DEVOCIONAL ENERO 2022

ENERO 1
Lea Genesis 1-3
NOMBRES DEL ESPÍRITU SANTO
El Espíritu del Señor DIOS está sobre mí.
ISAÍAS 61:1

La mejor manera de acercarse a la doctrina del Espíritu Santo es fijarse en los

nombres o títulos descriptivos que se dan a esta bendita Persona.
En primer lugar, están los muchos nombres que lo relacionan con el Padre.
Permítanme enumerar algunos de ellos: "el Espíritu de Dios" (Génesis 1:2); "el
Espíritu del Señor" (Lucas 4:18); "el Espíritu de nuestro Dios" (1 Corintios 6:11).
Otro es "el Espíritu del Señor DIOS", que está en Isaías 61:1.
Nuestro Señor habla, en Mateo 10:20, del "Espíritu de vuestro Padre", mientras
que Pablo se refiere al "Espíritu del Dios vivo" (2 Corintios 3:3). "Mi Espíritu", dice
Dios en Génesis 6:3, y el salmista pregunta: "¿Adónde iré desde tu espíritu?".
(Salmo 139:7).
Se refiere a Él como Su Espíritu. Espíritu de Dios en Números 11:29; y Pablo, en
Romanos 8:11, usa la frase "el Espíritu de aquel [Dios el Padre] que resucitó a
Jesús de entre los muertos".
Todos estos son títulos descriptivos que se refieren al Espíritu Santo en términos
de Su relación con el Padre. En el segundo grupo están los títulos que relacionan
al Espíritu Santo con el Hijo. Primero, "Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no
es de él" (Romanos 8:9), que es una frase muy importante. La palabra "Espíritu"
aquí se refiere al Espíritu Santo. En Filipenses 1:19, Pablo habla del "Espíritu de
Jesucristo", y en Gálatas 4:6 dice: "Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo". Por
último, se refiere a Él como "el Espíritu del Señor" (Hechos 5:9).
El tercer grupo comprende los títulos directos o personales, y el primero y más
importante aquí, por supuesto, es el nombre de Espíritu Santo o Santo Espíritu.
Algunas personas se confunden con estos dos términos, pero significan
exactamente lo mismo.
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ENERO 2
Lea Genesis 4-6
¿POR QUÉ EL ESPÍRITU SANTO SE LLAMA
¿SE LLAMA SANTO?
1JUAN 2:20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las
cosas.

¿Por qué se llama santo al Espíritu Santo? Seguramente, la explicación es que Su

obra especial es producir santidad y orden en todo lo que hace en la aplicación de
la obra de salvación de Cristo. Su objetivo es producir santidad, y lo hace en la
naturaleza y la creación, así como en los seres humanos. Pero su obra final es
hacernos un pueblo santo, santo como los hijos de Dios.
También es probable que se le describa como el Espíritu Santo para diferenciarlo
de los otros espíritus, los espíritus malignos. Por eso se nos dice que probemos
los espíritus y que los probemos para saber si son de Dios o no (1 Juan 4:1). La
personalidad del Espíritu Santo no sólo es olvidada por aquellos que calificamos
de liberales o modernistas en su teología, sino que nosotros mismos somos a
menudo culpables precisamente de lo mismo. He oído a la mayoría de los
ortodoxos referirse al Espíritu Santo y a su obra como "eso" y "su" influencia, etc.,
como si el Espíritu Santo no fuera más que una influencia o un poder. Y también
los himnos cometen con frecuencia el mismo error.
Hay una confusión sobre el Espíritu Santo, y estoy seguro de que hay un sentido
en él un poco más difícil de concebir la tercera persona en la bendita Santa
Trinidad que concebir al Padre o al Hijo.
¿Por qué existe esta tendencia a pensar en Él como una fuerza o una influencia o
una emanación? Hay varias respuestas a esta pregunta, pero no son buenas
razones.
Su obra parece ser impersonal porque es un tipo de trabajo místico y secreto. Él
produce la gracia y fruto en nuestra vida; nos da dones, y nos da varios poderes. Y
por eso, tendemos a pensar en Él como si fuera una influencia. Estoy seguro de
que ésta es una gran parte de la explicación. Sin embargo, Él es una Persona en
totalidad, piensa, siente, tiene voluntad, actúa, entonces es una persona.
Su trabajo especial es producir santidad.
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ENERO 3
Lea Genesis 7-9
LA PERSONALIDAD DEL ESPÍRITU SANTO
2CORINTIOS 13:14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la
comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.

