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350 Capítulo VII
TUNG (1893-1976) dirigía en China desde 1966. Pero que sin embargo también fue
democrático en el "segundo"-. Esto no quiere decir que todos los pensadores del
idealizada por importantes sectores juveniles en Occidente.
momento fueran críticos, puesto que los pensadores más reaccionarios seguirían
Ese Occidente evidentemente incluye a América Latina. También allí, o prin-
ejerciendo un notable poder de presión. De he~ho, la. ~ovili~ació~ juvenil crítica
cipalmente allí, importantes sectores reclamaban contra un modelo dependiente
pr6bablemente surgió con10 reacción a la manIpulaClon nacIOnalIsta exace:bada
de desarrollo que no hacía sino reforzar el modelo de extracción de riquezas pa-
por la campaña "macartista", llevada adelante por un oscuro s~nador ~e WIscon-
ra subvencionar el modelo capitalista central. Y contra estos reclamos los secto-
sin, en especial desde 1947 a 1954, y que se tradujo en persecucIOnes a Intelectua-
res dominantes culminaron por "quitarse la máscara" del desarrollo y ponerse la
les y trabajadores, absurdas aunque no menos trascendentes. Como esfuerzo
de la reacción, con el apoyo estadounidense, mediante represiones y violaciones
consciente para eliminar la disidencia, la "caza de brujas" cumplió sus objetivos
a los derechos humanos que comienzan a gestarse en esta década del sesenta. Por
de imponer el conservadurismo cristiano como cuasi religión de Estado -s~ i.m-
ejemplo: México en la plaza de Tlatelolco, gobiernos militares en Brasil y Argen-
ponen legalmente el Día Nacional de la Plegaria en 1952 y el program~ televIsIvo
tina, posterior golpe de Estado en Chile.
de desayuno nacional para rezar en 1953-, de sacar de sus puestos a mIles de tra-
Este rechazo a la sociedad represora y explotadora, a esta sociedad que prac-
bajadores progresistas -como muestra en el caso de Hollywood la p~l,fcula C~z~ ticaba injusticias y luego intentaba neutralizar la exigencia compensatoria me-
de brujas de Irwin WINKLER en 1993-, además de formar en la repreSIOn a POlItI- diante la naturalización de lo "existente", iba a ir acompañado de un rechazo al
cos posteriormente poderosos -como los luego presidentes NIXON, REAGAN, BUSH- modelo científico propio del Estado benefactor, el representado por la sociología
y a su arsenal teórico "neo conservador" . Como consecuencia no querida, como he estructural-funcionalista. Un hecho puntual en que se publicit6 la injerencia de
sugerido más arriba, se vería florecer un pensamiento rebelde y de reacción a esas ~os expertos a sueldo de los Estados Unidos, el escándalo en torno al llamado
ideas conservadoras, que además mostraría una faz contestataria n1uy original. "proyecto Can1elot" -en el que se usaban a científicos para extraer información
y es que el centro del poder mundial de ese entonces, los Estados Unidos, es- sobre actividades políticas-, terminó por destruir la imagen del "experto" en cues-
tuvo dominado en esta década y la siguiente por las reacciones juveniles a la gue- tiones sociales. Así, un cierto anticientificismo -antipositivista y también anties-
rra del Vietnam y a la política exterior estadounidense que auspiciaba mayores tructural-funcionalista- se alzó en la época bajo los reclamos de humanismo. Por
conflictos para beneficio del "complejo industrial militar". Estos reclamos iban a oposición al carácter "formal", "abstracto" y "empírico" del método de las ciencias
estar caracterizados por la edad de los jóvenes manifestantes y por una nueva éti- sociales, se produciría un vuelco a formas que cuestionaban la especificidad del
ca y estética reactiva, en la que entrarían en juego esquemas religiosos o morales saber "científico" y se retomaban prácticas que iban desde el idealismo a la recon-
y también de pensamiento político, social y hasta criminológico -de ello me ocu- sideración del sentido común.
paré más abajo-o Estas protestas, así como los reclamos de minorías étnicas, se- Pero sobre todo se ponía en crisis, con el modelo científico, el modelo políti-
xuales, etc., por los derechos civiles van a evidenciar por distintas razones que ha- co con el que se consustanciaba. Se sucederían críticas desde la izquierda, pero
bía hechos más violentos y antisociales que los llamados tradicionaln1ente delitos. también desde la derecha reaccionaria, al modelo supuestamente liberal que, co-
Como he dicho más arriba, el reclamo pondría en evidencia las injusticias y abe- mo ya se ha dicho, encarnaba el Estado benefactor con su proyecto económico y
rraciones a los derechos humanos que se hacían en nombre de la "civilización" pe- con sus proyectos culturales y también científicos.
ro que en realidad eran la forma de mantener un tipo de sociedad basada en los Todo ello implicaba cuestiones ideológicas pero también otras cuestiones,
delitos del capitalismo industrial, bélico, farmacéutico, etcétera. que es posible mencionar como "cambios culturales". Quienes se organizaban
Como no podía ser de otra forma, tal constatación de que lo que en realidad contra determinado estado de cosas decían sostener una "nueva moral". U na mo-
hacía posible el "bienestar", reflejado en consumo y novedades técnicas, era la ex- ral que a partir del individuo fuera capaz de organizar nuevas formas sociales
plotación y restricción de libertades de "otros", implicaría el rechazo al modelo de que, con rechazo del consumo y valoración de la amistad -y con ella respetando
sociedad estatalizada y capitalista. De este n10do, reivindicaciones que no eran la diferencia-, pudieran gestionarse fuera del capitalismo y el Estado y sus más
esencialmente nuevas, como el pacifismo, los derechos humanos individuales, los claros defensores, el ejército y el sistema penal.
de las minorías y los de las mujeres, etc., encontraban entonces renovado interés Es en estos años sesenta cuando la industria del cine se hace cargo de aquel
de parte de los jóvenes que impulsaron su revuelta cultural con una buena mez- lugar de la cultura popular, que desde el inicio de la modernidad ya había señala-
cla de ideas provenientes del psicoanálisis, del marxismo, de prácticas espiritua- do que a veces es necesario quebrar la ley para obtener justicia. La "cultura popu-
les no occidentales y de otros referentes. Como ejemplo de ello se puede analizar lar" mantenía mitos de este tipo a través de toda la modernidad, ellos están en la
el concepto de "alienación" difundido entonces, pero alejado del originalmente base de la literatura de cordelo de la épica de los bandidos rurales.
formulado por MARX. De acuerdo a esa mitología popular se recuperaría la idea del contenido polí-
Lo que digo en relación a los Estados Unidos, se aplicaría también para el ca- tico de las forn1as delincuenciales, algo que se haría con el aporte de ideas marxis-
so de Europa, aunque algo más tarde y con características especiales en el caso tas o revolucionarias. Aunque el cine ya lo había hecho antes, ahora lo haría más,
inglés, francés o italiano. E incluso en el bloque soviético, donde la reacción al di- yen todo un amplio espectro cultural que va desde las inocentes versiones infanti-
rigismo soviético, primero en Hungría y luego en Checoslovaquia, auguraba la ne- les de El Zorro o de Robin Hood, hasta la revisión heroica de unos bandidos esta-
cesidad de aunar al marxismo con el ineludible cOlnponente de libertad. Algo que dounidenses de la década del treinta en la película Bonnie y Clyde, o el planteo de
dudosamente se produciría en la llamada "Revolución Cultural" que Mao TSE un robo a un banco como un acto antisistema en El caso de Thomas Grown.
354 Capítulo VIII Reacción social, conflicto, marxismo y pensamiento crítico 355