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EL EVANGELIO DE MARCOS
¿QUIÉN ES ESE HOMBRE?

Introducción
El evangelio de Marcos ha sido uno de los evangelios que recientemente ha recabado
una gran atención debido a que, con toda probabilidad, fue el primero de los cuatro evangelios
del Nuevo Testamento que fue escrito y circuló entre las diversas comunidades cristianas.1
Sea como sea, el evangelio de Marcos es uno de los libros que es parte integrante del canon
del Nuevo Testamento y como tal mecer atención. Posiblemente las palabras de Zuntz
muestran la importancia del estudio de dicho evangelio. Zuntz familiarizado con la literatura
del imperio Romano pero no con el cristianismo y su literatura, comentó en relación al
evangelio de Marcos de “una fuerte impresión de que algo muy importante estaba descrito
con un propósito y concentración superiores a lo largo del libro”.2 Ciertamente, todo y ser el
evangelio más corto de los tres sinópticos, el evangelio de Marcos narra la importancia de
algo descrito con un propósito y concentración superiores a lo largo de toda su narración.
Para ello, el estudio de dicho evangelio se centrará. Primero, en aspectos introductorios
básicos del evangelio, aspectos tales como autor, lugar de composición, fecha y propósito.
Segundo, se centrará la atención en la cristología del evangelio y la relación existente con la
estructura del mismo. Tal y como se verá, la cristología del evangelio de Marcos es algo
central en el mismo ya que está estrechamente ligado a la estructura del evangelio. Debido a
ello, el análisis de la estructura o composición del evangelio será hecha conjuntamente con
el estudio de su cristología.

Aspectos Introductorios del Evangelio de Marcos

Al igual que el resto de los evangelios canónicos, el evangelio de Marcos en ningún


lugar identifica a Marcos como su autor. Tampoco, a diferencia de los evangelios de Lucas
(Lucas 1:1-4) y de Juan (Juan 20:30-31) el evangelio de Marcos tampoco establece de manera
clara el propósito por el cual fue escrito. De todas maneras, dichos aspectos del evangelio
han sido considerados a lo largo de la historia de la iglesia. Por tanto, uno de los primeros
aspectos sobre los cuales puede volcarse la atención es la autoría del evangelio de Marcos.

Autoría del Evangelio de Marcos

Tal y como se ha introducido, el autor del evangelio no aparece identificado como


Marcos. Ahora bien, aún y la no identificación, lo cierto es que, a lo largo de la historia de la

1
Craig A. Evans, “Mark” en New Dictionary of Biblical Theology. Ed. Desmond T. Alexander,
Brian S. Rosner, D. A. Carson, Greame Goldsworthy (Downer Groves: InterVarsity, 200), 268.
2
Zuntz citado por R. T. France, The Gospel of Mark. NIGTC (Grand Rapids: Eerdmans, 2002), 6.
2

iglesia ha habido un consenso prácticamente unánime de que Marcos es el autor de dicho


evangelio. La primera referencia a la autoría del evangelio proviene de Papias el obispo de
Hierapolis en Asia Menor, en un trabajo titulado, Exégesis de los Oráculos del Señor.3 El
testimonio de Papias fue preservado por Eusebio quien citando a Papias escribió: “Marcos se
convirtió en el intérprete de Pedro y escribió de manera precisa todo lo que de él recordaba,
ciertamente no en orden de las cosas dichas y hechas por el Señor. Porque Marcos no había
escuchado al Señor ni tampoco le había seguido, pero como he dicho, siguió a Pedro”. 4 Es
importante comentar que Papias, tal y como es citado por Eusebio, escribió citando una
fuente más temprana de inicios del siglo segundo identificada como “el Anciano”. Por tanto,
una fuente tan temprana como inicios del siglo segundo ya establecía a Marcos como el
intérprete de Pedro.5

A mediados del siglo segundo es importante destacar el testimonio de Ireneo, uno de


los padres de la iglesia, quien comenta que después que Pedro y Pablo hubiesen predicado y
establecido los fundamentos de la iglesia en Roma, “Marcos, el discípulo e intérprete de
Pedro, también se dedicó a escribir la cosas que Pedro había predicado”.6 No hay duda alguna
que el Marcos al que se está haciendo referencia es Juan Marcos, el hijo de una mujer llamada
María que su casa servía de lugar para la reunión de la iglesia de Jerusalén (Hechos 12:12).
Marcos acompañó a Saulo y Bernabé en el primer viaje misionero (Hechos 12:25; 13:4) y al
final del Nuevo Testamento, aparece trabajando juntamente con Pedro (1ª Pedro 5:13). Por
tanto, aún y cuando no puede probarse de manera concluyente que Juan Marcos el intérprete
de Pedro fuese el autor del evangelio de Marcos, ciertamente sí que puede establecerse que
existía una acuerdo unánime en la iglesia primitiva de que el llamado “segundo evangelio”
era, en cierta manera, las memorias de Pedro. Siendo así, el peso de las evidencias hace que
descanse de manera firme la conclusión a favor de la autoría del segundo evangelio como el
evangelio escrito por Marcos.7 El testimonio de la iglesia a lo largo de los siglos es evidencia
suficiente para no dudar de que el evangelio de Marcos fue escrito por el mismo Marcos.
¿Cuándo fue escrito? Y ¿Cuál fue el propósito por el cual se escribió? Son dos aspectos
introductorios igualmente importantes con los que está familiarizados.

