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UNIDAD I

 Millan Puelles – Cap II “El ámbito del saber filosófico”.


 Pieper – Cap II “Que significa filosofar”.
 Reale G. – “La Biblia y su mensaje”.
 Video Carlos Lasa – “¿Para qué sirve la filosofía?”.

Puelles – capitulo 2: “El ámbito del saber filosófico”.

El conocimiento filosófico puede ser considerado desde dos puntos:

1. Externo: según el cual se le relaciona y enfrenta a las demás especies de conocimientos.


2. Interno: refiere a la propia organización o estructura de la filosofía como un conjunto divisible en partes.

Filosofía, fe y teología:

La filosofía limita con la fe y la teología, con las llamadas “ciencias particulares”.

La fe concierne de manera propia e inmediata al entendimiento humano, ya que creer y no creer son actos que solo la
facultad intelectiva puede realizar, pero no significa que el entendimiento verifique el acto de creer sin necesidad de
ninguna ayuda y condición, ya que es el entendimiento quien tiene la facultad de asentir o disentir cualquier
proposición.

El hecho de que una proposición no sea evidente, no significa que sea evidente su falsedad. Es por eso que se
propone a título de CREENCIA, el creer es un acto del entendimiento, pero el querer creer concierne a la
VOLUNTAD.

La fe y la filosofía coinciden en tener lugar en el entendimiento, pero difieren en la manera en como tienen ese lugar.
Sin embargo, no constituyen una contradicción ya que una verdad filosófica no puede oponerse a otra revelada.

La filosofía se origina de forma puramente natural y humana y su objeto son las verdades asequibles a nuestra
capacidad intelectiva, sin la mediación de lo divino, su resolución es exclusivamente sobre la propia razón humana. La
fe se origina por una especial iluminación, requiere que sus verdades sean reveladas y que Dios mueva la voluntad que
se determina a creer, su objeto son las verdades que no se nos pueden presentar como evidente, tiene su garantía está
en la autoridad divina.

La teología sobrenatural, a diferencia de la filosofía, supone la fe (fe en acepción objetiva como conjunto de datos
revelados y en su sentido subjetivo como vivencia o habito de creer en esos datos) pero en este sentido no puede ser
tomada como ciencia por no ser tomados como ciertos sus principios. La teología filosófica si lo es, ya que tiene
principios ciertos, mismos que la metafísica, puramente naturales, el filósofo no conoce a dios más que bajo ese
mismo nombre, y conocer una cosa como causa de otra no es conocerla de manera absoluta, de

Esta manera, lo que actúa de causa principal de la conclusión teológica son los artículos de la fe, y las verdades de la
mera razón valen como instrumento de su servicio. Es por eso que para la teología, la filosofía más idónea es la que
intrínseca y naturalmente cumpla mejor su oficio, ya que lo que el teólogo pretende no es demostrar la revelación, sino
extraer de ella todas sus posibles consecuencias.

Filosofía y ciencias particulares:

Hubo un tiempo en el que la filosofía era la unidad de conocimiento humano (en la Edad Antigua) y se distinguía el
“conocimiento vulgar” y el “conocimiento filosófico”. Además, se subdividió la esfera filosófica en “filosofía
primera” y “filosofías segundas”.

 Filosofía primera: era la forma más perfecta de las ciencias, se ocupaba de todo “ente en tanto ente” sin
restricciones de ninguna especie. (analiza el ser en sí mismo).

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 Filosofías segundas: eran modalidades “relativas” de la noción de ciencia, formas imperfectas, declinadas, se
restringían, no indagaban las consecuencias, ni las causas universales, sino únicamente a sus respectivos objetos.
(analiza el ser en el hombre).

Con la aparición de la teología de la fe, el organismo se reagrupo de otra manera. La división fundamental consistió
en distinguir los conocimientos puramente racionales, de los que connotaban un origen sobrenatural y especialmente
divino. En la Edad Media, la mayoría de los pensadores reunían y armonizaban sus obras en; la ciencia filosófica y la
teología de la fe.

En la Edad Moderna hubo mayor fractura y desmembración del saber humano, cada grupo o conjunto de
conocimientos tiene de una forma exclusiva el verdadero título de ciencia. Además, hay un formidable desarrollo de
los conocimientos especializados, por eso el hombre “de ciencia” tiende a olvidar o desconocer la significación de la
filosofía.

La filosofía entonces, es el estudio del ente en tanto ente, pero se sigue llamando filosofía a ciencias tales como la
ética o la psicología especulativa, que refieren a un determinado sector de la realidad, no al ente en cuanto ente, pero
se habla también de filosofía de la historia o filosofía del derecho, donde resulta que la especialización del saber no es
lo que hace a este diferenciarse de la filosofía. Estas ciencias se distinguen de la filosofía primera pero no constituyen
una ciencia enteramente independiente de esta. Y, por el contrario, las demás ciencias son particulares y pretenden
constituirse de manera meramente autónoma.

Las ciencias estrictamente particulares necesitan algunas condiciones para entrar en el riguroso concepto de ciencia:

1. La referencia u orientación al ser (carácter ontológico).


2. La certeza engendrada por el conocimiento de las causas.
3. El sentido de la totalidad de la realidad.

Trabajo practico:

Puelles explica que la filosofía y la fe convergen o limitan en un mismo campo. La fe importa al entendimiento
humano. Creer y no creer son actos que solo la facultad intelectiva puede realizar, lo cual no significa que el
entendimiento verifique el acto de creer sin necesidad de ninguna ayuda y condición (el creer es un acto del
entendimiento, pero el querer creer concierne a la voluntad).

Según el citado autor, las proposiciones filosóficas bastan con ser verificadas, pero aquellas que atañen a la verdad
divina son cuestión de creencia/fe.

La filosofía se origina de manera natural y humana en el entendimiento, es decir, en la razón humana. En lo referido
a la fe, requiere de ciertas “revelaciones”, siendo su objeto una constitución de verdades que van más allá de la
capacidad de comprensión del individuo.

La filosofía, en cambio, se basa en resolución sobre la propia razón humana, en tanto que la fe tiene su última y
definitiva garantía en la autoridad divina, por eso es que no pueden encontrarse en la misma persona respecto de una y
la misma verdad, aunque ambas no constituyan una contradicción.

