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Claves para mejorar el día a día con rizartrosis

1. Eliga utensilios con una forma y peso apropiados. Por ejemplo, un cuchillo con un
mango más grueso resulta más fácil de sujetar y controlar. También suele ser más
sencillo escribir con un bolígrafo con punta de bola, que reduce la fricción entre el boli
y el papel.

2.Utilice aparatos eléctricos en la cocina. En las tareas que impliquen el uso intensivo
del pulgar, podemos ayudarnos de electrodomésticos como el exprimidor, el pelador, la
batidora o el abrelatas.

3.Libere las manos siempre que sea posible. Los expertos aconsejan no aguantar mucho
peso con las manos si sufrimos rizartrosis, por lo que un carrito o una bolsa que pueda
colgarse del hombro son una buena opción para hacer la compra o transportar las cosas.

4.Evite forzar el pulgar. Evita realizar movimientos repetitivos con este dedo durante
largos períodos de tiempo, como coser, escribir, cortar alimentos, etc., así como otros
gestos que causan gran estrés sobre la base del pulgar.

5.Sigua un programa de ejercicios personalizado. Sí es recomendable realizar ejercicios


específicos, siempre adecuándolos al diagnóstico y al grado de la lesión en cada caso.
En las fases iniciales, serán de potenciación y de fuerza, como flexionar y extender los
dedos sobre una mesa; tocar, con la punta del pulgar, cada uno de los dedos de una
mano, formando una ‘o’ cada vez; o mover el pulgar haciendo círculos grandes.

6.Aproveche lo que te rodea para ejercitar tus dedos. Podemos sacar partido a objetos de
nuestro entorno cotidiano para practicar ese tipo de ejercicios que mejorarán la
movilidad de los dedos: encender un mechero, sacar monedas de un monedero,
pulverizar un spray, enroscar y desenroscar tapas de diferentes tamaños, rodar, botar o
lanzar una pelota, teclear en el ordenador o dibujar.

7.Relaja tus manos en agua caliente. Se aconsejan, también para disminuir el dolor, los
baños de contraste (alternando agua fría con agua caliente) o aplicar hielo (nunca
directamente, por ejemplo dentro de un trapo) durante 15 minutos tres veces al día si
existe inflamación.

PAN-REUMOL, el baño termal


rehabilitador para manos
 
El dolor y la rigidez condicionan nuestra calidad de vida. Cuando se manifiestan de
manera persistente reducen nuestra movilidad y afectan a nuestro estado de ánimo.
Existe una gran diversidad de dolencias reumatoides y es el médico quien debe
establecer un diagnóstico preciso. Sin embargo, cuando hablamos de dolor articular
normalmente nos estamos refiriendo a artritis o a artrosis, dos procesos que, aunque
diferentes, se manifiestan de manera similar, causando dolor y rigidez en las
articulaciones, así como pérdida de movilidad, sobre todo en aquellas que son más
móviles, como las de las manos y los pies.
 
Pan-Reumol, la Balneoterapia en tus manos
 
Ante este tipo de situaciones, convienen medidas complementarias para el abordaje
natural de la limitación funcional sin repercutir negativamente en otros aspectos de
nuestra salud. Reconocidos organismos como la European League Against
Rheumatism (EULAR) y la Osteoarthritis Research Society International (OARSI)
en casos de dolor articular recomiendan la aplicación local de calor y la
balneoterapia, métodos de eficacia probada.
 
El baño termal Pan-Reumol de Laboratorios Viñas reúne estas dos condiciones. Por
un lado, presenta la eficacia de activos como el sulfato de magnesio, extractos de tila,
caléndula y manzanilla que, disueltos en agua caliente, vitalizan las manos. Por otro,
proporciona el poder beneficioso del calor envolvente, con una agradable sensación
de bienestar. Se trata de una estrategia que puede llevarse a cabo en casa y una
alternativa más cómoda, eficaz y económica que los baños de parafina. Además, es
el complemento ideal del tratamiento antirreumático y rehabilitador de manos y pies.
 
Aplicación rápida y sencilla
 
- Elige un recipiente amplio en el que puedas colocar las manos o los pies y llénalo con
dos o tres litros de agua caliente –entre 37 y 41ºC-.
 
- Añade el contenido de un tapón del baño Pan-Reumol y remueve para que se
mezcle bien.
 
- Sumerge las manos o los pies poco a poco. Cuando ya lleven dos o tres minutos en el
agua, haz pequeños movimientos con las manos. Ve ampliándolos hasta llegar a
frotártelas con un ligero masaje.
 
- El baño debe durar, en total, entre cinco y seis minutos. Este tiempo será suficiente
para que notes sus beneficios. Seca bien con una toalla suave, sin frotar.
 
Para aprovechar al máximo las propiedades de su formulación es conveniente realizar
el baño dos veces al día, al levantarse por la mañana y antes de acostarse, un mínimo
de diez días seguidos.
 
Es muy recomendable completar el baño aplicando después Fisioreumol, la crema para
masaje con Árnica y componentes análogos a Pan-Reumol de Laboratorios Viñas, que
prolonga los beneficios del baño y mejora la movilidad y el estiramiento articular.
 

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