Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La información visual pasa desde los ojos hasta el núcleo geniculado lateral del tálamo y al
colículo superior, de manera ipsilateral, para finalmente llegar hasta la corteza cerebral para su
procesamiento. Una vez allí las diferentes informaciones captadas por los receptores son
trabajados e integrados para darles un sentido y permitirnos la percepción real de aspectos
fundamentales como la distancia, el color, la forma, la profundidad o el movimiento, y
finalmente para darles un sentido conjunto.
La corteza visual no está conformada por una única estructura uniforme, sino que incluye
diferentes áreas y vías cerebrales. En este sentido, podemos encontrar la corteza visual
primaria (o V1) y la corteza extraestriada, la cual a su vez se subdivide en diferentes áreas (V2,
V3, V4, V5, V6).
Está formada por células tanto simples (que responden únicamente a estimulaciones con una
posición concreta en el campo visual y analizan campos muy concretos) como complejas (las
cuales captan campos visuales más amplios), y se organiza en un total de seis capas. La más
relevante de todas ellas es la 4, al ser en la que se recibe la información del núcleo geniculado.
Además de la corteza visual primaria, podemos encontrarnos con diversas áreas cerebrales
asociativas de gran importancia en el procesamiento de diferentes características y elementos
de la información visual. Técnicamente existen alrededor de una treintena de áreas, pero las
más relevantes son las codificadas de V2 (recordemos que la corteza visual primaria
corresponderia a la V1) a V8. Parte de las informaciones obtenidas en el procesamiento de las
áreas secundarias va a volver posteriormente a analizarse en la primaria para ser reanalizadas.
Por ejemplo el área V2 recibe por parte de las regiones de la información del color y por parte
de las interblob información respecto a orientación espacial y movimiento. La información
pasa por esta área antes de dirigirse a cualquier otra, formando parte de todas las vías
visuales. El área V3 contiene una representación del campo visual inferior y tiene selectividad
direccional, mientras que el área ventral posterior la tiene del campo visual superior
determinada con selectividad por color y orientación.
Es el área espacial que el ojo percibe cuando mira hacia delante sin necesidad de que realice
movimiento alguno.
El campo visual humano normal abarca una amplitud de 180 grados aproximadamente,
aunque no en todos esos grados se captan las imágenes con la misma nitidez. Sin embargo,
puede variar en función del color de los objetos, de la iluminación y del contraste, además de
que puede variar dependiendo de la persona.
No obstante, en ocasiones se puede producir una alteración en el campo visual normal, lo que
provoca defectos en este. Para examinarlo se realiza una campimetría, que es una prueba con
la que se controlan las enfermedades que pueden afectar al se puede producir en el campo
visual, como pueden ser el glaucoma o las lesiones en el nervio óptico.
Los ojos se localizan en la parte anterior de la cabeza, los campos visuales se superponen
considerablemente, es por esa razón que el ser humano tiene una visión binocular a causa de
la extensa región en la cual los campos visuales de los dos ojos se superponen, el campo de
visión binocular. El campo visual de cada ojo se divide en dos regiones: la mitad
nasal o central y la mitad temporal o periférica.
En este sentido, en cada ojo los rayos de luz provenientes de un objeto situado en la mitad
nasal del campo visual alcanzan la mitad temporal de la retina, y los rayos de luz provenientes
de un objeto en la mitad temporal del campo visual alcanzan la mitad nasal de la retina. Por lo
que, la información visual que se origina en la mitad derecha de cada campo visual converge
en el sector izquierdo del cerebro, y la información visual que se origina en la mitad izquierda
de cada campo visual converge en el sector derecho del cerebro, como se indica a
continuación:
1. Los axones de todas las células ganglionares retinianas de un ojo salen del globo ocular a
través del disco óptico (papila) y forman el nervio óptico de ese lado.
2. En el quiasma óptico, los axones originarios de la mitad temporal de cada retina no se
entrecruzan y continúan directamente hacia el cuerpo geniculado lateral del tálamo
homolateral.
3. Por otro lado, los axones originados en la mitad nasal de cada retina se entrecruzan en el
quiasma óptico y se dirigen hacia el tálamo opuesto.
4. Cada tracto óptico está formado por axones cruzados y directos, que se proyectan desde el
quiasma hacia el tálamo.
5. Los ramos colaterales de los axones de las células ganglionares retinianas se proyectan
hacia el mesencéfalo, donde forman parte de los circuitos nerviosos que gobiernan la
constricción de las pupilas en respuesta a la luz y la coordinación de los movimientos oculares
con los de la cabeza. Los colaterales también se extienden hacia el núcleo supraquiasmático
del hipotálamo, que establece los patrones del sueño y otras actividades que se producen con
un ritmo circadiano o diario, en respuesta a los períodos de luz y oscuridad.
6. Los axones de las neuronas talámicas forman las radiaciones ópticas, a medida que se
proyectan desde el tálamo hacia el área visual primaria en la corteza cerebral homolateral.
Las pérdidas del campo visual normal pueden producirse por diferentes patologías, entre
ellas: migraña, cataratas, glaucoma, lesiones craneales, lesiones o hemorragias oculares,
degeneración macular, daños en la retina como retinopatías o retinosis, o patologías
cerebrales como tumores, isquemias o aneurismas.
Estas patologías pueden dar lugar a diferentes formas de pérdidas del campo visual normal,
como pueden ser:
Estocoma: pérdidas aisladas de la visión en la que disminuye o se pierde por completo en
una zona determinada.
Hemianopsias Pérdidas de la mitad del campo visual
Cuadrantonopsias Pérdidas de un cuarto del campo visual.
Campimetría
Es una prueba con la que se detecta y controlan las enfermedades que pueden afectar y
alterar el campo visual.