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EL ESP RITU SANTO - Parte 3

Domingo 16 de Octubre, 2022


La Re nería Puebla

¿Debemos adorar al Espíritu Santo?

Claramente se nos indica que solo Dios debe ser adorado


"Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con
todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas.” Deuteronomio 6: 4-5
Nuestro Dios consiste en tres Personas: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu (Mateo
28:19).


El Espíritu Santo es la tercera Persona de la Trinidad de Dios que tiene conocimiento


perfecto (1 Corintios 2:11)

"Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo
sean con todos ustedes." 2 Corintios 13:14 En ambos casos, las tres Personas del
Dios trino son reconocidas con agradecimiento o adoración.


Él es completamente igual a Dios el Padre y Dios el Hijo. Por lo tanto, ¡Si! Él puede y
debe ser adorado como Dios.

¿Qué es el bautismo del Espíritu Santo y cuando lo recibe uno?

Estamos de acuerdo que recibimos al Espíritu Santo cuando reconocemos a Cristo


como Señor y Salvador. Pablo dice en Romanos: “Sin embargo, ustedes no viven
según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios
vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo” (Romanos
8:9).

Aun así, se debe hablar del hecho que algunos han tratado de enseñar lo que se llama
“la doctrina de la subsecuencia” o “segundo trabajo de la gracia”, que dicen que
Cristianos reciben una parte del Espíritu Santo al momento de la salvación y luego lo
que llaman el “bautismo del Espíritu Santo” más tarde. Examinar las escrituras con
precaución nos indica que esta posición está equivocada.

En primer lugar, la frase “bautismo del Espíritu Santo” no aparece en ninguna parte en
las Escrituras. Además, no existe ningún lugar en las Escrituras en el que es el Espíritu
Santo quien está bautizando. En su lugar, la Biblia claramente representa a Cristo
como el que bautiza, dijo Juan el bautista

“Yo los bautizo a ustedes con agua para que se arrepientan. Pero el que viene después
de mí es más poderoso que yo, y ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Él los
bautizará con el Espíritu Santo y con fuego” Mateo 3:11
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En segundo lugar, mientras aquellos que apoyan la enseñanza de la subsecuencia
señalan algunos episodios en Hechos como pruebas de un segundo bautismo.

En (Hechos 2), un bautismo subsecuente con el Espíritu Santo está claramente


presentado; aun así, esto fue parte de la promesa previa de Jesús a sus discípulos.

Los Samaritanos, una raza extremamente despreciada por los Judíos, y en Hechos 8
nos narra como fueron añadidos a la Iglesia. Las razones para un bautismo
subsecuente con el Espíritu Santo son evidentes. Era importante que los Judíos vieran
y vivieran el hecho que los Samaritanos fueron incluidos a la Iglesia, y era importante
que los Samaritanos supieran que los Apóstoles Judíos eran los canales de la verdad
divina y que tenían autoridad Apostólica.

En Hechos 10, los Gentiles – Cornelio y aquellos que estaban con él – fueron
agregados a la Iglesia. Pero, noten que un bautismo subsecuente no ocurre; en lugar,
creer y el bautismo con el Espíritu ocurren a la misma vez. y por si fuera poco el
bautismo en agua es al nal.

Ser bautizado con el Espíritu Santo signi ca que Cristo mete al nuevo creyente
en la uni cación de Su cuerpo y lo conecta con todos los demás que también
creen en Cristo.

“Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo —ya
seamos judíos o gentiles, esclavos o libres—, y a todos se nos dio a beber de un
mismo Espíritu” 1 Corintios 12:13

Las Escrituras ordenan de ser llenos con el Espíritu

“Y no os embriaguéis de vino, en lo cual hay disolución; mas sed llenos del Espíritu.”
Efesios 5:18.

Pero en cuanto al regalo inicial del Espíritu Santo, eso sucede en un momento, y solo
uno, en el momento de la salvación

“Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola
esperanza; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo” Efesios 4:4-5

¿Qué signi ca ser lleno del Espíritu Santo?

Ser lleno del Espíritu se compara con estar repleto o embriagado con vino. La idea es
que uno esté siendo controlado por el Espíritu de Dios en lugar de otras cosas.
Cuando somos llenos del Espíritu, viene una actitud de alegría y agradecimiento.

