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ARBITRAJE BAJO EL REGLAMENTO DE ARBITRAJE DE LA COMISIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS
PARA EL DERECHO MERCANTIL INTERNACIONAL
(REGLAMENTO UNCITRAL)
Demandantes
Demandada
___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________
15 de mayo de 2017
Representante de la Demandada
ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN .............................................................................................................. 1
II. RÉPLICA A LA CONTESTACIÓN DE LAS DEMANDANTES......................................... 1
I. INTRODUCCIÓN
3. Las Demandantes sostienen la validez del acuerdo de arbitraje invocado al afirmar que
el mismo cumple con los elementos existencia y validez de los actos jurídicos, de
conformidad con el artículo 1794 del Código Civil Federal. Esta conclusión sólo puede
sostenerse a partir de un análisis parcial y aislado, descontextualizando la cláusula de
arbitraje mencionada.
4. En efecto, al analizar la validez del acuerdo de arbitraje (cláusula 45), el tribunal arbitral
no puede pasar por alto lo dispuesto en la cláusula 46 siguiente, que establece que las
partes acordaron someter sus disputas a la competencia de los tribunales de la Ciudad
de México.
5. Incluso, las propias disposiciones legales citadas por las Demandantes permiten
demostrar que, en el presente caso, hace falta el elemento esencial (consentimiento
inequívoco) para que el presente arbitraje pueda tener lugar.
6. Queda fuera de la discusión que el punto de partida en derecho mexicano para que el
tribunal arbitral tenga competencia es el consentimiento inequívoco e indubitable de las
partes para someter sus disputas a arbitraje. Así lo dispone la tesis de rubro
ARBITRAJE. DEBE CONSTAR DE MANERA EXPRESA E INDUBITABLE LA
VOLUNTAD DE LAS PARTES PARA CELEBRARLO.
7. Aunque las Demandantes afirman que dicha tesis no es aplicable al caso concreto, lo
cierto es que se refiere al punto esencial de discusión. En efecto, la tesis en comento
señala la posibilidad que tienen las partes de sustraerse de la jurisdicción estatal para
someterse al arbitraje, siempre y cuando conste de manera expresa e indubitable,
1
ya sea que se trate de un acuerdo de arbitraje primigenio o la sustitución de una
cláusula atributiva de jurisdicción por una cláusula arbitral. En el presente caso, no
existe una voluntad expresa e indubitable para someterse a arbitraje en virtud de la
contradicción del consentimiento de las partes.
9. Así las cosas, el artículo 1803 del CCF citado por las Demandantes establece que “El
consentimiento puede ser expreso o tácito, para ello se estará a lo siguiente: I.- Será
expreso cuando la voluntad se manifiesta verbalmente, por escrito, por medios
electrónicos, ópticos o por cualquier otra tecnología, o por signos inequívocos.” La
contradicción en el alcance del consentimiento para arbitrar o para someter las disputas
a tribunales nacionales revela de manera evidente que no existe un consentimiento
otorgado a través de signos inequívocos.
10. Por su parte, el artículo 1795 CFF, prevé que “El contrato puede ser invalidado: I. Por
incapacidad legal de las partes o de una de ellas; II. Por vicios del consentimiento; III.
Porque su objeto, o su motivo o fin sea ilícito; IV. Porque el consentimiento no se
haya manifestado en la forma que la ley establece.” En este caso, no existe el
consentimiento expreso e indubitable de las partes para someter a arbitraje cualquier
disputa derivada del Contrato.
13. Contrario a lo manifestado por las Demandantes, la primera proposición de las cláusulas
se refiere al alcance de cada cláusula en función del tipo de disputas que serán objeto
de arbitraje y/o juicio respectivamente:
2
a) Cláusula 45: Para la interpretación, cumplimiento y ejecución de lo pactado en el
Contrato…
15. Así, en caso de controversia derivada del cumplimiento y ejecución del Contrato, las
partes se someterán a arbitraje, mientras que, en caso de controversia derivada del
cumplimiento y ejecución del Contrato, la partes se someterán a los tribunales de la
Ciudad de México.
