianza se sentían dolidos, atemorizados y
vacíos. Es muy difícil mantener la imagen que los demás tienen de nosotros. Era
sorprendente ver que las personas parecían llevar una gran vida y sin embargo
sus sentimientos más profundos eran esencialmente los mismos que los de la
gente que en apariencia llevaba una vida miserable.
El tren de vida de una persona no necesariamente cambia o afecta las cosas. Por
sí mismo no nos vuelve felices o infelices. Con frecuencia pensamos: "Vaya, si
tuviera lo que aquél tiene, si pudiera vivir como vive, sería tan feliz". No nos
damos cuenta cuán ilusoria es esta idea. Si intercambiáramos nuestro lugar con
alguien de posición envidiable no necesariamente contribuiría a nuestra
felicidad interior. Tal vez sólo intensifique nuestros deseos y nuestros apegos.
Lo que importa no es lo que sucede en el exterior. Es lo que sucede en el
interior. Nuestra felicidad depende solamente de nuestro estado interno . Aunque
parezca incluso que la vida es muy dura, nos contentamos naturalmente cuando
conocemos al Ser interior. Por otra parte, incluso si la vida parece emocionante
y satisfactoria en lo externo, no seremos felices hasta que comencemos a
experimentar al Ser interior.
Por eso tantas personas exitosas y pudientes se inclinan por el sendero
espiritual. Si la felicidad estuviese dictada por el éxito o el bienestar físico,
entonces una persona exitosa y físicamente cómoda no necesitaría de la
espiritualidad. Sólo las personas con una vida difícil y sin posesiones se
acercarían al Gurú. Obviamente, éste no es el caso.
Resulta que muchas personas que se sienten atraídas por Gurumayi son gente
que ya tiene satisfecha en alguna medida su vida externa. Una buena parte de
ellas han llegado a la conclusión de que no importa cuánto mejore su vida
externa, no serán más felices. Así que la gente que "ya la hizo" en este mundo
experimenta la necesidad del Gurú y de la sádhana. Y, francamente, debemos
satisfacer en alguna medida nuestra vida mundana y diaria antes de que
196

podamos progresar verdaderamente en lo espiritual. No podemos desarrollarnos


espiritualmente si en el fondo seguimos siendo unos desaliñados en nuestra vida
externa.
Aunque está bien ser exitoso, también es cierto que no debiéramos depender de
nuestro éxito externo para ser felices. Podríamos pasar treinta o cuarenta años
intentando lograr algo y luego cuando finalmente lo alcancemos nos daremos
cuenta que no somos más felices que antes. No necesitamos "convertirnos" en
algo en esta vida. Nuestra experiencia la determina nuestro estado interior, no en
lo que nos convirtamos en este mundo.
Si vemos al Ser en todas las cosas, todo se vuelve divino para nosotros. De este
modo volvemos espiritual nuestra vida. Por medio de la expansión de nuestro
punto de vista o perspectiva, lo que alguna vez nos pareció escuálido puede
ahora parecemos hermoso. Todo es por igual la danza divina del Ser. En el Yoga
Vasishtha se dice: "El mundo es como lo ves". Por lo general lleva mucho
tiempo antes de que comencemos a aceptar esto literalmente.
La mayoría de las personas ven este mundo tal como se les ha enseñado a verlo.
Su punto de vista y su experiencia dependen de su condicionamiento. Se les ha
enseñado qué es "bueno" y qué es "malo", qué está "bien" y qué está "mal", y
experimentan todo de acuerdo con eso. Por supuesto, tenemos que conducirnos
apropiadamente con el fin de vivir de manera armoniosa en este mundo, pero las
normas sociales no deberían atarnos. Debemos entender el juego y cómo opera.
Una de las cosas más terribles de este mundo es la sensación de que hay algo
sucio en nosotros, de que de algún modo somos impuros, de que somos
indignos, de que no somos lo bastante buenos. Baba alguna vez señaló: Es de
importancia capital que no te menosprecies o que te consideres insignificante
de cualquier modo. ¿Entendemos esto literalmente o creemos que es sólo una
linda afirmación de Baba?
No es que seamos parte de una pequeña minoría que se siente inferior respecto
de sí misma. No importa cuál sea el montaje externo que una persona haya
dispuesto, qué suerte de fachada supone que nos causa una magnífica impresión.
Una persona podrá ser muy refinada y exitosa; podrá hablar, comportarse y
vestir del modo más exquisito. Podrá ocupar un lugar importante en este mundo,
podrá ser muy respetada por los demás. Sin embargo, en lo profundo alberga
este sentimiento: "No soy lo bastante bueno. Estoy incompleto. Algo anda mal
en mi vida".
Una vez que nos damos cuenta del predicamento que todos compartimos, nos
volvemos espontáneamente compasivos y amorosos. A medida que avanzamos
por la sádhana nos sorprende cuán parecidos somos los unos a los otros. Las
diferencias externas aparentes comienzan a disiparse. A medida que
197