El Espíritu Santo se identifica con el Padre y el Hijo de tal manera que indica su
personalidad.
Aquí hay dos grandes argumentos. El primero es la fórmula bautismal fórmula
bautismal: "bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo"
(Mateo 28:19). Aquí se le asocia con el Padre y el Hijo de una manera que
necesariamente apunta a su personalidad.
El segundo argumento se basa en la bendición apostólica de 2 Corintios 13:14
"La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu
Santo...".
Obviamente, el Espíritu Santo es una persona en línea con la persona del Padre y
del Hijo. Una manera muy interesante de demostrar la personalidad del Espíritu es
mostrando que se identifica con nosotros, con los cristianos, de una manera que
indica que es una persona.
En Hechos 15:28 leemos: "Porque al Espíritu Santo y a nosotros nos pareció bien
no imponeros mayor carga que estas cosas necesarias".
Esta fue una decisión a la que llegaron los miembros de la iglesia primitiva, y así
como ellos eran personas, Él debe ser una persona. No se puede decir: "Nos
pareció bien a un poder y a nosotros", porque el poder estaría obrando en
nosotros. Pero aquí hay alguien fuera de nosotros: "Le pareció bien a él y a
nosotros".
En las Escrituras se atribuyen al Espíritu Santo cualidades personales. Se dice,
por ejemplo, que tiene conocimiento. Pablo argumenta: "Porque ¿qué hombre
conoce las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? así las
cosas de Dios no las conoce nadie, sino el Espíritu de Dios" (1 Corintios 2:11).
El Espíritu se identifica con nosotros, con los cristianos, de una manera que
indica que es una persona.
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ENERO 4
Lea Genesis 10-12
EL ESPÍRITU SANTO TIENE UNA MENTE
ROMANOS 8:27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la
intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por
los santos.
El Espíritu Santo claramente tiene una mente. En Romanos 8:27 leemos, "la
intención de pensamiento del Espíritu" esto es en conexión con la oración.
También es que ama, porque leemos que "el fruto del Espíritu es el amor"
(Gálatas 5:22); y su acción es derramar el amor de Dios en nuestros corazones
(Romanos 5:5).
Y, asimismo, sabemos que es capaz de contristarse, porque en Efesios 4:30 se
nos advierte no "contristar" al Espíritu Santo. La última doctrina sobre el Espíritu,
desde el punto de vista práctico y experimental es que mi cuerpo es el templo del
Espíritu Santo, de modo que, haga lo que haga, vaya donde vaya, el Espíritu
Santo está conmigo.
Yo No conozco nada que promueva tanto la santificación y la santidad como la
comprensión de esto. Si nos diéramos cuenta, siempre, de que en cualquier cosa
que hacemos con nuestro cuerpo, el Espíritu Santo está involucrado. Recuerden
también que Pablo enseña eso en el contexto de una advertencia contra la
fornicación. Escribe: "¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, que está en vosotros? " (1 Corintios 6:19).
Por eso la fornicación debería ser impensable en un cristiano. Dios está en
nosotros, en el Espíritu Santo, no una influencia, no un poder, sino una persona a
la que podemos afligir.
Estoy revisando estos detalles no por un interés académico, ni porque tenga una
mente de tipo teológico. No, me preocupan estas cosas, porque soy un hombre
que intenta vivir la vida cristiana, y como estoy llamado por Dios a ser un pastor de
almas, y siento la responsabilidad por las almas y la conducta de los demás. Estés
donde estés, vayas donde vayas, si eres cristiano el Espíritu Santo está en ti; y si
realmente quieres disfrutar de las bendiciones de la salvación, lo haces sabiendo
que tu cuerpo es Su templo.
Si eres cristiano, el Espíritu Santo está en ti.
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ENERO 5
Lea Genesis 13-15
EL ESPÍRITU LES PROHIBIÓ
JUAN 15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del
Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio
acerca de mí.