17. Finalmente, el análisis de si los árbitros tienen jurisdicción (para determinar la imposible
coexistencia entre ambas cláusulas por la función que ejerce el tribunal arbitral y el juez
nacional) ha sido superado desde hace tiempo en el foro del arbitraje internacional, así
como en nuestro derecho mexicano, por lo que resulta ocioso hacer la distinción del
concepto procesal de “jurisdicción” y “competencia”.
18. En efecto, sin que ello implique hablar de la existencia de una “jurisdicción arbitral”,
nuestros tribunales han reconocido desde hace tiempo que los árbitros ejercen una
función materialmente jurisdiccional, a través de un procedimiento en donde se debe
respetar las formalidades esenciales del procedimiento, tal como ocurre en el caso de la
jurisdicción ordinaria:
3
ARBITRAJE. ES UNA INSTITUCIÓN CONVENCIONAL PARA RESOLVER
LITIGIOS MEDIANTE UN LAUDO.1
El arbitraje es una institución que nace del pacto expreso de dos o más partes para
resolver las controversias que surjan o hayan surgido, mediante un procedimiento
legal o específico que debe respetar las formalidades esenciales del
procedimiento, atribuyendo a un tercero la facultad de resolver el litigio existente
mediante un laudo, que tendrá fuerza vinculatoria para ambas partes, como si
hubiera resuelto un Juez del Estado; por la voluntad de las partes el tercero se
convierte en Juez de esa controversia específica, cuya facultad queda limitada a
resolver sobre lo que se le encomienda y que no está reservado al Juez estatal. El
árbitro realiza una actividad materialmente jurisdiccional, pero carece de
imperium para ejecutar, por lo que debe ser auxiliado por el órgano estatal. El
arbitraje es de naturaleza convencional, porque se finca en la autonomía de la
voluntad, con sustento en la libertad contractual de las partes, solamente que su
objeto específico es otorgar facultades a un tercero para resolver una controversia
que puede ser sustraída del ámbito jurisdiccional estatal; de modo que por su propia
finalidad el pacto arbitral necesariamente contiene o remite a un procedimiento. El
laudo que se dicta es materialmente un acto jurisdiccional, que resulta
vinculatorio para las partes contendientes, puesto que se sometieron a la decisión de
un tercero en ejercicio de la autonomía de su voluntad, que ha sido libre in causa, lo
que le confiere fuerza de obligar. El artículo 1416, fracción II, del Código de Comercio
define al arbitraje como cualquier procedimiento arbitral de carácter comercial, con
independencia de que sea o no una institución arbitral permanente ante la que se
lleve a cabo.
19. Además, las Demandantes desconocen por completo el efecto negativo del acuerdo de
arbitraje, por virtud del cual, un acuerdo de arbitraje necesariamente colisiona con una
cláusula atributiva de jurisdicción.
20. Por virtud del efecto negativo del principio competence-competence, ningún tribunal
judicial tendría jurisdicción para conocer de una disputa en presencia de una cláusula de
arbitraje. Por ello, la colisión de competencias y facultades del juez y el árbitro son
1 Época: Novena Época Registro: 162221 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo XXXIII, Mayo de 2011 Materia(s): Civil Tesis:
I.3o.C.934 C Página: 1018.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo en revisión 195/2010. Maquinaria Igsa, S.A. de C.V. y otra. 7 de octubre de 2010. Unanimidad de
votos. Ponente: Neófito López Ramos. Secretario: José Luis Evaristo Villegas.
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evidentes para el caso de que las partes hayan acordado someter las mismas disputas
a arbitraje y a la jurisdicción de tribunales nacionales.
21. Por todo lo anterior, es falso que las partes hayan querido someter sus disputas a
arbitraje por encima de la jurisdicción ordinaria. En efecto, la literalidad de las cláusulas
evidencia que las mismas disputas (cumplimiento y ejecución del contrato) deberán ser
sometidas al mismo tiempo a arbitraje y a la jurisdicción de los tribunales de la Ciudad
de México, lo cual es, bajo derecho mexicano, irreconciliable.
