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MAYO – JUNIO

VICARIA V
“La compasión testimonio de Fraternidad”

Oportunidad: Fiesta de las Cruces, Corpus Christi, Mes Mariano, Fiesta de San Juan
Bautista
Valor: COMPASIÓN
Tema: Acercarnos para compadecernos Lc 7, 11-17
Objetivo: Hacer que la compasión nos lleve a vivir la fraternidad
Lema: La Compasión testimonio de fraternidad
Gesto: Peregrinación por comunidades, Acogida en las Celebraciones Eucarísticas,
Visita a los enfermos y encarcelados, Apoyo a personas vulnerables mediante los
comedores parroquiales e instituciones de ayuda.
ILUMINACIÓN:
A) Oración Inicial
Señor Jesucristo,
tú nos has enseñado a ser misericordiosos y compasivos como el Padre del cielo,
y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él.
Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.
Tú eres el rostro visible del Padre invisible,
del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo en la compasión, el perdón y la
misericordia:
haz que, en nuestra Arquidiócesis de Huancayo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su
Señor, resucitado y glorioso.
Tú has querido que todos tus hijos fueran revestidos de debilidad
para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en el camino sufriendo
por las diversos afanes de la vida:
haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y compadecido como
Dios se compadece por nosotros.
Te lo pedimos por la intercesión de María, Consuelo de los Afligidos, a ti que vives y
reinas por los siglos de los siglos.
Amen.
B) Observación de la Realidad.

 Hechos de vida
- En los hogares, el barrio y las comunidades el uso excesivo de la tecnología
hace difícil aperturar y reconocer el corazón del prójimo, esto conlleva a no
saber identificar ni comprender el dolor, el sufrimiento, la tristeza, la
limitación por alguna circunstancia de aquel camina junto a nosotros
esperando solo un gesto que tranquilice su corazón.
- Mucha gente y también los mismos hermanos de nuestras comunidades se
muestran indiferentes a los problemas, al pecado que causa dolor en los
hermanos, en vez de mostrar amor somos jueces.

 Puesta en común
- ¿Qué entendemos entonces por compasión? ¿Qué es lo que dificulta que las
familias, los barrios, comunidades eclesiales puedan experimentar gestos de
compasión? ¿Cómo vives la compasión en estos tiempos?

C) La Palabra ilumina la realidad

El Evangelista San Lucas en el pasaje de la viuda de Naín (Lc 7, 11-17)


nos muestra la compasión de Jesús ante las circunstancias desoladoras que las
personas de la propia familia, barrio y comunidades eclesiales pueden atravesar.
El relato de la viuda de Naín se presenta después de que Jesús sano al criado del
centurión. Después de curar al criado, Jesús fue a la ciudad de Naín. Como
costumbre, sus discípulos y muchas otras personas los siguieron. Estando cerca
de la puerta de la ciudad sucedió que estaba ocurriendo un evento. Iban a
enterrar al hijo único de una mujer judía que era viuda. Había allí muchas
personas de la ciudad. Esta viuda representa al dolor, sufrimiento que
experimentan muchos hermanos en el hogar, el barrio y las comunidades por
distintas circunstancias de la vida. A esta mujer ya no le quedó ningún miembro
de su familia; su esposo había muerto y ahora había perdido a su único hijo.
Cuantos hermanos nuestros se han quedado solos, desconsolados a causa de la
muerte por la pandemia o alguna enfermedad, solos por las decisiones que han
tomado en la vida, a veces equivocadas. El evangelista Lucas nos indica que en
estas circunstancias había con ella un grupo de gente de la ciudad. Este grupo
puede representar a la comunidad de fe de esta mujer, puede representar a la
comunidad de hermanos de las parroquias. Pero de todas formas con la muerte
de su hijo ella había quedado sola.
En la narración, Lucas se refiere a Jesús como Señor, lo cual apunta hacia
el milagro que estaba por ocurrir. Cuando Jesús vio a esta viuda en su dolor se
compadeció de ella. Sus entrañas mas intimas fueron tocadas al ver su situación.
Como no compadecernos también nosotros ante tantas escenas de sufrimiento,
dolor que atraviesan los hombres en las familias, los barrios, las comunidades.
Como no puede tocar nuestras entrañas el ver sufrir al pobre que no tiene con
que alimentarse, al enfermo muchas veces abandonado por la familia o a la
familia que sufre por un familiar enfermo, a los migrantes que abandonan su
patria, a su familia escapando de una situación crítica en busca de un futuro
prometedor, al hombre que está sumergido en el pecado, al hermano que se aleja
de Dios, como no conmovernos de todas estas y muchas situaciones de dolor.
La mujer viuda estaba envuelta en su dolor y es Jesús quien fue a ella.
Jesús se dirigió al féretro en donde se encontraba el joven muerto y le dijo que se
levantara. Al incorporarse el joven, Jesús inmediatamente lo dio a su madre,
pues este era el propósito cuando Jesús se compadeció de la viuda. Esta es
nuestra misión como seguidores de Jesucristo devolver la paz, la esperanza, la
alegría a los hombres, hermanos que sufren por los afanes de la vida.
Todos los seres humanos reconocemos que muchas veces la vida es dura.
Experimentamos la muerte, enfermedades y muchas otras situaciones difíciles.
Consideremos lo difícil que sería enfrentar situaciones dolorosas como estas sin
ninguna ayuda de Dios, sin la comunidad de fe, y sin esperanza. Pero si hay
esperanza y compasión divina en medio de estas experiencias difíciles.
Este pasaje bíblico nos lleva a preguntarnos a quien debemos ir ante las
situaciones desesperantes de la vida, como debemos acercarnos al que sufre.
Que compadecernos del que sufre no nos haga quedar estáticos, tenemos que
comprometernos con aquel que necesita de mí. Es en este gesto de la compasión
en donde se construye verdaderos lazos de fraternidad.