Entonces, ¿Cómo puede ser llena una persona del Espíritu Santo? Para aclarar, hay
una diferencia importante entre el morar del Espíritu Santo y ser lleno del Espíritu
Santo. Todos los creyentes en Jesucristo tienen el Espíritu de Dios viviendo en ellos, o
morando dentro de ellos (Juan 14:16, Efesios 1:13, 2 Corintios 1:22, Efesios 4:30);
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pero no todos los creyentes viven llenos o controlados por el poder del Espíritu.
Algunos Cristianos describen la diferencia diciendo que creyentes tienen todo el
Espíritu Santo pero el Espíritu Santo no tiene todo de ellos. Somos morados por el
Espíritu Santo cuando somos salvados pero somos llenos por Él cuando nos
sometemos a Él.

Un cristiano que se mantiene pasivo, mundano y egocéntrico de nitivamente no esta


siendo lleno del Espíritu Santo, al contrario puede llegar a a igirlo. (1 Tesalonicenses
5:19; Efesios 4:30). Las acciones pecaminosas pueden entorpecer lo que quiere hacer
Dios en la vida del creyente. A cambio, cuando un creyente en Cristo vive obedeciendo
la voluntad y los mandamientos cambio alguien controlado por el Espíritu Santo puede
dar evidencia de que esta dejando el control en manos del Espíritu Santo.

¿Qué es el fruto del Espíritu?

La frase “el fruto del Espíritu” ha causado mucha confusión por los años. Tal vez sería
más fácil comenzar explicando lo que no es el fruto del Espíritu. No es el resultado de
un esfuerzo que puede hacer uno. No el esfuerzo de tener fe ni de obedecer o ser
amable o amoroso. El fruto del Espíritu no tiene nada que ver con un esfuerzo que
puede hacer un creyente.

“pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se
cumpla su buena voluntad.” Filipenses 2:13

El fruto del Espíritu es el resultado natural de la presencia del Espíritu Santo dentro del
creyente.

"En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad,
delidad, 23 humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.”
Gálatas 5:22-23 

¿Cuáles son los dones espirituales?


Sobre dones espirituales, Pablo dice: 



“A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los
demás.” 1 Corintios 12:7. 

Los dones espirituales son talentos o habilidades especiales dados a los Cristianos
por el Espíritu Santo para servir a la iglesia.

Los talentos naturales innatos no se deberían confundir con los dones del Espíritu.

Identi car nuestros dones espirituales es crucial para que la iglesia funcione efectiva y
e cientemente.

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¿Hay alguna lista de los dones espirituales bíblicos?

En realidad hay tres listas bíblicas de los dones espirituales. 



Los tres pasajes principales que describen los dones espirituales son Romanos 12:6-8;
1 Corintios 12:4-11; y 1 Corintios 12:28. Los dones espirituales identi cados en
Romanos 12 son profecía, servicio, enseñanza, exhortación, dadivosidad, liderazgo y
misericordia. La lista en 1 Corintios 12:4-11 incluye la palabra de sabiduría, palabra de
conocimiento, fe, sanidad, poderes milagrosos, profecía, discernimiento de espíritus,
hablar en lenguas e interpretación de lenguas. La lista en 1 Corintios 12:28 incluye
sanidades, ayudas, administraciones, y diversas clases de lenguas.

Esta es una breve descripción de cada uno de los dones:


Profecía – La palabra griega traducida como “profetizar” o “profecía” en ambos


pasajes signi ca propiamente “hablar” o declarar la voluntad divina, para interpretar
los propósitos de Dios, o para hacer saber de cualquier manera la verdad de Dios que
está designada para in uir en la gente.


Servicio – También conocido como “ministrar,” la palabra griega diakonian de donde


obtenemos la palabra “diácono,” que signi ca algún tipo de servicio, dentro de la
amplia aplicación de la ayuda práctica a quienes están en necesidad.

Enseñanza – El don implica el análisis y la proclamación de la Palabra de Dios,


explicando su signi cado, contexto y aplicación para la vida del oyente. El maestro
dotado es alguien que tiene la habilidad única para instruir con claridad y comunicar el
conocimiento, especí camente las doctrinas de la fe.

Aliento – También llamado “exhortación” es un don que es evidente en aquellos que


consistentemente llaman a otros para atenderlos y darles seguimiento en la verdad de
Dios, lo que puede incluir su corrección o edi cación, a través de fortalecer a los
débiles en la fe y el confortarlos en sus pruebas.

Dadivosidad – Quienes tienen este don, son aquellos que gustosamente comparten lo
que poseen con los demás, ya sea en lo nanciero, material u ofreciendo su atención y
tiempo personal. El dador se preocupa por las necesidades de los demás y busca
oportunidades para compartir sus bienes, dinero y tiempo con ellos cuando surge la
necesidad.

Liderazgo – El líder dotado es aquel que dirige, preside o administra sobre otras
personas en la iglesia. La palabra literalmente signi ca “guiar” y conlleva la idea de
alguien que dirige un barco. Alguien con el don de liderazgo gobierna con sabiduría y
gracia y exhibe el fruto del Espíritu en su vida al dirigir con el ejemplo.

