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EVALUACIÓN DE HISTORIA 

 
Lea detenidamente cada una de las fuentes históricas para que luego compare y contraste las
opiniones expresadas en Fuente A y Fuente B con respecto a las opiniones del origen del ser
humano. Para las preguntas de comparación y contraste, anote las fuentes cuando las lea para
ayudarlo a elegir las comparaciones y los contrastes. Puedes elaborar una tabla, esto hará que sea
más fácil escribir tu respuesta.  
 
FUENTE A 
 
ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL SER HUMANO 
 
Ana Barahona 
 
La biología precede, la cultura trasciende. 
 
Francisco J. Ayala 
 
La especie humana ha evolucionado de otras especies que no eran humanas. Para entender nuestra
naturaleza, debemos conocer sus orígenes y su historia biológica. Esta historia ha sido reconstruida
con la ayuda de muchas disciplinas científicas: la paleontología, la biogeografía, el estudio
comparativo de los organismos vivos, la antropología y en épocas recientes, la biología molecular. 
 
Los seres humanos, las ballenas, las jirafas, los perros, los murciélagos y los monos, entre otros,
integramos la clase de los mamíferos, cuyas características distintivas son el tener pelo y alimentar a
las crías con leche materna a través de órganos especializados llamados mamas o glándulas
mamarias. Dentro de esta clasificación, los seres humanos formamos parte del grupo de los
primates, que incluye algunas especies como los gorilas, los orangutanes y los chimpancés.
Compartimos con ellos varias características que no tienen otros mamíferos, como uñas planas en
los dedos en lugar de garras, manos, el dedo pulgar oponible a los demás y, en el caso de los
machos, un pene que cuelga libre, en lugar de estar adherido al abdomen. 
 
Sin embargo, y a pesar de grandes semejanzas, los seres humanos tenemos características biológicas
distintivas como el cerebro más grande y la postura erecta que nos permite caminar en dos
extremidades; además, la cara plana debido a la reducción de los maxilares, el dedo pulgar oponible
más largo (lo que permite mayores habilidades de manipulación como la escritura, el manejo de
herramientas, etc.), reducción del vello y cambios en las glándulas de la piel, ovulación críptica
(que pasa desapercibida), desarrollo lento, inteligencia (pensamiento abstracto, categorización y
razonamiento) y habilidad para hablar más desarrolladas, así como el uso, control y modificación
del entorno. 
 
Somos los únicos vertebrados que caminan en dos extremidades, erectos, aunque existen otras
especies como las aves que tienen dos patas pero no una postura erecta, debido a que su columna
vertebral es horizontal y no vertical, es decir, su cuerpo está inclinado hacia adelante. El tamaño del
cerebro es generalmente proporcional al tamaño del cuerpo, con lo cual la especie humana tiene el
cerebro más grande y complejo en relación a su masa corporal. Los evolucionistas han discutido
mucho si la marcha bípeda (en dos extremidades) posibilitó el tener un cerebro más grande o si fue
a la inversa. Con los recientes hallazgos fósiles y el desarrollo de nuevas técnicas moleculares esta
discusión se ha resuelto. De hecho, ahora se sabe que la marcha bípeda es la adaptación que define a
los homínidos, ya que andar en dos patas implicó un cambio en la reorganización de la cadera,
piernas, pies y columna vertebral, y provocó el cambio de cientos de músculos y diferencias en el
comportamiento. También se sabe que el aumento continuo en la capacidad craneana en el linaje de
los homínidos no fue, necesariamente, un efecto directo del cambio en la posición bípeda, pero si
una característica adaptativa, es decir, fue seleccionada debido a que le confería a sus portadores
mayor control sobre el medio. 
 
Estudiar estas semejanzas y diferencias ha permitido a los científicos contar con una explicación de
nuestra evolución. Esta reconstrucción histórica se ha basado principalmente en los fósiles
encontrados en África, Asia y Europa, complementados con los recientes estudios moleculares del
genoma humano. 
 
Tomado de: https://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/32/origen-y-evolucion-del-ser-
humano 
 
 
FUENTE B 
 
EL ORIGEN DE LAS ESPECIES: LAS RECTIFICACIONES DE DARWIN 
 
Manuel Ruiz Rejón 
 
Profesor de Genética 
 
Y sobre todo, en las últimas páginas inserta unas frases en las que defiende que “no ve razón válida para
que su teoría ofenda los sentimientos religiosos de nadie”. Y para justificarlo se apoya en que un famoso
autor y teólogo (Charles Kingsley)  “[…] gradualmente ha ido viendo que es una concepción igualmente
noble de la Divinidad creer que Ella ha creado un corto número de formas primitivas capaces de
transformarse por sí mismas en otras formas[…]”. 
 
