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Participantes: Arenas Genesis, Marin Deysi, Yttusaca Diego.

Lic. Aldas Jimenez Delis


5 de August de y

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Meniscopatía
En primer lugar debemos saber qué son los meniscos.

Los meniscos son dos estructuras cartilaginosas, situadas entre la tibia y el


fémur. Uno es medial o interno y el otro externo. Ambos  tienen forma de media luna.
Su función principal la de amortiguar impactos entre los cartílagos de la articulación.

Una meniscopatía es cualquier lesión producida en uno de los dos meniscos de


la rodilla de una persona. Esta puede ir acompañada o no de dolor. Las meniscopatías
pueden ser traumáticas o degenerativas, dependiendo en gran medida a la edad de los

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pacientes que sufren una rotura, ya sea total o parcial, del menisco. En el caso de las
roturas traumáticas tienen su mayor porcentaje de incidencia en los hombres de entre
21 a 30 años, produciéndose principalmente durante la práctica deportiva. En el caso
de las meniscopatías degenerativas, la incidencia es mayoritaria en las personas con
edades comprendidas entre 40 y 70 años. Cuando se produce una meniscopatía es
posible que exista alguna lesión asociada como podría ser la rotura de los ligamentos o
lesiones en la meseta tibial.

La función de los meniscos es:


▪ Amortiguación, durante la marcha,  de hasta un 20% del impacto.
▪ Dar estabilidad a la rodilla.
▪ Ayudar al deslizamiento, debido a su alta cantidad de agua.
▪ Distribución de fuerzas descendentes hacia fuera, alejándolas de los puntos de
anclaje centrales de menisco, por ejemplo cuando andamos o corremos.
▪ Propiocepción.

Fisiopatologia:
Las lesiones de meniscos obedecen generalmente a un mecanismo rotacional
de la rodilla cuando el miembro en apoyo se encuentra en semiflexión, lo que explicaría
porqué el menisco medial se compromete 5 a 7 veces más que el lateral. Con la rodilla
en semiflexión y con apoyo, al producirse la rotación, el reborde del cóndilo femoral
apoya directamente sobre el perímetro medial del menisco ejerciendo un cizallamiento,
ya que lo somete a dos fuerzas de dirección contraria, mientras que su periferia
capsular, que es más extensa que la del menisco lateral, sufre una tracción.
Tanto las rupturas longitudinales como las transversales del cuerpo meniscal pueden
suceder así, aunque la hiperextensión o la hiperflexión también producen lesiones,
sobre todo de las astas anteriores o posteriores de los meniscos. Así mismo, las
posiciones bruscas de la rodilla en varo o valgo suelen causar desgarros meniscales. Si
el trauma en valgo es intenso, se puede producir una ruptura del menisco medial, del
ligamento colateral medial y del ligamento cruzado anterior, entidad patológica
conocida como “Tríada de O’Donoghue”

Etiologia:
En el movimiento normal de la rodilla, la flexión se acompaña de una ligera rotación
interna de la tibia sobre el fémur y, en la extensión, de una ligera rotación externa de la
tibia sobre el fémur, con la flexión máxima de rodilla, las porciones posteriores de los
meniscos quedan comprimidas. La rotación interna del fémur sobre la tibia, en esta
posición, forzará al segmento posterior del menisco interno hacia el centro, por lo que
una extensión repentina de la rodilla puede ocasionar que quede atrapado su cuerno
posterior sufriendo una rotura longitudinal. La extensión de la rodilla en posición de
rotación externa del fémur sobre la tibia, hala al menisco externo desgarrándolo
transversal u oblicuamente

Origen de las meniscopatias:


• Meniscopatía degenerativa: Estas son las más frecuentes, y suelen ocurrir en
personas entre los 40-70 años. Se producen ya que a medida que la edad avanza. El

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tejido del menisco se vuelve más débil siendo mucho más propenso a la lesión. Este
tipo de meniscopatías se suelen producir por un traumatismo menor, por ejemplo,
bajando escaleras o levantándose en cuclillas.
• Meniscopatía traumática: Este tipo de meniscopatías tienen una incidencia en los
hombres y mujeres entre los 21 y los 30 años. Habitualmente ocurren en la práctica
deportiva, y suelen tener otras lesiones asociadas.
• Meniscopatía mecánica: Estas se producen debido a un mal funcionamiento de la
rodilla, ya sea por una deformidad o alguna mala adaptación. Por ejemplo, una
rotación excesiva de fémur o tibia, una mala pisada, una híper extensión continuada
de rodilla. Debido a esto y después de un tiempo se producirá una lesión del menisco.

