Universidad Central de Venezuela

Facultad de Humanidades y Educación

Escuela de Artes

Artes Escénicas II

Sección A

LA VANGUARDIA DE ALFRED JARRY: UBÚ REY.

Prof. José Francisco Silva Autor:

Danyir Flores

C.I.:30.649.326

danyirflores30649326@gmail.com

Caracas, 12 de diciembre del 2022

 La Europa de finales del siglo XIX, se encontraba en un completo auge
social, político y económico; podemos considerar este periodo como el punto
más alto de la modernidad. La época se movía con un racionalismo y
cientificismo, también influencias de las nuevas corrientes de pensamiento
como el positivismo, el marxismo y su concepción dominantemente materialista
del mundo, que es la que promueve la sociedad burguesa, en la que se
presenta un egoísmo racionalista y economicista. El teatro en Francia de
finales del siglo XIX, era principalmente teatro burgués, puesto que los
burgueses dominaban y pedían obras donde se reflejara su estilo de vida.

Debido a esa sociedad tan industrial y burguesa, surgió el simbolismo en

1880 hasta 1910 con una base rupturista en contra del realismo y naturalismo
que impregnaba en la época. El simbolismo fue un movimiento literario y
estético originado específicamente en Francia y Bélgica. Los escritores de este
movimiento tales como el poeta francés Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud y
Paul Verlaine recobran el orden espiritual que se había perdido en el realismo-
naturalismo, en ese sentido, son más alusivos a un pasado abandonado o
medievalista. Es decir, en el texto veremos una reivindicación de la
espiritualidad, religiosidad del Medioevo u otras épocas antiguas.

En cuanto al teatro, tenemos el ‘Théâtre de l’Art (Teatro de Arte) fundado

por Paul Fort, éste abre sus puertas en 1890. El Teatro de Arte atrajo a
dramaturgos, entre ellos a Lugné-Poe en 1891, más tarde se conocería al
Théâtre de l’Art como Théâtre de L’oeuvre. Así, se inició la empresa simbolista
en París en la que luego destacarían autores como Copeau, Pitoeff, Artaud, y,
más cercanos a nosotros, Jean-Louis Barrault y Patrice Chereau.

Desde el punto de vista escenográfico, Paul Fort y Lugné-Poe

recurrieron a pintores como Ker-Xavier Roussel, Pierre Bonnard y Maurice
Denis, a quienes encargaron decorados conocidos como sintéticos. Oliva, C. y
Monreal, F. mencionan en su libro Historia básica del arte escénico que “Para
M. Denis, este decorado debía sugerir el triunfo universal de la imaginación y
de lo Bello sobre la mentira naturalista y los esfuerzos de la vacua imitación.”
(p. 297). El teatro tenía ambientes cromáticos, por medio de la perfecta

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coordinación de telones, iluminación, vestuario y hasta olores, se pretendía
lograr una atmósfera mística y mágica propia de los simbolistas.

En 1896, aparece Alfred Jarry, nacido en Laval, Francia en 1873 y

fallecido en París, Francia en 1907. Fue un dramaturgo, novelista y poeta
francés, a quien le fue confiado la programación de la temporada del Théâtre
de L’oeuvre por Lugné-Poe, donde se estrena su obra más característica Ubú
Rey, obra que escandaliza a los burgueses por su posición completamente
rupturista; fue considerada la primera contestación al realismo-naturalismo.

Alfred Jarry era un joven excéntrico, llevaba un estilo de vida particular y

disoluto, es conocido por sus obras de teatro de aspecto cómico y grotesco.
Fue el creador de una nueva pseudociencia llamada Patafísica. Ésta es una
ciencia añadida a la Metafísica que estudia las leyes que rigen las excepciones
y explica el universo complementario o, describe el universo que podemos ver
y que tal vez, debemos ver en lugar del tradicional. A pesar de que Jarry
conviviera en este periodo simbolista y estrenara su obra en un teatro que,
generalmente presentaba obras simbolistas, no se le puede considerar un
simbolista como tal, ya que su teatro iba mucho más allá; incluso, fue
considerado precursor de muchos movimientos que aún no pensaban en
aparecer para la época.

