Está en la página 1de 37

Valenthina Fuentes Meleán

Sumergida
Valenthina Fuentes Meleán
Sumergida

Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos


Premio de Poesía Fernando Paz Castillo
XIX edición
VEREDICTO XIX EDICIÓN
PREMIO DE POESÍA
FERNANDO PAZ CASTILLO

Nosotros, jurados designados por el Consejo Directivo de la Funda-


ción Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, reuni-
dos en la Sala C de este Centro, el día 22 de mayo del año en curso,
tras haber leído los poemarios presentados al certamen, resolvemos:

1. Otorgar el PREMIO DE POESÍA FERNANDO PAZ CASTILLO al


Consejo de publicaciones
Roberto Hernández Montoya
poemario titulado Sumergida, presentado bajo el seudónimo Vera
Leonardo Bracamonte
Boris Caballero
Lacouture, por constituir un tejido denso que unifica un discurso pleno
Tania Scott
Pedro Sanz
de significados. A partir de la Otredad, se apela a un espacio de lo inasi-
Responsable de esta edición
ble y a una voz negada, privilegiando una mirada sensorial que explora
Boris Caballero
Corrección
las grietas de su sed, construyendo una lengua propia, engendrada en
Denisse Messuti batalla perenne contra el poder patriarcal.
Diseño de la colección
Pedro Holder
Diagramación y edición electrónica
David Morey 2. Otorgar las siguientes menciones honoríficas, con recomendación de
Impresión
Imprenta Nacional
publicación, a los poemarios:

© Valenthina Fuentes Meleán, 2012 a.- Mcbo.et Ál, firmado bajo el seudónimo Depiniponae, por fundar
© Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, 2012
Hecho el Depósito de Ley un texto desacralizador e iconoclasta, iniciador de un camino poético
Depósito legal N° lf16320128002166
ISBN: 978-980-399-036-7 de ruptura desde la óptica de la intertextualidad donde la ironía trans-
grede las mitologías generadas por un espacio urbano en particular.
Casa de Rómulo Gallegos
Av. Luis Roche, cruce con Tercera Transversal,
Altamira. Caracas 1062/ Venezuela b.- 33 Poemas, presentado bajo el seudónimo Natalia Alejandro, libro
Teléfonos: (0212) 285-2990/ 285-2644
Fax: (0212) 286-9940 que explora un recuento de vida a través del hilo que componela casa
Página web: http://www.celarg.gob.ve
Correo electrónico: publicaciones@celarg.gob.ve paterna y su prolongación misma, dando lugar a la metamorfosis
frente al rompimiento del apego a la certidumbre.

Impreso en Venezuela Laura Antillano Luis Delgado Arria Isaías Cañizález Ángel
RUEGOS
porque ¿cómo nombrar con esta boca,
cómo nombrar en este mundo con esta sola boca
en este mundo con esta sola boca?

Olga Orozco

Voy al aire que eleva y niega


mi imagen yerta y sin espejo

Jesús Sanoja Hernández


Pues no teníamos casa
tanteábamos una morada en la brisa
aún tanteamos
aún las paredes son de viento y luz
intentamos recordar sus relieves
intentamos, entre las voces sueltas, recordar
dónde guardamos las llaves, el temor y la calma
lo inasible
una grafía perdiéndose
una casa en el aire
un nombre
como si aquellos gestos nos salvaran

13
No hablábamos la misma lengua Sombra con sombra
tu lengua nos dábamos la espalda
queríamos alcanzarla nos reuníamos allí
deformábamos los labios donde no hablábamos
tartamudos donde no sabíamos hablar
repartíamos por trozos estuvimos
la lengua bajo el ramaje de noche
no podíamos pronunciarla desnudos
no teníamos licencia cada uno rogaba a un dios distinto
nuestra súplica
nunca la entendieron
y tus labios
quedaron siempre intactos