comprendemos la verdad, nos sentimos de modo natural más cerca entre


nosotros, experimentamos una empatía espontánea. Una vez que conocemos a
nuestro Ser, conocemos a todos los demás. En el interior más profundo, todos
somos iguales; experimentamos el mismo espacio interior durante la meditación.
Esta comprensión nos lleva al contentamiento más elevado. No hay motivo para
que nos comparemos con los demás.
Gurumayi señaló alguna vez: Debemos librarnos de lo que tenemos y también
de lo que no tenemos. Quizás te preguntes qué quiere decir librarse de lo que no
tenemos. Siempre estamos pensando en cómo adquirir aquello que no tenemos.
Debemos deshacernos de esta noción.
La mayor parte del tiempo ardemos en el deseo de tener esto o aquello. O
envidiamos a quienes tienen algo que nosotros no poseemos. O sentimos envidia
por quienes son más felices. Nos comparamos constantemente con las otras
personas. Así que cualquier cosa que tengas genera dolor y placer y cualquier
cosa que no tengas también genera dolor y placer. Por eso, es importante
renunciar a las dos.
Podemos reconocer un gurú falso o un sendero incompleto porque atrae muy
poderosamente al ego. Se elimina convenientemente todo aquello que pudiera
desagradar e incluso desanimar. Una vez que el sendero se determina con el fin
de que a la gente le guste, pierde toda la pureza que pudo haber tenido. Está
determinado por alguien que ha encontrado el modo de hacer dinero o tener
seguidores. Si no podemos descubrir nada que no nos guste de un sendero es
muy probable que no tenga Shakti. Cuando entramos en contacto con un sendero
verdadero, el ego sufre un ataque frontal. Sólo al ego le desagradan las cosas; al
Ser nunca. Cuando se ataca al ego éste descubre que hay muchas cosas que le
desagradan.
Cuando entramos en contacto con el principio del Gurú y con la Shakti del
linaje, nuestros samskaras dejan de aparecer. Comienzan a desmantelarse todos
los modos en los que hemos sido condicionados. Son puestos en duda nuestros
conceptos más apreciados; nuestros conceptos erróneos se vuelven evidentes.
Por esta razón nos resistimos a ciertas cosas. Hay dudas. Surge la tendencia a
que nos desagrade la manera en la que se hacen las cosas. Todo esto surge
cuando la Shakti comienza a afectar los samskaras relacionados con los asuntos
correspondientes. Desafortunadamente, no hay mucha gente que tenga una
perspectiva clara de lo que está sucediendo en ese momento o del por qué está
sucediendo.
Alguien escribió hace poco: "Quedé completamente atónita cuando comencé el
Curso. En todos mis años de sádhana no tenía idea siquiera de que hubiese de
veras explicaciones para todas las cosas que me estaban sucediendo. ¡Es un
extraordinario regalo del Gurú!"
198