22. Claramente, no existe ningún elemento en la literalidad de las cláusulas que permita
construir una interpretación en la que ambas cláusulas coexistan.
En caso de ambigüedad, sólo debe darse efecto al arbitraje si hay elementos que
así lo permitan.
23. Las Demandantes afirman erróneamente que, en caso de ambigüedad, debe darse
efecto al arbitraje. Sostener lo anterior implicaría desconocer el principio reconocido por
nuestro derecho de que la remisión al arbitraje debe constar de manera expresa e
indubitable.
24. Así queda reconocido en el comentario al artículo 7 de la Ley Modelo citado por las
Demandantes2. En dicho comentario, se establece textualmente:
“Examples of that later trend can be found in two decisions of the German Federal
Court of Justice relating to contracts in which were inserted seemingly contradictory
dispute resolution clauses, one providing for arbitration and the other providing for the
exclusive jurisdiction of the courts of a designated jurisdiction. Rather than concluding
that the parties had not validly undertaken to resort to arbitration -which would be the
logical conclusion in a jurisdiction requiring an unequivocal expression of the
parties’ intention (135) the court interpreted giving effect to both…”
25. Considerando que nuestro derecho requiere la expresión inequívoca e indubitable del
consentimiento para arbitrar, el propio comentario refuerza la conclusión de que, en
nuestro caso, “the parties had not validly undertaken to resort to arbitration.”
26. La misma solución es consistente con la interpretación adoptada por otros tribunales
judiciales, al establecer que:
2 Nota al pie número 19 del Escrito de Contestación a la Competencia.
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27. En ese contexto, no existe ningún elemento que permita sostener la coexistencia de
ambas cláusulas, puesto que (i) su literalidad prevé que las mismas controversias serán
sometidas a dos mecanismos de solución de disputas diferentes (arbitraje y jurisdicción
ordinaria), (ii) los cuales se excluyen por naturaleza y, además, (iii) las partes
renunciaron expresamente a cualquier otro mecanismo en cada caso.
28. En ese contexto, sobra referirse a la argumentación relativa a que (i) el conjunto de
disposiciones legislativas del derecho mexicano privilegia el método de solución de
controversias que libremente convengan las partes y (ii) que la costumbre en contratos
internacionales establecería el arbitraje como mecanismo de solución de controversias:
si no existe el elemento del consentimiento expreso e indubitable otorgado por las
partes, no puede obligarse a ninguna de ellas a someterse a un arbitraje
independientemente de que la legislación aplicable permita la sumisión a arbitraje
o de lo que disponga cualquier otro uso en el ámbito de que se trate.
29. Las Demandantes afirman que Proconsumo omitió hacer la distinción entre “nulidad” e
“ineficacia” del acuerdo de arbitraje. En primer lugar, a ningún efecto práctico nos lleva
3 PCP-D-18 : « Sont manifestement contradictoires la clause prévoyant la constitution d’un tribunal arbitral et
celle attribuant compétence à la juridiction étatique, toutes deux insérées dans un contrat de crédit-bail
immobilier, alors qu’aucun autre élément que la présence d’une clause d’arbitrage dans un contrat signé
antérieurement n’est invoquée par les intimées pour établir l’intention alléguée des parties de conférer un
caractère subsidiaire à la seconde.
En présence de cette contradiction, aucune des clauses susvisées n’a vocation à recevoir d’application et le
litige doit être soumis, conformément au droit commun, au tribunal du domicile des défendeurs. »
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desarrollar la distinción de conceptos que son del conocimiento de todos los
involucrados en el presente procedimiento, puesto que de conformidad con lo dispuesto
por el artículo 1424 del Código de Comercio el efecto en cualquier caso es el mismo: “el
Juez al que se someta un litigio sobre el asunto que sea objeto de un acuerdo de
arbitraje, remitirá a las partes al arbitraje en el momento en que lo solicite cualquiera de
ellas, a menos que se compruebe que dicho acuerdo es nulo, ineficaz o de
ejecución imposible.” Al respecto, las Demandantes pasaron por alto la argumentación
relativa al criterio ARBITRAJE MERCANTIL. CRITERIOS PARA DETERMINAR LA
INEFICACIA DEL ACUERDO DE4.
