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La archivística, archivología o archivonomía es una disciplina propia de las ciencias de la información, dedicada al
estudio teórico y práctico de los principios, procedimientos y problemas concernientes a las funciones 1 de los documentos
y de las instituciones que los generan y los custodian, con el objetivo de potenciar el uso y servicio de ambos. 2
La Archivística también aborda el estudio del contexto de la información archivística y de los posibles usos que se le
puede dar, razón por la cual está incluida dentro de las Ciencias de la Información, junto con la Biblioteconomía y la
Documentación. Aunque habitualmente es relacionada con los grandes archivos públicos, también es de aplicación a
archivos familiares o de pequeñas organizaciones. También es frecuente la perspectiva de la archivística como disciplina
dedicada al patrimonio documental histórico, pero esta visión resulta reduccionista pues resulta imprescindible aplicar sus
principios también en la gestión documental.2
Los documentos de archivo han sido objeto siempre de prácticas que procuraban garantizar su localización, acceso y
utilidad. Sin embargo, la formulación científica de los principios de organización archivística y el desarrollo teórico de sus
procedimientos específicos fue mínima hasta la primera mitad del siglo XIX. Desde entonces se ha desarrollado
notablemente la literatura profesional, se han creado organismos internacionales específicos, se ha renovado el concepto
de usuario de Archivo y se han incluido en su ámbito de estudio los documentos electrónicos. 3
Existen numerosas definiciones del concepto de Archivística, algunas de ellas ordenadas cronológicamente conforme su
fecha de publicación son:
La conclusión a la que José Ramón Cruz Mundet llega después de analizar esta y otras definiciones de la doctrina
archivística, es que la Archivística:
Es ciencia por cuanto posee un objeto, los archivos en su doble consideración: los fondos documentales y su entorno;
posee, además, un método, compuesto por un conjunto de principios teóricos y procedimientos prácticos, cuya evolución
constante la perfilan con mayor nitidez día a día. Y un fin: hacer recuperable la información para su uso.
José Ramón Cruz Mundet, 2003.
Ciencia de los documentos de archivo y de los Archivos como custodios de aquéllos y como sistemas responsables de su
gestión, así como de la metodología aplicada a unos y a otros y cuyo objetivo es potenciar el uso y servicio de los
documentos y de los Archivos.
Antonia Heredia Herrera, 2011.
Esta última es la definición que consta en noviembre de 2015 en el Diccionario Archivístico Multilingüe del Consejo
Internacional de Archivos.
Ámbito de la Archivística
Las prácticas archivísticas han auxiliado siempre la práctica administrativa, y como disciplina ha pasado de estar al
servicio de la investigación histórica a adquirir una entidad propia como ciencia de un marcado carácter interdisciplinar.
Además, su evolución también ha llevado a una mayor inclinación de su atención al documento de archivo y a las
relaciones que lo caracterizan, en detrimento de la dedicación a la organización y funcionamiento del Archivo como
institución.
La archivística tiene muchos puntos en común con la Biblioteconomía y la Documentación, como la preocupación por la
variedad de los soportes de la información (papel, cintas magnéticas, discos ópticos,...), el avance en las técnicas de
reprografía, la planificación de la prevención e intervención en incidentes y desastres, la evolución de las demandas de
información de los usuarios, etc. Aunque el objeto de las tres disciplinas es la información, la información archivística
tiene características propias:
1. El documento de archivo se origina natural y fluidamente dentro de una secuencia que lo relaciona con otros
documentos de archivo; es único, irrepetible y seriado por ser producto de una acción continuada en el tiempo; en
algún momento han tenido efectos probatorios de carácter jurídico-administrativo; es íntegro, ya que debe ser
transmitido y conservado sin alteraciones hasta que se decida su eliminación.
2. La información archivística es una información interna, previsible y reglada, producida necesaria e
inevitablemente en el desarrollo de las actividades de una persona física o jurídica, como consecuencia de
procesos previamente establecidos por quien la produce, sin que intervenga en su aparición ningún tipo de
capacidad creativa.
Historia de la Archivística
La evolución de la archivística como disciplina es uno de los temas de mayor relevancia actualmente, es importante,
comprender cómo esta ha llegado a convertirse en un saber consolidado, una ciencia, que tiene como principal objetivo
conservar la información y facilitar el acceso al conocimiento que los documentos otorgan.
Periodo pre-archivístico
La archivística antigua, también denominada archivo de palacio. Sus orígenes o antecedentes más lejanos sobre el uso de
los archivos fácilmente se descubren en la antigüedad en el siglo X a. C. Surgió la necesidad de un sistema, un método o
una forma eficiente para dirigir y administrar el pueblo como lo hizo la primera civilización de Sumeria donde se crearon
los primeros documentos, después se crean las primeras monarquías de Asia y Babilonia donde se da origen al código de
Hammurabi que hace parte de la primera colección de leyes. Seguida por la civilización egipcia, griega hasta el Bajo
Imperio Romano, donde se evidenció la organización y retención de fondos documentales en los palacios y monasterios.
Práctica funcional que para la época no contaba con un cuerpo teórico o doctrinal, pues su labor principal era la
organización y clasificación de documentos, tarea totalmente sistemática y empírica, en la cual, el término archivo se ve
limitado, al lugar donde se guardan los documentos, los cuales poseían carácter administrativo y jurídico, Debido a que
estos contaban con valor probatorio.
Los documentos escritos siempre han contado con gran valor probatorio y de autenticidad las primeras formalizaciones
archivísticas son:
Archeion: Tablillas de arcilla y madera en las que se plasmaba información de interés administrativo, jurídico y público.