14 15
Me enseñabas a hablar Te quedabas ahí
recorría la palabra inexacta entre las frases bellamente dichas
su borrosa textura flotando
erraba en todos los nombres sin cuerpo
erraba sobre la nada de los nombres
no entendía las letras, las vocales, sobre la nada de los hombres
repartía sonidos en el aire y yo rogaba tartamuda
los más raros sonidos con mi cuerpo sudado
y decía una palabra por otra entre escaleras mecánicas
las cambiaba por cosas, por espejos, en el cemento
tú llegabas con manojos de palabras correctas con el músculo estirado y tenso
y yo usaba aparatos para recordar por el hambre
yo hundía mis manchas en tus moldes con mi carne contada
y usabas mi garganta para irradiar tu voz tú buscabas las palabras más pobres
para decirme
y usabas palabras nobles
que no pudieron tocar nada

16 17
Tantear en vilo el peso de las horas Sumergida
el desierto del tiempo socavando bajo la sombra de los párpados
este secreto umbral de los días tantear la transparencia
este golpear de la costumbre la figura
el tiempo que no pasa la estela disipada enderezando
reposado crepúsculo en el brocal del sueño
el peso de las horas sus murallas de imágenes disueltas
y el tenue parpadear de un misterio
que súbito
deslumbra Nebulosos escombros sujetados
al umbral del misterio aún palpable
residuos de memoria que endurecen

Asir el aire, el sueño,


como un soporte arrugado que apresara
la tensa ondulación del silencio
agitando sus alas temblorosas

Lo incierto teje lentamente


su velo cubre todos los cuerpos

Aún naufraga el otro despertar


la inercia en la caída
siempre por acontecer

Cada latido va ahuecando mi hondura


oscila mi cuerpo
y su fantasma

18 19
discontinuo vacío Arde un animal mi boca
un sordo rumor haciendo eco jadea húmeda
una espera abre su herida
con los ojos vertidos en lo oscuro raja en el aire
hacia adentro calzar el cuerpo y lo invisible
desgarrar

Arde un animal mi boca


con la luz enramándose
en los linderos deshechos de los nombres
esplendor de una ráfaga

Hay un bramido oscuro en mi pecho


un áspero silencio que no cesa
arde un animal mi boca
mi garganta

20 21
La voz Zurce un pájaro esta niebla
pájaro abriendo sus alas estrecha
vestidura que arroja entre la boca
inmensa piel de un padecer antiguo
las caídas del cuerpo
en el aire rompiendo
sus quejidos

22 23
Esta voz horada el cielo Palabra
penetra sus vestidos de aire ante nosotros sobre nosotros para nosotros
rasga la corteza nuestra
empozada distancia buscada en la maleza
su blancura en la distancia tupida
estriada plegaria tupido lo cerca lo lejos
escardar
con los miembros ya rotos
Una promesa el nombre
se desliga en pliegues vaporosos pedazos palabras rotas
se eleva sílabas
insistente buscaba
raída transparencia el aura de los pájaros
y la luz mezclándose con tierra con sombra
la luz hundía su raíz
Tenues filamentos el cielo desgranaba sus nubes
se refractan escribía el cielo una voz no copiada una ráfaga
sobre la piel del cielo borraba el cielo lo escrito reescribía el cielo
arden con agua
residuos de la sed y en sus labios desligaba los nombres
acumulándose inventaba el cielo una urdimbre sin trama
el cielo
y el rostro ajado contra el sol
repitiendo un temblor de barro una piel batiendo
escardar
con los miembros ya rotos
y el nombre no transcrito

24 25
La ceguera bordando sus colores Nada retienen los labios
la ceguera palpando dejan correr
el animal espeso de la sombra heridas de agua
heridas de la luz en los ojos
temblores
nuestra herencia del tiempo
nada retienen
las manos
aprietan
esta sombra cosida que juega a deshacerse
este errar que hace trazos
estelas

26 27
PERSONAE
caen las máscaras y ya no hay rostro o el rostro
es la máscara que no cae

Guillermo Sucre

Un día comenzó la mudanza de los rostros. Uno suplantaba a otro,


sin cese

Rafael Cadenas
Supongo que mi rostro está hecho de capas
los perfiles porosos de tierras antiguas
la carne vuelta yeso y piedra madera, marfil
las pieles por estratos
y al fin, pesado, el rostro
su densa encarnación
apresando lo invisible
la suma de sus máscaras

Aprieta cada capa sus gestos


transpira
cada una es conjuro de un traje y un nombre
heredado rito
a la espera de un tiempo, de un intérprete

