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A lo largo de nuestra existencia se viven una serie de cambios que están demarcados por
ciertas etapas específicas de nuestra vida, niñez, adolescencia, adultez y vejez, estas etapas
poseen características específicas desde el punto de vista biológico o físico e incluso
cambios desde un enfoque más psicológico. Pero una de ellas se encuentra marcada por
prejuicios, estigmas e incluso una visión errada de su desarrollo y características, con esto
nos referimos a la vejez, la cual cabe mencionar es una etapa asociada al envejecimiento,
por ende es importante comprender como es planteado el envejecimiento, el cual según la
Organización Mundial de la Salud es entendido como la acumulación de daños moleculares
y celulares, lo que con el tiempo comienza a acabar con las reservas fisiológicas del cuerpo,
aumentando así el riesgo de contraer enfermedades y la disminución de capacidades (pág.
27). En este sentido no se hace mención acerca de ningún componente asociado con la edad
cronológica de una persona, sino que más bien puede ser entendido como un fenómeno
transversal en la vida de una persona, y que por lo tanto puede variar, dependiendo de
varios factores, tanto ambientales como biológicos, de igual manera es importante destacar
el por qué se asocia el envejecimiento a la vejez y el motivo es que la probabilidad de que
disminuyan las reservas fisiológicas aumentan al avanzar la edad cronológica, pero no es un
factor determinante.
Por lo tanto, estaríamos frente a una gran problemática sobre la visión o imagen que se
tiene en torno a la etapa de la vejez, la cual estaría marcada por una decaimiento a nivel
biológico, un periodo que se tiende a asociar con la fragilidad pero sobretodo a la soledad,
la cual es una temática sumamente relevante para este grupo en específico, o sea las
personas mayores, en este sentido es importante comprender que según la Organización
Mundial de la Salud, la soledad es entendida como la insatisfacción en la calidad y el
número de relaciones sociales, como también el aislamiento social, lo que va de la mano
con la falta de contacto con otras personas, o sea estaríamos frente a la falta de lazos
sociales (pág. 201). En este sentido estaríamos frente a todo un estigma y una idea en torno
a esta etapa que puede llegar a estar muy lejos de como es en realidad, desgraciadamente es
una perspectiva que se ha hecho parte de una u otra forma de la opinión pública de la
sociedad en general, sobretodo en la misma percepción que tienen las personas mayores.