Se atribuyen al Espíritu acciones que sólo pueden ser realizadas por una persona.
Por ejemplo, en 1 Corintios 2:10 se nos dice que "el Espíritu escudriña todas las
cosas, incluso las cosas profundas de Dios". ¡Él escudriña! esa es la acción de
una persona.
También se nos dice claramente que Él habla. En Apocalipsis 2:7 leemos: "El
que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias". Además, Él también
intercede por nosotros. "No sabemos por qué debemos orar como es debido", dice
Pablo en Romanos 8:26, "pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con
gemidos indecibles." También da testimonio. Nuestro Señor dijo: "Él dará
testimonio de mí" (Juan 15:26).
Da testimonio del Señor. Sólo una persona puede hacerlo. Luego se nos dice, de
nuevo por nuestro Señor, "Él os guiará a toda la verdad" (Juan 16:13). De hecho,
incluso en el Antiguo Testamento se nos dice que Él enseña e instruye en la
verdad: "También diste tu buen espíritu para instruirlos" (Nehemías 9:20).
Otra acción personal de Él se encuentra en Hechos 16:6-7 donde se nos dice: "Y
cuando recorrieron Frigia y las regiones de Galacia, y les fue prohibido por el
Espíritu Santo predicar la palabra en Asia, después de haber llegado a Misia,
intentaron ir a Bitinia; pero el Espíritu no se los permitió". De nuevo, esta es una
declaración muy significativa y relevante. Todos los compañeros de Pablo querían
ir a predicar a Asia, pero el Espíritu se lo prohibió.
Luego quisieron ir a Bitinia, y de nuevo no se lo permitió. Esa es una acción
definitiva del Espíritu Santo mismo, y es una prueba positiva de que Él es una
persona.
Se atribuyen al Espíritu acciones que sólo pueden ser realizadas por una
persona.
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ENERO 6
Lea Genesis 16-18
EL CONSUELO
JUAN 16:7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me
vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a
vosotros; más si me fuere, os lo enviaré.

El mismo oficio para el que fue designado el Espíritu Santo es personal.

Se le describe como el Consolador ("otro Consolador", dice nuestro Señor en
Juan 14:16), y un consolador es alguien que está a nuestro lado y nos ayuda.
La misma palabra se traduce a veces como defensor. Así que nuestro Señor
estaba diciendo en efecto: "Como he estado con vosotros durante estos tres años,
como os he enseñado y guiado, y como os he enviado a vuestras misiones, no os
dejaré sin consuelo. Voy a enviarles otro Consolador. No debéis preocuparos; no
vais a quedaros huérfanos".
El Espíritu Santo es quien ocupa el lugar de nuestro Señor. Está dentro de
nosotros para conducirnos y guiarnos, y por eso nuestro Señor pudo incluso decir:
"Os conviene que me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el
Consolador" (Juan 16:7). Evidentemente, se trata de un oficio personal.
Otra gran prueba de la personalidad del Espíritu Santo es que, según la
enseñanza de las Escrituras, el Espíritu Santo es susceptible de un trato personal.
En otras palabras, se nos dice que podemos hacer ciertas cosas al Espíritu y que
Él reacciona como sólo una persona puede reaccionar.
Primero, se nos dice que se le puede mentir al Espíritu Santo. En el terrible caso
de Ananías y Safira en Hechos 5, note lo que Pedro dijo: "Ananías, ¿por qué ha
llenado Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo, y para retener parte del
precio de la tierra?" (versículo 3). Ananías y Safira habían declarado que habían
dado todo, pero Pedro les acusó de haber mentido al Espíritu Santo.
El Espíritu no es una influencia, por lo tanto, no es un poder vago, sino claramente
una persona.
En segundo lugar, se nos dice que podemos blasfemar contra el Espíritu Santo
(Mateo 12:31-32).
Tercero, vemos que Él puede ser insultado (Hebreos 10:29).
Finalmente, Él puede ser contrariado (Efesios 4:30).
El Espíritu Santo es susceptible de ser tratado bien o mal, personalmente.
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ENERO 7
Lea Genesis 19-21
LA DEIDAD DEL ESPÍRITU SANTO
1CORINTIOS 12:4-6 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es
el mismo. (5) Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.
(6) Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en
todos, es el mismo.

Debemos demostrar la deidad del Espíritu Santo. Esta es una parte vital de la
doctrina de la Trinidad. Sólo los cristianos creen en esta doctrina; todas las demás
religiones no lo hacen, al igual que todos los errores y herejías.
La Trinidad es la llave que abre toda la verdad. Así que debemos mirar la
evidencia.
La propia Escritura afirma específicamente la deidad del Espíritu. Te llevo de
vuelta a ese terrible incidente con Ananías y Safira. Después de preguntar:
"Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo, y
para retener parte del precio de la tierra?" Pedro continuó: "No has mentido a los
hombres, sino a Dios" (Hechos 5:3-4). "Lo terrible que has hecho", dijo Pedro en
efecto, "es que no sólo has estado mintiendo a los hombres; pensabas que sólo
nos mentías a nosotros, los apóstoles, y a los demás cristianos, pero no, has
estado mintiendo a Dios."
Y justo antes había dicho que Ananías había mentido al Espíritu Santo. Así que
claramente es una declaración específica de que el Espíritu Santo es Dios.
Pero también encontramos que el nombre del Espíritu va unido al nombre de Dios,
y esto no sólo establece su personalidad sino su Deidad. Esto se ve en la fórmula
bautismal, en la bendición apostólica, y también en 1 Corintios 12, donde Pablo
escribe: "Ahora bien, hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu. . .. Y hay
diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios el que obra todo en todos"
(versículos 4, 6). En un momento se nos dice que es el Espíritu quien hace esto, y
al momento siguiente se nos dice que es Dios, el mismo Dios que obra todo y en
todo, y Él es el Espíritu. Por lo tanto, el Espíritu es Dios; su deidad queda
demostrada.
La Escritura afirma específicamente la deidad del Espíritu.
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ENERO 8
Lea Genesis 22-24
LAS OBRAS DIVINAS DEL ESPÍRITU SANTO
El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Todopoderoso me ha dado la vida.
JOB 33:4

El Espíritu hace ciertas cosas que, según las Escrituras, sólo puede hacer Dios.
En primer lugar, la creación. En Génesis 1:2 leemos: "El Espíritu de Dios se
movía sobre la faz de las aguas".
Ahí está en el mismo principio. Job también lo dice: "El Espíritu de Dios me hizo, y
el soplo del Todopoderoso me dio vida". Esta es la obra creadora del Espíritu
Santo, de nuevo una prueba de Su deidad.
Y debemos recordar también que suya es la operación especial que describimos
como regeneración. Juan 3:7 lo establece de una vez y para siempre: "Os es
necesario nacer de nuevo". "El que no nazca de agua y del Espíritu . . ." (Juan
3:5). Esta es la acción del Espíritu; Él da el renacimiento. La creación original y la
nueva creación son la obra especial del Espíritu. "El espíritu es el que da vida",
dice de nuevo nuestro Señor (Juan 6:63). La obra de la inspiración es también
obra del Espíritu. "Ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada",
dice Pedro; ". . los santos hombres de Dios hablaron como fueron movidos" -
llevados, no importa la traducción que se utilice- "por el Espíritu Santo" (2 Pedro
1:20). Espíritu Santo" (2 Pedro 1:20-21). Todas las Escrituras fueron escritas de
esa manera: El Espíritu Santo inspiró y controló a los escritores de manera
infalible. Así que tenemos nuestra doctrina de la infalibilidad de las Escrituras, y es
una prueba positiva para nosotros de que Él es Dios. Sólo Dios puede dar la
verdad e inspirar a los hombres en su registro de la verdad.
La obra de la resurrección también se le atribuye a Él. Muy a menudo la gente se
sorprende por esto. Pero se encuentra claramente en Romanos 8:11: "Pero si el
Espíritu del que resucitó a Jesús de los de entre los muertos, el que resucitó a
Cristo de entre los muertos también vivificará vuestros cuerpos mortales por su
Espíritu que mora en vosotros". Así que llegamos a esto: que el Espíritu Santo es
una persona y una persona divina.
El Espíritu Santo es una persona y una persona divina.
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ENERO 9
Lea Genesis 25-27
SUBORDINACIÓN
JUAN 16:14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.

