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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Facultad de Derecho y Ciencias Sociales

Licenciatura de Sociología

Asignatura de Métodos y Diseño de Investigación

Tesis: “Cine: Un arma silenciosa contra la sexualidad de la mujer de década de 2012-2021 en


el cine Americano”.

Área temática: Género y Sexualidad

Alumna: Zeferino García María Osiris

Matrícula: 201915067

Directora de tesis: Maestra Cepeda Arellano Yessika Mabel

Asesora de tesis: Doctora Echegollen Guzmán Mayleth

Tutor: Maestro Trejo Santos Enrique


INDÍCE:

Portada………………………………………………………………..…………………#

Dedicatorias……………………………………………………………………………...#

Agradecimientos…………………………………………………………………………#

Resumen…………………………………………………………………………………#

Abstrac…………………………………………………………………………………...#

Indíce…………………………………………………………………..….…………….#

1.Introducción…………………………………………………………..………………#

Planteamiento metodologico……………………………………………..……………#

1.1.Planteamiento del problema………………………………………………………....#

Delimitación espacial ……………………………………………………………………#

Delimitación temporal……………………………………………………………………#

Objetivo general…………………………………………………………………………#

Objetivos especificos…………………………………………………………………….#

Preguntas de investigación……………………………………………………………….#

Capítulo 1Marco teorico-conceptual ……………..……………………………………#

Antecedentes………………………………………………………………………………#

Justificación……………...………………………………………….……………….….#

Viabilidad de la investigación……………………………….…………………………..#

Metodología……………………………………………………………………………..#

PÁGINA 1
Teorías fundamentales……………………………………………………………………#

Etapas de investigación…………………………………………………………………..#

Identificar la violencia simbolica y cultural que la mujer ha sufrido por su vida sexual,
desde el ambito religioso y como ha influido en la cinematografía americana de 2012-
2021. ……………………………………………………………………………………….
….. #

Capítulo II. Marco Histórico Contextual

Comparar del trato que se fomenta hacia mujeres con una vida sexual activa en
comparación a aquellas que no tienen una vida sexual activa y es mas reservada;
presentes en la cinematografia americana de 2012-202 tomando como referencia
ideologías religiosas……………………………………………………………………….
…….….#

Capítulo III.Marco Normativo

Derechos sexuales para adolescentes y jóvenes (Encontrada en el Instituto Nacional de


Mujeres………………………………………………………………………………….#

Capítulo IV.Analisis General………………………………………………………….#

Criticar la desigualdad de trato social que merecen hombres y mujeres por tener una vida
sexual activa y
libre…………………………………………………………………………………...…#

Resultados de
investigación………………………………………………………………………….…..#

Conclusiónes……………………………………………………………………….……..#

Anexos (Intrumento de investigación cualitativa- entrevista) ……….


……………………………………………………………………………………#

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Referencias…………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………#

Introducción.

Las conductas mas visibles de la violencia hacia las mujeres son los feminicidios, trata de
blancas y la violencia física; sin embargo a pesar de que dichas conductas misoginas
causa daños a las víctimas y a la sociedad en general; hay una violencia las cual no se le
ha prestado la suficiente atención y muchas veces es difcíl de percibirla por el ser
humano. A lo que hacemos referencia es a “la violencia simbolica”; en donde podemos
notar como se reproducen estereotipos ligados al genero, ademas de estar presente en esta
relaciones de dominio-simición.

Dentro de las herramientas que usa dica violencia se encuentran los mensajes, las
imágenes, conductas asociadas a la humillación y discriminación; hacia personas que no
se ajustan a ciertos estereotipos. Según el sociologo frnces Pierre Bourdieu esta forma de
violencia se ejerce sobre un agente social con su complicidad (Bourdieu,1992).

Dicho tipo de violencia la podemos presenciar en nuestro entorno inmediato; pues estas
conductas suelen esconderse “inocentemente” en programas de televisión,
canciones ,incluso la misma publicidad y el cine. Y es en este ultimo donde a lo argo de
esta tesis abordaremos los la forma en que se presenta la violencia simbolica en el cine
ámericano, la manera en que afecta a las mujeres y a la sociedad en general; ademas de
remontarnos sobre los origenes socio-religiosos sobre el papel de la vida sexual de la
mujer en la Edad Media.

Ya que los temas de “la virginidad y pureza” en la mujer han sido temas esenciales en la
religión y sociedad; dichos usados para dividir a las mujeres entre buenas
(virgenes/castas) y malas o impuras (no virgenes/sexualidad libre). Dicha división ha
ocasionado el señalamiento y el castigo a aquellas mujeres que sean consideradas
impuras y desobedescan ciertos parametros socio-culturales misoginos que se van
preservando a lo largo de la historia.

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Esta tesis consta de cinco capitulos que va de comparar el trato de una mujer sexualmente
activa y aquella que no lo es, identificar la manera que afecta la violencia simbolica en el
cine americano a jovenes, el trato que deben recibir las mujeres según su sexualidad y
demostrar que tanto hombres y mujeres pueden disfritar de su sexualidad de una forma
libre y sin ser mal vista ante la sociedad.

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Marco Teórico
Conceptual

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Planteamiento del problema.

La violencia simbólica en Ciencias Sociales según el sociólogo francés Pierre Bourdieu


se utiliza para describir una relación social asimétrica donde el dominador ejerce
violencia indirecta y no físicamente directa en contra de los dominados. Donde las
víctimas son inconscientes de dicha violencia hacia ellos.

Esta violencia se manifiesta por medio de diversos mensajes estereotipados,


comportamientos y conductas que transmiten y reproducen dominación, desigualdad y
discriminación en las relaciones sociales; normalizando la denigración y maltrato hacia
un grupo en específico; en este caso hacia las mujeres con una sexualidad libre y activa.
En donde Silvia Federichi nos dice que el clero tenía gran influencia sobre la sexualidad,
donde aquellas mujeres que tuvieran más poder de este que el hombre eran castigadas y
exorcizarlo.

Ya que hacían de la sexualidad un objeto de vergüenza en donde el patriarcado quería


quebrar el poder de las mujeres y de su atracción erótica.

Es por eso que en esta investigación se llevara a cabo con el fin de detectar las formas en
que más se presenta la violencia simbólica hacia mujeres sexualmente activas en el cine y
la manera en que afecta esta violencia a las mismas y los sujetos de su entorno. Dicha
forma de violencia; o mejor dicho, este concepto tiene orígenes a partir del año 1992 por
Bourdieu y Wacquant en 1992. Donde Bourdieu nos dice que esta violencia no es física,
pero es invisible e inconsciente.

Este tipo de violencia oculta las relaciones de poder y fuerza; en donde Marx retoma lo
dicho por Bourdieu y refuerza la teoría diciendo que esta violencia se lleva a cabo
mediante el habitus, conformando en la familia y se reproduce por medio de la educación,
familia, cultura, clase social, escuelas y medios masivos de comunicación.

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Esta temática se nos hace interesante puesto que el tema de sexualidad en la mujer
siempre ha sido un gran tabú tanto social como cultural; pues a esta se le señala cuando
comienza a practicarla y hay gran desigualdad ante los hombres.