Escribió varias obras entre las que destacamos a Los minutos de Arena
Memorial (1894), César-Anticristo (1895), Ubú Rey (1896), Pequeño
almanaque de Ubú (1899), Ubú encadenado (1900), Ubú en la colina (1901), El
supermacho (1902), Gestas y opiniones del doctor Faustroll, patafísico (edición
póstuma, 1911), entre otras.

Ubú Rey, la obra sobre la cual profundizaremos a continuación, suele

ser denominada como “La vanguardista obra de Alfred Jarry” por los
aficionados. Por esta obra, Jarry es considerado precursor de movimientos
vanguardistas como el Dadaísmo, el Surrealismo, y el Teatro del Absurdo; es
así, entonces, como rompe con las tradiciones teatrales que había en la época.

Entendemos por Dadaísmo, a ese movimiento de ruptura que surgió

años más tarde, en 1916, el cual quería promover todo lo absurdo, lo irracional

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y la falta de sentido. El teatro dadaísta pretendía destruir la escena, provocar al
público, irritarle o burlarse de él.

En cuanto al Surrealismo (1924), fue influenciado en gran medida por el

Dadaísmo y tiene como antecedente directo la Patafísica del mismo Alfred
Jarry. El surrealismo literario, se caracterizó por una vocación libertaria sin
límites y la exaltación de los procesos oníricos, del humor corrosivo y de la
pasión erótica, concebidos como armas de lucha contra la tradición cultural
burguesa.

Por último, el Teatro del Absurdo. Éste fue un estilo dramático

desarrollado mucho más tarde, entre la década de los 50 y 60. Su autor, Martin
Esslin, utiliza la palabra absurdo en su sentido más puro; absurdo es todo lo
contrario y opuesto a la razón, lo que no posee sentido. Puede ser visto como
algo chocante, contradictorio, arbitrario, irregular, disparatado e incluso
extravagante. Dentro de las características del teatro absurdo encontramos
que: el lenguaje puede ser dislocado, incluye frases trilladas, juegos de
palabras, repeticiones y hasta suele romper con la continuidad de algún
instante. También, el ridículo y la ausencia de sentido presentados, son
recursos orientados a mostrar una capa cómica pero, que a su vez, permiten
vislumbrar un mensaje de fondo. El contenido de trasfondo dentro del absurdo
abarca generalmente temas como la política, la religión, la moral y las
estructuras sociales. Todas estas características las encontramos en Ubú Rey.

Ubú Rey, inicialmente llamada Los Polacos (1888), es una comedia

satírica o parodia, sus personajes poseen un aspecto grotesco, por ejemplo, el
Padre Ubú. Éste es presentado como un gordo fanfarrón de aspecto
excéntrico, es decir, hay una transformación de los personajes humanos por
gigantes imitaciones de marionetas, los cuales se caracterizan por ser
excéntricos, vulgares, sin importarles en absoluto la moralidad. Como dato
curioso, podemos decir que el Padre Ubú fue creado por Jarry cuando tenía 15
años, se inspiró en uno de sus profesores del instituto de Rennes, que según
Jarry encarnaba “todo lo grotesco que pueda haber en el mundo”.

El texto de la obra es arriesgado, Jarry deforma el lenguaje en palabras

como Mierdra!, onejas, phinanzas, cuernoempanza, etc, lo cual fue una

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innovación. Hay violencia física, verbal, burlas a la religión, al poder social y
político directamente. Este drama obtuvo gran éxito y escandalizó por su tono
mordaz y grotesco contra la cultura burguesa; sin embargo, solo se presento en
dos ocasiones. La obra posee muchas referencias de las obras de William
Shakespeare, sobre todo, de Macbeth (1606).

A continuación, destacaremos varios puntos que analizamos de la obra.

En primer lugar, tenemos a Padre Ubú, antiguo rey de Aragón y capitán

de dragones de Polonia, un monarca tan tirano como cobarde. El personaje de
Ubú es un arquetipo del cinismo, la grosería, la ineptitud hecha autoridad y el
engreimiento ridículo; junto con su mujer, la Madre Ubú (quien representa una
parodia de Lady Macbeth, por incitar al Padre Ubú de matar al rey Venceslao)
encarnan la corrupción y el despotismo, casi un paradigma de los dictadores
del siglo XX, e incluso, XXI, nuestra actualidad. Ambos simbolizan la ignorancia
y la codicia de la burguesía.

