Departamento de Humanidades

Historia Universal del Siglo XIX

FGTHU08
Prof.: Rafael Dávila

¿Sufragio femenino?
¡No! ¡Sufragio femenino!

López, María
C.I.:28.472.806
lo.maria@correo.unimet.edu.ve

Caracas, 16-07-2020

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Tabla de contenido
Introducción.............................................................................................................3
Precedentes de los primeros pasos al Sufragio Femenino................................4
¿Qué significa ser mujer?......................................................................................4
Revolución Francesa..............................................................................................6
Vindicación de los derechos de las mujeres..........................................................9
En camino al sufragio femenino..........................................................................12
Declaración de Seneca Falls................................................................................12
Sojourner Truth ¿Acaso no soy una mujer?........................................................16
Conclusión.............................................................................................................18
Bibliografía.............................................................................................................19

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 Introducción
A lo largo de la historia la mujer se ha visto marginalizada por la única razón de
haber nacido siendo mujer, incluso hoy en día se sabe que alrededor del mundo
existen países donde los derechos femeninos siguen sin respetarse. En definitiva,
la lucha por la igualdad de género es un aspecto donde a la humanidad aún le
falta un camino por el cual recorrer pero, ya gran parte de ese camino ha sido
recorrido por varias personas a medida que ha pasado el tiempo.
En este trabajo se busca dar a entender todo el recorrido que ha sido atravesado
por mujeres y hombres para lograr dar comienzos a la historia del sufragio
universal. Se destacan especialmente mujeres como: Christine de Pizan,
precursora para la educación igualitaria; Olympe De Gouges, quien fue un
referente importante en la charla de los derechos femeninos con Los Derechos de
la Mujer y de la Ciudadana; Mary Wollstonecraft, conocida por ser autora de la
Vindicación de los Derechos de las Mujeres; Elizabeth C. Stanton, activista del
sufragio femenino en Estados Unidos; entre otras más.
Mediante el mismo, se observa como la batalla por los derechos y el sufragio no
ha sido para nada sencilla, cada una de estas mujeres se vio perjudicada por la
sociedad y los prejuicios machistas de las épocas donde se ubicaban, teniendo
que ser pisoteadas por defender derechos básicos como son la educación y la
libertad individual de decidir por uno mismo.
También se logra conocer algunos hombres destacables que decidieron usar sus
posiciones de poder dentro de la sociedad para darle voz a las mujeres. Además,
se percibe que el movimiento sufragista, no solo defendió su propia causa, sino
que luchó por los derechos abolicionistas para lograr una igualdad racial y de
género. Todo el camino recorrido por cada una de estas personas han dado como
resultado que hoy en día las mujeres puedan decidir por sí mismas y darle el curso
que ellas quieran a su vida, quedando en la historia como unas heroínas para
todas jóvenes que a día de hoy tienen la batuta de su propia historia.
"Es tiempo de efectuar una revolución en los modales de las mujeres,
tiempo de devolverles su dignidad perdida y hacer que, como parte de la
especie humana, trabajen para reformar el mundo, mediante su propio
cambio"
(Wollstonecraft, M. 1792)

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 Precedentes de los primeros pasos al
Sufragio Femenino

¿Qué significa ser mujer?

Para empezar a hablar sobre el sufragio femenino se tiene que plantear quiénes
fueron las primeras personas en dar un paso a lo que vendría a ser las bases para
lograr el voto de la mujer, y para llegar a este punto tenemos que hacer mención a
una mujer muy importante: Christine De Pizan.
En el Siglo XIV se reivindica la educación para los niños, se empiezan a tratar
temas diferentes como lo son la filosofía moral, gramática y la historia retórica, sin
embargo, la educación para las mujeres en ese tiempo era obsoleta debido a la
posición de desventaja que se tenía para ese momento. De por sí, el humanismo,
a pesar de su nombre, tenía una perspectiva clásica en cuanto al género
femenino.
Aun así, en este siglo nace una persona que va a cuestionar lo que
verdaderamente significa nacer como mujer en un mundo lleno de injusticias.
Christine De Pizan nace en Venecia en el año 1364, bajo una posición privilegiada
gracias al renombre de su padre, quien le proporciono el derecho a la educación.
En base a ello, en el futuro pudo vivir a costa de sus escritos, en especial, de sus
poemas y baladas.

