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Emiliano Zapata fue un líder mexicano que luchó por los derechos de los campesinos e indígenas a principios del siglo XX. Un documento escrito por el Cuartel General de Zapata critica a los terratenientes que explotaban a los trabajadores y les robaban sus tierras. El documento también insta a los pueblos a unirse a la revolución para ganar libertad, bienestar y progreso, ya que la revolución estaba redistribuyendo tierras a los campesinos y mejorando las condiciones de los ob
Emiliano Zapata fue un líder mexicano que luchó por los derechos de los campesinos e indígenas a principios del siglo XX. Un documento escrito por el Cuartel General de Zapata critica a los terratenientes que explotaban a los trabajadores y les robaban sus tierras. El documento también insta a los pueblos a unirse a la revolución para ganar libertad, bienestar y progreso, ya que la revolución estaba redistribuyendo tierras a los campesinos y mejorando las condiciones de los ob
Emiliano Zapata fue un líder mexicano que luchó por los derechos de los campesinos e indígenas a principios del siglo XX. Un documento escrito por el Cuartel General de Zapata critica a los terratenientes que explotaban a los trabajadores y les robaban sus tierras. El documento también insta a los pueblos a unirse a la revolución para ganar libertad, bienestar y progreso, ya que la revolución estaba redistribuyendo tierras a los campesinos y mejorando las condiciones de los ob
El burgués, no conforme con poseer grandes tesoros de los que a
nadie participa, en su insaciable codicia, roba el producto de su trabajo al obrero y al peón, despoja al indio de su pequeña propiedad y no satisfecho aun, lo insulta y golpea haciendo alarde del apoyo que le prestan los tribunales, porque el juez, única esperanza del débil, hallase también al servicio del canalla. Los enemigos de la patria y de las libertades de los pueblos, siempre han llamado bandidos a los que se sacrifican por las causas nobles de ellos
El Cuartel General a mi cargo, siempre deseoso de encarrilar a los
pueblos por el sendero de la libertad, del bienestar y del progreso y procurando siempre arrancarles la venda del obscurantismo y del error que pudiera extraviarlos y hacerlos caer una vez más entre las férreas cadenas de la esclavitud y de la más degradante miseria, hoy ha estimado de su deber dirigirse a todos los habitantes de todas las poblaciones que actualmente asumen una actitud hostil a la revolución, con el fin de persuadirlos a que depongan esa conducta y francamente se unan a la causa popular, desligándose en absoluto del vandálico y nefasto bando carrancista. El movimiento revolucionario se ha iniciado y ha sostenídose, a no dudar, para bien de la clase humilde del país, y ésta ya ha saboreado los frutos que trae consigo la revolución. Por otra parte, las autoridades municipales y el vecindario de cada localidad, están en la obligación de no confundir la mala conducta de algún falso revolucionario con la del Cuartel General, transformando un asunto personal en cuestión relacionada con los intereses de la revolución; porque si es cierto que hay jefes desordenados e intemperantes, el Cuartel General en nada interviene a su favor, procediendo, al contrario, incontinenti, a reprimir cualquier atentado contra personas o intereses, estimando que un pueblo está en su derecho para obrar con energía respecto de algún militar abusivo, pero no así a oponerse al curso de la propia revolución. En cambio, la revolución ha hecho promesas concretas, y las clases humildes han comprobado con la experiencia, que se hacen efectivos esos procedimientos. La revolución reparte tierras a los campesinos, y procura mejorar la condición de los obreros citadinos; nadie desconoce esta gran verdad. En la región ocupada por la revolución no existen haciendas ni latifundios, porque el Cuartel General ha llevado a cabo su fraccionamiento en favor de los necesitados, aparte de la devolución de sus ejidos y fundos legales, hecha a las poblaciones y demás comunidades vecinales.