Pieper – “¿Qué significa filosofar?”

Guía de lectura:

¿Qué se pregunta en el Cap. II? ¿A dónde llega el hombre que filosofa en tanto trasciende el mundo del trabajo?

¿Qué significa “ser viviente quiere decir: ser en el mundo”? La expresión “en” conlleva una relación con el mundo
en que se está, las cosas “junto a” y “con” las cuales se está, un objeto inerte está en – con – junto a otras cosas en el
mundo, pero no tiene realmente una relación con el mundo en el que está (mundo equivale a campo de relación).

¿Qué jerarquización o gradación de lo viviente se realiza? ¿Según qué criterio?

1° mundo: campo de relación, más relación, más interioridad del ser.

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2° animal: mundo circundante, conoce sensiblemente.

3° planta: solo tiene amplitud espacial por contacto.

¿Qué significa mundo circundante? Es el mundo del que es omitido algo, un medio recortado al que los animales
están adaptados y a su vez encerrados, es un mundo limitado.

¿Qué critica hace Pieper a la antropología biológica de UEXKUL? Según Uexkul, nuestro mundo humano “no
puede pretender de ningún modo ser más real que el mundo de percepción de los animales”, pero para Pieper, si los
humanos y los animales son semejantes, limitados a su propio mundo, no sería posible hacer investigaciones sobre los
mundos circundantes en general.

¿Qué es el conocimiento espiritual? Es el poder de ponerse en relación con la totalidad de las cosas existentes.

¿Qué importancia tiene en la tradición occidental la intuición de Aristóteles “el alma es en el fondo todo lo
existente”? El alma es todo en cuanto que, conociéndose, puede ponerse en relación con la totalidad de los seres; el
alma espiritual (para santo tomas) está esencialmente dispuesta para convenir con todo lo existente.

¿Cómo se entiende en la filosofía antigua la relación espíritu/realidad? ¿Qué filósofos son nombrados? ¿Qué
relación tiene esto con el ser y la verdad? “Tener espíritu”, “ser espíritu” y “ser espiritual” significa existir en medio
de la realidad en su conjunto, a la vista de la totalidad del ser. Espíritu y realidad son un conjunto, no se puede tener
uno sin el otro.

Los filósofos nombrados son Platón, Aristóteles, San Agustín y Santo Tomas.

No solo es esencial al espíritu que su campo de relación sea la totalidad de las cosas existentes, sino que pertenece
también a la esencia de estas el encontrarse en el campo de relación del espíritu.

¿Qué significa intimidad? ¿En qué sentido constituye la esencia del espíritu junto con el poder de relación? A
una mayor capacidad de relación corresponde un grado más alto de intimidad.

Donde es alcanzado un grado definitivo de “amplitud del mundo”, se alcanza también el nivel más alto del
fundamento en sí mismo, propio del espíritu.

¿Con que termino tan gastado por nosotros se designa en la tradición occidental al ser espiritual? Según la
tradición occidental, tener espíritu, ser espíritu y ser espiritual, significa: existir en medio de la realidad en su
conjunto, a la vista de la totalidad del ser. El espíritu no vive en un mundo o en su mundo, sino en EL mundo. El
hombre es un ser abierto al mundo, porque el poder de tener mundo es precisamente el espíritu, ya que el espíritu es
según su esencia para poder captar el mundo.

¿Qué relación hay entre totalidad y esencia? El mundo del hombre es la realidad en su conjunto, el hombre vive en
el medio y a la vista de la totalidad de las cosas existentes. (No es solo la totalidad de las cosas, sino al mismo tiempo
la esencia de las cosas aquello por lo que se constituye el mundo coordinado al espíritu).

¿Qué se entiende por mundo del hombre? Es la realidad en su conjunto.

¿Es esencial al humano su corporalidad? El cuerpo es un vehículo del alma.

¿En qué consiste ser humano? El hombre NO es espíritu puro, pero el hombre verdadero es el alma espiritual (esta
opinión no tiene apoyo en la enseñanza tradicional clásica del occidente cristiano). Santo tomas de Aquino propone la
siguiente objeción “el fin del hombre es la perfecta semejanza con Dios, pero a Dios, que es incorpóreo, se asemeja
más el alma separada del cuerpo que unida a él. Y, por tanto, las almas en estado de beatitud final estarán separadas de
los cuerpos.” (Para él, el hombre verdadero es el alma espiritual).

Entonces, si el hombre esencialmente no es sólo espíritu, si es un ser en el que se unen los ámbitos de ser de la vida
vegetal, animal y espiritual, entonces el hombre no vive tampoco esencialmente de cara a la realidad en su conjunto,
sino que su campo de relación es un ensamblaje de mundo y mundo circundante.

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¿Qué significa filosofar? ¿Qué significa preguntar filosóficamente? Filosofar significa experimentar que el
cercano mundo circundante de los días corrientes, determinado por las finalidades inmediatos de la vida, puede ser
conmovido, más aun, tiene que ser conmovido constante y rencuadamente por la llamada intranquilizadora del mundo,
de la realidad total que espejea las imágenes esenciales eternas de las cosas.

Dirigir la mirada a la totalidad del mundo.

Lo propio y distintivo de una cuestión filosófica es que no puede ser planteada, ni sobrepasada, ni contestada sin que
al mismo tiempo entren en juego Dios y el mundo.

Trabajo practico:

Pieper aporta cierta importancia a la fe y la religión cristiana ya que cree que donde no hay lugar para la creación y
la contemplación artística, donde no puede crecer lo religioso, ni hay conmoción por el eros y la muerte pierde su
profundidad y se banaliza, ahí tampoco florecen el filosofar y la filosofía, es decir, que a quienes no integren una
religión les será mucho más difícil situar su cosmovisión en el saber filosófico. Como así también, afirma que la
verdadera filosofía se apoya en la fe, en que la verdadera riqueza del hombre no consiste en saciar sus necesidades, ni
tampoco en que lleguemos a ser “señores y poseedores de la naturaleza”, sino que seamos capaces de ver, como dice
la antigua filosofía, el orden de la totalidad de las cosas existentes.

Josef Pieper en “El ocio y la vida intelectual”, en los apartados I y II, refiere permanentemente a nociones que se
hallan íntimamente ligadas entre sí a la hora de pensar el quehacer filosófico: ocio, trabajo y conocimiento. ¿Qué
aspectos de estos tres conceptos obstaculizan y cuáles habilitan la elaboración de un sentido propio para la filosofía
que aporte a pensar y valorar la vida humana en una perspectiva no servil?

Piper al hablar del trabajo dice que no se trabaja por el hecho de vivir, sino que se vive para trabajar. Se cuestiona si
verdaderamente trabajamos para vivir o si lo hacemos para no tener ocio, ya que toma al ocio como el punto al
rededor del cual gira todo, y toma al trabajo como un concepto antropológico del modelo humano universal, es decir,
como una concepción del ser del hombre en general y en la interpretación de la existencia humana en general.

En cuanto al trabajo, observa que ha conquistado todo el territorio del quehacer espiritual, sin excluir los dominios
de la educación filosófica, agregando la teoría de Kant que entiende al conocimiento y el filosofar como trabajo.
Coincide en que el conocer en general y el conocer filosófico en especial no es posible sin la actividad del trabajo del
espíritu, es decir, que, si se quiere conocer, se debe filosofar y viceversa, ya que en la filosofía rige la ley de la razón y
no la intuición.

Reflexionamos, acorde a lo leído y al día a día, que “el mundo del trabajo” absorbe al individuo de tal manera que le
resta tiempo en otras cuestiones. Lo cual se consideraría un aspecto negativo. A su vez, el entorno en el que nos
encontramos, también nos permite cuestionarnos, preguntarnos sobre temas que llamen nuestra atención, por lo que
generamos -inconscientemente- un ámbito filosófico, para el filosofar, llevándonos a positivizar esta cuestión.

Según Pieper, el espíritu humano es limitado. Nunca vamos a poder conocer las cosas en su totalidad, aunque vamos
progresando en la certeza, pero esa certeza no es agotable, siempre hay más. Es por eso que Dios es el único espíritu
absoluto.

Las cosas son verdaderas en tanto son cognoscibles para nosotros en su ser.

G. Reale – “la elaboración del mensaje bíblico y el filosofar desde la fe”

Trabajo practico:

Reale establece que la visión general de la realidad y del hombre implica una serie de ideas fundamentales que
también poseen importancia filosófica de primer orden. Después de la difusión del mensaje bíblico, cree que solo
podrán adoptarse tres posturas: filosofar desde la fe (creyendo), filosofar tratando de distinguir entre el ámbito de la
razón y el de la fe (creyendo), y, por último, filosofar desde afuera, contra la fe (no creyendo). Por eso, el horizonte
bíblico continuó siendo estructuralmente imposible de superar.

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Las tres principales ideas con relevancia filosófica: monoteísmo (se plantea la cuestión de un solo Dios o de varios);
creacionismo (cómo y por qué los muchos se derivan del uno y lo finito de lo infinito); antropocentrismo (hombre
como privilegiada criatura de Dios).

VIDEO – Carlos Lasa “¿Para qué sirve la filosofía?”.

Lasa afirma que la filosofía no sirve para nada. Sostiene que hay un solo conocimiento que sirve para algo, este
conocimiento es el tecnocientífico (conocimiento que permite transformar algo; un saber para hacer algo). Este tipo de
conocimiento es exclusivo y excluyente. Pero en occidente no siempre se lo consideró de esta manera.

Para los griegos había un saber que permitía hacer cosas, un saber ordenado. Un saber al que le importa la perfección
del objeto realizado, no quien lo realizó.

Según Aristóteles, hay acciones transeúntes (aquellas que se originan en uno y terminan en un objeto diferente a
uno), y acciones inmanentes (comienzan, permaneces y terminan en uno). Un ejemplo de acción inmanente es el acto
de pensar; lo pensado queda en mí, me perfecciona a mí. Estos actos inmanentes deben ser ordenados al bien propio
del hombre.

El saber que permite obrar bien para alcanzar el propio bien fue denominado por Aristóteles como “phronesis”, es
decir, la moral. La sociedad debe ordenar sus conductas hacia el bien.

Hasta aquí se presentaron dos formas de saber: saber hacer y saber obrar.

Aristóteles habla de 4 formas de conocimiento: techne, phronesis, ciencia y sabiduría o filosofía primera. En la
época medieval se agrega una 5ta forma: la teología. De esto se deduce que no siempre en occidente se consideró el
saber hacer como exclusivo y excluyente.

La filosofía primera (o metafísica) es la respuesta al querer conocer, a preguntarse por la unidad de toda la realidad.
Nadie puede conocer la parte si no es a la luz del todo.

¿A partir de cuándo se redujeron los conocimientos a solo el “saber hacer” declarando como inútiles los demás
saberes? En el siglo XVII, Descartes y Bacon buscaron un conocimiento seguro, llegándose al mismo por medio del
método inductivo o deductivo. La finalidad del mismo es la transformación de la realidad.

Si los griegos veían que la finalidad del hombre era alcanzar la plena sabiduría, para Descartes y Bacon el hombre
tenía el rol de ser “fabricante” del saber.

UNIDAD II

 Millan Puelles: Cap. XVI “el objeto de la metafísica”.


 Cap. XVII “analítica ontológica”.
 Cap. XVIII “teoría metafísica del conocimiento”.

Cap. XVI “el objeto de la metafísica”.

El concepto y división de la metafísica:

La forma común a todos los objetos del entendimiento es el carácter del “ente” que cada uno de estos, a su modo,
tiene. El estudio del ente en cuanto ente suele ser designado con los nombres de “filosofía primera”, “metafísica” y
“ontología”.

La denominación “filosofía primera” que se encuentra en Aristóteles, es posterior a todas las disciplinas filosóficas,
con excepción de la ética o filosofía moral. La primacía que corresponde al estudio del ente en cuanto ente es la de su
valor y dignidad con relación a todas las demás ciencias, las cuales se subordinan a ella de la misma manera que todo
ente determinado se subordina al ente en general.

La palabra “metafísica” se ha consagrado como expresiva de una ciencia supra empírica, que trasciende el dominio
de lo material y lo sensible, es lo real transfísico. Tiende a plantearse ciertas cuestiones que trascienden el campo de

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todo conocimiento empírico. Su objeto material lo constituyen todos los entes, y su objeto formal lo constituye el ente
en cuanto ente, es decir, la entidad o carácter de ser que todos los seres tienen, cada cual a su modo y manera, este es
material, inmutable e insensible, por lo que si se quita el ser, no queda nada.

Por ultimo. “ontología” se enfoca en el estudio del ente en general y no designa, en efecto, otra cosa que el estudio
del ente, la ciencia del ser.

Todo ente, puede ser en principio estudiado de dos formas distintas: en sí mismo y en tanto que objeto de
conocimiento. Las ciencias particulares no estudian las cosas de este segundo modo, e poder ser objeto de
conocimiento no es nada que convenga a una determinada clase de seres, sino que afecta a todo ente, y por ello mismo
la metafísica deberá examinarlo.

La parte de la metafísica que estudia causalmente la entidad puede denominarse teología, y de este modo, la
metafísica puede considerarse articulada de la siguiente forma:

1. Ontología general: consiste en la parte descriptiva.


2. Teoría del conocimiento.
3. Analítica ontológica: estudia las divisiones fundamentales del ente.
4. Teología natural: explicación causal de la entidad.

La descripción del ente (ontología en general):

El ente en cuanto ente no es susceptible de verdadera definición, aunque nuestra idea del ente admite de hecho una
cierta descripción o análisis conceptual.

A. La descripción de los aspectos constitutivos del ente:

Desde el punto de vista gramatical, ENTE es el participio de presente del verbo SER, en su sentido más radical,
ENTE quiere decir EXISTENTE (actual o posible).

La esencia y la existencia son elementos constitutivos del ente ya que esta articulación de ambos factores explana de
algún modo la noción de entidad.

EXISENCIA es un cierto ser o estar fuera, esta exterioridad ha sido tradicionalmente referida a las causas y a la
nada, lo que aún no está fuera de sus causas, no es todavía existente. Es decir, es aquella exterioridad por la que el
hombre, lejos de bloquearse o clausurarse en si mismo, está abierto a las cosas. El ente o existente es lo que existe o
puede existir. La existencia interviene como algo determinante, tiene existencia, todo aquello que no es un mero ente
de razón.

ESENCIA interviene en el como algo determinado, Se emplea en virtud de que todo lo limitado tiene un “modo de
ser”, esto equivale a la esencia, cuya existencia no es absolutamente necesaria.

B. La descripción del ente por sus aspectos consecutivos:

Para manifestar o describir al ente por sus aspectos consecutivos es necesario que haya algo que tenga estas dos
condiciones:

1) No hallarse incluido en el concepto de ente. 2) Ser una necesaria derivación suya.

Conceptos trascendentales no es igual al de las propiedades del ente:

Conceptos trascendentales son 5; COSA – UNO – ALGO – VERDADERO Y BUENO.

Propiedades del ente son 4; UNO – ALGO – VERDADERO Y BUENO. Solo ellos muestran aspectos o
modalidades no explícitos en el concepto mismo de entidad.

El ente como lo uno: significa que cada ente es intrínsecamente indiviso, uno. Su más típico representante es
Parménides, según el cual toda la diversidad es impensable por suponer el no-ser, que es inexistente. Si un ente se

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divide deja de ser lo que era, y cada una de las partes resultantes únicamente es en cuanto UNA, ya que si a su vez se
la divide, cesa también de ser.

El ente como algo: el ente se manifiesta como algo en tanto que es aquello que se opone al no-ente. Algo significa
“otro qué”, un ente determinado es otro que respecto de todos los demás entestes determinados, y el ente en general (el
ente en cuanto ente) es, respecto del no – ente en absoluto.

El ente como verdadero: lo verdadero y lo falso se dicen de la intelección, no de las cosas, o sea, en tanto puedan
ser objeto de conocimiento intelectual. Todo ente es algo verdadero en el sentido de que posee una aptitud esencial
para ser el objeto de una verdadera intelección, lo que equivale a decir que, en principio, todo ente es inteligible.
(inteligible = radicalmente abierto al entendimiento). Se denomina “verdad ontológica causal” a la relación que un
ente guarda con el entendimiento por él determinado, y “verdad ontológica formal” a la que tiene un ente con el
entendimiento que lo determinó o con aquel al cual se identifica.

El ente como lo bueno: de la misma manera que no hay ninguna cosa absolutamente falsa, tampoco la hay que sea
absolutamente mala, es decir, incapaz de ser término de una volición. Se entiende a la bondad en su alcance
propiamente ontológico, se trata de “agrado” o “satisfacción” que todo ente, por el hecho de serlo, radicalmente lo
tiene. Todo lo apetecible tiene el carácter de ente, ya que para “poder ser apetecido” es preciso primero “poder ser”.

El primer principio metafísico:

Se llama primero en el sentido de ser aquel principio que no se fundamenta en ningún otro, pero hay contradicciones.
La posibilidad de un primer principio metafísico, depende así de que haya dos ideas totalmente primarias e
irreductibles.

El primer principio metafísico consistirá por ello en la formulación de la mutua irreductibilidad de aquellas dos
nociones que sean enteramente primarias, estas son las de “ENTE” y “NO-ENTE”. Tiene como preposición “el ente
NO ES el no-ente” y se denomina como el “PRINCIPIO DE NO CONTRADICCION”.

Es decir, no es negar que el que el ente sea el no ente, sino representar al primero como opuesto al segundo. Probar
negativamente algo es probar que no puede ser verdadero aquello que le es contradictorio, es decir, explana
judicativamente la propiedad ontológica que se denomina “algo”. Este principio cobra fundamental importancia a la
hora de comprender la realidad ya que sostiene que es imposible que algo sea y no sea a la vez, por ejemplo: es
imposible que la lluvia sea lluvia y no lo sea a la vez, pero esto se da sólo si hablamos en un tiempo determinado y en
un mismo sentido, ya que cambiaría por ejemplo si yo dijese; la lluvia moja pero yo no me estoy mojando, ahí sí sería
una contradicción pero no bajo un mismo atributo.