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Recuperado de:
https://www.lavanguardia.com/historiayvida/edad-media/20191101/471292109718/
cristina-pizan-escritora-edad-media.html
Pero no solo se dedicó a eso, sino que debido a la posición que obtuvo tuvo la
oportunidad de cuestionar cuál era el lugar de la mujer en la sociedad
renacentista. Según ella la diferencia entre géneros no se debía a un motivo
natural, cómo defendía la mayoría en esos tiempos, sino que más bien venía
desde la cultura.

En opinión de Christine, la inferioridad femenina en realidad no era natural,

sino cultural. Si las mujeres quedaban relegadas a las cuatro paredes
domésticas y no recibían educación, ¿cómo podían aspirar a los logros que
conseguían los hombres? (Palumbo, A. 2020)

Una obra donde destaca su posición en cuánto a este tema es La ciudad de las
damas, escrito en 1405, en donde busca dar a probar que el factor determinante
de que las mujeres no tuvieran las mismas "capacidades" que los hombres se
basaba únicamente en que no recibían las mismas oportunidades de educación.
En el mismo declaraba "Si fuera habitual mandar a las niñas a la escuela y
enseñarles las ciencias con método, como se hace con los niños, aprenderían y
entenderían las dificultades y las sutilezas de todas las artes y las ciencias tan
bien como los hombres".
Christine De Pizan no solo fue una de las primeras feministas en el mundo, sino
que también fue de las primeras en utilizar sus recursos para buscar probarle a la
sociedad del Siglo XV que las mujeres pueden ir más allá de los límites
estipulados.

Revolución Francesa
En la Francia del Siglo XVIII posterior a la Revolución Francesa se escribe la
Declaración de los Derechos del Hombre y los Ciudadanos, la cual fue aprobada
por la Asamblea Constituyente francesa en agosto de 1789. Un gran precedente
para establecer los derechos del hombre libre, pero había un problema con esta
declaración, solo se hablaba de los derechos de los hombres.
En ese momento, percatarse de que las mujeres también merecían derechos era
algo absurdo para la mayoría de las personas. El concepto comunitario de la mujer
se basaba en su función natural, es decir, servir de incubadora, pero nada más
allá, pues la mujer tenía que pertenecer y obedecer únicamente a su esposo o al

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hombre que estuviera a cargo de ella en su momento y, aunque una parte
considerable de la población femenina francesa se apegaban a esto, no era el
caso de todas, pues habían quienes se daban cuenta que aquello por lo que se
veían oprimidas no tenía sentido.
Una de estas mujeres es Olympe De Gouges, una escritora y dramaturga francesa
que se dio cuenta de la gran diferencia que había entre hombres y mujeres en
cuanto a derechos, cabe destacar que no solo abogaba por los derechos de
género sino que también por los derechos abolicionistas. Fue la autora de la
Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana en 1791, en donde
igualaba los derechos de las mujeres en cuanto a los de los hombres. La pregunta
con la cual comienza este escrito daba mucho de qué hablar para esa época, ésta
era "Hombre ¿Eres capaz de ser justo? Una mujer te hace esta pregunta".
La pregunta de por si daba un comienzo firme a esta declaración, ya que se dirigía
o atacaba directamente a la fuente del problema, pero más allá de dirigirse a los
hombres en posiciones de poder, también se orientó a darle un guiño a las
mujeres a defender lo que se les había quitado, diciendo "Mujeres, despertad,
reconoced vuestros derechos ¿Cuándo dejaréis de estar ciegas? ¿Qué ventajas
habéis obtenido de la Revolución?".
La Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana componen un factor
muy importante para el movimiento feminista que iba surgiendo poco a poco en el
mundo, pues el mismo asentaba por primera vez de manera oficial una igualdad
de derechos entre géneros. Lamentablemente, para su tiempo era una idea muy
revolucionaria (o aterradora me atrevería a decir) para aquellos que contaban con
poder, el que una mujer pudiera igualarse a un hombre, al parecer era absurdo,
pero ¿Era cuestión de ser una idea irracional o en verdad era un miedo hacia
perder el poder que se tenía en cuanto a los "más débiles"?

