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1. Sistema cardiovascular
El corazón del feto experimenta una programación molecular, y más de 100 genes
y factores moleculares son integrados a su morfogénesis. El tubo cardiaco recto
se forma en el día 23 y cada segmento surge en un momento único.
El tubo entonces sufre una curvatura, y las cámaras entonces se funden y forman
los septos. Se desarrollan las válvulas y el arco aórtico se forma por
vasculogénesis.
Circulación fetal
Ya que la sangre fetal no necesita entrar a la red vascular pulmonar para
oxigenarse, la mayor parte del gasto ventricular derecho no pasa por los
pulmones. Las cámaras del corazón fetal trabajan en paralelo, no de manera
seriada, lo que suministra de manera eficaz sangre mucho más oxigenada al
cerebro y al corazón con respecto al resto del cuerpo.
El oxígeno y los nutrientes llegan al feto desde la placenta por la vena umbilical
única. La vena se divide en:
A) El conducto venoso: rama más importante de la vena umbilical y
atravesando el hígado se dirige directamente a la vena cava inferior. Como
no suministra oxígeno a los tejidos que atraviesa, lleva la sangre bien
oxigenada de forma directa al corazón.
B) El seno portal: lleva sangre a las venas hepáticas sobre todo del lado
izquierdo del hígado donde se extrae el oxígeno, y luego fluye hacia atrás
hacia la vena cava inferior, que también recibe más sangre desoxigenada
que retorna de la parte inferior del cuerpo. El contenido de oxígeno
entregado al corazón de la vena cava inferior es más bajo que el que sale
de la placenta.
Los ventrículos del corazón del feto trabajan en paralelo. La sangre bien
oxigenada entra al ventrículo izquierdo, que irriga al corazón y al cerebro, y la
sangre menos oxigenada entra al ventrículo derecho, que perfunde al resto del
cuerpo.
Estas dos circulaciones separadas se mantienen por la estructura atrial derecha.
Esta separación de la sangre de acuerdo con su contenido de oxígeno, es
ayudada por el patrón de flujo de sangre en la vena cava inferior. La sangre bien
oxigenada tiende a correr a lo largo del borde medio de la vena cava inferior y la
sangre menos oxigenada fluye a través de la pared lateral de la vena. En el atrio
derecho, la configuración del septo atrial superior –la crista dividens—desvía la
Manuel Alejandro Herrejón Torres. Sección 01. 1909123b.
sangre bien oxigenada de la parte media de la vena cava inferior y del conducto
venoso a través de la apertura oval (foramen oval) hacia el corazón izquierdo, y
después hacia el corazón y el cerebro, y cuando han extraído el oxígeno
necesario, la sangre menos oxigenada que se obtiene retorna al atrio derecho a
través de la vena cava superior.
La sangre menos oxigenada entra al atrio derecho y se desvía a través de la
válvula tricúspide hacia el ventrículo derecho. La vena cava superior corre por la
parte anteroinferior mientras entra en el atrio derecho, asegurando que la sangre
menos oxigenada que retorna del cerebro y de la parte superior del cuerpo
también será desviada directamente al ventrículo derecho. El ostium del seno
coronario yace justo superior a la válvula tricúspide, de manera que la sangre
menos oxigenada del corazón retorne al ventrículo derecho.
La sangre en el ventrículo derecho es de 15 a 20% menos saturada que la sangre
en el ventrículo izquierdo.
Casi el 90% de la sangre que sale del ventrículo derecho es desviada a través de
los conductos arteriosos hacia la aorta descendiente. Sólo alrededor de 8% de la
salida del ventrículo derecho va a los pulmones y un tercio de la sangre que pasa
a través de los conductos arteriosos es entregada al cuerpo.
La salida ventricular derecha que resta, retorna a la placenta por las arterias
hipogástricas que corren del nivel de la vejiga por la pared abdominal hacia el
anillo umbilical y hacia el cordón umbilical como las arterias umbilicales. En la
placenta, esta sangre recoge oxígeno y otros nutrientes y es reciclada a través de
la vena umbilical.