Sin negar el valor de este principio, puede decirse que no es el primer principio metafísico si realmente hay otro que
en una forma más inmediata se deriva de la noción de ente. En estos términos el primer principio metafísico sería el
formulado como: “EL ENTE ES EL ENTE” y denominado como el “PRINCIPIO DE IDENTIDAD”. Y lo seria ya
que es un juicio previo al del principio de contradicción, ya que significa que el ente no está dividido de si propio, que
es uno consigo mismo, lo cual, por cierto, implica más ideas que las contenidas en el principio de no contradicción.

Además, hay un principio derivado llamado “PRINCIPIO DE TERCIO EXCLUSIVO”, según el cual no hay
medio entre el ente y el no-ente, pero no es muy distinto del principio de no contradicción, ya que no existir medio
entre el ente y el no-ente no significa otra cosa, sino que no hay nada que sea a la vez dos; pero esto es, por cierto, lo
mismo que se dice cuando se niega que el ente sea el no ente.

Acto y potencia:

El ente es aquello a lo que compete el existir, lo que tiene o puede tener la existencia, un ente limitado seria, algo
que tiene o puede tener la existencia limitadamente. Pero la existencia puede ser limitada por algo distinto de ella, es
por eso que, para poder tener (no para poder ser) la existencia, lo necesario es no consistir en ella. Pero si la existencia
es limitable por aquello ismo que la puede tener, no es imposible el ente limitado.

Lo que contradice al “poder tener la existencia” es el “no poder tenerla”, no la existencia misma. De aquí nace la
distinción entre el ACTO y la POTENCIA de existir. Esta potencia no es irreal cuando no se da aquel acto; es real
en tanto que potencia.

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Lo que posee de hecho el acto de existir no es el existir mismo, aunque tampoco es inexistente, puesto que tiene ese
acto. Todo ente limitado y actualmente existente consta, del acto de existir. Acto significa ACCIÓN, pero también
puede significar lo que, mediante la acción, resulta hecho, acabado o logrado.

Es la potencia real lo que permite resolver el problema del ente limitado, y por lo mismo, el del no ser relativo, sin
violentar el principio de no contradicción. Ya que no es lo mismo “no existir” que “no poder existir” ni tampoco
“existir” y “poder existir”. Potencia significa PODER, es por eso que constituye el poder-hacer, solo se enfoca en la
operación.

Entonces, acto y potencia aparecieron como dos inflexiones de la existencia; una como poder-tenerla y la otra como
el hecho mismo de existir en tanto que efectivamente poseído (potencia de existir). La potencia procede al acto, ya que
la potencia se ordena esencialmente a él.

Cap. XVII – “Teoría metafísica del conocimiento”.

1. ¿Por qué preguntarnos si el entendimiento humano “puede ser actualizable por la verdadera realidad de
las cosas” es una pregunta que no tiene sentido plantear? ¿Qué significa “ser actualizable” respecto al
entendimiento?

Es la filosofía primera la que se encuentra en condiciones de aclarar la significación del conocimiento como potencia
o manifestación del ente en nuestra capacidad intelectual (facultad intelectiva apta para ser utilizada por cualquier
entidad). La teoría metafísica del conocimiento humano presenta dos extremos de un problema, ente y entendimiento
humano, ambos asumidos en su dimensión universal: el ente como algo común a todos los entes, y el entendimiento
humano como actualizable por cualquiera de ellos.

Nuestro entendimiento es esencialmente apto para su propio fin, a su vez, es susceptible de errores.

“Ser actualizable” es conocer la verdad. Respecto a esto último, la mente puede encontrarse en potencia (completa
falta de actualización) o en acto.

2. ¿Es pertinente preguntarse por el criterio para saber cuándo tenemos conocimiento certero (verdad)?

Todos los métodos y cautelas de la ciencia, implican la fundamental certeza de que la verdad es posible. Por lo que,
plantear la autocrítica del conocimiento como el problema de si es este capaz de alguna verdad y certeza, constituye
una ingenuidad superlativa.

La teoría metafísica del conocer es un saber esencialmente polémico, basado en el “supuesto” de veracidad de las
potencias cognoscitivas (posibilidad de que éstas capten lo efectivo o real).

Una idea que entra continuamente en juego en la metafísica del conocer es la de la «verdad» como propiedad de la
efectiva actualización del entendimiento humano por lo que las cosas (aprehendidas) son.

3. ¿En qué se diferencia la verdad ontológica de la verdad lógica? ¿Qué es un juicio?

La verdad ontológica (trascendental) es una propiedad del ente, constituyente de algo inteligible por su carácter
entitativo. (verdad ontológica cap. XVI).

En tanto que la verdad lógica (del conocimiento) corresponde a una sola clase de entidades, las mismas
intelecciones reales que tienen por objeto lo que las cosas son. Es la adecuación del entendimiento con la cosa por él
aprehendida, dicha adecuación es una con-formación (el entendimiento, cuando su acto goza de la propiedad de la
verdad, adquiere la misma forma que la cosa entendida tiene ya en sí propia). Esta adecuación, por su carácter
específico, es una adecuación conocida.

Afirma Puelles que “la adecuación de un concepto con su supuesto extramental sólo es conocida de un modo
riguroso y efectivo en la operación que denominamos juicio”. Por lo que, la adecuación es conocida cuando se
conocen sus términos y se aprehende, también, la especial relación que ella establece entre ambos. Dicha relación se
expresa mediante la palabra “es”, la cual implica el acto de juzgar.

La verdad lógica es una propiedad del juicio, en el sentido de que sólo en él se puede dar.

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4. ¿Qué diferencias existen entre ignorancia, duda, opinión y certeza?

La ignorancia (se contrapone a la nesciencia -falta de capacidad absoluta-) hace referencia a que se posee la
capacidad para conocer, pero me privo de ello. Es decir, no hay ausencia de conocimiento, sino privación de aquel
conocimiento para el cual se posee aptitud. Se puede vencer el estado de ignorancia.

Se habla de duda cuando existe una mínima actualización de nuestra mente por la verdad, es decir, al dudar no se
toma algo por verdadero o falso; la duda se hace presente frente a dos extremos u oposiciones contradictorias, donde
no sabemos a qué atenernos. Por ejemplo: si se está en duda sobre cuál moneda es auténtica y cuál es falsa. Ambas
versiones son conocidas por mí, pero mientras dude ninguna se presenta como verdadera, sino como la posibilidad de
que sea verdadera o falsa.

El progreso sobre la duda constituye la opinión. En este caso, la mente presta ya consenso/aprobación a uno de los
dos extremos en disputa, pero con cierto temor a errar. Su fundamento se halla únicamente en la probabilidad, es
decir, en una evidencia parcial o imperfecta.

La certeza es la situación en que se encuentra quien presta su aprobación a una verdad sin vacilación. De un modo
subjetivo, la certeza es la seguridad o firmeza al momento de aprobación; objetivamente, toda certeza debe
fundamentarse en la evidencia de aquello mismo a lo que se asiente.

Sólo hay verdadera certeza si la seguridad del asentimiento procede directamente de la evidencia objetiva de una
verdad.

5. ¿Qué caracteriza a la posición escéptica? ¿Cuáles son sus representantes principales?

El escepticismo niega la posibilidad de todo conocimiento humano cierto. Puede ser considerado como:

- Hecho: abstenerse por completo de realizar juicio alguno ya que todo juicio debe fundamentarse en la certeza
y esta es considerada inasequible. La absoluta abstención de todo juicio requerirá la supresión de toda actividad
propiamente humana.
- Doctrina: es intrínsecamente contradictorio. Quien afirma que hay que dudar de todo hace ya un juicio; si de
todo hubiera que dudar, nada podría afirmarse.

En la Antigüedad, los principales representantes fueron los sofistas: Protágoras y Gorgias. En la modernidad lo
fueron Montaigne, Charrón y Sánchez.

6. Respecto al problema del método (camino) que hace posible la adquisición del conocimiento cierto: ¿en qué
se diferencian las posturas “dogmáticas” y “criticistas”?

DOGMATISMO CRITICISMO

- Filosofía antigua y medieval - Filosofía moderna y contemporánea

- Aristóteles y Santo Tomás - Descartes y Kant

- Parte de algunos conocimientos ciertos y - Creen poder dudar de todas las certezas
seguros, previos a toda crítica. espontáneas, afirmando que por ello se debe
Reconoce verdades indubitables, sobre las comenzar para llegar a una filosofía
cuales debe establecerse todo método posible. sólidamente fundada.

El criticismo tiene una gran apariencia de rigor y de radicalidad, que hace comprensible su prestigio frente al
dogmatismo. Parece que no sea propio del filósofo dar crédito a ninguna certeza natural, si no es tras haber
fundamentado de una manera crítica. El dogmatismo aparece así una imperdonable ligereza, una actitud candorosa,
correspondiente a la infancia del pensamiento.

La ingenuidad del criticismo queda manifiesta en cuanto se traspasa su superficie ideológica; el imperativo de
demostrarlo absolutamente todo, no es más que la fórmula de un imposible.

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La paradójica ingenuidad del criticismo queda claramente manifiesta cuando se repara en la absoluta imposibilidad
de la duda universal metódica. La duda es en el criticismo sólo un momento, el inicial en un proceso metódico que
pretende llegar a la certeza.

El método que hace posible el conocimiento cierto se da por dos formas: 1. prescindir por completo de todas las
certezas espontáneas, instalándose una completa duda universal; 2. partir, por el contrario, de certezas primarias.

7. ¿Qué importancia gnoseológica tiene la duda?

La duda supone 3 certezas naturales: 1. existencia de un investigador o sujeto que dude; 2. principio de (no)
contradicción; 3. aptitud de la mente para adquirir certeza.

“El que duda e investiga sabe algo cierto: que duda e investiga, y si sabe algo cierto no puede poner en duda que su
mente es apta para la certeza. Si estas tres cosas son el inevitable supuesto de toda averiguación, carece de sentido
tratar de averiguar si ellas son válidas, como parece que deba hacer el criticismo por el procedimiento de la duda
metódica universal”.

8. ¿Qué importancia tiene el tema de la demostración y las “proposiciones estrictamente inmediatas”


(“certezas primarias” o principios)?

La demostración supone principios indemostrables; tales principios indemostrables no son admitidos por el
dogmatismo. Este no los acepta como principios simplemente por ser indemostrables, sino sólo si son evidentes y
precisamente por serlo. Tal es el sentido de las proposiciones estrictamente inmediatas (certeza objetiva), que, lejos de
ser gratuitas o arbitrarias, están fundamentadas, no en otras proposiciones, sino en la «necesaria» relación que entre
sus propios términos se da.

Son estas las proposiciones que admiten o permiten dudar.

9. ¿Qué “certezas naturales” nunca pueden ser puestas en duda?

La certeza natural de la capacidad de la razón.

“Descartes admite la certeza natural de la propia existencia del que piensa (cogito, ergo sum). [...] Su duda no es
universal, pero tiene excesiva latitud. No responde a un método verdaderamente consecuente; pues si así fuera, no se
explicaría cómo habiendo dudado de la veracidad esencial de las facultades cognoscitivas, pese a que estas parecen
ofrecernos verdades evidentes, admita luego esa veracidad para la evidencia del cogito sum. ¿No podría ser esta
también una simple evidencia aparente? Todo criticismo promete en sus comienzos una radicalidad que luego se ve
forzado a desmentir, en el momento mismo en que pretende hacer la más modesta construcción. Si se pone en duda la
capacidad de la razón, carece de sentido que se utilice a esta para averiguar si es realmente valiosa o capaz”.

10. ¿Qué se quiere dar a entender con los conceptos de inmanencia y trascendencia con relación al
conocimiento?

El principio de inmanencia es el argumento capital del idealismo. La inmanencia del conocimiento hace referencia a
los objetos capaces de ser directamente conocidos. Más allá de estos objetos directos, meramente inmanentes o
intrasubjetivos, se admite un mundo trascendente.

