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CONCEPTO DE PSICOLOGÍA
Etimológicamente, Psicología proviene del griego psyque, que se puede traducir alma. Decir que la
psicología "es la ciencia del alma" (Aristóteles), o que "es la investigación de los contenidos de
conciencia", o que "es la ciencia que estudia los fenómenos psíquicos". Actualmente no son pocos
los que definen la Psicología como ciencia de la conducta. La conducta es una actividad propia de
los organismos vivos para mantenerse y conservar la vida. Si no adoptáramos conductas
moriríamos. Lo que genera la conducta son los estímulos exteriores e interiores.
Psicología es la ciencia que estudia la mente y la conducta, la disciplina abarca todos los aspectos
de la experiencia humana, desde las funciones del cerebro hasta el desarrollo de los niños, de como
los seres humanos y los animales sienten, piensan y aprenden para adaptarse al medio que les rodea.
La psicología moderna se ha dedicado a recoger hechos sobre la conducta y la experiencia, y a
organizarlos sistemáticamente, elaborando teorías para su comprensión. Estas teorías ayudan a
conocer y explicar el comportamiento de los seres humanos y en alguna ocasión incluso a predecir
sus acciones futuras, pudiendo intervenir sobre ellas.
En un principio, cuando la psicología era parte de la filosofía, sirvió fundamentalmente para
responder a las inquietudes intelectuales espirituales e intelectuales, mas tarde comenzó a buscar
soluciones mas concretas a los llamados trastornos mentales de todo tipo. Es el estudio del Alma o
psiquis (fenómenos afectivos y racionales).
La psicología sirve hoy en día para conocer a las personas y modificar-si necesario- su situación con
distintos ámbitos, la familia, el trabajo, el colegio, etc. La psicología, por lo tanto, puede ser
aplicada a estos ámbitos o campos, especializándose según los temas predominantes en cada uno y
recibiendo distintos nombres.
Los fenómenos psíquicos son, pues, los diversos estados, hechos o acontecimientos que tienen
lugar en nuestro Yo. Los fenómenos psíquicos no se dan aislados; por el contrario se presentan
interrelacionados y organizados en un todo, en una estructura y sólo adquieren sentido cuando se los
interpreta en función de esta estructura.
Los fenómenos psíquicos se clasifican en:
Fenómenos intelectuales: Estos fenómenos, llamados también representativos, son propios del
conocimiento (es decir, son los hechos que acontecen en nuestro Yo cuando éste conoce); ellos
constituyen la vida intelectual, intelecto o inteligencia. Fenómenos intelectuales son las sensaciones,
las percepciones, la imaginación, la memoria, los conceptos, los juicios, los raciocinios, actividades
todas estas que constituyen la vida intelectual.
Fenómenos afectivos: Son los estados sentimentales o sentimientos del sujeto (placer, dolor,
entusiasmo, agrado, amor, ira, etc). No son el conocimiento sino consecuencia del conocimiento.
Fenómenos volitivos: Son los intentos o impulsos del sujeto, las propensiones de éste a la ejecución
de un acto. Estos impulsos o voliciones constituyen la vida volitiva o intencional, es decir, la
voluntad, deseos, impulsos, etc.
ANTECEDENTES HISTORICOS:
La psicología, según Ebbinghaus, posee un largo pasado, pero una historia muy corta.
Efectivamente, como ciencia experimental comenzó su andadura con la creación del primer
laboratorio psicológico fundado por Wilhelm Wundt (1832-1920) en Leipzig (1879), momento que
señala la independización de la psicología de otras ciencias a las que estaba íntimamente ligada:
metafísica, filosofía, fisiología, etc.
Antes de Wundt, la psicología era concebida como una ciencia del alma, entidad a la que se
asociaba la conciencia y la facultad exclusiva del hombre: la razón, el entendimiento.
Platón llevó a cabo un estudio del alma (psiché), a la que dividió en tres partes (racional, irascible y
apetitiva) relacionadas con tres clases sociales de su República ideal: filósofos-gobernantes,
soldados y clase productora o trabajadora. Para Platón el alma era separable del cuerpo e inmortal,
cosa que Aristóteles negó rotundamente. Para él, ésta no es algo distinto a la operatividad y
funcionalidad de un cuerpo y, por lo tanto, no podría pervivir separadamente. Como escribe el
estagirita: "Si el ojo fuera un animal, la vista sería su alma".
Ahora bien, tanto Platón como Aristóteles asociaron la conciencia y sus procesos a la parte o
función del alma asociada con la racionalidad, por lo que sus investigaciones incluyeron también un
exhaustivo estudio sobre la cuestión del conocimiento, su origen y adquisición, problemas que
fueron ampliamente debatidos durante la Edad Media y el Renacimiento y que cobraron un nuevo
y original impulso en el siglo XVII con la obra de René Descartes, el fundador de la filosofía
racionalista. Para éste, la conciencia es una entidad absolutamente heterogénea e irreductible a la
pura materialidad (extensión) del cuerpo, que se rige por leyes mecánicas. La conciencia, además,
se halla provista de ciertos contenidos (ideas innatas) a los que se accede intuitivamente y que nos
proveen de ideas claras y distintas a partir de las cuales, deductivamente, podemos fundamentar el
edificio de todo conocimiento que sea cierto eindudabley,porlotanto,verdadero
El innatismo racionalista fue negado por los filósofos empiristas (Locke, Berkeley y Hume) que
concebían la conciencia como una "tabla rasa", desprovista de cualquier tipo de contenido que no
fuera adquirido a través de la experiencia empírica. Es esta última el origen y el límite del
conocimiento, límite que también se aplica al conocimiento de la conciencia como entidad, la cual
queda despojada de toda substancialidad, reduciéndose a ser un mero "haz de representaciones"
(impresiones e ideas). No hay un "yo" substrato de los contenidos y acciones de la conciencia más
allá o más acá del aparecerse de las representaciones mismas (percepciones).
