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El concepto de verdad implica una relación entre el sujeto y el objeto, Tomas de Aquino
la define como la adecuación entre …… lo que hay detrás es el concepto de datidad, lo
que se me da, lo que se me ofrece, lo que adviene en mi. Es contrario a la
postmodernidad que dice que soy el construye la realidad y no acepto nada que me
venga dado, yo construyo el dato y por lo tanto la verdad sobra, existen verdades.
Concepto de Ley.
Qué es la ley es el orden de la razón. Ley divina, humana, eclesiástica o natural es un
orden de la razón, la Ley natural es la participación del h en la sabiduría eterna de Dios.
21 de setiembre
Antropocentrismo: lo que está en juega en el debate ético cultural es la persona, es el
hombre, el hombre no es un hallazago más del cosmos, o de la diosa tierra.
El hombre es un ser corpóreo espiritual, como demostrar que el hombre no eso solo
materia, ni lo que experimenta, se hace por la libertad, porque el H real es realmente
libre. Quiero porque quiero. Lo más no puede venir de lo menos, la libertad no viene de
la mutación del gato.
El amor es querer del otro, la persona es el nombre del amor… amor nome person…. El
amor tiene nombre de persona, lo tenemos que referir al nombre de Dios. La fe es
razonable.
Hasta hoy dos grandes formas. Bioética ciencia que estudia la conducta humana a la luz
de los valores morales. Ha existido una bioética alargada que trataba de establecer un
puente entre los conocimientos científicos y los éticos. Y una acortada ética acortada,
pequeña que fundamentalmente lo que trataba la relación medico paciente, eso se ha ido
coagulando y actualmente existes una serie de corrientes que giran en torno al concepto
de persona y otras entorno al sintagma vida.
Análisis entre las corrientes personalista y el POM: similitudes y diferencias.
2.3.1 Similitudes.
El POM al ser una corriente del personalismo, comparte elementos estructurales que lo
identifican dentro de esta corriente filosófica. A continuación, de manera general,
sistematizo algunos elementos importantes, mismos que han sido desarrollados por
Burgos en varios de sus textos.
El POM se presenta como una vía alternativa ante el individualismo y los colectivismos,
que se vivieron en la Europa de entreguerras lo que impulsó a varios académicos a
buscar alguna solución a la situación de crisis del siglo XX. Ante ello, surge el despertar
del personalismo que ve en la categoría persona la posibilidad de proponer líneas de
acción y construir una nueva propuesta antropológica.
Para el POM, al igual que para otras las corrientes, el centro de investigación es la
persona y acoge como punto de partida los aportes metafísicos del cristianismo y el
desarrollo antropológico de la modernidad y la fenomenología, en relación con el ser
humano258.
El POM no se desvincula de la filosofía realista, al igual que los demás filósofos del
personalismo; construye su propuesta con base en el pensamiento ontológico-realista,
para evitar el idealismo y la deconstrucción del hombre. En palabras de Burgos: “El
257
Maritain, J. (2001). Humanismo Integral. Op. Cit., pp. 375-376 258 Cfr. Burgos, J. M. (2012).
Introducción al Personalismo. Op. Cit.
259. 259
Cfr. Burgos, J.M. (2009). Reconstruir la persona. Ensayos personalistas. Op. Cit., pp. 13-42.
260. 260
Ídem.
261. 261
Ibid., p. 35.
263
262. 262
Cfr.
Cfr. Guardini, R (2006). Las etapas de la vida: su importancia para la ética y la pedagogía (5a
264
edición).Palabra. Madrid.
Ética. Nuevo ensayo de fundamentación de un personalismo ético. Ed Caparrós, Madrid., pp. 444-465.
Cfr. Buber, M. (1984). Yo y tú. Óp. Cit; Cfr. Pérez-Soba, J.J. (2005). La pregunta por la persona. La
respuesta de la interpersonalidad. Facultad de Teología San Dámaso. Madrid.
Von Hildebrand, D. (2009). El corazón (4a ed.). Biblioteca palabra. Madrid; Scheler, M. (2001).
elaborando una quasi-metafísica dialógica del mundo: el diálogo precede al ser y, por
eso, la ética está antes que la metafísica y que la ontología265.
2.3.2 Diferencias.
Establecido el marco anterior, es necesario avanzar hacia la identidad del POM, y así,
evidenciar las razones que hacen que sea una propuesta nueva, de ahí, la importancia de
265 266
Ibíd., p. 95.
267
Cfr. Lévinas, E. (2002). Totalidad e infinito. Sígueme. Salamanca.
Burgos, J.M. (2009). Reconstruir la persona. Ensayos personalistas. Op. Cit., p. 93.
100
establecer los puntos de ruptura y diferencias con las otras corrientes; mismos que serán
desarrollados a profundidad en el trascurso de esta tesis. En ese sentido, en este
apartado, solo se hará mención de los ítems principales que establecen las diferencias
del POM con las otras corrientes.