Delimitación espacio-temporal.
Delimitación espacial.
La investigación se llevara a cabo en un segmento de la población de Puebla de
Zaragoza; sin embargo se analizara la cinematografia americana. Es decir la influencia de
la cinematografia romántica estadounidense en la población de Puebla de Zaragoza.

Delimitación temporal.
Dicha investigación se llevara a cabo de Enero 2022 a 2024.

Objetivos.

General: Identificar la violencia simbolica presentes en estereotipos misoginos en


la cinematografía rómantica estadounidense de 2012-2021

Específicos:
1. Identificar la violencia cultural que la mujer ha sufrido por su vida sexual, desde
el ámbito religioso y como ha influido en la cinematografia romántica americana
de 2012-2021.
2. Comparar el trato que nos impone la cinematografía romántica y la sociedad hacia
mujeres con una vida sexualmente activa y aquellas con una vida sexual
reservada en la cinematografia americana partiendo de ideologías religiosas.
3. Analizar aquellos derechos que se ven violentados al denigrar y clasificar a las
mujeres según su vida sexual en la sociedad y en la cinematografia.
4. Analizar de qué manera influye este estereotipo del valor de la mujer según su
sexualidad en los jóvenes hombres en su forma de pensar y a la hora de tratar a las
mujeres de su entorno.

Preguntas de investigación.

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General:

1. ¿De qué manera distingue que se le ataca a la mujer por tener una vida sexual
activa en las películas y/o series americanas?
Específicas:
1) ¿Cómo se manifiesta la violencia cultural que la mujer ha sufrido por su vida
sexual, desde el ámbito religioso y como ha influido en la cinematografia
romántica americana de 2012-2021.
2) ¿Cuál es el trato que se fomenta hacia las mujeres con una vida sexual activa y
hacia las mujeres con una vida sexual reservada en el cine americano?
3) ¿Qué derechos se violentan al denigrar y clasificar a las mujeres según su vida
sexual en la sociedad y en el cine en Puebla de Zaragoza?
4) ¿De qué manera influye el estereotipo del valor de la mujer según su sexualidad
que nos impone el cine en los hombres al llevarlo en práctica en su entorno?

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CAPÍTULO I:
Marco Teórico Conceptual

27 DE ABRIL DE 2022
[NOMBRE DE LA COMPAÑÍA]
[Dirección de la compañía]

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Antecedentes.

Las raíces Teórico ismo en la ideología judeo-cristiana de la mujer.

La religión judeo-cristiana, a través de la fuerza ideológica de sus mitos, hace plausible,


legitima y perpetúa la dominación patriarcal, contribuyendo de esta manera a la opresión
de las mujeres en la sociedad contemporánea. Los arquetipos femeninos que emanan de
los mitos judeo-cristianos difunden una visión distorsionada de la mujer que es usada
como justificación ideológica para la perpetuación de la sociedad patriarcal.

La opresión de la mujer en la sociedad patriarcal.

En la sociedad patriarcal no necesita ser y, en realidad, no ha sido siempre el sistema


dominante; y que dado el largo tiempo que transcurre entre el acto sexual y el nacimiento
de un niño, los hombres no estuvieron conscientes desde un principio de su
responsabilidad en el acto de concebir.

“Las religiones de la Gran Diosa”.

La destrucción del culto a la Gran Diosa (culto que algunas autoridades en el ramo
consideran que existió desde una época tan antigua como la Alta Era Paleolítica,
25.üOOaños a.C.) fue crucial para el establecimiento del patriarcado. Diversos pasajes
del Viejo Testamento revelan que las religiones matriarcales no desaparecieron
naturalmente, sino que fueron víctimas durante siglos de continua persecución por parte
de los promotores de las nuevas religiones que tenían como ser supremo a un dios
masculino. En efecto, mientras se encuentran huellas de las diosas matriarcales desde el
año 7.000 a. C. hasta el cierre del último templo de la diosa madre en el año 500 d.C., se
supone que Abraham, primer profeta y gran patriarca, vivió entre el año 1800 y 1550 a.C.

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Si examinamos la Biblia encontramos varios testimonios que nos hacen pensar que al
llegar los Semitas a su así llamada Tierra Prometida, los sacerdotes Levitas ordenaron la
exterminación del pueblo de Canaa precisamente para eliminar a los adoradores de la
diosa madre, condición necesaria para la instauración de la sociedad patriarcal. El
patriarcado requiere como condición necesaria para la perpetuación de su poder a través
del tiempo de una organización patrilineal de la herencia. Lógicamente, a su vez, el
matriarcado necesita una organización matrilineal, pero, mientras la matrilinearidad, por
las virtudes biológicas del nacimiento, es inmediatamente manifiesta, lo mismo no puede
decirse de la patrilinearidad. Las demandas de la patrilinearidad pueden estar aseguradas
sólo al precio de estrictos controles y regulaciones de las actividades sexuales de la
mujer. La pecaminosidad de la sexualidad femenina fue adoptada y propagada por los
Levitas como un arma ideológica para restringir la autonomía que habían disfrutado las
mujeres bajo las religiones matriarcales. Esta ideología de la pecaminosidad del sexo
determinó limitaciones que las mujeres y no los hombres fueron obligadas a internalizar;
en efecto, la moralidad de la sexualidad masculina nunca ha tenido ni tiene mayor
importancia dentro de la sociedad patriarcal con tal que el hombre no "humillara la
esposa de su vecino" (Deut. 22).

Las brujas: bajo el signo de Lilith

La práctica de la brujería es tan antigua como prohibida. Pero el significado de la brujería


no ha sido el mismo siempre. La palabra bruja o brujo no se refiere a las mismas
prácticas. En el código de Hammurabi se establece la prohibición de la brujería y se
castiga mediante la prueba del agua: 2 § Si un hombre le imputa a otro hombre actos de
brujería pero no puede probarlo, el que ha sido acusado de magia tendrá que acudir al
divino Río y echarse al divino Río y, si el divino Río se lo lleva, al acusador le será lícito
quedarse con su patrimonio. Pero si el divino Río lo declara puro y sigue sano y salvo,
quien le acusó de magia será ejecutado. El que se echó al divino Río se quedará con el
patrimonio de su acusador (Hammurabi, 1760 ac). Según Oliver Landolt (2000), el
término bruja solo aparece en los Libros sobre el crimen (Frevelbüchern) en Suiza, en el
cantón de Escafusa (Schaffhausen) a finales del siglo XIV. En un principio, las sentencias

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contra las brujas no eran especialmente drásticas en Europa, y más bien se castigaba con
la muerte a quien acusara a una persona de brujería y la matara por eso, como se
establece en el concilio Paderborn, en el año 785 d.C.: Quienquiera que, cegado por el
demonio e infectado con errores paganos, tome a otra persona por una bruja que come
carne humana y, por lo tanto, la queme, coma su carne, o la de a otros a comer, será
castigado con la muerte (Enciclopedia Católica, 2014).

