Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La literatura inglesa del siglo XIX está marcada por dos grandes corrientes que bien
expresan el pensamiento y la cultura de un Imperio Británico protagonista del
colonialismo, el positivismo científico y la revolución industrial. Estas dos corrientes son
el Romanticismo y la época Victoriana, y en el marco de las dos se produjeron grandes
obras que reflejaron el pensamiento y el sentir de un siglo de grandes cambios que
cambiaría el curso de Inglaterra y del mundo.
La era victoriana es el periodo que abarca la segunda mitad del siglo XIX, comienza con
la coronación de la Reina Victoria en 1837 hasta 1901. Tiene realmente tres periodos en
los que se ve claramente que los valores van cambiando:
El romanticismo es una corriente artística, literaria y filosófica que abarca desde el final
del siglo XVIII hasta la primera mitad del siglo XIX (1785 – 1830). Es importante señalar
que los artistas pertenecientes a este periodo no se consideraban o se referían a sí mismos
como “románticos” hasta que el crítico alemán August Wilhelm von Schlegel en 1808
estableció una clara distinción entre las cualidades “orgánicas” y “plásticas” del arte de
este periodo y la rigidez del clasicismo. El movimiento romántico se centra en la
relación del hombre con la naturaleza y sus raíces, es una celebración del mundo
natural y de la experiencia individual con los tonos melancólicos y de soledad, así como la
nostalgia al pasado; este sentimiento y argumento consideraba a lo moderno y el
progreso como algo destructivo, ya que partían de las ideas ilustradas que habían
concluído en un baño de sangre como la Revolución Francesa.
El romanticismo es entonces una época marcada por las nuevas influencias ideológicas
de la Revolución Francesa (1789 – 1799) las cuales fueron acogidas y apoyadas por
grandes escritores ingleses como Mary Wollstonecraft (Vindication of the Rights of
Men – 1790) quien luego escribiría uno de los primeros tratados feministas de la
historia: Vindication of the Rights of Women (1792). También hay que destacar a William
Wordswoth (El Preludio– 1850), Samuel T. Coleridge (The Rime of the Ancient
Mariner – 1798), John Keats (Al Otoño – 1820), William Blake (Canciones de
Inocencia y Experiencia – 1789) y Lord Byron (Don Juan – 1819). Es la primera era
literaria en el que las mujeres escritoras comienzan a florecer y a ser verdaderas rivales
para los hombres; les eclipsan en ventas y en reputación. Encontramos mujeres
como Jane Austen (Orgullo y Prejuicio– 1813), Mary Shelley (Frankenstein –
1818), Elizabeth Barret Browning (Sonetos del Portugués – 1845-1846) o Christina
Rossetti (El mercado de los duendes – 1862).