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Recuperado de: https://www.francebleu.fr/emissions/l-ecole-france-bleu-
besancon/besancon/l-ecole-france-bleu-besancon-12

Un aspecto que me parece muy interesante, y a su vez, perturbador sobre la

historia de la humanidad, es el hecho de que cada vez que una voz proveniente de
una minoría se alza para pedir los derechos que les corresponden es acallada,
pues uno de los mayores miedos del ser humano es el temor a lo desconocido, y
para esa época los derechos de los esclavos y de las mujeres entraban en este
espectro de desconocimiento.
Prueba de esto la podemos encontrar cuando se habla de los clubes fundados por
mujeres, destacando específicamente a la Sociedad de Mujeres Militantes
Republicanas Revolucionarias.

Tuvo como primera sede la biblioteca del Club de los Jacobinos. Estaba
compuesta por alrededor de 170 miembros, aunque no todas, muchas de
ellas vestían como uniforme pantalones a rayas rojas y blancas, escarapela
tricolor sobre su peinado y otras, el gorro frigio de la libertad y en las
manifestaciones portaban armas. Dentro de sus reclamos, exigían el
derecho al voto como forma de igualdad política plena con los hombres y
mejoras en las condiciones de vida de las mujeres trabajadoras. (EcuRed,
2014)

Gracias a estos clubes, se consiguió un tipo de igualdad política en la Asamblea,

pero poco tiempo después se les volvió a negar este derecho, además se prohibió

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la existencia de estos clubes femeninos, argumentando que la mujer tenía que
volver a su posición según lo encomendado por su naturaleza propia.
Olympe De Gouges también tuvo el infortunio de ser silenciada, se puede resaltar
que De Gouges no solo hablaba de derechos de género y raza, sino que también
defendía aspectos como el reconocimiento de hijos fuera del matrimonio, el
divorcio, educación pública, entre otros. Pero, lo que la llevó a perder la vida fue,
más que todo, su contrariedad a la pena de muerte que se llevaba a cabo en la
Época del Terror en Francia, al posicionarse a favor de Luis XVI para que no lo
guillotinaran. Básicamente, tomó una posición pacifista cuando estaba rodeada de
una muchedumbre ansiosa por la sangre de sus antiguos monarcas.
Tiempo antes de ser guillotinada, su padre dijo lo siguiente:

"No esperéis señoras que me ponga de acuerdo con vos. Si las personas
de vuestro sexo pretenden convertirse en razonables y profundas en sus
obras ¿En qué nos convertiríamos nosotros los hombres? Adiós a la
superioridad de la que nos sentimos tan orgullosos, las mujeres dictarían
las leyes, esta revolución sería peligrosa. Las mujeres pueden escribir, pero
conviene para la felicidad del mundo que no tengan pretensiones"

Motivado al rechazo que obtuvo, no solo por sus contemporáneos, sino que
también por los que le precedieron, su historia casi no fue reconocida hasta el
siglo XX, donde finalmente salió a destacar su posición como defensora de los
derechos de la mujer.
Pero no todo dependió únicamente de las mujeres, hombres como el filósofo
Nícolas de Condorcet también ayudaban a la mujer en la lucha la igualdad de
derechos. Condorcet defendió la ciudadanía de las mujeres cuando en 1790 da a
conocer su escrito, Sobre la admisión de las mujeres en el derecho a la
ciudadanía, en donde declaraba:

“¿No han violado todos los hombres el principio de igualdad de derechos al

privar, con tanta irreflexión, a la mitad del género humano de concurrir a la
formación de leyes, es decir, excluyendo a las mujeres del derecho de
ciudadanía? ¿Puede existir una prueba más evidente del poder que crea el
hábito incluso cerca de los hombres eruditos, que el de invocar el principio
de la igualdad de derechos (…) y olvidarlo con respecto a doce millones de
mujeres?”

