CATEQUESIS JOVENES Y ADULTOS – IGLESIA DE LOS CAPUCHINOS

FESTIVIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN

MISERICORDIOSO DE JESÚS
OBJETIVO:
Venerar, Honrar e Imitar y corresponder al Gran Amor del que se entregó por nosotros quedándose como Eucaristía.
Como Iglesia, le dedicamos el mes de JUNIO para celebrarlo.

Todos los días podemos acercarnos a Jesús o alejarnos de Él. De

nosotros depende, ya que Él siempre nos está esperando y amando.

¿COMO ES ESTE CORAZÓN DE JESÚS?

En nuestra Iglesia Católica, el Sagrado Corazón Misericordioso es la

devoción referida al Corazón FÍSICO de Jesús de Nazaret, como un
símbolo de AMOR DIVINO. Metafóricamente hablando, se refiere a la
vida emocional y moral de Jesús, especialmente en Su Amor por la
Humanidad y al sentimiento de como le correspondemos a TANTO
AMOR.

Nuestra parroquia, SANTUARIO DEL SAGRADO CORAZÓN MISERICORDIOSO DE JESÚS – Padres Capuchinos-
el 2 de junio de 2016 fue declarado Primer SANTUARIO con devoción al Sagrado Corazón ya que los Santuarios
son generalmente Marianos. Leemos Jn 13, 1.

La devoción al Corazón de Jesús es de origen medieval. La fuente más importante de la devoción, en la

forma que la conocemos actualmente, es por medio de SANTA MARGARITA MARIA DE ALACOQUE de la orden
de la visitación de Santa María a quien Jesús se le apareció. En dicha aparición, Jesús dijo:

“quienes oren con devoción al Sagrado Corazón, recibirán muchas Gracias Divinas”

Hay una fecha concreta en que esta devoción pasó a vivirse con un enfoque determinado que se lo dio el
mismo Jesús a Margarita María Alacoque, el 27 de diciembre de 1673. Los Jesuitas extendieron la devoción por
el mundo.
Los fieles confiaron en la promesa que Jesús hizo a la santa:

“MI CORAZÓN REINARÁ A PESAR DE MIS ENEMIGOS”

LAS DOCE PROMESAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

El Señor hizo a Santa Margarita María de Alacoque las siguientes promesas para todos los devotos de su
Sagrado Corazón:

1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado.

2. Daré paz a sus familias.

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3. Los consolaré en todas sus aflicciones.

4. Seré su amparo y refugio seguro durante su vida, y principalmente en la hora de la muerte.

5. Bendeciré abundantemente sus obras que redunden en mi mayor gloria.

6. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de Misericordia.

7. Las almas tibias se harán fervorosas.

8. Las almas fervorosas se elevarán con rapidez a gran perfección.

9. Daré a los sacerdotes la gracia de mover los pecadores más endurecidos.

10. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Corazón sea expuesta y honrada.

11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás serán
borrados de él.

12. Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que mi Amor Todopoderoso otorgará a

cuantos comulguen nueve primeros viernes de cada mes seguidos, la gracia de la penitencia final; no morirán
privados de mi gracia ni de recibir los Sacramentos, pues mi Divino Corazón se convertirá para ellos en seguro
asilo en aquella hora postrera.

MISERICORDIA CON EL PRÓJIMO

Las Obras de Misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus
necesidades corporales y espirituales. Leemos Is 58,6-10 /Ez 36, 25-28 /Hb13,1-6.
Las obras de Misericordia son 14 y se dividen en 7 Espirituales y 7 Corporales.

OBRAS ESPIRITUALES OBRAS CORPORALES: Mt 25, 35-40.

1. Enseñar al que no sabe: Es importante que 1. Visitar a los enfermos.

cooperemos con nuestros hermanos, pero es más
importante enseñarles a realizar por ellos mismos
aquello que no sabe. Podemos ayudar para que
aprendan a orar, a perdonar, a perdonarse, a
compartir, etc.
Nuestros hospitales están llenos de enfermos
olvidados por sus familiares, o bien, personas que,
por la lejanía con el centro hospitalario, nadie los
visita. Es muy bueno colaborar económicamente para
los necesitados, pero que bueno es darnos nosotros
mismos. Compartir de nuestro tiempo con ellos y
acercarles una palabra de aliento, un rato de
compañía a esos “Cristos en su Monte de los Olivos”.

