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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION UNIVERSITARIA


UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA.
ALDEA UNIVERSITARIA “HERÒES DE CANAIMA 4F”.
9NO SEMESTRE DE ESTUDIOS JURIDICOS.

EL ARBITRAJE

Profesor: Oscar Ochoa.


Triunfador: Oswaldo Madera Acosta
Cédula: 12.930.220

Naguanagua, 20 de Mayo de 2022.


INTRODUCCIÒN
Como estudiante de Estudios jurídicos, debemos conocer los medios para
solucionar las diferencias y controversias que se presentan en la sociedad en la
que vivimos; encontrar los diversos medios, hasta obtener los mecanismos
que nos llevan al ordenamiento jurídico.

Debemos conocer los mecanismos que ofrece la jurisdicción venezolana,


en cuanto a los métodos alternativos de resolución de conflictos. Existen varios
medios de resolución de conflictos, pero es el Arbitraje la ruta más eficaz y
segura para la solución del conflicto.

El arbitraje se vislumbra desde muy diversos puntos de vista, como la vía


más segura y eficaz para la resolución de conflictos, en otros aspectos los
componentes del arbitraje son muy superiores y de singular natalidad.

El arbitraje puede ser una de las formas a través de la cual las personas
encuentren el acceso a una justicia eficiente administrada por las mismas
partes, dentro de su esfera de libertad y en el marco de sus derechos
disponible.

Estas consideraciones se confirman en el contenido y orientación de la


recién reforma de la Ley de arbitraje. Las cuales vamos averiguar en este
trabajo de investigación, que está estructurado de la siguiente manera:
definición y características del Arbitraje como medio alternativo de resolución
de conflicto, seguido del Procedimiento para su aplicación, Los tipos de
arbitraje: Facultativo y Legal, y finalizamos con el Laudo Arbitral que es la
decisión que emiten los árbitros para finalizar un litigo.
EL ARBITRAJE.

Es un proceso en el cual se trata de resolver extrajudicialmente las


diferencias que surjan en las relaciones entre dos o más partes, quienes
acuerden la intervención de un tercero (arbitro o tribunal arbitral) para que los
resuelva.

De todas las instituciones antes mencionadas, el arbitraje es el que mayor


aproximación tiene con el modelo adversarial del litigio común.

Es un mecanismo típicamente adversarial, cuya estructura es básicamente


la de un litigio. El rol del árbitro es similar al del juez: las partes le presentan el
caso, prueban los hechos y sobre esa base decide la controversia. Sin
embargo, no obstante sus similitudes el arbitraje mantiene con el sistema
judicial una gran diferencia, la decisión que pone fin al conflicto no emana de
los jueces del Estado, sino de particulares libremente elegidos por las partes.

CARACTERISTICAS.

Dentro de las características se pueden mencionar las siguientes:

 Celeridad en el proceso.
 Legitimidad.
 Homogeneidad de las reglas.
 Economía procesal y de costo.
 Exclusividad, entre otras.

Celeridad: En el arbitraje, las partes de mutuo acuerdo, tienen la posibilidad,


de señalar el tiempo de duración del proceso arbitral. En el arbitraje
independiente, a diferencia del arbitraje institucional, las partes en consenso
establecen los lapsos que regirán para las etapas o fases del procedimiento
arbitral. Por ello se considera que el procedimiento arbitral, es un procedimiento
rápido, comparado con otros procesos.

El artículo 22 de la Ley de Arbitraje Comercial, ratifica lo expuesto


anteriormente, al expresar que si en el acuerdo de arbitraje las partes no
señalan el termino para la duración del proceso, este durara seis (6) meses
contados a partir de la constitución del tribunal arbitral.

Legitimidad: Esta característica también es conocida como el principio de la


autonomía de la voluntad de las partes. El artículo 20 y el artículo 26 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela son la base para
sostener que el procedimiento arbitral está regido por el principio de la
autonomía de la voluntad de las partes.

El citado artículo 20 expresa como garantía constitucional de todo


ciudadano el derecho al libre desenvolvimiento de su personalidad, esta
garantía constitucional es concordada con el derecho de acceso a la justicia,
concebido como facultad para utilizar los órganos de la administración de
justicia en la defensa de sus propios derechos e intereses, prevista en el
artículo 26 de la Constitución.