30. En segundo lugar, Proconsumo difiere en cuanto a que el análisis de la competencia del
tribunal arbitral, no puede basarse en un “análisis de conveniencia alegada por una
parte”, desconociendo por completo la falta del elemento esencial consistente en el
consentimiento expreso e indubitable.
32. De este modo, la única consecuencia es que el órgano competente para conocer de
cualquier disputa será determinado en función de la regla general de competencia
contenida, virtualmente, en todos los derechos de tradición civilista (civil law): esto es, el
juez del domicilio del demandado. Es falso que se genere una incertidumbre jurídica o
que implique una denegación de justicia.
33. Definir como “desastrosa” esta conclusión, implicaría calificar de la misma manera a
todos los actos jurídicos en los que las partes no hacen el señalamiento del juez
competente para conocer de sus disputas. En todo caso, puede ser una conclusión
desastrosa para la pretensión de las Demandantes de vincular a Proconsumo a un
procedimiento de arbitraje en total ausencia de un consentimiento expreso e indubitable
para arbitrar sus disputas. No obstante, la conveniencia no puede sustituir al elemento
esencial del consentimiento indubitable necesario para someter a arbitraje una disputa.
34. Siguiendo con los propios calificativos de las Demandantes, el que el tribunal arbitral
determine que tiene competencia para conocer del presente arbitraje en presencia de
una cláusula de arbitraje nula y/o ineficaz, sería desastroso para la finalidad y
4 Memorial de Objeciones a la Competencia, pág. 15.
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ejecutabilidad del eventual laudo que determine que existe un consentimiento expreso e
indubitable de las partes para arbitrar sus disputas al amparo del Contrato.
36. En primer lugar, Proconsumo niega que el sólo hecho de que SCA haya notificado a
Proconsumo sería un elemento para considerarla parte del procedimiento y, mucho
menos, parte del acuerdo de arbitraje invocado. Es un hecho irrefutable que SCA no
participó en la constitución del tribunal arbitral por no haber sido aceptada su
participación en dichas diligencias por el Juez 65 de lo Civil en la Ciudad de México por
no ser parte del Contrato.
37. De ser cierta la tesis de que SCA es cesionaria de Sancela, la única parte legitimada
para promover dichas diligencias de jurisdicción voluntaria, y en todo caso en el
presente arbitraje, habría sido SCA y no Sancela puesto que de conformidad con lo
dispuesto por el artículo 2029 del CCF, de haberse operado la cesión, Sancela no
tendría ningún derecho para reclamar el cumplimiento de ninguna obligación cedida,
sino únicamente el cesionario. Así lo confirma el siguiente criterio:
Conforme a lo dispuesto por el artículo 2029 del Código Civil para el Distrito Federal,
el cesionario se subroga en los derechos y obligaciones del cedente, sin modificar la
relación jurídica originaria; por lo que toda obligación contraída por el cedente en la
relación jurídica primigenia, pasa a ser del cesionario, pues por virtud de la cesión
éste se sustituye en el cedente.
5Tesis: I.11o.C.23 C. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Novena Época 186340 Tribunales
Colegiados de Circuito Tomo XVI, agosto de 2002 Pag. 1252 Tesis Aislada(Civil) Tomo XVI, Agosto de 2002.
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Amparo directo 68/2002. GSP e Ingenieros Asociados, S.A. de C.V. 14 de marzo de
2002. Unanimidad de votos. Ponente: María del Carmen Sánchez Hidalgo. Secretario:
Fidel Quiñones Rodríguez.
38. Por tanto, es claro que ninguna cesión ha operado, ni siquiera a los ojos de las
Demandantes.
40. Aun cuando negamos que dicha cesión haya operado, según demostramos más
adelante, el propio criterio citado por las Demandantes de rubro ARBITRAJE.
CORRESPONDE A LAS AUTORIDADES JUDICIALES O A LOS ÁRBITROS ANALIZAR
LA EXISTENCIA Y EFICACIA DEL ACUERDO DE LA TRANSMISIÓN A TERCEROS,
establece que la mera cesión de derechos no implica, por sí misma, la transmisión del
acuerdo de arbitraje, puesto que habrá que atender a si se prestó el consentimiento
necesario en el caso concreto para concluir que el no signatario o cesionario queda
vinculado a dicho acuerdo de arbitraje, tal como demostramos en los párrafos
siguientes:
6 Anexo PCP-D-19.
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42. En todo caso, aun cuando en el primer párrafo maliciosamente se define a Sancela, S.A.
de C.V. como “SCA”, es irrefutable que dicha comunicación fue suscrita y notificada por
el Lic. Raúl Martín Briones Valdivia, Director de Ventas Centroamérica de SANCELA,
S.A. DE C.V. y no por SCA:
43. Consecuentemente, de ser cierta la tesis de que SCA es cesionario del Contrato,
únicamente SCA habría podido notificar cualquier terminación. El hecho de que Sancela
haya decidido firmar dicha carta revela que, desde su perspectiva, nunca hubo ninguna
cesión del Contrato y que seguía siendo Sancela la única con derecho para reclamar el
cumplimiento de cualquier obligación derivada del Contrato.
44. Ello es congruente con el hecho de que Sancela venga a este procedimiento como
Demandante a exigir el cumplimiento de las obligaciones derivadas del Contrato. De ser
cierta la tesis de la cesión, Sancela no habría venido como Demandante.
45. La necesidad de que Sancela aparezca como Demandante y haya promovido las
diligencias judiciales para constituir el tribunal arbitral bajo el acuerdo de arbitraje
invocado revela que las Demandantes tienen plena conciencia de que (i) no existió
ninguna cesión y Sancela sigue siendo la única titular del derecho para reclamar
cualquier obligación derivada del Contrato y (ii) SCA no está vinculada ni al
Contrato, ni al convenio de arbitraje invocado.
46. Lo anterior demuestra que las Demandantes se están valiendo de una confusión
deliberada entre sociedades distintas para instaurar el presente procedimiento en
presencia de una cláusula de arbitraje nula y/o ineficaz y con una sociedad que no
es parte, ni del Contrato, ni del acuerdo de arbitraje invocado.
10
49. Contra esta resolución SCA promovió recurso de revisión y obtuvo la revocación de
dicha Licencia de Distribución con el único argumento formal consistente en que la
Licencia se otorgó de manera exclusiva, sin que Proconsumo la hubiere solicitado de
esa manera.
7 Anexo PCP-D-20.
8 Anexo PCP-D-21.
9 Anexo PCP-D-22.
11
50. Proconsumo impugnó dicha revocación a través del juicio de nulidad correspondiente,
mismo que continúa en trámite al día de hoy.
51. Como quiera que sea, el que SCA sea cesionaria del Contrato no constituye un hecho
controvertido que haya sido resuelto por las autoridades hondureñas, ni en el
procedimiento de revocación, ni en el juicio de nulidad.
52. Todo lo anterior, revela que SCA no es cesionaria de Sancela, puesto que las relaciones
de distribución se han establecido a través de instrumentos y actos jurídicos diferentes.
53. En consecuencia, no existe ninguna base fáctica, ni jurídica, para considerar que SCA
es parte del acuerdo de arbitraje invocado y, mucho menos, que exista un acuerdo de
arbitraje válido y vinculante entre SCA y Proconsumo.