Cada capa forja un cuerpo, hendijas, corazas


y una sombra
un exceso las mantiene juntas para engendrar el rostro

Por sus vanos se funden las voces


y los ojos se transforman en piedras cristalinas

Sobre mi piel se erige otra piel más liviana


los frágiles linderos del aire que la cimbran

Supongo que cada pliegue contiene una escritura


heridas que el tiempo ciñe, garabatos
que cada escritura es máscara de un cuerpo nunca dicho

33
Mi rostro es una forma cambiando con la luz Alguien desgastó la pureza de mi rostro
la voz resuena como su delgada transparencia otras manos se hundieron en la carne
la voz entre las máscaras temblando grabaron horizontes
perfiles de la tierra
legaron
sartas de tiempo
en el nítido molde de la piel
entre la holgada sombra de los nombres

Otras manos dejaron escapar sus tormentos


en mi rostro las guardo
en mi rostro, rendijas que otros tallan
pasiones, hendiduras
un trepar en la masa del viento
¿dónde está quien modela mis grietas?
¿dónde, el rostro que legaron mis padres?

Alguien desgastó la pureza de mi rostro


nadie pudo asir la pureza del tuyo
nadie pudo hundir sus manos
rostro invisible
ilegible su nombre sin contorno

34 35
Enjuago mi cara en el espejo A fuerza de conocer mi rostro
lentamente palpo mi cadáver destajaba sus pieles
cavidades del rostro envolturas
la máscara que un día se hundió en la carne caían
la geografía del gesto sus frágiles pedazos de memoria
la ensayada sonrisa, la inaudita la sed de canto
arranco de mis labios palabras muertas desgranado
y las dejo caer sobre la tierra perdido canto
enterrarse en lengua no transcrita
registraba un dolor hincado, silencioso
quebraba mis facciones persiguiendo esa voz
separaba los rasgos del viento, de la risa
troceaba lo invisible
hasta que el aire soltara sus cascos
y trenzara sus frutos a mi boca

36 37
CORPÓREO
Cuerpo volcado
sobre sombra
Toma forma de sí.
Se abre
hacia su vértice

José Ángel Valente

Irse volviendo polvo lentamente, polvo soplado por el viento

Antonia Palacios
()
Algo se soltó de la armadura de mi pecho
algo se escapó de las manos del urdidor

durante años
he tratado de repararlo pero no lo consigo
mi pecho no se sostiene
he tratado de repararlo pero no lo consigo

Incapaz de permanecer para aguantar el alma


he tenido siempre que agarrarlo con las manos

cuánto tiempo más

de vez en cuando
también las manos

se me caen

43
El viento quema su sed sobre mi cuerpo Oscurece
ara curtida tierra tiñe
sintiendo crecer la noche
amontonarse el alma descose
su peso

Yo

sólo cuerpo
rompo el aire
cuarteo su piel

44 45
Pensabas que era mejor no orar El tiempo ofrece mis orillas
gastar los hilos tierra gastada, mi cuerpo,
las palabras piel que otros marcan torpemente
repartir la insalvable distancia torpemente agrietada
entre el cielo y el llanto tú quieres rellenarlo de plástico
el cuerpo que no puede de plástico y silencio
a pesar de tanta espera quieres que sea discreta
de tantas frases hechas dices que este procedimiento es inofensivo
todavía lo mismo por decirnos que pronto el plástico no se notará
que un día la piel será sólo de plástico
pero hay que esforzarse
y mi cuerpo recordé cuando me decías “muñeca”, complacido,
urdimbre de una súplica vencida no pensé que se trataría de esto
el pedazo de carne que me toca ya no quieres que coma
que ahora graban tus huellas pues el alimento es escaso
donde ya nadie acuerda con Dios es muy bueno comer poco
con qué otro fantasma pactamos y que el plástico sea distribuido eficazmente en el cuerpo, racio-
para saciar la sed nado,
ahora
en todas partes estoy llena de bocas mudas