La vigencia de este principio se refleja adicionalmente en el carácter de


normas dispositivas que tiene la mayor parte de las disposiciones que regulan
el arbitraje previstas en el Código de Procedimiento Civil y en la Ley de
Arbitraje Comercial.

Nuestro ordenamiento jurídico permite a las partes, además de sustraer


determinadas controversias al conocimiento y decisión de la jurisdicción,
determinar el número de y carácter de los árbitros, las partes pueden señalar a
los árbitros las reglas del procedimiento que deben seguir para la solución de la
controversia, las partes pueden establecer el lapso dentro del cual los árbitros
deben dictar el laudo arbitral.

Homogeneidad de las reglas: Este principio o característica, radica en la


unidad que existe en las normas que regulan el arbitraje comercial, dichas
normas cuando se trata del arbitraje independiente se encuentran previstas en
la Ley de arbitraje Comercial, o en su defecto serán establecidas por las partes
de mutuo acuerdo, al contrario las disposiciones que regulan el arbitraje
institucional se encuentran dispuestas en los reglamentos de los centros de
arbitraje respectivos.
Como prueba de lo expresado anteriormente el artículo 9 de La Ley, prevé
que las partes pueden determinar libremente el lugar del arbitraje. En caso de
no haber acuerdo al respecto, el tribunal arbitral lo determinará, atendiendo a
las circunstancias del caso, inclusive la convivencia de las partes.

Adicionalmente el artículo 10 dispone que las partes pueden acordar


libremente el idioma que haya de utilizarse en las actuaciones arbitrales. A falta
de tal acuerdo, el tribunal determinara el idioma que haya de emplearse.

Al analizar las reglas del procedimiento aplicables al arbitraje, parece


forzoso concluir que la voluntad del legislador se encuentra marcada por dos
aspectos: permitir a los particulares fijar reglas procedimentales especiales
para cada asunto en concreto y permitir que el procedimiento arbitral se
desvuelva en forma sencilla, rápida y sin dilaciones innecesarias.

Esta característica de la homogeneidad de las reglas es una consecuencia


del principio de la autonomía de la voluntad de las partes. Son las partes las
que determinan las normas que se seguirán en el procedimiento arbitral.

Economía: Esta característica se expresa en precio y dinero. Precisamente por


la celeridad de este trámite, el arbitraje es comparativamente más económico
que los procesos tramitados ante los órganos jurisdiccionales de la República,
lo que deriva en un ahorro significativo de tiempo y dinero.

Es criterio del arbitraje, que los honorarios de los árbitros son acordados por
este y las partes, libremente, sin sujeción a escalas arancelarias.

Para Hung (2001,53) hay que admitir que , en la generalidad de los casos, el
arbitrajeconstituye una alternativa costosa para la solucion de las controversis,
circunstancia que le resta piosibilidades de ser una alternativa viable y
generalizada para todo tipo de conflictos. Para el autor tanto el litigio
convencional como el arbitraje llevan aparejado un considerable costo
económico.

El arbitraje tiene como finalidad resolver una controversia existente entre las
artes, pero debe resolverse de forma rápida, con la mayor libertad de formas y
con el menor grado de agresividad entre las partes. Los principios que orientan
el proceso arbitral, persiguen resolver los conflictos en forma económica tanto
en lo que respecta a la celeridad procesal como lo que respecta a los costos
del proceso.

Exclusividad: La rapidez de solución en el arbitraje está justificada por la falta


de acumulación de procesos con que son envueltos los jueces de derechos, los
cuales cada día reciben una verdadera avalancha de casos nuevos. Al
contrario, el juez arbitral posee la característica de exclusividad, ya que los
árbitros son escogidos para escoger, lo cual harán en tiempo bien inferior, a
aquel gastado en la justicia ordinaria.

La característica de exclusividad viene dada por el hecho de que el árbitro


es elegido por las partes, precisamente por ciertas características propias que
este posee, por su experiencia, por su especialidad. En razón de esas
determinadas circunstancias las partes eligen a los árbitros que decidirán la
controversia, porque sencillamente, confían que en ellos estará la mejor
solución al conflicto.

PROCEDIMIENTO PARA SU APLICACIÓN.