Las siguientes citas bíblicas te pueden ayudar a reflexionar sobre la


importancia de la compasión.

 1 Jn 3, 17 Vivir como hijos de Dios


 Ef 4, 32 La vida nueva en Cristo
 1 Pe 3, 8 Obligaciones de los cristianos

D) La Iglesia nos enseña

CEC 1503. La compasión de Cristo hacia los enfermos y sus numerosas


curaciones de dolientes de toda clase son un signo maravilloso de que “Dios ha
visitado a su pueblo” y de que el Reino de Dio eta muy cerca. Jesus no tiene
solamente poder para curar, sino también de perdonar los pecados; vino a curar
al hombre entero, alma y cuerpo; es el medico que los enfermos necesitan. Su
compasión hacia todos los que sufren llega hasta identificarse con ellos: “Estuve
enfermo y me visitaste ….”. Su amor de predilección para con los enfermos no
ha cesado, a lo largo de los siglos, de suscitar la atención muy particular de los
cristianos hacia todos los que sufren en su cuerpo y en su alma. Esta atención dio
origen a infatigables esfuerzos por aliviar a los que sufren.

PAPA FRANCISCO

La compasión te hace ver las realidades como son: la compasión es como la


lente del corazón: realmente nos hace entender las dimensiones. Y en los
Evangelios, Jesús a menudo siente compasión. La compasión es también el
lenguaje de Dios. No comienza, en la Biblia, a aparecer con Jesús: fue Dios
quien dijo Moisés “He visto el dolor de mi pueblo”. Nuestro Dios es un Dios de
compasión, y la compasión -podemos decir- es la debilidad de Dios, pero
también su fuerza. Lo que más nos da a nosotros: porque fue la compasión lo
que le movió a enviarnos al Hijo. Es el lenguaje de Dios, la compasión.
La compasión no es un sentimiento de pena, que se experimenta, por ejemplo,
cuando se ve morir a un perro por la calle. Sino que es involucrarse en el
problema de los demás, es jugarse la vida allí. En efecto, el Señor se juega la
vida y va allí.
Y aquí, si la compasión es el lenguaje de Dios, muchas veces el lenguaje
humano es la indiferencia. Hacerse cargo hasta aquí y no pensar mas allá. La
indiferencia. Cuantas veces miramos hacia otro lado. Y así cerramos la puerta a
la compasión.

II. INTERIORIZACIÓN

¿Cuántas experiencias de las que recuerdo me he mostrado compasivo con el


que sufre y lo he ayudado?
¿Cómo expreso la experiencia de la compasión en mi familia, barrio y
comunidad?

III. COMPROMISO

Sugerencias: Te puede ayudar a asumir un compromiso de compasión visitar a


los enfermos y encarcelados, Apoyar a personas vulnerables mediante los
comedores parroquiales e instituciones de ayuda. Acoger a los migrantes.

ORACIÓN FINAL

Padre Nuestro, Ave María, Gloria


Canto: Jesús mírame ten compasión de mí.

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