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En este artículo sólo nos referiremos a las acciones a tomar durante la RBP y RAP dejando
claramente establecido, que todos los eslabones de la cadena son igualmente importantes e
indispensables, por lo que el fácil acceso a un SMU y la APR debería estar asegurado por el
sistema de salud de cada país y ciudad.
El reanimador debe evaluar con rapidez la extensión de las lesiones y si el paciente esta
consciente. Si el paciente no esta consciente pero respira, se debe dejar en posición de
recuperación (fig 1) y activar el SMU.
Figura 1
C. Circulación
Una vez permeabilizada la vía aérea y practicadas dos insuflaciones se debe evaluar
la circulación. Las personas sin entrenamiento formal en reanimación no deberán
buscar pulsos sino signos de circulación, es decir 1) movimientos del cuerpo, 2)
movimientos respiratorios. Los profesionales de la salud, deberán buscar además de
signos de circulación, la presencia de pulsos. En el lactante se debe buscar el pulso
braquial y en el niño mayor, el pulso carotídeo (figs 3 y 4). Si hay pulso sin que el
niño respire, se debe continuar con respiración artificial con una frecuencia de 20
por minuto hasta la aparición de respiración espontánea, o durante 1 minuto antes de
iniciar la activación del SMU. Si se constata ausencia de signos de circulación o
pulso, se debe iniciar masaje cardíaco coordinado con ventilación artificial.
Figura 3 Figura 4
Masaje cardíaco
Consiste en comprimir continua y rítmicamente el tórax para impulsar la sangre hacia los
órganos, mientras se espera pasar a la Reanimación Avanzada. Esta maniobra debe ir
acompañada de respiración artificial. El niño debe estar sobre una superficie lisa y dura, en
posición supina. La posición del corazón en el niño es más baja y la mejor zona de
compresión es la mitad inferior del esternón. En el lactante, comprimir con dos dedos
(medio y anular), un dedo por debajo de una línea imaginaria intermamilar, con una
profundidad de un tercio a la mitad de la profundidad del tórax con una frecuencia de 100
por min (fig 5). Una técnica alternativa y preferida en los lactantes dependiendo de su
tamaño es la técnica de "dos pulgares con manos rodeando el tórax". En ésta se busca por el
reborde costal el fin del esternón y con un dedo sobre este punto y sobre el esternón se
realiza la compresión del tórax con los dos pulgares, rodeando el tórax con el resto de
ambas manos (fig 6). En el niño, se debe comprimir también en la mitad inferior del
esternón, utilizando el talón de la mano hasta una profundidad de la mitad a un tercio de la
profundidad del tórax con una frecuencia de 100 por min (fig 7). En el paciente mayor de 8
ó 10 años se debe usar el método de adultos, que es igual al anterior con la diferencia que
los dedos de la mano sobre el esternón deberán ser tomados por los dedos de la otra mano.
Figura 5 Figura 6
Figura 7
La compresión del tórax debe acompañarse de ventilación artificial con una relación de 5
compresiones por 1 ventilación para lactantes y niños, tanto con uno como dos
rescatadores. En pacientes ³ 8 años y adultos, tanto para uno y dos rescatadores, se
recomienda una relación de 15:2 hasta que la vía aérea esté asegurada. En este punto, se
sugiere una relación de 5:1 compresión y ventilación.
La RAP reúne todos los elementos técnicos que pueden contribuir al mantenimiento de una
ventilación y circulación adecuadas, establecimiento y mantenimiento de un acceso
vascular, conocimiento y manejo adecuado de drogas para la RAP, monitoreo cardíaco,
reconocimiento y manejo de arritmias y finalmente estabilización para el manejo post-
reanimación que se realiza en las Unidades de Cuidados Intensivos Pediátricos. Debido a la
amplia variedad de edades, cada centro que realice RAP, deberá contar con un amplio
número de elementos con distintos tamaños y características. Así deberán existir para cada
edad: tubos endotraqueales, mascarillas de ventilación, bolsas de reanimación, catéteres,
cánulas, etc.
La hipoxia está presente siempre en el PCR del niño; ésta es la vía final común de una serie
de eventos o enfermedades. Por esta razón, la RAP considera el aporte de oxígeno en la
más alta concentración posible, variando su forma de administración dependiendo de la
condición en que se encuentre el paciente.
Figura 9
2. Máscaras de ventilación: Son elementos primordiales que realizan la interfaz entre la
bolsa de reanimación y la cara del niño. Deben ser de un tamaño adecuado, transparentes y
con borde acolchado para hacer un adecuado sellado (fig 10).
