Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los niños crecen con rapidez entre los tres y los seis años. Alrededor de los tres años, empiezan a perder
su redondez infantil y a adquirir la apariencia delgada y atlética de la niñez.
El crecimiento muscular y esquelético avanza y hace a los niños más fuertes. El cartílago se convierte en
hueso a una tasa más rápida que antes, y los huesos se endurecen, lo que da al niño una forma más
firme y protege los órganos internos. Esos cambios, coordinados por el cerebro.
TABLA 7.1 Crecimiento físico, edades de 3 a 6 años (percentil 50*) ESTATURA EN CENTÍMETROS PESO
EN KILOGRAMOS
Los patrones del sueño cambian durante los años del crecimiento, y la niñez temprana tiene sus propios
ritmos definidos. A los cinco años, la mayoría de los niños occidentales duermen un promedio de 11
horas por la noche y dejan de hacer las siestas diurnas.
Los trastornos del sueño pueden ser causados por la activación accidental del sistema de control motor
del cerebro, por la activación incompleta del sueño profundo, o pueden ser detonados por un desorden
de la respiración o por movimientos agitados de las piernas. Esos trastornos suelen ser hereditarios.
En la mayor parte de los casos, los trastornos del sueño son ocasionales y, por lo general, son superados
Los problemas persistentes del sueño pueden indicar una condición emocional, fisiológica o neurológica
a la que es importante prestar atención. Los niños que experimentan terror del sueño (o nocturno)
despiertan abruptamente, temprano en la noche, de un sueño profundo en estado de agitación. Suelen
gritar y sentarse en la cama, con la respiración agitada y la mirada perdida o fija en el suelo
De los tres a los cinco años, la mayoría de los niños se mantienen secos, de día y de noche, pero no es
inusual la enuresis, es decir, la micción repetida e involuntaria por la noche en niños cuya edad haría
suponer que ya tienen control de esfínteres.
Es necesario tranquilizar a los niños (y a sus padres) asegurándoles que la enuresis es común y no es
grave. El niño no tiene culpa y no debe ser castigado. La enuresis que persiste más allá de los ocho o 10
años puede ser una indicación de un autoconcepto pobre o de otros problemas psicológicos.
Durante los primeros años de vida, el desarrollo del cerebro es rápido y profundo.
Alrededor de los tres años, su peso equivale a casi 90% del peso del cerebro adulto.
De los tres a los seis años, el crecimiento cerebral más rápido tiene lugar en las áreas frontales
que regulan la planificación y la fijación de metas.
De los seis a los 11 años, el crecimiento cerebral rápido ocurre en las áreas que promueven el
pensamiento asociativo, el lenguaje y las relaciones espaciales.
HABILIDADES MOTORAS
El desarrollo de las áreas sensoriales y motoras de la corteza cerebral permite una mejor coordinación
entre lo que los niños quieren y lo que pueden hacer. Los preescolares hacen grandes progresos en las
habilidades motoras gruesas, como correr y saltar, que involucran a los músculos largos. Gracias a que
sus huesos y músculos son más fuertes y a que su capacidad pulmonar es mayor, pueden correr, saltar y
trepar más lejos y más rápido.
El grado de destreza de los niños difiere en función de su dotación genética y de sus oportunidades para
aprender y practicar las habilidades motoras. Solo 20% de los niños de cuatro años puede lanzar bien
una pelota, y apenas 30% puede atraparla.
La mayoría de los niños menores de seis años no está lista para participar en deportes organizados. Si las
exigencias de un deporte superan las capacidades físicas y motoras del niño, pueden generar
sentimientos de frustración en el niño
Las habilidades motoras finas, como abotonar camisas y dibujar, implican la coordinación entre el ojo, la
mano y los músculos pequeños. La mejora de esas habilidades permite al niño asumir mayor
responsabilidad en su cuidado personal.
LATERALIDAD MANUAL
la preferencia por el uso de una mano en lugar de la otra, suele ser muy evidente alrededor de los tres
años. Dado que el hemisferio izquierdo (que controla el lado derecho del cuerpo) suele ser el
dominante, la mayoría de las personas utiliza más el lado derecho. En las personas cuyo cerebro es
funcionalmente más simétrico, suele dominar el hemisferio derecho, lo que las convierte en zurdas. La
lateralidad no siempre está tan bien definida; no todos prefieren una mano para todas las tareas. La
probabilidad de ser zurdos es mayor entre los niños que entre las niñas. Por cada cien niñas zurdas, hay
123 niños zurdos
SALUD Y SEGURIDAD
Gracias a la vacunación generalizada, muchas de las enfermedades que alguna vez fueron comunes en
la niñez ahora lo son mucho menos en los países occidentales industrializados. Sin embargo, en el
mundo en desarrollo, ciertas enfermedades que podrían prevenirse con una vacuna (como sarampión,
tos ferina y tétanos) todavía cobran muchas víctimas. Incluso en las sociedades tecnológicamente
avanzadas, esta época resulta menos saludable para algunos niños que para otros.