2. Dar buen consejo al que lo necesita. 2. Dar de comer al hambriento.

Para dar buen consejo es necesario que nosotros Jesús nos invita a compartir con el necesitado.
mismos hayamos sido aconsejados por un director Nos lo dice en Lc 3, 11. Al compartir nuestro
espiritual, que nos ayude a orar a Dios Padre, para alimento, no solo les llenamos el estómago a nuestros
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que su Santo Espíritu y nos asista con el Don de hermanos necesitados, sino que les mostramos el
Consejo. Así, bajo la guía del Señor, tanto nuestras amor de Dios que NO los abandona.
palabras como nuestro actuar serán ejemplo de ello.
3. Corregir al que se equivoca.
Muchas veces nos enojamos o reímos cuando
algún hermano se equivoca, y lo más grave es que nos
olvidamos que NINGUNO somos perfectos y que
inevitablemente también lo hacemos. Pensemos…
¿nos gusta que se rían de nosotros?… definitivamente
NO, así que cuando alguien se equivoque
corrijámoslo con amor fraternal para que no lo
vuelva a hacer.
4. Perdonar al que nos ofende.
¡Qué difícil!, tanto que Jesús nos dice que
debemos perdonar 70 veces 7, es decir, siempre.
Además, en el Padre Nuestro, nos enseña: PERDONA
NUESTRAS OFENSAS, COMO NOSOTRO
PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN… Así que, a
perdonar, perdonar, perdonar...
5. Consolar al triste.
Jesús dijo: "Dichosos los que lloran porque serán
consolados". El consuelo de Dios, por medio de su
Espíritu Santo, nos consuela. Pero, además, Dios se
vale de NOSOTROS como SUS instrumentos para
consolar a los demás. No se trata de decir: no llores,
sino de buscar en las Sagradas Escrituras, las Palabras
que mejor se adecúen a la situación. Por ejemplo, si
buscamos en los Salmos encontramos muchas
Palabras de consuelo que necesitamos, por eso está
muy bueno tenerlos siempre en cuenta.
6. Sufrir con paciencia los defectos del prójimo.
Debe ser una de las más difíciles… ¡Qué fácil es ver
la paja en el ojo ajeno y no ver la VIGA que tenemos
en el nuestro! Cuando entendamos y aprendamos a
ser capaces de no JUZGAR los defectos de los demás,
estaremos colaborando en la construcción del Reino
de Dios. Tengamos PACIENCIA con los mayores, los
niños, el vecino, el compañero de trabajo, daremos
ejemplo y ellos la tendrán con nuestros defectos.
3. Dar de beber al sediento.
¿Pensamos alguna vez en los hermanos que no
tienen como conseguir agua? ¿En aquellos que se
enferman porque solo pueden calmar su necesidad
con agua contaminada después de caminar
kilómetros? ¿En aquellos que mueren de sed porque
otros la desperdician? Jesús, en su trance de muerte,
sintió sed y lo exclamó con tanta vehemencia, que un
soldado romano le acercó una esponja con hiel y
vinagre para calmarla. ¿Somos nosotros peores que
ese soldado romano como para negar agua al
sediento?
4. Dar posada al peregrino.
En esta realidad que nos toca vivir, existen muchos
inmigrantes que esperan nuestra ayuda para poder
vivir dignamente junto a su familia, la ayuda que debe
hacerse presente en toda forma y a todo momento.
Tengamos bien presente que esos hermanos
desposeídos son Sagrarios del Espíritu Santo que
merecen al menos una Tienda de Encuentro con el
Amor Divino.
5. Vestir al desnudo.
A menudo nos encontramos con hermanos que
están sucios, vestidos con harapos o se encuentran
desnudos, viéndose disminuida su dignidad de hijos
de Dios. Ayudémosles a recobrarla brindándoles una
vestidura limpia y respetable, que les permita
reencontrar al Señor en la bondad de los demás.
6. Visitar a los encarcelados.
Cada mañana nos levantamos y corremos a
nuestro trabajo o estudio. Probablemente NO
pasemos frente a alguna cárcel, pero SI sabemos que
son parte de nuestra convivir y en el que muchos de
nuestros hermanos (que seguramente, quizás, se
equivocaron feo en la vida) sufren la soledad y la
indiferencia. Nuestra Santa Madre Iglesia nos llama a
llevarles, no solo cosas materiales, sino el cariño de
toda la comunidad a cada uno de ellos, para que
sientan parte del rebaño del Único Pastor
encontrándose con ÉL.
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7. Rogar a Dios por los vivos y los difuntos.
Como ya vimos, la ORACIÓN es una charla con
Papá Dios, un encuentro con ÉL. Por eso es tan
importante que a ese encuentro lo tengamos seguido
para poder pedirle por todas las necesidades que
tenemos, por las de los demás y sin olvidarnos de los
que ya partieron y están en SU Presencia. Sabemos
que este mundo que habitamos está lleno de
desigualdades y justamente por eso es muy necesaria
nuestra ORACIÓN.
Cada oración es una intercesión, y el Señor nos
pide que oremos unos por otros para mantenernos
firmes en la Fe.
7. Enterrar a los muertos.
Sepultarlos no significa olvidarlos, por el
contrario, esta obra de Misericordia Corporal nos
lleva a la obra de Misericordia Espiritual que nos
invita a rezar por los vivos y los muertos. Al
enterrarlos, NO olvidemos que es nuestro deber
visitarlos y mantener sus sepulturas en buen estado,
en ellas se contienen los restos mortales de aquellos
que fueron Templo del Espíritu Santo. Lo más
importante es orar siempre por ellos.

La Misericordia Divina es INFINITA, pero la podemos LIMITAR con nuestra FALTA de confianza en Dios o
nuestra FALTA de Misericordia con el prójimo.
Jesús ENTREGA, Su Corazón herido pero lleno de infinita Misericordia en nuestras manos... ¿Como
respondemos?

AL SAGRADO CORAZÓN – Maxi Larghi

CONFÍO EN VOS

https://youtu.be/9xPEKhjDHck

Confío en vos corazón en Belén

Confío en vos corazón de mi Rey
Confío en vos corazón en la Cruz,
Confío en vos corazón en Getsemaní.

Cómo tanto amor pudo estar en un solo latir,

Cómo tanto amor sólo para mí,
Cómo tanto amor pudo estar en un solo latir,
Cómo tanto amor solo para mí.