Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ETIOLOGIA
Tratándose de una descripción sintomática, la etiología de la condromalacia rotuliana no
es única, y existen factores que predisponen al padecimiento, tales como traumatismos,
sobrepeso, sinovitis prolongada, mal alineamiento del mecanismo extensor de la
rodilla, pronación del pie, rótula alta, subluxación, antecedentes genéticos o anomalías
congénitas de la rótula, entre otros.
De acuerdo a las investigaciones más recientes, el padecimiento suele originarse en una
carga mecánica o fisiológica excesiva, junto a la irritación de las terminales nerviosas que
generan un proceso inflamatorio que involucra a la sinovial, produciendo sin tratamiento
adecuado síntomas crónicos.
CAUSAS, ¿CÓMO SE PRODUCE?
Esta lesión puede tener un componente degenerativo del cartílago rotuliano por
envejecimiento pero también un componente de sobre uso. En los corredores suele
afectar a aquellos que realizan esfuerzos muy por encima de sus posibilidades, que llevan
algún tiempo sin correr y/o en corredores que abusan de recorridos con desniveles,
subidas y bajadas.
Se habla de causas multifactoriales ya que influyen varios factores como la mala
alineación de la rótula (rótula elevada), desequilibrios musculares (excesiva tensión en los
músculos isquiotibiales y gemelos, debilidad del cuádriceps), procesos inflamatorios,
procesos degenerativos, afecciones traumáticas, sobre uso, etc.
La pisada en pronación excesiva favorece también la aparición de esta lesión.
SÍNTOMAS
Se localiza dolor en la rodilla, dolor sordo y profundo en la cara anterior de la rótula.
También por debajo y por los lados de ésta. Hay sensación de “arenilla” bajo la rótula.
Este dolor puede aparecer tras estar un tiempo sentado (en el cine, conduciendo…), con
el movimiento de flexión de la rodilla máxima (ponerse de cuclillas), bajando escaleras y
en la carrera cuesta abajo. Cuando ha evolucionado la lesión, el dolor aparece siempre
que se corre independientemente de la pendiente y el terreno. Puede doler incluso en
reposo
CAUSAS OCUPACIONALES
Existen diversas causas, como las anomalías en la posición de la rótula,
alteraciones en el cartílago articular, sobrecarga funcional de la rodilla en
determinadas profesiones, y los traumatismos repetidos, y únicos, entre otras.
MENISCOPATIA
Una meniscopatía es cualquier lesión producida en uno de los dos meniscos de la
rodilla de una persona. Esta puede ir acompañada o no de dolor o cualquiera de
los síntomas que explicaremos en los siguientes apartados.
Las meniscopatías pueden ser traumáticas o degenerativas, dependiendo en gran
medida a la edad de los pacientes que sufren una rotura, ya sea total o parcial, del
menisco. En el caso de las roturas traumáticas tienen su mayor porcentaje de
incidencia en los hombres de entre 21 a 30 años, produciéndose principalmente
durante la práctica deportiva.
En el caso de las meniscopatías degenerativas, la incidencia es mayoritaria en las
personas con edades comprendidas entre 40 y 70 años. Cuando se produce una
meniscopatía es posible que exista alguna lesión asociada como podría ser la
rotura de los ligamentos o lesiones en la meseta tibial
Derrame articular.
CAUSAS OCUPACIONALES
Las meniscopatías son las lesiones producidas en los meniscos de las rodillas.
Dicha patología puede dar lugar a una incapacidad laboral.
Las meniscopatias pueden traer causa traumática, es decir, de un accidente o
caída, o causa degenerativa, debido a la edad u otros factores hereditarios.
Suelen cursar con gonalgia y se asocia a artrosis y a artritis reumatoide.
Para el reconocimiento de una incapacidad permanente, se exigirá, además de la
meniscopatía, de la presencia de otras lesiones incapacitantes, y en el caso de
la incapacidad permanente total, que la profesión exija de una sobrecarga
constante de rodilla.
El tratamiento conservador de una meniscopatía suele utilizarse en los
casos de una lesión parameniscal. Este tipo de meniscopatía es la que afecta a
la parte periférica del menisco, la cuál se encuentra vascularizada, es decir, tiene
irrigación sanguínea.
Esta cualidad es la que permite que esta rotura pueda regenerarse por si sola, ya
que la sangre, al igual que en cualquier herida que nos podamos hacer en nuestro
cuerpo, permite la cicatrización, curación y regeneración de la misma.