Con mucha frecuencia las personas pasan por una buena parte de este proceso
sin entender en realidad qué es lo que está sucediendo. No comprenden que es la
Shakti la que está afectando los samskaras, y la que causa las kriyas
correspondientes. Si alguien siente que está resistiéndose ante algo o que algo le
desagrada, no se da cuenta que la Shakti misma puede estar presentándole el
samskara correspondiente, de tal suerte que pueda expulsarlo de sí mismo. Es
importante que mantengamos una perspectiva clara de lo que está pasando.
Una vez que la Shakti despierta y se activa dentro de nosotros, pasamos por
determinadas experiencias, enfrentamos determinadas condiciones y
circunstancias, escuchamos o leemos determinadas palabras, nos encontramos
con determinadas personas y nos vemos envueltos en determinadas relaciones:
todo forma parte del proceso que expone y expulsa los samskaras. La Shakti
puede transformar muy fácilmente una situación ordinaria o una relación para
que se vuelva parte integral de nuestra evolución espiritual. Muchos
acontecimientos pueden parecer ordinarios pero en realidad son una
escenificación externa con el fin de que algo extraordinario pueda suceder.
Alguien podrá comenzar su sádhana con la idea de que ésta sólo sucede cuando
medita, canta o practica otras técnicas, pero tarde o temprano verá que la
sádhana se ha extendido por toda su vida y ha saturado todas las cosas. Su modo
de ver y de enfrentarse con las cosas se vuelve parte de su sádhana. El
matrimonio y la vida familiar se vuelven sádhana. Las amistades se vuelven
sádhana. Los noviazgos se vuelven sádhana. El empleo y la profesión se vuelven
sádhana. El modo en que ocupamos el tiempo del día se vuelve sádhana. Incluso
nuestra actitud frente al desempeño de las tareas más mundanas se vuelve
sádhana.
No podemos únicamente hacer sádhana cuando nos viene en gana y olvidarnos
de ella cuando no estamos de humor, debido a que la Shakti no nos abandona.
Una vez que la Shakti despierta en el interior no necesita de nuestro permiso
para emprender lo que hace falta. La Shakti opera de tiempo completo ya sea
que cooperemos o no. Por supuesto, nuestra cooperación no es irrelevante;
puede facilitar el proceso en muy buena medida.
Muchas personas que toman este Curso viven o van a los áshrams o centros, o
han participado en Intensivos o Talleres y por lo tanto han entrado en contacto
con otras personas que practican Siddha Yoga. Las relaciones y los encuentros
con los demás en Siddha Yoga pueden ser intensos y profundos. Esto sucede así
debido al modo en el que opera la Shakti a través de quienes tienen una
conexión interna con el Gurú. Cuando nuestra relación con el Gurú está intacta,
la Shakti fluye a través de nosotros y afecta a los demás.
Incluso, si no conoces a otros que practiquen Siddha Yoga y la modalidad
principal de tus prácticas sea este Curso, de todas formas opera esta influencia
199

recíproca. Por medio de la lectura de las lecciones hay una influencia recíproca
entre el Curso y tu vida. Hay un intercambio sutil que es difícil de comprender
intelectualmente. Con todo, estés donde estés, de ningún modo estás haciendo
sádhana por tu cuenta.
Si has pasado mucho tiempo en el áshram, habrás podido ver cómo la Shakti
determina todo y reúne a la gente para que cada quien haga la mayor cantidad de
sádhana posible. Se te pone en situaciones que simultáneamente exponen y
expulsan tus samskaras mientras te das cuenta progresivamente de tus aspectos
más positivos. Tus capacidades pueden emplearse para hacer mucho bien en el
mundo una vez que te das cuenta de ellas o una vez que han sido desarrolladas.
En resumidas cuentas y de modo muy simple, el Gurú hace dos cosas
fundamentales: elimina nuestras debilidades y aumenta nuestra fuerza. De este
modo estamos mejor provistos para vivir de acuerdo con el dharma y para estar
alineados o armonizados con la voluntad de Dios.
El áshram podría verse simplemente como un sitio en el que la gente comparte
junta su sádhana, pero están sucediendo muchas más cosas que las aparentes. El
áshram es una manifestación viva de la Shakti y la Shakti determina y rige lo
que sucede allí con el fin de beneficiar a todos.
La Shakti crea situaciones y condiciones para descubrir nuestros samskaras,
para luego exponerlos y expulsarlos. En ocasiones, al parecer las cosas pueden
ponerse difíciles por eso. En la terminología yóguica esto se llama tapasya. La
tapasya es todo lo que nos parece difícil o desagradable pero resulta benéfico
para la sádhana . El calor de este esfuerzo individual genera el magnífico fuego
de la gracia. Las épocas difíciles pueden llevarnos a resultados felices.
Para algunas personas la tapasya puede ser levantarse temprano; para otras,
meditar o participar en los cantos; para otras más son tapasya las actividades
cotidianas. Para algunos es tapasya vivir en habitaciones estrechas con los
demás. Otras personas descubren que es tapasya emprender lo que a otras
personas les encanta hacer. Como tenemos diferentes naturalezas, hay tapasyas
distintas.
Los samskaras particulares de una persona determinan su idea de tapasya. Una
cierta cantidad de tapasya hace falta para quemar los samskaras
correspondientes. Por este motivo es imposible evitar la tapasya en conjunto.
Las personas a las que les atrae la idea de una vida enteramente placentera,
tranquila o sencilla no son buenos candidatos para la sádhana. La tapasya es
necesaria para la liberación espiritual. Antes que el fuego pueda dejar de arder
debemos primero agotar todo el combustible.
Cuando llegue el momento en el que pienses: "¿Por qué hace falta esto? ¿Por
qué tengo que someterme a esto? ¿Por qué debo padecerlo?" Recuerda que bien
200

