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Culturas mesoamericanas
Hasta ahora se conocen dos conjuntos de culturas mesoamericanas, gracias a remanentes
de su tradición y a los numerosos yacimientos arqueológicos de la región, clasificadas
conforme a la raíz lingüística de su idioma:
Pueblos de habla otomanguera. Los más antiguos de todos (unos 8000 años de
antigüedad aproximada), ocupaban los territorios de México central, desde donde
se esparcieron a todo el continente. Esto incluye a las culturas de los otomíes,
mazahuas, tlahuicas, matlatzincas, jonaces, pames, entre otros.
Pueblos de habla maya. Los pueblos que hablaban mayense se concentraban en
la península de Yucatán, en las tierras altas de Guatemala y Chiapas, desde donde
se expandieron también hacia otras regiones. Su más conocido exponente son los
mayas, huastecos, zapotecas, olmecas, entre otros.
Historia de Mesoamérica
La civilización mesoamericana se estudia en base a un tiempo categorizado en cuatro
grandes etapas: preclásico, clásico, epiclásico y posclásico.
A lo largo de su historia, los mayas ocuparon un extenso territorio, que comprendía tres
regiones diferenciadas por sus características geográficas:
Las tierras altas. En los actuales países de Guatemala, Honduras y El Salvador, era
una zona montañosa con gran actividad volcánica.
Las tierras bajas del Petén. En Guatemala, Belice y el sur de la Península de
Yucatán, era una zona de bosques y selvas.
Las tierras bajas del norte. Al norte de la Península de Yucatán, era un territorio de
bosques, montes y una llanura con pocos ríos.
Historia de la cultura maya
Ceibal fue una de las ciudades maya más antiguas, habitada entre 400 a. C. y 200 d. C.
La historia de la civilización maya abarca más de 3500 años y se divide en los siguientes
periodos:
Preclásico (2000 a. C.-250 d. C.). En este periodo, los mayas desarrollaron su cultura
agrícola y adoptaron formas de vida sedentarias. Hacia el 320 d. C. y durante el último
lapso de este período (llamado Preclásico tardío) aparecieron los primeros centros
urbanos.
Clásico (250-900 d. C.). Este periodo abarca el desarrollo del llamado “Imperio
Antiguo”, con el auge de importantes ciudades como Tikal, Palenque, Bonampak y
Copán. Hacia finales del siglo IX d. C., los pobladores mayas abandonaron las
ciudades y emigraron hacia el norte de la Península de Yucatán. Los especialistas
creen que las causas de estas migraciones estuvieron ligadas al agotamiento de la
fertilidad de los suelos, a los problemas políticos entre la ciudades y a invasiones de
otros pueblos mesoamericanos.
Posclásico (950-1527 d. C.). En estos siglos se dio el desarrollo del “Imperio nuevo”,
marcado por la alianza de las ciudades de Chichén Itzá, Mayapán y Uxmal. Durante el
siglo XV d. C., las disputas entre estos centros urbanos llevaron a la disolución de su
unidad política. Finalmente, durante la primera mitad del siglo XVI, los españoles
conquistaron el territorio.
La conquista española
Martín de Urzúa tomó la última ciudad maya independiente, Nojpetén del reino Itzá.
Entre 1511 y 1521, los mayas resistieron los intentos de conquista de los españoles. Luego
de la caída de Tenochtitlán, diversos ejércitos fueron enviados a la península de
Yucatán. Los españoles aprovecharon las disputas y enemistades entre las ciudades mayas,
y pudieron completar la conquista del norte de la península hacia 1546.
Sin embargo, algunas ciudades mayas en las tierras bajas del Petén se mantuvieron
independientes. Fue recién en 1697 que cayó la última de las ciudades mayas, Nojpetén, del
reino Itzá, en manos de Martín de Urzúa.
Tikal fue una de las ciudades-Estado más poderosas entre 200 y 900 d. C.
Los mayas organizaron un sistema político de ciudades-Estado. Cada ciudad era
independiente, controlaba una porción de territorio aledaño y tenía sus propias autoridades
políticas y religiosas. Entre las ciudades mayas había fuertes vínculos comerciales y
culturales.