Ecuador ha tenido hasta el momento 20 constituciones.

La última, expedida en Montecristi en el 2008, era

considerada la más garantista de la historia constitucional del país, y pomposamente se dijo que iba a
durar centenares de años. Al poco tiempo era reformada en varios de sus puntos.

Las distintas constituciones que en el transcurso de la vida republicana ha tenido la nación han estado
marcadas por las coyunturas y transformaciones políticas, han ido incorporando los avances sociales,
políticos y económicos que el país ha necesitado para estar acorde con las dinámicas tanto internas como
externas. Y las garantías que se han incluido son variadas: la Constitución de 1861, expedida en plena
hegemonía garciana, en uno de sus puntos importantes suprimía la condición económica (de tener una
propiedad raíz o renta) para ser ciudadano, incluía además el sufragio directo, popular y sin restricciones.
La de 1869, la famosa Carta Negra, incluye la aprobación del plebiscito popular.

La Revolución Liberal trajo garantías importantes dentro de la Constitución aprobada en 1897, donde se
amplían los derechos para ser ciudadano, la libertad de cultos, es abolida la pena de muerte, se instaura el
laicismo y la educación es gratuita y obligatoria.

Producto de los vientos reformistas de la transformación Juliana en 1929, se expide una nueva Carta
política, donde se define el derecho de la mujer al voto, y el derecho de habeas corpus, así como avances
en materia social y laboral, especialmente se introducen cambios como la obligatoriedad de
indemnización por accidentes de trabajo, derecho de los hijos ilegítimos a ser criados y educados por sus
padres, entre otros puntos de interés social. La de 1945 crea el Tribunal Supremo Electoral y el Tribunal
de Garantías Constitucionales, con lo cual se establece la pureza del sufragio y el control constitucional,
se propugna la necesidad de formaciones políticas y que deben estar garantizadas por el Estado y se
garantiza el derecho de las minorías políticas, además es la primera que reconoce de manera expresa la
autonomía universitaria.

Con la llegada de la democracia, en 1979, entra en vigencia una nueva Constitución que fue aprobada en
las urnas; en ella se establece que el Ecuador condena el colonialismo, el racismo y propende a la defensa
de los derechos humanos, el voto es universal incluyendo por primera vez a los analfabetos, también
incluye un ordenamiento jurídico para la existencia de las organizaciones políticas con el fin de
robustecer la democracia, lo que se traduce en una Ley de Partidos Políticos.

La penúltima, elaborada en 1998, establecía nuevos derechos, que se extendían a los colectivos de los
pueblos, se mencionaba la plurinacionalidad, se reconocían derechos de los pueblos indígenas, el habeas
data, el recurso de amparo, y se legalizaron instituciones –como la Defensoría del Pueblo–. En su
momento esta fue una de las constituciones más avanzadas. (I)