Grados de meniscopatias:
• Grado 1: Cuando la lesión es menor y se localiza bien el foco lesionado.
• Grado 2: Cuando la lesión es mayor y existe una zona más afectada del
menisco.
• Grado 3: Cuando hay una rotura completa del menisco, en dos o más
fragmentos.

Sintomatologia:
• Dolor difuso, cuando hay inflamación en la rodilla o principalmente dolor en la
interlinea articular.
• Bloqueo articular, dificultad o incapacidad para extender o flexionar.
• Dolor al realizar giros.
• En ocasiones la sintomatología va disminuyendo con el paso del tiempo.

Diagnósticos de evaluación:

Maniobra de McMurray: En decúbito supino se flexiona la rodilla y se coloca el dedo


en el borde del menisco, seguido de una extensión en rotación interna y luego en
rotación externa. Si existe una lesión del menisco interno se notará un chasquido al
extender en rotación externa, y si existe una lesión del menisco externo el chasquido se
oirá al extender en rotación interna.

Maniobra de Apley: El principio de esta prueba es demostrar que, en una lesión


meniscal la movilidad articular con la articulación distraída no es dolorosa, mientras que
al comprimirla sí. Se realiza con el paciente en decúbito prono y se compara el dolor
que provoca la flexo-extensión con la rodilla a compresión con la rodilla a distracción,
todo ello imprimiendo un movimiento rotatorio a la pierna, internamente para explorar el
menisco externo y externamente para explorar el externo (el talón del paciente señala
el menisco explorado).

Busto Villarreal JM y cols. La maniobra se realiza con el paciente en decúbito prono y


se compara el dolor que provoca la flexo-extensión con la rodilla bajo compresión y con
la rodilla bajo distracción, al tiempo que se aplica un movimiento rotatorio a la pierna,

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medialmente para explorar el menisco lateral, y lateralmente para explorar el medial; el
talón del paciente señala el menisco explorado

Maniobra de Steinman I: Junto con las maniobras anteriores, ésta se utiliza para
valorar la integridad de los meniscos. El paciente se encuentra en decúbito supino con
la cadera y la rodilla en flexión a más de 90°, el explorador realiza rotación medial y
lateral de la pierna; si se presenta dolor es signo positivo para el menisco medial o
lateral según sea el caso.

Diagnóstico por imágenes


Radiografías: Debido a que un menisco roto o desgarrado está hecho de cartílago, no
aparece en las radiografías. Pero las radiografías pueden ayudar a descartar otros
problemas en la rodilla que causan síntomas similares.
Resonancia magnética (RM). Este estudio utiliza ondas de radio y un potente campo
magnético para producir imágenes detalladas de los tejidos duros y blandos dentro de
la rodilla. Es el mejor estudio por imágenes para detectar una rotura de menisco.

Artroscopia
En algunos casos, tu médico podría utilizar un instrumento conocido como artroscopio
para examinar el interior de la rodilla. El artroscopio se inserta a través de una pequeña
incisión cerca de la rodilla.
El dispositivo contiene una cámara muy pequeña y liviana, que transmite una imagen
ampliada del interior de la rodilla a un monitor. Si es necesario, es posible insertar
instrumentos quirúrgicos a través del artroscopio o a través de incisiones adicionales en
la rodilla para recortar la porción afectada del menisco o para reparar la rotura o el
desgarro.

Factores de riesgo
Realizar actividades en las que impactos sobre la rodilla o la giras con fuerza y
brusquedad te pone en riesgo de sufrir una rotura de menisco. El riesgo es
particularmente alto para los atletas, en especial los que participan en deportes de
contacto, como el fútbol, o en actividades en las que se impactos sobre la rodilla, como
el tenis y el básquetbol. El riesgo de sufrir una rotura de menisco también aumenta con
la edad, debido al desgaste de las rodillas.

Tratamiento quirúrgico:
Meniscectomía parcial o selectiva donde se extraen sólo los fragmentos dañados del
menisco. Necesita de un posterior programa de fisioterapia, refuerzo muscular y
reeducación propioceptiva.
Trasplante de menisco en casos donde se necesita una meniscectomía total, sin
embargo, los pacientes deben tener menos de 40 años, estar motivados, sin
inestabilidad ni artritis de rodilla.

Tratamiento
• Los factores a tener en cuenta son:

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• Tipo de rotura.
• Edad del paciente.
• Hábitos de vida.
• Lesiones asociadas (LCA)
• Estado general de salud del paciente.

Es importante también que el paciente tenga:


• Menos de 40 años.
• No padezca osteoartritis.
• No tenga una rodilla inestable.

Técnicas de tratamiento:
técnicas de terapia manual, dentro de las cuales la más destacable es el masaje,
aunque también se realizan técnicas de movilización pasiva y activo-asistida, técnicas
de inhibición de puntos gatillo, estiramiento muscular, movilizaciones, liberación
miofascial, etc. También nos ayudamos en nuestros tratamientos con técnicas
instrumentales como electroterapia, magnetoterapia, creoterapia, termoterapia,
hidroterapia, terapia de ultrasonido y laserterapia; hasta otro tipo de técnicas como
kinesiotape, o los ejercicios activos. Dentro de los diferentes tipos de ejercicios que
recomendamos a nuestros pacientes los ejercicios isométricos, por su beneficio en la
disminución del dolor3-4-5 como los ejercicios excéntricos, porque ayudan a mejorar la
fuerza y resistencia a nivel tendinoso. Como parte de nuestro tratamiento realizamos
también labores de educación del paciente en el manejo de su enfermedad o
afectación
FASE 1 de recuperación
• Crioterapia 10 minutos en rodilla
• Electroterapia: corriente interferencial 4000 Hz en forma de X en rodilla 15
minutos
• Ultrasonido pulsatil: rodilla 1MHz 0,8 W/cm2 8 minutos.
• Magnetoterapia antiinflamatorio 30 minutos
• Laserterapia 6J
• Drenaje linfático manual.
• Movilidad articular pasiva progresiva en los primeros días.
• Ejercicios propioceptivos.
• Aplicación de vendaje neuromuscular.

FASE 2 de recuperación
• Baños de contraste: Empezando con agua caliente (38ºC-44ºC) de 4-6 minutos y
acabando en frío (10ºC-20ºC) 1-2 minutos.
• Electroterapia rusa en cuadriceps, isquiotibiales, triceps sural, tibial anterior,
2500 Hz
15 minutos alternando dos grupos musculares por sesión.
• Ultrasonido pulsatil 0,9- 1,2 W/cm2 10 minutos en rodilla.
• Magnetoterapia regeneradora 30 minutos (cama magnetica)
• Laserterapia 8J.

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• Masoterapia estimulante en cuadriceps, isquiotibiales, gluteos, triceps sural y
tibial
anterior.
• Ejercicios de liberación y estabilización de la cabeza humeral.
• Movilización de columna lumbosacra con ayuda de la cincha terapéutica.
• Reeducación postural y del movimiento, a través del trabajo de propiocepción
utilizando en las primeras fases en el medio acuático.
• Fases de la marcha 1 y 2, en la reeducación propioceptiva.
• Trabajo en carga sobre superficies inestables.
• Aplicación de kinesiotape.

FASE 3 de recuperación
• Electroterapia estimulante 15 minutos
• Magnetoterapia de regeneración 30 minutos.
• Laserterapia 8J
• Masoterapia de activación muscular
• En primer lugar nos tenemos que asegurar que tiene un buen rango de
movilidad
articular que le permita la flexión y extensión y sin dolor.
• Trabajo de fuerza y resistencia del tren inferior, con el objetivo de tener una
musculatura preparada para la actividad física.
• Ejercicios progresivos donde solicitemos cambios de dirección, acompañados de
cambios de ritmo.
• Estiramiento miofascial del tren inferior y el tonco.
• Por ultimo ir introduciendo en el trabajo de campo con el equipo, primero sin
contacto
con otros jugadores para terminar teniéndolo.

Complicaciones
Una rotura de menisco puede causar inestabilidad de la rodilla, incapacidad para mover
la rodilla normalmente o dolor de rodilla constante. Podrías tener mayores
probabilidades de padecer artrosis en la rodilla lesionada.

Prevención:
Siempre es recomendable tener una preparación física adecuada pero no solo desde el
punto de vista aeróbico, sino que también desde el punto de vista de fuerza y
propiocepción. Hay que hacer un trabajo muy importante cuando se quiere realizar
algún tipo de deporte en forma permanente. Las lesiones de meniscopatía son más
frecuentes en personas que hacen actividad física en forma ocasional y con muy baja
preparación física.¿Cómo la alimentación puede ayudar?
Alimentación para post operados de meniscos
Durante la fase de recuperación se debe evitar consumir alimentos ricos en
azúcar y aumentar el consumo de alimentos ricos en proteínas para facilitar la
regeneración de los tejidos. También es indicado beber mucha agua para mantener el
cuerpo debidamente hidratado, lo que también es importante para mantener la
lubricación de las rodillas. Se debe evitar la comida rápida, refrescos y alimentos fritos

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para evitar el exceso de peso, que puede perjudicar la recuperación de esta
articulación.

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