Misericordia - Íntimamente ligado con el don de la exhortación, el don de la


misericordia es evidente en aquellos que muestran compasión por los que están en
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desgracia, mostrando empatía y sensibilidad junto con el deseo y los recursos para
aliviar su sufrimiento de manera gozosa y bondadosa.

Palabra de sabiduría – El hecho de que este don sea descrito como “palabra” de
sabiduría, indica que es uno de los dones del uso de la palabra. El don describe a
alguien que puede entender y declarar verdades bíblicas, de tal manera, que puedan
hábilmente ser aplicadas a las situaciones de la vida con todo discernimiento.

Palabra de conocimiento – Este es otro don de la palabra, que implica entender la


verdad con una visión que solo puede venir por revelación de Dios. Aquellos con el
don del conocimiento, comprenden las cosas profundas de Dios y los misterios de Su
Palabra.

Fe – Todos los creyentes tienen fe en alguna medida, porque es uno de los dones que
concede el Espíritu a todos los que vienen a Cristo en fe (Gálatas 5:22-23). El don
espiritual de la fe es manifestado por alguien con una fuerte e inquebrantable
con anza en Dios, Su Palabra, Sus promesas, y el poder de la oración que efectúa
milagros.

Sanidad – Por muchos siglos se ha debatido la habilidad del hombre para producir
curaciones milagrosas, y se dice que perteneció únicamente a los apóstoles de la
iglesia del primer siglo, con el n de con rmar que su mensaje procedía de Dios.

Creemos en Un dios vivo el cual es el mismo ayer hoy y siempre y este don puede ser
activo o activado en el momento que su soberanía lo permita.

Poderes milagrosos – También conocidos como el don de hacer milagros, es un don


de señal temporal, que implicaba realizar eventos sobrenaturales que pudieran ser
atribuidos únicamente al poder de Dios. Tomando como base que los dones son para
bene cio y crecimiento de la iglesia, si puede aun estar activo pero las condiciones
para ser ejecutado tienen que ser óptimas y especiales. Este don fue mani esto en
Pablo (Hechos 19:11-12), Pedro (Hechos 3:6), Esteban (Hechos 6:8), y Felipe (Hechos
8:6-7), entre otros.

Discernimiento (identi cación) de espíritus – Ciertos individuos poseen la habilidad


única de distinguir entre el verdadero mensaje de Dios y el del engañador, Satanás,
cuyos métodos incluyen sembrar doctrina errónea y engañosa. Jesús dijo que muchos
vendrían en Su nombre y engañarían a muchos (Mateo 24:4-5), pero el don de
discernimiento de espíritus es dado a la Iglesia para protegerla de engaños como
estos.

Hablar en lenguas – El don de las lenguas es uno de los “dones de señal” dado a la
iglesia primitiva para permitir que el Evangelio pudiera se predicado a través del
mundo por todas las naciones y en todos los lenguajes conocidos. Implicaba la
habilidad divina de hablar un lenguaje nunca aprendido por el hablante. El don
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autenti caba que tanto el mensaje del Evangelio como quienes lo predicaban
procedían de Dios.

Interpretación de lenguas – Una persona con el don de interpretación de lenguas


podía entender lo que el que hablaba en lenguas estaba diciendo, aunque él no
conociera el lenguaje que se había usado. El intérprete de lenguas podía entonces
comunicar el mensaje del que hablaba en lenguas a todos los demás, para que
pudieran comprenderlo.

Ayudas – Este don está íntimamente ligado con el don de la misericordia. Aquellos con
este don de ayudas, son quienes pueden auxiliar o prestar asistencia a otros en la
iglesia con gracia y compasión. Éste don tiene una amplia gama de posibilidades para
su aplicación. Lo más importante, es que éste tiene la habilidad única de identi car a
aquellos que están luchando con dudas, temores, y otras batallas espirituales; para
acudir con quienes tienen la necesidad espiritual de una palabra amable, empatía y
compasión; y hablarles de la verdad bíblica que es a la vez convincente y amorosa.

¿Cómo identi car nuestros dones espirituales?

Estos son unos consejos que nos ayudarán a identi car el don con el cual fuimos
equipados.

1.- Orar a Dios pidiendo al Espíritu Santo que revele su voluntad en nuestras
vidas.
2.- Leer la palabra, no hay excusa para esta práctica.

3.- Experimentar diferentes aspectos de servicio pueden ayudar a identi car
nuestro don.
4.- Preguntar a los demás sobre nuestro trabajo, forma de servir.
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