marcan aquellos hitos que influyeron en la creación de la Aviación Naval del Ecuador se remontan al año 1920, cuando el Congreso Nacional autorizó un 27 de octubre las operaciones de la Escuela de Aviación Militar en la ciudad de Durán- Guayas, cuyo primer director fue el Capitán de Corbeta Juan Francisco Anda y Maldonado. Luego, en 1943 se forma la primera Escuadrilla Naval para el control de las aguas territoriales. Posteriormente en el año 1952, regresa de Estados Unidos el Alférez de Fragata Enrique García Abad, graduado en Annapolis (Estados Unidos), luego de haber realizado un curso de aviación en ese país. Este joven oficial traía consigo la idea y el firme propósito de luchar por conseguir una aviación bajo el mando directo de la Armada del Ecuador; para fortuna de nuestra institución siempre hemos tenido hombres valiosos de recia personalidad. Con la Declaración de Santiago, y la proclamación de la jurisdicción de 200 millas náuticas, el Ecuador consideró prioritaria la vigilancia del mar territorial, ante lo cual la Comandancia General de Marina, se vio empeñada en retomar el desarrollo de la rama aeronaval y con esto, iniciar el proceso que permita contar con aeronaves, que cumplir funciones, tanto de patrullaje del litoral continental como también para la formación de pilotos oficiales de Marina. Fue entonces que, en 1955, el Comandante General de Marina, Capitán de Navío Manuel Nieto Cadena gestionó la adquisición de dos (02) aviones Catalina y prepara a dos pilotos en Pensacola, Estados Unidos. Sin embargo, el alto costo de mantenimiento de estas aeronaves frustra el hecho de tenerlas bajo tutela de la Armada, debiendo entregarlas a la Fuerza Aérea. En 1957, se realizan las primeras operaciones conjuntas entre Ejército, Armada y Aviación, 200 millas mar afuera, durante las cuales la Armada ve la necesidad de contar con aviación propia. Un grupo de oficiales navales obtuvo la licencia de piloto en entidades civiles utilizando sus propios medios económicos como el Teniente de Navío Germánico Olmedo en 1963 y en 1966 el Teniente de Fragata Jaime Puente Rigo-Rigui. Estos oficiales presentaron la idea de la Aviación Naval al alto mando naval, obteniendo apoyo en ese entonces de los contralmirantes Calderón Noriega y Jorge Ortega, quienes plasmaron por primera vez las líneas de la organización de lo que debería ser la Aviación Naval. Otros oficiales siguieron el ejemplo del Capitán de Corbeta Jaime Puente, tomando de esta forma la decisión de entregarse a la Aviación Naval. Entre estos pioneros tenemos al Alférez de Fragata Patricio Larrea, Teniente de Fragata Rómulo Donoso, Alférez de Navío Yesid Jaramillo y Alférez de Fragata Jaime Páez, los mismos que realizaron el curso en el Aeroclub y luego de su graduación se los incorporó oficialmente como pilotos navales en las filas de la Armada en el año 1967. La Aviación Naval se inició en forma oficial el 19 de junio de 1967 con la incorporación de la primera avioneta naval, y desde ese momento hasta la actualidad se han adquirido equipos de variada tecnología con personal altamente capacitado para cumplir diferentes roles, enfocados en el control de las actividades ilícitas, evacuaciones aeromédicas, búsqueda y rescate en el mar, sin dejar de lado su principal misión que es la de constituirse como ojo visor de la Escuadra Naval en la defensa de la soberanía y heredad marítima de nuestro país. En la década de los 80, se modernizó parte de la Aviación Naval tanto en aeronaves como en sensores, lo que permitió que en los conflictos que se dieron tanto en la Cordillera del Cóndor en 1981, como en el Alto Cenepa en 1995, la Armada del Ecuador, mediante el apoyo de la Aviación Naval, ejerciera el control del mar en el Teatro de Operaciones Marítimas, manteniendo de esa manera incólume nuestra Soberanía Marítima. Posteriormente en la década de los 90 se instalaron equipos de comunicaciones y de Guerra Electrónica. Para finalmente a inicios del 2000, instalar equipos electro-ópticos en las mismas aeronaves de los 80 y también se adquirieron aeronaves de vigilancia no tripuladas. Al momento, la Aviación Naval ha cumplido más de 170.000 horas de vuelo, entre misiones de exploración aeromarítima, operaciones aeronavales diurnas y nocturnas con unidades de superficie, submarinos, con la Infantería de Marina, con el Cuerpo de Guardacostas, así como evacuaciones aeromédicas, y un sinnúmero de operaciones aéreas en apoyo a la gestión del Estado, a lo largo de nuestras costas tanto continentales como insulares o donde se requiera a la Aviación Naval. En base a la Posición Estratégica que tiene el Ecuador continental e insular en la cuenca del Pacífico Sur, y a la presencia de las distintas amenazas y riesgos que se han venido estructurando en la región, demanda de la necesidad de contar con una Armada moderna, profesional y suficiente, que permita enfrentar esos desafíos a lo largo de nuestros espacios marítimos jurisdiccionales y donde la Aviación Naval juega un rol importante en apoyo al desarrollo, seguridad y bienestar de la Nación. La Aviación Naval celebra 54 años de cumplimiento de la misión encomendada, logrando alcanzar todo el tiempo el efecto deseado de esa Visión Oceanopolítica clara y definida que nos rige, sobre todo en su rol más trascendente y patriótico: la defensa presente y futura de nuestro territorio y soberanía marítima, siendo los ojos vigilantes de este país que mira su futuro en el mar. La Aviación Naval tiene en su inventario las siguientes aeronaves: