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1. El paradigma de la simplicidad
2. El paradigma de la complejidad
Tesis
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Edgar Morin (París, 1991) es un filósofo y sociólogo francés. Es uno de los pensadores más emblemáticos e
importantes del siglo XX y XXI, considerado como la figura más destacada del pensamiento complejo. Cuenta con un
gran número de premios y condecoraciones cosechadas. También cuenta con un amplio catálogo de obras entre las
cuales destaca “Introducción al pensamiento complejo”.
La simplicidad nos rodea dentro de la sociedad, desde etapas tempranas de nuestras vidas,
crecemos con sistemas basados en este paradigma. Creando la idea de que siempre debemos
enfocarnos únicamente en una cosa a la vez.
Teniendo en cuenta esto, podemos observar la idea planteada por Morin “Así es que el paradigma
de simplicidad es un paradigma que pone orden en el universo y persigue al desorden” (Morin,
1999, P.55), en donde se explica la esencia del paradigma, el cual busca el orden constante en el
universo, y convierte el desorden en pequeñas partes, las cuales se pueden solucionar a brevedad.
Cuando evaluamos el universo en general con todos sus componentes, se puede evidenciar la
relación orden-desorden en la mayoría de los procesos. Esta relación en algunos casos es
estrictamente necesaria para que las cosas sean de la forma que son en la realidad. Según Morin:
“La complejidad de la relación orden/desorden/organización surge, entonces, cuando se constata
empíricamente qué fenómenos desordenados son necesarios en ciertas condiciones, en ciertos
casos, para la producción de fenómenos organizados, los cuales contribuyen al incremento del
orden” (Morin, 1999, p. 58), el autor muestra como una de las variables depende directamente de
la otra, es decir sin una la otra no puede existir.
Debemos dejar a un lado el pensamiento de que los fenómenos desordenados, o fuera de control
son malos o indeseables, ya que, a partir de estos fenómenos se pueden construir estructuras
complejas. Darle importancia a esta relación es clave para comprender mejor el universo.
El desorden y el azar pueden ser buenos y necesarios para crear y dar orden a la vida, desde la
misma creación de las galaxias, hasta la creación de remolinos Según Morin (1999), ya que esta
relación está presente en la mayoría de los fenómenos del universo.
Se observa que, con base en lo dicho por Morin, cada elemento del paradigma de la complejidad
se ve representado también en el hombre “El hombre es un ser evidentemente biológico. Es, al
mismo tiempo, un ser evidentemente cultural, meta biológico y que vive en un universo de
lenguaje, de ideas y de conciencia.” (Morin, 1999, p. 55)
Como seres humanos estamos destinados a ser seres complejos lo cual implica según Morin
(1999) que para nutrirnos de ideas y ser nosotros mismos necesitamos aprender un lenguaje, una
cultura y un saber los cuales deben ser variados por lo que se concluye, que dependemos de una
educación, un lenguaje, una cultura, una sociedad e incluso un cerebro. Por lo tanto, la complejidad
se puede ver de manera multidimensional y a la vez sola ya que la componen todas las disciplinas
y estas tratan de unificarse para tener una sola razón que contenga todo.
Se determinan tres principios de los cuales parte el pensamiento complejo, “Diré, finalmente, que
hay tres principios que pueden ayudarnos a pensar la complejidad. El primero es el principio que
llamo dialógico… El segundo principio es el de recursividad organizacional… El tercer principio es
el principio hologramático…” (Morin, 1999, p. 67,68). Para entender el primer principio se expone
el ejemplo del orden y el desorden ya que coexisten, se necesitan el uno al otro y colaboran entre
sí, por tanto, hay una dialógica entre ellos.
El último principio rompe con la linealidad del conocimiento ya que para entender el todo se
necesita entender las partes y de manera viceversa. En conclusión, los tres principios están
lógicamente unidos, se pueden diferenciar y al mismo tiempo complementarse.
Como lo menciona el autor, “El paradigma de complejidad provendrá del conjunto de nuevos
conceptos, de nuevas visiones, de nuevos descubrimientos y de nuevas reflexiones que van a
conectarse y reunirse.”(Morin, 1999, p. 70) lo cual va de la mano con los temas desarrollados sobre
innovación y solución de problemas en el mundo de la ingeniería. Si no tenemos en cuenta la
complejidad en la solución de problemas o en temas de investigación, no podremos avanzar de
una manera rápida y segura, sino que tendremos dificultades que al final se traducen en tiempos
más largos para la resolución de problemas.
Según Morin uniendo causa y efecto, el efecto volverá a la causa y por ende el producto también
será productor, si logramos distinguir estas nociones al final se unirán ambos conceptos al mismo
tiempo (Morin, 1999) con esta idea no únicamente se piensa en dar solución a problemas, si no
también se puede ver desde el enfoque medioambiental, el cual debemos tener en cuenta también
a la hora de desarrollar ideas.