Las Escrituras enseñan que el Espíritu está subordinado al Padre y al Hijo. Eso es
lo que se quiere decir en Juan 16:13. Nuestro Señor dice: "No hablará por sí
mismo", lo que significa que no habla por sí mismo; se le da lo que debe hablar. Y
en efecto, se nos dice que su obra es glorificar a Cristo (Juan 16:14).
El Espíritu no se glorifica a sí mismo; glorifica al Hijo. ¿No es esto maravilloso?
Aquí está la subordinación. Aquí está la división de la obra. El Hijo dice que ha
venido a glorificar al Padre, y la obra del Espíritu es glorificar al Hijo. Cada uno
refleja la gloria del otro.
Así nos asomamos al misterio de esta asombrosa doctrina de la bendita Trinidad:
"Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo mostrará" (Juan 16:14). Esta
es, para mí, una de las cosas más sorprendentes y notables de la doctrina bíblica
del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo parece esconderse y ocultarse. Siempre está, por así decirlo,
poniendo el foco en el Hijo, y es por eso que creo, y creo profundamente, que la
mejor prueba de todas para saber si hemos recibido el Espíritu es preguntarnos
¿qué pensamos y qué sabemos del Hijo? ¿Es el Hijo real para nosotros?
Esa es la obra del Espíritu. Él es glorificado indirectamente; siempre nos está
señalando al Hijo. Sí, debemos darnos cuenta de que Él habita en nosotros, pero
su obra y su trabajo al habitar en nosotros es glorificar al Hijo, y llevarnos ese
conocimiento bendito del Hijo y de su maravilloso amor por nosotros. Él es quien
nos fortalece con fuerza en el hombre interior (Efesios 3:16- 19), para que
conozcamos este amor de Cristo.
El Espíritu no se glorifica a sí mismo; glorifica al Hijo.
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ENERO 10
Lea Genesis 28-30
EL ESPÍRITU SANTO Y LA CREACIÓN
DEL MUNDO
GÉNESIS 1:2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las
tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se
movía sobre la faz de las aguas.

Vamos a recordar lo que se nos dice en las Escrituras sobre la actividad del
Espíritu Santo antes del Día de Pentecostés.
En primer lugar, comenzamos en la misma creación del mundo. El segundo
versículo de la Biblia dice: "Y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las
aguas". Él fue operativo en la creación del mundo.
Dios Padre ha hecho todo a través del Hijo por el Espíritu Santo. La bendita
Trinidad es operativa en toda la obra, siempre, pero la labor está dividida. Y, por
supuesto, recordarás que el Espíritu Santo está especialmente implicado en
relación con la creación del hombre.
La segunda es la obra del Espíritu Santo para sostener o mantener la creación.
Ahora bien, hay muchas afirmaciones al respecto; simplemente citaré dos. En
Isaías 40:7 leemos: "La hierba se seca la flor se marchita, pero el espíritu de
Jehová sopla sobre ella".
Pero, aún más sorprendente, en el Salmo 104 encontrarás una magnífica
descripción de la creación que tal vez no tenga comparación en ninguna parte de
la Biblia. El salmista señala que, si el Señor se retira a sí mismo o a su poder o a
su Espíritu de la creación, todo empieza a decaer y a menguar, a perecer y a
morir. Si vuelve a poner Su Espíritu, todo revive. Es el Espíritu Santo quien
sostiene la creación. Ahora bien, encontrarán declaraciones en la Escritura que
dicen que el Hijo hace eso, y la respuesta es, por supuesto, que el Hijo lo hace a
través del Espíritu Santo. Así que el Espíritu Santo ha estado activo desde el
principio para sostener y mantener el universo.
El Hijo sostiene la creación por medio del Espíritu Santo.