En relación con el personalismo dialógico, las diferencias con el POM son: primero, el
personalismo dialógico coloca su centro en la relación, no en la persona; segundo,
olvida el desarrollo ontológico, le da mayor importancia a la ética que a la metafísica;
tercero, no desarrolla un método que permita comprender cómo se da el conocimiento
en la persona; cuarto, no construye una propuesta antropológica.
101
La estructura del POM que se desarrolla en este ítem cumple la función de bisagra en
este segundo capítulo; une los elementos desarrollados en los párrafos anteriores y abre
el desarrollo conceptual para las páginas siguientes.
La primera estructura del POM tiene como eje central a la persona y atiende a los
aportes que han desarrollado las corrientes del personalismo y así sistematiza, organiza,
complementa y desarrolla su propuesta con base en los otros aportes. La segunda
columna del POM es su propuesta antropológica desde la filosofía de Wojtyla y el
desarrollo conceptual de Burgos, como se ha indicado anteriormente.
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La antropología del POM que construye Burgos, tiene como autores de referencia a J.
Maritan, J. Marías y K. Wojtyla. El siguiente apartado desarrolla las categorías de
persona, dignidad de la persona y humanidad.
La noción de persona que desarrolla el POM tiene como telón de fondo los siguientes
escenarios claves: primero, los aportes que hace el pensamiento cristiano a nivel
social269 y teológico270; segundo, las reflexiones de la modernidad271; tercero, los
aportes que desarrolló el personalismo del siglo XX, cuya finalidad se centró en
recuperar al ser humano a nivel social y existencial; cuarto, las notas que desarrolla la
fenomenología realista; quinto, el personalismo de Wojtyla.
Los anteriores elementos, son el punto de partida del POM y desde ellos se construye la
noción de persona. A continuación, presentaré los elementos más significativos que
posee el desarrollo de esta categoría y resaltaré los que contribuye a la comprensión de
la persona.
El POM, en línea con la filosofía personalista, evita las definiciones cerradas como lo
hace Boecio en el medioevo: “Persona es la sustancia individual de naturaleza
269
Explica San Pablo: “todos sois hijos de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús. Porque todos los que
fuiste bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo. Ya no hay diferencia entre judío y griego, ni
entre esclavo y libre, ni entre varón y mujer, porque todos vosotros sois uno solo en Cristo Jesús.” Cfr.
Burgos, J. M. (2013). Antropología: una guía para la existencia. Op. Cit. p. 28.
270
Las reflexiones que surgieron sobre la naturaleza de Cristo y el monoteísmo, lo cual, dio origen al
dogma de la Santísima Trinidad y que concluyó con el Concilio de Calcedonia en el 451, en el que se
aportó al concepto de persona las categorías de sustancia o naturaleza, y persona para hacer referencia a la
individualidad o singular, que tiene una subsistencia en sí mismo. Cfr. Burgos, J. M. (2013).
Antropología: una guía para la existencia. Op. Cit. Ibíd., p. 29-30.
Con la modernidad la reflexión sobre el ser humano estuvo centrada en la interioridad del ser humano,
271
de ahí, nacería un movimiento antisustancialista. Lo cual, aportó las reflexiones sobre conciencia, sujeto,
yo, etc. Como lo evidencia los trabajos de Descartes.
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El POM toma la definición de persona del desarrollo filosófico del personalismo, con la
salvedad que no se parte de conceptos pensados para los otros seres, sino que integra la
propuesta hecha por el pensamiento Aristotélico-Tomista, la fenomenología realista y el
pensamiento de Wojtyla. Ahora bien, antes de describir las notas fenomenológicas de la
persona, es conveniente desarrollar el concepto de humanidad y dignidad de la persona
que propone el POM.
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desarrollados por Aristóteles, sino que desde ellos se construye una categoría que resalta
lo propio del ser humano y que pone de manifiesto lo específico de la persona. A
continuación planteo el problema del lastre griego, para posteriormente desarrollar la
categoría de Humanidad que propone el POM.
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implicaciones: la tendencia hacia unos fines, la existencia misma de esos fines, la
consecuencia de esos mismos fines mediante la transición de la potencia al acto (..)
¿sirve esta estructura sin más y directamente para los hombres”278.
El POM considera que la forma correcta de elaborar la comprensión del ser humano
consiste en salir del lastre griego, lo cual implica dejar el concepto de naturaleza que
construyó el mundo griego, mismo que fue pensado desde el mundo natural y, aunque
ampliado a un terreno metafísico, tiene la tendencia de caer en la interpretación
biológica y oponer lo propio del hombre, la razón, a lo natural. Entonces, ¿por qué el
POM plantea que existe ambigüedad en el concepto de naturaleza humana?
Para abordar este interrogante lo primero que hay que indicar es el desarrollo del
problema dentro de la tradición clásica; segundo, el análisis del problema desde el
concepto metafísico; tercer, la comprensión de la persona, desde dos dinamismos
básicos: la parte somática-biológica y la dimensión espiritual-personal.
