Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
NATIVIDAD DE NUESTRO
SEÑOR JESUCRISTO
Solemnidad
Diócesis de Montería
Parroquia Sagrado Corazón de
Jesús
Celebración Eucarística en la
Solemnidad de la
Lorica, Córdoba
2019
SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
Celebración Eucarística
Ritos iniciales
Congregado el pueblo, el sacerdote se dirige al altar, con los ministros,
mientras se entona el canto de entrada.
Cuando llega al altar, habiendo hecho con los ministros una inclinación
profunda, besa el altar y, si es el caso, inciensa la cruz y el altar. Después se
dirige con los ministros a la sede.
Terminado el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se signan
con la señal de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice:
El pueblo responde:
Amén.
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
El sacerdote, u otro ministro, puede hacer una monición muy breve para
introducir la Misa del día.
Acto Penitencial
El sacerdote, invita a los fieles al acto penitencial, diciendo:
Hermanos:
para celebrar dignamente estos sagrados misterios,
reconozcamos nuestros pecados.
Se hace una breve pausa en silencio.
Después el sacerdote, empleando éstas invocaciones con el Señor, ten
piedad, dice:
Dios todopoderoso
tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
El pueblo responde:
Amén.
A continuación se canta o se dice el himno:
Oremos
Y todos, junto con el sacerdote, oran el silencio durante un breve espacio
de tiempo.
Después con las manos extendidas, dice la oración colecta:
O
h Dios, que cada año nos alegras
con la esperanza de nuestra redención,
concédenos que, así como ahora
acogemos jubilosos a tu Unigénito como redentor,
también merezcamos, cuando venga como Juez,
ver confiados a nuestro Señor Jesucristo.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
Acepta, Señor,
nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde;
que éste sea hoy nuestro sacrificio,
y que sea agradable en tu presencia, Señor Dios nuestro.
Inciensa las ofrendas, la cruz y el altar. A continuación otro ministro,
inciensa al sacerdote, a los concelebrantes y al pueblo.
Luego el sacerdote, de pie a un lado del altar, se lava las manos, diciendo
en secreto:
Oren, hermanos,
para que este sacrificio, mío y suyo,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
El pueblo se pone de pie y responde:
C
oncédenos, Señor,
iniciar la celebración de esta solemnidad
con un culto tan fervoroso
como merece la manifestación
del comienzo de nuestra redención
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Concluida la oración sobre las ofrendas el pueblo aclama:
Amén.
PLEGARIA EUCARÍSTICA I O CANON ROMANO
Prefacio: Restauración universal en la Encarnación.
El sacerdote, extendiendo las manos, dice:
Y con tu espíritu.
El sacerdote, elevando las manos, prosigue:
Levantemos el corazón.
El pueblo:
Es justo y necesario.
El sacerdote prosigue el prefacio con las manos extendidas.
CP Padre misericordioso,
te pedimos humildemente,
por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor,
que aceptes
Junta las manos y ora unos momentos por quienes tiene la intención
de orar.
Después, con las manos extendidas prosigue:
Se inclina un poco,
Anunciamos tu muerte,
Proclamamos tu resurrección.
¡Ven, Señor Jesús!
Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Te pedimos humildemente,
Dios todopoderoso,
que esta ofrenda sea llevada a tu presencia,
hasta el altar del cielo,
por manos de tu Ángel,
para que cuantos recibimos
el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo
al participar aquí de este altar,
seamos colmados
de gracia y bendición.
Junta las manos y ora unos momentos por los difuntos por quienes
tiene intención de orar.
Después, con las manos extendidas, dice:
Y continúa:
CP
P or Cristo, con Él y en Él,
a Ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
El pueblo aclama:
Amén.
Rito de la Comunión
Una vez depositados sobre el altar el cáliz y la patena, el sacerdote, con
las manos juntas, dice:
Tuyo es el reino,
tuyo el poder y la gloria,
por siempre, Señor.
Despues el sacerdote, con las manos extendidas, dice en voz alta:
Señor Jesucristo,
que dijiste a los Apóstoles:
‹‹La paz os dejo, mi paz os doy››,
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Amén.
El sacerdote, vuelto hacia el pueblo, extendiendo y juntando las manos,
añade:
Y con tu espíritu.
Y añade:
El Cuerpo de Cristo.
El que va a comulgar responde:
Amén.
Y comulga.
Cuando el sacerdote ha comulgado el Cuerpo de Cristo, comienza el canto
de comunión.
Finalizada la comunión, el ministro, purifica la patena sobre el cáliz y
también el cáliz.
Mientras hace la purificación, dice en secreto:
Oremos
P
or la celebración del nacimiento de tu Hijo
Unigénito,
de cuyo misterio celestial comimos y bebimos,
concédenos, Señor, un renovado vigor.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Rito de Conclusión
Después tiene lugar la despedida. El sacerdote, vuelto hacia el pueblo,
extendiendo y juntando las manos, añade:
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
Y añade:
Amén.
El pueblo responde:
Amén.
El pueblo responde: