GUERRA CIVIL

INTRODUCCIÓN: Tras la victoria del Frente Popular en las elecciones los grupos de derecha y de izquierda
querían acabar con las instituciones. A las derechas extremas con el apoyo de Mussolini, se sumó el ejército.
Los generales más importantes fueron Mola, Goded, Queipo de Llano y Cabanellas. La participación de
Franco no estuvo clara hasta el final. También colaboraron diputados de la CEDA como Serrano Suñer.
No se pensaban empezar una guerra civil; sino una actuación rápida y violenta para establecer una dictadura.
Militares sospechosos habían sido trasladados (Franco a Canarias) y otros sancionados (Varela). Se
sospechaba de Mola, y el error del gobierno fue no prever la magnitud del golpe, aunque tampoco esperaban
una guerra civil. Había dos bloques políticos enfrentados: El Frente Nacional, conservadores católicos,
monárquicos, y extrema derecha; y El Frente Popular, socialistas, comunistas, nacionalistas, republicanos y
anarquistas. El ejército comenzó a conspirar contra el Frente Popular, pero sus planes se adelantaron por la
destitución de Alcalá Zamora y el asesinato de Calvo Sotelo.
DESARROLLO: SUBLEVACIÓN DEL 18 DE JULIO DE 1936. Se inició en Marruecos el 17 de julio y Franco
asumió el mando, que se sublevó sin dificultades en Canarias y se trasladó a Marruecos en el Dragón Rapide.
Al día siguiente, se extendió a la península. La sublevación triunfó en Marruecos, Navarra, Sevilla, Galicia,
Canarias, pero en Madrid, Valencia y Barcelona estuvo muy mal organizada y fracasaron.
País Vasco se dividió: Álava estaba a favor y Vizcaya y Guipúzcoa en contra ante la promesa de la concesión
del estatuto. Algunos núcleos de resistencia (Alcázar de Toledo) en Jaén, mantuvieron a los republicanos.
LAS CONSECUENCIAS: España quedó dividida en dos. El pronunciamiento había fracasado, mientras que los
sublevados tenían al ejército de África, la flota y la aviación, el Frente Popular tenía las ciudades más
importantes, la industria y el oro del banco de España. Casares-Quiroga no quiso repartir armas a la población.
Tras su dimisión, Martínez-Barrio intentó evitar la guerra con un acuerdo, pero Mola y Largo Caballero no
aceptaron esto. El 19 de julio se formó un gobierno presidido por Giral, que repartió armas.
INTERNALIZACIÓN DE LA GUERRA. La guerra fue un conflicto entre españoles, pero se internacionalizó.
Los sublevados recibieron ayuda de Hitler, como la intervención de la Legión Cóndor (bombardeo de
Guernica). La intervención de Italia fue más activa y numerosa que la alemana, Portugal suministró ayuda
logística, diplomática y económica. Gran Bretaña y EEUU ayudaron indirectamente, apoyando las iniciativas a
favor de la no intervención, al ver la posibilidad de que se extendiera la guerra y el comunismo. El Vaticano
apoyó a Franco al ver el conflicto como una Cruzada.
La URSS fue el principal apoyo de los republicanos. Sin embargo, esta ayuda tuvo que pagarse con el oro del
Banco de España. La URSS y algunos líderes comunistas crearon las Brigadas Internacionales, que
intervinieron en la defensa de Madrid. Hubo unos 60.000 voluntarios de distintas nacionalidades. México ayudó
a los republicanos, y Francia fue el primer país que intervino a favor del gobierno, pero luego crearon el Comité
de la No Intervención, para prohibir la exportación de cualquier material a España, pero acabaron permitiendo el
paso de suministros y de españoles que huían. Destacaron las actividades de la Cruz Roja, que envió
alimentos y material sanitario y proporcionó comunicación entre las familias divididas.
EJÉRCITOS: En el bando republicano se formaron las milicias populares, del que se fue creando la “brigada
mixta”, un mini ejército. Cataluña se organizó independientemente y la “columna de hierro” de Teruel se negó
a aceptar la militarización.
El bando franquista estaba formado por profesionales y los generales ejercían el mando. Se crearon los
“alféreces” y “sargentos provisionales”, que demostraron una gran capacidad de maniobra al ser instruidos por
alemanes.
