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Curioso: Cristo nos dio ejemplo, jamás llamó a su Padre por su nombre, sino que por respeto lo
llamaba PADRE y en varios evangelios podemos evidenciar que para dirigirse a Dios lo llamaba
Padre, por tal razón no existe una sola cita bíblica donde Jesús haya dicho que llamemos a Dios
Jehová o Yavé, lo que sí podemos garantizar es que la biblia enseña que para dirigirnos a Dios
digamos Padre, (por ejemplo, ver Lucas 11,1…el Padrenuestro).
De la misma manera la palabra SEÑOR fue aceptada por el pueblo del Nuevo testamento,
también Roma, incluso Jesús y los apóstoles usaron también la palabra Señor.
Cuando viene el Papa Benedicto invita nuevamente al pueblo y las religiones creyentes a usar un
nombre ecuménico (Señor) que ya había comenzado a usarse antiguamente. ¿Y de donde se
inspiró el Papa Benedicto?, respuesta: basándose del pasaje bíblico de Deuteronomio 6,4 el cual
dice: “Escucha Israel, el Señor nuestro Dios uno solo es”.
Observaremos otro dato bíblico el cual conlleva a determinar el verdadero nombre de Dios. Y es
que varios profetas de la biblia tenían que ver con el Señor porque sus nombres terminaban en
“ía” con una “s” al final, como por ejemplo: Elías, Isaías, Ezequías, Ananías, Zacarías, Malaquías,
Sofonías, y hasta Jesús lo llamaban Mesías. Esta partícula o infinitivo observada al final de los
nombres de los profetas tenían un poco del nombre de Dios, es decir, la partícula “ía” tiene
tendencia fonética al sonido “ya”, y el sonido Yavé se escribe con “y” y esta consonante se lee
como vocal “i”, por ejemplo, la palabra “araguaney” (lo cual es un árbol), termina en “y” pero se
lee como “i” de esta manera: “araguanei”. Tratemos de captar los siguientes ejemplos:
Mesías (es decir Jesús) significa el ungido de Yavé, debido a que etimológicamente se desglosa de
la siguiente manera:
Mes = “ungido de”
“ía”(s)= “significa “Ya” o “Jah”.
Mes-ía-s = ungido de Yavé.
Nótese que si Dios se hubiese llamado Jehová: entonces las alabanzas a Dios no sería “Aleluya”
sino “Aleluje”, pues el infinitivo “je” que está al final de Aleluje proviene de la palabra Je-hová, a lo
que concluimos con certeza que los profetas erróneamente pasarían a llamarse de esta manera:
Por esta razón la iglesia católica concluye sólidamente que todos estos profetas tenían que ver
con Dios, porque tenían un poquito de su nombre, pues le pertenecían, eran sus ungidos, sus
escogidos, sus sagrados, sus santos. El hallazgo de la iglesia católica y el apoyo de los avances
arqueológicos basados en estos datos encontrados, determinan en definitiva que el verdadero
nombre de Dios es Yavé debido a la traducción más exacta del hebreo, fundamentándose además
que los profetas tenían que ver con el Padre eterno.
OTRAS IDEAS
En el nuevo testamento podemos encontrar que nuestro Señor Jesucristo nunca llamó a Dios
Padre por Jehová pero tampoco Yavé, tampoco los apóstoles; lo que enseña que el nombre de
Dios realmente es sagrado. No obstante, el nuevo testamento, sus propios autores por respeto,
utilizaron un nombre ecuménico para dirigirse a Dios colocando “Señor”. (Ver Romanos 10,13 y
Hechos 2,21).
CONCLUSIÓN
La ciencia y la biblia determinan con certeza que el nombre de Dios es Yavé. Jehová deja de
usarse por considerarse una traducción incorrecta. “Yavé”, el verdadero nombre de Dios.
https://youtu.be/kixJyLPyREw
https://youtu.be/j0dUnVYsUoE
FIN