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Todo lo que puedes hacer con una

freidora de aire

Este artículo sobre funciones y recetas para freidora de


aire puede ayudarte tanto si estás pensando en
aprovechar las rebajas para hacerte con una, como si
ya la tienes languideciendo en un armario de la cocina.
Mònica Escudero 14/01/2020 - 19:06 CET

Magia parece, tecnología es: desde hace un tiempo, podemos encontrar en el mercado
freidoras que funcionan sin bañar los alimentos en aceite caliente. El responsable de este
oxímoron es el aire caliente, que circulando a alta temperatura y cierta velocidad cocina
los alimentos de una manera bastante similar al aceite, pero sin esa gran cantidad de
grasa añadida. Aunque tendremos que añadirle un poco si queremos conseguir la
característica costra dorada y crujiente, la diferencia en la ligereza de un sistema y otro
es abismal.

Pero, además de para hacer patatas, croquetas y lomo rebozado, las freidoras de aire
ofrecen un montón de posibilidades culinarias; hoy las exploraremos con ayuda de dos
expertas, nuestra compañera comidista Mar Calpena y María del Carmen González,
autora en el blog Cocina y Recetas de la revista Hola!. Si creíais que este instrumento
de cocina era un pongo en toda regla, o tienes el tuyo arrinconado y sirviendo de casa de
veraneo de las lepismas, este post puede cambiar bastante tu relación con él.

Tipos de freidora

Las freidoras de aire caliente más populares son el modelo Actifry de Tefal y el Airfryer
de Philips, aunque luego han llegado al mercado muchos modelos de otras marcas (que
funcionan con sistemas muy similares). “Actifry es una freidora de aire caliente con una
cubeta redonda y una paleta central que va moviendo los alimentos lentamente”, cuenta
María del Carmen González para los profanos en la materia (y aprovechamos para
añadir que algunos modelos cuentan con una cubeta superior para cocinar dos platos a la
vez. “Se cierra la tapadera superior y a través de ella podemos ir viendo lo que se está
cocinando”, y así vigilar el punto en todo momento.

Su competidora directa, Airfryer tiene un cestillo de rejilla como de las freidoras


convencionales que se coloca dentro de la máquina a modo de cajón. “En este cestillo
colocamos los alimentos, introducimos en el cajón de la máquina y solo nos queda
programar el tiempo y la temperatura y esperar”, apunta González. Como en este caso
no hay paleta removedora, si queremos que los alimentos queden bien dorados por todas
partes tendremos que darles la vuelta una o dos veces durante la cocción.
¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada modelo?

En el modelo Actifry la ventaja y el inconveniente conviven en la misma función: la


paleta removedora. Por un lado González nos cuenta que “aparte de freír, podemos
cocinar en ellas otro tipo de recetas, como por ejemplo un pollo en salsa, un revuelto o
el relleno de unos champiñones”. Cualquier guiso que pida -o soporte- un meneo
suavecito quedará perfecto, por ejemplo un estofado de ternera con mostaza y brandy,
un cordero guisado con tomate y nueces o una sepia con cebolla y vino blanco.

¿Los contras? Para cocinar alimentos como las croquetas o las empanadillas, o quitas la
paleta central para que no nos rompa los alimentos cuando se va moviendo, o comprar
un modelo que incluye un cestillo de rejilla para colocar justo en el lugar de la paleta,
que hace que los alimentos den vueltas, pero no se rompen ni se abren.

La principal ventaja que vé Mar Calpena en el modelo tipo Airfryer -del que es usuaria-
es que, más allá de su utilidad como freidora, son un minihorno de sobremesa que ocupa
poco y es muy versátil. “Las he utilizado para repostería, quiche o pizzas”; afirma. “Y
son las redentoras del tofu: marinado y cortado en bastoncitos es -quién lo iba a decir-
incluso vicioso. También va muy bien para dar un toque de dorado o gratinado a otros
alimentos, como las alitas de pollo o la lasaña -vamos, que hace muy buena pareja con
la slow cooker-, o para revivir empanados (mucho mejor que el microondas)”.

González asegura que en estas freidoras los alimentos quedan mucho más crujientes que
en la primera, y nos regala la clave para que queden prácticamente como si los hubieras
frito en una freidora convencional: añadirles el aceite con un espray, para que tengan
una pequeña cantidad pero muy bien repartida. “De no ser así, los empanados, por
ejemplo, quedarán con un color mate poco atractivo a la vista. Pulverizando tendremos
unas croquetas, unas empanadillas o unos filetes empanados con un aspecto dorado muy
bonito y muy crujientes. “Aquí los alimentos no se nos rompen porque no hay paleta
que los mueva. Para mover los alimentos, solo tenemos que sacar el cestillo, sacudir un
poco, y volver a meter: no hay riesgos de salpicaduras ni de quemaduras”.