2. Hemopoyesis
En el embrión primitivo la hemopoyesis es demostrable primero en el saco vitelino,
seguido por el hígado y finalmente el bazo y la médula ósea.
Los primeros eritrocitos liberados en la circulación fetal son nucleados y
macrocíticos. El volumen medio de las células es al menos 180 fL en el embrión y
disminuye de 105 a 115 fL al término del embarazo. Mientras progresa el
desarrollo del feto, más y más de los eritrocitos circulantes son más pequeños y
no nucleados, y tanto el volumen de sangre en la circulación fetoplacentaria
común como la concentración de hemoglobina aumentan.
Por su gran tamaño, los eritrocitos fetales tienen un tiempo de vida corto, que se
alarga hasta alrededor de 90 días a término. Los reticulocitos están inicialmente
presentes en altos niveles, pero disminuyen a 4 o 5% del total al término del
embarazo.
Lo eritrocitos son más deformables, lo cual sirve para compensar su elevada
viscosidad. La eritropoyesis es controlada por la eritropoyetina fetal y sus niveles
de suero aumentan con la madurez fetal. El hígado fetal parece ser una fuente
importante hasta que la producción renal comienza.
Se puede medir por cordocentesis. Después del nacimiento, la eritropoyetina
normalmente no puede ser detectable hasta los 3 meses. La producción de
plaquetas alcanza niveles estables a mitad del embarazo, aunque hay alguna
variación durante el embarazo.
Hemoglobina fetal
La hemoglobina de adulto normal A se hace de cadenas alfa y beta y durante la
vida embrionaria y fetal, se producen varios precursores.
Los genes para las cadenas del tipo beta están en el cromosoma 11, y las
cadenas del tipo alfa en el cromosoma 16. Cada uno es activado y después
desactivado durantela vida fetal, hasta que ambos genes, que dirigen la
producción de la hemoglobina de adulto A, están activados de forma permanente.
La sangre fetal es producida primero en el saco vitelino, donde se hacen las
hemoglobinas Gower 1, Gower 2 y Portland. La eritropoyesis después se mueve
hacia el hígado, donde se produce la hemoglobina fetal F. Cuando la
hematopoyesis finalmente se mueve hacia la médula ósea, la hemoglobina tipo A
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3. Sistema respiratorio
La maduración pulmonar y los índices bioquímicos de la madurez del pulmón
funcional fetal son predictores importantes de resultados neonatales tempranos.
La inmadurez funcional o morfológica en el nacimiento lleva al desarrollo del
síndrome de dificultad respiratoria. Una cantidad suficiente de surfactante en el
líquido amniótico es evidencia de la madurez del pulmón fetal.
Maduración anatómica
Los límites de viabilidad parecen estar determinados por el usual proceso de
crecimiento pulmonar. El proceso de desarrollo tiene cuatro etapas:
1. Etapa pseudoglandular: que comprende el crecimiento del árbol
interbronquial intrasegmental entre las semanas 5a. y 17a. El pulmón luce
de forma microscópica como una glándula.
2. Etapa canalicular: de las semanas 16 a la 25, las placas del cartílago
bronquial se extienden periféricamente. Cada bronquiolo terminal da lugar a
varios bronquiolos respiratorios, y cada uno de estos a su vez se divide en
múltiples conductos saculares.
3. Etapa de saco terminal: comienza después de las 25 semanas. En esta
etapa, se forman los alvéolos pulmonares primitivos, es decir, los sacos
terminales. Una matriz extracelular se desarrolla de los segmentos
pulmonares proximales a los distales hasta el término del embarazo.
4. Etapa alveolar comienza durante el último periodo fetal y continúa hasta
bien entrada la niñez. Una red capilar extensa se construye, se forma el
sistema linfático, y los neumocitos tipo II comienzan a producir surfactante.