Fecha y Propósito del Evangelio de Marcos

La fecha de composición del evangelio de Marcos puede establecerse de una manera


aproximada por dos grupos de evidencias: (1) Fuentes externas y (2) fuentes internas del

3
James R. Edwards, The Gospel According to Mark. The Pillar New Testament Commentary (Grand
Rapids: Eerdmans, 2002), 3.
4
Ibid.
5
France, The Gospel of Mark, 8.
6
Citado por Edwards en The Gospel According to Mark, 5.
7
Edwards comenta que: “el evangelio presenta numerosas características de testimonios visuales y en
repetidas ocasiones la historia de Marcos descansa de manera plausible sobre el testimonio de Pedro”. Ibid., 6.
3

evangelio. Cuando se centra la atención en las fuetes extrabíblicas, dos grandes tradiciones
aparecen en relación a la fecha y lugar de composición. La primera tradición proviene de
Ireneo quien estableció que Marcos no escribió el evangelio hasta después de lo que él llama
“el éxodo” de los apóstoles Pedro y Pablo en Roma. La segunda tradición se encuentra
representada por Clemente de Alejandría y Orígenes, quienes, a diferencia de Ireneo
determinaron que Marcos escribió su evangelio en Roma mientras Pedro aún vivía. Aun y
cuando no es posible determinar cuál de estas dos tradiciones, una combinación de ambas
establecería la fecha de escritura del evangelio de Marcos entre el final de la vida de Pedro o
en un periodo inmediato después de su muerte.8 Según esto, ya que la muerte de Pedro de
manera prácticamente unánime a lo largo de la historia de la iglesia se sitúa al final del
periodo de reinado del emperador Nerón (del 54 al 68 d.C.), esto situaría la escritura del
evangelio de Marcos mediados o finales del año 60 del primer siglo. Dicha fecha puede ser
matizada con el segunda gran grupo de evidencias, las evidencias internas.

Cuando se analizan ciertas evidencias internas, es decir, aquellas evidencias aportadas


directamente por el mismo evangelio de Marcos, dos de estas evidencias son de especial
importancia para poder determinar una fecha aproximada de escritura del evangelio. La
primera de ellas es la referencia se centra en el sufrimiento de Jesús como el Hijo de Dios y
las diversas referencias del sufrimiento de aquellos que son discípulos de Cristo (8:31-9:1;
13:3-13). El tema del discipulado es una de los temas sobresalientes en el evangelio de
Marcos y su énfasis en el sufrimiento del discípulo a imagen de Cristo hace pensar que el
evangelio tenía como destinatarios aquellos cristianos que estaban sufriendo algún tipo de
persecución y sufrimiento. Históricamente se conocen dos grande periodos de persecución
en la historia del cristianismo que siguieron a las décadas posteriores a la muerte de Cristo.
El primer periodo fue bajo el emperador Calígula y el segundo periodo fue la gran
persecución bajo el reinado del emperador Nerón sobre el 64 d.C. Esta última persecución
coincide con las evidencias externas que situaban el evangelio de Marcos escrito al final de
la vida de Pedro o justo después de su muerte durante el reinado del emperador Nerón. La
segunda gran evidencia interna proviene de Marcos 13:14.

En Marcos 13:14 se menciona la “abominación desoladora de que habló el profeta


Daniel puesta donde no debe estar…” Aun y cuando existen diferentes líneas interpretativas
de dicha referencia escatológica – líneas interpretativas que no son la intención de esta
estudio desarrollar – la referencia ha sido entendida como una referencia enigmática a la
destrucción del templo en el año 70 d.C. por parte del emperador Tito. Ahora bien, la mención
de Marcos 13:14 con la narración del historiador judío Josefo de la entrada del emperador
Tito en Jerusalén y la destrucción del templo presenta ciertas discrepancias. Esto ha levantado
la opinión de que si Marcos hubiese sido testigo de la destrucción del templo, el elemento
central de la fe judía, cabría esperar que referencias más detalladas de dicha destrucción
apareciesen en el evangelio. La ausencia de dichas referencias y las discrepancias con la
narración de Josefo, hace pensar que la fecha del evangelio de Marcos fuese previa a la
destrucción del templo en el 70 d.C.

8
Ibid., 6-7.
4

Sin duda alguna, el establecimiento de la fecha y el lugar de composición del


evangelio de Marcos, resulta ser algo parecido a la determinación de su autoría. Aun y cuando
no existe una unanimidad en cuanto a la fecha y lugar de composición, el peso de las
evidencias tanto externas como internas sitúa la fecha y lugar de composición de Marcos en
Roma muy probablemente entre los años 64 d.C. y el sito de Jerusalén por parte del
emperador Tito en el año 70 d.C. esto daría una fecha aproximada alrededor del año 65 d.C.