¿Las desventajas? Hay que removerlas, sin el truco del espray es difícil que el aceite
quede bien repartido y hay que acordarse de moverlas las veces que haga falta. Calpena
advierte que hay cosas que preparadas aquí “no lucen tanto: os estoy mirando a
vosotras, croquetas, y en general a todo aquel plato de textura líquida o semilíquida que
necesite un golpe de aceite para solidificarse, como los buñuelos”. Además, al tener la
rejilla, no podemos guisar en ella.
Con un espray y muy poco aceite puedes conseguir este crujiente empanado. MÒNICA
ESCUDERO

¿Qué más necesitaremos?

Aparte del espray antes mencionado, un consejo que sirve para ambos modelos, Calpena
recomienda a los usuarios del modelo Airfryer tener unas pinzas anchas para girar las
cosas a media cocción -no intentes hacerlo con una espátula o con la mano, porque por
la forma o romperás la comida o te quemarás- y asegura que también ayuda tener
moldes pequeños para cocinar y, en algunas ocasiones, forrar la base con papel de
horno.

¿Qué podemos cocinar con ellas?

Para empezar, las evidentes frituras como patatas fritas, croquetas o carnes y pescados
empanados (todo lo que lleve panko queda muy crujiente). Podemos especiar las patatas
con pimentón dulce o picante, curry, za'atar, o cualquier mezcla de nuestras hierbas
secas favoritas; si las patatas están ricas en si mismas, no habrá necesidad de guarrearlas
con salsas de supermercado. Respecto a las croquetas ya os lo hemos contado casi todo,
solo tened en cuenta la pala removedora y los efectos que puede tener en ellas.

Con los empanados de carnes, aves y pescados también se puede jugar todo lo que
queramos, por ejemplo añadiendo maíz frito picado -los quicos de toda la vida-, sésamo,
algún fruto seco o copos de maíz tipo Corn Flakes. La cúrcuma, el orégano, la mejorana
y otras mezclados con el pan le darán un toque diferente, que podemos combinar con la
materia prima que vayamos a cocinar (por ejemplo, estragón para un salmón o mejorana
para un contramuslo de pollo). Si quieres acompañarlos de alguna salsa, en lugar de
abrir un bote cúrrate una tofunesa, un tzaziki o una tártara caseras y el resultado final
mejorará enteros.

Con las freidoras tipo Airfryer se pueden hacer panecillos o bagels -Calpena recomienda
la sencillísima masa de la web Skinnytaste- y minipizzas. También luce todo lo que
lleve queso encima, como los champiñones rellenos gratinados, unas endivias con
jamón y bechamel o cualquier resto de verdura al que pongamos encima un poco de
leche evaporada y queso para darle una segunda vida. Si no tienes tostadora, prueba a
usarla para prepara tostadas y sandwiches calientes -con el pan previamente pintado con
un poco de mantequilla- y queso de Mahón y cebolla pochada, o lacón y tetilla o Arzúa-
Ulloa.

Calpena recomienda buscar en Google “air fryer tofu” y solazarse con todas las opcines
para marinarlo y conseguir una increíble textura crujiente por fuera y tierna por dentro -
los integristas del castellano podéis buscar “freidora de aire tofu”, pero hay bastantes
menos opciones- que encantará incluso a los más reticentes a este alimento. Si no sabéis
por dónde empezar, hacedlo con un poco de miso diluido en agua o salsa de soja con un
toque de vinagre y aceite de sésamo, y en general. “Ojo también a las recetas con
pescado -¡sardinas fritas con menos olor!- y a los dulces, pero mi favorita es esta de
bastoncillos de calabacín. Si haces cocina en tandas, puedes hacer un montón de
empanadillas, congelarlas y ponerlas directamente en la freidora”.

Los alimentos que ya llevan la grasa incorporada también quedan perfectos, como las
alitas de pollo con cualquier marinada (en este vídeo tienes tres ideas deliciosas). La
mejor manera de prepararlas es a dos temperaturas: si se hacen durante 25 minutos a
120ºC y al final durante tres o cuatro a la temperatura máxima, conseguiremos una
carne tierna y una piel dorada y crocante. El maíz también tiene mucho que aportar
aquí: estas “cortezas” con mantequilla y lima quedan espectaculares.

“Todos los alimentos, si los manipulamos bien antes de freír, van a quedar muy bien”,
apunta María del Carmen González. Pero hay que tener en cuenta qué vamos a freír.
“Por ejemplo, unas patatas precocinadas solo necesitarán un poco de aceite; para unas
frescas, una vez peladas y cortadas al bastón, habrá que poner un poco más de aceite
para que quede bien impregnadas las patatas”. Entre las recetas que más han gustado a
Gonzáles están estas bolas de calabacín y huevo y estos rollitos de lomo. Si ya habéis
sacado el aparato del cajón recóndito donde estaba escondido y estas ideas se os quedan
cortas, el archivo de recetas de Maria del Carmen González para los modelos Actifry y
Airfryer os dan para un par de años sin aburriros ni casi repetir.

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