Los brujos, en cambio, según este concilio, debían “ser reducidos a la servidumbre y
quedar al servicio de la Iglesia” (Enciclopedia Católica, 2014). Solo en 1478, el papa
Sixto IV expidió la bula Instruction proformandis processibus in causis strigum
sortilegiorum et maleficorum que desata la cacería de brujas en todo el continente
europeo (Durschmied, 2009). Pocos años después, en 1487, dos monjes inquisidores
dominicos, Heinrich Kramer y Jacob Sprenger, publicaron el Malleus Maleficarum
(2004), que es una especie de manual contra la brujería, con numerosas ediciones
ulteriores y un influjo creciente en los juicios de la inquisición hasta el siglo XVII.

2. La hechicera y las brujas En la Europa medieval, el norte estaba poblado por los
inmigrantes asiáticos y por los celtas, los germanos y los eslavos, cuyo horizonte
imaginario no respondía a los cánones clásicos de la racionalidad de los griegos y de los
romanos. Y, en ese bosque que cubría a Europa de un extremo al otro, hicieron nido las
tradiciones de origen campesino de las culturas migrantes (Boia, 1997). Entre las
tradiciones que se difunden desde el este se encuentran las de las hadas y las de los
enanos. Los segundos se arraigan especialmente en Alemania y en los territorios
escandinavos. Y las primeras viajan con los celtas al oeste europeo y son mujeres
seductoras caracterizadas por las hadas Melusina y Morgana. Melusina es: “(…) un ser
sobrenatural que se apodera de un ser humano, lo sigue al mundo de los mortales y lo
desposa imponiéndole respeto por una prohibición. Vuelve al otro mundo tras la
trasgresión del pacto, dejando descendencia” (Boia, 1997, p. 69). Por su parte, Morgana
es: Un ser sobrenatural que se prenda de un ser humano y lo arrastra al otro mundo. El
regreso del mortal a los suyos está ligado al respeto por una prohibición que, si es
transgredida, provoca la muerte del héroe o su desaparición definitiva en el otro mundo.

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Esta unión es estéril (Boia, 1997, p. 69). Aquí hay una clave de la persecución de un
mundo no racional, cuya imaginación remite a un mundo sobrenatural dominado por
especies de demonios sexuales que disponen de hechizos y brebajes para apoderarse de
los hombres (varones). Aquí nace un miedo y, por consiguiente, una defensa contra ese
miedo. Hay otra tradición que llega por la vía judía y que se remonta al origen babilónico
de las primeras mujeres. Para Erika Bornay (2005), que reivindica la imagen de Lilith
como símbolo de la rebeldía femenina, el origen del mito femenino contra el hombre
nació con Lilith, de origen asirio babilónico. Lilith es la madre de los súcubos, que son
demonias, devoradoras de hombres que atacan a parturientas y recién nacidos. Como
puede observarse, el parentesco con las hadas Morgana y Melusina es notorio.

Lilith, la demoniaca primera mujer que abandonó a Adán según la tradición judía.

Algunas interpretaciones rabínicas aseguran que durante la creación aparece insinuada


una tercera presencia humana, Lilith, que hunde sus orígenes en la tradición
mesopotámica. El Judaísmo no la ha deificado, pero la ha empleado para introducir el
concepto del mal ligado al erotismo femenino.

Y de la costilla que Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
Dijo entonces a Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne ; ésta
será llamada Varona, porque del varón fue tomada», relata  el libro del Génesis sobre
la creación bíblica de la primera mujer en la faz de la tierra, Eva. No en vano,  una
extendida interpretación rabínica considera que la referencia, en un versículo
anterior, a que «Dios creó varón y hembra los creó» significa que hubo otra mujer
antes, la cual terminó abandonando el Paraíso. Según esta tradición judía, Lilith es
esa mujer que precedió a Eva, y que, una vez lejos de Adán, se convirtió en un
demonio que rapta a los niños en sus cunas por la noche y una encarnación de la
belleza maligna así como la madre del adulterio.
Más allá de esta tradición hebrea, el origen del mito de Lilith parece contar con
raíces sumerias o acadias. En concreto había en Mesopotamia, según el arqueólogo
británico Reginald Campbell Thompson, un grupo de demonios femeninos derivado
de la criatura Lilitú (Lilu, Lilitu y Ardat Lili) con unas características que responden

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a esta figura mitológica: eran mitad humanas y mitad divinas, usaban la seducción y
el erotismo como armas; y la noche era su hábitat natural. Todos estos súcubos, en
cualquier caso, tenían las cualidades de lo que luego se ha representado como los
vampiros, aunque cubiertos de pelo, y derivaban de la palabra «viento» o «espíritu».
Esta tradición habría pasado más tarde a la cultura judía a través de los semíticos
residentes en Babilonia. Los judíos adaptaron así al hebreo el nombre de esta
criatura maligna hasta vincularlo posiblemente a la palabra «laila» (traducido como
noche).

Sobre violencia simbólica en Pierre Bourdieu:

«La violencia simbólica es esa violencia que arranca sumisiones que ni siquiera se
perciben como tales apoyándose en unas «expectativas colectivas», en unas creencias
socialmente inculcadas» (Bourdieu, 1999c: 173).

La noción de violencia simbólica juega un rol teórico central en el análisis de la


dominación en general hecho por Pierre Bourdieu, quien la considera indispensable para
explicar fenómenos aparentemente tan diferentes como la dominación personal en
sociedades tradicionales o la dominación de clase en las sociedades avanzadas, las
relaciones de dominación entre naciones (como en el imperialismo o el colonialismo) o la
dominación masculina tanto en las sociedades primitivas como modernas. La dimensión
simbólica, la autonomía y dependencia relativa de las relaciones simbólicas respecto a las
relaciones de fuerza, son tan importantes que negarlas equivaldría, según él, a negar la
posibilidad de una ciencia sociológica. Durante las décadas de los sesenta y setenta gran
parte del trabajo de reflexión teórica de Bourdieu estuvo consagrado a la constitución de
lo simbólico como objeto dotado de autonomía. En ese período desarrolló una sociología
de las formas simbólicas y una teoría de la violencia y capital simbólico que se solapan e
interpenetran, aunque permanecen como desarrollos analíticos relativamente diferentes.
De ese modo pretendía superar integrándolas las teorías sociológicas clásicas de Marx,
Durkheim y Max Weber sobre la interpretación de lo simbólico y sobre los fundamentos
del poder.

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La lógica de la dominación simbólica.

Bourdieu ha desplegado toda su energía investigadora para comprender cómo emerge,


cómo se ejerce y cómo se reproduce el poder simbólico en campos tan diferentes como el
educativo, el lingüístico, el religioso, el científico, el cultural, el familiar o el político. Su
énfasis en el rol de las formas simbólicas en la producción y reproducción de las
desigualdades sociales es uno de los modos que emplea para distanciarse del marxismo
tradicional, el cual subestima, según él, la importancia de la dimensión simbólica de las
relaciones de poder tanto en las sociedades pre capitalistas indiferenciadas como en las
sociedades postindustriales altamente diferenciadas, en las que el modo principal de
dominación ha cambiado de la coerción abierta y la amenaza de la violencia física a
formas de manipulación simbólica. Existe un poder simbólico lo mismo que un poder
económico; ésta es la razón que alega para centrar sus investigaciones en el rol que
juegan los procesos, productores e instituciones culturales en la producción y
reproducción de la desigualdad en las sociedades contemporáneas (Bourdieu, 1989b:
555). El modo que tiene Bourdieu de pensar el poder simbólico se relaciona con su modo
de conceptualizar los diferentes sistemas simbólicos, arte, religión, ciencia, o el mismo
lenguaje. En una síntesis de varias tradiciones teóricas diferentes presentada del modo
más conciso en su artículo «Sur le pouvoir symbolique» (1977b), y de forma más
detallada en «Génesis y estructura del campo religioso» (1971a) y en La reproducción
(Bourdieu y Passeron, 2002), Bourdieu argumenta que los sistemas simbólicos,
fundamentados todos ellos en un arbitrario cultural, realizan simultáneamente tres
funciones interrelacionadas pero diferentes: conocimiento, comunicación y diferenciación
social.

Manifestación de violencia simbólica.

La violencia simbólica es reconocida como un tipo de violencia “amortiguada,


insensible e invisible para sus propias víctimas, que se ejerce esencialmente a través de
los caminos puramente simbólicos de la comunicación y del conocimiento, o más
exactamente, del desconocimiento, del reconocimiento o, en último término, del
sentimiento” (1). Pierre Bourdieu, iniciador de esta noción, buscaba demostrar las

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relaciones de dominación del género masculino sobre el femenino. No obstante, el
término se puede extender hacia todo tipo de dominación y a su impacto a escala
individual o comunitaria.

Esta manifestación de violencia y dominación se impone como una fuerza oculta basada
en acciones simbólicas que coaccionan los comportamientos individuales o sociales de
manera pasiva. La fuerza de esta forma de violencia radica justamente en la
naturalización y la normalización del orden impuesto, justificando manifestaciones de
desigualdad social y provocando una reacción ligera o inexistente de parte del individuo.
En consecuencia, el poder dominante actúa sobre la concepción contextual del dominado,
lo que implica el desconocimiento parcial o total de las coacciones impuestas. Al ejercer
un impacto sobre la identidad y los recursos de los dominados, la violencia simbólica
genera consecuencias en el funcionamiento socio-político, la cultura y las identidades,
puesto que al ser llevada a un punto extremo, ésta puede acarrear “una depreciación
identitaria de los grupos sociales”.

La forma paradigmática de la violencia simbólica es, para el autor, el fenómeno de la


dominación masculina, que, lejos de ser sólo una violencia ejercida por hombres sobre
mujeres, es un complejo proceso de dominación que afecta a los agentes sin distinción de
géneros. Pero pueden encontrarse formas y fenómenos de violencia y dominación
simbólicas en los más diversos acontecimientos sociales y culturales: en la esfera del
lenguaje, en el ámbito educativo, en las múltiples clasificaciones sociales, etc. Aquí
trataremos de desandar las distintas nociones que el autor utiliza para explicar este
fenómeno y que incluyen, necesariamente, un acercamiento a algunos de sus principales
conceptos. Habitus, campos y prácticas “La violencia simbólica es esa coerción que se
instituye por mediación de una adhesión que el dominado no puede evitar otorgar al
dominante (y, por lo tanto, a la dominación) cuándo sólo dispone para pensarlo y
pensarse o, mejor aún, para pensar su relación con él, de instrumentos de conocimiento
que comparte con él y que, al no ser más que la forma incorporada de la estructura de la
relación de dominación, hacen que ésta se presente como natural.

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Las nociones de dominación, poder, violencia y lucha han estado casi desde siempre
presentes en el vocabulario de la sociología y, en general, en el de las ciencias sociales.
Esta pertenencia habla de una problemática que es constitutiva de lo social, en tanto la
conflictividad es inherente al entramado social, espacio de relaciones de dominación, de
poder, de enfrentamientos. La noción de violencia simbólica invita a pensar en ese
concepto, el de violencia, junto a la idea de lo simbólico como un espacio en el que
necesariamente los agentes sociales se encuentran en una relación de percepción y
reconocimiento. Esta dimensión simbólica de lo social no sería, desde este punto de vista,
un aspecto accesorio sino, muy por el contrario, un componente esencial de la realidad en
la que los agentes viven y actúan. Ya al considerar que el mundo funciona a través de
lenguajes, códigos más y menos desarrollados, la dimensión simbólica de la existencia en
el mundo se hace patente. En definitiva, pensar la idea de violencia simbólica implica
pensar, necesariamente, el fenómeno de la dominación en las relaciones sociales,
especialmente su eficacia, su modo de funcionamiento, el fundamento que la hace
posible. “El análisis de la aceptación dóxica del mundo –dice Bourdieu-, que resulta del
acuerdo inmediato de las estructuras objetivas con las estructuras cognoscitivas, es el
verdadero fundamento de una teoría realista de la dominación y de la política. De todas
las formas de “persuasión clandestina”, la más implacable es la ejercida simplemente por
el orden de las cosas.”1 La forma paradigmática de la violencia simbólica es, para el
autor, el fenómeno de la dominación masculina, que, lejos de ser sólo una violencia
ejercida por hombres sobre mujeres, es un complejo proceso de dominación que afecta a
los agentes sin distinción de géneros. Pero pueden encontrarse formas y fenómenos de
violencia y dominación simbólicas en los más diversos acontecimientos sociales y
culturales: en la esfera del lenguaje, en el ámbito educativo, en las múltiples
clasificaciones sociales, etc. Aquí trataremos de desandar las distintas nociones que el
autor utiliza para explicar este fenómeno y que incluyen, necesariamente, un
acercamiento a algunos de sus principales conceptos. Habitus, campos y prácticas “La
violencia simbólica es esa coerción que se instituye por mediación de una adhesión que el
dominado no puede evitar otorgar al dominante (y, por lo tanto, a la dominación) cuándo

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sólo dispone para pensarlo y pensarse o, mejor aún, para pensar su relación con él, de
instrumentos de conocimiento que comparte con él y que, al no ser más (Bourdieu, 1995).

Por otra parte Foucault define al poder como “una relación de fuerzas, o más bien toda
relación de fuerzas es una relación de poder […] Toda fuerza ya es relación, es decir,
poder: la fuerza no tiene otro objeto ni sujeto que la fuerza”.

Por el otro, Bourdieu profiere una tesis fundante, tesis eje del pensamiento bourdieano,
donde el poder es presencia ineludible y éste aparece sólo como relación, como relación
de fuerzas, enfrentamiento. Nos dice Bourdieu “Todo poder de violencia simbólica, o sea,
todo poder que logra imponer significados e imponerlas como legítimas disimulando las
relaciones de fuerza en que se funda su propia fuerza, añade su fuerza propia, es decir,
propiamente simbólica, a esas relaciones de fuerza”.

Habitus, campos y prácticas.

“La violencia simbólica es esa coerción que se instituye por mediación de una adhesión
que el dominado no puede evitar otorgar al dominante (y, por lo tanto, a la dominación)
cuándo sólo dispone para pensarlo y pensarse o, mejor aún, para pensar su relación con
él, de instrumentos de conocimiento que comparte con él y que, al no ser más 1 que la
forma incorporada de la estructura de la relación de dominación, hacen que ésta se
presente como natural...”

“La Noción de la Violencia Simbólica en Pierre Bourdieu”.

Según J. Manuel Fernández hay dos formas de ejercer la violencia simbólica, la


imposición arbitraria de un arbitrio cultural y la reproducción del dominio masculino
sobre las mujeres mediante la naturalización de las diferencias entre géneros.

La primera se refiere a esa violencia que arranca sumisiones que ni siquiera se perciben
como tales apoyándose en unas expectativas colectivas, en unas creencias socialmente
inculcadas, transforma las relaciones de dominación y de sumisión en relaciones

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afectivas, el poder en carisma. Estas suelen manifestarse principalmente en la religión,
ideologías sociales y colectivas, etc.

Mientras que por otra parte está la económica, y la violencia simbólica más refinada
coexisten sin ninguna contradicción en todas las instituciones características de esta
economía pre capitalista y en el corazón mismo de cada relación social. Las formas
suaves y larvadas de violencia tienen tantas más posibilidades de imponerse como única
forma de ejercer la dominación y la explotación, cuanto más difícil y reprobada sea la
explotación directa y brutal. Pero sería tan falso identificar esta economía esencialmente
doble con su verdad oficial, como reducirla a su verdad «objetiva». La reconversión del
capital «económico» en capital simbólico, condición de su eficacia en las sociedades
precapitalistas, nada tiene de automática: exige, además de un perfecto conocimiento de
la lógica de la economía de la negación, unos cuidados incesantes y todo un trabajo,
indispensable para establecer y mantener las relaciones, y también unas inversiones
importantes, tanto materiales como simbólicas. La transformación de una especie
cualquiera de capital en capital simbólico, cuyo paradigma es el don, supone siempre un
gasto visible de tiempo, dinero y energía, una redistribución necesaria para asegurar el
reconocimiento de la distribución (Bourdieu, 1991).

En definitiva, pensar la idea de violencia simbólica implica pensar, necesariamente, el


fenómeno de la dominación en las relaciones sociales, especialmente su eficacia, su modo
de funcionamiento, el fundamento que la hace posible. Bourdieu nos dice: que: “El
análisis de la aceptación dóxica del mundo –dice Bourdieu-, que resulta del acuerdo
inmediato de las estructuras objetivas con las estructuras cognoscitivas, es el verdadero
fundamento de una teoría realista de la dominación y de la política. De todas las formas
de “persuasión clandestina”, la más implacable es la ejercida simplemente por el orden de
las cosas.”

La forma paradigmática de la violencia simbólica es, para el autor, el fenómeno de la


dominación masculina, que, lejos de ser sólo una violencia ejercida por hombres sobre
mujeres, es un complejo proceso de dominación que afecta a los agentes sin distinción de

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géneros. Pero pueden encontrarse formas y fenómenos de violencia y dominación
simbólicas en los más diversos acontecimientos sociales y culturales: en la esfera del
lenguaje, en el ámbito educativo, en las múltiples clasificaciones sociales, etc. Aquí
trataremos de desandar las distintas nociones que el autor utiliza para explicar este
fenómeno y que incluyen, necesariamente, un acercamiento a algunos de sus principales
conceptos.

{Citation}Para comprender como funciona la reproducción de lo social, incluso de sus


estructuras de dominación, Bourdieu se vale de la noción de habitus y con ella intenta dar
cuenta del modo por el que los agentes sociales encuentran al mundo como evidente en sí
mismo, y, con ello, constituyen la relación de dominación de la que son parte. La
violencia simbólica funciona en la medida en que para su existencia y perduración cuenta
con la anuencia, dice Bourdieu, de los agentes sociales. Para comprender este
mecanismo, es necesario descartar la tradicional dicotomía entre coerción y auto
sometimiento, entre estructura y subjetividad, entre imposición exterior e impulso
interior, entre conciencia verdadera y falsa. Y en esta tarea es ese concepto de habitus la
bisagra que nos permite entender un proceso mucho más complejo que la pura coerción o
el mero voluntarismo. En numerosos pasajes de la obra de Pierre Bourdieu se menciona y
hace alusión a esta idea: habitus como sistema de disposiciones adquiridas por los
agentes sociales, como estructura estructurada estructurante, como sentido práctico. El
habitus es un sistema de disposiciones porque en tanto esquema de pensamiento, visión,
apreciación y acción que los agentes incorporan a lo largo de su vida, genera en ellos
prácticas ajustadas a esos esquemas, que por eso se convierten en disposiciones. Porque
es importante destacar aquí que para Bourdieu los agentes sociales no son ni objetos de
mecánicos determinismos ni sujetos de plena conciencia que obedecen a razones
plenamente conocidas. En el mejor de los casos, son sujetos razonables más que
racionales. “Los “sujetos” son en realidad agentes actuantes y conscientes dotados de un
sentido práctico (...) sistema adquirido de preferencias, principios de visión y de división
(lo que se suele llamar un gusto), de estructuras cognitivas duraderas (que esencialmente
son fruto de la incorporación de estructuras objetivas) y de esquemas de acción que
orientan la percepción de la situación y la respuesta adaptada. El habitus es esa especie de

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sentido práctico de lo que hay que hacer en una situación determinada – lo que, en
deporte, se llama el sentido del juego, el arte de anticipar el desarrollo futuro del juego.

Es posible encontrar, según Bourdieu, algo así como un habitus primario, una primera
disposición a invertir en lo social, que el agente adquiere en el seno de la familia. El
campo doméstico, donde el niño nace, es el espacio donde comienza la labor de
socialización que tiende a “favorecer la transformación de la libido original, es decir, de
los afectos socializados en el campo doméstico, en alguna de las formas de la libido
específica” de cada campo. “La forma 3 original de la ilusión es la inversión en el espacio
doméstico, sede de un complejo proceso de socialización de lo sexual y sexualización de
lo social.” 6 ¿Cómo y por qué el niño, en principio inmerso en una “organización
narcisista de la libido”, se incorpora y se encuentra cada vez más implicado en el juego
con los otros, primero del campo doméstico y luego, a lo largo de la vida? Dice Bourdieu:
“Cabe suponer que, para obtener el sacrificio del “amor propio” en beneficio de otro
objeto de inversión, e inculcar así la disposición duradera a invertir en el juego social que
es uno de los requisitos previos de todo aprendizaje, la labor pedagógica (...) se basa en
uno de los motores que figurarán en el origen de todas las inversiones ulteriores: la
búsqueda del reconocimiento”7. Esta búsqueda del reconocimiento incorpora desde aquí
la noción de percepción como fundamental en las prácticas de los agentes, que desde
niños y a partir de este proceso de transformación de la libido, pasan a ser siempre
objetos de percepción y reconocimiento, porque sus objetos de deseo se ubican fuera de
él, y entonces su ser es un ser “condenado a ser definido en su verdad por la percepción
de los demás”8. Este proceso originario llevado a cabo en el seno del campo doméstico es
tanto el inicio como la forma paradigmática de la inversión que los agentes harán en el
juego social a lo largo de sus vidas. Pero a lo largo de sus vidas los agentes entrarán en
relación con otros agentes y, sobre todo, se incorporarán al juego de otros campos, para lo
cual la libido original necesitará transformarse en distintas formas de libido específica, o
lo que es lo mismo, las disposiciones adquiridas en el campo familiar deberán ajustarse,
transformarse en disposiciones específicas para cada campo de manera de hacer posible,
dotar de sentido, la ulterior inversión del agente en ellos. Este proceso continuo por el
cual, desde el seno materno, cada uno se convierte en lo que es a lo largo de su vida, es