El análisis de las diversas evidencias que permiten el establecimiento de la fecha y


lugar de escritura del evangelio de Marcos, ayudan de la misma manera a la determinación
del propósito del mismo. La contextualización histórica del evangelio de Marcos dentro del
periodo de la gran persecución que Nerón lanzó contra los cristianos, hace pensar que el
evangelio tuvo el propósito de presentar el evangelio de la persona de Jesús como el Cristo,
el Hijo de Dios a cristianos romanos que tuvieron que vivir la persecución del emperador
romano. De una manera específica Marcos centró su foco en gentiles, particularmente
gentiles en Roma. Evidencias de ello provienen del mismo evangelio.9 Aún y cuando el
trasfondo del Antiguo Testamento – en especial el contexto del éxodo y nuevo éxodo – están
presente en el evangelio de Marcos, es notable que las citas del Antiguo Testamento son
relativamente pocas en el evangelio. Marcos explica prácticas de costumbres judías que
serían con las que no estarían familiarizados sus lectores. Por último, Marcos incorpora toda
una serie de latinismos, es decir expresiones latinas comunes, traducidas al griego. Con todo
esto, Marcos escribió a cristianos cuyo marco principal era Roma y a ellos les presentó el
evangelio de Jesús. Su presentación de Cristo llegó a ellos integrada en la narración que
Marcos hizo en su evangelio, por tanto, la cristología de Marcos y la estructura del evangelio
serán dos aspectos que serán considerados a continuación.

La Cristología del Evangelio de Marcos

El evangelio de Marcos presenta como una característica fundamental de su narración


la identidad de Jesús. Aun y cuando es indiscutible que el resto de sinópticos presentan una
intención clara en mostrar la identidad de Jesús, es Marcos en su diversidad en relación al
resto de sinópticos quien hace de ello un énfasis marcado, central y característico de su
evangelio.10 Dicha centralidad de la identidad de Jesús es mostrada de varias maneras a lo
largo de la narración del evangelio de Marcos, narración que a medida que se va
desarrollando deja al lector con la pregunta constante de ¿quién es este hombre? La respuesta
a esta pregunta está entretejida en la narración del evangelio de Marcos. Debido a la
importancia de la estructura de la narración del evangelio de Marcos, es necesario considerar
su estructura ligada a la exposición que Marcos hace de la identidad de Jesús. Para ello, dos
puntos básicos serán considerados: Primero, la estructura del evangelio de Marcos con

9
Las siguientes evidencias son tomadas de Edwards quien las menciona como base para determinar
que la audiencia principal del evangelio de Marcos fueron gentiles romanos. Ibid., 10.
10
Frank Thielman, Teología del Nuevo Testamento. Síntesis del Canon del Nuevo Testamento (Miami
FL: Vida, 2006), 64.
5

relación a su cristología. Segundo, la importancia de la identidad de Jesús como el Hijo de


Dios en el evangelio de Marcos.

Estructura y Cristología del Evangelio de Marcos

El evangelio de Marcos establece el título de todo su evangelio en Marcos 1:1


“principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”. Éste primer versículo ha sido
considerado el título del evangelio de Marcos, siendo el resto de la narración del evangelio
el desarrollo de éste primer versículo.11 Al igual que Oseas o el evangelio de Juan, Marco
simplemente empieza con la palabra “principio”. Dicha referencia inicial con el adverbio
avrch12 puede presentar una connotación bíblico-teológica mediante la cual Marcos establece
una conexión con Génesis 1:1 el inicio de la creación.13 Siendo así para Marcos la
introducción de Jesús y el evangelio en la escena de la historia es un momento no menor que
la creación del mundo ya que en Jesús lo que sucede es una nueva creación. 14 El principio
del evangelio, es el inicio de las buenas noticias que tiene como objeto de conocimiento y fe
a Jesús quien es “el Cristo, el Hijo de Dios”. 15 El principio de dicho evangelio y del

11
James R. Edwards, The Gospel According to Mark, 20, 23.
12
La palabra avrch, puede presentar dos significados: primero un orden en una secuencia temporal o
un significado en términos de origen o principio, sin duda es éste segundo significado el que Marcos utiliza en
el primer versículo. Ibid., 23.
13
La opinión de que Marcos utiliza la palabra avrch, como una conexión intertextual entre Marcos 1:1
y Génesis 1:1 no es apoyada por todos. Edwards claramente establece que Marcos escoge dicha palabra sin
ningún tipo de duda como recuerdo de la actividad de Dios en la historia; en el principio Dios creó el mundo
así también la era del evangelio se manifiesta cuando el Hijo de Dios se encarna en humano siendo Jesucristo.
Ibid. France sustenta una opinión distinta, aun y cuando reconoce que existe la opinión que el inicio de Marcos
puede ser usado como eco de Génesis 1:1, France es de la opinión que en Marco avrch, es usado por motivos
más bien literarios y no teológicos. VArch, no se refiere al inicio de todas las cosas sino que es definido por tou/
euvaggeli,ou el evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios empezó tal y como es narrado en los siguientes versículos
por las citas del AT. France, The Gospel of Mark, 51-52. Las opiniones de Edwards y France no son
contradictorias sino que pueden sustentarse ambas al mismo tiempo. Es cierto que en el contexto inmediato de
Marcos, el inicio del evangelio en la historia es mediante el cumplimiento en el marco de la historia de Éxodo
23:20, Malaquías 3:1 e Isaías 40:3. Ahora bien, dentro de la estructura de la meta-narrativa dicho inicio del
evangelio en la historia que supone el cumplimiento histórico de lo definido en el AT supone también una
irrupción del obrar salvador de Dios de manera definitiva en la historia. Esto puede verse cuando el trasfondo
de estos primeros versículos de Marcos junto con el prólogo histórico de Marcos 1:2-13 es el trasfondo de un
nuevo éxodo.
14
Ibid.
15
vArch. tou/ euvaggeli,ou vIhsou/ Cristou/ [uiou/ qeou/ ]. La frase presenta cinco sustantivos en caso
genitivo. vIhsou/ puede ser entendido como un genitive de objeto o contenido en el cual se establece que Jesús
es el objecto o contenido del tou/ euvaggeli,ou/. Cristou/ es un genitivo que modifica a vIhsou/ y puede ser
considerado como un genitivo en aposición, es decir, Jesús el Cristo. Los dos últimos genitivos uiou/ qeou/
6