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 Condorcet condenaba cómo el instaurar
una revolución para los derechos de los
franceses era hipócrita si no se tomaban en
cuenta los derechos de la mitad de la
población femenina de Francia, pero no
todos los filósofos tenían esta perspectiva.

Recuperado de:
https://www.amazon.es/Condorcet-
Condorcet-Mathematician-Philosopher-
Revolutionary/dp/B072BXJW49

Vindicación de los derechos de las

mujeres
"La primera y más importante cualidad de una mujer es la dulzura (...) Debe
aprender a someterse sin quejarse al tratamiento injusto y las ofensas de
su marido."
(J, Rousseau. 1762)
Esta cita fue expresada por el filósofo Rousseau en su obra Emilio o la educación,
frases como estas escritas en las diferentes obras de Rousseau, además de otras
obras expuestas por otros diferentes filósofos, como Reflexión de la Revolución
francesa de Edmun Burke, fueron las que dieron pie a Mary Wollstonecraft a
escribir Vindicación de los derechos de las mujeres en 1792, una obra que sentó
las bases para el feminismo del siglo XIX
Wollstonecraft fue una mujer que, no solo destacó por haber escrito la obra
anteriormente mencionada, sino que también fue la fundadora de una escuela
para señoritas progresiva para su tiempo. En ella se impartían disciplinas que
normalmente no eran enseñadas en otro tipo de escuelas, tales como: gramática,
aritmética, historia, geografía y lengua francesa.

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Recuperado de: https://www.pinterest.es/pin/16395986130968716/
Lamentablemente, debido a problemas financieros la institución cayó en
bancarrota, y Mary tuvo que dedicarse a ser institutriz. Pero, esto no fue del todo
negativo, ya que fue en esos momentos donde nacieron diferentes obras como:
Reflexiones sobre la educación de las niñas, en donde destacaba lo importante
que era la formación de las jóvenes; María, una novela de ficción; Historias
originales, una colección de relatos; y Vindicación de los derechos de la mujer,
una obra crítica en cuanto a lo pasado por la Revolución Francesa.

"¿Quién hizo del hombre el juez exclusivo, si la mujer participa con él en el

don de la razón?"
(Mary Wollstonecraft, 1792)

En la Vindicación de los derechos de la mujer Mary se encargó de refutar los

argumentos machistas expuestos por los diferentes filósofos de la época y
exponía el hecho de que, si los hombres buscaban luchar por su libertad y por el
derecho de juzgar por sí mismos, era inconsistente que por lo tanto le negaran ese
mismo derecho a las mujeres. Pues, si el principal argumento de aquellos con
poder era que las mujeres contaban con una inferioridad natural ¿Cuál era la
insistencia en instruir en ellas el ser sumisas? De ser verdad que se cuenta con
aquella inferioridad nata, en teoría, las mujeres deberían ser sumisas por

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naturaleza, y dejarse doblegar por el género masculino y, aunque sí haya una
diferencia física, eso no incluye que también haya una diferencia racional, ya que,
como no los ha demostrado la historia las mujeres tienen toda la capacidad para
desarrollar la razón.
Esto último fue algo en lo que Mary insistió, debido a que si se le otorgaba a las
jóvenes el mismo tipo de educación que a los hombres, las mismas lograrían
contar con el nivel racional necesario para tener una voz activa en la sociedad, y
darse a sí mismas a valer. Esto presentó una base muy importante para el camino
que tomaría el movimiento femenino para sentar los pilares del sufragio universal.

“Educad a las mujeres como a los hombres. Ese es el objetivo que yo

propongo. No deseo que tengan poder sobre ellos, sino sobre sí mismas”
(Mary Wollstonecraft, 1792)
Recuperado de:

https://redfilosoficadeluruguay.wordpress.com

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 En camino al sufragio femenino

Declaración de Seneca Falls

Un punto que se tiene que captar es que, para comprender los motivos de la
Declaración de Seneca Falls, se necesita tomar en cuenta los roles de género en
el siglo XIX en Estados Unidos, los cuales se basaban en como el hombre tenía la
posición de control en los aspectos políticos, laborales y económicos. Tomando en
cuenta que las mujeres participaron en la obtención de la Independencia del país,
resultaba increíblemente frustrante para varias de ellas no tener al menos ciertos
derechos comparados con los que ya tenían los hombres, en especial, para
Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott.

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Recuperado de: https://laicismo.org/efemerides-laicistas-19-de-julio/
Stanton y Mott se conocieron en Londres, en 1840, al asistir a un congreso
abolicionista internacional, ambas eran defensoras de los derechos para los
esclavos. Por una parte, Elizabeth estaba casada con Henry Stanton, conocido por
ser un gran defensor de los derechos abolicionistas, y por la otra, Mott pertenecía
a la Sociedad Religiosa de los Amigos, los cuales se daban a conocer por ser
defensores de la igualdad de sexos y estar a favor de los abolicionistas.
A pesar de este congreso ser referido a los derechos de los esclavos, no se le
permitía a las mujeres tener voto, ni voz en el mismo. Este hecho produjo que
estas dos señoras se juntaran y discutieran ambas por un motivo que las unía, el
derecho del sufragio femenino.

A partir de ahí colaboraron mutuamente y reorientaron su activismo: si los

esclavos ya tenían quien les defendiera, las mujeres aún no. Elizabeth era
más progresista que Lucretia, muy religiosa, pero ambas se
complementaban a la perfección centrándose la primera en el aspecto
organizativo y quedando en manos de la segunda el promocional. (Álvarez,
J. 2017)

Estas dos mujeres, gracias a su activismo, dieron comienzo a los primeros pasos
en Estados Unidos para conseguir el sufragio en el país americano. Daban pasos
pequeños mediante conferencias femeninas, las cuales cada vez iban alcanzando
un mayor rango de público. Con las conferencias se lograron promulgar leyes que
posicionaban a la mujer económicamente.

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Pero, se presentaba un problema, parte de las mujeres, mayormente protestantes,
y los hombres basaban el género femenino en un sistema de valores llamado El
Culto a la Domesticidad¸ donde se expresaba que la mujer tenía que contar con
cuatro virtudes específicamente, siendo estas:
1. Piedad: Donde se le daba importancia a la religión, al no promover que la
mujer saliera de su espacio doméstico.
2. Pureza: La virginidad de la mujer hasta luego de ser desposada.
3. Presentación: Requerimiento de las mujeres a ser sumisas y obedientes por
la cita de Dios.
4. Domesticidad: Donde se promulgaba que la mujer tenía que mantener su
hogar en un estado prolijo, donde satisficiere en todos los sentidos las
necesidades del hombre y sus hijos.

Además, se hacía hincapié en cómo las mujeres tenían que tener una posición
pacífica, en donde sí se tuvieran algún deseo de ambición todo el respeto que ésta
merecía sería negado, pues las mujeres de buen corazón tenían que obedecer a
los hombres a los cuales pertenecieran.
Recuperado de:
https://es.qwe.wiki/wiki/Cult_of_Domesticity

Lo sorprendente acerca de esta

situación es que quien escribió estas
declaraciones fue, ni más ni menos,
que una mujer, específicamente,
Catherine Beecher Stowe. Esta señora,
a pesar de ser abolicionista, era
bastante apegada a la religión, la cual
la cegaba de darse cuenta de cómo las
mujeres estaban siendo
marginalizadas.
Había un gran rechazo al movimiento
sufragista, Stanton y Mott tenían en
cuenta esto, pero eso no las detuvo.
Stanton se veía limitada por sus labores
hogareñas, a pesar de que amaba criar
a sus hijos y tenía un marido al cual

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también le tenía cariño, estas labores a veces no le permitían luchar por la causa
que le apasionaba en verdad, el sufragio.
Sin embargo, tanto Stanton como Mott, siguieron teniendo fe en su lucha, y
cuando se dieron que tenían un público considerable, decidieron dar llamado a la
primera convención, la cual tendría como tema principal los derechos femeninos.

