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ANÁLISIS DE LOS RASGOS DE COHERENCIA

RESUMEN, TEMA Y ESTRUCTURA DEL TEXTO

La coherencia es la propiedad por la cual el texto se muestra como una unidad


informativa que permite percibir su significado global.
La coherencia se refiere al contenido global del texto: el emisor lo construye creando
un mensaje unitario con el propósito de ceñirse a un tema concreto y transmitir una o
varias ideas determinadas. Así pues, es posible que en un texto se introduzcan ideas
secundarias e incluso divagaciones; sin embargo, todas ellas deben estar al servicio
de la idea principal que desea comunicar el emisor.
Al interpretar el texto, el receptor capta esa "unidad de sentido" a la que se subordinan
todos sus componentes y que recibe el nombre de tema.
Si el texto tiene cierta extensión, el tema aparece articulado en sucesivos párrafos o
secuencias de significado. Cada párrafo añade información nueva relacionada con el
tema del texto e implica la anterior. Ello constituye la estructura interna del texto, que
está formada por las distintas partes o unidades de contenido que lo conforman y que
no necesariamente coinciden con el número de párrafos o estructura externa.

1. EL RESUMEN
Resumir consiste en seleccionar las informaciones más importantes y reorganizarlas
luego en un nuevo texto redactándolas con tus propias palabras y de manera más
breve.
Al resumir un texto tratamos de determinar qué dice. Para ello se debe:
1- Seleccionar las ideas más importantes.
2- Dejar de lado las ideas secundarias y los ejemplos.
3- Determinar cuál es la tesis o idea que defiende el autor del texto sobre el tema
que trata.
4- Redactar el nuevo texto con las propias palabras y en presente de indicativo.
Debe evitarse "cortar y pegar" frases del texto original.
5- Ser breve. Se debe tener en cuenta que, por regla general, el resumen no
debe ocupar más de un tercio del original.
6- No incluir la opinión personal sobre el tema que se trata. El punto de vista
que se debe adoptar es el de un observador imparcial que se limita a reseñar lo
que dice el texto.

Así pues, en primer lugar, hay que extraer las ideas principales; a continuación, hay
que redactar el resumen. A la hora de hacerlo se puede optar por dos sistemas:
a. Seguir el mismo orden de exposición de las ideas que hay en texto original.
b. Partir de la tesis y organizar las ideas según su importancia.
 Procura redactar el resumen en un solo párrafo, sin puntos y aparte, y no emplear
más de tres o cuatro oraciones sencillas y comprensibles; tampoco menos: no te
empeñes en hacer una única oración complejísima y llena de comas y
subordinadas, donde resumas todo el texto.

 Es fundamental que redactes un borrador del resumen y trabajes sobre este


borrador quitando o cambiando palabras, comprobando la ortografía y la
redacción, evitando repeticiones, etc. Cuanto más taches, transformes y
reflexiones sobre el borrador, mejor será la respuesta final.

HAY QUE EVITAR:


► Las repeticiones de ideas, informaciones o palabras.

► El empleo de expresiones o términos que aparezcan en el texto; se trata de


utilizar tu propio vocabulario, no de hacer «recortes».

► Las valoraciones personales o las fórmulas del tipo me parece..., creo que...,
en mi opinión..., etc.

► Incluir informaciones que no aparezcan en el texto, aunque sean ciertas y estés


seguro de ellas. Limítate a lo que se expone en el fragmento sin añadir nada
más.

► Adoptar un tono coloquial, o emplear la primera o segunda persona (si leemos


el texto...; te das cuenta de que...). No uses tampoco abreviaturas, ni hagas
una redacción de tipo esquemático.