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un camino plagado de concesiones y victorias, “transacciones imperceptibles,
compromisos semiconscientes y operaciones psicológicas (proyección, identificación,
transferencia, sublimación, etc.) estimuladas, sostenidas, canalizadas e incluso
organizadas socialmente...”. En ese proceso “los ritos de institución, y muy en especial
los que prevé la institución escolar (...) cumplen un papel determinante al propiciar la
inversión inicial en el juego”9. De este modo, el habitus incorpora la estructura objetiva
del espacio social porque se constituye en relación con ese espacio, a la vez que permite
que el agente tenga un sentido de su posición y sienta la eficacia de la disposición que ha
incorporado a partir de la labor de socialización.

“Estereotipos, roles y relaciones de género en series de televisión de producción


nacional: un análisis sociológico”.

Fátima Arranz Lozano

La cosificación sexual de las mujeres.

La cosificación sexual en la representación audiovisual ocurre cuando se representa a una


mujer (o mujeres) como un objeto sexual. Ello en términos de representación es posible
cuando en un plano de una escena aparece el cuerpo (o partes de éste) siendo utilizado
como objeto de deseo. La objetificación o cosificación de la mujer es algo culturalmente
establecido y aceptado como algo “natural”, prácticamente por todos los medios de
comunicación. Las denuncias feministas están haciendo recapacitar sobre este abuso
patriarcal. Con esta práctica, que emplea primeros planos recortando determinadas partes
del cuerpo de la mujer, cosificando, se intenta persuadir a las y los espectadores que lo
importante no son tanto esos personajes femeninos, como personas plenas, sino en tanto
nalgas, pecho, piernas o boca.

No obstante, nuestra medición (tabla 11) se ha guiado exclusivamente por los planos
secuenciales en los que aparece la cosificación del cuerpo entero de la mujer o
fragmentos de éste. En un 6,3% de las secuencias analizadas hemos encontrado una o
más veces escenas en las que había cosificación sexual de las mujeres. En el conjunto de

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los grupos que hemos formado para observar las series no se produce mucha desviación
porcentual de esta media, salvo en el rango de Sobremesa que se reduce la cosificación
hasta un 3,2%. descenso lógico pues este grupo es considerado por los creadores
televisivos como feminizado.

Tabla 11. Tipología– cosificación mujeres.

Cosificación mujeres.

Tipología. Ninguna Secuencia en Secuencia en que Total


que aparece una aparece más de
cosificación. una cosificación.

389 7 5949

Recuento 5553

Hora estelar %dentro de 93.3% 6,5% 0,1% 100,0%


tipología

0 516

Recuento 481 35
Juveniles
6,8% 0,0% 100,0%
%dentro de 93.2%
tipología

PÁGINA 23
6,034 424 7 424
Recuento

Total 186.5% 13.3% 0,1% 100,0%


%dentro de
tipología

3.2.9. Machismo.

Si bien en España hemos avanzado al menos en que la opinión pública repruebe el


machismo, sin embargo, la observación de las narraciones mediáticas nos dice que este
no ha desaparecido, sí quizá se ha rebajado en su caracterización más hostil, ahora se
sigue desenvolviendo con ciertas “sutilezas”. De ahí que hayamos querido medirlo en sus
facetas de comentarios, actitudes y acciones. Dentro de estas acciónes, también se ha
considerado el machismo benevolente, en esta forma no se observa el insulto o la
denigración de las mujeres sino todo lo contrario, será a través del halago o la adulación
como se quiere seguir perpetuando la subordinación femenina. Así mismo, hemos
contabilizado como actitud machista, los comentarios, acciones o actitudes homófobas o
tránsfobas, tanto en la versión hostil como la benevolente.

Machismo presente en películas:

T Ningun Comentarios Actitude Acciones Total


o s machistas
I
Prime Recuento 4991 756 70 117 5934
P time
%dentro 83.3% 12.7% 1.2% 2.0% 99.2%
O de
tipología
L

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Juvenil Recuento 416 84 5 7 512
O es
% dentro e 80.6% 16.3% 1.0% 1.14% 99.04
G tipología %
Sobrem Recuento 589 104 11 5 709
I esa
% de 83.1% 14.7% 1.6% 0.7% 100.1
A tipología %
Total Recuento 5996 944 86 129 7155

%dentro de 83.6% 43.7% 3.8% 3.84% 298.34


tipología %

Calibán y la Bruja: Mujeres, cuerpo y acumulación originaria.

Silvia Federichi, 1998.

La politización de la sexualidad Como ha señalado Mary Condren en The Serpent and the
Goddess (1989) [La serpiente y la diosa], estudio sobre la entrada del cristianismo en la
Irlanda céltica, el intento eclesiástico de regular el comportamiento sexual tiene una larga
historia en Europa. Desde épocas muy tempranas (desde que la Iglesia se convirtió en la
religión estatal en el siglo IV), el clero reconoció el poder que el deseo sexual confería a
las mujeres sobre los hombres y trató persistentemente de exorcizarlo identificando lo
sagrado con la práctica de evitar a las mujeres y el sexo. Expulsar a las mujeres de
cualquier momento de la liturgia y de la administración de los sacramentos; tratar de
usurpar la mágica capacidad de dar vida de las mujeres al adoptar un atuendo femenino;
hacer de la sexualidad un objeto de vergüenza… tales fueron los medios a través de los
cuales una casta patriarcal intentó quebrar el poder de las mujeres y de su atracción
erótica. En este proceso, «la sexualidad fue investida de un nuevo significado […] [Se]
convirtió en un tema de confesión, en el que los más ínfimos detalles de las funciones

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corporales más íntimas se transformaron en tema de discusión» y donde «los distintos
aspectos del sexo fueron divididos en el pensamiento, la palabra, la intención, las ganas
involuntarias y los hechos reales del sexo para conformar una ciencia de la sexualidad»
(Condren, 1989: 86-7). Los penitenciales, los manuales que a partir del siglo VII
comenzaron a distribuirse como guías prácticas para los confesores, son uno de los
lugares privilegiados para la reconstrucción de los cánones sexuales eclesiásticos. En el
primer volumen de Historia de la Sexualidad (1978), Foucault subraya el papel que
jugaron estos manuales en la producción del sexo como discurso y de una concepción
más polimorfa de la sexualidad en el siglo XVII. Pero los penitenciales jugaban ya un
papel decisivo en la producción de un nuevo discurso sexual en la Edad Media. Estos
trabajos demuestran que la Iglesia intentó imponer un verdadero catecismo sexual,
prescribiendo detalladamente las posiciones permitidas durante el acto sexual (en realidad
sólo una era permitida), los días en los que se podía practicar el sexo, con quién estaba
permitido y con quién prohibido. La supervisión sexual aumentó en el siglo XII cuando
los Sínodos Lateranos de 1123 y 1139 emprendieron una nueva cruzada contra la práctica
corriente del matrimonio y el concubinato27 entre los clérigos, declarando el matrimonio
como un sacramento cuyos votos no podía disolver ningún poder terrenal. En ese
momento, se repitieron también las limitaciones impuestas por los penitenciales sobre el
acto sexual.