El POM plantea que el concepto de naturaleza se queda corto para acoger la noción de
persona por las siguientes razones. El término naturaleza acoge lo común, pero la
noción de persona hace referencia a lo singular e individual que existe en cada ser
humano: “La persona es mucho más que la naturaleza porque la naturaleza es lo común
pero la persona es lo individual y, al contrario de lo que sucede con el resto de los seres,
en el hombre, el individuo está por encima de la especie. La persona, cada persona, es
más y es distinta que su naturaleza”280. Con ello, no niega que exista algo común en los
seres humanos,
278
Ibíd., p. 63. 279 Ídem.
280
Ibíd., p. 65.
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resalta la existencia individual y personal del sujeto que lo hace ser particular y único, lo
cual, se diluye con el concepto de naturaleza humana.
Los anteriores, elementos son los que el POM ha denominado como el problema del
Lastre griego. Ahora bien, como se mencionó al inicio de este apartado, es necesario
analizar a la persona desde categorías propias y de esta manera evitar que lo específico
humano sea diluido por la generalidad de los conceptos, para lograr este objetivo el
POM propone lo siguiente: reformular el concepto de naturaleza humana desde la
categoría humanidad.
281
Ibíd., p. 73. 282 Ídem.
283
Ibíd., p. 79.
107
El POM es consciente de que los aportes que hace la noción de naturaleza humana
resultan irrenunciables. Por un lado, da cuenta de la dinamicidad humana; por otro lado,
establece la base de igualdad entre todos los seres humanos. Motivo por el cual lo más
idóneo, no es renunciar a lo bondadoso del concepto, sino tratar de repensarlo. Para ello,
se propone usar el concepto de humanidad, para resaltar lo común de todos los hombres
a nivel diacrónico y sincrónico y así evitar el relativismo.
“[H]ay un mundo de las personas. Si ellas formarán una pluralidad absoluta, resultaría
imposible pronunciar a su respecto este nombre común de persona. Nuestro tiempo
rechaza la idea de una naturaleza humana permanente, porque toma conciencia de las
posibilidades aún inexploradas de nuestra condición. Reprocha al prejuicio de la
naturaleza humana limitarlas de antemano. En verdad, resultan a menudo tan
sorprendentes que no se debe fijarles límites sino con extrema prudencia. Pero una cosa
es negarse a la tiranía de las definiciones formales y otra negar al hombre, como a
menudo lo hace el existencialismo, toda esencia y toda estructura. Si cada hombre no es
sino lo que él hace, no hay ni humanidad, ni historia, ni comunidad [...] Así, el
personalismo coloca entre sus ideas claves la afirmación de la unidad de la humanidad
en el espacio y en el tiempo, presentida por algunas escuelas de fines de la antigüedad y
afirmada en la tradición judeocristiana”285.
Ibíd., p. 96.
284
Mounier. E. (1967). El personalismo: En Burgos, J.M. (2007). Repensar la naturaleza humana. Op.
285
Cit., p. 89.
108
En el acto de querer de la persona existe una estructura dual: querer es siempre querer
algo, pero al mismo tiempo está implícito el Yo. El querer expresa siempre esa
bidimensionalidad: un aspecto intencional —el objeto del querer— y un aspecto de
referencia al «yo». Para Wojtyla, el acto de referencia es más importante que el acto
intencional, en sus palabras: “La intencionalidad mira hacia el exterior, hacia el objeto.
La autodeterminación mira en cambio hacia el interior, hacia el sujeto”286.
Ahora bien, el querer del ser humano no está determinado por el objeto. La experiencia
muestra que la voluntad se puede apartar del objeto y decir no quiero, pero, en cambio,
la voluntad depende del yo y es precisamente lo que caracteriza la autodeterminación:
“La autoteleología, afirma expresamente Wojtyla, presupone la teleología: el hombre no
es el confín de la autodeterminación, de las propias elecciones y de los propios actos de
voluntad independientemente de todos los valores hacia los cuales se dirigen las
elecciones y los actos de la voluntad”287.
286
Wojtyla, K. (2017). Persona y acción (3 ed.). Madrid: Palabra.
287
Burgos, J. M. (2007). Repensar la naturaleza humana. Op. Cit., p. 101.
109
110
“[E]l hombre se relaciona con la realidad en tres niveles fundamentales: las cosas, las
relaciones interpersonales y Dios, y esa relación se establece, a su vez, en dos
direcciones: recepción e influencia. El hombre es afectado por el mundo que le rodea
pero, a su vez, mediante su acción puede modificar ese mundo y transformarlo de
acuerdo con sus deseos y necesidades”291.
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En consonancia con lo anterior, se afirma que la persona posee un valor en sí misma
que indica el modo de trato y reconocimiento que se le debe dar, esto hace que ninguna
persona pueda ser instrumentaliza, utilizada o cosificada, pues su valor es absoluto. El
anterior imperativo, deja entrever el aporte del pensamiento Kantiano, desarrollado en la
fundamentación metafísica de las costumbres294 que fue asumida por el personalismo;
ahora bien, Wojtyla reformula el imperativo categórico en la norma personalista.
Afirmar que todos los seres humanos son personas y que por lo mismo son poseedoras
de un valor absoluto, desde la concepción hasta su muerte, es el pilar que permite
construir unas bases antropológicas que cimienten los derechos humanos
fundamentales.