46 47
Espeso Me ciñe este vacío compacto
en la ceguera esta aridez del aire
en el sueño la sed de mi corteza ardiendo
lo oscuro urdiendo con su trama una costra suave encierra mi pecho
entre mi cuerpo un duro destajar
el cuerpo de sales
fracturado de agua y luz
de ojos
sobre mi tronco
un duro destajar
de tu voz
cruzar los días
las palabras
y en las ramas resbalan los cuerpos
resbalan
las imágenes

48 49
A Javier Level mordeduras del dios
cuerpo adentro los ojos
cuerpo adentro
Armaduras de carne enmohecido
barro que tensa la memoria angustia
un ancestro tapia su nombre antigua angustia
tapia guardar el cuerpo
revertir la sangre
sagrada sangre
tapia
hueso de hombre tallado por la tierra
hueso de bestia tallado por la tierra guardar
hueso de tierra guardar lo muerto a ver si sobrevive
rostro de tierra guardar el tiempo
tierra hueso en el rostro mustio
colma en la forma seca del silencio

caja férrea del cuerpo


caja férrea de memoria
hueso memoria
ritmo de cuerpos engendrándose
toscos erguidos penetrando el aire
torso bestia
óxido bestia
pasto de laberinto
minotauro piedra
se moldea la entraña desde afuera hasta el centro
y la luz tan sólo para engendrar la sombra
huellas
rajas

50 51
SUMERGIDA
el agua dobla las rodillas
me bebo un pájaro
a ras de fluidos
a tocar nubes
candela a rastras
me dejo ir

Lydda Franco Farías

En el océano del vacío


hay nombres, nombres, nombres

Juan Gelman
Sumergida
se quebró el pacto con el agua
el de los límites
el que decía que yo era yo
y el agua, el agua
el que decía que ella me contenía
y que yo flotaba
estrecha
entre sus pliegos

Ahora
el agua son mis ojos
mis manos deshechas rozando los cuerpos de los peces
las escamas ligeras
los hilos de sus labios

me duelen
sus aletas rasgando mi pecho
me reparo

Voy
en el sabor del frío
en humedad de tierra
sigo
penetrando en el moho
intenso
la infinitud del barro
extenso

57
Mi cuerpo son las cuerdas el de la muerte
que suelta el cielo como trampas hacia el piso

la caída
me transcribo en las suelas sometida al mar
yo fecundo las calles la mansedumbre de las hojas secas
el abandono al rapto de las voces
la ley de los párpados cuando arrebata el sueño
el alma que chorrea de las nubes
se deposita
impregna Me convierto
los techos de las casas erigida en la ola para desintegrarme
intentando la forma
intentando la forma
me entrometo en los vanos de las piedras
me vuelvo
los vacíos serenos de las bocas del fango a mí me tocó desvanecerme cuando algo se interpuso, frágil
las entrantes a mí me tocó castrar las horas para olvidar
el positivo de las huellas

me tocó enmudecer entre los remolinos de los gritos


El manantial y morir en el vientre desierto de la arena
son mis oídos repletos
la repartición de los silencios
agrietada la incógnita que no sabe decirse, sólida me expongo
en la boca, la clausura del tiempo honda
sepultada en la sed

a mí me tocó el silencio más largo

58 59
Rostro absoluto, firmeza mentida del espejo. El mar
Máscara y río, grifo de los sueños en mí
no deja dormir
José Lezama Lima
Hanni Ossott

Pozo Cuerpo cruzado de efluvios


donde la luna destrenza su reflejo velos de agua
donde mudos deseos cuerpo que absorbe la luz
dejan caer su piel colores reflejados en sus pliegos, en sus pieles
palabras, piedras cuerpo de moldes deshechos
gira la sombra un correr de envolturas y ráfagas
y el rostro se disuelve mar
corola que desase sus orillas su abertura en mí, su fondo
pétalos heridas
sinuosa cabellera en cada altura del abismo
mecida máscara en follaje de agua riego que contrae y suelta
fijeza transformada en el espejo a destiempo
superficie del cielo desprendida
manantial
el viento toca su tambor el alma zurce vertientes
para un cantar sediento
caída que no cesa
el mar en mí
extenso reino donde se agitan huesos, muertes, cadáveres
y rueda el cielo en su trama de afluentes
disolver la osamenta
la desnudez lamida por el tiempo
golpear de sales en estos arrecifes
ecos rompiendo la costa