podrías estar experimentando la tapasya necesaria y por lo tanto estás


consumiendo el ego, consumiendo los samskaras: las semillas del karma no
manifiesto. Nada experimenta tapasya salvo el ego mismo y al pasar por la
tapasya el ego se reduce. Un poco de tapasya con la supervisión de la Shakti
puede consumir años de karma doloroso y difícil.
Por otro lado, no hay razón alguna para ir en busca deliberadamente de lo
incómodo o de lo difícil . No tenemos que sujetarnos innecesariamente a lo
desagradable . En suma: cuando la tapasya surge por sí misma simplemente
debemos tener una perspectiva correcta para reconocerla y honrarla tal como es.
La Shakti la ha puesto en nuestro camino porque nos hace bien. Cuanta más fe
tengamos en el proceso, tanto más nos beneficiaremos.
Por supuesto, "nuestra" manera de hacer las cosas es el producto del
condicionamiento previo. No es nuestro modo de hacerlas en absoluto -sino
cómo se nos ha condicionado a pensar, a sentir, a actuar y a reaccionar. La
obstinación es la fuerza más poderosa que opera en contra nuestra. Es el
obstáculo fundamental para que fluyamos con los designios armoniosos y
perfectos de la Shakti- es decir, la voluntad de Dios. Cuando nos libramos de la
obstinación, del condicionamiento, la voluntad de Dios resulta evidente
intuitivamente.
La Shakti nos presenta muchas oportunidades para renunciar a nuestra
obstinación. Cuanto más renunciemos a nuestra obstinación, más nos
alinearemos con la Shatki . Quizás una de las razones por las cuales el Gurú
aparece en forma externa es para que alguien pueda entregarle su obstinación.
De otro modo, bien podríamos no saber literalmente qué hacer con ella y
seguiría tiranizándonos.
Cuando nos libramos por completo de la obstinación del ego, nos volvemos
instrumentos puros de la Shakti. Entonces Dios se expresa espontáneamente a
través de nosotros. Entonces todo lo que hacemos y decimos beneficia a los
demás sea que nos demos o no cuenta conscientemente de esto. Cuando dejamos
de vivir en aras de nuestra reducida individualidad, nuestra vida se vuelve una
expresión de la Shakti.
Este es un proceso gradual. Por lo pronto, recuerda por favor que si aún no has
asimilado por completo las lecciones anteriores, está muy bien. Nunca cedas al
sentimiento de que debes dejar de recibir las lecciones nuevas para poder
"ponerte al día" con las previas. La Shakti siempre está en la lección que corre.
Sólo presta tu atención completa a esta lección y lee las lecciones de repaso
sugeridas y recibirás todo lo que el Curso te ofrece. Olvida lo que hayas podido
o no hayas podido leer antes de este instante. Permanece armonizado con la
presente lección y todo andará muy bien.
201

Gurumayi ha señalado: Un gran santo llamado Tukaram Maharaj dijo: "Oh


Dios, así es como te venero: estás en todo sitio, estás por todas direcciones. A
dondequiera que mire, allí estás. Dondequiera que vaya, allí estás también. No
hay lugar, no hay objeto, no hay persona en la que tú no existas".
Esta es la experiencia de los sabios y los videntes. Para alcanzar esta
experiencia hacemos sádhana. La Verdad yace en nuestra visión igualitaria.
Muchas personas dicen: "Medita en la Verdad, contempla la Verdad". ¿Pero
qué es la Verdad? La Verdad es la visión igualitaria, la Verdad es el Ser
interior.
En la Bhágavad Gita, el Señor dice: "Entiende que el Ser es indestructible.
Nada puede traer la destrucción de Eso, lo imperecedero". La Verdad es
indestructible, la Verdad es imperecedera. Nadie puede despojarte de ella y
nadie puede dártela.
En una ocasión se presentó un incidente muy hermoso: una lombriz, al dar la
vuelta por una hoja de hierba, se encontró con otra lombriz de belleza
incomparable y se enamoró en el acto. "¡Cásate conmigo", le suplicó
apasionadamente, "y hazme feliz!"
Y entonces el sujeto de su afecto le dijo: "¡Ay, ya cállate! ¡Si serás tonta, soy tu
otro extremo!"
Ésta también es la historia de la vida humana. Creemos que nos estamos
enamorando de alguien más, pero es nuestra propia verdad. Las distintas
personas entienden la verdad de modos diversos. Si tu entendimiento de la
verdad es la Verdad real, entonces vives en la Verdad siempre. Eres la luz, eres
el júbilo, eres la paz y eres la esperanza.
Por favor repasa las lecciones 1 y 3.
Con amor,
ÍNDICE
Lecciones Pagina
1................. 2
2…………. 9
3…………. 19
4…………. 30
5…………. 41
6…………. 51
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