EL DEBIDO PROCESO EN REP. DOM.

Garantía del debido proceso en la República Dominicana

Por: Cryslee Cuevas Felipe

UNAPEC

Nota de autor: algunas de las afirmaciones contenidas en el siguiente ensayo no cuentan

con una cita, puesto que están estrechamente vinculada a los conocimientos jurídicos de la

autora.
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Garantía del debido proceso en la República Dominicana

En materia judicial el debido proceso comprende aquellos procesos y garantías

fundamentales que buscan asegurar el transcurso efectivo del caso y proteger los derechos de los

involucrados. Por ello se considera un deber de los Estados, por medio del poder judicial,

promover oportunamente el desarrollo del debido proceso. En ese orden, tratando de manera

específica el modelo seguido en la legislación dominicana, la cual hace mención del debido

proceso en la Constitución Política del país y en otros documentos legales de menor jerarquía

como el Código Penal, el Código Procesal Penal, entre otros mecanismos legales, buscando de

este modo responder de manera oportuna a las necesidades que presenta el acceso a la justicia.

No obstante a ellos, lamentablemente la justicia dominicana no garantiza el debido proceso.

Una de las razones fundamentales por la que la justicia dominicana no garantiza

efectivamente el debido proceso son las citaciones irregulares. Indiscutiblemente notificar,

conforme a las leyes que establezca la legislación vigente, a aquellos involucrados en un proceso

judicial de la existencia y las novedades del caso constituye una acción fundamental para

defender la justicia y los derechos fundamentales del individuo. Por tanto la Constitución

Dominicana en su artículo 69, literal 7 establece que “ninguna persona podrá ser juzgada sino

conforme a las leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y

con observancia de la plenitud de las formalidades propias de cada juicio” (2014, pp.36). En

materia judicial es posible comprender que dentro de las formalidades propias de cada juicio se

encuentran las notificaciones o citaciones a los acusados, dentro de los plazos que establezca la

legislación vigente y con los demás requerimientos necesarios. Desafortunadamente, a pesar de

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lo establecido en la Constitución y las leyes, algunos de los casos tratados por los tribunales

presentan citaciones irregulares para las partes, las mismas varían desde notificaciones en

lugares que no constituyen el domicilio legal del individuo, hasta citaciones que no llegan a su

destinario o no cumplen con los plazos establecidos por la ley.

Al momento de analizar los planteamientos anteriores es posible deducir que las leyes,

en teoría, establecen las pautas para seguir un debido proceso. Sin embargo la práctica, al

momento de citar y notificar a un acusado, difiere de los principios planteados en la teoría y

violenta los principios fundamentales de la Constitución.

Durante el transcurso de los juicios se suelen violentar ciertos derechos fundamentales,

comúnmente a personas de escasos niveles sociales y económicos que desconocen los mismos. A

modo de justificación de la premisa anterior se destaca el siguiente caso: en cierta ocasión la

señorita Cryslee Cuevas Felipe se encontraba presenciando una audiencia de naturaleza penal,

lamentablemente algunos de los abogados pertenecientes a la barra de la defensa no estaban

presentes. Sin tomar en consideración los derechos de los acusados a la debida defensa, el

Ministerio Público sugiere la toma del caso por abogados del Estado o de oficio, a consecuencia

de ello las juezas a cargo del caso proceden a interrogar a los acusados sobre su postura al

respecto, sin explicarles detalladamente de que se trataba. Cabe destacar que varios de los

acusados no comprendían las situaciones jurídicas que acontecían y que en ningún momento

dicho tribunal dio las explicaciones de lugar.

Es preocupante para la justicia dominicana que en ocasiones el Ministerio Público

violente el procedimiento que debe seguirse para promover el debido proceso. La Ley Orgánica

del Ministerio Público establece en su primer artículo que “El ministerio público es el órgano del
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sistema de justicia responsable de la formulación e interpretación de la política del Estado contra

la criminalidad” (Escuela Nacional del Ministerio Publico, 2011, pp.6). A pesar de la función

que establece dicho documento legal, en la práctica los representantes de este organismo suelen

cometer acciones que violentan derechos fundamentales como la debida defensa.

Entre las diversas acciones que puede cometer el Ministerio Público en contra de los

acusados se encuentran: pruebas inconclusas o con base legal insuficiente, solicitudes de

abogados de oficio o del Estado para acusados que cuentan con una defensa técnica, procesos de

investigaciones confusos o difusos, acusaciones mal argumentadas, allanamientos fuera de los

horarios establecidos por la ley, violación de la intimidad y del domicilio, entre otros. Los casos

mencionados con anterioridad constituyen una violación al procedimiento y a los derechos

fundamentales.

Se entiende que la justicia debe distribuir los castigos en la proporción del hecho que se

ha cometido y que la misma da a cada cual lo que le corresponde (Real Academia Española,

2019). Analizando los conceptos brindados por la Real Academia Española es posible

comprender que el debido proceso, indiscutiblemente, guarda una estrecha relación con la

justicia y que es obligación de cada Estado velar para que los organismos competentes actúen en

base a los principios establecidos por las leyes y garanticen de manera efectiva los derechos de

aquellos que forman parte de una acusación ante un tribunal.

Sin lugar a dudas, la República Dominicana necesita fortalecer el cumplimiento del

debido proceso y con ello fomentara el respeto de los derechos fundamentales. Respetando los

principios que plantea la Constitución Política del país, el Código penal, el Código procesal

penal, entre otros mecanismos legales se facilita asegurar la integridad de aquellos acusados de
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algún crimen o delito, especialmente personas con escasos conocimientos legales o

pertenecientes a grupos sociales de bajos niveles económicos, vulnerables, que enfrentan

desigualdad social o se encuentran marginados.

Es oportuno recordar que “no es posible garantizar el derecho a la libertad, la seguridad

personal y la prohibición de la tortura, tratos crueles e infames, sin la existencia de un proceso

riguroso y respetuoso de los de todas las personas” (Diario libre, 19/10/2012). La cita anterior es

irrefutable y comprueba la obligatoriedad de los Estados de fortalecer el sistema judicial y con

ello el debido proceso.

“El debido proceso es una garantía de extraordinario valor para todas las personas”

(Diario libre, 19/10/2012). De modo que es necesario que se fomente y se promueva

información oportuna sobre el mismo para evitar y disminuir los flagelos a los que se enfrenta

en los tribunales dominicanos.

A manera de conclusión se hace hincapié en el deber del Estado dominicano en mejorar

las garantías concernientes al debido proceso y se asegura que solo mediante la justicia se

proteger la dignidad y la integridad.

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Referencias

Constitución Dominicana. (2014). Santo Domingo de Guzmán, Rep. Dom.:

Editorial de la Cámara de diputados de la Rep. Dom.

El debido proceso como garantía de las personas. (2012, 19 de octubre).

Diario Libre. Recuperado de http://www.diariolibre.com/opinion/el-debido-proceso-

como-garanta-de-las-personas-MOdl356309

Real Academia Española. (2019). Definición de Justicia. Recuperado de:

https://dle.rae.es/justicia