FASES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939). DEL PASO DEL ESTRECHO A LA BATALLA DE MADRID. Los
sublevados consiguieron el control de la mitad del país. El ejército de África, con ayuda de Alemania e Italia,
conquistó gran parte de Andalucía y Extremadura. La conquista de San Sebastián aisló a los republicanos en
el norte. No obstante, fracasaron en Madrid, y posteriormente se intentó la toma en las batallas de cerco.
El fracaso del pronunciamiento transformó el enfrentamiento en una guerra civil. El Estado logró a duras penas
resistir a los sublevados y Franco adquirió todos los poderes civiles y militares.
DE LA BATALLA DEL NORTE A LA DE TERUEL. El elemento simbólico de esta fase es el bombardeo de la
Legión Cóndor sobre Guernica en 1937. Los nacionales conquistaron Bilbao, y más tarde Santander y
Asturias. Los republicanos se centraron en disminuir la presión en el norte a través de ofensivas en Brunete y
Belchite y tomaron Teruel, pero volvió a caer en manos de los franquistas. El gobierno de Burgos organizó un
Estado militarizado al servicio de Franco. El frente Republicano intentó organizar un ejército regular, pero
fracasaron.
BATALLA DEL EBRO. Los republicanos quedaron divididos en Barcelona, con el general rojo; y en Madrid,
con el general Miaja. A pesar de que daban la guerra por perdida, lanzaron su última gran ofensiva en la
Batalla del Ebro, la más sangrienta de toda la guerra. Esta batalla destrozó al Ejército popular y el objetivo era
ganar tiempo esperando a que les ayudaran otros países, pero la Conferencia de Múnich puso fin a sus
esperanzas.
BATALLA DE CATALUÑA Y FIN DE LA GUERRA. La ofensiva nacional en Cataluña fue brillante y Barcelona
cayó en 1939. Manuel Azaña se exilió con el gobierno a Francia.
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Segismundo Casado tomó el poder e intentó negociar la paz con Franco, pero este no aceptó y exigió la
rendición. Sus tropas entraron en Madrid el 1 de abril de 1939 y firmó el fin de la guerra.
CONSECUENCIAS DE LA GUERRA. Durante unos años no estaban claras las víctimas de la guerra ya que
represiones del enemigo, encarcelamientos, destierros, exilios…
REPRESIÓN DE AMBOS BANDOS. ambos bandos practicaron la persecución los contrarios. El caos político
provocó la muerte de Melquiades Álvarez y de líderes de falange como José Antonio Primo de Rivera en
Paracuellos del Jarama. El bando nacional generó más víctimas si se incluye la posterior represión de Franco.
También fueron asesinadas personas como Federico García Lorca y Companys.
REFUGIADOS Y EXILIADOS. Los republicanos tuvieron que abandonar sus hogares atemorizados por las
represalias, y se concentraron en el Levante y Cataluña. Medio millón de españoles cruzaron a Francia,
permitiendo el paso de civiles y de soldados. Los refugiados fueron conducidos a campos de concentración
improvisados en las playas. En pocos meses volvieron la mitad de los refugiados a España, el resto se
quedaron en el exilio. Algunos se unieron al ejército francés y otros fueron detenidos por los alemanes y
trasladados a los campos de exterminio. Otros embarcaron hacia América Latina la URSS.
BALANCE DEMOGRÁFICO Y ECONÓMICO: Las pérdidas demográficas superaron el millón de habitantes, sin
sumar el exilio de intelectuales, que retrasó el desarrollo de España. Se volvió a una estructura agraria. Al
endeudamiento del país por la guerra hay que sumarle la pérdida del oro del Banco de España.
Todo esto hundió la renta nacional y el hambre se apoderó de España.
CONCLUSIÓN: Se sigue debatiendo sobre las pérdidas humanas causadas por la guerra civil,
aproximadamente medio millón, donde se incluyen las muertes por la guerra y por las actividades represivas.
Otra cifra que debe valorarse es la de los emigrados políticos, el exilio republicano. Las cárceles franquistas se
llenaron de personas acusadas por delitos políticos. El avance cultural y educativo conseguido entró en quiebra.
Las consecuencias en el terreno económico fueron: la disminución de la población activa y la caída del nivel de
renta. Las consecuencias políticas fueron: el final de la democracia, la falta de libertades y de derechos, y la
instauración de una dictadura de derechas conservadora, basada en la represión y el control.