54. Contrario a lo que la parte actora ha peticionado sobre la emisión de un laudo final, es
necesario y conveniente que el Tribunal Arbitral emita un laudo parcial donde se
pronuncie sobre su propia competencia y consecuentemente se dé por terminado el
presente procedimiento antes de obligar a las partes a argumentar sobre el fondo del
asunto.
55. En la Orden Procesal No. 1, específicamente en el apartado “XII. Laudos”, las partes
otorgaron al Tribunal Arbitral las facultades necesarias para emitir un laudo parcial,
provisional o total, por lo tanto, el Tribunal Arbitral está facultado para ello10.
56. Por otro lado, es necesario que previo al análisis sobre el fondo de la disputa, el Tribunal
Arbitral resuelva esta cuestión procedimental, pues prolongar el pronunciamiento sobre
la competencia del Tribunal Arbitral hasta el dictado de un laudo final supondría un
gasto excesivo e innecesario de tiempo que no llevaría a ningún fin útil.
57. En ese sentido, el artículo 15 de las Reglas prevé que el tribunal arbitral podrá dirigir el
arbitraje del modo que considere apropiado, siendo que es práctica generalmente
10 Así lo dispone la tesis de rubro PROCEDIMIENTO ARBITRAL. PUEDEN DICTARSE LAUDOS
12
aceptada, que el tribunal debe conducir el procedimiento de la manera más eficiente en
términos de tiempo y costo.
59. Así lo establecen los criterios generalizados emitidos por diversas instituciones
administradoras de arbitraje, a través de sus recomendaciones para controlar el tiempo
y costo en los procedimientos arbitrales, mismas que pueden ser perfectamente
invocadas y adoptadas por el tribunal arbitral.
60. Por ejemplo, el Reporte de la CCI para controlar tiempos y costos del arbitraje, sugiere
que la bifurcación debe ser considerada por el tribunal cuando genuinamente resulte en
una resolución más eficiente del caso.
61. Incluso, el Boletín de la CCI relativo a decisiones de bifurcación11 resulta muy ilustrativo
en cuanto a los estándares para decidir bifurcar un arbitraje. Según este reporte:
11 Anexo PCP-D-23.
12 PCP-D-23, pág. 3.
13
62. El tribunal arbitral podrá apreciar que se cumplen todas las circunstancias en las que la
bifurcación se considera conveniente:
63. En ese contexto, no tiene ningún sentido obligar a las partes a litigar sobre el fondo, en
presencia de una expectativa legítima y seria de que el tribunal resolverá la falta de
jurisdicción por la nulidad y/o ineficacia del acuerdo de arbitraje y por la imposible
vinculación de SCA al acuerdo de arbitraje invocado. Es claro que dicha decisión
volvería superfluas las etapas procesales siguientes.
64. Por todo lo anterior, resulta necesario que las objeciones a la competencia sean
decididas en un laudo parcial antes de obligar a las partes a alegar sobre el fondo.
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13 Ya las Demandantes anunciaron que sus reclamaciones sobre el fondo consisten en unos supuestos daños
14
IV. PRETENSIONES
b) Que SCA no tiene legitimación para iniciar ni formar parte de ningún arbitraje en contra
de Proconsumo, por no existir ningún convenio de arbitraje válido entre SCA y
Proconsumo.
c) Que SCA no tiene legitimación para iniciar ni formar parte del presente procedimiento en
contra de Proconsumo, en virtud de que SCA nunca ha requerido a Proconsumo la
iniciación de ningún procedimiento de arbitraje al amparo de la cláusula de arbitraje
invocada por Sancela y no puede ser añadida al presente procedimiento bajo ninguna
figura.
En consecuencia,
d) Que el Tribunal Arbitral declare en un laudo parcial que no tiene competencia para
conocer de ninguna reclamación presentada por las Demandantes y dé por terminado el
presente procedimiento.
e) Que las Demandantes sea condenadas a pagar a Proconsumo los costos del arbitraje,
incluyendo los honorarios del tribunal arbitral y los gastos razonables de representación
legal de Proconsumo.
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