“Los objetos que inmediatamente conocemos, aunque inmanentes o intrasubjetivos, se nos presentan como algo que
desde fuera determina al sujeto; luego no pueden ser mero producto de este, sino que deben también estar
determinados por cosas exteriores, trascendentes a ellos”.

11. ¿En qué se distinguen posturas filosóficas de fondo como el realismo natural, el idealismo y el realismo
crítico? ¿Cuáles son sus principales representantes y sus argumentos esenciales?

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Realismo natural: tesis filosófica. El realismo, por ser la actitud congruente con la misma esencia de las facultades
cognoscitivas, constituye la única forma en que el hombre, de hecho, vive y emplea su capacidad de conocer. Llevan
hasta sus últimas consecuencias la certeza en la capacidad trascendente del conocimiento humano.

Representantes: Aristoteles, San Agustin, Santo Tomás; Bergerson, Gredt, Gilson (era actual).

Idealismo: doctrina que afirma que no conocemos nunca seres independientes del conocimiento. Lo que hace de
objeto del conocer no posee otro ser que el ideal, aquel que conviene a ideas que no son más que ideas sin correlato
real.

Puede ser absoluto (no hace excepciones a la inmanencia del objeto del conocer) o parcial (limita la inmanencia a
una esfera determinada o a determinada clase de objetos). A su vez, el idealismo absoluto se divide en monístico y
pluralístico. A su vez, el monístico es subjetivo u objetivo. En cuanto al idealismo parcial, puede subdividirse en
formal y material.

Representantes: Shuppe (monístico subjetivo); Fichte, Schelling y Hegel (monístico objetivo); J.S. Mill, Taine y
Vaihinger (idealismo pluralístico). Berkeley (idealismo material); Kant (idealismo formal).

Realismo crítico o ilacionismo: sostiene que el objeto inmediato de todos nuestros conocimientos es intrasubjetivo
por lo cual puede inferirse la existencia de un mundo transubjetivo, independiente del conocimiento.

Representantes: Descartes, Mercier y Geyser, Külpe.

12. ¿Cuál es la “más frecuente objeción a la teoría del realismo natural” y cómo la presenta el Millan Puelles?

La más frecuente objeción a la teoría del realismo natural es la que se formula con ocasión de los errores de los
sentidos externos. según el «mecanicismo», todo conocimiento sensorial que versa sobre «cualidades secundarias»; es
un conocimiento de algo formalmente subjetivo, pues tales cualidades no se dan fuera de nuestros sentidos tal como
estos las aprehenden, sino que son realmente simples movimientos mecánicos. Tal objeción no se apoya, en verdad,
sobre algo que esté fundamentado de una manera rigurosa y científica. Lo único probado es que el substrato de las
mencionadas cualidades son ciertos movimientos, no que estas cualidades consisten realmente en ellos.

13. ¿Por qué es importante dar cuenta del criterio de verdad o a qué inquietud responde?

Imposible saber que se cometen errores si los mismos no se manifiestan como tal. Esto implica que las verdades a
que se oponen también sean manifestadas como verdades. El “criterio de la verdad” garantiza la validez del
conocimiento, constituyendo el motivo genérico de todas las certezas objetivas.

14. ¿Cuáles son las dos características del planteo estrictamente filosófico de dicho criterio?

La cuestión relativa a este criterio sólo se plantea de un modo estrictamente filosófico, si el signo o garantía que se
busca es entendido como valedero para todas las verdades (criterio universal) y como aquello que no depende, a su
vez, de ningún otro fundamento de verdad (criterio último). En definitiva, la cuestión que nos ocupa es la que se
plantea de este modo: ¿Cuál es la garantía radical de toda verdad y toda certeza? Por tratarse de un tema puramente
filosófico, no se hace alusión a la certeza que corresponde a la fe sobrenatural, cuyo criterio estriba en la Revelación
divina.

15. De las teorías sobre el criterio de verdad, hay una distinción entre criterio extrínseco e intrínseco. ¿En qué
consiste el criterio extrínseco pragmatista?

Las teorías con criterio extrínseco pueden verse desde la autoridad o la utilidad. Aquellas que proponen la autoridad
como último criterio, lo hacen defendiendo la autoridad humana o la divina.

Observando a la humana el criterio definitivo de la certeza, se ve menospreciado el valor de la razón individual de


todo hombre. Sin embargo, cree que hay una autoridad del género humano que se manifiesta en el consenso común.
Quienes defienden la autoridad divina como criterio último, entienden que la garantía del conocimiento humano se
encuentra en la revelación divina.

El criterio extrínseco pragmatista ve a la verdad como lo provechoso para la felicidad, ya sea privada o pública.

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16. Dentro de las teorías que proponen un criterio intrínseco: ¿a qué alude la división o clasificación
fundamental entre ellas en subjetiva /objetiva? ¿Dónde ubicaría la teoría de Descartes y dónde la de los
“filósofos de la escuela” (como Aristóteles o Santo Tomás de Aquino)? ¿Cuáles son los planteos esenciales de
dichas teorías?

Quienes se paran en la postura subjetiva (Descartes, por ejemplo), el fundamento de la certeza está constituido por
la claridad y la distinción de las ideas. Se trata de un conocimiento en el cual no hay otra cosa que la clara y distinta
percepción de aquello que se capta. La regla general es que es verdadero todo lo que se percibe de una manera
enteramente clara y distinta.

A su vez, otras teorías defensivas del criterio subjetivo, consideran como último fundamento de la certeza alguna
disposición de índole instintiva o afectiva.

El criterio intrínseco objetivo (filósofos de la Escuela), proponen como último fundamento y signo de toda verdad la
«evidencia objetiva», es decir, la claridad misma con que el objeto se manifiesta en acto al cognoscente. La evidencia
del conocimiento se basa, para la concepción escolástica, en la patencia misma del objeto conocido.

Cap. XVIII – “Analítica ontológica”.

