Y quiero empezar esta investigación mencionando que el amparo es fundamental
en la historia de México ya que está asociado a la defensa de los derechos y las garantías. En 1857 en el texto de la constitución, fue el reconocimiento constitucional al juicio de amparo, como medio de control de la constitucionalidad, se toma como postulado el principio de la supremacía de la constitución, consagrado en el artículo 126 de la carta magna de 1857. Podemos decir que la evolución lógica del juicio de garantías, dentro de esta evolución se encuentra el proceso del debate constituyente de 1856-1857, donde participaron Ocampo, Arriaga, Ignacio Ramírez y Mata entre otro, donde dieron vida real al amparo. La aportación más importante de la Constitución centralista de 1836 fue el haber creado un órgano de control político. Este órgano denominado Supremo Poder Conservador, es decir se tenia como finalidad el preservar y conservar el orden constitucional. El control jurisdiccional de la constitución en México surgió en Yucatán en 1841, a través de la creación de un instrumento de protección de los derechos humanos y como ya lo mencioné gracias a esto se denomina Juicio de amparo, siendo hasta ese entonces el primer medio de tutela diseñado para reparar cualquier afectación producida por el actuar indebido de una autoridad. El artículo 25 del acta constitutiva y de reformas son el antecedente directo de la regulación del amparo como ya mencioné en la constitución de 1857, se considera la tercera etapa de esta institución. Existe un dictamen sobre el proyecto de constitución en el que se refleja la intención del constituyente en relación con los que sería el juicio de amparo en el dictamen. Los debates sobre el amparo al interior del constituyentes fueron muy importantes y dieron paso, finalmente al esbozo de un proyecto en el que se conservaba la intervención del jurado popular para calificar el hecho infractor de la constitución, sin embargo al expedirse el texto definitivo, como refiere Ignacio Burgoa, esta se suprimió para atribuir la competencia exclusiva de conocer de todas las controversias que se suscitaran individuales o que vulnerasen el régimen federal, a los tribunales de la federación, eliminándose así la injerencia en dicha materia de los tribunales de los estados y consignándose en el artículo 102 los principios cardinales que informarían a este medio de control de la constitucionalidad. El artículo 101 de la constitución de 1857 señalaría que los tribunales de la federación resolverían toda controversia que se suscitara. Por otra parte, el articulo 102 dispondría que todos estos juicios se seguirían a petición de la parte agraviada por medio de procedimientos y formas del orden jurídico que se serian determinados por una ley. En este precepto se indicaría que la sentencia que recayera en dichos juicios seria siempre tal, que solo se ocuparía de individuos particulares limitándose a protegerlos y ampararlos en el caso especial sobre que versara el proceso, sin hacer ninguna declaración general respecto de la ley o acto que la motivare.
Hector Fix-Zamudio señala que el origen hispánico de este se relaciona con la
tutela de los derechos humanos y ese fue el propósito con el cual se consolido esta institución a lo largo de la historia, esta figura cuya vigencia data del siglo XIX, el desarrollo del amparo ha sido de tal manera firme que constituye a decir del propio Hector Fix-Zamudio, un baluarte y un símbolo de libertad y de justicia. Los constituyentes de 1857 no se imaginaron, que “el débil escudo que daban a sus contemporáneos para la defensa de su dignidad humana contra el despotismo del Estado, había de convertirse en poco tiempo en un dique que resistió todos los embates de las tumultuosas corrientes opresoras, que han significado nuestro anárquico y doloroso desarrollo político”. (Fix-Zamudio, 2015) José María Lozano, en su Tratado de los Derechos del Hombre, reflejo la preocupación que existía en su época por una figura que, en sus inicios, se consideró endeble, al señalar que, entre nuestras instituciones, el juicio de amparo, que para él era la primera. Lozano pensaba que esta institución, que debía ostentar las fuerzas vitales de una juventud vigorosa, apenas implantada, comenzó a servir como arma de partido y su abuso hizo que llegara a sus más notables extravíos. (Lozano, 1869)
ANTECEDENTES DEL JUICIO DE AMPARO EN LA ÉPOCA COLONIAL.
Tomando de referencia al autor Carlos Arrellano García, en su libro el juicio de amparo dice que la época colonial comienza con la derrota plena de los aztecas al tomar Tenochtitlan y termina hasta la consumación de la independencia, introduciéndose a nuestro pueblo el derecho español. Es importante señalar que el representante más directo que tenía el monarca español en la Nueva España era el Virrey, y sus facultades no eran absolutas puesto que las decisiones que emitía podría ser apeladas frente a la audiencia, de acuerdo a la recopilación de leyes de los reinos de las indias, conocidas como las leyes de india. Se estipula que, si alguna persona se encontraba agraviada por algún auto o determinación emitidas por el virrey o presidentes en el gobierno, podía apelarla en una audiencia y es en este punto donde encontramos el antecedente del recurso de apelación. Se encuentra una limitación jurídica de las actuaciones de las autoridades de aquella época, así como un órgano de vía de gobierno, donde podían apelar libremente sin necesidad de ser impedidos por los virreyes y presidentes. Es importante mencionar que Toribio Esquivel Obregón dice que las facultades de las audiencias de indias excedían a las prerrogativas de las audiencias en España debido a que conocían de los juicios de residencia formada contra funcionarios que no fueran virreyes, gobernadores ni oidores entre las funciones de las audiencias de indias estaban el proteger a los indígenas en todas sus manifestaciones. En estas audiencias de indias donde se conocían las apelaciones contra los actores de los virreyes, se oía judicialmente a los interesados y se confirmaba, modificaba o revocaban los autos o decretos, teniendo un antecedente del juicio de amparo, en un supuesto caso que los virreyes no se conformaran con el resultado por la audiencia se ejecutaría provisionalmente por el mandado remitiendo los autos al consejo de indias para resolución final, siempre que no fuera materia contenciosa vedándose a los virreyes y gobernadores mezclarse en los actos de justicia. El procedimiento ante la audiencia era un antecedente del juicio de amparo actual, además que, mediante supremacía del poder judicial, se conocía lo que hizo aparecer como una novedad, que se llamó tiempo después juicio de amparo. Se considera que el recurso de apelación a la audiencia, en la época colonial se reducía a controlar la extralimitación de poder administrativo y no constituía una instancia posterior en juicios de particulares. Su juicio la resolución de la audiencia era de carácter judicial y no establecía regla para el futuro, sino que solo que se atenía al litigio. El amparo colonial es una institución procesal que tiene por objeto la protección de las personas en sus derechos, cuando estos son alterados o violados por agraviantes, que realizaban actos injustos de acuerdo con el orden jurídico existente y conforme al cual una autoridad protectora, el virrey conociendo directamente o indirectamente como presidente de la real audiencia de México, de la demanda del quejoso agraviado, sabe de la responsabilidad del agraviante y los daños actuales o futuros que se siguen para el agraviado y dicta el mandamiento de amparo para proteger frente a la violación de sus derechos, sin determinar en este la titularidad de los derechos violado, y solo con el fin de protegerlos de la violación. (García) ANTECEDENTES DEL JUICIO DE AMPARO MEXICANO Ahora bien, si existen muchos autores que encuentran antecedentes del juicio de amparo mexicano en el derecho de Castilla que fue aplicable a las colonias españolas en América, el interdicto de amparo significó un procedimiento que se planteaba ante los Virreyes o Capitanes Generales a fin de proteger la posesión no sólo de inmuebles sino también de derechos personales, ahora solo mencionaremos los antecedentes de esta institución a partir de que nuestro país se convirtió en una nación independiente. En este sentido, es necesario mencionar que la Constitución federal de 1824 reflejo la principal preocupación de sus autores que, más que enunciar los derechos de los que gozaban las personas frente al Estado, era organizar políticamente al país y establecer las bases del funcionamiento de sus órganos gubernamentales. En nuestro primer texto constitucional no existió un título dedicado a los derechos, sin embargo, sí se contempló la protección de algunos de ellos, como la igualdad, la libertad de imprenta o la de expresión de manera dispensa y difusa a lo largo del texto constitucional. Se