► No empieces “el texto trata/ nos habla de; “el autor explica/cuenta…

2. EL TEMA
El tema debe recoger en un solo enunciado la idea central que se desarrolla en el
texto y que le otorga unidad.
Uno de los elementos que puede resultar muy útil para determinar el tema de un texto
es la distinción que los lingüistas establecen entre dos conceptos: tópico y foco.
El tópico es aquello sobre lo que se habla y que o bien se explica al principio del texto
o bien el autor supone que ya conoce el receptor. Por el contrario, el foco es lo que se
dice sobre el tópico, o sea, es lo nuevo. El tópico es la información ya conocida,
mientras que el foco es la información nueva.
Pues bien, a la hora de identificar el tema del texto hay que tener en cuenta, sobre
todo, el foco, es decir, aquello que aporta el escrito, la información nueva.
3. LA ESTRUCTURA
Para analizar el esquema organizativo de un texto, se deberán tener en cuenta los
siguientes aspectos:
 Las partes temáticas del texto
 Las ideas principales y secundarias. La tesis y argumentación.
 La organización de estas ideas en el texto.

La explicación y descripción de la estructura interna de un texto debe atender a estos


aspectos y el comentario debe redactarse integrándolos.

 LAS PARTES TEMÁTICAS DEL TEXTO

En general, los textos expositivo-argumentativos suelen presentar las siguientes partes


temáticas:
 Introducción o planteamiento de la cuestión o el tema.
 Desarrollo (argumentación, ejemplificación o ampliación)
 Conclusión.
Al analizar un texto, hay que establecer y delimitar qué líneas o qué párrafos están
ocupados por cada una de las partes. Para ello, hay que tener en cuenta que el
párrafo es tanto una unidad de estructura externa y visual como una unidad de
contenido (en cada párrafo se suele desarrollar una idea o se matiza un aspecto del
tema tratado).

No todos los textos presentan este esquema, pero sí es muy habitual en los textos
expositivo-argumentativos.

 Pero en el análisis no te puedes limitar a indicar las líneas que ocupa cada parte
sino que, además, debes comentar la progresión temática y hacer referencia a
las ideas secundarias y los ejemplos que el autor emplea para conseguir su
objetivo.

 TESIS Y ARGUMENTOS

Al comentar las partes temáticas del texto hay que ir analizando cuál es la tesis que
defiende el autor y mediante qué argumentos lo hace.

Para localizar la tesis de un texto, hay que fijarse en el tema del mismo y en la
intención del autor (orientar la opinión o la conducta del receptor en un determinado
sentido)

 ORGANIZACIÓN TEXTUAL
Para determinar la organización textual, se debe observar el lugar que ocupa la tesis
expresada por el autor. Las estructuras más habituales en los textos expositivo-
argumentativos son las siguientes:

a. Estructura analizante o deductiva. La tesis va formulada al principio del escrito y


de ello se deducen una serie de consecuencias.

b. Estructura sintetizante o inductiva. La tesis cierra el escrito; varias ideas


conducen a la conclusión final.

c. Estructura de encuadre. La tesis se desarrolla a lo largo del texto, de tal modo


que éste se cierra con una reafirmación de la tesis, o una conclusión que procede
de ella.

TESIS TESIS

TESIS TESIS

Analizante Sintetizante De encuadre En paralelo

d. Estructura en paralelo. Una tesis se expresa por yuxtaposición a otra, bien


enfrentándolas directamente (horizontal) o bien oponiendo aspectos parciales de
cada una de ellas (vertical)

e. Estructura interrogativa. Una pregunta inicial se responde de varios modos a lo


largo del texto, o varias preguntas iniciales que se contestan con una sola
respuesta.

f. Estructura repetitiva. La misma idea se repite a lo largo de todo el texto de forma


idéntica, bajo lenguaje diferente, o bien añadiendo algún elemento nuevo cada
vez.

 TIPOS DE ARGUMENTOS

Los tipos de argumentos más habituales empleados en la defensa de una tesis son:

a. Datos y estadísticas. Su función es dar al argumento un carácter científico,


comprobable. Por ejemplo:

Insistimos sin parar en la necesidad de leer, y nos quejamos de que nuestros adolescentes no
leen, ni siquiera los universitarios.(...) Según el Eurobarómetro sobre participación en actividades
culturales, la población lectora en Suecia llega al 71,8%, en Finlandia al 66,2 y en Reino Unido al
63,2. En España, la cifra no supera el 52%, por detrás de Grecia y Portugal.

(La magia de leer, J.A. Marina y M. de la Válgoma).


b. Argumento de autoridad. Se acude a autoridades en la materia para incidir en un
argumento determinado. Este tipo de argumentación suele combinarse con la cita.
Por ejemplo:
Hace poco más o menos un año, con motivo de una desafortunada e insolidaria actuación del
alcalde de Milán respecto a unos albaneses, Umberto Eco se preguntaba en un artículo qué
puede hacerse como respuesta a tales comportamientos incivilizados.

(Educar para civilizar, Fernando Savater).

c. Citas. Por ejemplo:

Hay fenómenos que parecen aumentar por la acción del hombre. Razón por la cual tenemos que
asumir las consecuencias y efectos de unas decisiones que tomamos diariamente en relación al
habitat y a la historia. Debarati Sapir, directora del Centro para la Investigación en Epidemiología
de los Desastres de la OMS, explica que "parece que los fenómenos meteorológicos extremos
aumentan debido al cambio climático. Debemos acostumbrarnos a vivir más y más intensos
huracanes, inundaciones, sequías, olas de calor y temporales...".

(Una oportunidad para la solidaridad, José Luis Ferrando).

d. Analogías y ejemplos. Por ejemplo:

¡Nadie está ahí para defender a las futuras generaciones! (...) Parece como si la sociedad
estuviese ahora dominada por una población envejecida y conservadora. Sin embargo, no existe
otra riqueza que las personas, y cuando no hay gente, no hay futuro. (...) ¿Qué dirían los
ecologistas si, desde hace veinte años, la tasa de fecundidad de las ballenas hubiese bajado
hasta llegar a menos de la mitad necesaria para asegurar la renovación de la especie?"

(Los niños europeos, especie en peligro).

e. Experiencia personal. Aludir a la experiencia personal es muy habitual en las


columnas periodísticas, junto con las generalizaciones indiscutibles y el criterio
sapiencial, pues el autor intenta llegar al lector medio y no al especializado. Por
ejemplo:
Tengo todavía grabada en la retina la imagen de ese niño guerrillero africano, un chaval de quizá
once años con una camisa más grande que él y un aparatoso fusil ametrallador entre las manos.
Ese crío u otros niños como él causaron una masacre hace un par de semanas en Uganda"
(Armas, Rosa Montero).

f. Generalizaciones indiscutibles o verdades evidentes. El autor hace referencia


al sentido común, tratando así de ganarse al lector. Por ejemplo:

Que la lengua es un ser vivo, en proceso constante de cambio, es algo que ya sabíamos desde
la escuela. Que hay palabras que mueren, otras que nacen y otras que cambian de significado al
correr de los tiempos es sabido de todos.

(Newspeak, Elia Barceló)

g. Criterio sapiencial: refranes, proverbios, máximas, sentencias. En realidad, es


una variante del anterior. La diferencia está en que el punto de partida es una frase
conocida popularmente. Por ejemplo:
Quizá no somos todavía suficientemente conscientes de que hay millones de seres humanos que
corren serios riesgos de supervivencia debido a que su dependencia del agua es vital; ejemplos
de ello son tanto los millones de personas que viven en los deltas de los grandes ríos como el
proverbio hindú que dice: "el otro nombre de agua es vida".

(El agua es vida, Revista Muy Interesante).


h. Contraste de ideas. Se enfrentan dos tesis. El texto suele ser la respuesta a uno
anterior al que se opone, complementa o matiza. Por ejemplo:

No resulta fácil aceptar, desde una perspectiva antisexista, la hipotética conveniencia de volver a
los tiempos en que los chicos y las chicas se educaban por separado, tal y como parece
sugerirse en determinados foros de debate sobre temas educativos. Desde luego, las razones
que se avanzan, aunque respondan a problemas reales, no justifican semejante paso atrás; bien
al contrario.

(Chicos y chicas, El País).

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