Los filósofos empiristas elaboraron los cimientos de una psicología asociacionista. Para David
Hume, el más radical y consecuente con los principios del empirismo, las ideas de nuestra mente se
asocian según unos principios que rigen nuestros pensamientos, estableciendo lazos entre ellos.
Nuestras ideas se encuentran conectadas naturalmente bajo tres leyes: la semejanza, la contigüidad
y la relación causa-efecto. También la imaginación asocia y combina ideas, pero en este caso se
precisa la voluntad. Las leyes de asociación serán ampliamente estudiadas en el siglo XX por la
Gestalt (escuela psicológica que postula que las totalidades son anteriores a las partes que las
componen, ya sea perceptualmente como conductualmente). El asociacionismo como doctrina
específica fue retomado por James Mill y J. St. Mill, los cuales establecieron las bases de una
psicología científica empírica y experimental. Para estos autores, los procesos psíquicos se suceden
unos a otros siguiendo unas determinadas leyes de conexión y enlace, leyes que podían ser
tipificadas, cuantificadas y descritas. La conciencia comienza a poder ser "medida" indirectamente.
Otra gran perspectiva de la psicología se abrió paso con los trabajos del estadounidense John B.
Watson (1878-1958), para el cual el cometido de esta ciencia no se dirige ya al estudio del alma
humana ni de la vida psíquica del hombre. Antes bien, la psicología ha de ocuparse de las conductas
o comportamientos (behavior) de los organismos (humanos y animales), motivo por el cual su
doctrina adoptó el nombre de conductismo o behaviorismo. Fundado en postulados positivistas,
pragmatistas y funcionalistas, dicha disciplina afirma que la conducta ha de explicarse, predecirse y
controlarse sin referencia alguna a los conceptos de conciencia o mente, es decir, excluyendo de sus
investigaciones la cognición o los procesos de pensamiento. No obstante un nuevo enfoque de esta
disciplina, el neoconductismo, aunque aceptó sus presupuestos básicos, sin embargo incluyó las
cogniciones dentro del ámbito del comportamiento.
Pese a que estas dos corrientes acapararon las investigaciones psicológicas hasta la década de los
sesenta, a partir de entonces el predominio del conductismo disminuyó debido a un nuevo enfoque,
el cognitivismo, más orientado hacia problemas de índole cognoscitiva, es decir, hacia cuestiones
referidas a la adquisición, organización, almacenamiento y utilización del conocimiento.
RAMAS DE LA PSICOLOGÍA
Cuando se pretende realizar una clasificación de las diferentes áreas de investigación pueden
utilizarse múltiples criterios e incluir numerosas ramas de la psicología, aunque algunas de ellas
carezcan de vigencia o entidad suficiente. Por lo tanto se exponen sólo aquellas que constituyen el
armazón de dicha disciplina.
La Psicología Fisiológica
La psicología fisiológica o psicofisiología (una de la ramas más antiguas de la psicología) estudia la
relación entre los procesos orgánicos y la conducta.
Su interés es determinar cuales son las estructuras que median entre fenómenos psíquicos y físicos.
Las bases biológica que sustentan la conducta son imprescindibles a la hora de explicar el
comportamiento humano.
Psicología Evolutiva
Tiene como tarea el estudio de la conducta en la diferentes etapas de crecimiento y desarrollo. Se
interesa por conocer la evolución de los procesos madurativos en el curso de la infancia y la
adolescencia, y su posterior estabilización en la etapa adulta y el progresivo deterioro que sufren
durante la vejez.
Entre sus aportaciones más importantes se destacan la sistematización que ha llevado a cabo las
distintas manifestaciones psicológicas, situando cronológicamente su aparición, de tal forma que
podemos saber si el desarrollo sensorial, motor, afectivo, o intelectual de un niño sigue un curso
normal. Esta rama ha puesto de manifiesto la influencia que el medio ambiente ejerce en la
adquisición de determinada habilidades.
Psicología Social
El objeto de estudio de la psicología social es muy amplio y presenta bastantes dificultades a la hora
de abordarlo de forma rigurosa. Por una parte, se ocupa de las influencias sociales en la conducta,
actitudes y creencias del ser humano, mas al mismo tiempo se interesa también por la formación de
los grupos, por su influencia en los individuos y por la actividad que éstos desarrollan dentro de
aquellas.
La psicología social constituye una disciplina intermedia entre la psicología y la sociología.
En la actualidad las aplicaciones prácticas de la psicología social son muy numerosas. Por ejemplo
sus conocimientos han sido utilizados en el ámbito militar, en el económico y en el político.
Psicología Patológica
La psicología patológica se encarga de estudiar el origen, la evolución y descripción de las
enfermedades mentales. La comprensión de las patologías mentales implica la necesidad de
estrecha colaboración entre la psicopatología y la psiquiatría, ya que ambas, desde su particular
perspectiva, pueden ayudarse mutuamente a resolver múltiples problemas suscitados por el estudio
de la enfermedad mental.