Está en la página 1de 4

Tipos de azúcar y cuál es la más saludable

• Azúcar blanca
Es conocida como azúcar de mesa y la más empleada en repostería.
Para obtenerla se somete a un proceso químico para refinarlo, lo que
elimina el resto de la melaza. Según su presentación y tamaño del grano
puede variar al azúcar aperlada, la glass, la fina, etcétera.
Esta sería el tipo de azúcar menos saludable, ya que no tiene ningún
aporte nutricional, pero aumenta el riesgo de padecer sobrepeso,
obesidad y enfermedades metabólicas como diabetes tipo 2, afecciones
cardiovasculares, entre otras.

• Azúcar morena
Esta azúcar también es refinada e igualmente se obtiene de la caña de
azúcar o el betabel azucarero; sin embargo, después del refinamiento se
le añade posteriormente la melaza en la superficie, lo que le da el tono
acaramelado. Dependiendo del refinamiento que le den, puede ser más o
menos oscura y aunque tampoco es del todo saludable, conserva
algunos minerales, por lo que es más recomendable que el azúcar
blanca.

• Panela o mascabado
Se podría decir que es un tipo de azúcar moreno, aunque en su proceso
para obtenerla se muele la caña de azúcar para obtener el jugo, el cual
se extrae, filtra y decanta, después se somete a una cocción para que
pierda el agua por evaporación hasta obtener una textura melosa que se
deja enfriar y se solidifica en los pequeños granos.
A diferencia del azúcar blanca o morena es que no tiene aditivos
químicos en su proceso, por lo que conserva más nutrientes de la caña
de azúcar como como vitaminas A, B, C, D y E, magnesio, calcio, fósforo
y hierro, entre otros minerales y su aporte calórico es más bajo, pero
igualmente aporta calorías.

• Miel de abeja
Este producto obtenido de los colmenares aporta vitaminas, minerales,
fibra soluble y posee propiedades antiinflamatorias, antisépticas y
bactercidas; sin embargo, tiene un alto valor calórico que se relaciona al
aumento de la presión arterial, de la grasa corporal y hepática, de
colesterol y enfermedades derivadas del sobrepeso o la obesidad. Su
consumo debe ser moderado.
• Edulcorantes artificiales
Los edulcorantes se usan en muchos productos alimenticios etiquetados
como "sin azúcar", "para diabéticos" o "bajos en carbohidratos", pues se
absorben de forma más lenta que el azúcar y aportan la mitad de las
calorías que el azúcar blanca. La sacarina es uno de los edulcorantes
más antiguos que hay y se obtuvieron a partir de experimentos químicos,
aunque se ha ligado a algunos tipos de cáncer.
Algunos países prohibieron la sacarina, como Canadá y algunas regiones
de Estados Unidos, mientras que se advierten de consecuencias de
cólicos estomacales y diarrea en algunas personas.

• Eritritol
El eritrito es un alcohol de azúcar que se encuentra de forma natural en
frutas y alimentos fermentados. Posee entre 60 y 70 por ciento de la
dulzura del azúcar de mesa, aunque con menos calorías, además de que
no provoca una elevación en la glucosa después de consumirla ni causa
caries dentales.
Uno de los eritritoles más aconsejados es el "Monk Fruit" o fruta de moje,
que se ha considerado una de las opciones más sanas para sustituir el
aúcar. En los eritritoles también se encuentran productos derivados de la
hoja de stevia. Sin embargo, algunas empresas añaden grasas trans y
otros edulcorantes, por lo que podría ocasionar reacciones en el
estómago, diarrea, distensión, etcétera.

• Jarabe de arce
También conocido como maple, es un néctar que proviene de los arces y
su principal productor es Canadá. Las ventajas de este tipo de azúcar o
endulzante es que posee la mitad de calorías que el azúcar blanca,
además de que está compuesto de antioxidantes y tiene propiedades
antiinflamatorias, por lo que resulta una buena opción para endulzar las
comidas.

• Azúcar de coco
Es un endulzante natural muy empleado en las culturas asiáticas,
considerado saludable debido a su alto contenido de minerales como
hierro, magnesio y zinc. También es rico en enzimas, por lo que es más
fácil de asimilar por el organismo, posee ácidos grasos de cadena corta,
antioxidantes, polifenoles y ácido glutámico. Gracias a la inulina, un tipo
de fibra que tiene en cantidades muy modestas, ejerce un efecto
prebiótico favorable para la microbiota intestinal y ayuda a regular los
niveles de glucosa en sangre.
• Fructosa
Es quizá el tipo de azúcar o endulzante más saludable, pues es el que se
presenta en las frutas y algunos vegetales de forma natural, pues nuevas
investigaciones han sostenido que produce el mismo efecto en el
organismo que la glucosa e incluso no afectaría en la producción de la
insulina.
Otro beneficio de la fructosa sería el aporte de energía, especialmente
para los deportistas. Se puede obtener de frutas como la papaya, el
durazno, el coco, la naranja, la piña, la frambuesa, el kiwi, el mango, el
plátano, los higos, los dátiles, las pasitas, la zanahoria, el jitomate, entre
otros. No obstante, es importante señalar que tampoco debemos abusar
de su consumo, pues el exceso podría derivar en afecciones a la salud.
Harinas sustitutas del trigo con sus equivalencias
Existen muchas más harinas que podemos utilizar en vez de la harina de
trigo, y una vez tengamos claras sus equivalencias, podremos cambiarlas
sin problema. Las equivalencias son:

• Almendra: Por cada taza de harina de trigo, pondremos una taza


de harina de almendra.
• Garbanzo: Por 1 taza de harina de trigo, usaremos 1/4 de harina
de garbanzos.
• Cebada: Por 100 g de harina de trigo, usaremos 50 g de harina de
cebada.
• Coco: Por 1 taza de harina de trigo, serán necesarias 1/4 de harina
de coco.
• Maicena Almidón o fécula de maíz: Por 100 g de harina de trigo,
50 g de maicena o harina de maíz.

• Lentejas rojas: Por 1 taza de harina de trigo, usaremos 1/4 de


harina de lentejas.
• Avena: Por cada taza de harina de trigo, usaremos 1/2 taza
de harina de avena y una cucharadita de levadura química o polvo
de hornear tipo Royal.

• Arroz: La harina de arroz es un sustituto estupendo cuando no


queremos utilizar harina que contenga gluten. Para ello
cambiaremos 150 g de harina de trigo por 130 g de harina de
arroz, y seguiremos esta equivalencia en proporción. Es una harina
perfecta para flanes, pasteles y otros postres que no requieran
demasiada consistencia. Si la vamos a usar en postres o platos
consistentes, es mejor mezclarla con otras harinas.
• Centeno: Por cada taza de harina de trigo, usaremos una taza de
harina de centeno.

Con estas equivalencias, no tendréis problema en sustituir la harina de


trigo por cualquier otra harina que os agrade más. Dejadnos en
comentarios si las habéis utilizado y qué os parecen los resultados.
Seguro que os quedan unas recetas de rechupete.

También podría gustarte