conocimiento de Jesús como el Cristo o Mesías y el Hijo de Dios, ira desvelándose a lo largo
del desarrollo de la narración del evangelio de Marcos, es decir, la narración del evangelio
de Marcos será la manera en cómo Marcos progresivamente desarrollará , por un lado, que
es el evangelio y, por otro lado, la identidad de Jesús como el Cristo, Hijo de Dios. Por lo
tanto, la estructura del evangelio de Marcos será fundamental para la comprensión de su
mensaje, en especial, la comprensión del evangelio y la persona de Jesús.

Estructura literaria de Marcos 1:1

Principio del evangelio


de Jesús (contenido u objeto del evangelio)
Cristo (cualifica a Jesús)
Hijo de Dios (cualifica a Cristo)

El desarrollo de Marcos 1:1 y el contenido en él expuesto será desarrollado por


Marcos en la estructura narrativa de la narración de su evangelio mediante un prólogo
histórico y tres actos que llevarán de Galilea a Jerusalén.16 El prólogo histórico compuesto
por Juan el Bautista (Marcos 1:2-8), el bautismo de Jesús (Marcos 1:9-11) y la tentación en
el desierto (Marcos 1:12-13) explicará con estos eventos históricos el principio en la escena
de la historia del evangelio de Jesucristo el Hijo de Dios expuesto en el primer versículo de
Marcos. De todos los sinópticos en su diversidad Marcos es el único que presenta de manera
inmediata en su narración la mención de los textos del Antiguo Testamento introduciendo a
Juan el Bautista, Mateo no lo presenta hasta el capítulo 3 y Lucas lo presenta desde una
perspectiva distinta. Aun y cuando dichos versículos en Marcos 1:1-3 no puede ser
plenamente explicados debido a la limitación de dicho estudio, es conviene destacar un
aspecto importante de los mismos.

Las citas del Antiguo Testamento mencionadas en Marcos 1:2-3 aun y cuando son
aplicadas todas ellas al profeta Isaías, la realidad es que son tres citas provenientes de Éxodo
23:20; Malaquías 3:1; Isaías 40:3. El trasfondo de dichos versículos es el trasfondo del éxodo,
es en el desierto que el camino debe ser preparado, camino que unido a los versículos 4-8
donde se menciona la acción de Juan el Bautista bautizando, parece ser que Juan comenzó

claramente modifican Cristou/ por lo que también pueden ser considerados como genitivos en aposición. La
mención de uiou/ qeou/ no aparece en todos los manuscritos, es omitido en los manuscritos unciales Sinaiticus
(siglo IV) y Koridethi (siglo IX) pero todo y con esto, la cantidad, el número y la diversidad de manuscritos con
la presencia de uiou/ qeou/ apoyan su introducción en Marcos 1:1. La cadena de genitivos establece que el
contenido del evangelio es Jesús y los siguientes genitivos modifican a Jesús estableciendo que éste es el Cristo
quién es el Hijo de Dios.
16
El desarrollo de la narración del evangelio de Marcos en tres actos está tomada de France, The
Gospel of Mark. NIGTC, 13-14. Edwards aun y cuando no divida la estructura literaria o narrativa de Marcos
en tres actos sigue un desarrollo parecido al de France, Edwards, The Gospel According to Mark. 20.
7

con la promesa de que Dios cumpliría la gran promesa de un nuevo éxodo. Por el bautismo
de Juan al este del Jordán es como si Israel volviese a entrar de nuevo a la tierra prometida
en un nuevo éxodo con arrepentimiento y perdón de pecados (Marcos 1:5) y con un corazón
preparado para recibir al Señor que los llevará a la realidad del nuevo éxodo, realidad que es
introducida en Marcos 1:9-11 con el bautismo de Jesús quien tomará el papel del Siervo del
Señor para llevar a cabo ese nuevo éxodo. La cercanía a nivel textual de Marcos 1:1, el
principio del evangelio de Jesús el Cristo, Hijo de Dios, y las citas del Antiguo Testamento
tienen, entre otras cosas, el efecto de unir el evangelio, la persona y vida de Jesús con la
historia del Antiguo Testamento, en relación a esto Edwards comenta algo que merece ser
citado:

“La cita tiene el efecto de unir la vida y ministerio de Jesús con el AT. Jesús no es un
pensamiento a bote pronto de Dios como si el primer plan de salvación hubiese
fracasado. Más bien, Jesús está en continuidad con el trabajo de Dios en Israel, el
cumplidor de la ley y los profetas (Mateo 5:17). El tapete introductorio de citas del
AT no solamente liga la persona y ministerio de Jesús inseparablemente con la
revelación precedente de Dios en el AT, sino que hace a la persona y ministerio de
Jesús incomprensibles aparte de dicha revelación del AT. Desde una perspectiva
teológica cristiana, esto une el NT de una manera única e inseparable con el AT. El
evangelio solamente se entiende como la plenitud de algo que Dios empezó en la
historia de Israel”.17

