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Fuerza de Infantería

Es una Comandancia siempre victoriosa, componente del poderío naval, integrada por hombres que en
ejercicio de su lema “Acción y Valor” son capaces de operar en los lugares y climas más adversos,
superando cualquier obstáculo con profesionalismo, valor y disciplina.

Tiene como parte importante de su misión, ejecutar operaciones anfibias, terrestres, ribereñas, de
comandos y especiales, en situación de paz, crisis o guerra. Por ello, el Infante de Marina ostenta una
formación especial basada en valores como la disciplina, la lealtad, el honor y espíritu de cuerpo,
virtudes heredadas de la heroica participación de los batallones “Guarnición de Marina” y “Guardia
Chalaca”, al mando de los Comandantes Juan Fanning y Carlos Arrieta en la batalla de Miraflores
durante la Guerra del Pacífico.   

Desde su creación, la Fuerza de Infantería de Marina ha demostrado su capacidad combativa cada vez
que su presencia ha sido requerida. Tuvo destacada participación en la lucha contra el terrorismo,
primero en la agreste geografía de Ayacucho desde 1983 hasta 1989, conformando la Fuerza de Tarea
90; luego trasladó su accionar a los departamentos de Ucayali, Junín, Huánuco, y Loreto, en donde se
estableció la Fuerza de Tarea 100, teniendo en la capital del departamento de Ucayali, Pucallpa, el
centro de operaciones en la lucha contraterrorista contra organizaciones asesinas que atacaron al
pueblo del Perú.

Su alta capacidad como elemento disuasivo la puso en evidencia durante el conflicto con Ecuador en
1995, a través de sus elementos de la Compañía de Comandos Anfibios en el Alto Cenepa y en el año
1997 mediante la Unidad Especial Combate que integraron el equipo élite en la exitosa Operación
Chavín de Huantar, cuya ejecución fue reconocida mundialmente como impecable al liberar a 72
rehenes de la residencia del embajador de Japón en Lima, el 22 de abril de ese año.

En la actualidad participa en la pacificación nacional, en la lucha contra el narcoterrorismo en el VRAEM


en los destacamentos fronterizos y en las diferentes operaciones de paz de las Naciones Unidas. Desde
el año 2004 conforman parte de la Compañía Perú, desplegada en la República de Haití.

En lo que respecta a la renovación de su equipamiento, cabe referir la adquisición a Canadá de 32


Vehículos de Blindaje Ligero (LAV) del tipo transporte de personal 8x8 con capacidad anfibia, versátil y
que puede realizar operaciones militares en todo tipo de terreno, transporte de material para apoyo
humanitario, apoyo logístico, así como desembarcar tropas desde un buque multipropósito. Está
diseñado de manera modular, lo cual le permite modificar su interior y ser utilizado como vehículo
logístico o ambulancias.

En la historia 

Después de la declaración de la independencia nacional y fundación de la Marina de Guerra, el 23 de


octubre de 1821; Jorge Martín Guise, Comandante General de la Marina, solicitó una dotación de
guarnición constituida por 38 efectivos, los que fueron destinados a los bergantines Balcarce y Belgrano
y el 6 de noviembre del mismo año, solicitó al Ministro de Guerra y Marina la formación del Batallón de
Marina para la guarnición de los buques de guerra y el arsenal naval.

Varios años después en 1847 el Presidente Ramón Castilla en su programa de reorganización de la


Armada, dispuso 6 compañías para Infantería de Marina; ese mismo año, en el esfuerzo de integrar la
Amazonía, se envió efectivos del Batallón con el fin de implementar el fuerte San Ramón en
Chanchamayo.

Luego del accidente de la Fragata Independencia, el 21 de mayo de 1879; el Capitán de Navío Juan
Guillermo More y gran parte de su dotación, cubrieron puestos en el puerto de Arica integrando la
defensa de costa e inmolándose después el 7 de junio de 1880, en la gesta de la batalla de Arica.

La Marina, también estuvo presente en otras acciones de la campaña terrestre, siendo así que los
matriculados de los puertos del sur conformaron la Columna Navales, que tomó parte en la batalla de
Tarapacá, mientras que la Columna de Artillería de Costa, constituida en el Callao al estallar la guerra,
también destacó parte de sus fuerzas a la defensa de los puertos del sur.

El 10 de enero de 1880 se dispuso la creación del Batallón Guarnición de Marina al mando del Capitán
de Navío Juan M. Fanning, la misma que contaba con 600 efectivos. Su función primaria sería servir de
guarnición a los buques de la escuadra y debía ser instruido en las diversas clases de artillería y en la
táctica de las fuerzas de desembarco. Cabe resaltar que dicho batallón tuvo una destacada participación
en la Batalla de Miraflores, no sólo repeliendo dos veces los ataques enemigos sino llevando a cabo
sendos contraataques con el Batallón Jauja, que hicieron retroceder a las fuerzas chilenas.

El 2 de febrero de 1919, marca la fecha de resurgimiento, al crearse el Batallón de Marina con dos
Compañías de Fusileros Infantes de Marina, una Sección de Ametralladoras y una Sección de Servicios; el
mando, le fue otorgado al Capitán de Corbeta Héctor Mercado; quien sería reemplazado en noviembre
de 1920, por el Capitán de Fragata Moisés Pino Basurco.