En segundo lugar, vemos la importancia y la responsabilidad que tiene la

sociedad en la elección de sus gobernantes. Cuando el Padre Ubú mata al rey
Venceslao, sigue en su papel de codicioso y egoísta, por lo que, no quiere
hacer frente ante el pueblo. No obstante, es incitado por la Madre Ubú
nuevamente, quien le advierte que si no reparte carnes y oro al pueblo, se
rebelarán en su contra. Entonces, vemos en esta situación, que se aprovechan
de la necesidad del proletariado y su poca educación; éstos al encontrarse con
un gobernante que les da carnes y oro en su primer día de mandato, los
envuelve por completo, y lo nombran su rey sin quejas. Hecho que les costó
más tarde. Para no irnos tan lejos, esta situación la encontramos bastante
similar con la de Venezuela bajo el mandato de Hugo Chávez.

En 1998, cuando Chávez participó como candidato a la presidencia de

Venezuela, prometía muchos beneficios a la ciudadanía, promesas que, una
vez en su mandato, nunca cumplió y solo trajo problemas sociales y
económicos para el país, que a día de hoy, seguimos bajo esas secuelas.
Entonces, vemos la importancia de no creer por completo en lo que dicen
aquellos gobernantes como el Padre Ubú, que solo se enfocan en dar
promesas vanas o de dar regalos a la población para mantenerlos domados,

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bajo la ignorancia y, por tanto, bajo su poder. Para finalmente, arremeter contra
ellos, como hizo el Padre Ubú con el cobro de los impuestos. Esta
implementación de los impuestos, solo empobrecen más al pueblo, y
enriquecen más a los poderosos.

Otro punto importante sería, la Madre Ubú. Ella es la verdadera “reina”;

es la mente maestra y la más astuta, se aprovecha de su marido quien no es
tan inteligente, lo manipula e incita a hacer cosas para ella tener algo de poder
sobre sus manos, sin ser completamente la primera imagen de los hechos.

En cuanto a la innovación del lenguaje, fue completamente criticado por

los burgueses, por lo tanto, Jarry cumplió su objetivo. Esta situación la
encontramos similar con lo que sucede hoy en día con el lenguaje inclusivo de
la nueva generación, lenguaje altamente criticado por las generaciones más
viejas.

Para finalizar, vemos una tragedia hecha comedia; el Padre Ubú y la

Madre Ubú huyen juntos a España, luego de ser perseguidos por Bugrelao y el
pueblo. Sin embargo, en lugar de verlo como una derrota o tragedia, piensan
que es una aventura.

Entonces, con esta obra, Jarry buscaba generar una risa destructiva y
grotesca, risa muy diferente a la de la comedia o del vodevil, siempre
controladas por el buen gusto y la moderación exigidos por el público teatral.
En el fondo, Jarry se burla del propio teatro. El rompimiento que se generó con
el estreno de esta obra, tuvo tanto acogida como desprecio. Podemos decir,
que la intención de Jarry era hacer una interpretación del contexto francés de
aquella época, desde donde se planta una crítica a las formas de
administración y gobierno francés, bombardeando descaradamente los
cimientos de la sociedad en la que vivía, por el único placer de generar: caos.

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 Fuentes consultadas

Burger, P. – (1987). Teoría de la vanguardia. Editorial Peninsula. Barcelona,

España.

El Comercio. – (2017). Chávez nació hace 63 años: 10 promesas que no

cumplió cuando fue presidente. El Comercio.
https://elcomercio.pe/mundo/latinoamerica/chavez-nacio-63-anos-10-promesas-
cumplio-presidente-noticia-445777-noticia/ Fecha de consulta: 6/12/2022.

Freire, H. – (2021). Ubú Rey y la Patafísica. Milenio.

https://www.milenio.com/opinion/hugo-freire/literatura-ciencia/ubu-rey-y-la-
patafisica Fecha de consulta: 5/12/2022.

Jarry, A. – (1888). Ubú Rey. Editorial Cátedra. Madrid, España.

Oliva, C. y Monreal, F. – (1990). Historia básica del arte escénico. Editorial

Cátedra. Madrid, España.