ha dicho que, si la Constitución de 1824 fue deficiente en cuanto a la regulación de los derechos, por mayoria de razón tampoco consignaría un medio jurídico para tutelarlos. Existen autores como Ignacio Burgoa que refieren que, en la última parte del inciso sexto de la fracción V del artículo 137, se descubre una facultad con la que se invistió a la Corte suprema de Justicia, consiste en conocer de las infracciones de la Constitución y leyes generales, según su previniera por la ley. Esta atribución, podría implicar un verdadero control de constitucionalidad y de legalidad a cargo del máximo órgano jurisdiccional del país, sin embargo, la utilidad práctica de dicha disposición fue nula, pues nunca se expido la ley a la que el texto constitucional hacía referencia. (Burgo) Las siete leyes constitucionales de 1836, al contrario de lo que sucedió en la norma fundamental de 1824 si se contemplaba un catálogo de derechos a favor de los mexicanos y habitantes de la República que, hay que decirlo adoptaría un régimen de carácter centralista. La primera de las Leyes Constitucionales de esta forma contemplaba una serie de derechos de libertad, seguridad jurídica y propiedad no sólo para los mexicanos, sino incluso para los extranjeros introducidos legalmente en la Republica. La nueva regulación surgió con las Leyes Constitucionales tendría otra innovación respecto al texto constitucional de 1824, la creación del Supremo Poder Conservado para proteger el orden constitucional y lograr el equilibrio de poderes que no había sido conseguido durante los años que siguieron a la consecución de la independencia del país. El Supremo Poder conservador tendría facultades de control de índole político derivadas de las facultades que le otorgaba la Segunda de las Leyes Constitucionales de 1836 en ella se señalaba que este órgano, entre otras cosas podría: 1. Declarar la nulidad de una ley o decreto, dentro de dos meses después de su sanción, cuando fueran contrarios a algún artículo expreso de la constitución y le exigieran dicha declaración, el supremo poder ejecutivo la alta corte de justicia o parte de los miembros del poder legislativo, en representación que firmaran 18 por lo menos. 2. Declarar excitado por el poder legislativo o por la suprema corte de la justicia. La nulidad de los actos del poder ejecutivo cuando fueran contrarios a la constitución o a las leyes. 3. Declarar en el mismo término la nulidad de los actos de la suprema corte de justicia, excitado por alguno de los otros poderes. 4. Dar o negar la sanción a las reformas a la constitución que acordare el congreso, previas las iniciativas y en el modo y forma que estableciera la ley constitucional respectiva. Es decir que estas funciones junto con la condición de sus integrantes, evidenciaban la pretensión de que el supero poder conservador vigilara el cumplimiento del orden constitucional y que restableciera el equilibrio que se había perdido ante los excesos del legislativo durante los años del régimen federal. Para mi es importante mencionar los aztecas y su ámbito jurídico tomando como referencia al autor Carlos Arellano García en su libro “El juicio de Amparo” nos menciona que el pueblo que vivía con mayor esplendor a la llegada de los españoles era precisamente el pueblo azteca, y el poder monárquico de los aztecas fue variado de acuerdo a la época. El pueblo azteca ha sido considerado una de nuestras culturas más importantes, y podemos entender el amparo mexicano y es que en un inicio la autoridad tenía un poder limitado y era muy paternal, buscaban el bienestar de los aztecas, así como su protección. Como fue avanzando las conquistas fueron aumentando los gravámenes sobre sus vasallos, aunado a la soberbia que hizo traspasar los límites que el consentimiento de la nación había previsto a su autoridad. Este autor también dice que los aztecas tenían un concepto de sujeción del monarca a las leyes, ya que el despotismo no se introdujo en México hasta los últimos años de la monarquía, y anteriormente los monarcas habían respetado siempre las leyes de sus antecesores y habían observado que se cumpliera. De acuerdo a este autor Moctezuma II fue el único rey despótico, los mexicanos juzgaban según las leyes del reino, y este rey castigada de manera muy severa a los transgresores. El derecho de los aztecas, el bienestar del pueblo era sumamente importante, intentando conservar una armonía entre sus ciudadanos que produjo una cultura muy civilizada y que nos aportó muchos elementos en la sociedad