Iniciada la Segunda Guerra Mundial y producido el ataque japonés a Pearl Harbor, Estados Unidos logró
organizar un sistema defensivo continental que entre sus puntos críticos consideraba al Canal de
Panamá y al puerto de Talara. La protección de este puerto fue asumida por la Armada a fines de
febrero de 1942, asignando para ello diversos medios que pasaron a denominarse Servicio Naval de
Defensa de Costas. A mediados del año siguiente, el 9 de junio de 1943, se creó la Fuerza de Comandos
Navales, asignándole como tareas:  la defensa de costas, las operaciones anfibias y la protección de los
establecimientos navales; su organización constaría de una Compañía de Comandos, una Compañía de
Ametralladoras, tres Compañías de Fusileros y una Banda de Músicos; asignándosele además, la batería
Alfonso Ugarte y una batería antiaérea de 90 milímetros; siendo el mando, asumido por el Capitán de
Fragata Pedro de la Torre Ugarte; la misma que, a partir del 3 de abril de 1946 por Decreto Supremo  N°
011, se denominó Infantería de Marina como parte integrante de la Fuerza Naval de Defensa de Costa.

En atención a la importancia que tenían los medios asignados a este tipo de operaciones, en abril de
1946 se creó el Comando General de la Defensa de Costas, del cual dependía la Fuerza de Comandos
Navales; siendo que, en marzo de 1948 se dispuso que esta última pasara a denominarse Infantería de
Marina, cuya fuerza fue elevada a dos Batallones en julio de aquel mismo año. El Comando General de
Defensa de Costas comprendía además un Grupo de Artillería Móvil, una Batería Fija de Defensa de
Costas y una Flotilla de Barcazas.

En 1952, con  la incorporación de la primera nave de desembarco a nuestra flota, el B.A.P. “Chimbote”,
se marcó un hito trascendente para retomar la esencia de las Unidades de Infantería de Marina; se
transfirió al Ejército una Batería del Grupo de Artillería Móvil, a cambio de armamento ligero; lo cual,
debía  permitir  organizar al Batallón de Infantería de Marina, y un nuevo buque de desembarco, el
B.A.P. “Paita” que arribó al Callao el 22 de abril de 1959, robusteció dicha concepción al crearse en 1960
el ansiado Batallón de Infantería de Marina, que  tomó la denominación de Guarnición de Marina en
justo homenaje a la antigua Unidad de Combate, pasando a formar parte de la Fuerza Naval de Defensa
de Costas.

Con algunas de esas unidades navales, la Infantería de Marina comenzó su entrenamiento anfibio, el
mismo que fue debidamente apreciado por propios y extraños en la Operación Ayacucho, en la que tuvo
lugar un ejercicio de asalto anfibio en Chilca, el 7 de diciembre de 1964. El destacamento de infantería
de marina contó con una Unidad de Reconocimiento Anfibio, una de Artillería Móvil y la participación de
Infantes de Marina Venezolanos.

En la sucesiva incorporación de los buques de desembarco B.A.P. “Lomas” y “Ático”, a los que se integró
después el Transporte de Ataque “Independencia”; marcando un nuevo hito en la historia de la
Infantería de Marina, al recuperar su capacidad primigenia de Operaciones Anfibias; el 8 de octubre de
1971, se inauguró la Estación Naval de Ancón y un año después, la Compañía de Comandos Anfibios;
cuya logística se incrementó, con el Batallón de Vehículos Anfibios; además, se establecieron
destacamentos de Infantería de Marina en el Salto( Tumbes), Iquitos (Loreto) y Mollendo (Arequipa).

En los años siguientes la Fuerza participó en todas las actividades inherentes a su función primaria,
demostrado su capacidad combativa cada vez que su presencia ha sido requerida, por ello, podemos
señalar que hoy en día es una de las fuerzas operativas de mayor alistamiento con probadas muestras
de profesionalismo ejecutadas al culminar exitosamente las misiones encomendadas por la Institución
en los casi 196 años de su existencia; su calidad profesional y habilidades adquiridas a través de la
experiencia en combate,  potencializada por su actitud  vencedora, hacen de la Fuerza de Infantería de
Marina un elemento disuasivo y de altísima flexibilidad de cara al cumplimiento de los nuevos
compromisos operacionales derivados de los roles estratégicos de las Fuerzas Armadas.

Cabe referir las adquisiciones de vehículos anfibios, unidades Porta Tropas y Vehículos de
reconocimiento, equipo orgánico, colectivo y de apoyo; así como armamento y equipos de
comunicaciones de reciente tecnología; adicionalmente, con la adecuación y mejoramiento de la
infraestructura de apoyo y sostenimiento del entrenamiento requeridos para lograr el nivel deseado de
alistamiento. Los hombres que hoy sirven en la Fuerza de Infantería de Marina son pues herederos de
una larga y honrosa tradición de servicio a la nación, y con certeza sabrán mantener en alto nuestro
lema: ¡ACCIÓN Y VALOR!

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