La diferencia entre el conocimiento vulgar y el conocimiento metafísico del ente reside en el hecho de que mientras
el primero es indiferenciado y confuso, el segundo deberá ser capaz de advertir las divisiones fundamentales, los
diversos registros y planos que articulan el ser, a esta necesidad corresponde el estudio de las “categorías” y las
“causas”, todo esto llamado “analítica ontológica”.

La analogía del ente y las categorías:

El estudio de la analítica ontológica no pretende otra cosa que manifestar aquellos tipos y modalidades que de una
manera implícita y confusa están en acto en la noción del ente.

Los términos análogos se utilizan para denominar a varios objetos según una significación parcialmente distinta pero
que es parcialmente la misma, es un cierto medio entre términos unívocos (que designa a varios objetos según una
misma significación) y términos equívocos (que se refiere a ellos según significaciones enteramente distintas).

Unívocos: un término para diferentes objetos. Ejemplo; se utiliza el término ANIMAL para hablar de humanos
como animales racionales y animales en general, tienen una relación de especie.

Equívocos: un término para diferentes objetos que no tienen nada que ver entre sí. Ejemplo; se utiliza la palabra
CAN para designar a cualquier tipo de perros y además se lo utiliza como nombre de una constelación, no tienen
relación.

Análogos: sirven para hablar del ente, no admiten una explicación porque se los entiende a través de ejemplos, por
características intrínsecas o extrínsecas a ellos. Ejemplo; se utiliza el termino SANO para hablar de la salud de un
perro y de un medicamento, el primero está sano y el segundo te mantiene sano.

-Analogía intrínseca: es la que corresponde al término cuyo significado conviene intrínseca y formalmente a todos
los objetos que él designa. En general es la igualdad de dos o más proporciones y puede simbolizarse mediante la
fórmula [A es a B como C es a D].

-Analogía extrínseca: es la que atañe al termino cuyo significado únicamente se cumple de una manera propia en
uno de los objetos designados, no pudiendo aplicarse a los otros más que por medio de una relación a este.

El ENTE es un concepto análogo, ya que no podría ser univoco, porque el ente incluye en acto todas las
diferencias entre los entes, aunque ellas no se encuentren manifiestas y explicitas, sino fundidas o confundidas en un
solo concepto. Tampoco podría ser equivoco porque todo lo denominado por él tiene en común un mismo carácter,
precisamente el de ente, todos los seres coinciden en tener, cada cual a su modo, la índole de ser.

Esta analogía del ente no puede ser extrínseca, ya que el carácter de ente no puede ser tenido por ningún ente de
manera impropia, entre todos los entes hay una analogía de proporcionalidad propia justamente porque todo ente es a

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su ser como cada uno de los demás al suyo.

Entonces el concepto de ente es un concepto análogo intrínseco.

Categorías: (como se está compuesto, las partes componentes fundamentales).

La analítica de las categorías es el esquema de los géneros supremos del ente real finito y de sus más importantes
subdivisiones. Lo que la analítica ontológica pretende señalar, al dividir las categorías, son los géneros supremos del
ser finito, no los estudia como tipos de predicado, sino como tipos de entes, como modalidades del ser real finito.

La división de Aristóteles, sistematizada por Santo Tomas, se estructura porque el ente real finito se distribuye, en
primer lugar, según la distinción entre el “ser en sí” y el “ser en otro”.

SUSTANCIA: se denomina sustancia a todo aquello a lo que compete ser en sí, es decir, existir sin necesidad de
afectar a otro ser que haga de sujeto.

ACCIDENTE: se denomina accidente al caso contrario, a todo aquello a lo que compete ser en otro como en un
sujeto de inhesión. El accidente no es un ser en sí, sino una afección de la sustancia que se divide según las diversas
formas en que realmente afecta a esta. Se divide de la siguiente forma:

CANTIDAD CUALIDAD
Totalidad: Realidad:
Todos los entes tomados en el mismo Cualidad real del presente (ahora).
sentido (ejemplo: dios creador).
Pluralidad: Negación:
Totalidad de los entes separados entre sí Si se puede describir mejor a un ente por su
(ejemplo: ente profesora – ente silla). negación (ejemplo: ser bueno es no ser malo).

Unidad: Limitación:
Se concentra en la especificidad de ese ente Se es una o la otra (ejemplo: mi mama es
(ejemplo: ente dios). madre pero también es hija).

RELACIÓN MODALIDAD
Sustancia: Posibilidad:
Ente en tanto no tiene afectividad. Aquello en lo que tiene chances de
convertirse (ejemplo: no puedo convertirme
en un árbol).
Causalidad: Existencia:
Causa y consecuencia (ejemplo: causa ser Se considera pero no se puede saber si todo
madre, consecuencia ser hija). existe aunque el ente siempre exista.
Relación reciproca: Necesidad:
Puede ser horizontal (ejemplo: esposo y No puedo no ser, y si dejase de ser, perdería
esposa) o vertical (ejemplo: madre e hija). identidad.

Estas 12 categorías son diversas maneras o formas de ENTE EN TANTO QUE según Aristóteles, Kant y Santo
Tomas. Las categorías de relación carecen de verdadera significación metafísica ya que no convienen más que a las
entidades materiales, por implicas o suponer necesariamente materia.

Causa material y causa formal:

¿Cómo se explica el cambio o el devenir en las cosas, qué conceptos se necesitan?

El devenir es un hecho el cual no puede negarse o reducirse a otros hechos. Para que el cambio se dé, es necesaria la
intervención de, siguiendo a Aristóteles: la causa formal, la causa material, la causa eficiente y la causa final. La causa
hace referencia a lo influyente en la cosa, no sólo influye en el ser de una cosa, sino que la hace dependiente de ella.

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 La causa material: aquello de lo que algo está hecho, es una sustancia completa.
 La causa formal: aquello que un objeto es.

Tanto la causa formal como la material, corresponden a la esencia y a la materia, presentes en la constitución de
todas las cosas.

 La causa eficiente: aquella causa que ha producido ese algo; podría decirse que es aquella que explica el “por
qué” de las cosas.
 La causa final: aquello para lo que existe, plantea el “para qué” de las cosas.

Aristóteles se pregunta ¿Cómo se comporta la sustancia? Y lo explica a través de estas causas que son el principio de
la actividad.

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