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La educación universitaria gratuita no necesariamente reduciría la desigualdad, ya que las familias de mayores ingresos seguirían siendo las más beneficiadas al poder costear los gastos asociados a la universidad como vivienda y alimentación. En cambio, se deben explorar nuevos modelos como el de Inglaterra donde el estado financia no solo la educación sino también los costos de vida de los estudiantes, y estos devuelven la inversión una vez empleados.
La educación universitaria gratuita no necesariamente reduciría la desigualdad, ya que las familias de mayores ingresos seguirían siendo las más beneficiadas al poder costear los gastos asociados a la universidad como vivienda y alimentación. En cambio, se deben explorar nuevos modelos como el de Inglaterra donde el estado financia no solo la educación sino también los costos de vida de los estudiantes, y estos devuelven la inversión una vez empleados.
La educación universitaria gratuita no necesariamente reduciría la desigualdad, ya que las familias de mayores ingresos seguirían siendo las más beneficiadas al poder costear los gastos asociados a la universidad como vivienda y alimentación. En cambio, se deben explorar nuevos modelos como el de Inglaterra donde el estado financia no solo la educación sino también los costos de vida de los estudiantes, y estos devuelven la inversión una vez empleados.
La desigualdad educativa genera que solo un porcentaje de la población acceda a una
educación de calidad. Esto en su gran mayoría son personas que poseen una economía sobresaliente a comparación de las personas que poseen una economía baja, siendo que la mayoría de las universidades son privadas e incluso las públicas exigen que los estudiantes paguen altas sumas de dinero para poder estudiar. Ante ello debemos preguntarnos: ¿La educación debe ser totalmente gratuita?, seguramente muchos dirían que sí, puesto que de este modo todos tendrían las mismas oportunidades laborales, de esta manera lograr un mundo más equitativo, sin embargo las universidad totalmente gratuita incrementa aun mayor las desigualdad social, es decir que la educación universitaria gratuita implicaría que si antes quienes accedían anteriormente fácil a la educación por tener una economía alta sean los más beneficiados por mantener mayor capacidad económica a diferencia de los que tienen baja capacidad económica (Rico y pobre). Dicho de otro modo si el estado ofrecería educación universitaria totalmente gratuita quienes resultarían mayormente beneficiados serían los hijos de las familias con una economía sobresaliente debido a que este se pagaría con impuesto público, en ese sentido si antes quienes accedían con mayor facilidad a una educación universitaria eran quienes tenían economía alta esto continuaría de la misma manera beneficiando mayormente a la clase alta esto debido a que quienes se encuentran lejos a una universidad tengan que vivir en la ciudad para poder estudiar además de los gasto como, pasaje, alimentación, vestimenta, entre otros gastos que genera el periodo universitario, de esta manera quienes resultarían más beneficiados serían las familias de clase alta quienes pueden costear su economía universitaria de manera sencilla entonces las desigualdad universitaria continuaría no habría un cambio significativo. Se debe crear nuevos modelos educativos para costear la educación de la población en igualdad de condiciones como se viene dando en Inglaterra donde es el estado quien financia la educación universitaria de sus ciudadanos, incluso costeando su estadía en caso no viva en la ciudad como también otorgando bonos extraordinarios para todo el periodo universitario y al culminar su carrera universitaria y obtenga un puesto laboral para poder devolver progresivamente lo invertido en su educación de acuerdo a la subvención otorgada.