actual. SUBSISTENCIA DE LOS TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO Han demostrado a lo largo de la historia que son los instrumentos más eficaces para conllevar con la suprema corte de justicia en la decisión de los amparos en última instancia, siendo una gran ayuda para la suprema corte de justicia en el desempeño de sus actividades, evitando graves problemas como la ineficiencia de la justicia traduciéndose eta en un retraso innecesario de los juicios. Hoy en día los tribunales colegiados de circuito se han convertido en tribunales donde prevalece su propio criterio y no el de la suprema corte de justicia, pudiéndose rectificar estos pequeños errores que se han ido suscitado desde la creación de los tribunales, mediante un debido control jerárquico que deberá ejercer la suprema corte de justicia y mediante la unificación del criterio de interpretación del poder judicial de la federación a través de una jurisprudencia adecuada a la suprema corte. EXTENSIÓN TUTELAR DEL AMPARO Mencionando al autor Carlos Arrellano García dice que el amparo debe continuar siendo un medio de control de la constitucionalidad y legalidad de los actos de la autoridad estatal. Su supremacía se debe a la unidad que ha logrado defendiendo las garantías individuales, así como la legalidad y la constitucionalidad. Nos menciona Carlos Arrellano García la importancia de que si al amparo se le quitara el control de la legalidad se causaría un grado daño debido a que esta garantía es una de las principales que el gobernador puede oponer a la autoridad estatal, comprobándose lo estipulado por este autor con la situación que casi todos los amparos invocan como violados los artículos 14 y 16 constitucional. A manera de conclusión el juicio de amparo ha sido muy importante desde el siglo XXI, es una institución fundamental en nuestra historia constitucional de nuestro país, es un modelo de protección desde su creación que se combina influencias externar como la tradición española y las declaraciones de derechos de origen francés, esto gracias al paradigma norteamericano de control de las constitucionalidades a cargo de los jueces. Y su objetivo siempre fue la protección de los derechos humanos contra leyes de autoridad y como señala Héctor Fix-Zamudio, los creadores del amparo nunca imaginaron que esta institución se utilizaría como hasta ahora ha sucedido, ya que proteger otros derechos que no fuesen los consagrados constitucionalmente como fundamentales. Y esto es porque para ellos el propósito esencial de este medio de control era la tutela de los derechos humanos frente a actos concretos o a disposiciones legislativas. Ahora con la entrada en vigor de la constitución de 1857, protege el ámbito de competencias de la federación y de los estados, siempre por conducto de la afectación de los citados derechos. A lo largo de los cambios, no se ha impedido que el amparo siga siendo considerado por muchos como la institución más tradicional de nuestro sistema jurídico, que se encuentra arraigada como ninguna otra en el sentimiento colectivo. El juicio de amparo constituye a través de la defensa de los derechos y garantías una protección integral de la constitución como ya lo he mencionado y ahora también de los contenidos de los tratados internacionales de los que el Estado mexicano es parte. Y es importante no perder de vista que este hecho no ha cambiado a pesar de la evolución que ja tenido el amparo, su culminación se dio con las reformas constitucionales de 6 y 10 de junio de 2011 y con la aprobación, en el año 2013 de la Nueva Ley de Amparo, con estos cambios en nuestro sistema se tuvo como fin colocar a los derechos humanos y su defensa en el centro de la ingeniería constitucional. La manera de entender la función jurisdiccional y de entender el derecho que se presenta a través de estos cambios, obliga a todos los operadores jurídicos a concebir al amparo ya no como un fin, sino como un medio para alcanzar la defensa efectiva de los derechos y las garantías. A partir de este cambio de paradigma, serpa la búsqueda de la eficacia de este mecanismo de control la que deberá guiar toda la labor jurisdiccional, interpretativa, académica y legislativa. Y con esto tenemos la oportunidad de entender un poco más sobre este tema que en mi opinión es muy importante saber de dónde surge toda esta entidad jurídica y así dar un desarrollo constitucional, ya que solo así se puede cambiar nuestra historia con bases sólidas y esto seguirá siendo un pilar fundamental del sistema jurídico mexicano.