La Ley de Arbitraje Comercial venezolana prevé la primera audiencia de


trámite, la cual es fijada por el tribunal arbitral con diez días hábiles de
anticipación, expresando en la notificación correspondiente, la fecha, hora y
lugar en que se celebrará (Art. 23). En dicha audiencia se lee el documento que
contiene el acuerdo de arbitraje y las cuestiones sometidas a decisión arbitral, y
se expresan las pretensiones de las partes, estimando razonablemente su
cuantía.

Las partes pueden aportar, al formular sus alegatos, todos los documentos
que consideren pertinentes o hacer referencia a los documentos u otras
pruebas que vayan a presentar (Art. 24) en el lapso probatorio.

REGLAMENTO CEDCA

En el caso del Reglamento del Centro Empresarial de Conciliación y


Arbitraje (Cedca, 2007), la primera audiencia de trámite -posterior al acto de
instalación del Tribunal Arbitral que debe fijar el lugar del arbitraje si no lo
determina el acuerdo de las partes y el lugar, fecha y hora de dicha primera
audiencia de trámite - tiene por objeto fundamental oír las alegaciones de las
partes complementarias o explicativas de sus pretensiones contenidas en la
demanda y en la contestación de la demanda y la eventual reconvención.

El cometido de la audiencia es elaborar el acta contentiva de los Términos


de Referencia, es decir, el acta en la que se especifican la identificación y
dirección de las partes y de los árbitros, la sede e idioma del arbitraje, y,
principalmente, una exposición sumaria que defina en concreto la cuestión
disputada en el litigio, señalando cuáles son las pretensiones de las partes,
indicando las sumas de dinero reclamadas si fueren líquidas.

Esta última indicación tiene el efecto de "trabar la litis", pero aun así, los
Árbitros pueden autorizar nuevas demandas, principales o reconvencionales,
para lo cual deberán ponderar la naturaleza de esas nuevas demandas y la
etapa en que se encuentre el proceso arbitral (Art. 32)

También bajo este régimen, el Acta de Misión consiste en la precisión de los


términos que sirven de referencia para la actividad probatoria y para ser
decididos expresamente en el laudo, debiendo indicar:

1. Nombre o denominación social de las partes.

2. Dirección y números de fax y teléfono de cada una de las partes, en las que
se efectuarán válidamente las notificaciones a que haya lugar.

3. Exposición sucinta de las pretensiones de las partes.

4. Determinación de la materia litigiosa a resolver. Esta determinación podría


hacerse punto por punto, a. menos que los árbitros - a quienes corresponde el
laudo- lo consideren innecesario.

5. Nombres, apellidos y dirección de los árbitros. 6. Precisiones relativas a las


reglas aplicables durante el procedimiento, incluyendo el lapso probatorio.

7. Cualesquiera otras menciones que, a juicio de los árbitros, sean útiles para
el buen cumplimiento de su misión, incluyendo la posibilidad de transmitir
escritos o memorias de forma electrónica.

El Acta de Misión deberá ser firmada por las partes o sus representantes y
por los árbitros, pero cualquiera de las partes tiene derecho a objetarla. En tal
caso, deberá manifestar por escrito sus razones para no hacerlo, en plazo
perentorio de 5 días.

TIPOS DE ARBITRAJE.

La Ley de Arbitraje Comercial prevé dos tipos de arbitraje: (i) el arbitraje


institucional y, (ii) el arbitraje independiente.

(i) El arbitraje institucional es aquel se desarrolla en un Centro de Arbitraje


como el Centro Empresarial de Conciliación y Arbitraje (CEDCA), cuya función
es la de administrar el proceso, proveer los servicios necesarios para su
realización, proporcionar a las partes una lista de árbitros y establecer las
reglas de procedimiento.

(ii) El arbitraje independiente es aquel que se lleva a cabo sin la intervención


de un centro de arbitraje, en donde son las partes quienes deben adoptar sus
propias reglas de procedimiento.

El arbitraje puede ser de derecho o de equidad. Si no hubiere indicación


de las partes sobre el carácter de los árbitros, se entenderá que decidirán como
árbitros de derecho.