A partir del prólogo histórico Marcos moverá su narración en tres actos: Acto 1 en
Galilea (Marcos 1:14-8:21), Acto 2 camino a Jerusalén (Marcos 8:22-10:52) y Acto 3
Jerusalén (Marcos 11:1-16:8). Es en el desarrollo de esta estructura literaria del evangelio de
Marcos que la identidad de Jesús está entretejida, revelada y el lector solo es capaz de llegar
a una compresión de quien es Jesús como el Cristo, Hijo de Dios a medida que avanza en la
lectura del evangelio de Marcos, la razón de ello se debe a que “el foco cristológico de Marcos
está localizado en el desarrollo de la narrativa más que en los dichos aislados, resultando en
un incremento revelador de quién es Jesús y que vino a hacer”.18

Marcos marca su énfasis en la identidad de Jesús a lo largo del desarrollo de la


narración mediante una serie de constantes referencias concernientes a la identidad de Jesús.
Dichas referencias son básicamente puestas en boca de tres grupos distintos: (1) el pueblo,
(2) los dirigentes religiosos y (3) los discípulos. A lo largo de todo el evangelio estos tres
grupos intentan responder la pregunta ¿quién es ese hombre? (Marcos 1:27; 2:7; 4:41; 6:2-3;
8:29; 10:18; 14:61).19 Resulta interesante observar cómo estas referencias a grandes rasgos
corresponden con los tres actos en los que se desarrolla la narración del evangelio de Marcos
y en cómo la identidad de quien es Jesús va revelándose unida a su autoridad a medida que
avanza la narración.
17
Edwards, The Gospel According to Mark, 28.
18
France, The Gospel of Mark, 13.
19
Dichas referencias han sido extraídas de Thielman, Teología del Nuevo Testamento, 64.
8

Tabla de la Cristología de Marcos en el Desarrollo Narrativo20

Acto 1 (Marcos 1:14-8:21) ¿Qué es esto? ¿Quién puede El patrón establecido es que tanto
perdonar pecados sino sólo la multitud como los discípulos
intentan hacer sentido de éste
Dios? ¿Quién éste? extraordinario maestro, profeta y
de sus enseñanzas.
De todas maneras en 4:41 los
discípulos todavía se preguntan
¿quién es este hombre?
El incremento de la autoridad de
Jesús parece no llevar a un
incremento en el progreso de
entender quién es él (6:52; 7:18;
8:14-21).
Acto 2 (Marcos 8:22- ¿Quién dice la gente que soy Un punto importante en la
10:52) yo? Y vosotros ¿quién decís narración es la confesión de
Pedro que confiesa a Jesús como
que soy? el Cristo.
La pregunta de ¿quién es éste
hombre? Es central en éste punto
De todas maneras la comprensión
de Cristo como Mesías no se
adecúa a la de un Mesías que es
también Siervo Sufriente
Acto 3 (Marcos 11:1-16:8) ¿Eres el Cristo, el Hijo del La entrada de Jesús a Jerusalén
Bendito? establece proclamaciones de
Jesús como el Hijo de David
Verdaderamente este era La pregunta ¿quién es éste
Hijo de Dios hombre? Toma matices nuevos en
este punto, la autoridad de Jesús
como Mesías es contrastada con
los poderes religiosos (12:6-9;
14:61-62)
Finalmente la obra de Jesús en la
cruz trae entendimiento de Jesús
como el Mesías el Hijo de Dios
(15:39).

20
Dicha tabla la he confeccionada combinando las referencias encontradas en Thielman y el desarrollo
de la identidad unida a su autoridad presentada por France. Resulta interesante mencionar que Richard Peace
hace algo similar. Peace establece que el evangelio de Marcos está diseñado en dos partes principales
conteniendo tres secciones cada una de ellas focalizándose en un nuevo título de Jesús, así que la conciencia de
los discípulos en relación al rol de Jesús va progresivamente incrementándose a medida que cada nuevo título
es introducido. La secuencia que Peace propone es: Parte I (Mesías 1:16-8-30) conteniendo Unidad 1, ‘Jesús el
Maestro’ 1:16-4:34; Unidad 2, ‘Jesús el Profeta 4:35-6:30; Unidad 3, ‘Jesús el Mesías’ 6:31-8:30; Parte II (Hijo
de Dios 8:31-15:39) conteniendo Unidad 4, ‘Jesús Hijo de Hombre’ 8:31-10:45; Unidad 5 ‘Jesús Hijo de David’
10:46-13:37; Unidad 6 ‘Jesús Hijo de Hombre’ 14:1-15:36. Citado por France, The Gospel of Mark, 24.
9

Puede observarse como la cristología en el evangelio de Marcos está estrechamente


ligada al desarrollo de la narración del mismo. Es a medida que se avanza en la narración que
la pregunta relacionada con la identidad de Jesús como el Mesías Hijo de Dios va siendo
respondida. La estructura de la narración del evangelio revela a Jesús en tres aspectos clave:
el Cristo o Mesías, el Hijo de Dios y el Siervo Sufriente.

Jesús como el Cristo, Hijo de Dios y Siervo Sufriente

El inicio de Marcos entiende el título de Cristo y la realidad de Hijo de Dios como


complementarios y definitorios el uno del otro, Jesús es el Cristo o Mesías y esto supone por
tanto de manera inseparable el hecho de que es Hijo de Dios. De los dos términos, aun y
cuando Cristo toma un énfasis marcado en Marcos, es el concepto de Hijo de Dios aquel que
sobresale en el evangelio ya que en cierta manera define tanto el inicio como el final del
evangelio de Marcos (Marcos 1:1; 15:39).21 La relación entre Cristo e Hijo de Dios parte del
Antiguo Testamento y en concreto del pacto con David y de la esperanza mesiánica que fue
progresivamente forjada en la revelación bíblica en especial a partir del pacto de Dios con
David. Siendo así, Marcos determina en el evangelio de Jesús el cumplimiento de dicha
esperanza mesiánica enraizada en el Antiguo Testamento.