Cuarenta años más tarde, con el Tercer Sínodo Laterano de 1179, la Iglesia intensificó
sus ataques contra la «sodomía» dirigiéndolos simultáneamente contra los homosexuales
y el sexo no procreativo (Bowsell, 1981: 277). Por primera vez, condenó la
homosexualidad, «la incontinencia que va en contra de la naturaleza» (Spencer, 1995a:
114). Con la adopción de esta legislación represiva la sexualidad fue completamente
politizada. Todavía no encontramos, sin embargo, la obsesión mórbida con que la Iglesia
Católica abordaría después las cuestiones sexuales. Pero ya en el siglo XII podemos ver a
la Iglesia no sólo espiando los dormitorios de su rebaño sino haciendo de la sexualidad
una cuestión de Estado. Las preferencias sexuales no ortodoxas de los herejes también
deben ser vistas, por lo tanto, como una postura antiautoritaria, un intento de arrancar sus
cuerpos de las garras del clero. Un claro ejemplo de esta rebelión anticlerical fue el

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surgimiento, en el siglo XIII, de las nuevas sectas panteístas, como los amalricianos y la
Hermandad del Espíritu Libre que, contra el esfuerzo de la Iglesia por controlar su
conducta sexual, predicaban que Dios está en todos nosotros y que, por lo tanto, es
imposible pecar.

Justificación.

La razón por la que dicha investigación se llevara a cabo es porque la violencia hacia la
mujer ha ido en incremento y se ha normalizado hasta cierto punto desde años muy atrás.
Pues la misoginia es un acto de violencia que consiste en el rechazo y odio hacia las
mujeres, que ha ocupado lugar desde años muy atrás; por mencionar como marco de
referencia “la santa inquisición”.

Ya que en la inquisición las mujeres eran las principales afectadas; pues según Silvia
Federici y antecedentes históricos de la época de inquisición. A la mujer se le asocia
como débil e incidente a conductas, mentalidades e inclinaciones a conductas sexuales y
corruptibles (2004).

Sin embargo a pesar de que ya existen leyes y programas donde se ve por contrarrestar
este tipo de conductas; hay un tipo de violencia que muy pocas veces es mencionada y en
sí no hay dicha ley que trate de contrarrestarla y es la violencia simbólica. Más
específicamente el que se determine el valor de la mujer según su sexualidad y donde

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solemos verlo más presente este tipo de violencia son en la cinematografía (películas y
series) americanas.

Y desgraciadamente este tipo de violencia muy pocas veces se le presta atención por
parte delas autoridades. Este tema me llamo mucho la atención y lo considero un tema
relevante ya que específicamente en las películas y series americanas he podido apreciar;
aquellas mujeres que son dignas de recibir respeto y ser amadas son las mujeres que no
son sexualmente activas, que son “vírgenes”, etc.

Además de que considero que en sí no muchos autores o ninguno ha tocado en sí el tema


a profundidad; aunque si hace algo de mención Pierre Bourdieu (con la violencia
simbólica, Silvia Federici con su libro del “El Calibán y la bruja”; donde la sexualidad
de la mujer es considerado un tabú y la “virginidad” de las mismas algo muy “valioso”.

Dicho tema lo veo muy viable ya que tengo los recursos para adquirir las lecturas por vía
electrónica, tengo contacto al menos una de las profesoras que retoman temas sobre
género. Además que va muy relacionado con mi carrera de Sociología pues toca temas
violencia simbólica, el papel de las mujeres en la religión y sociedad y el género es un
tema que ha estado presente mucho en mis asignaturas.

Además lo considero esencial que se lleve a cabo en películas Americanas ya que según
estudios de Forbes (que es una revista especializada en negocios y finanzas) nos dice que
“México es el cuarto lugar en disfrutar de la cinematografía con 229, 000,000, de boletos
vendidos en taquillas”, y en el año de 1896 fue el primer país del continente en disfrutar
de este invento “el cine” (Estalista, 2019). Además de que la cinematografia americana;
Hollywood especialmente es la más vista a lo largo de los años. (Welabcanaryislands,
2019).

Por otra parte NetCredit (organización internacional de préstamos inmediatos) afirma que
las producciónes más favoritas entre los años 1900-2020 se subdividen en primer lugar
América del Norte, seguido de El Caribe, Latinoamérica, Europa, Medio Oriente, Asia
Central, Oceanía y África.

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Y finalmente ya que es un interés personal, el saber porque la mujer es denigrada y
señalada mucho por su vida sexual; incluso las mismas mujeres somos quienes nos
señalamos y agredimos. Pero me llamo la atención más inclinar este tema en el cine ya
que yo consumo mucho este tipo de películas; y no solo yo considero que gran parte del
público femenino primordialmente es quien opta por las películas románticas. Ya que
según los principales cinematográficos de Estados Unidos y Canadá las películas de
comedia romántica en 2020 ocupa el 9° lugar con una recaudación de 7,25 millones de
dólares en taquillas, mientras que en el mismo año en plataformas como Netflix “la
visualización del genero de Romance creció en casi 160%” (Cronista, 2021).

Viabilidad de la investigación.

El llevar a cabo este proyecto para mí es muy viable; ya que en primera cuento con
acompañamiento de mi asesora de tesis; la doctora: Echegollen Guzmán Mayleth, quien
ha llevado a cabo muchos estudios e investigaciones sobre género; además de impartir
clases sobre lo mismo y sobre violencia simbólica. Además de que el tema le resulto muy
interesante.

Por otra parte cuento con los recursos económicos, tecnológicos y complementarios para
llevar a cabo dicha investigación; como lo son: computadora, celular, libros pdf, público
a quien encuestar e internet.

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Metodología.

La metodología que se empleara para la elaboración de esta tesis es de carácter


cualitativo exploratorio y descriptivo; ya que se pretende descubrir algo que aún
no se ha estudiado con profundidad y tan específicamente que es la forma en que
se violenta a la mujer sexualmente activa en el cine americano; y la forma en que
esta violencia afecta a las mismas mujeres y al público que consume este tipo de
cine. Es por ello que se llevara a cabo la indagación documental, y se plantearan
entrevistas semiestructuradas; ya que se hace uso de un lenguaje casual, son
breves, sigue estrictamente una guía o guión sin embargo en algunos casos se
pueden formular nuevas preguntas lo cual da oportunidad de expresarse
libremente.

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Teorías Fundamentales.