Arbitraje Facultativo: No hay una obligación de los estados para recurrir a


él pero al surgir la controversia las `partes acuerdan acudir al arbitraje. Es un
acuerdo Post facto, posterior a la controversia.

Legal: Se Regula por la ley de arbitraje Comercial en Venezuela, y se rige


por el arbitraje Institucional, en el cual la organización del arbitraje está en
manos de la institución arbitral, que cuenta con un equipo de abogados
especializados y con experiencia para las labores de secretaria arbitral.

LAUDO ARBITRAL.

El laudo arbitral es el documento escrito y motivado en el que se resuelven


todas las cuestiones controvertidas sometidas a arbitraje, tanto las formuladas
por el reclamante como, en su caso, las formuladas por el reclamado mediante
reconvención.
En caso de que el órgano arbitral esté compuesto por tres árbitros, las
decisiones que recoja el laudo arbitral se adoptarán por mayoría. Si no existiera
acuerdo de la mayoría decidirá el Presidente.

Si durante las actuaciones arbitrales las partes llegan a un acuerdo que


ponga fin, total o parcialmente, al conflicto, el órgano arbitral dará por
terminadas las actuaciones con respecto a los puntos acordados, incorporando
el acuerdo adoptado al laudo, salvo que aprecie motivos para oponerse.
El órgano arbitral también dará por terminadas sus actuaciones y dictará laudo
poniendo fin al procedimiento arbitral, sin entrar en el fondo del asunto:

a. Cuando el reclamante no concrete la pretensión o no aporte los elementos


indispensables para el conocimiento del conflicto.

b. Cuando las partes acuerden dar por terminadas las actuaciones.

c. Cuando el órgano arbitral compruebe que la prosecución de las actuaciones


resulta imposible.

Plazo para dictar Laudo arbitral.


El plazo para dictar un laudo será de seis meses desde el día siguiente al
inicio del procedimiento arbitral.
Podrá ser prorrogado por el órgano arbitral por un período no superior a dos
meses  mediante decisión motivada, salvo acuerdo en contrario de las partes.
El plazo para dictar laudo se suspenderá por las causas y en los plazos
siguientes:
Para el intento de mediación previa, por un periodo no superior a un mes desde
el acuerdo de iniciación del procedimiento arbitral.
Cuando se produzca la recusación de un árbitro, ampliándose el plazo para
dictar laudo por el tiempo que haya durado la suspensión.
Si las partes lograran un acuerdo conciliatorio sobre todos los aspectos del
conflicto, una vez iniciadas las actuaciones arbitrales, el plazo para dictar el
laudo conciliatorio será de quince días desde la adopción del acuerdo.
El laudo arbitral será notificado fehacientemente a las partes.

Corrección, aclaración y complemento del laudo.


Dentro de los 10 días siguientes a la notificación del laudo, cualquiera de las
partes podrá, con notificación a la otra, solicitar a los árbitros:
a) La corrección de cualquier error de cálculo, de copia, tipográfico o de
naturaleza similar.
b) La aclaración de un punto o de una parte concreta del laudo.
c) El complemento del laudo respecto de peticiones formuladas y no resueltas
en él.
Previa audiencia de las demás partes, los árbitros resolverán sobre las
solicitudes de corrección de errores y de aclaración en el plazo de 10 días, y
sobre la solicitud de complemento en el plazo de 20 días.
Dentro de los 10 días siguientes a la fecha del laudo, los árbitros podrán
proceder de oficio a la corrección de errores.

Cosa juzgada y revisión de laudos firmes.


El laudo firme produce efectos de cosa juzgada y frente a él sólo cabrá
solicitar la revisión conforme a lo establecido en la Ley de Enjuiciamiento Civil
para las sentencias firmes.
Recurso de anulación del laudo dictado.
Contra un laudo definitivo podrá ejercitarse la acción de anulación por los
siguientes motivos:
a) Que el convenio arbitral no existe o no es válido.
b) Que no ha sido debidamente notificada de la designación de un árbitro o de
las actuaciones arbitrales o no ha podido, por cualquier otra razón, hacer valer
sus derechos.
c) Que los árbitros han resuelto sobre cuestiones no sometidas a su decisión.
d) Que la designación de los árbitros o el procedimiento arbitral no se han
ajustado al acuerdo entre las partes, salvo que dicho acuerdo fuera contrario a
una norma imperativa de esta Ley, o, a falta de dicho acuerdo, que no se han
ajustado a esta Ley.
e) Que los árbitros han resuelto sobre cuestiones no susceptibles de arbitraje.
f)  Que el laudo es contrario al orden público.