El concepto de Hijo de Dios aparece implícito en el pacto que Dios establece con
David en 2 Samuel 7:11-16. El rey davídico, el hijo de David será también Hijo de Dios. La
promesas de Dios a David, en especial las realizadas después de su muerte dependen de la
obediencia fiel del hijo, por tanto, el hijo de David quien será el heredero al trono como rey
davídico será también hijo fiel de Dios, los salmos 89 y 132 que se basan en el pacto davídico
de 2 Samuel 7 suponen desarrollos intertextuales del pacto que Dios realizó con David. El
Salmo 89 centra su atención en las promesas de Dios a David después de su muerte y
establece que dichas promesas tienen como base la misericordia de Dios (Salmo 98:2-4, 28-
29). El Salmo 132 establece que dichas promesas dependen de la fidelidad y obediencia del
descendiente de David, éste es aquel que es considerado hijo de Dios. (Salmo 132:11-12).
Puede observarse como los Salmos 89 y 132 desarrollan aspectos del pacto davídico en 2
Samuel 7:11-16 al tiempo que conceptos de rey, hijo de Dios, hijo de David aparecen de
manera conjunta en estos textos. El Salmo 89:20 describe a este rey como el ‘ungido’ “hallé
a David mi siervo; lo ungí con mi santa unción”. El término ‘ungido’ en Hebreo proviene del
término mesías, es decir, el mesías es el ungido. La traducción de dicho Salmo en la LXX
traduce dicho término ungido como cristos, el ungido.22 Por lo tanto, aun y cuando a nivel

21
Edwards, The Gospel According to Mark, 15.
22
El término ungido proviene del Hebreo Mashiach, el ungido, es un título oficial en el AT, aplicado
a aquellos que debían ejercer el gobierno de parte de Dios (1 Samuel 12:3, 5; 26:9, 11, 16; 2 Crónicas 6:42;
Isaías 45:1). El término ungido podía designar a alguien simplemente ungido por Dios para una tarea particular.
Esto necesariamente no implicaba ese fuese rey. En el AT los sacerdotes eran ungidos por Dios. De hecho
incluso objetos inanimados podían ser ungidos (Éxodo 29:2; Levítico 2:4; 7:12), el altar de las ofrendas (Éxodo
40:11) el arca, la tienda del tabernáculo, el mobiliario (Éxodo 30:26; 40:9). No era algo tan común para profetas
ser llamados ‘ungidos’ pero la designación ocurre (1 Reyes 19:15; Isaías 61:1; cf. 1 Crónicas 16:22; Salmo
105:15). Los reyes de manera especial eran ungidos o designados como el ungido del Señor. En el NT le título
10

general el término ungido no solamente era aplicado a una figura divina, sino que reyes,
sacerdotes e incluso objetos inanimados eran ungidos, puede observarse como existe una
relación entre la mención específica de Cristo, hijo de Dios, hijo de David, rey davídico. La
revelación bíblica fue revelando progresivamente la realidad de una esperanza de aquel
Mesías o Ungido de Dios, rey davídico que emergería en la historia (Isaías 11:1) que
cumplirías las promesas hechas a David (Jeremías 23:5-6) que pastorearía al pueblo
(Ezequiel 34:23-24) y que terminaría con los enemigos del pueblo de Dios estableciendo su
reino (Salmo 2). Dicha esperanza es la que circulaba en tiempos de Jesús.

En el periodo denominado como el Judaísmo del Segundo Templo, aun y cuando un


número diverso de ideas y concepciones circulaban en cuanto a la esperanza mesiánica, no
cabe ninguna duda de que la esperanza proveniente del Antiguo Testamento estaba presente,
el Mesías purificaría Israel, sacaría a los gentiles y a los pecadores de Israel y establecería su
reino de justicia y las naciones gentiles le servirían.23 La identidad de Jesús como el Cristo,
Hijo de Dios está enraizada en todo el progreso de estos conceptos a lo largo de la meta-
narrativa y fue dado en un tiempo cuya dicha esperanza estaba patente pero desvirtuada.

Jesús como Cristo o Mesías aparece en la estructura del evangelio de Marcos en tres
lugares clave a lo largo de la narración, tres lugares que se corresponden con la estructura de
los tres actos de Marcos y en ellos las referencias sirven para anclar la narración en relación
a la identidad mesiánica de Jesús. Marcos 1:1 “principio del evangelio de Jesús, el Cristo,
Hijo de Dios” en Marcos 8:29-30, v.29 “respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo” y en
Marcos 14:61-62 “el sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el
Hijo del Bendito? Y Jesús le dijo: Yo soy, y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra
del poder de Dios, y viniendo en las nueves del cielo”. Dicha presentación de la identidad de
Jesús como el Mesías viene reforzado por Marcos con algo que paradójicamente parece una
contradicción, Marcos refuerza dicho énfasis en la identidad de Jesús con algo que es
característico de su narración y que ha sido llamado el secreto mesiánico.

