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1. La teoría de las ideas de platón.

Tradicionalmente se ha interpretado la teoría de las Ideas de la siguiente manera: Platón


distingue dos modos de realidad, una, a la que llama inteligible, y otra a la que llama sensible.
La realidad inteligible, o "Idea", es inmaterial, eterna, siendo, por lo tanto, ajena al cambio, y
constituye un arquetipo de la otra realidad, la sensible, constituida por lo que ordinariamente
las "cosas", y que tiene las características de ser material, corruptible, (sometida al cambio, esto
es, a la generación y a la destrucción), y que resulta no ser más que una copia de la realidad
inteligible. La primera forma de realidad, constituida por las Ideas, representaría el verdadero
ser, mientras que de la segunda forma de realidad, las realidades materiales o "cosas",
hallándose en un constante devenir, nunca podrá decirse de ellas que verdaderamente son.
Además, sólo la Idea es susceptible de un verdadero conocimiento o "episteme", mientras que
la realidad sensible, las cosas, sólo son susceptibles de opinión o "doxa”.

2. La física de Aristóteles.

El sentido principal y básico de “physis” es el que hace referencia a los “entes físicos”, el ente
que se mueve o cambia por sí mismo. En cambio un ‘ente técnico’ es un ente que no llega a ser
lo que es ‘por sí mismo’: los entes técnicos. Estos solo llegan a ser lo que son en el seno de un
saber técnico que los saca a la luz en un concreto proceso productivo. Y, dicho escuetamente,
¿qué es o en qué consiste para los entes naturales el movimiento o el cambio? Consiste en pasar
de la potencia al acto.

La siguiente tesis de la física de Aristóteles es: si los entes naturales estudiados por la ciencia
física son aquellos entes que por sí mismos se mueven (pasando de su ser en potencia algo
a serlo en acto) lo que debe averiguarse son las causas que explican ese movimiento o
cambio. Entonces los elementos de explicación del mundo (físico) son en último término las
causas del cambio en los seres naturales. Aristóteles concluyó que los seres naturales que
las causas del cambio que les es propio son cuatro: causa material, causa formal, causa
eficiente y causa final. Si consideramos que Aristóteles sostuvo sobre los entes naturales
puede decirse que de las cuatro causas, la “causa final”. El Orden mismo del mundo depende
de la causa final.
3. La ética del estoicismo

Para los estoicos el fin de la vida humana es el logro de la felicidad. Esto, dicen los estoicos,
requiere seguir lo que dicta la razón. Por lo que la felicidad sólo se consigue cuando nos
plegamos al Orden de la naturaleza: cuando nos conformamos con el “destino”. Debe entonces
aceptarse con resignación lo inexorable, lo que nos viene. El sabio estoico es el que soporta sin
inmutarse tanto lo bueno como lo malo que le sucede. Por otra parte algo que contribuye
notablemente a la consecución de la vida feliz es lograr a la vez la “apatía” (la ausencia de
pasiones) y la “ataraxia” (la imperturbabilidad).

Aunque los estoicos no desarrollaron una “filosofía política”; formularon la tesis de que hay un
único e idéntico “derecho natural”, es decir, una ley sociopolítica que emana de la propia
Naturaleza.

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