En 1848 Lucretia y Elizabeth se reunieron con unas compañeras de causa

(Jane Hunt, Mary Ann M’Clintock y Martha Coffin Wright, hermana de
Lucretia) y ante la creciente importancia que iba cobrando el movimiento
decidieron organizar una convención en EEUU para «discutir la condición
social, civil y religiosa y los derechos de la mujer». (Álvarez, J. 2017)

De ahí nacería la Declaración de Sentimientos, la cual fue concebida en la Iglesia

de Seneca Falls, en una duración de dos turnos. El evento era principalmente
dirigido hacia las mujeres, sin embargo, también se contó con la presencia de
algunos hombres. En la misma se trataron diferentes propuestas de igualdad en
ámbitos como el laboral, el hogar, religioso, educativo y moral.

Recuperado de: https://www.labrujulaverde.com/2017/02/seneca-falls-la-

convencion-que-abrio-el-camino-a-la-lucha-por-los-derechos-de-la-mujer
Asistieron un total de trescientas personas, doscientas sesenta eran mujeres. La
convención estuvo inmersa de distintos tipos de actividades, como debates,
conferencias, incluso discursos humorísticos.
Pese a que la convención fuera un éxito, varias personas estaban contrariadas
respecto a si agregar o no el sufragio femenino a la declaración, sin embargo,
gracias a la intervención de Frederick Douglass, un hombre negro que luchaba a

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por los derechos de su comunidad, se logró mantener el requerimiento del
derecho al voto.

De hecho, fue Frederick Douglass, el editor del North Star, un líder

abolicionista, quien habló con los delegados el segundo día de la
Convención solicitando una reunión para aprobar la resolución que
incluyera el derecho a voto de las mujeres. Douglas declaró que había sido
la única persona negra y uno de los pocos hombres que asistieron que se
alzó para pronunciar: “Si hubiera alguna crítica, esta debería hacerla la
oposición y no los que apoyan el sufragio femenino. Dejemos que quienes
quieran discutir analicen los fundamentos sobre los que basa su derecho al
voto. Se darán cuenta de que no existe una única razón ni una única
consideración para defender el derecho al voto masculino, que no sirva
igualmente para defender el voto femenino”. (Azikiwe, A. 2019)

Gracias al éxito obtenido en esta convención se produjeron diferentes tipos de

eventos alrededor del país, donde se tocaron también estos temas. Incluso, tres
años más tarde se dio paso a la Convención Nacional de los Derechos de la
Mujer. Desde este momento se empezó a tratar el sufragio femenino en cada una
de las convenciones que se hacían, ya el derecho al sufragio femenino dejó de
estar únicamente en segundo plano.

Sojourner Truth ¿Acaso no soy una mujer?

Si bien la lucha de los derechos de las mujeres estaba en parte entrelazada con
los derechos abolicionistas, estos a veces dejaban atrás una parte importante de
la población femenina, las mujeres negras. La mayoría de las participantes en los
movimientos feministas del siglo XIX eran mujeres de clase media-alta, que
aunque sí tenían suficiente que hablar por ellas mismas, aún les faltaba
experiencias de vida para darle voz a un sector muy infravalorado de la población
femenina.
Las mujeres negras nunca lo tuvieron fácil, sufrían por ser mujeres y por ser de
color, y ninguno de estas era su culpa, pero para la vista de la sociedad americana
igual debían pasar por la vara de la discriminación. Esto no fue excepción para
Sojourner Truth.