LAS VARIACIONES GENÉTICA Y LA HERENCIA: UNA CRÍTICA ENRIQUECEDORA 
En la tercera edición de 1861, Darwin incluye un prefacio sobre los antecedentes históricos de su teoría, y en
la cuarta (1866) solo efectuó correcciones menores. En cambio, en la quinta (1869) realizó varios añadidos
tratando de responder a una importante controversia de su teoría planteada en un artículo publicado en 1867
por el ingeniero escocés Fleeming Jenkin en la revista North British Review (2). 
Y es que en las 4 primeras ediciones Darwin había supuesto que había dos tipos de variaciones sobre las
que actúa la selección natural: las pequeñas y frecuentes, y las grandes y raras. Lo que defendía Jenkin
es que si las variantes favorecidas por la selección natural son de gran alcance, tienen muy poca probabilidad
de persistir en las siguientes generaciones. Para ello utilizaba el siguiente razonamiento: 
 
Tales individuos “raros” portadores de la variación favorable se tendrían que reproducir con otros individuos
sin tal variación, que son los más abundantes. 
 
En la descendencia de estos cruces la mayoría de los descendientes ya no tendrían la variación favorable,
porque tanto Jenkin como Darwin aceptaban la idea que prevalecía en esa época de que en los hijos se
mezclan las herencias de los padres. 
 
En consecuencia, la probabilidad de que persistiese la variación favorable en la siguiente generación sería
baja, y además iría decreciendo en generaciones sucesivas. 
 
Ante esta controversia, Darwin (en el capítulo IV de la quinta edición) le quita importancia a tales
variaciones “grandes y raras”, y se queda sobre todo con las variaciones “pequeñas y frecuentes” en las que
la herencia de mezcla no plantea problemas. Estas últimas sí se podrían establecer en las poblaciones, pues
serían recurrentes, y los individuos que las portan se pueden reconocer para reproducirse. En definitiva, esta
dificultad le permitió a Darwin reafirmarse en su idea de que la evolución sucede sobre todo de forma
gradual y no a “saltos”, algo que continúa siendo aceptado en la actualidad, pero ya con una idea diferente
de la herencia de las variaciones -de las pequeñas y también de las grandes- proporcionada por el
mendelismo. 
 
SELECCIÓN NATURAL Y EVOLUCIÓN 
El cambio más importante lo efectuó Darwin en la sexta edición (1872) con la inclusión de un capítulo nuevo
-el VII- en el que trataba de responder a las objeciones planteadas por el zoólogo St. George Jackson Mivart
sobre el papel de la selección natural en la evolución. 
 
En 1859 Charles Darwin publicó su obra culmen El origen de las especies, que inmediatamente suscitó
diversas objeciones y críticas provenientes de muy diversos ámbitos, desde el campo científico al religioso,
pasando por la política y la sociología, entre otros. Para responder a esas objeciones, Darwin reeditó hasta en
cinco ocasiones su obra -la sexta y última en 1872- en las que fue retocando determinadas partes y conceptos
que habían sido puestos en entredicho. ¿Siguen siendo válidas en la actualidad las respuestas que dio a las
críticas? 
 
LA CUESTIÓN RELIGIOSA 
En la primera edición de El origen de las especies Darwin explica cómo las diferentes especies de seres
vivos se han originado mediante la actuación de la selección natural, a partir de un ancestral común a todos
ellos (1). Y por ende, también se posicionó claramente en contra de la posibilidad de que las especies se
hayan creado de forma independiente. Esto fue motivo de enormes críticas por parte de diferentes sectores
religiosos por cuanto eliminaba la idea de la actuación de un creador en tal proceso. La polémica se
centraba en que en la frase final resumen de la obra no incluyó a dicho creador por ningún lado: 
“hay grandeza en esta concepción de que la vida […] mientras este planeta ha ido girando […] ha
desarrollado infinidad de formas […] a partir de un principio tan sencillo” (se refiere al origen de la vida en
una “charca de agua templada” a partir de sus componentes químicos elementales). 
En la segunda edición de 1860 -pasados tan sólo unos pocos meses de la primera- Darwin inserta dos
retoques con respecto a la religión. En primer  lugar,  incluye en la anterior frase la mención al creador, algo
que se mantendría en las siguientes ediciones, lo que se puede interpretar como un intento de calmar los
ánimos. 
 
Tomado de: https://www.bbvaopenmind.com/ciencia/biociencias/el-origen-de-las-especies-las-
rectificaciones-de-darwin/ 
 

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