Los motivos contenidos en los párrafos b), e) y f) del apartado anterior


podrán ser apreciados por el Tribunal que conozca de la acción de anulación
de oficio o a instancia del Ministerio Fiscal en relación con los intereses cuya
defensa le está legalmente atribuida.

En los casos previstos en los párrafos c) y e) del apartado, la anulación


afectará sólo a los pronunciamientos del laudo sobre cuestiones no sometidas
a decisión de los árbitros o no susceptibles de arbitraje, siempre que puedan
separarse de las demás.

La acción de anulación del laudo habrá de ejercitarse dentro de los dos


meses siguientes a su notificación o, en caso de que se haya solicitado
corrección, aclaración o complemento del laudo, desde la notificación de la
resolución sobre esta solicitud, o desde la expiración del plazo para adoptarla.

Procedimiento.
La acción de anulación se sustanciará por los cauces del juicio verbal. No
obstante, la demanda deberá presentarse conforme a lo establecido en el
artículo 399 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, acompañada de los documentos
justificativos del convenio arbitral y del laudo, y, en su caso, contendrá la
proposición de los medios de prueba cuya práctica interese el actor. De la
demanda se dará traslado al demandado, para que conteste en el plazo de 20
días. En la contestación deberá el demandado proponer los medios de prueba
de que intente valerse. Contestada la demanda o transcurrido el
correspondiente plazo, se citará a las partes a la vista, en la que el actor podrá
proponer la práctica de prueba en relación con lo alegado por el demandado en
su contestación.
Frente a la sentencia que se dicte no cabrá recurso alguno
 
Ejecución forzosa del laudo

La falta de cumplimiento de lo dispuesto en el laudo por cualquiera de


las partes facultará a la otra a la ejecución forzosa del mismo.

La ejecución forzosa de los laudos se regirá por lo dispuesto en la Ley de


Enjuiciamiento Civil y en este título.

 
El laudo es ejecutable aun cuando contra él se haya ejercitado acción de
anulación. No obstante, en ese caso el ejecutado podrá solicitar al Tribunal
competente la suspensión de la ejecución, siempre que ofrezca caución por el
valor de la condena más los daños y perjuicios que pudieren derivarse de la
demora en la ejecución del laudo.

La caución podrá constituirse en cualquiera de las formas previstas en el


párrafo segundo del apartado 3 del artículo 529 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil. Presentada la solicitud de suspensión, el Tribunal, tras oír al ejecutante,
resolverá sobre la caución. Contra esta resolución no cabrá recurso alguno.
CONCLUSIÒN

El arbitraje es uno de los medios alternativos de resolución de conflictos


mediante el cual dos o más personas acuerdan, bajo el principio de la
autonomía de la voluntad de las partes, someter sus controversias a uno o
varios árbitros directamente elegidos por las partes, para así lograr la solución
de una controversia jurídica determinada, siempre y cuando el conflicto no
verse sobre alguna materia en la cual no cabe transacción.

La institución del arbitraje comercial en Venezuela se encuentra regida por


las siguientes normativas: Constitución de 1999, Código de Procedimiento Civil,
Ley de Arbitraje Comercial 1998 y las demás convenciones internacionales que
rigen la materia.

El arbitraje resulta ser el más conveniente en cuanto al ámbito legal se


refiere para ser aplicado a la solución de los conflictos, ya que representa una
alternativa a la jurisdicción ordinaria reconocida, por la ventajas que tiene para
las partes involucradas, tales como su confidencialidad; menos formalidad, lo
que permite más flexibilidad y ahorrar tiempo, así como también la posibilidad
que tienen las partes de seleccionar a quien va a resolver la controversia; y
determinar previamente el lugar, idioma, duración y costos del arbitraje.

Podemos concluir entonces, que el arbitraje puede ser utilizado por las
partes cuando así lo acuerden, ya que rige el principio de la autonomía de la
voluntad de las partes y el principio de la libertad de las formas.

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