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Recuperado de: https://www.evoke.org/SenecaFalls/sojourner-truth
Truth era una mujer que fue esclava desde su nacimiento hasta el año 1826,
donde ya cansada de las mentiras de su amo decidió huir con su hija más
pequeña, dejando parte de sus hijos atrás. Tiempo después, se enteró que su hijo
Peter estaba siendo ofrecido en venta, por lo que decidió defender su caso para
obtener la custodia de su hijo. Fue conocida como una de las primeras mujeres
negras en desafiar una corte llena de hombres blancos.
Sin embargo, Truth también fue conocida por ser una efectiva predicadora de los
derechos femeninos, defendiendo como ella, además de ser negra, era mujer por
lo que le correspondían los mismos derechos que los de una mujer blanca. Una de
las acciones por las cuales es destacada es por su discurso ¿Acaso no soy una
mujer? en la Convención de los Derechos de la Mujer en Ohio. Hay dos partes del
discurso que considero muy importantes:
Los caballeros dicen que las mujeres necesitan ayuda para subir a las
carretas y para pasar sobre los huecos en la calle y que deben tener el
mejor puesto en todas partes.
Pero a mí nadie nunca me ha ayudado a subir a las carretas o a saltar
charcos de lodo o me ha dado el mejor puesto y ¿Acaso no soy una mujer?
¡Mírenme! ¡Miren mis brazos! ¡He arado y sembrado, y trabajado en los
establos y ningún hombre lo hizo nunca mejor que yo! Y ¿Acaso no soy una
mujer? (…) El pequeño hombre vestido de negro dice que las mujeres no
pueden tener tantos derechos como los hombres, porque Cristo no era una
mujer. ¿De dónde vino Cristo? ¿De dónde vino Cristo? ¡De Dios y de una
mujer! ¡El hombre no tuvo nada que ver con Él!
(Truth, S. 1851)

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 Conclusión
La lucha por el sufragio femenino no ha sido fácil, el atravesar por todas las
artimañas por las cuales estas mujeres han pasado resulta un proceso
inimaginablemente valiente en lo que a mí respecta, pues no cualquiera sale a
defender sus derechos y los de los más débiles. Las personas tienden a
acostumbrarse a lo que la vida les da, muy pocos son los que ven más a allá de lo
que tienen y buscan expandir sus horizontes.
Todas estas personadas mencionadas en el ensayo destacan por ir más allá, dar
un poco más de sí mismas para que el/la que le siga también tenga valor y algo
por lo que luchar. Toda esta batalla fue, en mi opinión, resultado de reacciones en
cadena. Cada mujer de cada época tuvo un impacto que sirvió para darle un
empuje a la generación siguiente, y a la siguiente, y así iban. No fue solo defender
lo que ellas creían que les pertenecía, sino dar la cara por todas aquellas mujeres
que también vivían una lucha en su día a día, soportando hombres que las
maltrataban y no les dejaban ser ellas mismas.
Personalmente, hacer todo este trabajo resultó muy inspirador, conocer como
muchas personas dieron todo de ellas para que yo, actualmente, me encuentre
donde estoy, estudiando lo que yo quiero y escribiendo mi propio destino resulta
en un sentimiento de gratitud inmensa hacia ellas. Sí pude notar como todos estos
hechos los aprendí gracias a esta monografía, lo que me resulta bastante triste, ya
que considero que la historia de mis derechos como mujer deberían haber sido
mencionados durante mi educación como bachiller, si bien es importante saber la

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historia de nuestro país, también debería ser resaltado la historia de quiénes
lucharon para que tenga la vida que hoy en día tengo, y espero que algún día las
generaciones que preceden sepan los nombres de aquellos que lucharon
incansablemente por tener una sociedad más igualitaria.
"Lo que todavía nos falta a las mujeres por aprender es que nadie te da
poder. Simplemente lo tienes que tomar tú”
Roseanne Barr

Bibliografía
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19
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