PREVENCIÓN DE LA OBESIDAD
DESNUTRICIÓN
La desnutrición es una causa que subyace a más de la mitad de todas las muertes antes de los cinco
años.
Dado que los niños desnutridos suelen vivir en circunstancias de privación extrema, es difícil determinar
los efectos específicos de la mala nutrición. Sin embargo, tomadas en conjunto, esas privaciones pueden
tener un efecto adverso no solo en el crecimiento y el bienestar físico, sino también en el desarrollo
cognoscitivo y psicosocial.
ALERGIAS ALIMENTARIAS
Una alergia alimentaria es una respuesta anormal del sistema inmunológico a un alimento específico.
Las reacciones pueden ir de un hormigueo en la boca y urticaria a reacciones más graves que ponen en
riesgo la vida, como apnea (ahogo) o incluso la muerte. De las alergias alimentarias, el 90% puede
atribuirse a ocho alimentos: leche, huevos, cacahuates, nueces, pescado, soya, trigo y mariscos
Las alergias alimentarias son más comunes en los niños que en los adultos, y la mayoría de los niños
logra superar sus alergias
Mientras más baja sea la posición económica de la familia, mayor será el riesgo que tenga un niño de
sufrir enfermedades, lesiones y muerte.
Los niños de familias pobres son más propensos que otros a sufrir enfermedades crónicas y limitaciones
de la actividad, a carecer de seguro médico y a que no se satisfagan sus necesidades médicas y dentales.
Falta de vivienda
Se estima que cerca de 1.35 millones de niños sufren falta de vivienda cada año.
El tabaquismo de los padres constituye una causa de enfermedad y muerte infantil que puede
prevenirse. El daño potencial ocasionado por la exposición al tabaco es mayor durante los primeros años
de vida, cuando el cuerpo del pequeño todavía está en desarrollo.
Los niños expuestos al tabaquismo de los padres corren mayor riesgo de sufrir infecciones respiratorias,
como bronquitis y neumonía, problemas auditivos, empeoramiento del asma y crecimiento pulmonar
más lento.
DESARROLLO COGNOSCITIVO
En la teoría de Jean Piaget, los niños pequeños comienzan a aprender acerca del mundo a través de sus
sentidos y actividad motriz durante la etapa sensomotriz.
Nos concentraremos en la segunda etapa que describe Piaget, la etapa preoperacional. Extendiéndose
aproximadamente de los dos a los siete años, se caracteriza por la generalización del pensamiento
simbólico: el lenguaje. Si bien los niños muestran una mayor capacidad para manejar el lenguaje, aún no
están listos para realizar operaciones mentales lógicas.
AVANCES DEL PENSAMIENTO PREOPERACIONAL
Los avances hacia el pensamiento simbólico son acompañados por una comprensión cada vez mayor del
espacio, la causalidad, las identidades, la categorización y el número. Algunas de esas adquisiciones
tienen sus raíces en la infancia y la niñez temprana; otras empiezan a desarrollarse al inicio de la niñez
temprana pero no se alcanzan del todo sino hasta la niñez media.
La función simbólica Los niños que han adquirido la función simbólica pueden usar símbolos o
representaciones mentales, como palabras, números o imágenes a las que han atribuido significado.
Este es un logro vital, dado que, sin símbolos, las personas no podrían comunicarse de manera verbal,
hacer cambios, leer mapas o atesorar fotografías de seres queridos.
Los niños preescolares demuestran la función simbólica de diferentes formas. Por ejemplo, la imitación
diferida, que adquiere mayor solidez después de los 18 meses, se basa en la representación mental de
un suceso observado antes. El niño debe recuperar de la memoria una representación, a fin de repetirla.
Otro indicador de la función simbólica es el juego de simulación
Comprensión de los objetos en el espacio Además de la creciente capacidad para usar la función
simbólica, los niños comienzan a ser capaces de entender los símbolos que describen espacios físicos, si
bien este proceso es lento. No es sino al menos hasta la edad de tres años que la mayoría de los niños
captan de manera fiable las relaciones entre dibujos, mapas o modelos a escala con los objetos o
espacios que representan. Los preescolares mayores pueden hacer uso de mapas sencillos y transferir la
comprensión espacial que obtuvieron al trabajar con modelos.