Es conocido actualmente como el primer archivo Griego formal, de acceso público.
Tabularium: Tablillas de piedra y arcilla en las que se registraba información, tanto administrativa, como jurídica.
Archivo Romano de control cuyo acceso era reservado para los funcionarios públicos, en ejercicio de su labor.
De esta práctica inductiva, empírica y funcional, en donde los documentos debían ser clasificados rigurosamente,
actualmente no se tiene mucha información, pues no hay documentos que hablen del tratamiento archivístico aplicados en
la edad antigua; por lo tanto, aún se desconoce cómo era la clasificación original y jerárquica.
A partir de la Baja Edad media y hasta lo que sería el siglo XVIII se encuentra la segunda gran etapa de la archivística.
Los archivos comienzan a tomar un carácter administrativo y la concreción de sus funciones y actividades, además de
adquirir también una característica jurídico-político, puesto que las monarquías a un eran la forma de gobierno y los
documentos le permitían al monarca tener información sobre los derechos de la Corona e información de las tierras que se
tenían.
Por la ayuda que brindaban la corona los archivos comienzan a adquirir valor, poder y dominio, por lo cual a los archivos
de poder se les denominó como “La función coercitiva del archivo”, esta función costra de tres características que serias:
El carácter patrimonial que tiene el archivo, el secretismo y el tercero la inaccesibilidad del Archivo.
Desde finales del s. XVI y a lo largo de los siglos XVII y XVIII surgen una serie de tratadistas que desarrollan la literatura
archivística con contribuciones nada desdeñables tanto en sus planteamientos especulativos como en sus empeños
experimentados y técnicos. Todo ello tuvo un efecto positivo en la creación de un cuerpo doctrinal archivístico, además se
buscan respuestas concretas a problemas reales, realizando hipótesis que deberán ya ser tenidas en cuenta en el futuro a
efectos de clasificar, ordenar y describir documentos y que tanto incidirán en la doctrina jurídica de la archivística.
La relación entre archivos y administración es bilateral; si por un lado las reformas administrativas condicionan la
evolución cuantitativa y cualitativa de los archivos, por otro, éstos inciden en el desarrollo de aquellas y en su mayor
funcionalidad pragmática. Por lo tanto, el archivo es considerado como entidad necesaria para el funcionamiento
administrativo.
Tercera etapa
Los documentos adquieren otro valor además de fuente de poder, el de fuente para la historia a raíz del surgimiento del
concepto de Archivo de Estado. Comienza desde el siglo XVII una concentración archivística en grandes archivos, se
organizan los archivos administrativos, se elaboran ordenanzas que regulan el acceso, y se instituye el principio de secreto
y en el siglo XVIII aparecen numerosos tratados archivísticos.
En el siglo XIX el desarrollo del principio de procedencia, este principio consiste en separar los fondos de cada
administración y de cada oficina.
Burocratización de las administraciones públicas, participación de varias oficinas en el trámite administrativo, aparición
de nuevos procedimientos de reproducción de documentación, existencia de un fondo acumulado durante el siglo XIX,
ante la dedicación de los profesionales de la documentación histórica y abandono de la administrativa.
Principios de la Archivística
Véase también: Principio de procedencia y orden original
Este principio implica respetar la integridad material e intelectual de cada fondo de archivos sin intentar separar los unos
de los otros, los documentos que lo componen y sin repartirlos en categorías artificiales en función de su sujeto.
Clasificación e instrumentos de búsqueda (Repertorio, inventarios, base de datos, etc.) deben permitir al investigador, no
perder de vista el vínculo orgánico que une cada documento a la entidad que lo ha producido. En este sentido, los dos
principios fundamentales de la Archivística son precisamente el principio de procedencia y el principio de orden natural.
Todo documento pase sucesivamente por dos o tres fases. En la primera, surge de los archivos corrientes, aquellos que se
reportan cotidianamente, este es conservado por las personas que lo hayan producido o recibido.
Cuando estos documentos dejan de utilizarse cotidianamente y tampoco se pueden destruir, pasan al estado de archivos
intermediarios, en esta etapa los documentos pueden ser ubicados en un local donde se podrán consultar en caso de
necesidad o se confía a un servicio de archivos que lo restituirá si se pide. Una vez llegado el momento donde
conservarlos ya no es necesario por la conducta de la actividad o por obligatoriedad, puede ser destruido o ser confiado
como archivo definitivo a un servicio de archivos históricos.
En Francia, los archivos definitivos de las personas públicas, ya sea de colectividades territoriales o de servicios
desconcentrados del estado deben ser entregados a los archivos departamentales del territorio geográfico donde se
encuentren. Los archivos definitivos de las administraciones centrales del estado y de los establecimientos públicos a
competencia nacional deben ser entregados a los archivos nacionales.
Funciones de la archivística
Creación
Evaluación
Crecimiento (adquisición)
Clasificación
Conservación (preservación)
Descripción e indexación
Difusión
En la obra colectiva Administración de archivos (2011), redactada por profesionales españoles e iberoamericanos, se
estudian las funciones archivísticas agrupadas en dos categorías: funciones del sistema de administración de documentos y
funciones de administración del sistema. Se incluyen entre las funciones de administración documental: la identificación;
la clasificación; la descripción; la valoración, selección y eliminación, y la captura y transferencia de documentos. Son
funciones de administración del sistema: la formación de usuarios; la gestión de recursos; la gestión de accesos y
consultas; la elaboración de disposiciones normativas; el manual de buenas prácticas, y la difusión y acción cultural.