El llamado secreto mesiánico surge de la aparente contradicción de si uno de los


elementos característicos de la narración de Marcos es presentar la identidad de Jesús ¿por
qué Marcos presenta varios lugares donde Jesús mismo prohíbe que su identidad mesiánica
sea comunicada? Para poder entender el secreto mesiánico es necesario tener presente que es
“una parte inherente de la fábrica del evangelio de Marcos”.24 La razón de ello es porque toca
una de los nervios de mayor controversia en el evangelio, ¿quién es ese hombre? Y no solo
eso, sino que también afecta a la publicación del reino de Dios y del evangelio que hay que
creer tal y como Marcos lo define en Marcos 1:14-15.25 Aun y la aparente contradicción y el

queda restringido al Señor Jesús, ho cristos, el Cristo como Aquel que fu ungido no con aceite, sino con el
Espíritu Santo por Dios el Padre. Para más información el lector puede consultar Vila Escuain, Nuevo
Diccionario Bíblico Ilustrado (Terrasa: Clie, 1985), 1181. Shreiner, New Testament Theology, 197-198.
23
Establecer la esperanza mesiánica en el Judaísmo del Segundo Templo.
24
Edwards, The Gospel According to Mark, 63.
25
Ibid., 62.
11

número de teorías que han surgido para explicar dicho secreto, teorías que por la extensión
de este estudio no es posible comentar, el secreto mesiánico tal y como se ha comentado es
parte integrante del evangelio de Marcos y por lo tanto sirve a Marcos para revelar en su
narración la correcta compresión de la identidad de Jesús como el Cristo el Hijo de Dios. 26

El secreto mesiánico es presentado de diferentes maneras a lo largo del evangelio de


Marcos. En tres ocasiones Jesús manda callar a los demonios (Marcos 1:25, 34; 3:11). Jesús
manda silencia después de cuatro milagros; la sanación de un leproso 1:44; la resurrección
de una niña muerta 5:43; la sanación de un sordo mudo 7:36 y la sanación de un hombre
ciego 8:26. Jesús manda dos veces a sus discípulos que no digan nada (Marcos 8:30; 9:9) y
dos veces Jesús se aparta de la multitud para escapar de su detección (Marcos 7:24; 9:30).
Siendo así, ¿cómo el secreto mesiánico sirve a Marcos para presentar la identidad de Jesús?
Tres aspectos son fundamentales.

Primero, el secreto mesiánico es usado a nivel práctico y estratégico. Debido a que la


noción mesiánica en el Judaísmo del Segundo Templo tenía básicamente connotaciones de
salvación militar, en especial de Roma, el mandato al silencio evitaba que dichas
connotaciones fuesen aplicadas a su identidad mesiánica, las cuales hubieran sido totalmente
inapropiadas no solo al concepto de qué tipo de Mesías era sino también a su misión.

Segundo, el secreto mesiánico está ligado a los otros dos aspectos clave de la
identidad de Jesús como el Mesías, Hijo de Dios y Siervo Sufriente. El entendimiento de que
Jesús es el Cristo está unido en la visión de Marcos al entendimiento de que como el Mesías
Jesús es el Hijo de Dios por excelencia en base al concepto del Antiguo Testamento. Un
correcto entendimiento de Jesús como Mesías estaba ligado de manera íntima al
entendimiento de que Jesús era el Hijo de Dios. Si en el principio Dios creó el mundo y su
creación alcanzó su cúspide en el sexto día con la creación del ser humano aquel que mantenía
una relación de pacto como hijo de Dios, ahora Marcos observa que el principio del evangelio
marca un momento igual a la creación de todo, inicio marcado por la irrupción de aquel que
es el Hijo de Dios por excelencia. Marcos enfatiza la importancia del concepto del Hijo de
Dios con menciones importantes a lo largo de su evangelio.

Hijo de Dios es el título respecto del cual tanto Dios Padre como Jesús mismo
coinciden, dos veces irrumpe la voz del Padre desde el cielo afirmando que Jesús es su Hijo
(Marcos 1:11; 9:7) de igual manera Jesús se describe él mismo como el hijo del padre en la
parábola de los arrendatarios perversos (Marcos 12:10). La referencia de Hijo de Dios
aparece en el momento cúspide del fluir de la narración de Marcos, en boca de un centurión
romano la afirmación de Jesús como el Hijo de Dios es exclamada delante de la cruz (Marcos
15:39). De igual manera los demonios reconocen a Jesús como el Hijo de Dios mismo
(Marcos 1:24; 3:11; 5:7) reconociendo así su autoridad divina. Puede observarse como
Marcos establece no solamente que Jesús es el Hijo de Dios sino también que tipo de Hijo
de Dios es. La narración del bautismo de Jesús deja entrever que tipo de Mesías e Hijo de
Dios es Jesús.