Figura 10
3. Bolsas de reanimación: Son las que permiten ventilar al paciente a través de máscara o
tubo endotraqueal. Pueden ser autoinflables (ambú) o del tipo bolsa de anestesia. El
operador debe estar familiarizado con su uso y operación; sin embargo, de manera práctica,
las bolsas autoinflables son las que permiten un manejo más fácil. En el caso de usar bolsa
y mascarilla debe tenerse presente el mantenimiento de la posición de la cabeza para
permitir la vía aérea permeable. Se recomienda comprimir la mascarilla sobre la cara del
niño con los dedos índice y pulgar, mientras se levanta el mentón con los dedos medio,
anular y meñique.
Bicarbonato: Su uso es controvertido en la RAP. Como los problemas que causan PCR a
través de hipoxia son predominantemente respiratorios, se exige ventilación adecuada para
usarlo, de lo contrario el aporte de bicarbonato determinará un aumento transitorio de la
CO2, empeorando la acidosis respiratoria del paciente. La administración de bicarbonato
puede ser considerada cuando el shock es asociado con acidosis metabólica grave
documentada. Su uso es recomendado en pacientes con hiperkalemia sintomática,
hipermagnesemia, sobredosis de antidepresivos tricíclicos o sobredosis de bloqueadores de
canales de calcio. La dosis es de 1 mEq/kg por vía endovenosa o intraósea.
Defibrilación y cardioversión
Se entiende por defibrilación la depolarización asincrónica del miocardio, la que está
indicada en caso de fibrilación ventricular o taquicardia ventricular sin pulso. Se deben
aplicar tres choques de energía sucesivos. La dosis de energía es de 2 Joule/kg para el
primer choque y 4 Joule/kg para el segundo y tercero. Luego, si no hay respuesta se deberá
aportar una dosis de epinefrina, para luego entregar tres nuevos choques de 4 Joule/kg cada
uno. Si no hay respuesta, se deberá administrar algún antiarrítmico como Amiodarona,
Lidocaína o magnesio si se sospecha torsión de las puntas. La secuencia debería ser:
Reanimación-Droga-Choque-Choque-Choque y repetir. La cardioversión, que es una
descarga de energía sincronizada con el QRS, está indicada en un paciente sintomático
(hipotenso, mal perfundido), que presenta taquicardia supraventricular o ritmos
ventriculares (taquicardia ventricular) para llevarlo a ritmos sinusales. La dosis es de 0.5 a 1
joule/k.
CUIDADOS POSTPARO
Existe gran cantidad de literatura dedicada a los cuidados post paro, la Resucitación
Cerebral y los trastornos orgánicos producidos por la reperfusión que ocurre en las etapas
de la recuperación. En la atención prehospitalaria, los cuidados postparo están dirigidos a
preservar la vida del paciente en las mejores condiciones posibles y trasladarlo en forma
óptima, bajo el cuidado de un equipo, que incluirá a médico y enfermera tratantes. El
traslado, finalmente, se deberá coordinar con la Unidad que lo atenderá en su etapa de post
resucitación.
INTRODUCCION
PREPARACION PARA LA REANIMACION
Lugar físico: Este debe quedar contiguo a la sala de parto. Debe contar con red de oxígeno,
aire y aspiración, salidas de electricidad , temperatura de alrededor de 28º, buena
iluminación y un tamaño adecuado. Si está dentro de la sala de parto debe considerarse un
área de alrededor de 3 a 4 m2. Si es una pieza separada requiere de alrededor de 7 a 10 m2
por cada cuna de reanimación. Debe además contar con lavamanos, lugar de
almacenamiento de material y equipos, mesa para escritura y superficies para acomodar
equipamiento.
Equipamiento: Calefactor radiante, reloj de pared y equipos para realizar examen físico y
para ejecutar la resucitación: estetoscopio, respiradores manuales con mascarillas para RNT
y prematuros, laringoscopio y tubos. Equipo de cateterismo con catéteres umbilicales N°
3,5 y 5Fr. y tubos de drenaje pleural. Es deseable tener monitores de frecuencia cardíaca,
respiración y presión.
Personal: En todo parto debe existir una persona designada con capacidad para realizar la
reanimación. En partos en que se anticipa una reanimación por los antecedentes perinatales,
debe considerarse personal especialmente entrenado con clara asignación de roles y
responsabilidades.
OBJETIVOS DE LA REANIMACION
DESARROLLO DE LA REANIMACION.
Es fundamental para el éxito de la reanimación seguir una pauta clara que implica un
proceso continuo de EVALUACION-DECISION-ACCION, en el que debe estar entrenado
todo el personal que participa en ella.
- Color
Rol del puntaje de Apgar. El Apgar fue durante un tiempo recomendado para evaluar la
necesidad de reanimación y tomar decisiones. Esto se ha abandonado fundamentalmente
por las siguientes razones: El Apgar se toma clásicamente al minuto y 5 minutos. La
reanimación debe iniciarse antes del minuto basado en los parámetros que directamente
tienen que ver con la necesidad de reanimación pues comprometen la vida e indemnidad del
recién nacido; esfuerzo respiratorio, frecuencia cardíaca y color. El Apgar considera 5
parámetros de diferente importancia pero a los cuales les asigna igual puntaje. Estos
parámetros tiene tienen distinto valor en cuanto a tomar la decisión de reanimar. El test de
Apgar es siempre útil para tener una evaluación objetiva del estado del niño y del resultado
de la reanimación. No debe ser efectuado por la persona que ejecuta la reanimación.
Cuando este es < 7 a los 5 minutos, se debe continuar evaluándolo cada 5 minutos durante
20 minutos o hasta que se tenga un puntaje > 7 estable.
- Si el niño está en apnea o con respiración irregular tipo jadeo: se efectúa estimulación
táctil(decisión-acción). Si no responde(nueva evaluación)con respiración espontanea
efectiva en los primeros 30 segundos de vida se inicia Ventilación con Presión
Positiva(VPP) con bolsa autoinflable o bolsa de anestesia a través de una mascarilla, con
una frecuencia de 40 a 60 por minuto (30 por minuto si se realiza simultáneamente masaje
cardíaco) y con presiones de hasta 30 ó 40 cm de agua en las primeras insuflaciones.
Después de 30" se procede a evaluar la frecuencia cardíaca.
La VPP se realiza con bolsas autoinflables que tienen una válvula de seguridad de manera
de no sobrepasar una presión de insuflación de mas de 40 cm de H2O. Cuando se usa bolsa
de anestesia es necesario tener una manómetro de presión para mantener la presión en este
rango. Se debe utilizar solo la presión suficiente para mover la caja torácica.
En el niño que respira bien y tiene frecuencia cardíaca sobre 100 se pasa a evaluar:
Evaluación del Color: Cianosis distal de las extremidades es una condición que afecta a la
mayoría de los niños en los primeros minutos de vida. No requiere de ninguna acción.
En recién nacidos que tienen buen esfuerzo respiratorio y frecuencia cardíaca sobre 100 y
que presenten una cianosis persistente que no responde a la administración de oxigeno libre
hay que estar alerta a que se alteren la respiración y la frecuencia cardíaca y que
eventualmente requieran VPP. También se debe descartar la posibilidad de una Cardiopatía
Congénita Cianótica.
RESPUESTA A LA REANIMACION.
Caso del Meconio. Los niños que tienen el antecedente de meconio en el líquido
amniótico, sea este fluido o espeso, deben ser aspirados cuidadosamente en boca faringe y
nariz (siempre en ese orden) en los momentos en que emerge la cabeza por el canal del
parto y en lo posible antes que inicien la respiración. La aspiración se realiza con un catéter
Cole 10 F o más grande con una presión negativa de alrededor de 100mm Hg. También se
puede utilizar una pera de goma en esta etapa.
En los RN que tienen meconio espeso o fluido y que nacen deprimidos se procede a aspirar
la tráquea mediante intubación.
Estros niños requieren observación cuidadosa en las primeras horas para evaluar la
presencia de dificultad respiratoria y potenciales complicaciones del procedimiento.
Caso del Prematuro. Los principios y objetivos de la reanimación son los mismos para
todos los recién nacidos. En los prematuros hay que tener en cuenta algunas
consideraciones y precauciones especiales:
Cuando hay respuesta a la reanimación aunque sea pobre y aunque se piense que hay alto
riesgo de secuelas o se sospeche la presencia de una malformación grave, no es este
tampoco el momento de tomar decisiones ético clínicas que comprometen la sobrevida.
Esto se puede realizar mas tarde en que será posible reunir información y tener un
diagnostico y pronóstico más objetivos que permitan evaluar la proporcionalidad de los
tratamientos empleados.
ADAPTACION CARDIORRESPIRATORIA
INTRODUCCION
En la vida intrauterina, el feto respira por la placenta, y la circulación fetal está estructurada
para posibilitar el intercambio gaseoso a través de la placenta. Con el inicio de la
respiración pulmonar, es indispensable la readecuación de la circulación fetal para efectuar
el intercambio gaseoso a nivel pulmonar. Si esto no ocurre, se estará ventilando alvéolos
hipoperfundidos. Los cambios de la circulación fetal a neonatal son parcialmente
reversibles en las primeras horas y días de vida bajo la influencia de ciertos factores. Esto
agrava cualquier patología neonatal, especialmente respiratoria. En el prematuro muy
pequeño la reversibilidad a un modelo de circulación parcialmente fetal, es una
eventualidad que puede ocurrir aún semanas después del nacimiento. Tiene por eso un
interés no sólo fisiológico puro, sino clínico práctico el comprender los factores que
determinan la adaptación cardiocirculatoria neonatal y los que pueden revertirla a un
modelo de tipo fetal.
La Hipoxia y la Acidosis.
La hiperviscosidad sobre todo con hematocritos sobre 65 y 70% aumenta la RVP, que
también está determinada por la viscosidad de la sangre.
Infecciones.
Procedimientos de Enfermería
Consecuencias clínicas
I. CONCEPTO E INCIDENCIA
La incidencia de la asfixia varía según los diferentes centros y la definición diagnóstica que
se le da. Se puede estimar en alrededor de 0,2 a 0,4% de los recién nacidos.
II. ETIOLOGIA
Las causas obstétricas que más frecuentemente se asocian a la asfixia perinatal son las
siguientes:
III. FISIOPATOLOGIA
La asfixia produce alteraciones principalmente en la fisiología respiratoria y circulatoria.
Éstas son semejantes en el feto y el recién nacido. Como consecuencia de ellas disminuye
el aporte de oxigeno a los tejidos y se altera el metabolismo y funcionamiento celular. El
feto y recién nacido tienen una mejor capacidad adaptativa a situaciones de hipoxia, gracias
a su menor utilización energética tisular y al mayor contenido de glicógeno del músculo
cardíaco; esto les permite mantener la función cardíaca por períodos mas prolongados que
el adulto.
Hay disminución y redistribución del débito cardíaco privilegiándose el flujo hacia cerebro,
corazón , suprarrenales y placenta (feto), en detrimento del flujo hacia los pulmones,
riñones, intestino y músculo esquelético ("Diving reflex".) La resistencia vascular pulmonar
y la presión de la arteria pulmonar aumentan manteniendo en el recién nacido un patrón de
circulación fetal que dificulta mas la oxigenación del niño con ventilación asistida.
Las encefalopatías grado I, son de buen pronóstico, el grado II esta asociado con un 20 -
30% de secuelas neurológicas a largo plazo y el compromiso más grave, grado III, tiene un
50% de mortalidad en el período neonatal y de los que sobreviven, sobre el 95% de ellos
quedan con secuelas graves.
Sistema cardiovascular
Sistema Respiratorio.
Sistema Digestivo.
Disminución del tránsito intestinal, úlceras de stress y necrosis intestinal han sido descritos
en RN asfixiados, sin embargo esta relación no es constante. La isquemia intestinal es uno
de los factores predisponentes a la enterocolitis necrosante.
Compromiso Metabólico.
Prevención y Tratamiento .
La prevención incluye todas las medidas de un buen cuidado prenatal y de atención del
parto. Los antecedentes perinatales permiten identificar a la mayor parte de los niños que
nacerán con asfixia y depresión cardiorrespiratoria, de manera de estar preparado para una
buena reanimación y a un eventual traslado del niño a una Unidad de Cuidados Intensivos.
En el manejo que sigue a la reanimación es útil clasificar las asfixias, en tres categorías,
según el grado de compromiso clínico: Leve en las siguientes condiciones:
La conducta en estos casos es control de signos vitales por 4-6 hrs y si se mantiene
asintomático se envía con su con su madre.
Moderada
* Apgar entre 3 y 5 a los 5 minutos y/o pH de arteria umbilical < 7.11 (en ausencia de
síntomas).
En estos casos los niños deben observarse por al menos 12 a 24 horas. Si hay compromiso
del sensorio se debe hospitalizar. Deben postergarse la alimentación hasta que se estabilice
la parte cardiovascular, se restablezca el reflejo de succión y se ausculten ruidos
intestinales.
Grave
Se considera grave cuando el Apgar a los 5 minutos es < 3, el pH < 7.0 y/o aparecen
manifestaciones clínicas de asfixia (aspiración de meconio encefalopatía hipóxica
isquémica, etc.) Estos niños requieren siempre ser tratados oportunamente en una Unidad
de Cuidados Intensivos ya que requieren control permanente de signos vitales y
tratamientos específicos de acuerdo a los órganos afectados. Algunos de ellos presenta
convulsiones precozmente y requieren que precozmente se le administre una dosis inicial
de fenobarbital de 20mg/kg ev lento.
Exámenes complementarios:
Tratamiento:
a. General:
Pronóstico
Las secuelas más características son la parálisis cerebral, convulsiones, retardo psicomotor
y déficit perceptuales