Comprensión de la causalidad Piaget afirmaba que los niños preoperacionales aún no son capaces de
razonar lógicamente acerca de la causalidad. Más bien, decía, razonan por transducción. Relacionan
mentalmente dos sucesos, en especial, sucesos cercanos en el tiempo, exista o no una relación causal
lógica. Por ejemplo, Luis puede pensar que sus “malos” pensamientos o comportamientos ocasionaron
la enfermedad de su hermana o el divorcio de sus padres.
Comprensión de las identidades y categorización El mundo se vuelve más organizado y más predecible a
medida que los preescolares desarrollan una mejor comprensión de las identidades: el concepto de que
las personas y muchas cosas son, en esencia, las mismas incluso si cambian de forma, tamaño o
apariencia.
A los cuatro años, muchos niños pueden clasificar por medio de dos criterios, como color y forma. Usan
esta capacidad para ordenar muchos aspectos de su vida, a partir de la cual clasifican a las personas
como “buenas”, “malas”, “simpáticas”, “tacañas”, etcétera.
Comprensión del número La investigación de Karen Wynn sugiere que incluso los bebés de cuatro meses
y medio tienen un concepto rudimentario de número. Parecen saber que si a una muñeca se le agrega
otra deberían ser dos muñecas y no solo una. Al parecer, comienza entre los 9-11 meses.
A los cuatro años, la mayoría de los niños posee palabras para comparar cantidades. Pueden decir que
un árbol es más grande que otro o que un vaso contiene más jugo que otro.
ASPECTOS INMADUROS DEL PENSAMIENTO PREOPERACIONAL
Egocentrismo
Es una forma de centración. De acuerdo con Piaget, los niños pequeños se concentran tanto en su
propio punto de vista que no pueden considerar el de otra persona. Los de tres años no son tan
egocéntricos como los bebés recién nacidos, pero, decía Piaget, todavía creen que el universo gira a su
alrededor.
El egocentrismo puede ayudar a explicar por qué a los pequeños a veces les resulta difícil separar la
realidad de lo que sucede dentro de su cabeza y por qué muestran confusión respecto a qué causa qué.
Tener una teoría de la mente nos permite entender y predecir la conducta de otros y dar sentido al
mundo social.
Conocimiento sobre el pensamiento y los estados mentales Entre los tres y cinco años, los niños llegan a
entender que el pensamiento se realiza dentro de la mente; que puede tratar con cosas reales o
imaginarias.
Los preescolares suelen creer que la actividad mental empieza y se detiene; es solo en la niñez media
cuando entienden que la mente está en actividad constante.
Creencias falsas y engaño Entender que las personas pueden albergar creencias falsas deriva de la
comprensión de que, en efecto, albergan representaciones mentales de la realidad, las cuales en
ocasiones pueden ser erróneas. Si bien es cierto que niños de incluso 13 meses pueden demostrar cierta
comprensión de los estados mentales de otros si se les pregunta de una forma, no es sino hasta
alrededor de los cuatro años que pueden resolver de manera sistemática las tareas relativas a las falsas
creencias.
Distinción entre apariencia y realidad De acuerdo con Piaget, solo a los cinco o seis años los niños
comienzan a comprender la distinción entre lo que parece ser y lo que es.
Distinción entre fantasía y realidad En algún momento entre los 18 meses y los tres años, los niños
aprenden a distinguir entre sucesos reales e imaginados. Los niños de tres años conocen la diferencia
entre un perro real y uno en un sueño, y entre algo invisible (como el aire) y algo imaginario.
Influencias sobre las diferencias individuales en el desarrollo de la teoría de la mente Algunos niños
desarrollan capacidades de la teoría de la mente más temprano que otros. En cierta medida, este
desarrollo refleja la maduración del cerebro y las mejoras generales en la cognición.
Una teoría de la mente incompleta o inadecuada puede ser una señal de daño cognoscitivo o en el
desarrollo. A los individuos con este tipo de deterioro les resulta difícil entender las cosas desde una
perspectiva distinta a la propia. Por ende, tienen problemas para identificar las intenciones de otros, no
comprenden cómo afecta su comportamiento a los demás.
La memoria de las experiencias de la niñez temprana rara vez es deliberada: los niños pequeños
recuerdan solo los sucesos que les causaron una fuerte impresión. La mayoría de esos recuerdos
conscientes tempranos parecen ser efímeros. Un investigador distinguió tres tipos de memoria de la
niñez que cumplen funciones diferentes:
De acuerdo con Vygotsky, los niños aprenden mediante la internalización de los resultados de las
interacciones con los adultos. Este aprendizaje interactivo es más eficaz para ayudar a los niños a
atravesar la zona de desarrollo próximo (ZDP), la brecha entre lo que ya son capaces de hacer o saber
por sí mismos y lo que pueden hacer o saber con ayuda.