26
Diferentes teoría abogadas para el secreto mesiánico.
12

Marcos 1:9-11 narra el bautismo de Jesús y hay tres acontecimientos que suceden
durante el bautismo de Jesús, acontecimiento que están todos ellos relacionados con las
expectativas escatológicas de la inauguración del Reino de Dios. Los tres elementos son: (1)
los cielos abiertos, (2) el descenso del Espíritu y (3) la declaración de Hijo por parte de Dios
Padre. Estos tres elementos relacionados con las expectativas escatológicas de la
inauguración del reino, al converger todos ellos en Jesús demuestran que Jesús es aquel que
inaugura el reino escatológico de Dios.27

La apertura de los cielos narrada en Marcos 1:9 “vio abrirse los cielos” presenta
referencias del Antiguo Testamento donde la apertura de los cielos se corresponde con el
descenso del Mesías en el contexto de una nueva creación y reino, Isaías 64:1 es el profeta
que menciona dicha revelación de Dios, Isaías 64:1(63:19 MT) “¡Oh, si rompieses los cielos,
y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes”. El verbo usado por Isaías
“romper” es el verbo qara y su traducción más acertada en griego es la utilizada por Marcos
scizw “cielos rotos, rasgados como un velo”.28 La utilización de dicho verbo solamente
aparece otra vez en todo el evangelio de Marcos y es al final del mismo. Marcos utiliza el
verbo en la confesión del centurión romano en la crucifixión de Jesús de que éste es el Hijo
de Dios (Marcos 15:39). Dicha confesión se produce después de que el velo del templo se
rasga de arriba abajo es en este acontecimiento donde Marcos utiliza el mismo verbo, Marcos
15:38 “entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo”. Las dos únicas
utilizaciones de dicho verbo en Marcos aparecen en el bautismo de Jesús y en la crucifixión
y en ambas son eventos obrados por Dios revelando a Jesús como el Hijo de Dios.

El segundo acontecimiento, el descenso del Espíritu presenta varias implicaciones.


Por un lado el descenso del Espíritu significa la capacitación de Jesús para su obra y
ministerio (Lucas 4:18-19), mediante el Espíritu, Jesús es ungido para la obra asignada. El
ser el ungido por el Espíritu está directamente en relación con el último evento dado en el
bautismo, la declaración de Hijo por parte del Padre, Ungido e Hijo están, como ya se ha
mencionado, unidos el uno con el otro. La declaración de Dios Padre en Marcos 1:11 “Tú
eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia” es de crucial importancia para entender qué
tipo de Hijo es Jesús, qué tipo de Mesías y para qué tipo de misión es ungido.

La referencia en Marcos 1:11 de “Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia”


proviene de Isaías 49:3 “y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me glorié” donde
Israel es considerado el Siervo amado del Señor en el cual Dios muestra todo su esplendor.
Dicha referencia es aplicada a Jesús por lo tanto, Jesús no solamente asume el rol de Israel
sino también el rol del Siervo del Señor. Dicha referencia en el bautismo de Jesús es aparente
también en Isaías 42:1 “he aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma
tiene contentamiento, he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones”. 29 Por
27
Ibid., 34.
28
Otras referencias donde le verbo qara aparece en el AT como demostración del poder de Dios es la
apertura del Mar Rojo en Éxodo14:21, Moisés partiendo la roca (Isaías 48:21), la rotura del Monte de los Olivos
en el día del Señor (Zacarías 14:4).
29
Edwards, The Gospel According to Mark, 37.
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lo tanto, Jesús es el Mesías, Hijo de Dios, pero el Mesías e Hijo que también es Siervo
Sufriente y su mesianismo y su condición de Hijo está ligada a la realidad de que como Siervo
del Señor llevará su obra de un nuevo éxodo, de traer justicia no con armas políticas y
militares sino con el sufrimiento de la cruz. El secreto mesiánico tiene el propósito de
salvaguardar dicha realidad de Jesús como el Cristo el Hijo de Dios, Edwards presenta una
cita que merece ser mencionada:

“El tema de Siervo es de manera segura clave en la pregunta de porque el Hijo de


Dios tenía que desarrollar su autoridad y poder de manera escondida. Esta autoridad
que cambia el corazón humano y en últimas lleva a uno a reconocer y a seguir a Jesús
nunca puede venir por coacción o por un despliegue de poder milagroso. La fe de los
discípulos debía de ser despertada a través de la humildad y en últimas a través del
sufrimiento del Siervo. Si uno no recibe a Jesús de esta forma, uno de seguro no le
recibirá en todo su poder y majestad”.30

Por último, el secreto mesiánico es usado por Marcos para que sirva a su propósito
cristológico entretejido en el transcurrir de su narración. Tal y como se ha comentado el
término Hijo de Dios abre y cierra el evangelio (Marcos 1:1; 15:39) y aparece unido a la
revelación poderosa de Dios expresada mediante el uso del verbo “rasgar” usado en Marcos
1:9; 15:38 tanto en su bautismo como en la cruz. Mediante el secreto mesiánico Marcos se
asegura de esta manera que el entendimiento y confesión de Jesús como el Hijo de Dios unido
a la realidad de Mesías y Siervo Sufriente no se dé de manera completa y con plena certeza
antes de que la obra de Jesús esté terminada. Todas las preguntas y especulaciones acerca de
quién es ese hombre quedan resueltas delante de la cruz. Es la cruz la que trae la revelación
suprema de Jesús como el Cristo, Hijo de Dios. A lo largo de su narración, la confesión de
Jesús como el Hijo de Dios queda en boca de los demonios pero nunca de un ser humano, no
es hasta el final de su evangelio frente a la cruz que un ser humano, el centurión romano
exclama, “verdaderamente éste es Hijo de Dios”.

La identidad de Jesús como Cristo, Hijo de Dios progresa conjuntamente con el fluir
de la narración del evangelio de Marcos y es en la cruz donde Marcos quiere que lleguemos
para ver, confesar y creer a Jesús como el Cristo, Hijo de Dios quien sufrió como el Siervo
del Señor en lugar de los suyos.

30
Ibid., 62.

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