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Cultura inclusiva en perspectiva de educación

María Teresa Armero Caicedo ID 100037131

Yady Marina Guerrero ID 900012581

María Inés López Cuarán ID 100072725

Nubia Narváez Álvarez ID 100073756

Mg. Erika Gallego

Corporación Educativa Universitaria Iberoamericana

Maestría en Educación

2021
CULTURA INCLUSIVA EN PERSPECTIVA DE EDUCACIÓN

La escuela como espacio de trasformación social nos permite reflexionar de cómo se


puede desarrollar las diferentes experiencias de socialización, donde los estudiantes
construyen sus ideas, conceptos, percepciones y aprendizajes respecto a su propio mundo y
al mundo que los rodea; a partir de ello, la escuela es un lugar estratégico donde se fortalece
a la sociedad mediante sus prácticas y acciones comunitarias, que permiten compartir y
fomentar el crecimiento humano que representa el proceso formativo en los contextos
educativos, para que este sea pertinente en la cultura inclusiva, donde se trabajan con los
actores, maestro, estudiante y familia, abordando las trayectorias particulares de cada uno,
debemos reconocer la definición de la cultura inclusiva, “crear una comunidad segura,
acogedora, colaboradora y estimulante en la que cada uno es valorado, como el fundamento
primordial para que todo el alumnado tenga los mayores niveles de logro. Pretende
desarrollar valores inclusivos, compartidos por todo el profesorado, el alumnado, los
miembros del consejo escolar y las familias, que se transmitan a todos los nuevos miembros
del centro educativo” (Booth & Ainscow, 2002, p.16). “ Es aquí donde nace el derecho a la
igualdad, educación, libre expresión, donde se permita que el aprender del otro es un diario
vivir de experiencias que resulta siendo vital para las relaciones interpersonales y que nos
ayudan a construir la esencia de una comunidad, una cultura, un liderazgo , dando la
posibilidad de generar y de transformar o modificar sus códigos culturales que aporten a la
práctica de valores inclusivos y al reconocimiento de la diversidad para una adecuada
atención .

Cabe resaltar que una de las responsabilidades que se evidencian y reto en el


contexto educativo y en particular del profesor es hacer que se consoliden una nueva
cultura inclusiva donde se valore la diversidad , logrando un plan de acción para las
habilidades de cada uno de sus estudiantes, lo cual promueve que cada uno desarrolle
actividades según sus propias capacidades escolares y se amplíen espacios de interacción y
la colaboración donde se tenga en cuenta de manifiesto un clima de aceptación del otro.
En el contexto educativo se precisa la necesidad de atender a la diversidad,
profundizar en estudios desde diferentes áreas, pues generalmente se enfoca hacia la
educación de las personas con necesidades educativas especiales asociadas o no a las
discapacidades en cualquier contexto pero donde es importante afianzar y mejorar el
respeto hacia las particularidades de cada uno fortaleciendo la práctica docente, donde se
evidencia que puede generar y mejorar un mayor resultado “ya que ésta impulsa el
desarrollo y la transformación de la escuela haciendo posibles modificaciones y cambios
verdaderos, lo cual influye en el éxito de una institución que pretenda considerar la
diversidad (Valdés, López y Jiménez, 2019)”abriendo espacios que puedan generar logros
hacia una cultura inclusiva, con predominio de la asertividad, la comprensión y el respeto
mutuo.

Otro reto presente, se ve en cómo ir mejorando y rompiendo paradigmas frente a


las barreras de aprendizaje entre los diferentes grupos de estudiantes y los diferentes actores
del contexto la flexibilización de programas, servicio y especialidades aisladas que logre
trazar una meta en común que favorezca los valores que deben estar en consonancia con
las acciones que se van a realizar; el desarrollo de enfoques pedagógicos que permitan a los
alumnos aprender juntos; y el establecimiento de relaciones con los padres , la comunidad,
basada en los valores de la inclusión y que estas prácticas no sean de discriminación o
segregación, sino por el contrario perfile un mejor cultura inclusiva que se direccione como
“ formas de vidas que se expresan a través de los valores y la interacción de las personas,
no se conceptualiza como una “totalidad absoluta” que se perpetúa y determina los
comportamientos de sus integrantes, sino que es un “proceso dinámico”, en constante
cambio y transformación realizado por los integrantes de la comunidad, por sus historias,
ideología, contexto, acciones, creencias y valores Beneke & Cheatham, 2016; Plancarte,
2017; Hijonosa & Vázquez, 2018”.

Para todo esto no cabe duda que el reconocimiento y aceptación de la diversidad


hace parte de un elemento enriquecedor que garantiza transformaciones desde el
crecimiento personal y social para las instituciones educativas y donde se considera que la
educación debe promover la aceptación y valoración de la diversidad en todas sus
manifestaciones, siendo un desafío para los sistemas educativos con todos las actores que
intervienen y poder ir logrando que se potencialice una cultura educativa que sea
plenamente inclusiva, que se conciba colectivamente en el marco de la diversidad.

Para ello posibilitando que exista la participación y compromiso por la


transformación cultural, de las políticas públicas vigentes desde la última actualización en
el 2017 y las prácticas diarias de la comunidad educativa, la idea de transformar la
formación de los profesionales, como un proceso interior que logre mejorar algunas de
herramientas teóricas y prácticas , para comprender los elementos relacionados con los
derechos de las personas, las características distintivas en su desarrollo, tomar conciencia
de que no deben colocar límites, ni anticiparse a resultados, sin haber generado situaciones
de aprendizaje que favorezcan nuevas zonas de desarrollo en todos y cada uno de los
estudiantes, sin colocar en un primer plano sus condiciones físicas, intelectuales y
sensoriales, entre otras.

Este criterio asevera que en la realidad educativa actual se hace necesario


transformar los estilos y métodos en el proceso de enseñanza aprendizaje como el espacio
que propicia que los estudiantes asuman la educación de los niños desde prácticas
educativas inclusivas “La respuesta a las necesidades educativas especiales, desde la
perspectiva de la inclusión educativa, se basa según (Fernández & Ortega, 2016)”

Para finalizar en las prácticas educativas y como reto en la escuela es necesario


sensibilizar a la comunidad educativa en temas referentes a la inclusión a las trayectorias
diversas que se viven con los estudiantes, la práctica de un enfoque multidisciplinar que
comprometa a todos los miembros de la comunidad educativa, de manera que aporten en el
desempeño de todos los estudiantes; la práctica de valores inclusivos como el respeto, la
responsabilidad, la empatía por el otro, la solidaridad y el amor por la diferencia , donde se
oriente a la comunidad educativa hacia una mejor cultura inclusiva; como un gran elemento
enriquecedor donde la participación activa de los miembros de la comunidad educativa en
el proceso enseñanza-aprendizaje de los estudiantes logre ir reconociendo debilidades y
fortalezas del proceso de enriquecimiento de la cultura inclusiva .
Referencias

Suárez, C. C. (2009). Estudios sobre educación intercultural en Colombia: Tendencias y


Perspectivas. Memorias: revista digital de historia y arqueología desde El Caribe,
(10), 12. 358-375.

Fernández, I., Véliz, V., y Ruiz, A. (2016). Hacia una cultura pedagógica inclusiva:
Experiencias desde la práctica universitaria. Revista Electrónica Educare, 20(3). 1-
15.

Lasso, M. (2015). Cultura Inclusiva en la escuela. Revista para el aula, (14). 24-25.

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