60 61
mandatos de voces perdidas quema
sobre mi cuerpo, mis arenas y el cielo nos moldea con tormentas
voz para las manos rotas para educar el hambre
voz para los ojos desleídos por las horas
voz para el llanto silenciado en la luz
para la sed de cielo en la aurora
para la piel ajada vuelve un callado manto
voces que cimbran tus murallas, cuerpo, se desviste la luz de un combate
domado por la espera borroso despertar
cuerpo que suda obediencia con la misma pregunta en nosotros
fábrica del llanto cuántos nombres nos aguardan
siembra de sal y polvo después de cuánta luz
mar a qué distancia enterrar estos cuerpos, estas voces
a qué distancia mi cuerpo
yace un duelo de aguas
Se tiende una humareda y su fuego se encrespa horizonte sin figura
arde un follaje y lo vivido agitando el presente
crepita trizas de noche reposando en la orilla
noche que estira su piel junto al vacío
espuma de este sol desmembrado
de este pecho en quiebre
de este repique del tiempo sobre el tiempo
un pliego de memoria sacudiendo
una brasa de viento en la ribera
granos de fuego
nombres
estallidos

la marea sacude sus andamios


arrastra sombras
lava mi hondura

62 63
Como dóciles llamas batiendo el aire Me sudan las paredes
como llamas trenzando los vapores y me derraman sobre el piso
me amanece la niebla
los colores del sol
sobre mí se desnuda de viento
que tus manos de afluente disolvieron y usted en medio queriendo ocultar los huecos
que tus manos de agua apagaron y las vasijas queriendo engendrar vacíos
qué rápido crecen tus manos Entonces yo, que soy vasija,
me vierto en la hondonada
como cuerdas de un río
entonces tú, que eres abismo,
en mis llamas, en mis piedras, te insertas en mi hondura
abajo y otra vez reclamas voces
mi noche otra vez silencios
cede su cuerpo otra vez lámparas de niebla que atraviesan los montes
los pasos y el camino inasible
y se llena de espuma que desenfunda espacios
hasta
el
cauce
del
cielo
cielo
del
cauce
el
desde
que desentierra espacios
los pasos y el camino invisible
otra vez lámparas de niebla que recorren los montes
otra vez silencios
y otra vez requiero grito
me incluyo en tu hondura
entonces yo, que soy abismo,
te viertes bajo la hondonada
Entonces tú, que eres vasija,
y las vasijas queriendo forjar vacíos
y estoy en medio queriendo tapar los huecos
sobre ti se desviste de viento
te circunda la niebla
y te revientan sobre el piso
Te encienden las paredes

64 65
CONTENIDO

RUEGOS
Pues no teníamos casa ........................................13
No hablábamos la misma lengua ......................14
Sombra con sombra ............................................15
Me enseñabas a hablar ........................................16
Te quedabas ahí ...................................................17
Tantear en vilo el peso de las horas ...................18
Sumergida..............................................................19
Arde un animal mi boca .....................................21
La voz ....................................................................22
Zurce un pájaro esta niebla................................23
Esta voz horada el cielo .......................................24
Palabra ..................................................................25
La ceguera bordando sus colores ......................26
Nada retienen los labios ......................................27

PERSONAE
Supongo que mi rostro está hecho de capas....33
Alguien desgastó la pureza de mi rostro..........35
Enjuago mi cara en el espejo ............................. 36
A fuerza de conocer mi rostro...........................37

CORPÓREO
Algo se soltó de la armadura de mi pecho.......43
El viento quema su sed sobre mi cuerpo .........44
Oscurece ...............................................................45
Pensabas que era mejor no orar .......................46
El tiempo ofrece mis orillas ...............................47
Espeso ..................................................................48
Me ciñe este vacío compacto ............................49
Armaduras de carne...........................................50

SUMERGIDA
Sumergida ...........................................................57
Pozo ......................................................................60
Cuerpo cruzado de efluvios ...............................61
Como dóciles llamas batiendo el aire ..............64
Me sudan las paredes .........................................65

Este volumen se terminó de imprimir el mes de junio de 2012,


en los talleres de la Imprenta Nacional,
Caracas, Venezuela.
La edición consta de 3.000 ejemplares.

También podría gustarte