 Teoría de Bourdieu desde el Habitus:

Diversos acontecimientos sociales y culturales en la esfera del lenguaje, en el ámbito


educativo, en las múltiples clasificaciones sociales, etc; “la violencia simbólica es esa
coerción que se instituye por medición de una adhesión que el dominado no puede evitar
otorgar al dominante (y por lo tanto a la dominación) cuando solo dispone para pensarlo
y pensarse o mejor aún para pensar su relación con él y de instrumentos de conocimiento
que comparte con él. (Bourdieu, 1995).

La forma paradigmática de la violencia simbólica es, para el autor, el fenómeno de la


dominación masculina, que, lejos de ser sólo una violencia ejercida por hombres sobre
mujeres, es un complejo proceso de dominación que afecta a los agentes sin distinción de
géneros.

 La lógica de la dominación simbólica:

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Bourdieu ha desplegado toda su energía investigadora para comprender cómo emerge,
cómo se ejerce y cómo se reproduce el poder simbólico en campos tan diferentes como el
educativo, el lingüístico, el religioso, el científico, el cultural, el familiar o el político. Su
énfasis en el rol de las formas simbólicas en la producción y reproducción de las
desigualdades sociales es uno de los modos que emplea para distanciarse del marxismo
tradicional, el cual subestima, según él, la importancia de la dimensión simbólica de las
relaciones de poder tanto en las sociedades precapitalistas indiferenciadas como en las
sociedades postindustriales altamente diferenciadas, en las que el modo principal de
dominación ha cambiado de la coerción abierta y la amenaza de la violencia física a
formas de manipulación simbólica. Existe un poder simbólico lo mismo que un poder
económico; ésta es la razón que alega para centrar sus investigaciones en el rol que
juegan los procesos, productores e instituciones culturales en la producción y
reproducción de la desigualdad en las sociedades contemporáneas (Bourdieu, 1989b:
555).

 La cosificación sexual de las mujeres.


La cosificación sexual en la representación audiovisual ocurre cuando se
representa a una mujer (o mujeres) como un objeto sexual. Ello en términos de
representación es posible cuando en un plano de una escena aparece el cuerpo (o
partes de éste) siendo utilizado como objeto de deseo. La objetificación o
cosificación de la mujer es algo culturalmente establecido y aceptado como algo
“natural”, prácticamente por todos los medios de comunicación.
No obstante, nuestra medición se ha guiado exclusivamente por los planos
secuenciales en los que aparece la cosificación del cuerpo entero de la mujer o
fragmentos de éste. En un 6,3% de las secuencias analizadas hemos encontrado
una o más veces escenas en las que había cosificación sexual de las mujeres. En el
conjunto de los grupos que hemos formado para observar las series no se produce
mucha desviación porcentual de esta media, salvo en el rango de Sobremesa que
se reduce la cosificación hasta un 3,2%. Descenso lógico pues este grupo es
considerado por los creadores televisivos como feminizado.

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Etapas de investigación.
Etapa 1. Elección de área temática y metodología de la 12/01/2022
misma.
Etapa 2.Definir tema a estudiar. 17/01/2022

Etapa 3. Delimitar espacio, tiempo y público a estudiar. 17/01/2022

Etapa 4. .Formulación de título y problema de 17/01/2022


investigación. /recabación de información (antecedentes)

Etapa 5. Elaboración de pregunta de investigación y de 18-19 /01/2022


objetivo general

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Etapa 6. Formulación de objetivos específicos y 01/02/2022
preguntas conductoras de acuerdo a los mismo

Etapa 7.Detectar elementos centrales de la investigación 16,17 y 18 /02/2022


y formular preguntas y objetivos de investigación

Etapa 8. Determinar la justificación de la investigación 22- 25/02/2022

Etapa 9. Formular de manera más completa y clara el 08-15/03/2022


planteamiento del problema.

Etapa 10. Complementar la indagación y recolección de 17-20/03/2022/


antecedentes. /Rectificación de metodología y 20-29/03/2022
elaboración de primer índice.

Etapa 11. Indagación de más antecedentes y elaboración 10-11/04/2022


de marco teórico.

Etapa 12. 07/02/2022- continuidad.

Valorar (especialistas)
Etapa 13. Experimentar. Agosto 2022

(insertarme más en hechos donde se haga presente la

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problemática)

Etapa 14. Documentar (investigación documental y de Agosto 2022


campo).

Etapa 15. Reflexionar (Innovar ideas)

Etapa 16. Valorar (Implementar ideas de posible Agosto - Diciembre2022


solución)

Etapa 17. Seguimiento y selección de resultados 2023 o 2024.


(información), presentar resultados.

Instrumento de investigación.
Objetivo de la investigación: El siguiente instrumento de carácter cualitativo es para
recabar información sobre su opinión en torno a la violencia simbólica presente en
series y películas románticas estadounidenses; en respecto al trato que se merece la
mujer en la sociedad según su vida sexual de esta.
Instrucciones: Lee cuidadosamente cada una de las preguntas y responde de
acuerdo a tu ideología y aquello que nos transmite las películas y series
estadounidenses. Las cuales están algunos cortos y descripciones en el siguiente link.
General:

1) ¿De qué manera distingue que se le ataca a la mujer por tener una vida sexual
activa en las películas y/o series estadounidenses del 2012-2021?
Específicas:

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5) ¿Cómo se manifiesta la violencia cultural que la mujer ha sufrido por su vida
sexual, desde el ámbito religioso y como ha influido en la cinematografia
romántica estadounidense de 2012-2021?.
6) ¿Cuál es el trato que se fomenta hacia las mujeres con una vida sexual activa y
hacia las mujeres con una vida sexual reservada en el cine romántico
estadounidense?
7) ¿Qué derechos se violentan al denigrar y clasificar a las mujeres según su vida
sexual en la sociedad y en el cine romántico estadounidense en Puebla de
Zaragoza?
8) ¿De qué manera influye el estereotipo del valor de la mujer según su sexualidad
que nos impone el cine romántico estadounidense en los hombres al llevarlo en
práctica en su entorno?

Referencias.
 Moreno, H (2006) Bourdieu, Foucault y el poder. Voces y contextos. Recuperado
de: BOURDIEU-FOUCAULT-Y-PODER (1).pdf.
 Fernández, J, M (2005) La noción de violencia simbólica en la obra de Pierre
Bourdieu. Recuperado de: 8428-Texto del artículo-8509-1-10-20110531.PDF.
 Calderone, M (2004) Tesis: Sobre Violencia Simbólica en Pierre Bourdieu.
Recuperado de: Dialnet-SobreViolenciaSimbolicaEnPierrBourdieu-4453527.pdf.
 Lozano, F, A (2020) Estereotipos, roles y relaciones de género en series de
televisión de producción nacional: un análisis sociológico. Recuperado de:
Estereotipos_roles_y_relaciones_de_genero_Series_TV2020.pdf.

PÁGINA 36
 Federici, S (2004) Calibán y la bruja: Mujeres, cuerpo y acumulación originaria.
Recuperado de: Calibán y la bruja-TdS (1).pdf.
 Bourdieu, P (1998) La dominación masculina. Recuperado de:
http://www.nomasviolenciacontramujeres.cl/wp-content/uploads/2015/09/Bondiu-
Pierre-la-dominacion-masculina.pdf.

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